Presentación sobre la CONVERSACIÓN EN EL ESPÍRITU SOBRE LA COMUNIÓN Y LA PARTICIPACIÓN EN UNA IGLESIA SINODAL, dentro de la XLII Asamblea Diocesana de Pastoral de la Arquidiócesis de Acapulco.
CONVERSACIÓN EN EL ESPÍRITU SOBRE LA COMUNIÓN Y LA PARTICIPACIÓN EN UNA IGLESIA SINODAL.pptx
1. CONVERSACIÓN EN
EL ESPÍRITU SOBRE
LA COMUNIÓN Y LA
PARTICIPACIÓN EN
UNA IGLESIA
SINODAL
XLIII Asamblea Diocesana de Pastoral
2. UBICACIÓN E
INTRODUCCIÓN
El objetivo de nuestra asamblea es
claro: Queremos fortalecer la
formación integral de todos nosotros
como discípulos misioneros de
Jesucristo. Queremos seguir
formándonos en el ser, en el
quehacer, en el saber hacer.
3. La necesidad de formación
no se limita a la
actualización de
contenidos, sino que tiene
un alcance integral.
La formación es el medio
indispensable para hacer
del modo de proceder
sinodal un modelo pastoral
para la vida y la acción de
la Iglesia.
4. Al utilizar el verbo fortalecer en
nuestro objetivo, queremos decir
que ya estamos en el camino, ya
lo vamos recorriendo, pero que
en este momento nos toca
conversar a la luz del Espíritu
Santo cómo vamos haciendo
dicho camino.
5. PREPARACIÓN PERSONAL Y COMUNITARIA
Invocación al Espíritu Santo.
Oh Espíritu Santo, Amor del Padre y del Hijo, inspírame siempre lo
que debo pensar, lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que
debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para Gloria de
Dios, el bien de las almas y mi propia
santificación. Espíritu Santo, dame agudeza para entender, capa
cidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para
interpretar, gracia y eficacia para
hablar. Dame acierto al empezar, dirección al progresar y
perfección al acabar. AMÉN.
6. Del santo evangelio según san Juan: (15, 1-6)
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. El Padre corta todas las
ramas unidas a mí que no dan fruto y poda las que dan fruto, para que den
más fruto. Ustedes ya están limpios, gracias a las palabras que les he
comunicado.
Permanezcan unidos a mí, como yo estoy a ustedes. Ninguna rama puede
producir fruto por sí misma, sin permanecer unida a la vid, y lo mismo les
ocurrirá a ustedes, si no están unidos a mí. Yo soy la vid, ustedes las ramas.
El que permanece unido a mí, como yo estoy unido a él, produce mucho
fruto; porque sin mí no pueden hacer nada. El que no permanece unido a mí,
es arrojado fuera, como las ramas que se secan y luego son amontonadas y
arrojadas al fuego para ser quemadas.
PALABRA DEL SEÑOR.
7. Releer el texto
• ¿Quién es el que habla en el
relato?
• ¿Quién es la vid verdadera?
• ¿Quién es el viñador?
• ¿Qué pasa con las ramas que no
dan fruto?
• ¿Qué se hace con las ramas que
dan fruto?
• ¿A quiénes se les dirige este
mensaje?
• ¿Quiénes están limpios?
• ¿Por medio de qué quedan
limpios?
• ¿Permanecer unidos a quién?
• ¿Alguna rama produce fruto
por si sola?
• ¿Estando unidos a quien se
produce fruto?
• ¿Hacia dónde son arrojadas
las ramas que no están unidas
a la vid?
8. Meditación
¿Qué me dice Dios a través de
esta lectura?
En el AT la viña es símbolo de Israel
como pueblo de Dios.
“Arrancaste una viña de Egipto, y
expulsaste naciones para plantarla;
le prometiste el suelo, echó raíces y
llenó la tierra” (Sal 80,9-10).
9. Jesús es la verdadera vid, el verdadero pueblo de Dios, formado por
la vid con sus sarmientos. No hay más pueblo de Dios que el que se
construye a partir de Jesús.
