SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 128
SEMANA 3
1 Y 2 PEDRO
FECHA DE REDACCION:
1. Aproximadamente en el 64 d.C.
2. Si la tradición esta en lo cierto, Pedro murió tres o cuatro años después de
haber escrito esta epístola.
TEMA CENTRAL:
1. El tema central de 1 Pedro es el sufrimiento que el cristiano experimenta.
2. Pudiéramos presentar el tema central de la siguiente manera: “Si alguno
sufre como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios en este
nombre” (4:16).
ANALISIS DE 1 PEDRO
AUTOR:
1. El apóstol Pedro, cuyo nombre fue Simón antes de ser un discípulo de Cristo.
2. El vivió en Capernaun y su profesión fue pescador (Mt. 8:5, 14).
3. El nombre “Pedro” significa: “Piedra”, pero no una piedra grande como lo indica la
palabra PETRA.
4. Jesús nombre a Simón – Pedro cuando su hermano Andrés se lo presento (Jn. 1:40-42).
5. La tradición dice que Pedro fue crucificado con la cabeza hacia abajo en un lugar no muy
distante de Roma en el año 67 o 68 d.C.
6. Pedro experimento en carne propia muchas de las formas de sufrimiento acerca de las
cuales escribió.
ANALISIS DE 1 PEDRO
AUTOR:
El ministerio público de Pedro duró más de treinta años, y lo llevó desde Jerusalén hasta
Roma. Vivió y predicó en un mundo en el que se hablaban varios idiomas.
Es razonable creer que después de tres décadas, bien pudo haber manejado con maestría el
lenguaje de la mayoría de aquéllos a quienes ministraba.
El estilo retórico y el uso de las metáforas empleadas en 1 Pedro fácilmente podrían
acreditarse a un experimentado orador público, así como a un académico de la literatura. Pero
ciertamente Pedro tuvo el tiempo y el talento para convertirse en un comunicador excelente del
evangelio por medio del idioma griego.
Lucas también registró (Hch. 4:13) que esos mismos líderes se quedaron sorprendidos por la
confianza que mostró Pedro y por el poder de su personalidad controlada por el Espíritu.
ACERCA DEL LIBRO:
Esta epístola fue dirigida a la dispersión (los expatriados) de los cristianos en
este mundo hostil. Se señalan sitios específicos de Asia Menor (1:1).Primera Pedro fue
escrita para los cristianos que estaban experimentando diversas formas de persecución, a los hombres y mujeres cuya fe
en Jesucristo los convirtió en extranjeros y peregrinos en medio de una sociedad pagana.
Pedro exhortó a esos cristianos a perseverar resueltamente y a mostrar una conducta ejemplar. La calidez de sus
expresiones, combinada con sus instrucciones prácticas, hacen de esta epístola una fuente única de ánimo para todos los
creyentes que viven en conflicto con su cultura.
1. Las provincias que Pedro menciona en el verso 1 forman parte Norte de la Asia
Menor.
2. Estas Iglesias estaban compuestas de Judíos (1:1-2)
y Gentiles (2:9-10; 4:3).
ACERCA DEL LIBRO:
1. Eran extranjeros y advenedizos (1:1, 17; 2:11), que eran perseguidos (3:17; 4:12-
19), y que tales persecuciones vinieron no de los judíos sino de los paganos (4:3- 4).
2. 1 Pedro nos recuerda un tanto el libro de Hebreos, porque la gente a quien se
remite sufría gran persecución.
3. 1 Pedro trata con la actitud o disposición de espíritu del cristiano en medio del
sufrimiento.
4. El propósito de 1 de Pedro es animar a los cristianos a no darse por vencido en
medio de la aflicción.
FRASES CLAVES:
1. “Sed santos porque Yo soy santo” (1:15-16).
2. “nos ha hecho nacer de Nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de
Jesucristo de entre los muertos” (1:3).
3. “Mas la palabra del Señor permanece para siempre” (1:25).
4. “Os llamo de las tinieblas a su luz admirable” (2:9).
5. “Estando siempre preparados…” (3:15).
6. “El bautismo nos salva…” (3:21).
7. “Hable conforme a las palabras de Dios” (4:11).
8. “A El sea el dominio por los siglos de los siglos. Amen” (5:11).
PUNTOS PRINCIPALES EN CADA CAPITULO:
1. Capítulo 1: Salvación.
2. Capítulo 2: Crecimiento Espiritual
y comportamiento.
3. Capítulo 3: Honrando a Cristo.
4. Capítulo 4: Sufriendo por Cristo.
5. Capítulo 5: La verdadera gracia de Dios.
La Gracia *Un Poderoso Regalo*
CRISTO EN CADA CAPITULO:
1. Capítulo 1: Cristo, nuestra fuente de esperanza y redención (3, 18-20).
2. Capítulo 2: Cristo, la Piedra angular, nuestro
ejemplo y el que carga con nuestros pecados (6, 21, 24).
3. Capítulo 3: Cristo, nuestro Señor (15, 22)
4. Capítulo 4: Cristo, padeciendo por nosotros (1, 13).
5. Capítulo 5: Cristo, Príncipe de los pastores.
LECCIONES PRÁCTICAS:
Hemos nacido de nuevo para una esperanza viva (1:3-4, 23; Tito 1:2).
No necesitamos imágenes para amar a Dios (1:8-9; a.C. 17:29; Sal. 115:1-8; Ex. 20:1-4).
Necesitamos ser santos como Dios es Santo (1 P. 1:15-16; 1 P. 2:11; He. 12:14).
No hay que conformarnos a los deseos que antes teníamos (1:14; 2:11).
Hemos sido redimidos con un alto precio (1:18-20).
La Palabra de Dios permanece para siempre (1:23-25).
Hay que desechar el pecado y desear la Palabra de Dios (2:1-2).
Hay que recordar lo que somos (2:9-11)
Hay que obedecer a nuestros amos terrenales (2:18)
LECCIONES PRÁCTICAS:
Cristo es nuestro mejor ejemplo (2:21).
Responsabilidades conyugales (3:1-7).
Hay que estar siempre preparados para presentar respuesta (3:15).
No hay que sorprendernos cuando sufrimos por Cristo (4:12; Fil. 1:29; 2 Ti. 3:12).
Si sufrimos como cristianos no debemos de avergonzarnos (4:16; Mr. 8:38; 2 Ti. 1:8).
Hay que echar toda nuestra ansiedad sobre Dios (5:7).
El diablo quiere destruirnos (1 P. 5:8).
Usted no es el único que sufre (5:9).
Con estas palabras (1 P. 1:2), Pedro coloca los cimientos teológicos para su carta de ánimo.
“Dios” Padre, en su gracia, los había elegido y Dios el “Espíritu” los había santificado, a través de la sangre expiatoria de Dios
el Hijo, Jesucristo (las tres personas de la Trinidad se mencionan en este v.).
De manera que Pedro saludó a sus lectores con el deseo y oración de que ellos pudieran experimentar la gracia (j̱aris) y la paz
(eirēnē, equivalente del hebr. šhālôm; cf. 5:14) de Dios en abundancia.
Las palabras gracia y paz os sean multiplicadas también se usan en 2 Pedro 1:2.
El apóstol tenía en muy alta estima la gracia de Dios, ya que se refirió a ella diez veces en esta epístola (1 P. 1:2, 10, 13; 2:19–
20 [trad. “aprobación” en v. 19 y “aprobado” en v. 20]; 3:7; 4:10; 5:5, 10, 12).
II. Escogidos para el nuevo nacimiento (1:3–2:10)
Pedro continúa presentando las bases teológicas para tener ánimo en medio de la persecución. El énfasis a lo largo de esta
sección está en la gracia de Dios hacia los creyentes, que se demostró en su llamado soberano para salvación y en sus resultados
en la vida del creyente. En medio de las pruebas, el nuevo nacimiento del creyente es la fuente de su esperanza viva y de su estilo
de vida de santidad.
A.La esperanza viva del nuevo nacimiento (1:3–12)
Pedro animó a sus lectores recordándoles que el nuevo nacimiento les dio la esperanza viva de que recibirán una herencia
futura e imperecedera.
La herencia está segura porque los creyentes reciben la protección del poder de Dios hasta que esté lista para ser revelada. En
consecuencia, se pueden regocijar aun cuando enfrenten pruebas, porque éstas demostrarán que su fe es genuina, y traerá más
gloria a Jesucristo.
Finalmente, el apóstol dice que la esperanza del nuevo nacimiento está basada, no sólo en una esperanza futura y en
bendiciones presentes, sino en la palabra escrita de Dios.
1. LA HERENCIA FUTURA (1:3–5)
Él nos hizo renacer; las personas no pueden hacer nada para merecer un regalo así. Las palabras “hizo renacer” es trad. de
anagennēsas, del vb. “engendrar de nuevo” o “hacer que nazca de nuevo”. Es posible que Pedro estuviera recordando la entrevista
de Jesús con Nicodemo (Jn. 3:1–21). El “nuevo nacimiento” da como resultado una esperanza viva, por la resurrección de
Jesucristo de los muertos. La “esperanza viva” se basa en Cristo vivo y resucitado (cf. 1 P. 1:21). ¡La seguridad del cristiano en
Cristo es tan cierta y segura como el hecho de que Cristo está vivo! Pedro utilizó la palabra “viva” seis veces (1:3, 23; 2:4–5; 4:5–
6). Aquí significa que la esperanza del creyente es segura, cierta, y real, en contraste con la esperanza engañosa, vacía y falsa que
el mundo ofrece.
1:5. No solamente la herencia está guardada, sino que los herederos, los que han nacido para esa herencia, también son
guardados por el poder de Dios.
Qué mejor esperanza podría darse a aquellos que estaban sufriendo persecución, que el conocimiento de que el poder de Dios
los guarda desde adentro y los preserva para una herencia de salvación que será completamente manifestada a ellos cuando estén
en la presencia de Dios.
Los creyentes poseen la salvación ahora (tiempo pres.), pero sentirán su importancia completa en el regreso de Cristo, en el
tiempo postrero. Ese paso final, o cumplimiento total de “la salvación de vuestras almas” (1 P. 1:9), vendrá “cuando sea
manifestado Jesucristo”, expresión que Pedro utilizó dos veces (vv. 7, 13).
2. EL GOZO PRESENTE (1:6–9)
1:6. Una esperanza viva resulta en gozo en el presente. En lo cual probablemente se refiere a las verdades que se
mencionaron en los vv. 3–5. Pedro anima a sus lectores a poner su conocimiento en práctica.
Pedro enfatizó que el gozo de un cristiano es independiente de sus circunstancias.
Las pruebas en sí mismas se ven como oportunidades para regocijarse (Stg. 1:2). Aunque pueden causar sufrimiento temporal,
no pueden disminuir el gozo permanente y profundo que está arraigado en la esperanza viva que tenemos en Cristo Jesús.
1:8. Aquí se encuentra la culminación del gozo que se experimenta y que resulta de la fe.
Dios logró la salvación por medio de la obra de su Hijo Jesucristo. Así que el enfoque de la fe del creyente no es en el
conocimiento abstracto, sino en la persona de Cristo.
Pedro pudo haber tenido en mente las palabras de Jesús: “Bienaventurados los que no vieron y creyeron” (Jn. 20:29). Sin
embargo, a pesar de que los cristianos ahora no lo ven, como Pedro le vio, le aman y creen en él, y también les dice: os alegráis
con gozo inefable y glorioso.
1:9. Los creyentes pueden regocijarse debido a la salvación, que es el fin, o culminación de la fe.
Para los que aman y creen en Jesucristo, la salvación es motivo para experimentar un “gozo inefable y glorioso!”
la salvación es pasada (“nos hizo renacer”, v. 3), presente (“sois guardados por el poder de Dios mediante la fe”, v. 5) y futura
(es su “herencia”, v. 4, la cual será “manifestada en el tiempo postrero” v. 5, y es “el fin de vuestra fe”, v. 9). Ya que cada día que
pasa acerca a los creyentes al día final, ya lo están “obteniendo”. ¡Todo esto—a pesar de la persecución que profundiza y
demuestra la fe personal—ciertamente es motivo para experimentar un “gozo inefable y glorioso!” (v. 8).
3. LA REVELACIÓN PASADA (1:10–12)
1:10–12. La esperanza viva del nuevo nacimiento surge no sólo de la herencia futura de los creyentes y de la experiencia
presente, sino también de su fe en la palabra escrita de Dios (v. 11).
Pedro reiteró que la fe no está basada en simples escritos de hombres, sino en la palabra de Dios.
En sus escritos inspirados por el Espíritu Santo, los profetas … inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta
salvación (cf. “salvación” en vv. 5, 9). Ellos anhelaban participar de ella y del período de gracia venidero, y se esforzaron por
descubrir qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos.
En 1 Pedro 1:10–12, el apóstol da una ilustración práctica de la doctrina de la inspiración de las Escrituras que expresó
claramente en 2 Pedro 1:20–21.
Los profetas no entendían completamente todo lo que el Espíritu Santo les había dirigido a escribir, aunque fue el Espíritu quien
predijo los sufrimientos de Cristo (Is. 53) y las glorias que vendrían tras ellos (Is. 11).
La realidad de la esperanza viva del cristiano sorprendió y maravilló aun a las huestes angélicas del cielo. Los profetas y los
ángeles también se maravillaban acerca de “esa salvación” que los creyentes recibieron por medio de la gracia destinada a
vosotros (v.10).
1. LA PREPARACIÓN (1:13–16)
1:13–16. Ahora Pedro da cinco agudas exhortaciones:
1. Ceñid los lomos de vuestro entendimiento (“dispónganse a actuar con inteligencia”, NVI95);
2. Sed sobrios (“tengan dominio propio”, NVI95);
3. Esperad (“pongan su esperanza”, NVI95).
4. No os conforméis a los deseos que antes teníais y
5. Sed santos.
Su estilo de vida debía reflejar, no su ignorancia (agnoia) pasada, sino la naturaleza santa (jagioi) de su Padre celestial,
quien les dio el nuevo nacimiento y los llamó (cf. “llamó” en 2 P. 1:3) para ser suyos.
B.La santidad del nuevo nacimiento (1:13–2:10)
La esperanza viva de los creyentes que se basa en su nuevo nacimiento les debería conducir a llevar un estilo de vida de
santidad. Aquellos que fueron escogidos para el nuevo nacimiento también son llamados a ser santos. Pedro exhortó a los
creyentes a prepararse para aceptar el reto de obediencia al adoptar una nueva forma de pensar. El precio que se pagó por la
redención de los creyentes demanda reverencia y obediencia. Ésta involucra purificarse uno mismo y practicar la vida santa,
mientras ofrece sacrificios espirituales como sacerdote real.
1 Pedro 1:15–16 no habla de requisitos legales, sino que es un recordatorio de la responsabilidad que tiene el creyente en
cuanto a su vida interna y a su andar cristiano. A pesar de que la santidad absoluta nunca puede lograrse en esta vida, todas sus
áreas deberían estar en el proceso de llegar a ser conformadas a la voluntad perfecta y santa de Dios. La cita del v. 16 era
familiar para todos los que conocían el A. T. (Lv. 11:44–45; 19:2; 20:7).
2. EL PRECIO (1:17–21)
El alto costo de la salvación—la sangre preciosa del Hijo amado—demanda que los creyentes vivan en temor reverente
ante Dios. El vivir santo es motivado por una fe que teme a Dios y que no toma con ligereza lo que fue comprado a un
precio tan alto.
1:17–19. Los hijos obedientes conocen la naturaleza santa y el carácter justo de aquel que sin acepción de personas juzga. Su
derecho a llamar a Dios Padre, los hace obedecerle con temor reverente.
De manera que deben vivir de acuerdo con sus estándares absolutos, como extranjeros (cf. “extranjeros” en 2:11) ante la ética
cambiante y situacional del mundo.
El “temor reverente” se manifiesta por tener de una conciencia sensible, estar vigilantes contra la tentación y evitar las cosas que
desagradan a Dios. Los hijos de obediencia también deberían ser extranjeros ante la vana manera de vivir (cf. v.14), la cual
recibieron de sus antecesores, porque fueron rescatados (elytrōthēte, de lytroō, “pagar un rescate”) con la sangre preciosa (cf.
2:4, 6–7) de Cristo (cf. 1:2). Esa redención es una compra hecha en el mercado del pecado, un rescate pagado no con oro ni plata,
los cuales perecen (cf. v. 7), sino con la invaluable sangre de un cordero perfecto, parecido a los corderos que se presentaban en
los sacrificios y que debían ser sin mancha y sin contaminación. Cristo fue sin pecado y tenía las cualidades únicas para ser “el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29; He. 9:14).
1:20–21. El pago por el pecado fue planeado desde antes de la fundación del mundo y
manifestado a favor de las personas por medio de la encarnación de Jesucristo. (La era
actual es los postreros tiempos [v. 20], mientras que la era que está por venir es “el tiempo
postrero” [v. 5].)
Es a través de Cristo, a quien el Padre resucitó (cf. v. 3) y le ha dado gloria en su
ascensión (Jn. 17:5; He. 1:3), que las personas pueden llegar a conocer y a confiar en Dios.
Como resultado del plan divino eterno y el invaluable pago por el pecado, la fe y la
esperanza pueden ponerse en él.
3. LA PURIFICACIÓN (1:22–2:3)
La respuesta de la vida santa que debe resultar del nuevo nacimiento se aplica a tres áreas.
La obediencia a la verdad purifica y produce
(a) un amor sincero hacia los hermanos (1:22–25),
(b) arrepentimiento del pecado (2:1) y
(c) un deseo de crecimiento espiritual (2:2).
1:22. La vida santa demanda pureza. Un resultado positivo de la obediencia a la verdad es una vida purificada (cf. v. 2b).
“¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” (Sal. 119:9).
Así como las pruebas refinan la fe, así también la obediencia a la palabra de Dios refina el carácter.
Aquél que se ha purificado a sí mismo viviendo de acuerdo con la palabra de Dios ha descubierto el gozo de la
obediencia.
Una vida pura debe evidenciarse también en una nueva relación con los demás hijos de Dios. Una vida purificada le permite a
uno amar con sinceridad a aquellos que comparten la misma fe.
El amor fraternal no fingido (anypokriton) podría trad. también “sin hipocresía”. Todos los malos pensamientos y
sentimientos acerca de los hermanos y hermanas en Cristo deben quitarse, porque los seguidores de Cristo deben amarse unos a
otros entrañablemente, de corazón puro.
Esa clase de amor (agapēsate, de agapē) puede venir solamente de un corazón transformado, cuyos motivos son puros, y de
alguien que busca dar más de lo que recibe.
El amor no debe expresarse en forma superficial, sino “entrañablemente” (ektenōs, “con toda intensidad” o “de una manera
completa, con un esfuerzo intenso”, cf. ektenē en 1 P. 4:8).
1:23–25. Nuevamente, Pedro recordó a sus lectores que ellos ya habían experimentado el nuevo nacimiento (cf. v. 3): Siendo
renacidos. Ese suceso sobrenatural hizo posible que obedecieran a la verdad, se purificaran a sí mismos, y amaran a los
hermanos. Ese cambio en sus vidas no podía frustrarse, porque se llevó a cabo a través de la palabra de Dios, la cual es
incorruptible
2:1. A continuación Pedro indica que el arrepentimiento es necesario cuando dice: Desechando pues, y hace una lista de cinco
pecados de actitud y de palabra que de presentarse, alejarían a los cristianos unos de otros.
Malicia (kakian) es voluntad mala y perversa;
engaño (dolon) es deshonestidad deliberada;
hipocresía (jypokriseis) es el amor y la piedad fingidos;
envidias (fthonous), el descontento que provoca resentimiento y
detracciones (katalalias), calumnias. Ninguna de éstas deben tener lugar en aquellos que han nacido de nuevo. En contraste, en
obediencia a la palabra, los creyentes deben romper decisivamente con el pasado.
2:2. Pedro quería que sus lectores estuvieran tan prestos a nutrirse con la palabra como los bebés con la leche.
Después de que los creyentes se despojan de los deseos y motivos impuros (v.1), necesitan alimentarse con comida espiritual
nutritiva que produzca crecimiento. (No adulterada [adolon] contrasta deliberadamente con “engaño” [dolon] del v. 1.
La palabra de Dios no engaña; ni tampoco deben hacerlo los hijos de Dios.
Los cristianos deben acercarse a la palabra con corazones y mentes limpios (v.1), con una anhelante expectación, con deseo
de crecer espiritualmente.
2:3. Citando Salmos 34:8, Pedro continúa con la
analogía de la leche que se usa en 1 Pedro 2:2, y compara
el conocimiento actual que ellos tenían de Cristo, con la
experiencia de saborear el alimento.
Habían probado una muestra, habiendo experimentado
la gracia de Dios en su nuevo nacimiento y constatado la
benignidad del Señor.
4.LA PRÁCTICA (2:4–10)
Pedro usó una nueva metáfora para exhortarlos a
llevar una vida santa. Sus lectores, habiéndose
purificado a sí mismos, estaban ahora listos para la
práctica o ministerio de la santidad. No siendo ya
bebés, debían crecer juntos para ofrecer sacrificios
espirituales, como “real sacerdocio”.
2:4. Acercándoos a él no se refiere a la respuesta inicial de un pecador que viene a Cristo para obtener la salvación. Es una
asociación íntima de comunión y compañerismo entre los creyentes y su Señor.
El primer paso al practicar la santidad es la comunión con Jesucristo, piedra viva.
Pedro desarrolla y explica la metáfora de la piedra en los siguientes vv. En este lugar dice que esa piedra está viva. Tiene vida
en sí misma, y da vida a otros. Por lo tanto, las personas pueden tener relaciones personales y vitales con esa “piedra viva”.
Aunque Cristo fue desechado por los hombres …, Dios lo escogió y lo consideró precioso
2:5. Los creyentes se identifican con Cristo, porque él es la piedra viva, y ellos son como piedras vivas. Y en tanto que llegan
a parecerse más a él, conformándose más a su imagen, están siendo edificados como casa espiritual. Jesús le dijo a Pedro:
“sobre esta roca edificaré mi iglesia” (Mt. 16:18).
Ahora Pedro (1 P. 2:4–5) identifica claramente a Cristo con la roca sobre la cual su iglesia está siendo edificada. Pablo llamó a
la iglesia “templo” (1 Co. 3:16; Ef. 2:21) y “morada” (Ef. 2:22). Los creyentes no sólo constituyen la iglesia, sino que sirven en
ella ministrando como un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales.
Todos los creyentes son sacerdotes (cf. 1 P. 2:9; He. 4:16; Ap. 1:6), y no necesitan ningún otro mediador que Jesucristo para
acercarse directamente a Dios. Tal servicio sacerdotal requiere santidad (1 P. 1:16, 22).
2:6. En los vv. 6–8 Pedro recurrió al apoyo del A.T. relacionando la piedra con tres
pasajes.
Su primera fuente es Isaías 28:16 donde Cristo es la principal piedra del ángulo
escogida y preciosa (cf. “preciosa” en 1 P. 1:19; 2:4, 7).
La piedra del ángulo es el apoyo visible sobre el cual descansa el resto del edificio y
de la cual obtiene fuerza y estabilidad.
Los creyentes confían en Cristo así como un edificio descansa sobre su piedra
angular.
Además, el que creyere en él, no será avergonzado. La negación doble en gr. ou
mē que se usa aquí en el modo subjuntivo indica una afirmación enfática negativa que
se refiere al futuro: ciertamente nunca serán avergonzados.
Así, Pedro animó a sus lectores con una promesa escritural que asegura la victoria
final para aquellos que confían en Cristo.
2:7–8. Estos vv. presentan un agudo contraste entre los que creen y los que no.
Cristo es “precioso”, lo más valioso, para aquéllos que creen. Pero para los que
desecharon a Cristo, la piedra (es la segunda cita que Pedro hace de Sal. 118:22) es
de tropiezo, debido a su desobediencia. Esto sucedió a los principales sacerdotes y
fariseos, a los que Jesús se refirió cuando citó Salmos 118:22 (Mt. 21:42; cf. 21:43–
46).
La tercera cita de Pedro proviene de Isaías 8:14. El rechazo de Jesucristo es fatal
y está relacionado con la desobediencia a la palabra (1 P. 2:8b).
Recientemente, algunos académicos modernos notaron que Pedro había sido considerado por los líderes religiosos judíos como
“sin letras y del vulgo” (Hch. 4:13).
El excelente estilo literario y el sofisticado vocabulario de 1 Pedro parecen indicar que su autor debió haber sido un experto en el
uso del idioma gr.
Aquellos que niegan que Pedro es el autor, dicen que una pieza artística de literatura griega de tal calidad, no pudo haber
procedido de ninguna manera de la pluma de un pescador galileo.
2:9–10. Pedro cierra esta porción de su carta de ánimo con una conmovedora
exhortación para que sus lectores practicaran la santidad.
Les recordó que, en contraste con los desobedientes que están destinados a la
destrucción, ellos eran linaje escogido (eklekton; cf. “elegidos”, eklektois, 1:1).
De nuevo, Pedro alude al A.T., específicamente a Isaías 43:20. “Linaje
escogido”, título que se aplicaba exclusivamente a Israel, se aplica ahora tanto a
los creyentes judíos como a los gentiles.
La responsabilidad que una vez se le confió exclusivamente a la nación de
Israel, se le ha dado, durante esta era de gracia, a la iglesia. En Sinaí, Dios ordenó
a Moisés que dijera al pueblo: “vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente
santa” (Éx. 19:6).
Ahora, los creyentes de la era de la iglesia se llaman real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios. Pedro
llamó a los cristianos “sacerdocio santo” (1 P. 2:5) y “real sacerdocio” (2:9, cf. Ap. 1:6). Las palabras “adquirido por
Dios” (eis peripoiēsin, que significa lit. “para obtener o preservar”, se usa también en He. 10:39, donde la NVI95 dice
“para preservación”). Los cristianos son un pueblo especial debido a que Dios los ha preservado para sí mismo.
Mientras que estas descripciones de la iglesia son similares a las que se usaban para Israel en el A.T., esto de ninguna manera
indica que la iglesia suplanta a Israel, y que obtendrá las bendiciones nacionales prometidas al pueblo escogido (que se van a
cumplir en el milenio). Pedro únicamente utiliza términos similares para comunicar verdades afines.
Así como Israel era “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios”, también los creyentes de hoy
son escogidos, sacerdotes, santos, y pertenecen a Dios. La similitud no significa absoluta identificación.
El propósito de Dios al escoger a los creyentes para sí mismo es que anuncien las virtudes de él ante otros. Las “virtudes”
podría también trad. “cualidades eminentes” o “excelencias” (aretos, se usa sólo cuatro veces en el N.T.: Fil. 4:8; 1 P. 2:9; 2 P.
1:3, 5).
Los creyentes-sacerdotes deben vivir de tal forma que las cualidades del Padre celestial sean evidentes en sus vidas.
Deben servir como testigos de la gloria y gracia de Dios, quien los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Pedro (1 P.
2:10) explicó esta figura con una cita de Oseas 2:23. “Tinieblas” se refiere al tiempo en que sus lectores eran paganos,
ignorantes de la provisión de Dios en la salvación (cf. Col. 1:13), cuando no eran pueblo, cuando no habían alcanzado
misericordia.
Su “luz admirable” ahora ilumina al pueblo de Dios porque ha alcanzado misericordia. La práctica de la santidad, en la cual
el pueblo de Dios sirve como sacerdocio real y santo, ofreciendo sacrificios espirituales y exaltando sus excelencias, es la
respuesta apropiada a la misericordia divina (cf. 1 P. 1:3) que han recibido.
III. Desafiados a una nueva conducta (2:11–3:7)
¿Cómo pueden los cristianos, como pueblo adquirido por Dios, anunciar sus virtudes ante otros? En esta sección, Pedro
contesta la pregunta sugiriendo formas específicas en que los cristianos pueden comportarse de manera diferente ante el mundo,
ya sea como ciudadanos, esclavos, esposas o esposos. Aún en las situaciones familiares, su conducta debe ser diferente.
A.Nueva conducta ante el mundo (2:11–25)
El mundo que Pedro tenía en mente es el de las personas que sus lectores enfrentaban diariamente como testigos,
conciudadanos y esclavos.
Pedro desafió a los cristianos a permanecer firmes contra el pecado, a someterse a la autoridad legítima, y a soportar con
paciencia a los amos difíciles. Esta clase de conducta ganaría a otros para la fe, silenciaría las lenguas de las personas insensatas,
y traería aprobación de parte de Dios.
1. CONDUCTA CRISTIANA COMO TESTIGOS (2:11–12)
2:11. Pedro se dirigió a sus lectores llamándoles cálidamente amados (agapētoi). Aquellos
que son amados por Dios se les exhorta a vivir como extranjeros (paroikous, “los que viven en
un lugar que no es su hogar” y se usa de manera figurada acerca de los cristianos, cuyo hogar
real está en el cielo) y peregrinos
Así como sus prioridades y creencias cristianas son rechazadas por el mundo, así también
deben vivir apartados de la inmoralidad y de los deseos carnales que los rodean.
Abstengáis (apej̱esthai) es lit. “contenerse continuamente de”. Los cristianos deben resistir
la atracción hacia el pecado de esos deseos mundanos que batallan contra (cf. Stg. 4:1) sus
vidas espirituales.
En esa batalla espiritual real, una estrategia diabólica es atacar a los creyentes en sus puntos
más débiles.
2:12. Los creyentes deben abstenerse de los deseos pecaminosos no sólo por causa de su bienestar espiritual, sino también
para mantener un testimonio efectivo ante los incrédulos.
A la exhortación negativa del v. 11, le sigue una instrucción positiva.
Un estilo de vida cristiano piadoso es un medio poderoso para convencer al mundo de su pecado (Mt. 5:16).
Pedro utilizó la palabra buena (kalos) dos veces en este v. para definir, tanto las vidas de los cristianos, como sus buenas
obras.
Una “buena” vida está compuesta de buenas obras (cf. Mt. 5:16; Ef. 2:10; Tit. 3:8; Stg. 2:18).
Ante los ojos críticos de las personas calumniadoras y de sus falsas acusaciones, las “buenas obras” de los creyentes pueden
glorificar a Dios (cf. Mt. 5:16; Ro. 15:6; 1 Co. 6:20) y ganar a otros para la fe.
2. CONDUCTA CRISTIANA COMO CIUDADANOS (2:13–17)
2:13–15. Los cristianos son responsables de obedecer la ley (Ro. 13:1–7; Tit. 3:1–2). Pedro exhortó a sus lectores a vivir
conforme a las leyes gubernamentales, a someterse a toda institución humana
La motivación para la obediencia no es evitar el castigo, sino por causa del Señor.
Para honrar a Dios, quien ordenó el gobierno humano, los cristianos deben observar cuidadosamente las leyes hechas por el
hombre, mientras que esas leyes no entren en conflicto con la clara enseñanza de la Escritura (cf. Hch. 4:19).
El propósito general de la autoridad legal es para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.
Evidentemente, los cristianos estaban siendo calumniados y acusados falsamente de maldad, ya que Pedro enfatizó que es
la voluntad de Dios (thelēma, término que expresa el resultado del propósito o deseo de uno; cf. “voluntad de Dios” en 1
P. 3:17; 4:2, 19) que por medio de una conducta excelente hicieran callar (fimoun, lit., “poner bozal”) a la ignorancia de
los hombres insensatos.
2:16. La sumisión a la autoridad legal no niega la libertad del cristiano (Gá. 5:1, 18). Las leyes civiles deben obedecerse
libremente, no por temor, sino porque esa es la voluntad de Dios.
La libertad cristiana está siempre condicionada por la responsabilidad (cf. Gá. 5:13) y no debe utilizarse nunca como pretexto
(epikalymma, lit., “velo”) para hacer lo malo.
Los cristianos disfrutan verdadera libertad cuando obedecen a Dios y viven como siervos (douloi, lit.,“esclavos”, cf. Ro. 6:22)
de Dios. Aunque los creyentes vivían como libres, también debían vivir como esclavos de Dios.
2:17. Esta sección concluye con un resumen de cuatro puntos acerca de la ciudadanía cristiana. Primero, los cristianos deben
honrar (timēsate, “valorar, estimar”; cf. timēn, “respeto, honor”, en 3:7) a todos (cf. Ro. 12:10; 13:7).
1. Los creyentes deben estar conscientes del hecho de que cada ser humano ha sido creado de manera única a la imagen de Dios.
2. Deben amar a los hermanos, sus hermanos y hermanas en Cristo. Los miembros de la familia de Dios deben amarse los unos a
los otros.
3. Los cristianos deben temer a Dios. Uno nunca respeta verdaderamente a las personas hasta que tiene reverencia por Dios.
4. Los creyentes deben honrar al rey. “Honrar” viene de timaō, el vb. que se usa al comienzo de este v. El respeto u “honor” que
se debe a todos, debe darse especialmente a aquellos a quienes Dios ha puesto en autoridad (cf. “el rey” en 1 P. 2:13 y
“gobernadores” en v. 14; cf. Ro. 13:1).
3. CONDUCTA CRISTIANA COMO ESCLAVOS (2:18–25)
La instrucción de Pedro para los esclavos incluye dos razones por las cuales deben soportar pacientemente las injusticias.
Primero, porque esto merece aprobación delante de Dios, y segundo, porque sigue fielmente el ejemplo de Jesucristo.
2:18. La palabra gr. que se trad. criados aquí no es douloi, el término común que se daba a los esclavos (cf. v. 16), sino
oiketai, que se refiere a los sirvientes domésticos o del hogar (cf. Lc. 16:13; Ro. 14:4). La palabra que se trad. estad sujetos
(jypotassomenoi) es un part. nominativo que continúa la idea de sumisión que se expresó en 1 Pedro 2:13 a través del imper.
aoristo jypotagēte. Esta palabra de exhortación era relevante para un gran número de los primeros lectores de Pedro, porque los
siervos y esclavos constituían un alto porcentaje de la iglesia primitiva, y el castigo y sufrimiento inmerecidos eran comunes
para ellos. Ciertamente, habían algunos amos buenos y afables.
De seguro los amos cristianos debían encontrarse en esa categoría. Sin embargo, Pedro desafió a los esclavos cristianos a
mostrar una nueva conducta que requería que se sometieran y respetaran aun a los difíciles de soportar. “Difíciles de soportar”
