2. La Oratoria como Disciplina La Oratoria como Competencia La Oratoria en el Campo Jurídico
Desde esta perspectiva, se puede decir
que la oratoria como disciplina es la
que busca enseñar y formar a las
personas para que estas desarrollen un
discurso con exactitud y precisión el
cual les permita ser oradores
calificados capaces de organizar las
ideas que han de dirigir y dar sentido a
su discurso.
Igualmente, es considerada una
disciplina porque nutre al profesional al
permitirle la adquisición de destrezas
para el desarrollo comunicacional, por
lo general la expresión del publico es
importante para cualquier profesional
independientemente de su área, pues al
ser capaz de manifestarse de forma
adecuada proyecta entonces respeto,
confianza, elegancia, impacto y fluidez.
Por ultimo, es importante recordar que
es concebida como una disciplina ya
que permite expresar pensamientos con
palabras sencillas y precisas, que
logren persuadir y convencer al oyente.
En relación a la competencia, se puede
decir que la oratoria en este sentido se
refiere a la autenticidad de la lengua, es
decir, a todos los medios de expresión
empleados para que el discurso sea
adecuado. Técnicamente, la
competencia es la que le permite al
orador hablar congruentemente de
forma razonable.
Por tanto, la competencia es vista desde
la postura idiomática como aquella que
capacita para hablar correctamente,
articulando el pensamiento de forma
inequívoca. Mientras que la
competencia vista desde la expresión
propia es la que capacita al orador para
hablar con un vocabulario apropiado en
conformidad con la debida expresión.
En sentido amplio, la oratoria como
competencia entonces influye en la
confianza y seguridad personal que
posee un orador, pues es producto de la
competencia que tiene el orador en
cuanto a sus conocimientos y
habilidades para expresarse.
En función de la aplicabilidad de la
oratoria al campo jurídico es relevante
señalar que tanto la oratoria como
disciplina así como la oratoria como
competencia son importantes, ya que la
primera forma y enseña, mientras que
esta ultima se inclina por la
autenticidad.
Entonces, ambas son indispensables
para el profesional del derecho pues la
unión de estas influyen directamente
como herramienta que estimula el
discurso argumentativo, interpretativo
y racional del jurista, haciendo énfasis
en el estudio del derecho para la
construcción del discurso.
En conclusión, difícilmente se puede
anteponer la oratoria como disciplina
sobre la competencia o viceversa, pues
ha quedado demostrado que ambos
aspectos contribuyen
significativamente en el discurso
expresivo.