1. POLÍTICA AGRÍCOLA
TITULAR DE LA MATERIA: MC.OSCAR JUVENTINO MARTÍNEZ
CAPÍTULO 4 DEL LIBRO
DE ROGER NORTON
POR:
AMADO MONTAÑO GUTIÉRREZ
2. Los precios de los alimentos han sido una fuente de preocupación para
los responsables de la política en todo el mundo y en todas las épocas.
Esos precios afectan el bienestar de los productores, consumidores,
intermediarios, agroindustrias, exportadores e importadores y, a través
de efectos indirectos o multiplicadores, también inciden en los ingresos
y el empleo en muchos otros sectores.
los países más ricos, cuyos agricultores constituyen una porción muy
pequeña de su población, tienden a subsidiar a los productores y
penalizar a los consumidores a través de precios artificialmente altos; y
los países más pobres, en los cuales una proporción mucho más alta de
la población se gana la vida en la agricultura, a menudo tratan de
mantener los precios de los alimentos por debajo de sus equivalentes
internacionales, empobreciendo aún más a sus agricultores para otorgar
ventajas a los consumidores urbanos.
Tal como aseveran Jo Swinnen y Frans van der Zee:
“Existe una tendencia general a discriminar contra la agricultura en los países
más pobres y a subsidiar a los agricultores en los países más ricos”.
3. Los precios agrícolas pueden ser analizados
desde varias perspectivas: en la finca, al por
mayor urbano y rural, y al consumidor; en
períodos de cosecha y en la temporada de
escasez relativa; en la frontera, en casos de
importaciones y exportaciones, o en
localidades del interior; según la calidad del
producto, etc.
Las influencias más importantes de la
política macroeconómica en los precios reales
sectoriales se ejercen a través de la política
arancelaria y de comercio exterior, la política
cambiaria y la política fiscal
4. La política de comercio exterior puede otorgar
poderosos incentivos o desincentivos a la
producción, por medio de su influencia en los
precios y las cantidades de los productos
competidores que se importan en el país y a
través de sus efectos sobre los precios internos
recibidos por las exportaciones. Los
instrumentos principales de la política comercial
son los aranceles y las cuotas por el lado de las
importaciones, y varios tipos de incentivos
cuando se trata de las exportaciones.
5. Las tres excepciones justificables a la política de
aranceles uniformes son:
1) Productos cuyos precios internacionales están
distorsionados por subsidios de los grandes
países exportadores.
2) productos cuyas fluctuaciones de precios
internacionales puedan ser suavizadas por
bandas de precios, antes de que se transmitan
plenamente a la economía nacional.
3) uno o dos productos que son la fuente básica
de los alimentos e ingresos de los pobres rurales,
pues en el corto y mediano plazo sus
posibilidades de encontrar fuentes alternativas
de ingreso son muy limitadas.
6. la política cambiaria ha sido un tema central de
controversia en muchos países, es fácil perder de vista el
hecho de que el tipo de cambio es simplemente un precio.
Es el precio de las divisas. Sería más correcto referirse a
un conjunto de tipos de cambio, uno para cada una de las
monedas de los socios comerciales, pero los análisis y las
recomendaciones comúnmente se simplifican y se refieren
al concepto de un tipo de cambio.
El tipo de cambio de un país refleja su oferta y demanda
de divisas, en que la oferta proviene básicamente de las
exportaciones y los flujos de entrada de capitales, y la
demanda de la necesidad de importar bienes y servicios.
Las expectativas sobre el futuro de la balanza de pagos a
menudo juegan también un papel en la determinación de
la tasa de cambio del momento.
7. La política del gasto fiscal puede influir sobre los precios
agrícolas al productor a través de la disponibilidad de
infraestructura básica: instalaciones portuarias que
permitan un mejor acceso a los mercados de exportación,
centros de acopio y facilidades de almacenamiento que
incrementen el acceso a los mercados nacionales, caminos
rurales que reduzcan el costo de transporte, riego para
producir durante la temporada seca o en zonas áridas,
nuevas variedades de cultivos para aumentar la
producción, etc. Tales inversiones influyen en los precios
al incrementar la oferta en los mercados, especialmente
para los productos que no se importan o exportan
directamente.