viene del gr. skolios (lit., “curveado”, “doblado”, o “no recto”). El término médico “escoliosis”, que se refiere a la curvatura
anormal de la columna vertebral, viene de esa palabra.
2:19–20. Pedro expresó un principio aquí que puede aplicarse a cualquier situación donde se presenta el sufrimiento
injusto. La motivación que merece aprobación (lit., “porque esta es gracia”) para soportar padeciendo injustamente, es que
el creyente conscientemente se dé cuenta de la presencia de Dios.
No se le atribuye ninguna gloria por soportar el castigo cuando se está pecando. Más bien es la sumisión respetuosa ante el
sufrimiento inmerecido la que encuentra favor con Dios, porque tal conducta demuestra su gracia.
2:21–22. Pedro apoyó poderosamente su exhortación a los esclavos, al citar el ejemplo de Cristo, que soportó el
sufrimiento injusto. La frase inicial de este v. pues para esto fuisteis llamados se refiere al padecimiento por hacer el bien.
Los cristianos somos llamados (eklēthēte, 1:15; 2:9) a seguir a Cristo y a imitar su carácter y conducta, porque él padeció
por ellos. (cf. 2 Co. 5:21; He. 4:15; 1 Jn. 3:5).
Él fue completamente inocente, tanto en hecho como en palabra. Además, ni se halló engaño (dolos;, cf. 1 P. 2:1) en su
boca.
2:23–25. Cristo fue el ejemplo perfecto de sumisión paciente ante el sufrimiento injusto. No respondía …, no amenazaba (cf.
Ro. 12:19–20). Humanamente hablando, la provocación que recibió para responder incorrectamente durante su arresto, juicio y
crucifixión fue muy grande.
Sin embargo, él sufrió en silencio, encomendándose a Dios. Pedro explicó (1 P. 2:24) la razón por la que Aquél que pudo haber
destruido a sus enemigos con una sola palabra, pacientemente soportó el dolor y la humillación de la cruz. Dios estaba juzgando
justamente nuestros pecados, los cuales llevó (cf. 2 Co. 5:21) su Hijo.
Su muerte hace posible que los creyentes estén libres, tanto del castigo, como del poder del pecado, y que vivan para él: para
que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia (cf. Ro. 6:2, 13). Cristo sufrió para que fuera posible que los
cristianos siguieramos su ejemplo, tanto en el sufrimiento, como en una vida recta.
Cristo no sólo puso el ejemplo y provee salvación, sino que también da guía y protección a quienes se habían alejado (como
ovejas descarriadas) de él, pero que después “se volvieron” al Pastor y Obispo (episkopon) de sus almas. “Pastor” y “obispo”
enfatizan la guianza y manejo sin igual que Cristo da a los que se encomiendan a su cuidado (cf. Ez. 34:11–16).
B.Nueva conducta en la familia (3:1–7)
Pedro extendió los principios de respeto y sumisión a la autoridad, yendo del comportamiento cristiano que se tiene ante el
mundo hasta la conducta dentro de la familia. Aquí desafía a sus lectores a mostrar una nueva actitud como esposas sumisas y
esposos considerados.
1. CONDUCTA CRISTIANA COMO ESPOSAS (3:1–6)
3:1–4. Este mandato es para que las mujeres se sujeten a sus propios maridos (cf. Ef. 5:22; Col. 3:18). El mandamiento no
requiere que las mujeres estén subordinadas a los hombres en general, sino a sus maridos, para cumplir con la función de orden
dentro del hogar.
Una esposa debe aceptar su lugar en la familia bajo el liderazgo de su esposo, a quien Dios ha puesto como cabeza del hogar.
Las esposas deben ser sumisas aun si sus maridos son incrédulos, de tal manera que esos hombres puedan llegar a la salvación
por la conducta de sus esposas. La poderosa pureza de la vida de una mujer de Dios puede ablandar sin expresar una sola
palabra, aun el corazón masculino más empedernido Una mujer que gana esta clase de victoria tiene un atractivo encanto que
viene, no del atavío … externo, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible
(cf. 1 Ti. 2:9–11). Este adorno del espíritu es de grande estima delante de Dios. Mientras que el mundo valora la ropa costosa y
las joyas de oro, una mujer con espíritu afable y apacible es preciosa delante de Dios. Pedro no dijo que las mujeres no deberían
usar joyas ni ropa elegante, sino que las esposas cristianas no debían pensar en el atuendo externo como fuente de genuina
belleza.
3:5–6. Los ejemplos de santas mujeres del A.T. apoyan la
exhortación de Pedro. La pureza de vida (v. 2) y un espíritu sumiso (v.
5), han sido siempre la fuente de belleza y atractivo perdurable de la
mujer de Dios.
Sara fue escogida como un ejemplo específico de una mujer que
estaba sujeta a su marido. Ella obedecía a Abraham, llamándole
señor.
Es decir, lo reconocía como líder y cabeza de su hogar (Gn. 18:12).
Como otras mujeres santas del pasado, Sara puso su esperanza en Dios.
Esta clase de conducta da a las mujeres la herencia espiritual de Sara:
Vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer
ninguna amenaza (ptoēsin, “terror” se usa sólo aquí en el N.T.).
Las esposas que están temerosas (quizá por desobedecer a sus
maridos) no están poniendo toda su confianza en Dios.
2. CONDUCTA CRISTIANA COMO ESPOSOS (3:7)
Pedro exhortó a los esposos cristianos a dar dos regalos de amor:
comprensión y respeto.
3:7. Las palabras (kata gnōsin) trad. sabiamente (más lit., “de acuerdo al
conocimiento” o “con entendimiento”) subrayan el hecho de que los esposos
deben comprender y ser considerados con las necesidades espirituales,
emocionales y físicas de sus esposas. Pablo también explicó la
responsabilidad del esposo de proteger y cuidar a su mujer, “como también
Cristo hizo con la iglesia” (Ef. 5:28–30).
Asimismo, los maridos deben tratar a sus esposas dando honor … como a
vaso más frágil. “Más frágil” (asthenesterō) porque las mujeres son
coherederas de la gracia de la vida con sus esposos.
Pedro añadió que los maridos que no tratan a sus esposas con
consideración y respeto (timēn, “honor”; cf. 2:17) no pueden esperar que sus
oraciones sean contestadas.
IV. Alertados para una nueva persecución (3:8–4:19)
En los primeros dos caps., Pedro se refirió a “diversas
pruebas” (1:6), acusaciones de “malhechores” (2:12), “la
ignorancia de los hombres insensatos” (2:15), y “sufre molestias
padeciendo injustamente” (2:19).
Todas esas persecuciones parecen haber resultado de las
reacciones naturales de una sociedad pagana contra los cristianos
que fielmente obedecían a Jesucristo.
Después, Pedro advirtió que se acercaba un tiempo de
persecución y sufrimiento más severo.
Alertó a los cristianos a mantener la conciencia limpia cuando
enfrentaran la injusticia y que soportaran con valor el
sufrimiento inevitable, como Cristo lo hizo.
A.Venciendo la injusticia (3:8–22)
Pedro utilizó tanto a Cristo como a Noé para ilustrar el principio de que en tiempos de
persecución creciente, la respuesta correcta a la injusticia produce bendición.
1. CONDUCTA COMPASIVA (3:8–12)
3:8–12. Ahora Pedro se dirige a todos sus lectores y da principios prácticos para vivir
pacíficamente en una cultura pagana hostil. Primera Pedro 3:8–9 es la exposición que el
apóstol hace de Salmos 34:12–16, la que después citó (1 P. 3:10–12). Pedro elaboró sus
pensamientos alrededor de las tres exhortaciones del salmo.
El que quiere amar la vida debe primero refrenar su lengua de mal (3:10).
El v. 8 es una lista de características cristianas que alejan la lengua del mal. De un mismo
sentir (jomofrones) podría trad. “de una mente similar”.
A los cristianos se nos exhorta a ser compasivos (sympatheis), a amarse fraternalmente
(filadelfoi), a ser misericordiosos (eusplanj̱noi, cf. splanj̱na en Fil. 2:2; Flm. 7, 20), y a
ser amigables (tapeinofrones, “humilde” [NVI95]; “espíritu humilde” [BLA]).
La segunda exhortación, tomada de Salmos 34:14, está bosquejada en
1 Pedro 3:9, no devolviendo mal por mal (cf. Ro. 12:17).
El apartarse del mal (1 P. 3:11) requiere que no haya represalias por el
maltrato. Jesús enseñó esta misma ley del amor: “A cualquiera que te
hiere en la mejilla derecha, vuélvele también la otra” (Mt. 5:39).
Tercero, en lugar de devolver el mal, los cristianos debemos buscar la
paz (eirenēn; cf. 1 P. 1:2; 5:14) y seguirla (Sal. 34:14).
Jesús dijo: “orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mt. 5:44) y
Pablo escribió “nos maldicen, y bendecimos” (1 Co. 4:12). Esta es la
manera misericordiosa en que los cristianos debemos
Como resultado, los creyentes heredamos bendición (1 P. 3:9; cf. 1:4;
3:7), porque los ojos del Señor (v. 12) vigilan a los justos, y sus oídos
están atentos a sus oraciones.
2. CONCIENCIA LIMPIA (3:13–22)
La persecución ocurrió, a pesar de los deseos de los creyentes de vivir
pacíficamente y de su disposición para hacer el bien. Pedro animó a sus
lectores con el hecho de que la respuesta correcta al sufrimiento inmerecido
resulta en bendición. Ahora presenta el principio en los vv. 13–17, y provee
ejemplos en los vv. 18–22.
3:13–14. ¿Y quién es aquél que os podrá hacer daño …?. El contexto
de la pregunta de Pedro la hace casi retórica. Aunque el adversario a través
del sufrimiento físico o dificultad material, angustiaría a aquéllos que
querían (zēlōtai, lit., “zelotes”) seguir el bien, ningún daño real puede venir a
los que pertenecen a Cristo.
Porque aun si ocurriera el sufrimiento, los cristianos son muy
bienaventurados y por lo tanto, no deberían asustarse. La palabra que se
trad. “bienaventurados” (makarioi; cf. 4:14) fue usada por Jesús (Mt. 5:3–
11). Ser “bienaventurado” en este contexto no significa “deleitarse”, sino ser
“altamente privilegiado”.
3:15. Debemos santificar “a Cristo como Señor” (NVI95, BLA).
Los cristianos debemos vencer el temor al santificar (jagiasate, “separar de otros”) a Cristo como nuestro Señor (kyrion). Como
resultado, deberíamos estar siempre preparados (jetoimoi, “listos”; cf. 1:5) para presentar defensa (apologian, la “defensa”
que un acusado hace ante un juez; cf. Hch. 22:1; 25:16) de su esperanza en Cristo. Tal defensa oral debe ser consistente con la
conducta “apartada” de uno.
El testimonio del creyente no debe hacerse de manera arrogante, sino con mansedumbre y reverencia. Pedro podía estar
aludiendo a la ocasión en que negó a Cristo por causa del temor, usando palabras que no fueron ni mansas, ni reverentes.
3:16. Los cristianos que no se atemorizan a la luz de la persecución, son capaces de testificar respetuosamente de su fe en
Cristo. Por tanto, mantienen una buena (agathēn) conciencia (syneidēsin; cf. 2:19; 3:21).
Los cristianos que sufren injustamente y que mantienen una buena conciencia, avergüenzan a aquellos que calumnian su
buena conducta en Cristo.
Una vez más, Pedro animó a sus lectores con el hecho de que la buena conducta es su mejor defensa contra la persecución y el
castigo injusto.
3:17. Sin embargo, Pedro subrayó que puede ser la voluntad de Dios
para ellos, que padezcan haciendo el bien (cf. 1:6; 2:15; 4:16, 19). Esto,
como les dijo antes, “es aprobado delante de Dios” (2:20) y, por tanto, es
mejor que el sufrimiento merecido por hacer el mal (cf. 2:14).
1 Pedro 3:17 es un resumen efectivo del contenido de 2:15, 19–20.
3:18. En los vv. 18–22, Pedro ilustra los principios que dio en los vv.
13–17. Una vez más, Cristo proveyó el ejemplo perfecto y sufrió por
hacer lo que era correcto (2:14).
Su vida impecable provocó los ataques injustos de hombres perversos.
Sin embargo, él no temió a los hombres, sino que se encomendó a Dios.
Cristo claramente declaró su propósito y se comprometió a seguir un
curso de acción. Murió en lugar de la humanidad, manteniendo una
conciencia limpia (cf. 2:23). Como resultado, recibió una grandísima
bendición y recompensa en su propia resurrección y exaltación.
3:21. El bautismo representa una ruptura total con la vida pasada de uno. Así como
el diluvio destruyó al antiguo mundo pecaminoso, así el bautismo retrata la ruptura de
alguien con su antigua vida de pecado y su entrada a una nueva vida en Cristo.
Pedro nos exhorta a tener valor para comprometerse a seguir un curso de acción al
declarar públicamente su fe en Cristo a través del bautismo.
El acto público del bautismo los “salvaría” de la tentación de sacrificar sus buenas
conciencias con el fin de evitar la persecución. Para un cristiano del primer siglo, el
bautismo significaba que continuaba con su compromiso con Cristo, sin importar sus
consecuencias.
El bautismo es el símbolo de lo que ya ha ocurrido en el corazón y vida de alguien
que ha confiado en Cristo como Salvador (cf. Ro. 6:3–5; Gá. 3:27; Col. 2:12). Para
dejar perfectamente en claro la fuente de la salvación, Pedro añadió, por la
resurrección de Jesucristo (cf. 1 P. 1:3).
3:22. Habiendo presenciado la ascensión física de Jesús (cf. Mr. 16:19; Lc. 24:51;
Hch. 1:6–11), Pedro afirma que él ha subido al cielo. La recompensa de la fidelidad de
Cristo se ve en su exaltación sobre todas las cosas. Está sentado en el trono a la diestra
de Dios (cf. Sal. 110:1; He. 1:13; 8:1; 10:12; 12:2), el asiento de honor supremo, para
gobernar y reinar sobre toda la creación (cf. Col. 1:15–16; 2:14–15).
B.Soportando el sufrimiento (cap. 4)
Este cap. contiene la solucion en que se basa el ánimo que Pedro
da para soportar las pruebas.
Aquí se encuentra la instrucción práctica basada en el ejemplo
del Señor cuando enfrentó el sufrimiento. Con objeto de poder
soportar la aflicción, los cristianos debemos armarse con un valor
como el de él, ministrarse unos a otros con un servicio como el de
Cristo, y comprometerse con Dios con una fe como la de Cristo.
1. ACTITUD COMO LA DE CRISTO (4:1–6)
Mantener una conducta apropiada en medio del sufrimiento
requiere que los cristianos muestren una actitud como la de Cristo,
viviendo en el presente dentro de la voluntad de Dios, sabiendo que
vivirán por la eternidad en su presencia.
4:1. Con la frase puesto que, Pedro se refiere a lo que dijo en 3:18 acerca del
sufrimiento de Cristo, y aplica a la situación inmediata de sus lectores los principios
de soportar con paciencia en medio del sufrimiento injusto. Exhortó a los creyentes a
armarse del mismo pensamiento valeroso o actitud, que Cristo tuvo con relación al
sufrimiento.
La identificación con Cristo y armarse con su actitud, también significa compartir
sus sufrimientos y muerte. Cristo padeció en la carne, y el creyente padece en la
carne también. El que ha sufrido de esa manera, terminó con el pecado, i.e., que
estar identificado con Cristo demuestra (como lo hace el bautismo) la ruptura del
creyente con la vida pecaminosa. Cristo murió para que “ya no siguiéramos siendo
esclavos del pecado; porque el que muere queda liberado del pecado” (Ro. 6:6–7;
NVI95).
4:2. Como consecuencia, los cristianos que han adoptado la actitud de Cristo, se
consideran muertos al pecado. Para no vivir el tiempo que resta de sus vidas en la
carne …, sino conforme a la voluntad de Dios (cf. 2:15; 3:17; 4:19).
4:3. Los cristianos fueron exhortados a vivir en el presente dentro de la voluntad de Dios, ya que los viejos hábitos eran cosa
del pasado. Usando un lenguaje brusco, Pedro enfatizó que debe haber una ruptura definitiva con lo que agrada a los gentiles
que fueron los años perdidos en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías (cf.
Gá. 5:19–21).
4:4. Los cristianos deben vivir en el presente para hacer la voluntad de Dios, debido a que sus viejos conocidos son ahora
perseguidores. Los hombres que no tienen a Dios se sorprenden genuinamente por las vidas cambiadas de aquellos que alguna
vez fueron como ellos. Esto les parece cosa extraña (xenizontai, de xenos, “extranjero”; cf. v. 12).
Una vida cambiada provoca la hostilidad de quienes rechazan el evangelio. En consecuencia, ultrajan (blasfēmountes, lit.,
“blasfeman”) a los creyentes.
4:5. Aquellos que han gastado sus vidas en indulgencia e idolatría algún día darán cuenta (apodōsousin logon, lit.,
“devolver una palabra o un relato”; cf. Mt. 12:36; Lc. 16:2; Hch. 19:40; He. 13:17). Pedro advirtió que esas personas deben
enfrentarse un día a Aquél que está preparado (i.e. deseoso) para juzgar. Nadie escapará de ese juicio final de las palabras y
obras de su vida terrenal, cuando Cristo juzgue tanto a los vivos (zōntas) como a los muertos (nekrous; cf. Hch. 10:42; Ro.
14:9; 1 Ts. 4:15; 2 Ti. 4:1).
2. SERVICIO COMO EL DE CRISTO (4:7–11)
El ánimo para soportar el sufrimiento no solamente viene de la esperanza
futura del creyente, sino también de prestar un servicio como el de Cristo a
quienes forman su cuerpo.
4:7. El fin … se acerca (ēngiken; la misma palabra se usa en Stg. 5:8
para referirse a la segunda venida). Después de mencionar a los cristianos
que han muerto (1 P. 4:6), Pedro se refiere al inminente regreso de Cristo
por su iglesia.
La brevedad de tiempo que queda es la motivación para vivir para
Jesucristo y servirlo (v. 2). Como resultado, los cristianos deben velar
(“mente despejada”; NVI95; sōfronēsate, lit., “sed de mente sana”; cf. Mr.
5:15) y ser sobrios (nēpsate, lit., “sed sobrios”; cf. 1 P. 1:13; 5:8) para que
sean capaces de orar (cf. Ef. 6:18). La oración, que tiene una alta prioridad
en la persecución, debe ser una comunicación clara, razonable y seria con
Dios.
4:8–9. Tened entre vosotros ferviente amor (agapēn … ej̱ontes). “Ferviente”
(ektenē, “estirado” o “esforzado”) se usaba para describir los músculos tensos de un
atleta que se esforzaba por ganar una carrera (cf. ektenōs en 1:22). El amor no
egoísta del cristiano y la preocupación por otros debe practicarse hasta el punto de
dar sacrificialmente para bien de ellos. El amor cubrirá (kalyptei, lit., “esconde”)
multitud de pecados. Esta clase de amor que se mantiene con esfuerzo, no es
ciego, sino que ve y acepta los errores de otros (cf. Pr. 10:12; 1 Co. 13:4–7). El
amor cristiano puede mostrarse por medio de ofrecer comida y alojamiento gratis,
ofreciendo hospitalidad (filoxenoi, lit., “siendo amigable con los extranjeros”), sin
murmuraciones hacia aquellos que están viajando. En época de persecución, la
hospitalidad era especialmente bienvenida por los cristianos que se veían forzados a
viajar a nuevas regiones.
4:10. Los creyentes deben ser diligentes en usar sus dones espirituales. Cada don (j̱arisma) debe usarse para ministrar
(diakonountes, cf. diakonos, “diácono”) o servir a otros. La frase como buenos administradores (jōs kaloi oikonomoi) podría
trad. también como “buenos mayordomos”.
El “don” (j̱arisma) proviene de la gracia de Dios. Su gracia se manifiesta a la iglesia en tanto que los creyentes ejercitan sus
dones espirituales sirviéndose los unos a los otros. Su gracia es multiforme, i.e., “tiene diversas formas” (NVI95), está
abigarrada y rica en variedad
4:11. Pedro dividió el servicio cristiano en dos categorías principales: el que
habla (lalei), y el que ministra (diakonei, cf. v. 10).
Esta división se relaciona con la distinción que los líderes de Dios hicieron
entre los diferentes papeles o roles del ministerio (Hch. 6:2–4).
Estas dos funciones deben ser por medio de la dependencia y provisión
bondadosa de Dios. La razón para confiar en las palabras de Dios (cf. Hch.
7:38; Ro. 3:2; He. 5:12) y el poder (isj̱yos, “divino”), es que Dios reciba la
alabanza por medio de Jesucristo.
Al mencionar el nombre de Cristo, Pedro llevó una palabra apropiada de
alabanza como bendición: a quien pertenecen la gloria y el imperio (kratos,
“poder”) por los siglos de los siglos. Amén. (Cf. una bendición similar en 1 P.
5:11.) La alabanza y crédito por el ministerio cristiano siempre deben darse a
Cristo.
3. FE COMO LA DE CRISTO (4:12–19)
Anticipando las dificultades que los creyentes de Asia Menor estaban a punto de enfrentar, Pedro animó a sus lectores a
soportar el sufrimiento con una fe como la de Cristo, de tal manera que se identificaran más con él, recibieran bendición y
confiaran en Dios completamente.
4:12. Pedro advirtió a sus lectores acerca del período de persecución más intenso que se avecinaba. De nuevo enfatizó la
disposición mental (cf. 1:13; 4:7): No os sorprendáis (xenizesthe, “maravillado”; cf. v. 4) del fuego de prueba que os ha
sobrevenido.
La BLA trad. esta última frase “del fuego de prueba que en medio de vosotros ha venido para probaros” podría leerse “el
incendio que está entre vosotros”.
El significado puede ser metafórico como en 1:7, donde el contexto es bastante similar. Sin embargo, podría aplicarse
perfectamente a la realidad histórica de la persecución que sufrieron los cristianos bajo Nerón.
Los cristianos fueron culpados de quemar Roma y algunos fueron cubiertos con brea y usados como antorchas vivientes para
alumbrar los jardines imperiales durante la noche. Pedro pudo haber creído que era probable que los oficiales de las provincias
siguieran el ejemplo de su emperador y quemaran a los cristianos de Asia Menor poniéndolos sobre estacas (o tal vez usándolos
como antorchas). Tal persecución no debe tomar a los cristianos por sorpresa como si alguna cosa extraña (xenou) les estuviera
aconteciendo.
4:13. Sino gozaos por cuanto sois participantes (koinōneite, de koinōneō “compartir”, los sustantivos relacionados son
koinōnia, “comunión, compañerismo, relación cercana” y koinōnos, “el que comparte”; cf. 5:1)
Sufrir por la causa de Cristo debería causar regocijo debido a que a través del sufrimiento los cristianos se identifican aún más
con el Señor. Compartir los padecimientos de Cristo resulta en (a) gozo con él (la palabra con gran alegría se trad. “os
alegráis” en 1:6), (b) comunión con él (Fil. 3:10), (c) ser glorificado con él (Ro. 8:17), y (d) reinar con él (2 Ti. 2:12).
El N.T. es claro al enseñar que aquellos que toman parte del sufrimiento de Cristo también tendrán parte en su gloria cuando
llegue la revelación (apokalypsei, cf. 1 P. 1:7; 5:1).
Pedro presentó esta verdad como motivo para tener esperanza futura y regocijarse en el presente mientras se soporta la
persecución.
4:14. Nuevamente Pedro se refiere a la enseñanza de Jesús (Mt. 5:11). Si un cristiano era insultado (cf. 1 P. 3:9) por el
nombre de Cristo, debería considerarse bienaventurado (makarioi, cf. 3:14).
Cualquier cosa que sufrimos por causa de Cristo, es un privilegio, no un castigo. El glorioso Espíritu de Dios (cf. Is. 11:2;
Mt. 3:16) se refiere a la presencia del Espíritu Santo que mora en todos aquellos que se identifican con “el nombre de Cristo” y
que por lo tanto, sufren persecución (cf. 1 P. 4:16).
4:17–18. Pedro se había referido a la persecución y al sufrimiento como pruebas que refinan y comprueban la fe de uno (1:6–
7) si se reacciona de acuerdo con la voluntad de Dios (3:17).
Enseguida añadió que Dios permite las persecuciones como juicio disciplinario para purificar la vida de aquellos que están en
la casa de Dios (“la familia de Dios”, NVI95). Si los creyentes necesitan juicios disciplinarios terrenales (si primero comienza
por nosotros, es una condición de primera clase que presupone la realidad de la premisa), ¿cuánto más merecerán el juicio eterno
aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Pedro citó la trad. de la LXX de Proverbios 11:31, si el justo con dificultad se
salva, para enfatizar las demandas disciplinarias de Dios sobre sus hijos. Las vicisitudes de la vida son parte del cuidado
constante de Dios; sin embargo, desde el punto de vista humano, la disciplina siempre es “dura”.
Pedro no está enseñando que la salvación se obtiene por medio de las pruebas o las obras, simplemente asevera que aquellos
que son salvos no están exentos de los castigos disciplinarios temporales que son consecuencia natural del pecado. El escritor de
Hebreos también apoya a Pedro: “Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos” (He. 12:7).
4:19. Los creyentes podían estar seguros de que estaban siendo llamados a sufrir según la voluntad de Dios (cf. 2:15; 3:17;
4:2) si, no habiendo cometido delitos, sufrían exclusivamente por llevar el nombre de Cristo. Pedro animó a los santos que
sufrían a soportar por medio del ejercicio de la fe como la de Cristo. Así como Cristo se encomendó a su Padre, el que juzga
justamente (2:23), así los creyentes debían encomendar (paratithesthōsan, un término contable, “depositar o confiar”) sus almas
(psyj̱as autōn) al fiel Creador, y seguir haciendo el bien (cf. 2:15, 20).
V. Comisionados con una nueva responsabilidad (5:1–11)
En el último cap., Pedro enfatiza las nuevas responsabilidades de los creyentes dentro de la iglesia a la luz de los tiempos
difíciles. Exhorta a los ancianos a pastorear a las personas; a los hombres jóvenes, a someterse a los ancianos; y a todos, a
permanecer firmes en la fe.
A.Los ancianos deben pastorear (5:1–4)
El encargo de Pedro a los ancianos fue dado con tres pares de exhortaciones tanto positivas como negativas. Las
exhortaciones reflejan Ezequiel (34:1–16), donde los falsos pastores se comparan con el verdadero Pastor.
5:1. Al dirigirse a los ancianos (presbyterous, cf. Hch. 11:30; 20:17), Pedro también utiliza una palabra que lo identifica
como quien tenía el mismo oficio (sympresbyteros, “copresbítero”). Como anciano, el apóstol hablaba por experiencia propia.
Sin embargo, la autoridad de Pedro venía del hecho de ser apóstol (1 P. 1:1) y testigo (martys; cf. Hch. 3:15; 10:39) de los
padecimientos de Cristo. Pedro también se refirió a sí mismo como participante (koinōnos, cf.1 P. 4:13) de la gloria que
será revelada. Pedro acababa de explicar que aquellos que comparten los sufrimientos de Cristo también compartirán su
gloria (4:13). El autor se identificó aún más con sus lectores al referirse a su propio sufrimiento por causa de Cristo (Hch.
5:40).
5:2. El mandamiento apacentad también le fue dado a
Pedro por Jesús (Jn. 21:16). La palabra poimanate significa
“pastorear”, que además de alimentar, incluye cuidar, dirigir,
guiar, y proteger—todos los deberes y responsabilidades que
un pastor tiene para su rebaño.
Relacionado con el participio gr. cuidando de ella
(episkopountes) está el sustantivo “obispo” (episkopos, se usa
otras cinco veces: Fil. 1:1; 1 Ti. 3:1–2; Tit. 1:7; 1 P. 2:25).
“Obispo” parece ser un término que se intercambiaba con
“anciano” y denota la idea de un guardián tanto físico como
espiritual.
Pedro, usando varias exhortaciones contrastantes, presentó
tanto la motivación, como la manera de realizar el ministerio.
La motivación de un anciano debe ser un deseo interno, no un
sentido de obligación externa: no por fuerza, sino
voluntariamente.
Las presiones sociales o económicas no deben sustituirs
por la motivación pura de hacer la voluntad de Dios y serv
libremente y con buena disposición: no por ganancia
deshonesta (“por ambición de dinero”, NVI95), sino con
ánimo pronto (cf. 1 Ti. 3:8; Tit. 1:7, 11).
Los pastores que sirven por motivaciones falsas sólo se
cuidan a sí mismos y devoran al rebaño (Ez. 34:2–3).
5:3. La palabra que se trad. teniendo señorío (katakyrieuontes) incluye
la idea de dominación, como en el mandato de una persona fuerte sobre
alguien que es débil (cf. Mt. 20:25; Mr. 10:42; Hch. 19:16).
Ezequiel acusó a los falsos pastores diciendo: “Os habéis enseñoreado de
ellas [las ovejas] con dureza y con violencia. Y andan errantes por falta de
pastor” (Ez. 34:4–5).
Pedro exhortó a los ancianos a ser ejemplos (typoi, “tipos o patrones”) y
a que fueran un modelo que las personas pudieran seguir. No debían arrear
al pueblo de Dios, sino conducirlos, modelando el carácter cristiano
maduro.
5:4. Cristo, el príncipe de los pastores (arj̱ipoimenos) es “el pastor
verdadero” (Ez. 34:11–16), “el buen pastor” (Jn. 10:11, 14) y “el gran
pastor” (He. 13:20).
Cuando Cristo regrese, los pastores fieles compartirán su gloria (1 P.
5:1) y recibirán coronas inmarcesibles (cf. 1:4).
B.Los jóvenes deben someterse (5:5–7)
Aquí, Pedro cambió su atención de los pastores hacia las ovejas. Los buenos líderes merecen buenos seguidores. Aquellos que
son guiados son responsables de estar en sujeción a Dios y a los hombres .
5:5. Jóvenes, estad sujetos (jypotagēte; cf. 3:1) a los ancianos. Los líderes de la iglesia generalmente eran los miembros más
viejos. Los miembros más jóvenes debían ponerse voluntariamente bajo la autoridad de aquellos a quienes se había encomendado
la responsabilidad del liderazgo. Pedro exhorta tanto a los jóvenes como a los viejos a revestirse (enkombōsasthe, “vestir o atar
sobre uno mismo”; una enkombōma era el delantal de un esclavo) de humildad. La verdadera humildad es un vestido atractivo
(cf. 3:8). Pedro pudo haberse referido a la ocasión en que Cristo se ciñó con una toalla y enseñó a los discípulos que la humildad
es requisito para el servicio, y que el servicio es la práctica de la humildad (Jn. 13:4–15).
5:6–7. Conocer la actitud de Dios debería hacer que los cristianos no sólo estuviesen sujetos a otros, sino que también se
sujetaran deliberadamente al gobierno soberano de Dios. El mandamiento humillaos (tapeinōthēte) podría trad. “permítanse ser
humillados”. Los que estaban sufriendo persecución por causa de Cristo podían animarse por el hecho de que la misma poderosa
mano que les estaba permitiendo sufrir, algún día los exaltaría (jypsōsē; cf. Stg. 4:10).
Enseguida, Pedro se refirió a las palabras de ánimo clásicas dadas por Cristo en el sermón del monte (Mt. 6:25–32), mientras
que citaba Salmos 55:22: “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará”. Todas las ansiedades del creyente pueden echarse
sobre él. Cristo sostiene, porque … tiene cuidado de vosotros. La confianza del cristiano descansa en el hecho de que el Señor
está genuinamente preocupado por su bienestar.
C.Todos deben permanecer firmes (5:8–11)
Aunque los creyentes deben poner su confianza en Dios, no deben ser
descuidados. Los que pasan por conflicto deben estar alertas, fortalecidos y
afirmados por Cristo mismo.
5:8. Sed sobrios (nēpsate; cf. 1:13; 4:7), y velad (grēgorēsate; cf. 1 Ts.
5:6, 10).
Los creyentes deben estar constantemente alertas, porque el adversario
(antidikos) el diablo (diabolos, “calumniador”), está activamente buscando
siempre una oportunidad para lanzar un fuerte ataque.
Este v. también puede ser una alusión velada a los horrores de la
persecución que desató Nerón en el coliseo romano, en la cual los leones
despedazaban y devoraban a los cristianos.
Satanás deseaba hacer la misma cosa espiritualmente, i.e., derrotar el
testimonio de los creyentes.
5:9. El diablo puede y debe ser resistido. Resistid (antistēte “estad firmes”) significa “soportar”, que se usa también en
Santiago 4:7 (cf. antidikos, “enemigo” en 1 P. 5:8). Es un término de defensa antes que de ataque. Los cristianos pueden
permanecer firmes contra Satanás sólo si dependen completamente de Cristo, permaneciendo firmes en la fe (cf. v. 12; Col.
2:5).
Pedro también animó a sus lectores recordándoles que no estaban solos en su sufrimiento. El conocimiento de que otros
cristianos, vuestros hermanos en todo el mundo, estaban sufriendo, fortalecería su resolución de continuar firmes.
5:10. Pedro había animado a sus lectores a soportar el sufrimiento de tal forma que la gracia de Dios se manifestara en sus
vidas. Ahora, usando una palabra final de bendición, los encomienda al Dios de toda gracia (cf. 4:10). La bendición resume
brevemente el mensaje de ánimo de Pedro. El sufrimiento de los cristianos durará sólo un poco de tiempo, mientras que su
gloria … en Jesucristo, a la cual él les llamó, será eterna (cf. Ro. 8:17–18; 2 Co. 4:16–18). Dios mismo los perfeccionaría, los
afirmaría (stērixei; cf. 2 Ts. 2:17), los fortalecería (sthenōsei, que se usa sólo aquí en el N.T.) y establecería (themeliosei,
“establecido”; cf. Ef. 3:17; Col. 1:23).
5:11. A él sea la gloria (esta es la última de once veces que Pedro usa “gloria” en esta epístola: 1 P. 1:7, 11, 21, 24; 2:20;
4:11, 13, 14; 5:1, 4, 10, 11) y el imperio (kratos, “poder”) por los siglos de los siglos. Amén. En esta bendición, similar a la de
4:11, Pedro alabó a Cristo, quien tiene todo el poder por todas las edades (cf. Ro. 11:36; 1 Ti. 6:16).
VI. Conclusión (5:12–14)
5:12. Como Pablo lo hacía a menudo al final de sus epístolas, Pedro pudo haber escrito estos vv. él mismo. Silas fungía como
amanuense de Pedro (por conducto de Silvano … os he escrito brevemente), y probablemente entregó personalmente la carta a
