1. TEMA 2
¿QUÉ ES LA PASTORAL?
“Yo he venido para dar vida y para que la tengan en plenitud.
Yo soy el buen pastor, el buen pastor da la vida por las ovejas…
Y como el Padre me ha enviado,
Yo también los envío a Ustedes…”
Jn 10,10-11; 20,21
OBJETIVO:
Ofrecer a los Agentes de Pastoral de la Diócesis, algunos elementos que les
ayuden a comprender, desde la Teología Pastoral, el ser y quehacer de la
acción pastoral de la Iglesia, para confrontar su praxis, de manera que,
haciendo un diagnóstico de la misma, definan los aspectos que deben cambiar
o renovar para que cada Agente de Pastoral sea un miembro responsable y
activo de su comunidad de fe, construyendo así una Iglesia particular
auténticamente continuadora de la acción vivificante del Buen Pastor.
INTRODUCCIÓN:
Para la mayoría de los Agentes de Pastoral es claro que la praxis Pastoral es el
esfuerzo por continuar, en el aquí y en el ahora, la misión que Jesús de
Nazaret encomendó a sus discípulos. Pero con frecuencia sucede que cada
Agente de Pastoral tiene sus propias ideas acerca de la Pastoral y de acuerdo
a ellas se comporta en la comunidad. Y normalmente estas diferencias se
deben al modelo de Iglesia que cada persona guarda en su mente y en su
corazón.
Aunque es normal y saludable que las personas tengan distintas ideas y puntos
de vista sobre las mismas realidades, sucede con mucha frecuencia que esta
diversidad a menudo se convierte en un obstáculo para los que están
comprometidos en el trabajo pastoral. Por eso es saludable identificar algunas
de estas ideas, muchas veces incompletas, que circulan con mayor frecuencia
entre presbíteros, religiosos, religiosas y laicos: improvisación, centralismo,
individualismo, dispersión, discontinuidad, paralelismo y competencia.
VER:
En algunos ambientes, la fe vivida como tradición familiar y social, si bien
contiene expresiones y valores humanos y cristianos, no llega a convertirse en
una madura experiencia personal de encuentro con Jesucristo vivo, capaz de
transformar la vida y llevar al compromiso social.
En algunas parroquias o capellanías, movimientos o asociaciones laicales,
existe una falta generalizada de formación integral en la vida de fe, que ha
llevado a asociar la vida cristiana con el cumplimiento de ciertos ritos, en
particular con la asistencia a la misa dominical; a aceptar formas laicistas que
identifican inconscientemente lo religioso con el culto privado, y en la dificultad
2. creciente de comprender la dimensión social de la fe. Por eso aunque somos
mayoría católicos no hemos logrado transformar nuestra sociedad y sus
estructuras.
Uno de los problemas en la vida es el desequilibrio en el que frecuentemente
caemos y que provoca un desajuste proveniente de una visión incompleta de
las cosas y de una incapacidad para darle a cada una el lugar y el valor que le
corresponden. El desequilibrio suele aparecer cuando sólo nos preocupamos
por una realidad, olvidando otras que también son importantes. Se presenta
cuando damos toda la importancia a un aspecto de las cosas, miramos en una
sola dirección o nuestro interés se queda atrapado en un trozo de la realidad.
El ministerio pastoral también está expuesto a muchos desequilibrios que lo
afectan profundamente y le impiden realizarse en forma armoniosa e integral.
Entre otros, los resultados del desequilibrio se expresan en que se hacen las
cosas a medias, no se aprovechan todos los recursos, se crean tensiones
inútiles, hay una actitud de exclusión hacia los que tratan de ver la realidad
como un todo complejo; se cae en la confusión, y se renuncia a la realización
de proyectos donde todos puedan aportar su palabra, su experiencia y su
sabiduría.
ACTIVIDAD:
¿Qué actividades se realizan? Escribe 4 ¿De qué manera inciden en la vida
(Parroquia ó Movimiento) de las personas, barrio, ciudad?
1.
2.
3.
4.
JUZGAR:
Veamos qué nos dice Dios en:
Juan 10, 1-5
Efesios 4, 11-12
La Iglesia como obra de Dios, brota de la Santísima Trinidad, participando de
su misterio de comunión.
Esa Comunión de Dios Trinidad es lo que da fundamento a la comunidad y
comunión de la Iglesia, que es el Pueblo de Dios congregado por la Unidad del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (LG 4).
La Iglesia, que es también el Cuerpo de Cristo, participa de la misión que Él
tiene, pues así como el Padre ha enviado a su Hijo, así ahora Él nos envía a
continuar con su obra de salvación guiados por la luz de su Espíritu (Jn 20, 21).
3. Del misterio Trinitario se desprende que la misión de la Iglesia sea para todo el
Pueblo de Dios, en cuanto Cuerpo de Cristo, convirtiéndose éste en
destinatario, pero también sujeto de la misión; de aquí podemos comprender la
llamada a ser una Iglesia evangelizada y evangelizadora.
Comprender esta realidad significa entender que todos los bautizados, al
participar del sacerdocio bautismal, somos destinatarios y sujetos de la misión
de la Iglesia. De ahí la necesidad de superar visiones eclesiales que separan a
los Ministros Ordenados del resto de los fieles, como si los primeros fueran
sujetos activos de la pastoral y los otros simplemente destinatarios pasivos.