Los efectos sobre los precios son directos e inmediatos en
el caso de algunos tipos de política fiscal: imposición
sobre productos y regulación de los precios a través de
monopolios paraestatales con fines de recaudación.
8. El mantenimiento de un tipo de cambio competitivo es
una política potente y neutral respecto a la asignación de
recursos entre los sectores productivos. Si esto no es
posible, las distorsiones del tipo de cambio pueden
compensarse a través de la política de comercio exterior
y/o la fiscal. Si se descansa sólo en los aranceles se crean
otras distorsiones, sesgando los precios y la producción
del sector hacia la sustitución de importaciones, por lo
cual es preferible una política simultánea de aranceles y de
incentivos a las exportaciones a otra sólo de aranceles.
Finalmente, toda política macroeconómica en favor del
desarrollo agrícola debe estar acompañada de reformas
institucionales y estructurales sectoriales, en aspectos
tales como tenencia de la tierra, manejo del agua,
sistemas financieros y tecnología. Estas reformas
fundamentales pueden aumentar la eficiencia agrícola y
ayudar a reducir la pobreza.
9. El instrumento más obvio de la política de
precios son los precios administrados o
controles directos de precios que resulta
imposible que un organismo centralizado
sopese continuamente y de forma precisa el
equilibrio entre la oferta y la demanda y, por
lo tanto, al precio administrado existe casi
siempre un exceso de oferta o de demanda.
10. ¿Qué quiere decir en términos operacionales?
¿Cuáles son las políticas apropiadas para
lograrla?
11. La seguridad alimentaria puede ser más
provechosamente interpretada en términos
de acceso a los alimentos por parte de las
familias de bajos ingresos, más bien que de
autosuficiencia nacional en la producción de
alimentos básicos. La malnutrición crónica
está todavía muy extendida en los países en
desarrollo, donde afecta a unos 800 millones
de personas.
12. Una buena política agrícola de conjunto, que
incluya medidas para promover los aumentos
de productividad y el fortalecimiento
institucional, es muy importante a los efectos
de reducir la inseguridad alimentaria. De
igual modo, en los programas de ayuda
alimentaria es necesario aumentar los
esfuerzos para concentrarse en la población
más necesitada
13. La seguridad alimentaria de las familias rurales
pobres no está necesariamente correlacionada
con su producción de alimentos básicos. Cuando
las condiciones agronómicas y de los mercados
son apropiadas, la producción de bienes para la
venta puede mejorar el bienestar familiar tanto
como la de alimentos. La forma más segura de
reducir la subnutrición es permitir que los
sistemas de cultivos se adecuen a las ventajas
comparativas regionales y nacionales.
14. la inflación alta (más de 40 por ciento al año) es muy dañina,
pero una más baja no lo es; controlar la inflación no debería ser
una prioridad para muchos países en desarrollo.
hay demasiada preocupación por el control presupuestario y los
déficit de cuenta corriente. Los déficit deben ser sostenibles;
la estabilidad macroeconómica es menos importante que
estabilizar la producción o el desempleo, lo que a veces requiere
medidas microeconómicas;
en lugar de concentrarse simplemente en la liberalización del
comercio exterior, los gobiernos deben intervenir para crear
sectores de exportación competitivos;
la necesidad de privatizar debe ser complementada con la
provisión de infraestructura institucional, incluyendo los cuerpos
de regulación; existen aspectos fundamentales acerca de la
secuencia y el alcance de la privatización.
15. Controlar rápidamente la inflación a través de
distorsiones del tipo de cambio y políticas
monetarias excesivamente rígidas puede traer
como consecuencia la reducción de los precios
agrícolas reales, lo que disminuye la tasa
agregada de crecimiento económico y empeora la
pobreza. En muchos casos puede ser preferible
controlar la inflación de manera estructural y
duradera, mediante reducciones del déficit fiscal,
aún si el proceso es más lento, ya que entre tanto
las familias más pobres pueden mejorar.