las iglesias de Asia Menor que estaban en la ruta predeterminada que se especifica en 1:1.
Pedro resumió el propósito de su carta. Escribió para animar a los cristianos a soportar la persecución y a permanecer firmes,
de tal manera que la verdadera gracia de Dios (cf. 1:13; 4:10) se evidenciara al mundo incrédulo. Debían “permanecer firmes”
en su gracia (cf. 5:9).
5:13. Algunos eruditos sugieren que la … que está en Babilonia (la palabra “iglesia” no se encuentra en muchos mss. gr.) se
refiere a la esposa de Pedro (cf. 1 Co. 9:5). Sin embargo, puesto que Pedro estaba escribiendo a iglesias y dijo que ella fue
elegida juntamente con vosotros, probablemente “la que” se refiere a la iglesia (como interpreta la RVR60 al sustantivo fem.
ekklēsia). De ser así, Pedro estaba enviando saludos desde la iglesia que estaba en “Babilonia” a las iglesias de Asia Menor. De
acuerdo con la evidencia histórica, Pedro estuvo en Roma durante los últimos años de su vida. “Babilonia” aquí podría ser una
referencia a esa ciudad con el objeto de proteger, de la persecución de Nerón, tanto a la iglesia que estaba en Roma, como a
Pedro. (Otros sugieren, sin embargo, que él escribió desde la ciudad literal de Babilonia que se encuentra en el río Éufrates.) la
mayoría de intérpretes está de acuerdo en que Juan Marcos, primo de Bernabé, estaba en Roma cuando se escribió 1 Pedro. Esto
fortalece el punto de vista de que “Babilonia” se refiere a Roma.
5:14. El número de referencias del N.T. a un ósculo indican que
era una señal común de compañerismo y amor cristiano (cf. Ro.
16:16; 1 Co. 16:20; 2 Co. 13:12; 1 Ts. 5:26).
Pedro cerró su epístola igual que como la comenzó (1 P. 1:2),
animando a los cristianos que estaban en medio de la persecución.
Oró para que tuvieran paz (eirēnē), la cual está disponible en
abundancia para todos … los que están en Jesucristo, el Príncipe
de paz.
BIBLIOGRAFÍA
Barbieri, Louis A. First and Second Peter. “Primera y Segunda de Pedro”. Everyman’s Bible Commentary. Chicago: Moody Press, 1977.
Barclay, William. The Letters of James and Peter. “Las cartas de Santiago y Pedro”. The Daily Study Bible. Rev. ed. Philadelphia: Westminster Press, 1976.
Bigg, Charles. A Critical and Exegetical Commentary on the Epistles of St. Peter and St. Jude. “Un Comentario Crítico y Exegético sobre las epístolas de San Pedro y San Judas”. The International Critical
Commentary. Edinburgh: T. & T. Clark, 1902.
Blum, Edwin A. “1 Peter” In The Expositor’s Bible Commentary. “1 Pedro” en “El Comentario Bíblico del Expositor”, vol. 12. Grand Rapids: Zondervan Publishing Co., 1981.
Cranfield, C.E.B. The First Epistle of Peter. “La Primera Epístola de Pedro”. London: S.C.M. Press, 1950.
Johnstone, Robert. The First Epistle of Peter: Revised Text, with Introduction and Commentary “La Primera Epístola de Pedro. Texto Revisado con introducción y comentario”. Edinburgh: T.& T. Clark, 1888.
Reprint. Minneapolis: James Family Publishers, 1978.
Lenski, R.C.H. The Interpretation of the Epistles of St. Peter, St. John and St. Jude. “La Interpretación de las Epístolas de San Pedro, San Juan y San Judas”. Minneapolis: Augsburg Publishing House, 1966.
Maclaren, Alexander. Expositions of Holy Scripture “Exposiciones de la Sagrada Escritura”. vol. 16. Reimpresión. Grand Rapids: Baker Book House, 1975.
Robertson, A.T. Word Pictures in the New Testament “Imágenes verbales en el Nuevo Testamento”. vol. 6. Nashville: Broadman Press, 1933.
Selwyn, E.G. The First Epistle of Peter. “La Primera Epístola de Pedro”. New York: Macmillan Co., 1964.
Stibbs, Alan M. The First Epistle General of Peter. “La Primera Epístola Universal de Pedro”. Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1959.
Wiersbe, Warren W. Be Hopeful. “Tened Esperanza” Wheaton, Ill.: Scripture Press Publications, Victor Books, 1982.
Wuest, Kenneth S. First Peter in the Greek New Testament for the English Reader, “Primera de Pedro en el Nuevo Testamento Griego para el lector en inglés”. Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co.,
1942.
2 PEDRO
2 PEDRO
2 PEDRO
ANALISIS DE 2 PEDRO
AUTOR:
1. La epístola específicamente afirma ser obra de Simón Pedro (1:1).
2. El apóstol Pedro habla de si mismo como presente en la transfiguración de Cristo (1:16-18), y
advertido por Cristo acerca de su propia muerte (1:14).
3. Esta evidencia nos ayuda a concluir que Pedro fue el autor de esta epístola.
4. El nombre “Pedro” significa “Roca o Piedra”.
FECHA DE REDACCION:
Probablemente entre el 64 & 70 d.C. Probablemente fue escrita desde Babilonia.
2 PEDRO
ACERCA DE LA EPISTOLA:
1. La primera carta de Pedro fue un estimulo para los creyentes que sufrían, pero esta carta es una
advertencia a los cristianos que son bombardeados con falsos conocimientos en contraste con la verdad
(1:3; 2:1)26
2. 2 de Pedro afirma la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo. También clama contra los males de la
herejía y los falsos maestros.
3. Por lo tanto, 2 de Pedro tiene como propósito amonestar contra la apostasía que se avecinaba, en la cual
dirigentes de las iglesias, por interés de lucro, permitirán el libertinaje y la maldad en general, apostasía en
la cual la Iglesia dejaría de esperar la venida del Señor; y para intimarles que aquella venida pudiera
demorarse por el largo tiempo.27
4. El apóstol Pedro hace mucha referencia al conocimiento de Jesucristo, cual conocimiento nos ayudaría a
vencer las falsas doctrinas que en ese tiempo se estaban propagando.
2 PEDRO
ACERCA DE LA EPISTOLA:
“El conflicto del creyente en los días postreros” podría ser un título excelente para esta carta.
El apóstol comienza y termina con el tema de la victoria. Pero dentro de la epístola, su enfoque
principal es la forma en que debe vivir el cristiano en medio de los problemas y dudas que serán
comunes en los últimos tiempos.
Después de pintar un cuadro (en 2:1–3:10) repleto de falsos maestros, ángeles caídos, inmoralidad
flagrante y burladores volubles, Pedro amonesta a sus lectores a que adopten una “santa y piadosa
manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios …” (3:11–12).
Debemos vivir en forma fiel en medio de los tiempos difíciles—esa es la lección que Pedro quiere
comunicar a través de esta dinámica carta.
2 PEDRO
FRASES CLAVES:
1. “Nos llamo por su Gloria y excelencia” (1:3)
2. “Nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad” (1:3)
3. “Ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana” (1:21).
4. “Hombres de Dios inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de
Dios” (1:21).
5. “Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos” (2:9)
6. “Creced en el conocimiento” (3:18).
2 PEDRO
PALABRAS CLAVES:
1. Conocimiento
2. Recordaros, recordar
PUNTOS DE INTERES:
CRECIMIENTO ESPIRITUAL EN CADA CAPITULO:
Capitulo 1: Ingredientes para un crecimiento espiritual (v. 5-11).
Capitulo 2: Los que se oponen al crecimiento espiritual – los falsos maestros, la falsa doctrina,
actitudes falsas, falsas promesas, y una vida falsa.
Capitulo 3: La motivación para un crecimiento espiritual – La venida de Cristo (v. 10-14).
Capitulo 3:18: La necesidad de crecer en la gracia y conocimiento de Cristo.
2 PEDRO
PARALELO ENTRE 2 DE TIMOTEO Y 2 DE PEDRO:
1. Ambos escritores hicieron referencia al final de
su vida (2 Ti. 4:6; 2 P. 1:14).
2. La presencia de falsos maestros (2 Ti. 3:13; 4:3; 2 P. 2:1).
3. La corrupción del mundo penetrándose en la
Iglesia (2 Ti. 3:1-7; 2 P. 2:10-22). Apostasía
4. La venida de la apostasía (2 Ti. 4:3-4; 2 P. 2:2, 20-22).
5. La perfección y la finalidad de la Palabra de Dios (2 Ti. 3:16-17; 2 P. 1:3-4).
2 PEDRO
LECCIONES PRÁCTICAS:
Los cristianos gozan de una fe como la de los apóstoles (1:1).
Dios nos ha dado todo lo que pertenece a la vida y a la piedad (1:3).
Lo que el cristiano necesita para poder estar fuerte y evitar la ceguera espiritual (1:5-8).
La Palabra necesita ser recordada todo el tiempo (1:12, 15; 3:2).
La Biblia es inspirada por Dios (1:20-21).
Por causa del pecado de muchos la palabra de Dios es blasfemada (2:2).
Dios sabe librar de tentación a los piadosos (2:9).
La apostasía es algo muy terrible (2:20-22).
2 PEDRO
LECCIONES PRÁCTICAS:
La tierra no es nuestro hogar permanente (3:9, 1-13).
Dios no quiere que nadie perezca sino que
procedan a un arrepentimiento (3:9).
La paciencia de Dios es para salvación (3:15).
La Biblia contiene algunas enseñanzas un poco
difíciles de entender (3:16).
El cristiano debe de crecer en el conocimiento de las Escrituras (3:18).
2 PEDRO
II. Naturaleza del cristiano: la obra de Dios (1:3–11)
Pedro desafía a los creyentes a aprovechar completamente el poder de Dios y de su promesa, los cuales hacen posible participar
de la naturaleza divina y, por consiguiente, vencer la corrupción producida por los deseos perversos (vv. 3–4). Al tomar como base
ese poder prometido, el apóstol reta a los cristianos a que practiquen las características de la naturaleza divina para que puedan
experimentar la seguridad de recibir premios imperecederos (vv. 5–11).
A.Posesión de la naturaleza divina (1:3–4)
1. PODER DIVINO (1:3)
1:3. El divino poder de Cristo ha provisto todas las cosas que son necesarias para la vida y … la piedad de los creyentes.
“Poder” (dynameōs) es una de las palabras favoritas de Pedro (cf. 1 P. 1:5; 3:22; 2 P. 1:16; 2:11). El creyente puede alcanzar todo
lo que necesita para la vitalidad espiritual (“vida”) mediante el conocimiento de aquel (Cristo) que nos llamó.
Un conocimiento pleno, íntimo (epignōseōs; cf. 1:2) de Cristo, es la fuente de poder y crecimiento espiritual (cf. Fil. 1:9; Col.
1:9–10; 2:2).
Cristo nos llamó (cf. 1 P. 1:15) a esta vida piadosa por medio de su propia gloria y excelencia
Cristo atrae a las personas esclavizadas por el pecado (cf. 2:19) por medio de su propia excelencia moral y el impacto total de su
persona gloriosa.
2 PEDRO
2.PROMESAS DIVINAS (1:4A)
1:4a. Por medio de las cuales (“su gloria y
excelencia” [v. 3]), Cristo ha dado a los creyentes
preciosas y grandísimas promesas. El vb. gr. que se
trad. “ha dado” (dedōrētai) quiere decir “ha otorgado”
o “ha dotado”.
No es la palabra común que se empleaba para
describir la acción de “dar”, sino que hace hincapié en
el alto valor del obsequio.
El apóstol describe esas promesas en forma apropiada: son “preciosas” (timia, de timē, “valor”). Pedro ocupa la palabra
“preciosa” para describir la fe del creyente (1 P. 2:7; 2 P. 1:1), la sangre de Cristo (1 P. 1:19) y, aquí, para las promesas del Hijo
de Dios.
Las promesas de las cuales Pedro había escrito con anterioridad se relacionan con la herencia del cristiano (1 P. 1:3–5) y el
regreso de Cristo (1 P. 1:9, 13).
2 PEDRO
3. PARTICIPACIÓN DE LA NATURALEZA DIVINA (1:4B)
1:4b. Esas promesas capacitan a los creyentes para que
lleguen a ser participantes de la naturaleza divina. La frase
“llegar a ser participantes” se expresa en forma lit. “llegar a
ser socios” (genēsthe … koinōnoi). La palabra “participantes”
de 1 Pedro 4:13 y 5:1 proviene del mismo vocablo koinōnoi
(“compañeros” o “socios”). “Divina” es theias, una palabra
también empleada en 2 Pedro 1:3. Los creyentes adquieren la
auténtica naturaleza de Dios; cada uno es una “nueva
criatura” (2 Co. 5:17).
Debido a que son “participantes” de la naturaleza divina,
podemos tener parte en la victoria moral de Dios sobre el
pecado en esta vida y por medio de la vida eterna, participar
en su victoria gloriosa sobre la muerte. A causa de la promesa
del nuevo nacimiento (1 P. 1:3), la del poder protector de
Dios (1 P. 1:5) y la de su poder capacitador (2 P. 1:3),
podemos participar en la naturaleza divina, i.e., llegar a ser
más como Cristo (cf. Ro. 8:9; Gá. 2:20).
Además, pueden escapar de la corrupción que hay en el
mundo (cf. 2 P. 2:20; 1 Jn. 2:15–17) a causa de la
concupiscencia (epithymia, “malos deseos” [NVI95], lit., “deseo
desordenado”).
En 2 Pedro 1:3–4, el apóstol hace uso del vocabulario gráfico
que usaban los falsos maestros, precisamente contra quienes les
advertía. La redacción que usa aquí tuvo que haber llamado la
atención de sus lectores porque empleó algunas palabras
provenientes del mundo pagano y filosófico dándoles un
significado cristiano: “piedad” (eusebeia), “excelencia” (aretē),
“naturaleza” (fysis), y “corrupción” (fthoras).
2 PEDRO
B.Propósito de la naturaleza divina en el creyente (1:5–9)
En este párrafo tan exquisito, Pedro hace la orquestación de una sinfonía de gracia. Dirige a los creyentes a agregar a la melodía
básica de la fe, la armonía de siete virtudes cristianas que enumera sin explicación o descripción. El cristiano carnal padece de
miopía espiritual (v. 9) pero el cristiano maduro es eficaz y productivo (v. 8) porque conoce al Señor Jesucristo y aplica los
principios bíblicos a la vida cotidiana.
1. SUS CARACTERÍSTICAS (1:5–7)
1:5–7. Pedro se refiere a la naturaleza divina al comenzar este nuevo párrafo con la frase vosotros también.
Las palabras poniendo toda diligencia son la trad. castellana del part. gr. pareisenenkantes, “aplicando, trayendo al lado con el
fin de apoyar”; empleado sólo aquí en el N.T.) y spoudēn pasan (“toda diligencia” o “en forma celosa, spoudē en Ro. 12:11 se trad.
“fervientes”).
Para poder huir “de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” (2 P. 1:4), se requiere de toda la diligencia
y esfuerzo que el creyente pueda acumular, aunado al poder capacitador del Espíritu Santo y añadiendo a la fe el complemento de
la virtud.
El creyente debe dedicarse al ejercicio de las siete cualidades enlistadas por Pedro en los vv. 5–7. Al hacerlo, llega a ser más
como Cristo, participando de la naturaleza divina.
2 PEDRO
La fe en Jesucristo es la que distingue a los creyentes del resto de las
personas. Pistis, la confianza en el Salvador que nos incluye en la familia de
Dios, es el cimiento de todas las otras características de la vida cristiana.
1. A la fe, cada creyente debe añadir virtud (lit., “excelencia moral”). En
gr., la palabra es aretēn, la cual Pedro usa también al final del v. 3 y en 1 Pedro
2:9 (“las virtudes”, RVR60; “las obras maravillosas”, NVI95).
2. Conocimiento (gnōsin; cf. 2 P. 1:2; 3:18) no es el resultado de hacer
ejercicios intelectuales, sino el conocimiento espiritual que proviene del
Espíritu Santo, y que se enfoca en la persona y palabra de Dios.
3. La fe, la virtud y el conocimiento espiritual no son suficientes para el
andar cristiano. También el creyente tiene que dedicarse a desarrollar el
dominio propio Esto significa que tiene sus pasiones bajo control.
2 PEDRO
4. A los creyentes que vivan en los días postreros, especialmente cuando
estén rodeados de burladores y falsos maestros, les será necesaria la
paciencia.
Esta palabra, jypomenēn, quiere decir “mantenerse abajo de”. Los
escritores novotestamentarios la emplearon en forma frecuente para referirse
a la constancia o perseverancia que el creyente debe mostrar en medio de la
adversidad sin darse por vencido (cf. Ro. 5:3–4; 15:4–5; 2 Co. 1:6; 6:4; Col.
1:11; 1 Ts. 1:3; 2 Ts. 1:4; Stg. 1:3).
5. La piedad (eusebian, palabra que también se usa en 2 P. 1:3 y 3:11,
aparece otras diez veces [en el texto gr.] en las epístolas pastorales) se
refiere a la obligación del ser humano de venerar a Dios.
6. Las primeras cinco virtudes pertenecen a la vida interior del individuo
y a su relación con Dios. Las últimas dos tienen que ver con la relación del
individuo con sus congéneres.
La frase afecto fraternal es la trad. castellana de
la palabra gr. filadelfian, que es una preocupación
práctica y ferviente por los demás (1 Jn. 4:20). En
su primera epístola (1 P. 1:22; cf. Ro. 12:10; 1 Ts.
4:9; He. 13:1), Pedro ya había amonestado a sus
lectores a que adoptaran esa actitud.
2 PEDRO
7. Mientras el afecto fraternal muestra interés por las necesidades de
los demás, el amor (agapēn) anhela lo mejor para ellos.
Esa es la clase de amor que Dios muestra a los pecadores (Jn. 3:16; Ro.
5:8; 1 Jn. 4:9–11).
Es interesante que la “sinfonía” de Pedro comienza con la fe y termina
con el amor.
Teniendo la fe en Cristo como cimiento, los creyentes deben manifestar
el carácter del Hijo de Dios al ir desarrollando estas siete cualidades que
culminan con el amor hacia los demás (cf. fe y amor en Col. 1:4–5; 1
Ts. 1:3; 2 Ts. 1:3; Flm. 5)
2 PEDRO
2 PEDRO
2. SUS EFECTOS (1:8)
1:8. El crecimiento cristiano (vv. 5–7) produce una espiritualidad eficaz y fructífera.
La frase están en vosotros hace hincapié en el hecho de que estas características espirituales pertenecen a los cristianos.
Sin embargo, no es suficiente con que el creyente posea esas virtudes.
La espiritualidad eficaz y productiva sólo se desarrolla cuando en realidad estas cosas abundan, i.e., van en aumento en la vida
del creyente, el cual debe experimentar un crecimiento en la gracia.
Los que no progresan en estas siete áreas permanecen ociosos (argous, “sin actividad” o “inútil”) y sin fruto (“improductivos”,
NVI95) en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Desafortunadamente, muchos cristianos llegan a conocer al Señor en el momento de la salvación, pero no maduran en el aspecto
espiritual ni manifiestan el fruto del Espíritu.
Se quedan como “niños en Cristo” (1 Co. 3:1), con una necesidad continua de beber leche espiritual (He. 5:12–13). Pero, como
Pedro lo indica más adelante, los creyentes deben crecer “en la gracia y el conocimiento (gnōsei) de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo” (2 P. 3:18).
2 PEDRO
3. CONTRASTES (1:9)
1:9. El creyente carnal es ciego (tyflos) y tiene la vista muy
corta (myōpazōn), en contraste con el cristiano que está en vías de
crecimiento. Myēpazēn (de la cual viene la palabra miopía), aparece
sólo aquí en el N.T.
Un creyente con miopía espiritual no exalta la gracia de Cristo.
Puesto que su vida no muestra las cualidades citadas en los vv. 5 al
7, actúa como ciego espiritual (o inconverso; 2 Co. 4:4; cf. Jn. 9:39).
Tal persona ha olvidado la purificación de sus antiguos
pecados, i.e., ha olvidado que ha quedado limpio de lo que
caracterizaba su vida cuando era todavía inconverso. Algunos
comentaristas de la Biblia opinan que en este v., Pedro se refiere a
los inconversos. Sin embargo, parece preferible afirmar que el
apóstol escribe acerca de los cristianos que siguen siendo
espiritualmente inmaduros. Después de todo, han sido purificados
de sus pecados (cf. Tit. 3:5), pero no han crecido en forma
espiritual.
2 PEDRO
C.Porvenir de la naturaleza divina en el creyente (1:10–11)
Es necesario que el cristiano tenga la plena certeza de que es salvo para poder ser efectivo y productivo, así como para evitar la
miopía espiritual. Esta convicción se manifiesta por su vida nueva en Cristo, la cual da evidencia de que logrará llegar a su hogar
eterno.
1. EXPERIMENTAL (1:10)
1:10. El procurar (spoudasate, que también se emplea en 1:15; “procuraré con diligencia”; 3:14 [“procurad con diligencia”]; cf.
spoudēn “diligencia” en 1:5) hacer firme la vocación y elección, se centra en la confianza que tiene el creyente de su posición
ante Dios.
En realidad, el cristiano no tiene la suficiente autoridad para asegurar su posición delante del Padre, pero él sí la tiene.
La palabra “vocación” se refiere a la obra eficaz de Dios en la salvación (cf. Ro. 1:7; 8:30; 1 Co. 1:9), y la “elección” es la obra
divina de escoger a algunos pecadores (conforme a su gracia y no por algún mérito que hayan hecho) para ser salvos (Ro. 8:33;
11:5; Ef. 1:4; Col. 3:12; 1 P. 1:1).
2 PEDRO
2.ETERNA (1:11)
1:11. Porque de esta manera os será otorgada
amplia y generosa entrada en el reino eterno de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
El premio máximo para una vida que crece y honra a
Cristo es la “bienvenida” personal que el Salvador le
dará en su reino.
Esteban lo experimentó (Hch. 7:56); Pablo lo
presentía al final de su vida (2 Ti. 4:7–8, 18) y cada
creyente experimentará una bienvenida semejante
cuando entre en la presencia del Señor en el cielo:
Os será otorgada (epijorēgeō, que se trad. “añadir” en
2 P. 1:5) amplia y generosa entrada en el reino eterno
de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Esta “maravillosa bienvenida a casa” será en verdad
abundante.
2 PEDRO
A.Remembranza de la palabra de Dios (1:12–15)
1:12. Pedro, consciente de que sus días estaban contados, quería que sus lectores recordaran todo lo que diría en esta epístola. En
tres ocasiones les dice: no dejaré de recordaros (v. 12), “tengo la obligación de refrescarles la memoria” (v. 13, NVI95),
“vosotros podáis … tener memoria de estas cosas” (v. 15; cf. 3:1).
Les confirma el hecho de que ellos ya sabían estas cosas que estaba escribiendo y que él sabía que estaban confirmados en la
verdad. Y era su deseo que permanecieran así. (“Confirmados” proviene de stērizō, palabra que significa “fortalecer,” o “estar
firme”; cf. 1 Ts. 3:2, 13; 2 Ts. 2:17; 3:3; 1 P. 5:10.) Uno de los problemas que afectan a la iglesia de hoy no es que los creyentes no
sepan lo que Dios espera de ellos, sino que lo han olvidado (cf. 2 P. 1:9) o no están dispuestos a vivir de acuerdo a la verdad que ya
conocen.
Con la expectativa de que pronto iba a estar con el Señor, Pedro quería “refrescarles la memoria” (NVI95, lit., “seguir
refrescándoles la memoria”, tiempo pres.) en tanto que Dios le permitiera estar en el cuerpo (“su habitación pasajera” [NVI95];
cf., “morada terrestre”, y “este tabernáculo” en 2 Co. 5:1, 4 respectivamente). El apóstol sabía que en breve debía abandonar el
cuerpo tal como el Señor Jesucristo se lo había declarado. Puede ser que se refiriera a las palabras que Cristo le dijo acerca de
que iba a morir crucificado (Jn. 21:18–19). O bien, que estuviera consciente del inminente final de su vida debido a su edad
avanzada o a la amenaza de una persecución severa. La comparación del cuerpo físico con el tabernáculo encaja bien con el tema
del peregrinaje que el autor mencionó anteriormente (1 P. 1:1, 17; 2:11).
2 PEDRO
1:15. Deliberadamente, Pedro reitera lo que había dicho antes para hacer hincapié en la importancia de su mensaje:
procuraré con diligencia es la trad. castellana de la palabra gr. spoudasō empleada también en el v. 10 (“procurad”)
y en 3:14 (“procurad con diligencia”).
La palabra partida (exodon), aunque no es la acostumbrada para referirse a la muerte, no elimina la clara
sugerencia del apóstol de que estaba próximo a morir. En el monte de la transfiguración, Jesús, Moisés y Elías
hablaron de la “partida” del Hijo de Dios (exodon; Lc. 9:31). Ese “éxodo” (lit., “salir”; i.e., de este cuerpo) es un
contraste con la “entrada” (eisodos) del creyente al reino de Dios (2 Pedro 1:11)
¿Cómo podía garantizar el apóstol que sus lectores en todo momento tuvieran memoria de estas cosas después de
su muerte? Algunos sugieren que esta es una referencia sutil a la ayuda que Pedro prestó para la composición del
evangelio según Marcos, pero esto es sólo especulación.
La respuesta más obvia es que se refiere a la elaboración de esta segunda carta, la cual, juntamente con la primera,
brindaría un testimonio permanente de las verdades tan amadas por él. Puede ser que también se refiriera a su propia
vida y ministerio que sería extendido a través de las personas cercanas a él, e.g., Silas y Marcos, quienes seguirían con
su labor después de su muerte. Una cosa sí queda clara: Pedro deseaba asegurarse de que el pueblo del Señor no se
olvidara de la obra y palabra de Dios.
2 PEDRO
B. Majestad de la palabra de Dios (1:16–18)
1:16. Es importante hacer una distinción entre la palabra escrita (la Biblia) y la palabra encarnada (Cristo).
Ambas son las avenidas principales de la revelación divina (cf. Sal. 19:7–11; Jn. 1:18; He. 1:2). Las dos
aparecen como tema central de lo que resta de este capítulo.
La fe del cristiano no descansa en fábulas artificiosas (mythois) como las doctrinas de los falsos maestros a quienes
Pedro atacaba (2 P. 2).
La fe verdadera se basa en hechos históricos corroborados por testigos oculares (visto con nuestros propios ojos).
Parece como si Pedro introdujera aquí un nuevo tema, porque menciona en forma rápida el regreso del Señor: el
poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Ya había escrito acerca de la bienvenida al reino eterno (1:11) y mencionado su partida inminente de esta vida. Por
lo tanto, basa la defensa que hace de la doctrina de la segunda venida del Señor en su propia experiencia, por haber
sido testigo ocular en el monte de la transfiguración donde realmente vio la majestad de Cristo. En su primera carta,
mencionó el retorno del Señor en varias ocasiones (1 P. 1:5, 13; 4:13). Es evidente que Pedro consideraba esta
doctrina de suma importancia, y deseaba que sus lectores la tuvieran siempre presente.
2 PEDRO
1:17–18. El lenguaje elaborado de Pedro puede ser
producto de su deseo ardiente de comunicar la majestad
verdadera del Salvador, la cual él, como miembro del
círculo íntimo de Cristo, había tenido el privilegio de ver
en forma personal.
Quería que sus lectores vieran más allá de la primera
venida de Cristo, hacia el momento en que regrese con
esa misma honra y gloria que manifestó en el monte.
La predicación de Pedro durante los primeros días de la
iglesia primitiva daba testimonio de su convicción tocante
a la doctrina de la segunda venida de Cristo (Hch. 2:32–
33, 36; 3:16, 20–21).
Curiosamente, le impresionó más lo
que oyó en aquel monte santo que lo
que vio. La voz enviada del cielo, la
de Dios Padre, aquí nombrado como
la magnífica gloria (un nombre poco
común para Dios), habló para dar su
aprobación al Hijo.
2 PEDRO
C. Significado de la palabra de Dios (1:19–21)
1:19. Mientras Pedro escribía de aquella inolvidable experiencia de la transfiguración, vino a su mente
otra forma de la palabra de Dios: la palabra escrita dada por los profetas. De hecho, la voz divina que oyó
en el monte hizo que la palabra profética fuera todavía más segura (bebaioteron; cf. bebaian, v. 10),
porque la transfiguración reveló en forma gráfica el cumplimiento de las profecías. Tanto los profetas
como la transfiguración señalaban hacia el reino de Cristo en la tierra.
Haciendo una exhortación, Pedro indica cómo se puede obtener provecho de la palabra de Dios: ¡estando
atentos a ella! Como una luz, la palabra de Dios en forma escrita tiene validez y autoridad.
En la moderna sociedad, que principalmente se orienta a la experiencia, mucha gente, incluyendo
algunos cristianos, buscan valorar o discernir la verdad a través de la forma en que Dios ha obrado en sus
vidas. Pero el esplendor de la experiencia de Pedro (con Cristo y su transfiguración) menguaba ante sus
ojos a medida que hablaba de la segura revelación escrita por los profetas.
2 PEDRO
1:20. Pedro escribe acerca de la revelación. Ninguna profecía de la Escritura
es de interpretación privada.
Esta declaración ha sido interpretada de diversas maneras.
(1) La Escritura sólo se debe interpretar dentro del contexto en el cual aparece.
Los que apoyan esta idea dicen que no se puede interpretar una profecía por sí
sola sin tener otras a la vista con el fin de facilitar y apoyar su comprensión.
(2) La Escritura no se debe interpretar según los gustos del individuo.
(3) La palabra de Dios no se puede interpretar en forma correcta sin el Espíritu
Santo.
(4) Las profecías no se originaron en los profetas mismos. Las palabras epilyseōs
(“interpretación”; lit., “desatar”) apoyan el cuarto punto de vista.
Las Escrituras no son producto de los profetas, sino que vienen de Dios. Entonces,
el v. 20 no habla de interpretación, sino de revelación, que es la fuente de las
Sagradas Escrituras.
2 PEDRO
1:21. Este v. también apoya el punto de vista de que lo que Pedro
dijo en el v. 20 es que las Escrituras manan de Dios y no de los profetas
mismos. La profecía nunca fue producto de la voluntad humana, sino
que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo. Al escribir sus profecías, los escritores fueron
impulsados, cargados o llevados por el Espíritu de Dios. Por lo tanto, lo
que escribieron es inspirado por Dios (2 Ti. 3:16). “Inspirados”
(RVR60) o “impulsados” (NVI95) son dos trad. viables para la palabra
feromenoi. Lucas usó este vb. al referirse a un velero que es impulsado
por el viento (Hch. 27:15, 17). Los autores humanos de la Biblia fueron
controlados por el autor divino, el Espíritu Santo. Sin embargo, estaban
involucrados en forma consciente en el proceso: no tomaron dictado ni
estuvieron bajo un estado de éxtasis. No es de maravillarse, pues, que
los creyentes tengan una palabra profética que es segura. Tampoco es
sorpresivo el hecho de que la alimentación del cristiano debe depender
de las Escrituras. ¡Ellas son la palabra misma de Dios!
2 PEDRO
IV. La lucha del creyente: el ataque de los falsos maestros (cap. 2)
Cuando se aprobó el edicto de Milán en 313 d.C., la iglesia adquirió la
libertad de irrumpir en el mundo y proclamar legal y abiertamente sus
doctrinas. Pero a la vez, el mundo también comenzó a penetrar en la iglesia,
diluyendo su doctrina a lo largo de los 1,200 años siguientes, hasta la llegada
de la reforma. Sin embargo, 2 Pedro 2 da testimonio del hecho de que el
mundo ya había penetrado en la iglesia antes de la época de Constantino. Los
creyentes de todas las edades deben estar listos en todo momento para
defenderse de sus ataques.
A.Protección contra los falsos maestros (2:1–9)
Las distintas formas de la palabra “librar” en los vv. 7 y 9, señalan tanto la
disponibilidad como la capacidad de Dios de librar a sus hijos de diversas
dificultades y peligros aun cuando no busquen en forma activa la intervención
del Señor, como en el caso de Lot. Sin embargo, el hecho de depender de la
capacidad del Padre para librarlos no es excusa para evitar la responsabilidad
de entrar de lleno en la lucha en contra de los falsos maestros y profetas.
2 PEDRO
1.DENUNCIA DE LA ENSEÑANZA FALSA (2:1–3)
2:1. Los impostores satánicos con sus artimañas siempre están presentes. Aparecieron en Israel en los
días de los profetas a que Pedro hace alusión en 1:19–21 y estuvieron presentes en la iglesia del s. I.
Mientras escribía, Pedro cambió de hablar de los falsos profetas del pasado a los falsos maestros del
presente diciendo que, la enseñanza que ellos propagaban era la misma: herejía.
Los falsos profetas surgían a menudo de entre la misma nación de Israel (cf. Jer. 5:31; 23:9–18) y no de
las naciones circunvecinas. En forma semejante, los falsos maestros aparecen en la iglesia misma.
Introducen encubiertamente sus doctrinas, las cuales son en realidad herejías destructoras.
“Introducir encubiertamente” es la versión castellana de pareisaxousin, “traer al lado de” (cf. “habían
infiltrado” [NVI95] e “introducidos a escondidas”
2:2. La trágica realidad es que muchos maestros falsos tienen éxito—la gente les presta atención y
siguen “sus prácticas vergonzosas”
2 PEDRO
2:3. En el ministerio, a menudo los charlatanes e impostores han causado problemas al rebaño de Dios. Por causa
de su avaricia (cf. v. 14), usan a otros para lograr sus fines mercenarios, convirtiendo a la iglesia en un mercado
indecente.
“Explotarán” (NVI95; emporeusontai) quiere decir comercializar (harán mercadería, “comprar, vender, hacer
trueque”; cf. emporeusometha, “traficaremos”, RVR60; “haremos negocios”, NVI95; en Stg. 4:13).
Palabras fingidas significa en forma lit. “palabras fabricadas” (plastois [de donde viene la palabra castellana
“plástico”] logois). Son artificiales, no genuinas.
Su fin es la condenación (krima, “juicio”) y la perdición (apōleia; empleada dos veces en 2 P. 2:1 y también en
3:16). Tienen la misma sentencia que Dios ha diseñado para otros violadores de la verdad y la justicia (tal como Pedro
describe en los vv. 4–6).
Su perdición no se duerme (ou nystazei, que sólo se usa en otro lugar del N.T. para describir en Mt. 25:5 a las
vírgenes insensatas que fueron vencidas por el sueño).
La justicia de Dios no duerme ni se tarda.
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides
Nts 404 epistolas generales week 2 slides