Jesús hace una advertencia severa: todo sarmiento que en mí no da
fruto lo corta el Padre; Dios no ha creado un grupo cerrado sino una
comunidad abierta; todo sarmiento que esté vivo debe dar fruto,
esto implica crecimiento.
10. El Padre poda las ramas que dan frutos; Dios cuida al
que practica el amor; Dios los limpia, es decir, quita los
elementos de muerte; hace que el discípulo sea más
auténtico, libre.
Jesús vuelve a recordarle a sus discípulos de su
limpieza, ya lo había dicho antes (13,10), la Palabra les
ha purificado. Ahora Jesús exhorta a sus discípulos a
renovar su adhesión a él; permanezcan unidos a mí,
como yo lo estoy a ustedes
11. En los vv. 5 y 6, Jesús repite la
afirmación primera, ahora no en
relación con el Padre, sino con los
discípulos. Entre Él y ellos existe una
unión íntima. La misma vida que está
en él circula en los suyos; Jesús ha
dicho: “El que come mi carne y bebe
mi sangre vive en mí y yo en él”
(6,56).
12. La nueva comunidad no
depende de una institución
sino de la participación de la
vida de Jesús, de la
comunicación de su Espíritu.
Cada miembro está llamado a
producir fruto; este es el
compromiso cristiano.
13. Meditación
personal
Meditemos en la figura de la vid.
En la figura de los sarmientos
fértiles y los sarmientos estériles.
Dios nuestro Padre poda los
sarmientos que dan fruto.
Debemos permanecer unidos a la
vid-Cristo para dar frutos, porque
sin él nada podemos hacer.
14. TOMAR LA PALABRA Y ESCUCHAR
Participación de los decanatos 5, 6, 7 y 8.
- ¿Cuáles son las formas con las que en nuestras parroquias nos
estamos formando para vivir en comunidad?
- ¿Cuáles son los resultados obtenidos?
- A futuro ¿Qué creemos que se necesita para formar en la comunión
en la pequeña comunidad, en la vida parroquial y en el decanato?
16. Las tres palabras clave del Sínodo son: comunión, misión,
participación; las cuales, en la vida de la Iglesia sinodal, se
articulan, alimentándose y apoyándose mutuamente.
El cambio en el orden en que aparecen ahora los tres
términos, con la misión en el lugar central se dio a raíz de la
reflexión que se ha ido haciendo en las fases anteriores del
camino sinodal.
17. «La comunión y la
misión están profundamente u
nidas entre sí, se compenetran
y se implican mutuamente,
hasta tal punto que la comunión
representa a la vez la fuente y el
fruto de la misión: la comunión
es misionera y la misión es para
la comunión»
CL 32
18. El proceso sinodal ha puesto de
relieve, en cambio, cómo la
comunión es la condición de la
credibilidad del anuncio.
Al mismo tiempo, crece la
conciencia de que la orientación
a la misión es el único criterio
evangélicamente fundado para
la organización interna de la
comunidad cristiana.
19. ¿Cómo se realiza hoy, a
diversos niveles (desde el local
al universal) ese “caminar
juntos” que permite a la Iglesia
anunciar el Evangelio, de
acuerdo a la misión que le fue
confiada; y qué pasos el
Espíritu nos invita a dar para
crecer como Iglesia sinodal?
22. La comunión en la iglesia hunde su raíz más profunda
en la comunidad Trinitaria. En efecto, la comunidad
cristiana está llamada a reproducir la vida del Padre, el
Hijo y el Espíritu Santo.
“Los discípulos de Jesús están llamados a vivir en
comunión con el Padre" (1 Jn 1, 3)
23. "El misterio de la Trinidad es la fuente, el
modelo y la meta del misterio de la
Iglesia: Un pueblo reunido por la unidad
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
llamada en Cristo como un sacramento,
o signo e instrumento de la íntima unión
con Dios y de la unidad de todo el
género humano. La comunión de los
fieles y de las Iglesias Particulares en el
Pueblo de Dios se sustenta en la
comunión con la Trinidad”
(DA 155)
24. La cita bíblica que iluminó
parte de la reflexión que se
hizo en la fase continental del
Sínodo fue la siguiente:
«Ensancha el espacio de tu
tienda, extiende los toldos de
tu morada, no los restrinjas,
alarga tus cuerdas, refuerza
tus estacas»
(Is 54,2)
25. Tenemos que formarnos para vivir la comunión. Para prepararse,
según este texto de Isaías, es necesario ampliar la tienda,
actuando sobre los tres elementos de su estructura.
