1. coolie, fue el apelativo utilizado para designar a los cargadores y trabajadores
con escasa cualificación procedentes de la India, China y otros países
asiáticos. También se utilizó para nombrar a los emigrantes de esos países que
eran contratados en las colonias europeas o en los países americanos. La
utilización de culíes o peones aumentó tras la abolición del comercio de
esclavos.
Los culíes indios eran reclutados por contratos que establecían un periodo de
trabajo no menor a ocho años, a cambio del transporte y un sueldo; pasado
dicho lapso, el trabajador podía regresar a su hogar o buscar otro trabajo. En el
caso de los chinos las condiciones eran más irregulares.
Más escasas son las noticias de presencia china en la República
Dominicana. Se sabe de la llegada de diversos contingentes desde Cuba
para trabajar a mediados de la década de los sesenta del siglo XIX en una
fábrica de ladrillos y la construcción del ferrocarril de Sánchez –La Vega,
en la zona del Cibao. Esta operación, tanto constructiva como de
aportación de emigrantes asiáticos, había sido promovida por Gregorio
Riva, un destacado hacendado de esta zona del nordeste dominicano,
probablemente dadas las duras condiciones en las que se construyó ese
tramo de ferrocarril, entre pantanos (Franco Fondeur, s.f.).
Los culíes chinos acabarían asentándose y distribuyéndose por la región,
documentándose su trabajo en la construcción de edificios y almacenes
en las poblaciones de Samaná, Yuna y Moca, todas situadas en el
nordeste de la isla y en torno a la población de San Francisco de Macorís
(Azcárete, s.f.).Se trata sin duda, de los inicios de instalación de una
comunidad china económicamente muy significada en el contexto de este
país caribeño (Severino, 2006).
Durante la segunda mitad del siglo XIX países asiáticos como China e India
sufrían de condiciones de vida muy pobres y de grandes hambrunas. China
debido a los malos gobernantes e India debido a la mala administración inglesa
[cita requerida]. Es por eso que entre 1847 y 1874, de 250 000 a 500 000
chinos e indios emigraron con este tipo de contratos, o fueron llevados a la
fuerza. El canal habitual era a través de las Filipinas y México. Estos
trabajadores se convirtieron en culíes, fueron llevados a Perú, Chile, Costa
Rica, Hawái, la Guayana Británica, Panama, Malasia, las Antillas
Neerlandesas, Sudáfrica, Rodesia, Cuba, República Dominicana y Estados
Unidos.
Los culíes sufrían de maltratos y otros abusos que incluían la falta de respeto a
los derechos humanos. Por ello los gobiernos de donde provenían intentaron
mejorar su condición tratando de limitar los contratos forzosos y los fraudes, así
como garantizar un mínimo de seguridad para sus ciudadanos, pero no
tuvieron mucho éxito.
2. Gran Bretaña intentó legislar la contratación de culíes para evitar abusos como
los secuestros, la masificación en los buques y la falta de alimentos durante los
viajes. El trato que se daba a estos trabajadores en los buques portugueses era
inhumano.
Además de la preocupación de tipo humanitario, los sindicatos también
presionaron para que se legislasen los contratos de este tipo de trabajadores.
La contratación de culíes fue abolida en la India en 1917 y la Ley de
Emigración India de 1922 prohibió la salida de sus ciudadanos sin cualificación
profesional. En 1873 las autoridades chinas impedían este tipo de migración,
excepto a Gran Bretaña, y en 1874 se prohibió en Macao, centro comercial de
Portugal. En América Latina se utilizaron en las haciendas y plantaciones a
trabajadores peones y jornaleros con similares condiciones de explotación, las
cuales fueron mejorando con gran lentitud en el transcurso del siglo XX.
:La Paz de Nimega o Tratados de Nimega fueron una serie de pactos
concertados en la ciudad holandesa de Nimega (agosto de 1678 - febrero de
1679) Este tratado marca el final de la Guerra de Holanda, que ha enfrentado a
Francia contra las Provincias Unidas y España desde 1672.
La invasión de Holanda por Luis XIV había provocado la formación de una gran
coalición encabezada por Guillermo III de Orange (estatúder de las Provincias
Unidas desde 1672) y apoyada por España, el Imperio, Brandeburgo, el
Palatinado y el Lorena (1673), que se mostró incapaz de mantener el empuje
de las armas francesas hasta que Inglaterra se vio obligada, por la opinión
pública inglesa, a abandonar a Francia en sus planes de expansión. Así,
Inglaterra firmaba una paz por separado con las Provincias Unidas.
Tras el cese del apoyo a Francia por Inglaterra, la coalición contra Luis XIV
pudo combatirlo eficientemente hasta obligarlo a iniciar negociaciones de paz.
En virtud de las mismas, se firmaron los Tratados de Nimega en los que Luis
XIV devolvió a España Courtrai, Oudenaarde, Gante, Charleroi y Limburgo;
España cedió a Francia el Franco Condado y diversas plazas de los Países
Bajos españoles; Holanda recuperó Maastricht y obtuvo ventajas financieras y
comerciales; el Imperio cedió Breisach y Friburgo a cambio de Philipsburg.
3. luego de la Paz de Nimega, la parte occidental de la isla pasó a llamarse Saint
Domingue. Su organización formal, no obstante, comienza a principios del siglo
XVIII, cuando su territorio se dividió en los departamentos Norte, Sur y Oeste,
dirigidos cada uno por un gobernador y un intendente general nombrado por el
Rey de Francia. En estas tierras los franceses desarrollaron un intensivo
sistema de plantaciones que permitía producir a gran escala café, cacao,
algodón, índigo o añil y azúcar, y que convirtió en su momento a esta colonia
francesa en la más rica del mundo. Veinte años después, el 20 de septiembre
de 1697, mediante el Tratado de Ryswick, España aceptaría definitivamente la
división de la isla en dos colonias: Santo Domingo Español (oriental) y Santo
Domingo Francés (occidental).
Su organización formal, no obstante, comienza a principios del siglo XVIII,
cuando su territorio se dividió en los departamentos Norte, Sur y Oeste,
dirigidos cada uno por un gobernador y un intendente general nombrado por el
Rey de Francia. En estas tierras los franceses desarrollaron un intensivo
sistema de plantaciones que permitía producir a gran escala café, cacao,
algodón, índigo o añil y azúcar, y que convirtió en su momento a esta colonia
francesa en la más rica del mundo.
La convivencia de los esclavos en barracas colectivas permitió que de sus
diferentes lenguas y del francés emergiera una especie de dialecto llamado
creole.
La ocupación de la parte occidental de la isla de Santo Domingo fue un proceso
lento de penetración alentado por Francia desde finales del siglo XVII a través
de bucaneros y filibusteros que luchaban contra una España en decadencia
que se vio obligada a reconocer jurídicamente, mediante la firma del Tratado de
Ryswick, el asentamiento de Francia en la parte Oeste de Santo Domingo.
Los franceses tras la ocupación del territorio occidental de la isla extendieron
los límites a su antojo, provocando toda clase de conflictos entre las
autoridades de las dos colonias en Santo Domingo, situación que se prolongó
durante largo tiempo hasta culminar en la imperiosa necesidad del
establecimiento de límites territoriales.