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

El Bautismo Bíblico, parte 1
El Bautismo Bíblico, parte 1El Bautismo Bíblico, parte 1
El Bautismo Bíblico, parte 1Tito Ortega
 
The Gates Of Jerusalem
The Gates Of JerusalemThe Gates Of Jerusalem
The Gates Of JerusalemJoy Joseph
 
La Divinidad De Cristo
La Divinidad De CristoLa Divinidad De Cristo
La Divinidad De Cristodavidperezp
 
Doctrina de la salvación, sandra matus
Doctrina de la salvación, sandra matusDoctrina de la salvación, sandra matus
Doctrina de la salvación, sandra matusALFONSINA MATUS
 
Estudio Panorámico de la Biblia: Juan
Estudio Panorámico de la Biblia: JuanEstudio Panorámico de la Biblia: Juan
Estudio Panorámico de la Biblia: JuanLuis García Llerena
 
Curso Modular - ANGELOLOGÍA.pptx
Curso Modular - ANGELOLOGÍA.pptxCurso Modular - ANGELOLOGÍA.pptx
Curso Modular - ANGELOLOGÍA.pptxYormanGonzles
 
5 ofrendas
5 ofrendas5 ofrendas
5 ofrendasnacire83
 
The Bible - The Life Instruction Manual
The Bible - The Life Instruction ManualThe Bible - The Life Instruction Manual
The Bible - The Life Instruction ManualDon McClain
 
37. la justificacion de dios por medio de la fe
37. la justificacion de dios por medio de la fe37. la justificacion de dios por medio de la fe
37. la justificacion de dios por medio de la feAlexander Dorado
 
El poder de la resurreccion
El poder de la resurreccionEl poder de la resurreccion
El poder de la resurreccionglarios
 
Teología bíblica y sistemática
Teología bíblica y sistemáticaTeología bíblica y sistemática
Teología bíblica y sistemáticaRafael Suarez
 
Clase de Teologia Sistematica
Clase de Teologia SistematicaClase de Teologia Sistematica
Clase de Teologia SistematicaFelipe Almuna
 

La actualidad más candente (20)

El Bautismo Bíblico, parte 1
El Bautismo Bíblico, parte 1El Bautismo Bíblico, parte 1
El Bautismo Bíblico, parte 1
 
003 efesios 1
003 efesios 1003 efesios 1
003 efesios 1
 
7 pneumatologia
7   pneumatologia7   pneumatologia
7 pneumatologia
 
102663298 curso-completo-fundamentos
102663298 curso-completo-fundamentos102663298 curso-completo-fundamentos
102663298 curso-completo-fundamentos
 
The Gates Of Jerusalem
The Gates Of JerusalemThe Gates Of Jerusalem
The Gates Of Jerusalem
 
La Divinidad De Cristo
La Divinidad De CristoLa Divinidad De Cristo
La Divinidad De Cristo
 
Doctrina de la salvación, sandra matus
Doctrina de la salvación, sandra matusDoctrina de la salvación, sandra matus
Doctrina de la salvación, sandra matus
 
Estudio Panorámico de la Biblia: Juan
Estudio Panorámico de la Biblia: JuanEstudio Panorámico de la Biblia: Juan
Estudio Panorámico de la Biblia: Juan
 
Curso Modular - ANGELOLOGÍA.pptx
Curso Modular - ANGELOLOGÍA.pptxCurso Modular - ANGELOLOGÍA.pptx
Curso Modular - ANGELOLOGÍA.pptx
 
Pneumatologia
PneumatologiaPneumatologia
Pneumatologia
 
I Corintios 1_llamamiento a la unidad
I Corintios 1_llamamiento a la unidadI Corintios 1_llamamiento a la unidad
I Corintios 1_llamamiento a la unidad
 
La salvación
La salvaciónLa salvación
La salvación
 
5 ofrendas
5 ofrendas5 ofrendas
5 ofrendas
 
The Bible - The Life Instruction Manual
The Bible - The Life Instruction ManualThe Bible - The Life Instruction Manual
The Bible - The Life Instruction Manual
 
37. la justificacion de dios por medio de la fe
37. la justificacion de dios por medio de la fe37. la justificacion de dios por medio de la fe
37. la justificacion de dios por medio de la fe
 
Estudio Del Espiritu Santo
Estudio Del Espiritu SantoEstudio Del Espiritu Santo
Estudio Del Espiritu Santo
 
El poder de la resurreccion
El poder de la resurreccionEl poder de la resurreccion
El poder de la resurreccion
 
Llamados a-la-santidad
Llamados a-la-santidadLlamados a-la-santidad
Llamados a-la-santidad
 
Teología bíblica y sistemática
Teología bíblica y sistemáticaTeología bíblica y sistemática
Teología bíblica y sistemática
 
Clase de Teologia Sistematica
Clase de Teologia SistematicaClase de Teologia Sistematica
Clase de Teologia Sistematica
 

Similar a Nts 404 epistolas generales week 2 slides

Comentario de-primera-y-segunda-de-pedro-por-willie-alvarenga
Comentario de-primera-y-segunda-de-pedro-por-willie-alvarengaComentario de-primera-y-segunda-de-pedro-por-willie-alvarenga
Comentario de-primera-y-segunda-de-pedro-por-willie-alvarengalarafuentes
 
1 pedro 1 (1 2)
1 pedro 1 (1 2)1 pedro 1 (1 2)
1 pedro 1 (1 2)ruth1964
 
Pds vi el fundamento de la fe y las 7 cualidades divinas by e gamez
Pds vi el fundamento de la fe y las 7 cualidades divinas by e gamezPds vi el fundamento de la fe y las 7 cualidades divinas by e gamez
Pds vi el fundamento de la fe y las 7 cualidades divinas by e gamezEliud Gamez Gomez
 
Resumen del capítulo 1 de primera de Pedro
Resumen del capítulo 1 de primera de PedroResumen del capítulo 1 de primera de Pedro
Resumen del capítulo 1 de primera de Pedroccristianoguayana
 
02 una herencia incorruptible
02 una herencia incorruptible02 una herencia incorruptible
02 una herencia incorruptiblechucho1943
 
Análisis de la primera epístola universal del apóstol pedro
Análisis de la primera epístola universal del apóstol pedroAnálisis de la primera epístola universal del apóstol pedro
Análisis de la primera epístola universal del apóstol pedroYosmery González
 
09 ser quien uno es
09 ser quien uno es09 ser quien uno es
09 ser quien uno eschucho1943
 
Sbp, romanos, apuntes y preguntas (2020)
Sbp, romanos, apuntes y preguntas (2020)Sbp, romanos, apuntes y preguntas (2020)
Sbp, romanos, apuntes y preguntas (2020)Jaime Baez Zamora
 
Revelacón Divina (español)
Revelacón Divina (español)Revelacón Divina (español)
Revelacón Divina (español)Martin M Flynn
 
Testigosde jehova 4-peligros
Testigosde jehova 4-peligrosTestigosde jehova 4-peligros
Testigosde jehova 4-peligrosnuevocaminarweb
 
DOCTRINAS FUNDAMENTALES.docx
DOCTRINAS FUNDAMENTALES.docxDOCTRINAS FUNDAMENTALES.docx
DOCTRINAS FUNDAMENTALES.docxWilberMartinez20
 

Similar a Nts 404 epistolas generales week 2 slides (20)

Comentario de-primera-y-segunda-de-pedro-por-willie-alvarenga
Comentario de-primera-y-segunda-de-pedro-por-willie-alvarengaComentario de-primera-y-segunda-de-pedro-por-willie-alvarenga
Comentario de-primera-y-segunda-de-pedro-por-willie-alvarenga
 
1 pedro 1 (1 2)
1 pedro 1 (1 2)1 pedro 1 (1 2)
1 pedro 1 (1 2)
 
Pds vi el fundamento de la fe y las 7 cualidades divinas by e gamez
Pds vi el fundamento de la fe y las 7 cualidades divinas by e gamezPds vi el fundamento de la fe y las 7 cualidades divinas by e gamez
Pds vi el fundamento de la fe y las 7 cualidades divinas by e gamez
 
Resumen del capítulo 1 de primera de Pedro
Resumen del capítulo 1 de primera de PedroResumen del capítulo 1 de primera de Pedro
Resumen del capítulo 1 de primera de Pedro
 
Leccion: Una herencia incorruptible
Leccion: Una herencia incorruptibleLeccion: Una herencia incorruptible
Leccion: Una herencia incorruptible
 
02 una herencia incorruptible
02 una herencia incorruptible02 una herencia incorruptible
02 una herencia incorruptible
 
Ciclo aprendizaje: Una herencia incorruptible
Ciclo aprendizaje: Una herencia incorruptibleCiclo aprendizaje: Una herencia incorruptible
Ciclo aprendizaje: Una herencia incorruptible
 
Ciclo aprendizaje: Jesús en los escritos de Pedro
Ciclo aprendizaje: Jesús en los escritos de PedroCiclo aprendizaje: Jesús en los escritos de Pedro
Ciclo aprendizaje: Jesús en los escritos de Pedro
 
Lección: Ser quien uno es
Lección: Ser quien uno esLección: Ser quien uno es
Lección: Ser quien uno es
 
Primera epistola del apostol Pedro.
Primera epistola del apostol Pedro.Primera epistola del apostol Pedro.
Primera epistola del apostol Pedro.
 