26. El primero son los toldos, que
protegen del sol, el viento y la lluvia,
delineando un espacio de vida y
convivencia. Deben desplegarse,
para que también puedan proteger
a los que todavía están fuera de
este espacio, pero que se sienten
llamados a entrar en él.
El segundo elemento estructural de
la tienda son las cuerdas, que
mantienen unidos los toldos. Deben
equilibrar la tensión necesaria para
evitar que la tienda se derrumbe
con la flexibilidad que amortigüe los
movimientos provocados por el
viento.
27. Por último, el tercer elemento son las
estacas, que anclan la estructura al
suelo y garantizan su solidez, pero que
siguen siendo capaces de moverse
cuando hay que montar la tienda en
otro lugar.
30. Una de las interrogantes que ha
surgido durante el proceso sinodal y
que ahora ha sido tratada por el
Sínodo es: ¿Qué procesos,
estructuras e instituciones son
necesarios en una Iglesia sinodal
misionera?
31. Todo el proceso sinodal ha sido un ejercicio de
participación activa a diferentes niveles. Para que
continúe, es necesario un cambio de mentalidad y una
renovación de las estructuras existentes.
Si no se cultiva una praxis eclesial que exprese
la sinodalidad de manera concreta a cada paso del
camino y del obrar, promoviendo la implicación real de
todos y cada uno, la comunión y la misión corren el
peligro de quedarse como términos un poco abstractos.
32. Participación
en la
formación
Para poder llevar a cabo las tareas a
cada uno encomendadas y vivir
como verdaderos discípulos de
Jesucristo, es necesario que todos
participemos en un
proceso de formación integral; qu
e nos lleve a estar capacitados h
umana, espiritual y pastoralmente
para responder a la voluntad de
Dios en el mundo actual; con toda
sus riquezas y sus desafíos.
33. Participación en
el discernimiento
y toma de
decisiones
El Espíritu Santo se hace presente de
manera especial en la comunidad
reunida. Ahí derrama sus dones como
en Pentecostés. No negamos que
también nos ilumina de manera
personal, pero recordemos que donde
2, 3 o más se reúnen en el nombre de
Jesús, Él se hace presente.
Un buen discernimiento espiritual y
pastoral de la comunidad cristiana,
lleva a tomar las mejores
decisiones. Los frutos que se producen
son de alegría por descubrir cuál es la
voluntad de Dios.
34. Participación en el servicio
“Desde el principio hubo en la Iglesia diversidad de ministerios, en
orden a la evangelización. Los escritos del Nuevo Testamento
muestran la vitalidad de la Iglesia que se expresó en múltiples
servicios. Así san Pablo menciona, entre otros, los siguientes: la
profecía, la diaconía, la enseñanza, la exhortación, el dar limosna,
el presidir, el ejercer la misericordia; y en otros contextos habla de
ministerios como las palabras de la sabiduría, el discernimiento de
espíritus y algunos otros.
Igualmente, en otros escritos del Nuevo Testamento se describe
n varios ministerios”
(DP 680).
35. Toda la diversidad de carismas que el Espíritu Santo regala
a la iglesia deben ponerse al servicio de la comunidad.
Servicios en la línea del apostolado: predicación de la Palabra,
celebración de los sacramentos y vivencia de la caridad.
Servicios en la línea de la organización pastoral: coordinación,
liderazgo, autoridad.
Servicios en la línea de la reflexión teológica y pastoral.
36. HACER
ESPACIO A
LOS DEMÁS
Y AL OTRO
(Parroquia)
¿Qué me está diciendo
hoy el Espíritu Santo en
relación a la comunión y
participación en nuestra
iglesia?
37. CONSTRUIR JUNTOS (Decanatos)
¿Qué pasos nos llama el
Espíritu Santo a dar
juntos?
¿Cómo fortalecer la
comunión y
participación en
nuestras comunidades?