1. ¿Es “Curable” la Adicción?
Ante la inminencia de un cambio de postura frente a las llamadas drogas
ilegales, se precisa una reflexión que muestre el panorama actual de la
manera como se ha enfrentado este “flagelo”, aunque sin pretensiones de
exhaustividad.
2. Es frecuente esta pregunta. Y para responderla, es necesario aclarar, primero sus términos,
porque, en ellos se encuentra el carácter de cualquier asomo de solución.
Se dice frecuentemente que tal o cual sustancia es más adictiva que alguna otra; que basta
una primera ingesta para “volverse” adicto, y para ello argumentan razones de deterioro o
afectación de la membrana celular, de la inhibición de no sé qué glándula cerebral, etc., etc.
3. Pero lo cierto, es que ni la sustancia es “potencialmente” adictiva ni el sujeto es meramente
una suma de estructuras biológicas que responde ciegamente, pues es sabido que el todo es
mayor a la suma de sus partes, es decir, somos más que Biología.
La Organización Mundial de la Salud, finalmente, al hacer el reconocimiento de las
Adicciones (en plural) como enfermedad, establece que tiene tres componentes, es una
4. afección Biopsicosocial. Es una condición del sujeto, que afecta por igual, tanto a sí mismo, a
su organismo como a su entorno.
Ninguna sustancia es adictiva per sé, porque la enfermedad es un comportamiento con
múltiples consecuencias. Así que quien se enferma es el Sujeto. Pero volveremos sobre esto
más tarde.
5. El otro término de la pregunta, si es “curable”, está determinado por el significado de este
término. Si se refiere a la abstención total del consumo, o si solo se trata de “reducción del
daño”.
6. Ahora bien, vale anotar, que por su carácter vergonzante, la información estadística sobre
los éxitos o fracasos de los distintos métodos de tratamiento no es muy confiable; pero aun
así, se pueden aventurar algunas cifras.
Existe el acuerdo general de establecer una primera aproximación moderna al tratamiento
de esta condición, por los años 50 (1958), con Synanon (Charles Dederich, Santa Mónica,
7. California, EE UU). Altamente influenciado por la experiencia de AA y el esquema “libre de
drogas”, se complementa con métodos de modificación de conducta, en boga por entonces
(Terapia de Confrontación, Ayudas Visuales, etc.), y se fundamenta en la autoayuda,
también llamada ayuda mutua, porque otorga gran peso a la labor e interacción con el
grupo de pares, ya que, a diferencia de AA, se trata de un programa de tratamiento
8. residencial en establecimiento cerrado o semicerrado, de larga duración (entre 20 y 24
meses). En este caso, lo que se busca es, como AA, la abstinencia total, y cada evento de
consumo se considera una “recaída”. No sobre señalar que el índice de éxito resultó ser
extremadamente bajo (alrededor del 7 -10%), a pesar de los esfuerzos de sus fundadores.
Porque, no se trata solamente de terminar el tratamiento, de extremada dureza
9. inicialmente y que con posterioridad se ha ido “suavizando” al reducir el tiempo de
residencia, sino que el seguimiento posterior ha resultado impráctico.
Con el tiempo, este proyecto enfrentó múltiples dificultades legales, ya que a diferencia de
AA, se especializaba en el tratamiento de personas con problemas de consumo abusivo de
sustancias ilegales, y por el secretismo alrededor de sus métodos. Finalmente, su deriva
10. hacia una especie de culto, con la Synanon Church, terminó por desdibujar sus propósitos
iniciales.
Es posible afirmar que Daytop Village, fundada en 1963 por el Médico Daniel Casriel y
Monseñor O’Brien, en New York, es fruto de este primer intento: conserva los principios
básicos de Terapia de Grupo y Tratamiento de Confrontación, bases de lo que se conocerá
11. como Comunidad Terapéutica. Sus inicios están estrechamente relacionados con las casas u
Hogares de paso para convictos en proceso de liberación, por lo que este tratamiento se ha
relacionado estrechamente con los implementados en sistemas carcelarios. De nuevo, el
énfasis reside en la interacción entre pares, y durante mucho tiempo se ha considerado un
12. modelo altamente exitoso, pues aunque no está soportado por números estadísticos fiables,
pregona que el 85% de sus internos egresados se mantienen limpios, al día de hoy.
A Colombia llegó de la mano de organizaciones diversas, básicamente Hogares CREA
(Modelo puertorriqueño), Fundación Hogares Claret (Modelo de República Dominicana), y
la Comunidad Terapéutica de Colombia (Modelo Projetto Uomo, italiano).
13. Finalmente, el Modelo Comunidad Terapéutica ha sido replicado en miles de sus variantes;
se basa, como se dijo, en la ayuda mutua, la Terapia de grupo y confrontación, y en un
sentimiento de hermandad que surge al compartir vivencias de extremada dureza, pues las
estrictas normas de tratamiento, por lo menos inicialmente, hacían de este un proceso
prometedor, aun cuando se ha limitado siempre a modificación de la conducta mediante la
14. interiorización de normas de comportamiento y jerarquías autoritarias, como vía de
reestructuración del carácter (Reeducación).
A finales de los años 80, sin embargo, se hizo evidente la insuficiencia y las carencias
intrínsecas en el Modelo de CT. En los países industrializados, se volvió claro que los
índices de recuperación pregonados no eran tales, y que las calles estaban pobladas de
15. adictos ya curtidos en este tratamiento, y por decirlo así, se habían vuelto resistentes. De la
mano de la proliferación de ETS, como el VIH/SIDA y la Hepatitis B, el incremento de los
robos menores y la delincuencia callejera, surge una preocupación más allá del esquema
“libre de Drogas”, a todas luces obsoleto o, por lo menos, inoperante en gran número de
casos.
16. La estrategia de Reducción del Daño y del Impacto social, surge como una postura más
pragmática, menos moralista, pero a la vez, con estándares éticos mucho más estrictos, ya
que parte de la convicción del respeto por la libre determinación individual para llevar la
vida como bien le parezca, aun si eso implica el abuso de sustancias. Como se hace evidente
que muchos individuos deciden esta vía como proyecto de vida, el acompañamiento, para
17. reducir los índices de ETS y demás efectos colaterales, se torna en el objetivo. Desde
Canadá hasta Holanda y Suiza, surgen varias experiencias que, sin pretender modificar lo
inmodificable, mediante salas para consumidores con provisión de agujas y jeringas, y
condiciones higiénicas, consejería y el uso de paliativos como la Metadona, pueden exhibir
hoy en día estadísticas fiables de los Sistemas Públicos de Salud, de reducción del contagio
18. de ETS, y si bien no hay cese definitivo del consumo, los usuarios han sido incorporados a la
red social y productiva, de manera más o menos efectiva, aun cuando subsiste cierto tipo de
consumo controlado.
En nuestro país, este enfoque halla seria oposición, debido a posturas voluntaristas y
afincadas en la ortodoxia de los valores de la CT original, además de las consabidas
19. posturas fundamentalistas, católicas y protestantes. No obstante, los programas enfocados
a la reinserción social, más que a la reeducación, se halla en proceso de implementación.
Sus resultados están aún por decantarse. Adicionalmente, los últimos proyectos de
Reducción del daño y el Impacto social, implementados por la actual Alcaldía, hasta ahora
20. meramente experimentales y altamente tímidos, necesitan de una voluntad política clara
para permanecer y dar frutos.