1 pedro
1 pedro1 pedro
1 pedro
 
Lección: Temas principales de 1 y 2 Pedro
Lección: Temas principales de 1 y 2 PedroLección: Temas principales de 1 y 2 Pedro
Lección: Temas principales de 1 y 2 Pedro
 
Análisis de la primera epístola universal del apóstol pedro
Análisis de la primera epístola universal del apóstol pedroAnálisis de la primera epístola universal del apóstol pedro
Análisis de la primera epístola universal del apóstol pedro
 
Lección: Un real sacerdocio
Lección: Un real sacerdocioLección: Un real sacerdocio
Lección: Un real sacerdocio
 
09 ser quien uno es
09 ser quien uno es09 ser quien uno es
09 ser quien uno es
 
Sbp, romanos, apuntes y preguntas (2020)
Sbp, romanos, apuntes y preguntas (2020)Sbp, romanos, apuntes y preguntas (2020)
Sbp, romanos, apuntes y preguntas (2020)
 
Revelacón Divina (español)
Revelacón Divina (español)Revelacón Divina (español)
Revelacón Divina (español)
 
Lección: Jesús en los escritos de Pedro
Lección: Jesús en los escritos de PedroLección: Jesús en los escritos de Pedro
Lección: Jesús en los escritos de Pedro
 
Testigosde jehova 4-peligros
Testigosde jehova 4-peligrosTestigosde jehova 4-peligros
Testigosde jehova 4-peligros
 
DOCTRINAS FUNDAMENTALES.docx
DOCTRINAS FUNDAMENTALES.docxDOCTRINAS FUNDAMENTALES.docx
DOCTRINAS FUNDAMENTALES.docx
 

Último

Tema 17. Biología de los microorganismos 2024
Tema 17. Biología de los microorganismos 2024Tema 17. Biología de los microorganismos 2024
Tema 17. Biología de los microorganismos 2024IES Vicent Andres Estelles
 
Plan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdf
Plan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdfPlan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdf
Plan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdfcarolinamartinezsev
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESOluismii249
 
La Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
La Sostenibilidad Corporativa. Administración AmbientalLa Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
La Sostenibilidad Corporativa. Administración AmbientalJonathanCovena1
 
sesion de aprendizaje 1 SEC. 13- 17 MAYO 2024 comunicación.pdf
sesion de aprendizaje 1 SEC. 13- 17  MAYO  2024 comunicación.pdfsesion de aprendizaje 1 SEC. 13- 17  MAYO  2024 comunicación.pdf
sesion de aprendizaje 1 SEC. 13- 17 MAYO 2024 comunicación.pdfmaria luisa pahuara allcca
 
ACERTIJO LA RUTA DEL MARATÓN OLÍMPICO DEL NÚMERO PI EN PARÍS. Por JAVIER SOL...
ACERTIJO LA RUTA DEL MARATÓN OLÍMPICO DEL NÚMERO PI EN  PARÍS. Por JAVIER SOL...ACERTIJO LA RUTA DEL MARATÓN OLÍMPICO DEL NÚMERO PI EN  PARÍS. Por JAVIER SOL...
ACERTIJO LA RUTA DEL MARATÓN OLÍMPICO DEL NÚMERO PI EN PARÍS. Por JAVIER SOL...JAVIER SOLIS NOYOLA
 
Diapositivas unidad de trabajo 7 sobre Coloración temporal y semipermanente
Diapositivas unidad de trabajo 7 sobre Coloración temporal y semipermanenteDiapositivas unidad de trabajo 7 sobre Coloración temporal y semipermanente
Diapositivas unidad de trabajo 7 sobre Coloración temporal y semipermanenteinmaculadatorressanc
 
10-08 Avances tecnológicos del siglo XXI.pdf
10-08 Avances tecnológicos del siglo XXI.pdf10-08 Avances tecnológicos del siglo XXI.pdf
10-08 Avances tecnológicos del siglo XXI.pdfVanyraCumplido
 
ACERTIJO EL NÚMERO PI COLOREA EMBLEMA OLÍMPICO DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO EL NÚMERO PI COLOREA EMBLEMA OLÍMPICO DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS NOYOLAACERTIJO EL NÚMERO PI COLOREA EMBLEMA OLÍMPICO DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO EL NÚMERO PI COLOREA EMBLEMA OLÍMPICO DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS NOYOLAJAVIER SOLIS NOYOLA
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESOluismii249
 
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACION
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACIONRESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACION
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACIONamelia poma
 
MINEDU BASES JUEGOS ESCOLARES DEPORTIVOS PARADEPORTIVOS 2024.docx
MINEDU BASES JUEGOS ESCOLARES DEPORTIVOS PARADEPORTIVOS 2024.docxMINEDU BASES JUEGOS ESCOLARES DEPORTIVOS PARADEPORTIVOS 2024.docx
MINEDU BASES JUEGOS ESCOLARES DEPORTIVOS PARADEPORTIVOS 2024.docxLorenaHualpachoque
 
1ERGRA~2.PDF EVALUACION DIAGNOSTICA 2024
1ERGRA~2.PDF EVALUACION DIAGNOSTICA 20241ERGRA~2.PDF EVALUACION DIAGNOSTICA 2024
1ERGRA~2.PDF EVALUACION DIAGNOSTICA 2024hlitocs
 
animalesdelaproincia de beunos aires.pdf
animalesdelaproincia de beunos aires.pdfanimalesdelaproincia de beunos aires.pdf
animalesdelaproincia de beunos aires.pdfSofiaArias58
 
2° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
2° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx2° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
2° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docxcandy torres
 
Programa dia de las madres para la convi
Programa dia de las madres para la conviPrograma dia de las madres para la convi
Programa dia de las madres para la convikevinmolina060703
 
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptxConcepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptxFernando Solis
 
El liderazgo en la empresa sostenible, introducción, definición y ejemplo.
El liderazgo en la empresa sostenible, introducción, definición y ejemplo.El liderazgo en la empresa sostenible, introducción, definición y ejemplo.
El liderazgo en la empresa sostenible, introducción, definición y ejemplo.JonathanCovena1
 

Último (20)

Tema 17. Biología de los microorganismos 2024
Tema 17. Biología de los microorganismos 2024Tema 17. Biología de los microorganismos 2024
Tema 17. Biología de los microorganismos 2024
 
PP_Comunicacion en Salud: Objetivación de signos y síntomas
PP_Comunicacion en Salud: Objetivación de signos y síntomasPP_Comunicacion en Salud: Objetivación de signos y síntomas
PP_Comunicacion en Salud: Objetivación de signos y síntomas
 
Plan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdf
Plan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdfPlan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdf
Plan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdf
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
 
La Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
La Sostenibilidad Corporativa. Administración AmbientalLa Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
La Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
 
sesion de aprendizaje 1 SEC. 13- 17 MAYO 2024 comunicación.pdf
sesion de aprendizaje 1 SEC. 13- 17  MAYO  2024 comunicación.pdfsesion de aprendizaje 1 SEC. 13- 17  MAYO  2024 comunicación.pdf
sesion de aprendizaje 1 SEC. 13- 17 MAYO 2024 comunicación.pdf
 
Novena de Pentecostés con textos de san Juan Eudes
Novena de Pentecostés con textos de san Juan EudesNovena de Pentecostés con textos de san Juan Eudes
Novena de Pentecostés con textos de san Juan Eudes
 
ACERTIJO LA RUTA DEL MARATÓN OLÍMPICO DEL NÚMERO PI EN PARÍS. Por JAVIER SOL...
ACERTIJO LA RUTA DEL MARATÓN OLÍMPICO DEL NÚMERO PI EN  PARÍS. Por JAVIER SOL...ACERTIJO LA RUTA DEL MARATÓN OLÍMPICO DEL NÚMERO PI EN  PARÍS. Por JAVIER SOL...
ACERTIJO LA RUTA DEL MARATÓN OLÍMPICO DEL NÚMERO PI EN PARÍS. Por JAVIER SOL...
 
Diapositivas unidad de trabajo 7 sobre Coloración temporal y semipermanente
Diapositivas unidad de trabajo 7 sobre Coloración temporal y semipermanenteDiapositivas unidad de trabajo 7 sobre Coloración temporal y semipermanente
Diapositivas unidad de trabajo 7 sobre Coloración temporal y semipermanente
 
10-08 Avances tecnológicos del siglo XXI.pdf
10-08 Avances tecnológicos del siglo XXI.pdf10-08 Avances tecnológicos del siglo XXI.pdf
10-08 Avances tecnológicos del siglo XXI.pdf
 
ACERTIJO EL NÚMERO PI COLOREA EMBLEMA OLÍMPICO DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO EL NÚMERO PI COLOREA EMBLEMA OLÍMPICO DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS NOYOLAACERTIJO EL NÚMERO PI COLOREA EMBLEMA OLÍMPICO DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO EL NÚMERO PI COLOREA EMBLEMA OLÍMPICO DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
 
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACION
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACIONRESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACION
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACION
 
MINEDU BASES JUEGOS ESCOLARES DEPORTIVOS PARADEPORTIVOS 2024.docx
MINEDU BASES JUEGOS ESCOLARES DEPORTIVOS PARADEPORTIVOS 2024.docxMINEDU BASES JUEGOS ESCOLARES DEPORTIVOS PARADEPORTIVOS 2024.docx
MINEDU BASES JUEGOS ESCOLARES DEPORTIVOS PARADEPORTIVOS 2024.docx
 
1ERGRA~2.PDF EVALUACION DIAGNOSTICA 2024
1ERGRA~2.PDF EVALUACION DIAGNOSTICA 20241ERGRA~2.PDF EVALUACION DIAGNOSTICA 2024
1ERGRA~2.PDF EVALUACION DIAGNOSTICA 2024
 
animalesdelaproincia de beunos aires.pdf
animalesdelaproincia de beunos aires.pdfanimalesdelaproincia de beunos aires.pdf
animalesdelaproincia de beunos aires.pdf
 
2° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
2° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx2° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
2° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
 
Programa dia de las madres para la convi
Programa dia de las madres para la conviPrograma dia de las madres para la convi
Programa dia de las madres para la convi
 
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptxConcepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
 
El liderazgo en la empresa sostenible, introducción, definición y ejemplo.
El liderazgo en la empresa sostenible, introducción, definición y ejemplo.El liderazgo en la empresa sostenible, introducción, definición y ejemplo.
El liderazgo en la empresa sostenible, introducción, definición y ejemplo.
 