(LG 31 y EN 14).
Ahora bien, es importante entender, desde la Teología Pastoral, cómo se
entiende la Pastoral.
Tonelli, un importante pastoralista italiano, define la pastoral como: “la acción
multiforme de la comunidad eclesial, animada por el Espíritu Santo, para la
actuación en el tiempo, del proyecto de salvación de Dios para el hombre y
para la historia, en referencia a las situaciones concretas de la vida”
Para Juan Bautista Capellaro, otro especialista en pastoral, la pastoral es, “la
actividad de la Iglesia, orgánica y jerárquica, a favor de un hombre concreto”. Y,
en una mirada de conjunto, define la experiencia pastoral como:
El servicio propio de la Iglesia.
A las personas y a la comunidad-pueblo.
De un tiempo (época) y de un lugar (cultura).
Para que respondan progresivamente a su vocación, a la comunión con
Dios y a la santidad, como personas y como comunidad-pueblo,
y alcancen la salvación-liberación en Cristo y acontezca y se dilate el
Reino de Dios.
Es una realidad compleja que incluye básicamente el proyecto salvador del
Padre, cumplido en Jesús y proclamado por el ministerio de la Iglesia, la cual
se propone a sí misma como un sacramento al servicio del Reino, presente en
el mundo, en la historia y en el corazón de cada hombre y de cada mujer.
Por su parte, el P. Francisco Merlos, conocido pastoralista mexicano, afirma
que la Pastoral:
Es la Iglesia en acto histórico de salvación como sujeto colectivo del
ministerio evangelizador, con un estilo de presencia en el mundo
fundada en la Palabra de Dios y en su Espíritu.
Es la expresión concreta y encarnada de los valores del Evangelio como
llamado a la conversión y propuesta para edificar la Vida desde Cristo.
Es praxis diaconal, servicio, compromiso, entrega, testimonio de la
comunidad cristiana a la manera de Jesús, principio, centro, modelo y
término de toda acción eclesial.
4. Es ministerio fundamental que busca realizar un proyecto de hombre, de
Iglesia y de sociedad inspirado en el Evangelio.
A partir de los elementos anteriormente aportados,
¿Consideras que las actividades arriba descritas, son acciones
pastorales o simplemente actividades religiosas?
¿Describe en qué o por qué se puedan considerar acciones pastorales o
sólo acciones religiosas?
¿Qué cambios hay que realizar, en las personas, las estructuras y los
métodos, para las acciones religiosas sean realmente acciones
pastorales?
ACTUAR:
El P. Francisco Merlos, afirma también, que “actualmente se sabe con más
claridad que en todo cambio Pastoral significativo deben implicarse al mismo
tiempo: las personas, las estructuras y los métodos”. La experiencia ha
demostrado ampliamente que el cambio Pastoral no se dará nunca mientras
alguna de estas tres realidades no se transforme.
Las Personas
El problema del cambio pastoral en las personas es profundo y muy complejo.
Quien no está dispuesto a modificar su personalidad pastoral lo más probable
es que frenará todo intento de cambio. Por personalidad pastoral hay que
entender las mentalidades, los criterios, las actitudes, los hábitos, los valores,
las relaciones y las opciones que son como el soporte del quehacer Pastoral.
Se trata de tocar algo verdaderamente sustancial; no basta con revestir de
ropajes nuevos algo que ya está atrofiado; en el fondo se trata de una profunda
conversión Pastoral. (Santo Domingo no. 30).
Las Estructuras
Suelen ser formas prácticas de organizarse para realizar actividades con
eficacia. Es un hecho que las estructuras, aunque necesarias en toda
convivencia, son realidades poco populares en nuestra época. A muchos les
resulta difícil aceptarlas en la vida de la Iglesia. Les parece que sofocan la
libertad y quitan la espontaneidad de la vida. Sin embargo, toda estructura
debe comprometerse con la libertad, servir a la comunión y al Espíritu. Esa es
su función primordial. De no ser así pierde su razón de ser, porque se pone por
encima de la persona. La libertad sabiamente encauzada es fecunda y
constructiva, pero sin cauce es camino de anarquía.
Los métodos
Los métodos son opciones operativas para el cambio. Son formas de acción
práctica con las cuales incidimos sobre la realidad para transformarla a la luz
del Evangelio. En Pastoral los métodos no son únicamente instrumentos o
técnicas que sirven de herramientas para el trabajo. Son también enfoques y
5. valores que en ellos se encarnan y que se reflejan en los estilos y formas de
trabajo. Utilizar un método es ya una opción.
Estas son las claves del cambio Pastoral. Pero han de verse afectadas al
mismo tiempo las tres. Si alguna queda fuera no habrá cambio. O caminan
todas en forma armoniosa o no camina ninguna. Se requiere sabiduría, audacia
y lucidez.
Para definir tus compromisos te proponemos las siguientes preguntas:
¿Qué actitudes debes cambiar en tu persona que afectan tu servicio
pastoral?
¿Qué cambios se necesitan realizar en las estructuras eclesiales en las
que tu participas?
¿Qué cambios de métodos hay que implementar para que tu acción
pastoral sea eficaz?