Nts 404 epistolas generales week 2 slides

  • 1. SEMANA 3 1 Y 2 PEDRO
  • 2.
  • 3.
  • 4. FECHA DE REDACCION: 1. Aproximadamente en el 64 d.C. 2. Si la tradición esta en lo cierto, Pedro murió tres o cuatro años después de haber escrito esta epístola. TEMA CENTRAL: 1. El tema central de 1 Pedro es el sufrimiento que el cristiano experimenta. 2. Pudiéramos presentar el tema central de la siguiente manera: “Si alguno sufre como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios en este nombre” (4:16).
  • 5. ANALISIS DE 1 PEDRO AUTOR: 1. El apóstol Pedro, cuyo nombre fue Simón antes de ser un discípulo de Cristo. 2. El vivió en Capernaun y su profesión fue pescador (Mt. 8:5, 14). 3. El nombre “Pedro” significa: “Piedra”, pero no una piedra grande como lo indica la palabra PETRA. 4. Jesús nombre a Simón – Pedro cuando su hermano Andrés se lo presento (Jn. 1:40-42). 5. La tradición dice que Pedro fue crucificado con la cabeza hacia abajo en un lugar no muy distante de Roma en el año 67 o 68 d.C. 6. Pedro experimento en carne propia muchas de las formas de sufrimiento acerca de las cuales escribió.
  • 6. ANALISIS DE 1 PEDRO AUTOR: El ministerio público de Pedro duró más de treinta años, y lo llevó desde Jerusalén hasta Roma. Vivió y predicó en un mundo en el que se hablaban varios idiomas. Es razonable creer que después de tres décadas, bien pudo haber manejado con maestría el lenguaje de la mayoría de aquéllos a quienes ministraba. El estilo retórico y el uso de las metáforas empleadas en 1 Pedro fácilmente podrían acreditarse a un experimentado orador público, así como a un académico de la literatura. Pero ciertamente Pedro tuvo el tiempo y el talento para convertirse en un comunicador excelente del evangelio por medio del idioma griego. Lucas también registró (Hch. 4:13) que esos mismos líderes se quedaron sorprendidos por la confianza que mostró Pedro y por el poder de su personalidad controlada por el Espíritu.
  • 7. ACERCA DEL LIBRO: Esta epístola fue dirigida a la dispersión (los expatriados) de los cristianos en este mundo hostil. Se señalan sitios específicos de Asia Menor (1:1).Primera Pedro fue escrita para los cristianos que estaban experimentando diversas formas de persecución, a los hombres y mujeres cuya fe en Jesucristo los convirtió en extranjeros y peregrinos en medio de una sociedad pagana. Pedro exhortó a esos cristianos a perseverar resueltamente y a mostrar una conducta ejemplar. La calidez de sus expresiones, combinada con sus instrucciones prácticas, hacen de esta epístola una fuente única de ánimo para todos los creyentes que viven en conflicto con su cultura. 1. Las provincias que Pedro menciona en el verso 1 forman parte Norte de la Asia Menor. 2. Estas Iglesias estaban compuestas de Judíos (1:1-2) y Gentiles (2:9-10; 4:3).
  • 8. ACERCA DEL LIBRO: 1. Eran extranjeros y advenedizos (1:1, 17; 2:11), que eran perseguidos (3:17; 4:12- 19), y que tales persecuciones vinieron no de los judíos sino de los paganos (4:3- 4). 2. 1 Pedro nos recuerda un tanto el libro de Hebreos, porque la gente a quien se remite sufría gran persecución. 3. 1 Pedro trata con la actitud o disposición de espíritu del cristiano en medio del sufrimiento. 4. El propósito de 1 de Pedro es animar a los cristianos a no darse por vencido en medio de la aflicción.
  • 9. FRASES CLAVES: 1. “Sed santos porque Yo soy santo” (1:15-16). 2. “nos ha hecho nacer de Nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos” (1:3). 3. “Mas la palabra del Señor permanece para siempre” (1:25). 4. “Os llamo de las tinieblas a su luz admirable” (2:9). 5. “Estando siempre preparados…” (3:15). 6. “El bautismo nos salva…” (3:21). 7. “Hable conforme a las palabras de Dios” (4:11). 8. “A El sea el dominio por los siglos de los siglos. Amen” (5:11).
  • 10. PUNTOS PRINCIPALES EN CADA CAPITULO: 1. Capítulo 1: Salvación. 2. Capítulo 2: Crecimiento Espiritual y comportamiento. 3. Capítulo 3: Honrando a Cristo. 4. Capítulo 4: Sufriendo por Cristo. 5. Capítulo 5: La verdadera gracia de Dios. La Gracia *Un Poderoso Regalo*
  • 11. CRISTO EN CADA CAPITULO: 1. Capítulo 1: Cristo, nuestra fuente de esperanza y redención (3, 18-20). 2. Capítulo 2: Cristo, la Piedra angular, nuestro ejemplo y el que carga con nuestros pecados (6, 21, 24). 3. Capítulo 3: Cristo, nuestro Señor (15, 22) 4. Capítulo 4: Cristo, padeciendo por nosotros (1, 13). 5. Capítulo 5: Cristo, Príncipe de los pastores.
  • 12. LECCIONES PRÁCTICAS: Hemos nacido de nuevo para una esperanza viva (1:3-4, 23; Tito 1:2). No necesitamos imágenes para amar a Dios (1:8-9; a.C. 17:29; Sal. 115:1-8; Ex. 20:1-4). Necesitamos ser santos como Dios es Santo (1 P. 1:15-16; 1 P. 2:11; He. 12:14). No hay que conformarnos a los deseos que antes teníamos (1:14; 2:11). Hemos sido redimidos con un alto precio (1:18-20). La Palabra de Dios permanece para siempre (1:23-25). Hay que desechar el pecado y desear la Palabra de Dios (2:1-2). Hay que recordar lo que somos (2:9-11) Hay que obedecer a nuestros amos terrenales (2:18)
  • 13. LECCIONES PRÁCTICAS: Cristo es nuestro mejor ejemplo (2:21). Responsabilidades conyugales (3:1-7). Hay que estar siempre preparados para presentar respuesta (3:15). No hay que sorprendernos cuando sufrimos por Cristo (4:12; Fil. 1:29; 2 Ti. 3:12). Si sufrimos como cristianos no debemos de avergonzarnos (4:16; Mr. 8:38; 2 Ti. 1:8). Hay que echar toda nuestra ansiedad sobre Dios (5:7). El diablo quiere destruirnos (1 P. 5:8). Usted no es el único que sufre (5:9).
  • 14. Con estas palabras (1 P. 1:2), Pedro coloca los cimientos teológicos para su carta de ánimo. “Dios” Padre, en su gracia, los había elegido y Dios el “Espíritu” los había santificado, a través de la sangre expiatoria de Dios el Hijo, Jesucristo (las tres personas de la Trinidad se mencionan en este v.). De manera que Pedro saludó a sus lectores con el deseo y oración de que ellos pudieran experimentar la gracia (j̱aris) y la paz (eirēnē, equivalente del hebr. šhālôm; cf. 5:14) de Dios en abundancia. Las palabras gracia y paz os sean multiplicadas también se usan en 2 Pedro 1:2. El apóstol tenía en muy alta estima la gracia de Dios, ya que se refirió a ella diez veces en esta epístola (1 P. 1:2, 10, 13; 2:19– 20 [trad. “aprobación” en v. 19 y “aprobado” en v. 20]; 3:7; 4:10; 5:5, 10, 12). II. Escogidos para el nuevo nacimiento (1:3–2:10) Pedro continúa presentando las bases teológicas para tener ánimo en medio de la persecución. El énfasis a lo largo de esta sección está en la gracia de Dios hacia los creyentes, que se demostró en su llamado soberano para salvación y en sus resultados en la vida del creyente. En medio de las pruebas, el nuevo nacimiento del creyente es la fuente de su esperanza viva y de su estilo de vida de santidad.
  • 15. A.La esperanza viva del nuevo nacimiento (1:3–12) Pedro animó a sus lectores recordándoles que el nuevo nacimiento les dio la esperanza viva de que recibirán una herencia futura e imperecedera. La herencia está segura porque los creyentes reciben la protección del poder de Dios hasta que esté lista para ser revelada. En consecuencia, se pueden regocijar aun cuando enfrenten pruebas, porque éstas demostrarán que su fe es genuina, y traerá más gloria a Jesucristo. Finalmente, el apóstol dice que la esperanza del nuevo nacimiento está basada, no sólo en una esperanza futura y en bendiciones presentes, sino en la palabra escrita de Dios. 1. LA HERENCIA FUTURA (1:3–5) Él nos hizo renacer; las personas no pueden hacer nada para merecer un regalo así. Las palabras “hizo renacer” es trad. de anagennēsas, del vb. “engendrar de nuevo” o “hacer que nazca de nuevo”. Es posible que Pedro estuviera recordando la entrevista de Jesús con Nicodemo (Jn. 3:1–21). El “nuevo nacimiento” da como resultado una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos. La “esperanza viva” se basa en Cristo vivo y resucitado (cf. 1 P. 1:21). ¡La seguridad del cristiano en Cristo es tan cierta y segura como el hecho de que Cristo está vivo! Pedro utilizó la palabra “viva” seis veces (1:3, 23; 2:4–5; 4:5– 6). Aquí significa que la esperanza del creyente es segura, cierta, y real, en contraste con la esperanza engañosa, vacía y falsa que el mundo ofrece.
  • 16. 1:5. No solamente la herencia está guardada, sino que los herederos, los que han nacido para esa herencia, también son guardados por el poder de Dios. Qué mejor esperanza podría darse a aquellos que estaban sufriendo persecución, que el conocimiento de que el poder de Dios los guarda desde adentro y los preserva para una herencia de salvación que será completamente manifestada a ellos cuando estén en la presencia de Dios. Los creyentes poseen la salvación ahora (tiempo pres.), pero sentirán su importancia completa en el regreso de Cristo, en el tiempo postrero. Ese paso final, o cumplimiento total de “la salvación de vuestras almas” (1 P. 1:9), vendrá “cuando sea manifestado Jesucristo”, expresión que Pedro utilizó dos veces (vv. 7, 13). 2. EL GOZO PRESENTE (1:6–9) 1:6. Una esperanza viva resulta en gozo en el presente. En lo cual probablemente se refiere a las verdades que se mencionaron en los vv. 3–5. Pedro anima a sus lectores a poner su conocimiento en práctica. Pedro enfatizó que el gozo de un cristiano es independiente de sus circunstancias. Las pruebas en sí mismas se ven como oportunidades para regocijarse (Stg. 1:2). Aunque pueden causar sufrimiento temporal, no pueden disminuir el gozo permanente y profundo que está arraigado en la esperanza viva que tenemos en Cristo Jesús.
  • 17. 1:8. Aquí se encuentra la culminación del gozo que se experimenta y que resulta de la fe. Dios logró la salvación por medio de la obra de su Hijo Jesucristo. Así que el enfoque de la fe del creyente no es en el conocimiento abstracto, sino en la persona de Cristo. Pedro pudo haber tenido en mente las palabras de Jesús: “Bienaventurados los que no vieron y creyeron” (Jn. 20:29). Sin embargo, a pesar de que los cristianos ahora no lo ven, como Pedro le vio, le aman y creen en él, y también les dice: os alegráis con gozo inefable y glorioso. 1:9. Los creyentes pueden regocijarse debido a la salvación, que es el fin, o culminación de la fe. Para los que aman y creen en Jesucristo, la salvación es motivo para experimentar un “gozo inefable y glorioso!” la salvación es pasada (“nos hizo renacer”, v. 3), presente (“sois guardados por el poder de Dios mediante la fe”, v. 5) y futura (es su “herencia”, v. 4, la cual será “manifestada en el tiempo postrero” v. 5, y es “el fin de vuestra fe”, v. 9). Ya que cada día que pasa acerca a los creyentes al día final, ya lo están “obteniendo”. ¡Todo esto—a pesar de la persecución que profundiza y demuestra la fe personal—ciertamente es motivo para experimentar un “gozo inefable y glorioso!” (v. 8).
  • 18. 3. LA REVELACIÓN PASADA (1:10–12) 1:10–12. La esperanza viva del nuevo nacimiento surge no sólo de la herencia futura de los creyentes y de la experiencia presente, sino también de su fe en la palabra escrita de Dios (v. 11). Pedro reiteró que la fe no está basada en simples escritos de hombres, sino en la palabra de Dios. En sus escritos inspirados por el Espíritu Santo, los profetas … inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación (cf. “salvación” en vv. 5, 9). Ellos anhelaban participar de ella y del período de gracia venidero, y se esforzaron por descubrir qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos. En 1 Pedro 1:10–12, el apóstol da una ilustración práctica de la doctrina de la inspiración de las Escrituras que expresó claramente en 2 Pedro 1:20–21. Los profetas no entendían completamente todo lo que el Espíritu Santo les había dirigido a escribir, aunque fue el Espíritu quien predijo los sufrimientos de Cristo (Is. 53) y las glorias que vendrían tras ellos (Is. 11). La realidad de la esperanza viva del cristiano sorprendió y maravilló aun a las huestes angélicas del cielo. Los profetas y los ángeles también se maravillaban acerca de “esa salvación” que los creyentes recibieron por medio de la gracia destinada a vosotros (v.10).
  • 19. 1. LA PREPARACIÓN (1:13–16) 1:13–16. Ahora Pedro da cinco agudas exhortaciones: 1. Ceñid los lomos de vuestro entendimiento (“dispónganse a actuar con inteligencia”, NVI95); 2. Sed sobrios (“tengan dominio propio”, NVI95); 3. Esperad (“pongan su esperanza”, NVI95). 4. No os conforméis a los deseos que antes teníais y 5. Sed santos. Su estilo de vida debía reflejar, no su ignorancia (agnoia) pasada, sino la naturaleza santa (jagioi) de su Padre celestial, quien les dio el nuevo nacimiento y los llamó (cf. “llamó” en 2 P. 1:3) para ser suyos.
  • 20. B.La santidad del nuevo nacimiento (1:13–2:10) La esperanza viva de los creyentes que se basa en su nuevo nacimiento les debería conducir a llevar un estilo de vida de santidad. Aquellos que fueron escogidos para el nuevo nacimiento también son llamados a ser santos. Pedro exhortó a los creyentes a prepararse para aceptar el reto de obediencia al adoptar una nueva forma de pensar. El precio que se pagó por la redención de los creyentes demanda reverencia y obediencia. Ésta involucra purificarse uno mismo y practicar la vida santa, mientras ofrece sacrificios espirituales como sacerdote real. 1 Pedro 1:15–16 no habla de requisitos legales, sino que es un recordatorio de la responsabilidad que tiene el creyente en cuanto a su vida interna y a su andar cristiano. A pesar de que la santidad absoluta nunca puede lograrse en esta vida, todas sus áreas deberían estar en el proceso de llegar a ser conformadas a la voluntad perfecta y santa de Dios. La cita del v. 16 era familiar para todos los que conocían el A. T. (Lv. 11:44–45; 19:2; 20:7).
  • 21. 2. EL PRECIO (1:17–21) El alto costo de la salvación—la sangre preciosa del Hijo amado—demanda que los creyentes vivan en temor reverente ante Dios. El vivir santo es motivado por una fe que teme a Dios y que no toma con ligereza lo que fue comprado a un precio tan alto. 1:17–19. Los hijos obedientes conocen la naturaleza santa y el carácter justo de aquel que sin acepción de personas juzga. Su derecho a llamar a Dios Padre, los hace obedecerle con temor reverente. De manera que deben vivir de acuerdo con sus estándares absolutos, como extranjeros (cf. “extranjeros” en 2:11) ante la ética cambiante y situacional del mundo. El “temor reverente” se manifiesta por tener de una conciencia sensible, estar vigilantes contra la tentación y evitar las cosas que desagradan a Dios. Los hijos de obediencia también deberían ser extranjeros ante la vana manera de vivir (cf. v.14), la cual recibieron de sus antecesores, porque fueron rescatados (elytrōthēte, de lytroō, “pagar un rescate”) con la sangre preciosa (cf. 2:4, 6–7) de Cristo (cf. 1:2). Esa redención es una compra hecha en el mercado del pecado, un rescate pagado no con oro ni plata, los cuales perecen (cf. v. 7), sino con la invaluable sangre de un cordero perfecto, parecido a los corderos que se presentaban en los sacrificios y que debían ser sin mancha y sin contaminación. Cristo fue sin pecado y tenía las cualidades únicas para ser “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29; He. 9:14).
  • 22. 1:20–21. El pago por el pecado fue planeado desde antes de la fundación del mundo y manifestado a favor de las personas por medio de la encarnación de Jesucristo. (La era actual es los postreros tiempos [v. 20], mientras que la era que está por venir es “el tiempo postrero” [v. 5].) Es a través de Cristo, a quien el Padre resucitó (cf. v. 3) y le ha dado gloria en su ascensión (Jn. 17:5; He. 1:3), que las personas pueden llegar a conocer y a confiar en Dios. Como resultado del plan divino eterno y el invaluable pago por el pecado, la fe y la esperanza pueden ponerse en él.
  • 23. 3. LA PURIFICACIÓN (1:22–2:3) La respuesta de la vida santa que debe resultar del nuevo nacimiento se aplica a tres áreas. La obediencia a la verdad purifica y produce (a) un amor sincero hacia los hermanos (1:22–25), (b) arrepentimiento del pecado (2:1) y (c) un deseo de crecimiento espiritual (2:2). 1:22. La vida santa demanda pureza. Un resultado positivo de la obediencia a la verdad es una vida purificada (cf. v. 2b). “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” (Sal. 119:9). Así como las pruebas refinan la fe, así también la obediencia a la palabra de Dios refina el carácter. Aquél que se ha purificado a sí mismo viviendo de acuerdo con la palabra de Dios ha descubierto el gozo de la obediencia. Una vida pura debe evidenciarse también en una nueva relación con los demás hijos de Dios. Una vida purificada le permite a uno amar con sinceridad a aquellos que comparten la misma fe.
  • 24. El amor fraternal no fingido (anypokriton) podría trad. también “sin hipocresía”. Todos los malos pensamientos y sentimientos acerca de los hermanos y hermanas en Cristo deben quitarse, porque los seguidores de Cristo deben amarse unos a otros entrañablemente, de corazón puro. Esa clase de amor (agapēsate, de agapē) puede venir solamente de un corazón transformado, cuyos motivos son puros, y de alguien que busca dar más de lo que recibe. El amor no debe expresarse en forma superficial, sino “entrañablemente” (ektenōs, “con toda intensidad” o “de una manera completa, con un esfuerzo intenso”, cf. ektenē en 1 P. 4:8). 1:23–25. Nuevamente, Pedro recordó a sus lectores que ellos ya habían experimentado el nuevo nacimiento (cf. v. 3): Siendo renacidos. Ese suceso sobrenatural hizo posible que obedecieran a la verdad, se purificaran a sí mismos, y amaran a los hermanos. Ese cambio en sus vidas no podía frustrarse, porque se llevó a cabo a través de la palabra de Dios, la cual es incorruptible
  • 25. 2:1. A continuación Pedro indica que el arrepentimiento es necesario cuando dice: Desechando pues, y hace una lista de cinco pecados de actitud y de palabra que de presentarse, alejarían a los cristianos unos de otros. Malicia (kakian) es voluntad mala y perversa; engaño (dolon) es deshonestidad deliberada; hipocresía (jypokriseis) es el amor y la piedad fingidos; envidias (fthonous), el descontento que provoca resentimiento y detracciones (katalalias), calumnias. Ninguna de éstas deben tener lugar en aquellos que han nacido de nuevo. En contraste, en obediencia a la palabra, los creyentes deben romper decisivamente con el pasado. 2:2. Pedro quería que sus lectores estuvieran tan prestos a nutrirse con la palabra como los bebés con la leche. Después de que los creyentes se despojan de los deseos y motivos impuros (v.1), necesitan alimentarse con comida espiritual nutritiva que produzca crecimiento. (No adulterada [adolon] contrasta deliberadamente con “engaño” [dolon] del v. 1. La palabra de Dios no engaña; ni tampoco deben hacerlo los hijos de Dios. Los cristianos deben acercarse a la palabra con corazones y mentes limpios (v.1), con una anhelante expectación, con deseo de crecer espiritualmente.
  • 26. 2:3. Citando Salmos 34:8, Pedro continúa con la analogía de la leche que se usa en 1 Pedro 2:2, y compara el conocimiento actual que ellos tenían de Cristo, con la experiencia de saborear el alimento. Habían probado una muestra, habiendo experimentado la gracia de Dios en su nuevo nacimiento y constatado la benignidad del Señor. 4.LA PRÁCTICA (2:4–10) Pedro usó una nueva metáfora para exhortarlos a llevar una vida santa. Sus lectores, habiéndose purificado a sí mismos, estaban ahora listos para la práctica o ministerio de la santidad. No siendo ya bebés, debían crecer juntos para ofrecer sacrificios espirituales, como “real sacerdocio”.
  • 27. 2:4. Acercándoos a él no se refiere a la respuesta inicial de un pecador que viene a Cristo para obtener la salvación. Es una asociación íntima de comunión y compañerismo entre los creyentes y su Señor. El primer paso al practicar la santidad es la comunión con Jesucristo, piedra viva. Pedro desarrolla y explica la metáfora de la piedra en los siguientes vv. En este lugar dice que esa piedra está viva. Tiene vida en sí misma, y da vida a otros. Por lo tanto, las personas pueden tener relaciones personales y vitales con esa “piedra viva”. Aunque Cristo fue desechado por los hombres …, Dios lo escogió y lo consideró precioso 2:5. Los creyentes se identifican con Cristo, porque él es la piedra viva, y ellos son como piedras vivas. Y en tanto que llegan a parecerse más a él, conformándose más a su imagen, están siendo edificados como casa espiritual. Jesús le dijo a Pedro: “sobre esta roca edificaré mi iglesia” (Mt. 16:18). Ahora Pedro (1 P. 2:4–5) identifica claramente a Cristo con la roca sobre la cual su iglesia está siendo edificada. Pablo llamó a la iglesia “templo” (1 Co. 3:16; Ef. 2:21) y “morada” (Ef. 2:22). Los creyentes no sólo constituyen la iglesia, sino que sirven en ella ministrando como un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales. Todos los creyentes son sacerdotes (cf. 1 P. 2:9; He. 4:16; Ap. 1:6), y no necesitan ningún otro mediador que Jesucristo para acercarse directamente a Dios. Tal servicio sacerdotal requiere santidad (1 P. 1:16, 22).
  • 28. 2:6. En los vv. 6–8 Pedro recurrió al apoyo del A.T. relacionando la piedra con tres pasajes. Su primera fuente es Isaías 28:16 donde Cristo es la principal piedra del ángulo escogida y preciosa (cf. “preciosa” en 1 P. 1:19; 2:4, 7). La piedra del ángulo es el apoyo visible sobre el cual descansa el resto del edificio y de la cual obtiene fuerza y estabilidad. Los creyentes confían en Cristo así como un edificio descansa sobre su piedra angular. Además, el que creyere en él, no será avergonzado. La negación doble en gr. ou mē que se usa aquí en el modo subjuntivo indica una afirmación enfática negativa que se refiere al futuro: ciertamente nunca serán avergonzados. Así, Pedro animó a sus lectores con una promesa escritural que asegura la victoria final para aquellos que confían en Cristo.
  • 29. 2:7–8. Estos vv. presentan un agudo contraste entre los que creen y los que no. Cristo es “precioso”, lo más valioso, para aquéllos que creen. Pero para los que desecharon a Cristo, la piedra (es la segunda cita que Pedro hace de Sal. 118:22) es de tropiezo, debido a su desobediencia. Esto sucedió a los principales sacerdotes y fariseos, a los que Jesús se refirió cuando citó Salmos 118:22 (Mt. 21:42; cf. 21:43– 46). La tercera cita de Pedro proviene de Isaías 8:14. El rechazo de Jesucristo es fatal y está relacionado con la desobediencia a la palabra (1 P. 2:8b). Recientemente, algunos académicos modernos notaron que Pedro había sido considerado por los líderes religiosos judíos como “sin letras y del vulgo” (Hch. 4:13). El excelente estilo literario y el sofisticado vocabulario de 1 Pedro parecen indicar que su autor debió haber sido un experto en el uso del idioma gr. Aquellos que niegan que Pedro es el autor, dicen que una pieza artística de literatura griega de tal calidad, no pudo haber procedido de ninguna manera de la pluma de un pescador galileo.
  • 30. 2:9–10. Pedro cierra esta porción de su carta de ánimo con una conmovedora exhortación para que sus lectores practicaran la santidad. Les recordó que, en contraste con los desobedientes que están destinados a la destrucción, ellos eran linaje escogido (eklekton; cf. “elegidos”, eklektois, 1:1). De nuevo, Pedro alude al A.T., específicamente a Isaías 43:20. “Linaje escogido”, título que se aplicaba exclusivamente a Israel, se aplica ahora tanto a los creyentes judíos como a los gentiles. La responsabilidad que una vez se le confió exclusivamente a la nación de Israel, se le ha dado, durante esta era de gracia, a la iglesia. En Sinaí, Dios ordenó a Moisés que dijera al pueblo: “vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa” (Éx. 19:6). Ahora, los creyentes de la era de la iglesia se llaman real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios. Pedro llamó a los cristianos “sacerdocio santo” (1 P. 2:5) y “real sacerdocio” (2:9, cf. Ap. 1:6). Las palabras “adquirido por Dios” (eis peripoiēsin, que significa lit. “para obtener o preservar”, se usa también en He. 10:39, donde la NVI95 dice “para preservación”). Los cristianos son un pueblo especial debido a que Dios los ha preservado para sí mismo.
  • 31. Mientras que estas descripciones de la iglesia son similares a las que se usaban para Israel en el A.T., esto de ninguna manera indica que la iglesia suplanta a Israel, y que obtendrá las bendiciones nacionales prometidas al pueblo escogido (que se van a cumplir en el milenio). Pedro únicamente utiliza términos similares para comunicar verdades afines. Así como Israel era “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios”, también los creyentes de hoy son escogidos, sacerdotes, santos, y pertenecen a Dios. La similitud no significa absoluta identificación. El propósito de Dios al escoger a los creyentes para sí mismo es que anuncien las virtudes de él ante otros. Las “virtudes” podría también trad. “cualidades eminentes” o “excelencias” (aretos, se usa sólo cuatro veces en el N.T.: Fil. 4:8; 1 P. 2:9; 2 P. 1:3, 5). Los creyentes-sacerdotes deben vivir de tal forma que las cualidades del Padre celestial sean evidentes en sus vidas. Deben servir como testigos de la gloria y gracia de Dios, quien los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Pedro (1 P. 2:10) explicó esta figura con una cita de Oseas 2:23. “Tinieblas” se refiere al tiempo en que sus lectores eran paganos, ignorantes de la provisión de Dios en la salvación (cf. Col. 1:13), cuando no eran pueblo, cuando no habían alcanzado misericordia. Su “luz admirable” ahora ilumina al pueblo de Dios porque ha alcanzado misericordia. La práctica de la santidad, en la cual el pueblo de Dios sirve como sacerdocio real y santo, ofreciendo sacrificios espirituales y exaltando sus excelencias, es la respuesta apropiada a la misericordia divina (cf. 1 P. 1:3) que han recibido.
  • 32. III. Desafiados a una nueva conducta (2:11–3:7) ¿Cómo pueden los cristianos, como pueblo adquirido por Dios, anunciar sus virtudes ante otros? En esta sección, Pedro contesta la pregunta sugiriendo formas específicas en que los cristianos pueden comportarse de manera diferente ante el mundo, ya sea como ciudadanos, esclavos, esposas o esposos. Aún en las situaciones familiares, su conducta debe ser diferente. A.Nueva conducta ante el mundo (2:11–25) El mundo que Pedro tenía en mente es el de las personas que sus lectores enfrentaban diariamente como testigos, conciudadanos y esclavos. Pedro desafió a los cristianos a permanecer firmes contra el pecado, a someterse a la autoridad legítima, y a soportar con paciencia a los amos difíciles. Esta clase de conducta ganaría a otros para la fe, silenciaría las lenguas de las personas insensatas, y traería aprobación de parte de Dios.
  • 33. 1. CONDUCTA CRISTIANA COMO TESTIGOS (2:11–12) 2:11. Pedro se dirigió a sus lectores llamándoles cálidamente amados (agapētoi). Aquellos que son amados por Dios se les exhorta a vivir como extranjeros (paroikous, “los que viven en un lugar que no es su hogar” y se usa de manera figurada acerca de los cristianos, cuyo hogar real está en el cielo) y peregrinos Así como sus prioridades y creencias cristianas son rechazadas por el mundo, así también deben vivir apartados de la inmoralidad y de los deseos carnales que los rodean. Abstengáis (apej̱esthai) es lit. “contenerse continuamente de”. Los cristianos deben resistir la atracción hacia el pecado de esos deseos mundanos que batallan contra (cf. Stg. 4:1) sus vidas espirituales. En esa batalla espiritual real, una estrategia diabólica es atacar a los creyentes en sus puntos más débiles.
  • 34. 2:12. Los creyentes deben abstenerse de los deseos pecaminosos no sólo por causa de su bienestar espiritual, sino también para mantener un testimonio efectivo ante los incrédulos. A la exhortación negativa del v. 11, le sigue una instrucción positiva. Un estilo de vida cristiano piadoso es un medio poderoso para convencer al mundo de su pecado (Mt. 5:16). Pedro utilizó la palabra buena (kalos) dos veces en este v. para definir, tanto las vidas de los cristianos, como sus buenas obras. Una “buena” vida está compuesta de buenas obras (cf. Mt. 5:16; Ef. 2:10; Tit. 3:8; Stg. 2:18). Ante los ojos críticos de las personas calumniadoras y de sus falsas acusaciones, las “buenas obras” de los creyentes pueden glorificar a Dios (cf. Mt. 5:16; Ro. 15:6; 1 Co. 6:20) y ganar a otros para la fe.
  • 35. 2. CONDUCTA CRISTIANA COMO CIUDADANOS (2:13–17) 2:13–15. Los cristianos son responsables de obedecer la ley (Ro. 13:1–7; Tit. 3:1–2). Pedro exhortó a sus lectores a vivir conforme a las leyes gubernamentales, a someterse a toda institución humana La motivación para la obediencia no es evitar el castigo, sino por causa del Señor. Para honrar a Dios, quien ordenó el gobierno humano, los cristianos deben observar cuidadosamente las leyes hechas por el hombre, mientras que esas leyes no entren en conflicto con la clara enseñanza de la Escritura (cf. Hch. 4:19). El propósito general de la autoridad legal es para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Evidentemente, los cristianos estaban siendo calumniados y acusados falsamente de maldad, ya que Pedro enfatizó que es la voluntad de Dios (thelēma, término que expresa el resultado del propósito o deseo de uno; cf. “voluntad de Dios” en 1 P. 3:17; 4:2, 19) que por medio de una conducta excelente hicieran callar (fimoun, lit., “poner bozal”) a la ignorancia de los hombres insensatos.
  • 36. 2:16. La sumisión a la autoridad legal no niega la libertad del cristiano (Gá. 5:1, 18). Las leyes civiles deben obedecerse libremente, no por temor, sino porque esa es la voluntad de Dios. La libertad cristiana está siempre condicionada por la responsabilidad (cf. Gá. 5:13) y no debe utilizarse nunca como pretexto (epikalymma, lit., “velo”) para hacer lo malo. Los cristianos disfrutan verdadera libertad cuando obedecen a Dios y viven como siervos (douloi, lit.,“esclavos”, cf. Ro. 6:22) de Dios. Aunque los creyentes vivían como libres, también debían vivir como esclavos de Dios. 2:17. Esta sección concluye con un resumen de cuatro puntos acerca de la ciudadanía cristiana. Primero, los cristianos deben honrar (timēsate, “valorar, estimar”; cf. timēn, “respeto, honor”, en 3:7) a todos (cf. Ro. 12:10; 13:7). 1. Los creyentes deben estar conscientes del hecho de que cada ser humano ha sido creado de manera única a la imagen de Dios. 2. Deben amar a los hermanos, sus hermanos y hermanas en Cristo. Los miembros de la familia de Dios deben amarse los unos a los otros. 3. Los cristianos deben temer a Dios. Uno nunca respeta verdaderamente a las personas hasta que tiene reverencia por Dios. 4. Los creyentes deben honrar al rey. “Honrar” viene de timaō, el vb. que se usa al comienzo de este v. El respeto u “honor” que se debe a todos, debe darse especialmente a aquellos a quienes Dios ha puesto en autoridad (cf. “el rey” en 1 P. 2:13 y “gobernadores” en v. 14; cf. Ro. 13:1).
  • 37. 3. CONDUCTA CRISTIANA COMO ESCLAVOS (2:18–25) La instrucción de Pedro para los esclavos incluye dos razones por las cuales deben soportar pacientemente las injusticias. Primero, porque esto merece aprobación delante de Dios, y segundo, porque sigue fielmente el ejemplo de Jesucristo. 2:18. La palabra gr. que se trad. criados aquí no es douloi, el término común que se daba a los esclavos (cf. v. 16), sino oiketai, que se refiere a los sirvientes domésticos o del hogar (cf. Lc. 16:13; Ro. 14:4). La palabra que se trad. estad sujetos (jypotassomenoi) es un part. nominativo que continúa la idea de sumisión que se expresó en 1 Pedro 2:13 a través del imper. aoristo jypotagēte. Esta palabra de exhortación era relevante para un gran número de los primeros lectores de Pedro, porque los siervos y esclavos constituían un alto porcentaje de la iglesia primitiva, y el castigo y sufrimiento inmerecidos eran comunes para ellos. Ciertamente, habían algunos amos buenos y afables. De seguro los amos cristianos debían encontrarse en esa categoría. Sin embargo, Pedro desafió a los esclavos cristianos a mostrar una nueva conducta que requería que se sometieran y respetaran aun a los difíciles de soportar. “Difíciles de soportar” viene del gr. skolios (lit., “curveado”, “doblado”, o “no recto”). El término médico “escoliosis”, que se refiere a la curvatura anormal de la columna vertebral, viene de esa palabra.
  • 38. 2:19–20. Pedro expresó un principio aquí que puede aplicarse a cualquier situación donde se presenta el sufrimiento injusto. La motivación que merece aprobación (lit., “porque esta es gracia”) para soportar padeciendo injustamente, es que el creyente conscientemente se dé cuenta de la presencia de Dios. No se le atribuye ninguna gloria por soportar el castigo cuando se está pecando. Más bien es la sumisión respetuosa ante el sufrimiento inmerecido la que encuentra favor con Dios, porque tal conducta demuestra su gracia. 2:21–22. Pedro apoyó poderosamente su exhortación a los esclavos, al citar el ejemplo de Cristo, que soportó el sufrimiento injusto. La frase inicial de este v. pues para esto fuisteis llamados se refiere al padecimiento por hacer el bien. Los cristianos somos llamados (eklēthēte, 1:15; 2:9) a seguir a Cristo y a imitar su carácter y conducta, porque él padeció por ellos. (cf. 2 Co. 5:21; He. 4:15; 1 Jn. 3:5). Él fue completamente inocente, tanto en hecho como en palabra. Además, ni se halló engaño (dolos;, cf. 1 P. 2:1) en su boca.
  • 39. 2:23–25. Cristo fue el ejemplo perfecto de sumisión paciente ante el sufrimiento injusto. No respondía …, no amenazaba (cf. Ro. 12:19–20). Humanamente hablando, la provocación que recibió para responder incorrectamente durante su arresto, juicio y crucifixión fue muy grande. Sin embargo, él sufrió en silencio, encomendándose a Dios. Pedro explicó (1 P. 2:24) la razón por la que Aquél que pudo haber destruido a sus enemigos con una sola palabra, pacientemente soportó el dolor y la humillación de la cruz. Dios estaba juzgando justamente nuestros pecados, los cuales llevó (cf. 2 Co. 5:21) su Hijo. Su muerte hace posible que los creyentes estén libres, tanto del castigo, como del poder del pecado, y que vivan para él: para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia (cf. Ro. 6:2, 13). Cristo sufrió para que fuera posible que los cristianos siguieramos su ejemplo, tanto en el sufrimiento, como en una vida recta. Cristo no sólo puso el ejemplo y provee salvación, sino que también da guía y protección a quienes se habían alejado (como ovejas descarriadas) de él, pero que después “se volvieron” al Pastor y Obispo (episkopon) de sus almas. “Pastor” y “obispo” enfatizan la guianza y manejo sin igual que Cristo da a los que se encomiendan a su cuidado (cf. Ez. 34:11–16).
  • 40. B.Nueva conducta en la familia (3:1–7) Pedro extendió los principios de respeto y sumisión a la autoridad, yendo del comportamiento cristiano que se tiene ante el mundo hasta la conducta dentro de la familia. Aquí desafía a sus lectores a mostrar una nueva actitud como esposas sumisas y esposos considerados. 1. CONDUCTA CRISTIANA COMO ESPOSAS (3:1–6) 3:1–4. Este mandato es para que las mujeres se sujeten a sus propios maridos (cf. Ef. 5:22; Col. 3:18). El mandamiento no requiere que las mujeres estén subordinadas a los hombres en general, sino a sus maridos, para cumplir con la función de orden dentro del hogar. Una esposa debe aceptar su lugar en la familia bajo el liderazgo de su esposo, a quien Dios ha puesto como cabeza del hogar. Las esposas deben ser sumisas aun si sus maridos son incrédulos, de tal manera que esos hombres puedan llegar a la salvación por la conducta de sus esposas. La poderosa pureza de la vida de una mujer de Dios puede ablandar sin expresar una sola palabra, aun el corazón masculino más empedernido Una mujer que gana esta clase de victoria tiene un atractivo encanto que viene, no del atavío … externo, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible (cf. 1 Ti. 2:9–11). Este adorno del espíritu es de grande estima delante de Dios. Mientras que el mundo valora la ropa costosa y las joyas de oro, una mujer con espíritu afable y apacible es preciosa delante de Dios. Pedro no dijo que las mujeres no deberían usar joyas ni ropa elegante, sino que las esposas cristianas no debían pensar en el atuendo externo como fuente de genuina belleza.
  • 41. 3:5–6. Los ejemplos de santas mujeres del A.T. apoyan la exhortación de Pedro. La pureza de vida (v. 2) y un espíritu sumiso (v. 5), han sido siempre la fuente de belleza y atractivo perdurable de la mujer de Dios. Sara fue escogida como un ejemplo específico de una mujer que estaba sujeta a su marido. Ella obedecía a Abraham, llamándole señor. Es decir, lo reconocía como líder y cabeza de su hogar (Gn. 18:12). Como otras mujeres santas del pasado, Sara puso su esperanza en Dios. Esta clase de conducta da a las mujeres la herencia espiritual de Sara: Vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza (ptoēsin, “terror” se usa sólo aquí en el N.T.). Las esposas que están temerosas (quizá por desobedecer a sus maridos) no están poniendo toda su confianza en Dios.
  • 42. 2. CONDUCTA CRISTIANA COMO ESPOSOS (3:7) Pedro exhortó a los esposos cristianos a dar dos regalos de amor: comprensión y respeto. 3:7. Las palabras (kata gnōsin) trad. sabiamente (más lit., “de acuerdo al conocimiento” o “con entendimiento”) subrayan el hecho de que los esposos deben comprender y ser considerados con las necesidades espirituales, emocionales y físicas de sus esposas. Pablo también explicó la responsabilidad del esposo de proteger y cuidar a su mujer, “como también Cristo hizo con la iglesia” (Ef. 5:28–30). Asimismo, los maridos deben tratar a sus esposas dando honor … como a vaso más frágil. “Más frágil” (asthenesterō) porque las mujeres son coherederas de la gracia de la vida con sus esposos. Pedro añadió que los maridos que no tratan a sus esposas con consideración y respeto (timēn, “honor”; cf. 2:17) no pueden esperar que sus oraciones sean contestadas.
  • 43. IV. Alertados para una nueva persecución (3:8–4:19) En los primeros dos caps., Pedro se refirió a “diversas pruebas” (1:6), acusaciones de “malhechores” (2:12), “la ignorancia de los hombres insensatos” (2:15), y “sufre molestias padeciendo injustamente” (2:19). Todas esas persecuciones parecen haber resultado de las reacciones naturales de una sociedad pagana contra los cristianos que fielmente obedecían a Jesucristo. Después, Pedro advirtió que se acercaba un tiempo de persecución y sufrimiento más severo. Alertó a los cristianos a mantener la conciencia limpia cuando enfrentaran la injusticia y que soportaran con valor el sufrimiento inevitable, como Cristo lo hizo.
  • 44. A.Venciendo la injusticia (3:8–22) Pedro utilizó tanto a Cristo como a Noé para ilustrar el principio de que en tiempos de persecución creciente, la respuesta correcta a la injusticia produce bendición. 1. CONDUCTA COMPASIVA (3:8–12) 3:8–12. Ahora Pedro se dirige a todos sus lectores y da principios prácticos para vivir pacíficamente en una cultura pagana hostil. Primera Pedro 3:8–9 es la exposición que el apóstol hace de Salmos 34:12–16, la que después citó (1 P. 3:10–12). Pedro elaboró sus pensamientos alrededor de las tres exhortaciones del salmo. El que quiere amar la vida debe primero refrenar su lengua de mal (3:10). El v. 8 es una lista de características cristianas que alejan la lengua del mal. De un mismo sentir (jomofrones) podría trad. “de una mente similar”. A los cristianos se nos exhorta a ser compasivos (sympatheis), a amarse fraternalmente (filadelfoi), a ser misericordiosos (eusplanj̱noi, cf. splanj̱na en Fil. 2:2; Flm. 7, 20), y a ser amigables (tapeinofrones, “humilde” [NVI95]; “espíritu humilde” [BLA]).
  • 45. La segunda exhortación, tomada de Salmos 34:14, está bosquejada en 1 Pedro 3:9, no devolviendo mal por mal (cf. Ro. 12:17). El apartarse del mal (1 P. 3:11) requiere que no haya represalias por el maltrato. Jesús enseñó esta misma ley del amor: “A cualquiera que te hiere en la mejilla derecha, vuélvele también la otra” (Mt. 5:39). Tercero, en lugar de devolver el mal, los cristianos debemos buscar la paz (eirenēn; cf. 1 P. 1:2; 5:14) y seguirla (Sal. 34:14). Jesús dijo: “orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mt. 5:44) y Pablo escribió “nos maldicen, y bendecimos” (1 Co. 4:12). Esta es la manera misericordiosa en que los cristianos debemos Como resultado, los creyentes heredamos bendición (1 P. 3:9; cf. 1:4; 3:7), porque los ojos del Señor (v. 12) vigilan a los justos, y sus oídos están atentos a sus oraciones.
  • 46. 2. CONCIENCIA LIMPIA (3:13–22) La persecución ocurrió, a pesar de los deseos de los creyentes de vivir pacíficamente y de su disposición para hacer el bien. Pedro animó a sus lectores con el hecho de que la respuesta correcta al sufrimiento inmerecido resulta en bendición. Ahora presenta el principio en los vv. 13–17, y provee ejemplos en los vv. 18–22. 3:13–14. ¿Y quién es aquél que os podrá hacer daño …?. El contexto de la pregunta de Pedro la hace casi retórica. Aunque el adversario a través del sufrimiento físico o dificultad material, angustiaría a aquéllos que querían (zēlōtai, lit., “zelotes”) seguir el bien, ningún daño real puede venir a los que pertenecen a Cristo. Porque aun si ocurriera el sufrimiento, los cristianos son muy bienaventurados y por lo tanto, no deberían asustarse. La palabra que se trad. “bienaventurados” (makarioi; cf. 4:14) fue usada por Jesús (Mt. 5:3– 11). Ser “bienaventurado” en este contexto no significa “deleitarse”, sino ser “altamente privilegiado”.
  • 47. 3:15. Debemos santificar “a Cristo como Señor” (NVI95, BLA). Los cristianos debemos vencer el temor al santificar (jagiasate, “separar de otros”) a Cristo como nuestro Señor (kyrion). Como resultado, deberíamos estar siempre preparados (jetoimoi, “listos”; cf. 1:5) para presentar defensa (apologian, la “defensa” que un acusado hace ante un juez; cf. Hch. 22:1; 25:16) de su esperanza en Cristo. Tal defensa oral debe ser consistente con la conducta “apartada” de uno. El testimonio del creyente no debe hacerse de manera arrogante, sino con mansedumbre y reverencia. Pedro podía estar aludiendo a la ocasión en que negó a Cristo por causa del temor, usando palabras que no fueron ni mansas, ni reverentes. 3:16. Los cristianos que no se atemorizan a la luz de la persecución, son capaces de testificar respetuosamente de su fe en Cristo. Por tanto, mantienen una buena (agathēn) conciencia (syneidēsin; cf. 2:19; 3:21). Los cristianos que sufren injustamente y que mantienen una buena conciencia, avergüenzan a aquellos que calumnian su buena conducta en Cristo. Una vez más, Pedro animó a sus lectores con el hecho de que la buena conducta es su mejor defensa contra la persecución y el castigo injusto.
  • 48. 3:17. Sin embargo, Pedro subrayó que puede ser la voluntad de Dios para ellos, que padezcan haciendo el bien (cf. 1:6; 2:15; 4:16, 19). Esto, como les dijo antes, “es aprobado delante de Dios” (2:20) y, por tanto, es mejor que el sufrimiento merecido por hacer el mal (cf. 2:14). 1 Pedro 3:17 es un resumen efectivo del contenido de 2:15, 19–20. 3:18. En los vv. 18–22, Pedro ilustra los principios que dio en los vv. 13–17. Una vez más, Cristo proveyó el ejemplo perfecto y sufrió por hacer lo que era correcto (2:14). Su vida impecable provocó los ataques injustos de hombres perversos. Sin embargo, él no temió a los hombres, sino que se encomendó a Dios. Cristo claramente declaró su propósito y se comprometió a seguir un curso de acción. Murió en lugar de la humanidad, manteniendo una conciencia limpia (cf. 2:23). Como resultado, recibió una grandísima bendición y recompensa en su propia resurrección y exaltación.
  • 49. 3:21. El bautismo representa una ruptura total con la vida pasada de uno. Así como el diluvio destruyó al antiguo mundo pecaminoso, así el bautismo retrata la ruptura de alguien con su antigua vida de pecado y su entrada a una nueva vida en Cristo. Pedro nos exhorta a tener valor para comprometerse a seguir un curso de acción al declarar públicamente su fe en Cristo a través del bautismo. El acto público del bautismo los “salvaría” de la tentación de sacrificar sus buenas conciencias con el fin de evitar la persecución. Para un cristiano del primer siglo, el bautismo significaba que continuaba con su compromiso con Cristo, sin importar sus consecuencias. El bautismo es el símbolo de lo que ya ha ocurrido en el corazón y vida de alguien que ha confiado en Cristo como Salvador (cf. Ro. 6:3–5; Gá. 3:27; Col. 2:12). Para dejar perfectamente en claro la fuente de la salvación, Pedro añadió, por la resurrección de Jesucristo (cf. 1 P. 1:3). 3:22. Habiendo presenciado la ascensión física de Jesús (cf. Mr. 16:19; Lc. 24:51; Hch. 1:6–11), Pedro afirma que él ha subido al cielo. La recompensa de la fidelidad de Cristo se ve en su exaltación sobre todas las cosas. Está sentado en el trono a la diestra de Dios (cf. Sal. 110:1; He. 1:13; 8:1; 10:12; 12:2), el asiento de honor supremo, para gobernar y reinar sobre toda la creación (cf. Col. 1:15–16; 2:14–15).
  • 50. B.Soportando el sufrimiento (cap. 4) Este cap. contiene la solucion en que se basa el ánimo que Pedro da para soportar las pruebas. Aquí se encuentra la instrucción práctica basada en el ejemplo del Señor cuando enfrentó el sufrimiento. Con objeto de poder soportar la aflicción, los cristianos debemos armarse con un valor como el de él, ministrarse unos a otros con un servicio como el de Cristo, y comprometerse con Dios con una fe como la de Cristo. 1. ACTITUD COMO LA DE CRISTO (4:1–6) Mantener una conducta apropiada en medio del sufrimiento requiere que los cristianos muestren una actitud como la de Cristo, viviendo en el presente dentro de la voluntad de Dios, sabiendo que vivirán por la eternidad en su presencia.
  • 51. 4:1. Con la frase puesto que, Pedro se refiere a lo que dijo en 3:18 acerca del sufrimiento de Cristo, y aplica a la situación inmediata de sus lectores los principios de soportar con paciencia en medio del sufrimiento injusto. Exhortó a los creyentes a armarse del mismo pensamiento valeroso o actitud, que Cristo tuvo con relación al sufrimiento. La identificación con Cristo y armarse con su actitud, también significa compartir sus sufrimientos y muerte. Cristo padeció en la carne, y el creyente padece en la carne también. El que ha sufrido de esa manera, terminó con el pecado, i.e., que estar identificado con Cristo demuestra (como lo hace el bautismo) la ruptura del creyente con la vida pecaminosa. Cristo murió para que “ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado; porque el que muere queda liberado del pecado” (Ro. 6:6–7; NVI95). 4:2. Como consecuencia, los cristianos que han adoptado la actitud de Cristo, se consideran muertos al pecado. Para no vivir el tiempo que resta de sus vidas en la carne …, sino conforme a la voluntad de Dios (cf. 2:15; 3:17; 4:19).
  • 52. 4:3. Los cristianos fueron exhortados a vivir en el presente dentro de la voluntad de Dios, ya que los viejos hábitos eran cosa del pasado. Usando un lenguaje brusco, Pedro enfatizó que debe haber una ruptura definitiva con lo que agrada a los gentiles que fueron los años perdidos en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías (cf. Gá. 5:19–21). 4:4. Los cristianos deben vivir en el presente para hacer la voluntad de Dios, debido a que sus viejos conocidos son ahora perseguidores. Los hombres que no tienen a Dios se sorprenden genuinamente por las vidas cambiadas de aquellos que alguna vez fueron como ellos. Esto les parece cosa extraña (xenizontai, de xenos, “extranjero”; cf. v. 12). Una vida cambiada provoca la hostilidad de quienes rechazan el evangelio. En consecuencia, ultrajan (blasfēmountes, lit., “blasfeman”) a los creyentes. 4:5. Aquellos que han gastado sus vidas en indulgencia e idolatría algún día darán cuenta (apodōsousin logon, lit., “devolver una palabra o un relato”; cf. Mt. 12:36; Lc. 16:2; Hch. 19:40; He. 13:17). Pedro advirtió que esas personas deben enfrentarse un día a Aquél que está preparado (i.e. deseoso) para juzgar. Nadie escapará de ese juicio final de las palabras y obras de su vida terrenal, cuando Cristo juzgue tanto a los vivos (zōntas) como a los muertos (nekrous; cf. Hch. 10:42; Ro. 14:9; 1 Ts. 4:15; 2 Ti. 4:1).
  • 53. 2. SERVICIO COMO EL DE CRISTO (4:7–11) El ánimo para soportar el sufrimiento no solamente viene de la esperanza futura del creyente, sino también de prestar un servicio como el de Cristo a quienes forman su cuerpo. 4:7. El fin … se acerca (ēngiken; la misma palabra se usa en Stg. 5:8 para referirse a la segunda venida). Después de mencionar a los cristianos que han muerto (1 P. 4:6), Pedro se refiere al inminente regreso de Cristo por su iglesia. La brevedad de tiempo que queda es la motivación para vivir para Jesucristo y servirlo (v. 2). Como resultado, los cristianos deben velar (“mente despejada”; NVI95; sōfronēsate, lit., “sed de mente sana”; cf. Mr. 5:15) y ser sobrios (nēpsate, lit., “sed sobrios”; cf. 1 P. 1:13; 5:8) para que sean capaces de orar (cf. Ef. 6:18). La oración, que tiene una alta prioridad en la persecución, debe ser una comunicación clara, razonable y seria con Dios.
  • 54. 4:8–9. Tened entre vosotros ferviente amor (agapēn … ej̱ontes). “Ferviente” (ektenē, “estirado” o “esforzado”) se usaba para describir los músculos tensos de un atleta que se esforzaba por ganar una carrera (cf. ektenōs en 1:22). El amor no egoísta del cristiano y la preocupación por otros debe practicarse hasta el punto de dar sacrificialmente para bien de ellos. El amor cubrirá (kalyptei, lit., “esconde”) multitud de pecados. Esta clase de amor que se mantiene con esfuerzo, no es ciego, sino que ve y acepta los errores de otros (cf. Pr. 10:12; 1 Co. 13:4–7). El amor cristiano puede mostrarse por medio de ofrecer comida y alojamiento gratis, ofreciendo hospitalidad (filoxenoi, lit., “siendo amigable con los extranjeros”), sin murmuraciones hacia aquellos que están viajando. En época de persecución, la hospitalidad era especialmente bienvenida por los cristianos que se veían forzados a viajar a nuevas regiones. 4:10. Los creyentes deben ser diligentes en usar sus dones espirituales. Cada don (j̱arisma) debe usarse para ministrar (diakonountes, cf. diakonos, “diácono”) o servir a otros. La frase como buenos administradores (jōs kaloi oikonomoi) podría trad. también como “buenos mayordomos”. El “don” (j̱arisma) proviene de la gracia de Dios. Su gracia se manifiesta a la iglesia en tanto que los creyentes ejercitan sus dones espirituales sirviéndose los unos a los otros. Su gracia es multiforme, i.e., “tiene diversas formas” (NVI95), está abigarrada y rica en variedad
  • 55. 4:11. Pedro dividió el servicio cristiano en dos categorías principales: el que habla (lalei), y el que ministra (diakonei, cf. v. 10). Esta división se relaciona con la distinción que los líderes de Dios hicieron entre los diferentes papeles o roles del ministerio (Hch. 6:2–4). Estas dos funciones deben ser por medio de la dependencia y provisión bondadosa de Dios. La razón para confiar en las palabras de Dios (cf. Hch. 7:38; Ro. 3:2; He. 5:12) y el poder (isj̱yos, “divino”), es que Dios reciba la alabanza por medio de Jesucristo. Al mencionar el nombre de Cristo, Pedro llevó una palabra apropiada de alabanza como bendición: a quien pertenecen la gloria y el imperio (kratos, “poder”) por los siglos de los siglos. Amén. (Cf. una bendición similar en 1 P. 5:11.) La alabanza y crédito por el ministerio cristiano siempre deben darse a Cristo.
  • 56. 3. FE COMO LA DE CRISTO (4:12–19) Anticipando las dificultades que los creyentes de Asia Menor estaban a punto de enfrentar, Pedro animó a sus lectores a soportar el sufrimiento con una fe como la de Cristo, de tal manera que se identificaran más con él, recibieran bendición y confiaran en Dios completamente. 4:12. Pedro advirtió a sus lectores acerca del período de persecución más intenso que se avecinaba. De nuevo enfatizó la disposición mental (cf. 1:13; 4:7): No os sorprendáis (xenizesthe, “maravillado”; cf. v. 4) del fuego de prueba que os ha sobrevenido. La BLA trad. esta última frase “del fuego de prueba que en medio de vosotros ha venido para probaros” podría leerse “el incendio que está entre vosotros”. El significado puede ser metafórico como en 1:7, donde el contexto es bastante similar. Sin embargo, podría aplicarse perfectamente a la realidad histórica de la persecución que sufrieron los cristianos bajo Nerón. Los cristianos fueron culpados de quemar Roma y algunos fueron cubiertos con brea y usados como antorchas vivientes para alumbrar los jardines imperiales durante la noche. Pedro pudo haber creído que era probable que los oficiales de las provincias siguieran el ejemplo de su emperador y quemaran a los cristianos de Asia Menor poniéndolos sobre estacas (o tal vez usándolos como antorchas). Tal persecución no debe tomar a los cristianos por sorpresa como si alguna cosa extraña (xenou) les estuviera aconteciendo.
  • 57. 4:13. Sino gozaos por cuanto sois participantes (koinōneite, de koinōneō “compartir”, los sustantivos relacionados son koinōnia, “comunión, compañerismo, relación cercana” y koinōnos, “el que comparte”; cf. 5:1) Sufrir por la causa de Cristo debería causar regocijo debido a que a través del sufrimiento los cristianos se identifican aún más con el Señor. Compartir los padecimientos de Cristo resulta en (a) gozo con él (la palabra con gran alegría se trad. “os alegráis” en 1:6), (b) comunión con él (Fil. 3:10), (c) ser glorificado con él (Ro. 8:17), y (d) reinar con él (2 Ti. 2:12). El N.T. es claro al enseñar que aquellos que toman parte del sufrimiento de Cristo también tendrán parte en su gloria cuando llegue la revelación (apokalypsei, cf. 1 P. 1:7; 5:1). Pedro presentó esta verdad como motivo para tener esperanza futura y regocijarse en el presente mientras se soporta la persecución. 4:14. Nuevamente Pedro se refiere a la enseñanza de Jesús (Mt. 5:11). Si un cristiano era insultado (cf. 1 P. 3:9) por el nombre de Cristo, debería considerarse bienaventurado (makarioi, cf. 3:14). Cualquier cosa que sufrimos por causa de Cristo, es un privilegio, no un castigo. El glorioso Espíritu de Dios (cf. Is. 11:2; Mt. 3:16) se refiere a la presencia del Espíritu Santo que mora en todos aquellos que se identifican con “el nombre de Cristo” y que por lo tanto, sufren persecución (cf. 1 P. 4:16).
  • 58. 4:17–18. Pedro se había referido a la persecución y al sufrimiento como pruebas que refinan y comprueban la fe de uno (1:6– 7) si se reacciona de acuerdo con la voluntad de Dios (3:17). Enseguida añadió que Dios permite las persecuciones como juicio disciplinario para purificar la vida de aquellos que están en la casa de Dios (“la familia de Dios”, NVI95). Si los creyentes necesitan juicios disciplinarios terrenales (si primero comienza por nosotros, es una condición de primera clase que presupone la realidad de la premisa), ¿cuánto más merecerán el juicio eterno aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Pedro citó la trad. de la LXX de Proverbios 11:31, si el justo con dificultad se salva, para enfatizar las demandas disciplinarias de Dios sobre sus hijos. Las vicisitudes de la vida son parte del cuidado constante de Dios; sin embargo, desde el punto de vista humano, la disciplina siempre es “dura”. Pedro no está enseñando que la salvación se obtiene por medio de las pruebas o las obras, simplemente asevera que aquellos que son salvos no están exentos de los castigos disciplinarios temporales que son consecuencia natural del pecado. El escritor de Hebreos también apoya a Pedro: “Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos” (He. 12:7). 4:19. Los creyentes podían estar seguros de que estaban siendo llamados a sufrir según la voluntad de Dios (cf. 2:15; 3:17; 4:2) si, no habiendo cometido delitos, sufrían exclusivamente por llevar el nombre de Cristo. Pedro animó a los santos que sufrían a soportar por medio del ejercicio de la fe como la de Cristo. Así como Cristo se encomendó a su Padre, el que juzga justamente (2:23), así los creyentes debían encomendar (paratithesthōsan, un término contable, “depositar o confiar”) sus almas (psyj̱as autōn) al fiel Creador, y seguir haciendo el bien (cf. 2:15, 20).
  • 59. V. Comisionados con una nueva responsabilidad (5:1–11) En el último cap., Pedro enfatiza las nuevas responsabilidades de los creyentes dentro de la iglesia a la luz de los tiempos difíciles. Exhorta a los ancianos a pastorear a las personas; a los hombres jóvenes, a someterse a los ancianos; y a todos, a permanecer firmes en la fe. A.Los ancianos deben pastorear (5:1–4) El encargo de Pedro a los ancianos fue dado con tres pares de exhortaciones tanto positivas como negativas. Las exhortaciones reflejan Ezequiel (34:1–16), donde los falsos pastores se comparan con el verdadero Pastor. 5:1. Al dirigirse a los ancianos (presbyterous, cf. Hch. 11:30; 20:17), Pedro también utiliza una palabra que lo identifica como quien tenía el mismo oficio (sympresbyteros, “copresbítero”). Como anciano, el apóstol hablaba por experiencia propia. Sin embargo, la autoridad de Pedro venía del hecho de ser apóstol (1 P. 1:1) y testigo (martys; cf. Hch. 3:15; 10:39) de los padecimientos de Cristo. Pedro también se refirió a sí mismo como participante (koinōnos, cf.1 P. 4:13) de la gloria que será revelada. Pedro acababa de explicar que aquellos que comparten los sufrimientos de Cristo también compartirán su gloria (4:13). El autor se identificó aún más con sus lectores al referirse a su propio sufrimiento por causa de Cristo (Hch. 5:40).
  • 60. 5:2. El mandamiento apacentad también le fue dado a Pedro por Jesús (Jn. 21:16). La palabra poimanate significa “pastorear”, que además de alimentar, incluye cuidar, dirigir, guiar, y proteger—todos los deberes y responsabilidades que un pastor tiene para su rebaño. Relacionado con el participio gr. cuidando de ella (episkopountes) está el sustantivo “obispo” (episkopos, se usa otras cinco veces: Fil. 1:1; 1 Ti. 3:1–2; Tit. 1:7; 1 P. 2:25). “Obispo” parece ser un término que se intercambiaba con “anciano” y denota la idea de un guardián tanto físico como espiritual. Pedro, usando varias exhortaciones contrastantes, presentó tanto la motivación, como la manera de realizar el ministerio. La motivación de un anciano debe ser un deseo interno, no un sentido de obligación externa: no por fuerza, sino voluntariamente. Las presiones sociales o económicas no deben sustituirs por la motivación pura de hacer la voluntad de Dios y serv libremente y con buena disposición: no por ganancia deshonesta (“por ambición de dinero”, NVI95), sino con ánimo pronto (cf. 1 Ti. 3:8; Tit. 1:7, 11). Los pastores que sirven por motivaciones falsas sólo se cuidan a sí mismos y devoran al rebaño (Ez. 34:2–3).
  • 61. 5:3. La palabra que se trad. teniendo señorío (katakyrieuontes) incluye la idea de dominación, como en el mandato de una persona fuerte sobre alguien que es débil (cf. Mt. 20:25; Mr. 10:42; Hch. 19:16). Ezequiel acusó a los falsos pastores diciendo: “Os habéis enseñoreado de ellas [las ovejas] con dureza y con violencia. Y andan errantes por falta de pastor” (Ez. 34:4–5). Pedro exhortó a los ancianos a ser ejemplos (typoi, “tipos o patrones”) y a que fueran un modelo que las personas pudieran seguir. No debían arrear al pueblo de Dios, sino conducirlos, modelando el carácter cristiano maduro. 5:4. Cristo, el príncipe de los pastores (arj̱ipoimenos) es “el pastor verdadero” (Ez. 34:11–16), “el buen pastor” (Jn. 10:11, 14) y “el gran pastor” (He. 13:20). Cuando Cristo regrese, los pastores fieles compartirán su gloria (1 P. 5:1) y recibirán coronas inmarcesibles (cf. 1:4).
  • 62. B.Los jóvenes deben someterse (5:5–7) Aquí, Pedro cambió su atención de los pastores hacia las ovejas. Los buenos líderes merecen buenos seguidores. Aquellos que son guiados son responsables de estar en sujeción a Dios y a los hombres . 5:5. Jóvenes, estad sujetos (jypotagēte; cf. 3:1) a los ancianos. Los líderes de la iglesia generalmente eran los miembros más viejos. Los miembros más jóvenes debían ponerse voluntariamente bajo la autoridad de aquellos a quienes se había encomendado la responsabilidad del liderazgo. Pedro exhorta tanto a los jóvenes como a los viejos a revestirse (enkombōsasthe, “vestir o atar sobre uno mismo”; una enkombōma era el delantal de un esclavo) de humildad. La verdadera humildad es un vestido atractivo (cf. 3:8). Pedro pudo haberse referido a la ocasión en que Cristo se ciñó con una toalla y enseñó a los discípulos que la humildad es requisito para el servicio, y que el servicio es la práctica de la humildad (Jn. 13:4–15). 5:6–7. Conocer la actitud de Dios debería hacer que los cristianos no sólo estuviesen sujetos a otros, sino que también se sujetaran deliberadamente al gobierno soberano de Dios. El mandamiento humillaos (tapeinōthēte) podría trad. “permítanse ser humillados”. Los que estaban sufriendo persecución por causa de Cristo podían animarse por el hecho de que la misma poderosa mano que les estaba permitiendo sufrir, algún día los exaltaría (jypsōsē; cf. Stg. 4:10). Enseguida, Pedro se refirió a las palabras de ánimo clásicas dadas por Cristo en el sermón del monte (Mt. 6:25–32), mientras que citaba Salmos 55:22: “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará”. Todas las ansiedades del creyente pueden echarse sobre él. Cristo sostiene, porque … tiene cuidado de vosotros. La confianza del cristiano descansa en el hecho de que el Señor está genuinamente preocupado por su bienestar.
  • 63. C.Todos deben permanecer firmes (5:8–11) Aunque los creyentes deben poner su confianza en Dios, no deben ser descuidados. Los que pasan por conflicto deben estar alertas, fortalecidos y afirmados por Cristo mismo. 5:8. Sed sobrios (nēpsate; cf. 1:13; 4:7), y velad (grēgorēsate; cf. 1 Ts. 5:6, 10). Los creyentes deben estar constantemente alertas, porque el adversario (antidikos) el diablo (diabolos, “calumniador”), está activamente buscando siempre una oportunidad para lanzar un fuerte ataque. Este v. también puede ser una alusión velada a los horrores de la persecución que desató Nerón en el coliseo romano, en la cual los leones despedazaban y devoraban a los cristianos. Satanás deseaba hacer la misma cosa espiritualmente, i.e., derrotar el testimonio de los creyentes.
  • 64. 5:9. El diablo puede y debe ser resistido. Resistid (antistēte “estad firmes”) significa “soportar”, que se usa también en Santiago 4:7 (cf. antidikos, “enemigo” en 1 P. 5:8). Es un término de defensa antes que de ataque. Los cristianos pueden permanecer firmes contra Satanás sólo si dependen completamente de Cristo, permaneciendo firmes en la fe (cf. v. 12; Col. 2:5). Pedro también animó a sus lectores recordándoles que no estaban solos en su sufrimiento. El conocimiento de que otros cristianos, vuestros hermanos en todo el mundo, estaban sufriendo, fortalecería su resolución de continuar firmes. 5:10. Pedro había animado a sus lectores a soportar el sufrimiento de tal forma que la gracia de Dios se manifestara en sus vidas. Ahora, usando una palabra final de bendición, los encomienda al Dios de toda gracia (cf. 4:10). La bendición resume brevemente el mensaje de ánimo de Pedro. El sufrimiento de los cristianos durará sólo un poco de tiempo, mientras que su gloria … en Jesucristo, a la cual él les llamó, será eterna (cf. Ro. 8:17–18; 2 Co. 4:16–18). Dios mismo los perfeccionaría, los afirmaría (stērixei; cf. 2 Ts. 2:17), los fortalecería (sthenōsei, que se usa sólo aquí en el N.T.) y establecería (themeliosei, “establecido”; cf. Ef. 3:17; Col. 1:23). 5:11. A él sea la gloria (esta es la última de once veces que Pedro usa “gloria” en esta epístola: 1 P. 1:7, 11, 21, 24; 2:20; 4:11, 13, 14; 5:1, 4, 10, 11) y el imperio (kratos, “poder”) por los siglos de los siglos. Amén. En esta bendición, similar a la de 4:11, Pedro alabó a Cristo, quien tiene todo el poder por todas las edades (cf. Ro. 11:36; 1 Ti. 6:16).
  • 65. VI. Conclusión (5:12–14) 5:12. Como Pablo lo hacía a menudo al final de sus epístolas, Pedro pudo haber escrito estos vv. él mismo. Silas fungía como amanuense de Pedro (por conducto de Silvano … os he escrito brevemente), y probablemente entregó personalmente la carta a las iglesias de Asia Menor que estaban en la ruta predeterminada que se especifica en 1:1. Pedro resumió el propósito de su carta. Escribió para animar a los cristianos a soportar la persecución y a permanecer firmes, de tal manera que la verdadera gracia de Dios (cf. 1:13; 4:10) se evidenciara al mundo incrédulo. Debían “permanecer firmes” en su gracia (cf. 5:9). 5:13. Algunos eruditos sugieren que la … que está en Babilonia (la palabra “iglesia” no se encuentra en muchos mss. gr.) se refiere a la esposa de Pedro (cf. 1 Co. 9:5). Sin embargo, puesto que Pedro estaba escribiendo a iglesias y dijo que ella fue elegida juntamente con vosotros, probablemente “la que” se refiere a la iglesia (como interpreta la RVR60 al sustantivo fem. ekklēsia). De ser así, Pedro estaba enviando saludos desde la iglesia que estaba en “Babilonia” a las iglesias de Asia Menor. De acuerdo con la evidencia histórica, Pedro estuvo en Roma durante los últimos años de su vida. “Babilonia” aquí podría ser una referencia a esa ciudad con el objeto de proteger, de la persecución de Nerón, tanto a la iglesia que estaba en Roma, como a Pedro. (Otros sugieren, sin embargo, que él escribió desde la ciudad literal de Babilonia que se encuentra en el río Éufrates.) la mayoría de intérpretes está de acuerdo en que Juan Marcos, primo de Bernabé, estaba en Roma cuando se escribió 1 Pedro. Esto fortalece el punto de vista de que “Babilonia” se refiere a Roma.
  • 66. 5:14. El número de referencias del N.T. a un ósculo indican que era una señal común de compañerismo y amor cristiano (cf. Ro. 16:16; 1 Co. 16:20; 2 Co. 13:12; 1 Ts. 5:26). Pedro cerró su epístola igual que como la comenzó (1 P. 1:2), animando a los cristianos que estaban en medio de la persecución. Oró para que tuvieran paz (eirēnē), la cual está disponible en abundancia para todos … los que están en Jesucristo, el Príncipe de paz.
  • 67. BIBLIOGRAFÍA Barbieri, Louis A. First and Second Peter. “Primera y Segunda de Pedro”. Everyman’s Bible Commentary. Chicago: Moody Press, 1977. Barclay, William. The Letters of James and Peter. “Las cartas de Santiago y Pedro”. The Daily Study Bible. Rev. ed. Philadelphia: Westminster Press, 1976. Bigg, Charles. A Critical and Exegetical Commentary on the Epistles of St. Peter and St. Jude. “Un Comentario Crítico y Exegético sobre las epístolas de San Pedro y San Judas”. The International Critical Commentary. Edinburgh: T. & T. Clark, 1902. Blum, Edwin A. “1 Peter” In The Expositor’s Bible Commentary. “1 Pedro” en “El Comentario Bíblico del Expositor”, vol. 12. Grand Rapids: Zondervan Publishing Co., 1981. Cranfield, C.E.B. The First Epistle of Peter. “La Primera Epístola de Pedro”. London: S.C.M. Press, 1950. Johnstone, Robert. The First Epistle of Peter: Revised Text, with Introduction and Commentary “La Primera Epístola de Pedro. Texto Revisado con introducción y comentario”. Edinburgh: T.& T. Clark, 1888. Reprint. Minneapolis: James Family Publishers, 1978. Lenski, R.C.H. The Interpretation of the Epistles of St. Peter, St. John and St. Jude. “La Interpretación de las Epístolas de San Pedro, San Juan y San Judas”. Minneapolis: Augsburg Publishing House, 1966. Maclaren, Alexander. Expositions of Holy Scripture “Exposiciones de la Sagrada Escritura”. vol. 16. Reimpresión. Grand Rapids: Baker Book House, 1975. Robertson, A.T. Word Pictures in the New Testament “Imágenes verbales en el Nuevo Testamento”. vol. 6. Nashville: Broadman Press, 1933. Selwyn, E.G. The First Epistle of Peter. “La Primera Epístola de Pedro”. New York: Macmillan Co., 1964. Stibbs, Alan M. The First Epistle General of Peter. “La Primera Epístola Universal de Pedro”. Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1959. Wiersbe, Warren W. Be Hopeful. “Tened Esperanza” Wheaton, Ill.: Scripture Press Publications, Victor Books, 1982. Wuest, Kenneth S. First Peter in the Greek New Testament for the English Reader, “Primera de Pedro en el Nuevo Testamento Griego para el lector en inglés”. Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1942.
  • 70. 2 PEDRO ANALISIS DE 2 PEDRO AUTOR: 1. La epístola específicamente afirma ser obra de Simón Pedro (1:1). 2. El apóstol Pedro habla de si mismo como presente en la transfiguración de Cristo (1:16-18), y advertido por Cristo acerca de su propia muerte (1:14). 3. Esta evidencia nos ayuda a concluir que Pedro fue el autor de esta epístola. 4. El nombre “Pedro” significa “Roca o Piedra”. FECHA DE REDACCION: Probablemente entre el 64 & 70 d.C. Probablemente fue escrita desde Babilonia.
  • 71. 2 PEDRO ACERCA DE LA EPISTOLA: 1. La primera carta de Pedro fue un estimulo para los creyentes que sufrían, pero esta carta es una advertencia a los cristianos que son bombardeados con falsos conocimientos en contraste con la verdad (1:3; 2:1)26 2. 2 de Pedro afirma la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo. También clama contra los males de la herejía y los falsos maestros. 3. Por lo tanto, 2 de Pedro tiene como propósito amonestar contra la apostasía que se avecinaba, en la cual dirigentes de las iglesias, por interés de lucro, permitirán el libertinaje y la maldad en general, apostasía en la cual la Iglesia dejaría de esperar la venida del Señor; y para intimarles que aquella venida pudiera demorarse por el largo tiempo.27 4. El apóstol Pedro hace mucha referencia al conocimiento de Jesucristo, cual conocimiento nos ayudaría a vencer las falsas doctrinas que en ese tiempo se estaban propagando.
  • 72. 2 PEDRO ACERCA DE LA EPISTOLA: “El conflicto del creyente en los días postreros” podría ser un título excelente para esta carta. El apóstol comienza y termina con el tema de la victoria. Pero dentro de la epístola, su enfoque principal es la forma en que debe vivir el cristiano en medio de los problemas y dudas que serán comunes en los últimos tiempos. Después de pintar un cuadro (en 2:1–3:10) repleto de falsos maestros, ángeles caídos, inmoralidad flagrante y burladores volubles, Pedro amonesta a sus lectores a que adopten una “santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios …” (3:11–12). Debemos vivir en forma fiel en medio de los tiempos difíciles—esa es la lección que Pedro quiere comunicar a través de esta dinámica carta.
  • 73. 2 PEDRO FRASES CLAVES: 1. “Nos llamo por su Gloria y excelencia” (1:3) 2. “Nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad” (1:3) 3. “Ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana” (1:21). 4. “Hombres de Dios inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios” (1:21). 5. “Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos” (2:9) 6. “Creced en el conocimiento” (3:18).
  • 74. 2 PEDRO PALABRAS CLAVES: 1. Conocimiento 2. Recordaros, recordar PUNTOS DE INTERES: CRECIMIENTO ESPIRITUAL EN CADA CAPITULO: Capitulo 1: Ingredientes para un crecimiento espiritual (v. 5-11). Capitulo 2: Los que se oponen al crecimiento espiritual – los falsos maestros, la falsa doctrina, actitudes falsas, falsas promesas, y una vida falsa. Capitulo 3: La motivación para un crecimiento espiritual – La venida de Cristo (v. 10-14). Capitulo 3:18: La necesidad de crecer en la gracia y conocimiento de Cristo.
  • 75. 2 PEDRO PARALELO ENTRE 2 DE TIMOTEO Y 2 DE PEDRO: 1. Ambos escritores hicieron referencia al final de su vida (2 Ti. 4:6; 2 P. 1:14). 2. La presencia de falsos maestros (2 Ti. 3:13; 4:3; 2 P. 2:1). 3. La corrupción del mundo penetrándose en la Iglesia (2 Ti. 3:1-7; 2 P. 2:10-22). Apostasía 4. La venida de la apostasía (2 Ti. 4:3-4; 2 P. 2:2, 20-22). 5. La perfección y la finalidad de la Palabra de Dios (2 Ti. 3:16-17; 2 P. 1:3-4).
  • 76. 2 PEDRO LECCIONES PRÁCTICAS: Los cristianos gozan de una fe como la de los apóstoles (1:1). Dios nos ha dado todo lo que pertenece a la vida y a la piedad (1:3). Lo que el cristiano necesita para poder estar fuerte y evitar la ceguera espiritual (1:5-8). La Palabra necesita ser recordada todo el tiempo (1:12, 15; 3:2). La Biblia es inspirada por Dios (1:20-21). Por causa del pecado de muchos la palabra de Dios es blasfemada (2:2). Dios sabe librar de tentación a los piadosos (2:9). La apostasía es algo muy terrible (2:20-22).
  • 77. 2 PEDRO LECCIONES PRÁCTICAS: La tierra no es nuestro hogar permanente (3:9, 1-13). Dios no quiere que nadie perezca sino que procedan a un arrepentimiento (3:9). La paciencia de Dios es para salvación (3:15). La Biblia contiene algunas enseñanzas un poco difíciles de entender (3:16). El cristiano debe de crecer en el conocimiento de las Escrituras (3:18).
  • 78. 2 PEDRO II. Naturaleza del cristiano: la obra de Dios (1:3–11) Pedro desafía a los creyentes a aprovechar completamente el poder de Dios y de su promesa, los cuales hacen posible participar de la naturaleza divina y, por consiguiente, vencer la corrupción producida por los deseos perversos (vv. 3–4). Al tomar como base ese poder prometido, el apóstol reta a los cristianos a que practiquen las características de la naturaleza divina para que puedan experimentar la seguridad de recibir premios imperecederos (vv. 5–11). A.Posesión de la naturaleza divina (1:3–4) 1. PODER DIVINO (1:3) 1:3. El divino poder de Cristo ha provisto todas las cosas que son necesarias para la vida y … la piedad de los creyentes. “Poder” (dynameōs) es una de las palabras favoritas de Pedro (cf. 1 P. 1:5; 3:22; 2 P. 1:16; 2:11). El creyente puede alcanzar todo lo que necesita para la vitalidad espiritual (“vida”) mediante el conocimiento de aquel (Cristo) que nos llamó. Un conocimiento pleno, íntimo (epignōseōs; cf. 1:2) de Cristo, es la fuente de poder y crecimiento espiritual (cf. Fil. 1:9; Col. 1:9–10; 2:2). Cristo nos llamó (cf. 1 P. 1:15) a esta vida piadosa por medio de su propia gloria y excelencia Cristo atrae a las personas esclavizadas por el pecado (cf. 2:19) por medio de su propia excelencia moral y el impacto total de su persona gloriosa.
  • 79. 2 PEDRO 2.PROMESAS DIVINAS (1:4A) 1:4a. Por medio de las cuales (“su gloria y excelencia” [v. 3]), Cristo ha dado a los creyentes preciosas y grandísimas promesas. El vb. gr. que se trad. “ha dado” (dedōrētai) quiere decir “ha otorgado” o “ha dotado”. No es la palabra común que se empleaba para describir la acción de “dar”, sino que hace hincapié en el alto valor del obsequio. El apóstol describe esas promesas en forma apropiada: son “preciosas” (timia, de timē, “valor”). Pedro ocupa la palabra “preciosa” para describir la fe del creyente (1 P. 2:7; 2 P. 1:1), la sangre de Cristo (1 P. 1:19) y, aquí, para las promesas del Hijo de Dios. Las promesas de las cuales Pedro había escrito con anterioridad se relacionan con la herencia del cristiano (1 P. 1:3–5) y el regreso de Cristo (1 P. 1:9, 13).
  • 80. 2 PEDRO 3. PARTICIPACIÓN DE LA NATURALEZA DIVINA (1:4B) 1:4b. Esas promesas capacitan a los creyentes para que lleguen a ser participantes de la naturaleza divina. La frase “llegar a ser participantes” se expresa en forma lit. “llegar a ser socios” (genēsthe … koinōnoi). La palabra “participantes” de 1 Pedro 4:13 y 5:1 proviene del mismo vocablo koinōnoi (“compañeros” o “socios”). “Divina” es theias, una palabra también empleada en 2 Pedro 1:3. Los creyentes adquieren la auténtica naturaleza de Dios; cada uno es una “nueva criatura” (2 Co. 5:17). Debido a que son “participantes” de la naturaleza divina, podemos tener parte en la victoria moral de Dios sobre el pecado en esta vida y por medio de la vida eterna, participar en su victoria gloriosa sobre la muerte. A causa de la promesa del nuevo nacimiento (1 P. 1:3), la del poder protector de Dios (1 P. 1:5) y la de su poder capacitador (2 P. 1:3), podemos participar en la naturaleza divina, i.e., llegar a ser más como Cristo (cf. Ro. 8:9; Gá. 2:20). Además, pueden escapar de la corrupción que hay en el mundo (cf. 2 P. 2:20; 1 Jn. 2:15–17) a causa de la concupiscencia (epithymia, “malos deseos” [NVI95], lit., “deseo desordenado”). En 2 Pedro 1:3–4, el apóstol hace uso del vocabulario gráfico que usaban los falsos maestros, precisamente contra quienes les advertía. La redacción que usa aquí tuvo que haber llamado la atención de sus lectores porque empleó algunas palabras provenientes del mundo pagano y filosófico dándoles un significado cristiano: “piedad” (eusebeia), “excelencia” (aretē), “naturaleza” (fysis), y “corrupción” (fthoras).
  • 81. 2 PEDRO B.Propósito de la naturaleza divina en el creyente (1:5–9) En este párrafo tan exquisito, Pedro hace la orquestación de una sinfonía de gracia. Dirige a los creyentes a agregar a la melodía básica de la fe, la armonía de siete virtudes cristianas que enumera sin explicación o descripción. El cristiano carnal padece de miopía espiritual (v. 9) pero el cristiano maduro es eficaz y productivo (v. 8) porque conoce al Señor Jesucristo y aplica los principios bíblicos a la vida cotidiana. 1. SUS CARACTERÍSTICAS (1:5–7) 1:5–7. Pedro se refiere a la naturaleza divina al comenzar este nuevo párrafo con la frase vosotros también. Las palabras poniendo toda diligencia son la trad. castellana del part. gr. pareisenenkantes, “aplicando, trayendo al lado con el fin de apoyar”; empleado sólo aquí en el N.T.) y spoudēn pasan (“toda diligencia” o “en forma celosa, spoudē en Ro. 12:11 se trad. “fervientes”). Para poder huir “de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” (2 P. 1:4), se requiere de toda la diligencia y esfuerzo que el creyente pueda acumular, aunado al poder capacitador del Espíritu Santo y añadiendo a la fe el complemento de la virtud. El creyente debe dedicarse al ejercicio de las siete cualidades enlistadas por Pedro en los vv. 5–7. Al hacerlo, llega a ser más como Cristo, participando de la naturaleza divina.
  • 82. 2 PEDRO La fe en Jesucristo es la que distingue a los creyentes del resto de las personas. Pistis, la confianza en el Salvador que nos incluye en la familia de Dios, es el cimiento de todas las otras características de la vida cristiana. 1. A la fe, cada creyente debe añadir virtud (lit., “excelencia moral”). En gr., la palabra es aretēn, la cual Pedro usa también al final del v. 3 y en 1 Pedro 2:9 (“las virtudes”, RVR60; “las obras maravillosas”, NVI95). 2. Conocimiento (gnōsin; cf. 2 P. 1:2; 3:18) no es el resultado de hacer ejercicios intelectuales, sino el conocimiento espiritual que proviene del Espíritu Santo, y que se enfoca en la persona y palabra de Dios. 3. La fe, la virtud y el conocimiento espiritual no son suficientes para el andar cristiano. También el creyente tiene que dedicarse a desarrollar el dominio propio Esto significa que tiene sus pasiones bajo control.
  • 83. 2 PEDRO 4. A los creyentes que vivan en los días postreros, especialmente cuando estén rodeados de burladores y falsos maestros, les será necesaria la paciencia. Esta palabra, jypomenēn, quiere decir “mantenerse abajo de”. Los escritores novotestamentarios la emplearon en forma frecuente para referirse a la constancia o perseverancia que el creyente debe mostrar en medio de la adversidad sin darse por vencido (cf. Ro. 5:3–4; 15:4–5; 2 Co. 1:6; 6:4; Col. 1:11; 1 Ts. 1:3; 2 Ts. 1:4; Stg. 1:3). 5. La piedad (eusebian, palabra que también se usa en 2 P. 1:3 y 3:11, aparece otras diez veces [en el texto gr.] en las epístolas pastorales) se refiere a la obligación del ser humano de venerar a Dios. 6. Las primeras cinco virtudes pertenecen a la vida interior del individuo y a su relación con Dios. Las últimas dos tienen que ver con la relación del individuo con sus congéneres. La frase afecto fraternal es la trad. castellana de la palabra gr. filadelfian, que es una preocupación práctica y ferviente por los demás (1 Jn. 4:20). En su primera epístola (1 P. 1:22; cf. Ro. 12:10; 1 Ts. 4:9; He. 13:1), Pedro ya había amonestado a sus lectores a que adoptaran esa actitud.
  • 84. 2 PEDRO 7. Mientras el afecto fraternal muestra interés por las necesidades de los demás, el amor (agapēn) anhela lo mejor para ellos. Esa es la clase de amor que Dios muestra a los pecadores (Jn. 3:16; Ro. 5:8; 1 Jn. 4:9–11). Es interesante que la “sinfonía” de Pedro comienza con la fe y termina con el amor. Teniendo la fe en Cristo como cimiento, los creyentes deben manifestar el carácter del Hijo de Dios al ir desarrollando estas siete cualidades que culminan con el amor hacia los demás (cf. fe y amor en Col. 1:4–5; 1 Ts. 1:3; 2 Ts. 1:3; Flm. 5)
  • 86. 2 PEDRO 2. SUS EFECTOS (1:8) 1:8. El crecimiento cristiano (vv. 5–7) produce una espiritualidad eficaz y fructífera. La frase están en vosotros hace hincapié en el hecho de que estas características espirituales pertenecen a los cristianos. Sin embargo, no es suficiente con que el creyente posea esas virtudes. La espiritualidad eficaz y productiva sólo se desarrolla cuando en realidad estas cosas abundan, i.e., van en aumento en la vida del creyente, el cual debe experimentar un crecimiento en la gracia. Los que no progresan en estas siete áreas permanecen ociosos (argous, “sin actividad” o “inútil”) y sin fruto (“improductivos”, NVI95) en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Desafortunadamente, muchos cristianos llegan a conocer al Señor en el momento de la salvación, pero no maduran en el aspecto espiritual ni manifiestan el fruto del Espíritu. Se quedan como “niños en Cristo” (1 Co. 3:1), con una necesidad continua de beber leche espiritual (He. 5:12–13). Pero, como Pedro lo indica más adelante, los creyentes deben crecer “en la gracia y el conocimiento (gnōsei) de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 P. 3:18).
  • 87. 2 PEDRO 3. CONTRASTES (1:9) 1:9. El creyente carnal es ciego (tyflos) y tiene la vista muy corta (myōpazōn), en contraste con el cristiano que está en vías de crecimiento. Myēpazēn (de la cual viene la palabra miopía), aparece sólo aquí en el N.T. Un creyente con miopía espiritual no exalta la gracia de Cristo. Puesto que su vida no muestra las cualidades citadas en los vv. 5 al 7, actúa como ciego espiritual (o inconverso; 2 Co. 4:4; cf. Jn. 9:39). Tal persona ha olvidado la purificación de sus antiguos pecados, i.e., ha olvidado que ha quedado limpio de lo que caracterizaba su vida cuando era todavía inconverso. Algunos comentaristas de la Biblia opinan que en este v., Pedro se refiere a los inconversos. Sin embargo, parece preferible afirmar que el apóstol escribe acerca de los cristianos que siguen siendo espiritualmente inmaduros. Después de todo, han sido purificados de sus pecados (cf. Tit. 3:5), pero no han crecido en forma espiritual.
  • 88. 2 PEDRO C.Porvenir de la naturaleza divina en el creyente (1:10–11) Es necesario que el cristiano tenga la plena certeza de que es salvo para poder ser efectivo y productivo, así como para evitar la miopía espiritual. Esta convicción se manifiesta por su vida nueva en Cristo, la cual da evidencia de que logrará llegar a su hogar eterno. 1. EXPERIMENTAL (1:10) 1:10. El procurar (spoudasate, que también se emplea en 1:15; “procuraré con diligencia”; 3:14 [“procurad con diligencia”]; cf. spoudēn “diligencia” en 1:5) hacer firme la vocación y elección, se centra en la confianza que tiene el creyente de su posición ante Dios. En realidad, el cristiano no tiene la suficiente autoridad para asegurar su posición delante del Padre, pero él sí la tiene. La palabra “vocación” se refiere a la obra eficaz de Dios en la salvación (cf. Ro. 1:7; 8:30; 1 Co. 1:9), y la “elección” es la obra divina de escoger a algunos pecadores (conforme a su gracia y no por algún mérito que hayan hecho) para ser salvos (Ro. 8:33; 11:5; Ef. 1:4; Col. 3:12; 1 P. 1:1).
  • 89. 2 PEDRO 2.ETERNA (1:11) 1:11. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. El premio máximo para una vida que crece y honra a Cristo es la “bienvenida” personal que el Salvador le dará en su reino. Esteban lo experimentó (Hch. 7:56); Pablo lo presentía al final de su vida (2 Ti. 4:7–8, 18) y cada creyente experimentará una bienvenida semejante cuando entre en la presencia del Señor en el cielo: Os será otorgada (epijorēgeō, que se trad. “añadir” en 2 P. 1:5) amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Esta “maravillosa bienvenida a casa” será en verdad abundante.
  • 90. 2 PEDRO A.Remembranza de la palabra de Dios (1:12–15) 1:12. Pedro, consciente de que sus días estaban contados, quería que sus lectores recordaran todo lo que diría en esta epístola. En tres ocasiones les dice: no dejaré de recordaros (v. 12), “tengo la obligación de refrescarles la memoria” (v. 13, NVI95), “vosotros podáis … tener memoria de estas cosas” (v. 15; cf. 3:1). Les confirma el hecho de que ellos ya sabían estas cosas que estaba escribiendo y que él sabía que estaban confirmados en la verdad. Y era su deseo que permanecieran así. (“Confirmados” proviene de stērizō, palabra que significa “fortalecer,” o “estar firme”; cf. 1 Ts. 3:2, 13; 2 Ts. 2:17; 3:3; 1 P. 5:10.) Uno de los problemas que afectan a la iglesia de hoy no es que los creyentes no sepan lo que Dios espera de ellos, sino que lo han olvidado (cf. 2 P. 1:9) o no están dispuestos a vivir de acuerdo a la verdad que ya conocen. Con la expectativa de que pronto iba a estar con el Señor, Pedro quería “refrescarles la memoria” (NVI95, lit., “seguir refrescándoles la memoria”, tiempo pres.) en tanto que Dios le permitiera estar en el cuerpo (“su habitación pasajera” [NVI95]; cf., “morada terrestre”, y “este tabernáculo” en 2 Co. 5:1, 4 respectivamente). El apóstol sabía que en breve debía abandonar el cuerpo tal como el Señor Jesucristo se lo había declarado. Puede ser que se refiriera a las palabras que Cristo le dijo acerca de que iba a morir crucificado (Jn. 21:18–19). O bien, que estuviera consciente del inminente final de su vida debido a su edad avanzada o a la amenaza de una persecución severa. La comparación del cuerpo físico con el tabernáculo encaja bien con el tema del peregrinaje que el autor mencionó anteriormente (1 P. 1:1, 17; 2:11).
  • 91. 2 PEDRO 1:15. Deliberadamente, Pedro reitera lo que había dicho antes para hacer hincapié en la importancia de su mensaje: procuraré con diligencia es la trad. castellana de la palabra gr. spoudasō empleada también en el v. 10 (“procurad”) y en 3:14 (“procurad con diligencia”). La palabra partida (exodon), aunque no es la acostumbrada para referirse a la muerte, no elimina la clara sugerencia del apóstol de que estaba próximo a morir. En el monte de la transfiguración, Jesús, Moisés y Elías hablaron de la “partida” del Hijo de Dios (exodon; Lc. 9:31). Ese “éxodo” (lit., “salir”; i.e., de este cuerpo) es un contraste con la “entrada” (eisodos) del creyente al reino de Dios (2 Pedro 1:11) ¿Cómo podía garantizar el apóstol que sus lectores en todo momento tuvieran memoria de estas cosas después de su muerte? Algunos sugieren que esta es una referencia sutil a la ayuda que Pedro prestó para la composición del evangelio según Marcos, pero esto es sólo especulación. La respuesta más obvia es que se refiere a la elaboración de esta segunda carta, la cual, juntamente con la primera, brindaría un testimonio permanente de las verdades tan amadas por él. Puede ser que también se refiriera a su propia vida y ministerio que sería extendido a través de las personas cercanas a él, e.g., Silas y Marcos, quienes seguirían con su labor después de su muerte. Una cosa sí queda clara: Pedro deseaba asegurarse de que el pueblo del Señor no se olvidara de la obra y palabra de Dios.
  • 92. 2 PEDRO B. Majestad de la palabra de Dios (1:16–18) 1:16. Es importante hacer una distinción entre la palabra escrita (la Biblia) y la palabra encarnada (Cristo). Ambas son las avenidas principales de la revelación divina (cf. Sal. 19:7–11; Jn. 1:18; He. 1:2). Las dos aparecen como tema central de lo que resta de este capítulo. La fe del cristiano no descansa en fábulas artificiosas (mythois) como las doctrinas de los falsos maestros a quienes Pedro atacaba (2 P. 2). La fe verdadera se basa en hechos históricos corroborados por testigos oculares (visto con nuestros propios ojos). Parece como si Pedro introdujera aquí un nuevo tema, porque menciona en forma rápida el regreso del Señor: el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo. Ya había escrito acerca de la bienvenida al reino eterno (1:11) y mencionado su partida inminente de esta vida. Por lo tanto, basa la defensa que hace de la doctrina de la segunda venida del Señor en su propia experiencia, por haber sido testigo ocular en el monte de la transfiguración donde realmente vio la majestad de Cristo. En su primera carta, mencionó el retorno del Señor en varias ocasiones (1 P. 1:5, 13; 4:13). Es evidente que Pedro consideraba esta doctrina de suma importancia, y deseaba que sus lectores la tuvieran siempre presente.
  • 93. 2 PEDRO 1:17–18. El lenguaje elaborado de Pedro puede ser producto de su deseo ardiente de comunicar la majestad verdadera del Salvador, la cual él, como miembro del círculo íntimo de Cristo, había tenido el privilegio de ver en forma personal. Quería que sus lectores vieran más allá de la primera venida de Cristo, hacia el momento en que regrese con esa misma honra y gloria que manifestó en el monte. La predicación de Pedro durante los primeros días de la iglesia primitiva daba testimonio de su convicción tocante a la doctrina de la segunda venida de Cristo (Hch. 2:32– 33, 36; 3:16, 20–21). Curiosamente, le impresionó más lo que oyó en aquel monte santo que lo que vio. La voz enviada del cielo, la de Dios Padre, aquí nombrado como la magnífica gloria (un nombre poco común para Dios), habló para dar su aprobación al Hijo.
  • 94. 2 PEDRO C. Significado de la palabra de Dios (1:19–21) 1:19. Mientras Pedro escribía de aquella inolvidable experiencia de la transfiguración, vino a su mente otra forma de la palabra de Dios: la palabra escrita dada por los profetas. De hecho, la voz divina que oyó en el monte hizo que la palabra profética fuera todavía más segura (bebaioteron; cf. bebaian, v. 10), porque la transfiguración reveló en forma gráfica el cumplimiento de las profecías. Tanto los profetas como la transfiguración señalaban hacia el reino de Cristo en la tierra. Haciendo una exhortación, Pedro indica cómo se puede obtener provecho de la palabra de Dios: ¡estando atentos a ella! Como una luz, la palabra de Dios en forma escrita tiene validez y autoridad. En la moderna sociedad, que principalmente se orienta a la experiencia, mucha gente, incluyendo algunos cristianos, buscan valorar o discernir la verdad a través de la forma en que Dios ha obrado en sus vidas. Pero el esplendor de la experiencia de Pedro (con Cristo y su transfiguración) menguaba ante sus ojos a medida que hablaba de la segura revelación escrita por los profetas.
  • 95. 2 PEDRO 1:20. Pedro escribe acerca de la revelación. Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada. Esta declaración ha sido interpretada de diversas maneras. (1) La Escritura sólo se debe interpretar dentro del contexto en el cual aparece. Los que apoyan esta idea dicen que no se puede interpretar una profecía por sí sola sin tener otras a la vista con el fin de facilitar y apoyar su comprensión. (2) La Escritura no se debe interpretar según los gustos del individuo. (3) La palabra de Dios no se puede interpretar en forma correcta sin el Espíritu Santo. (4) Las profecías no se originaron en los profetas mismos. Las palabras epilyseōs (“interpretación”; lit., “desatar”) apoyan el cuarto punto de vista. Las Escrituras no son producto de los profetas, sino que vienen de Dios. Entonces, el v. 20 no habla de interpretación, sino de revelación, que es la fuente de las Sagradas Escrituras.
  • 96. 2 PEDRO 1:21. Este v. también apoya el punto de vista de que lo que Pedro dijo en el v. 20 es que las Escrituras manan de Dios y no de los profetas mismos. La profecía nunca fue producto de la voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. Al escribir sus profecías, los escritores fueron impulsados, cargados o llevados por el Espíritu de Dios. Por lo tanto, lo que escribieron es inspirado por Dios (2 Ti. 3:16). “Inspirados” (RVR60) o “impulsados” (NVI95) son dos trad. viables para la palabra feromenoi. Lucas usó este vb. al referirse a un velero que es impulsado por el viento (Hch. 27:15, 17). Los autores humanos de la Biblia fueron controlados por el autor divino, el Espíritu Santo. Sin embargo, estaban involucrados en forma consciente en el proceso: no tomaron dictado ni estuvieron bajo un estado de éxtasis. No es de maravillarse, pues, que los creyentes tengan una palabra profética que es segura. Tampoco es sorpresivo el hecho de que la alimentación del cristiano debe depender de las Escrituras. ¡Ellas son la palabra misma de Dios!
  • 97. 2 PEDRO IV. La lucha del creyente: el ataque de los falsos maestros (cap. 2) Cuando se aprobó el edicto de Milán en 313 d.C., la iglesia adquirió la libertad de irrumpir en el mundo y proclamar legal y abiertamente sus doctrinas. Pero a la vez, el mundo también comenzó a penetrar en la iglesia, diluyendo su doctrina a lo largo de los 1,200 años siguientes, hasta la llegada de la reforma. Sin embargo, 2 Pedro 2 da testimonio del hecho de que el mundo ya había penetrado en la iglesia antes de la época de Constantino. Los creyentes de todas las edades deben estar listos en todo momento para defenderse de sus ataques. A.Protección contra los falsos maestros (2:1–9) Las distintas formas de la palabra “librar” en los vv. 7 y 9, señalan tanto la disponibilidad como la capacidad de Dios de librar a sus hijos de diversas dificultades y peligros aun cuando no busquen en forma activa la intervención del Señor, como en el caso de Lot. Sin embargo, el hecho de depender de la capacidad del Padre para librarlos no es excusa para evitar la responsabilidad de entrar de lleno en la lucha en contra de los falsos maestros y profetas.
  • 98. 2 PEDRO 1.DENUNCIA DE LA ENSEÑANZA FALSA (2:1–3) 2:1. Los impostores satánicos con sus artimañas siempre están presentes. Aparecieron en Israel en los días de los profetas a que Pedro hace alusión en 1:19–21 y estuvieron presentes en la iglesia del s. I. Mientras escribía, Pedro cambió de hablar de los falsos profetas del pasado a los falsos maestros del presente diciendo que, la enseñanza que ellos propagaban era la misma: herejía. Los falsos profetas surgían a menudo de entre la misma nación de Israel (cf. Jer. 5:31; 23:9–18) y no de las naciones circunvecinas. En forma semejante, los falsos maestros aparecen en la iglesia misma. Introducen encubiertamente sus doctrinas, las cuales son en realidad herejías destructoras. “Introducir encubiertamente” es la versión castellana de pareisaxousin, “traer al lado de” (cf. “habían infiltrado” [NVI95] e “introducidos a escondidas” 2:2. La trágica realidad es que muchos maestros falsos tienen éxito—la gente les presta atención y siguen “sus prácticas vergonzosas”
  • 99. 2 PEDRO 2:3. En el ministerio, a menudo los charlatanes e impostores han causado problemas al rebaño de Dios. Por causa de su avaricia (cf. v. 14), usan a otros para lograr sus fines mercenarios, convirtiendo a la iglesia en un mercado indecente. “Explotarán” (NVI95; emporeusontai) quiere decir comercializar (harán mercadería, “comprar, vender, hacer trueque”; cf. emporeusometha, “traficaremos”, RVR60; “haremos negocios”, NVI95; en Stg. 4:13). Palabras fingidas significa en forma lit. “palabras fabricadas” (plastois [de donde viene la palabra castellana “plástico”] logois). Son artificiales, no genuinas. Su fin es la condenación (krima, “juicio”) y la perdición (apōleia; empleada dos veces en 2 P. 2:1 y también en 3:16). Tienen la misma sentencia que Dios ha diseñado para otros violadores de la verdad y la justicia (tal como Pedro describe en los vv. 4–6). Su perdición no se duerme (ou nystazei, que sólo se usa en otro lugar del N.T. para describir en Mt. 25:5 a las vírgenes insensatas que fueron vencidas por el sueño). La justicia de Dios no duerme ni se tarda.