Un cuadro atribuido a Modigliani llega a Valencia para ser sometido a análisis para confirmar su autoría. El óleo titulado "La patronne" se depositará temporalmente en el Museo de Bellas Artes de Valencia, donde expertos del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración realizarán pruebas para determinar la composición de los pigmentos y establecer la autenticidad de la obra.
Obra inédita de Modigliani llega a Valencia para confirmar su autoría
1. Llega a Valencia una obra inédita atribuida a Modigliani para confirmar su
autoría
La consellera Trini Miró aprecia el óleo que podría pertenecer a Modigliani.
(Foto: EL MUNDO).
Actualizado viernes 22/02/2008 20:54 (CET)
EFE
VALENCIA.- Un cuadro atribuido a Amedeo Modigliani, pintor y escultor italiano
integrante de la Escuela de París, quedará depositado temporalmente en el
Museo de Bellas Artes de Valencia después de que sea sometido a un proceso
de análisis, expertización y restauración.
Los trabajos lo realizarán expertos del Instituto Valenciano de Conservación y
Restauración de Bienes Culturales (IVACOR), quienes someterán el óleo a
diversas pruebas radiológicas y otros análisis químicos para determinar la
composición de sus pigmentos.
El óleo, que se titula 'La patronne', cuyo autor podría ser Modigliani, un creador
plástico cuya vida estuvo marcada por una mezcla de drogas, alcohol y
mujeres, fue ejecutado probablemente entre 1917 y 1919, y forma parte desde
mediados de los años 30 de una colección particular cuyos propietarios quieren
permanecer en el anonimato.
La consellera de Cultura, Trinidad Miró, acompañada por la directora del
IVACOR, Carmen Pérez, y la restauradora Greta García, ha valorado la
actividad desarrollada por el IVACOR en el análisis y expertización a la que
someterá esta obra de arte. Miró ha indicado que "es un motivo de orgullo que
se haya confiado en los expertos del IVACOR para esta restauración".
La titular del departamento de Cultura ha indicado que la obra se ha cedido en
depósito al Instituto Valenciano de Restauración y Conservación de Bienes
Culturales, y que permanecerá custodiada en el Museo de Bellas Artes de
Valencia, donde el personal del Instituto de Restauración y Conservación de
Bienes Culturales procederá a un análisis exhaustivo de la pintura.
2. Por su parte, la conservadora Greta García, experta en Modigliani, ha señalado
que es muy difícil conocer la autenticidad de este tipo de obras, y para ello
debe ser sometida a rigurosos estudios, que incluyen análisis radiológicos de
rayos X y también químicos, para determinar la composición de pintura que se
utilizó entonces
Ponencias 1er Foro Conservación del Patrimonio Cultural. Conservación
Preventiva, Ciencias de la Conservación y Formación en Conservación.
Carlos Rojas, Conferencia sobre Microscopía electrónica en arte y
arqueología .
Esta conferencia versa sobre la unión multidisciplinaria entre la física y la
conservación del patrimonio en torno a la conservación de obras de arte y
piezas arqueológicas. Se habla sobre la utilización de microscopios
electrónicos para determinar la composición atómica de la madera en la que
fue tallada la Virgen Inmaculada a fin aportar datos para el diagnóstico del
estado de la obra y su posterior tratamiento. Se exponen las diferentes técnicas
de identificación de la composición de la pieza y las virtudes y defectos de los
métodos de examinación ofrecidos por la microscopía electrónica en los
estudios de deterioro, efectos de la humedad y temperatura, hongos,
cristalización de sales y corrosión.
Con el fin de controlar los procesos químicos que tienen lugar en los muros, un
equipo de investigadores franco-italiano ha estudiado cuatro muestras de
pinturas murales de Villa Sora usando laInstalación Europea de Radiación
Sincrotrónica (ESRF) de Grenoble, Francia. Se tomaron muestras tanto de
zonas alteradas como de zonas no alteradas y se sometieron a microananálisis
para tratar de entender las causas de este ennegrecimiento espectacular.
3. Una pared mostrando el
severo desperfecto
debido al
ennegrecimiento del
cinabrio en la villa
Poppea en Oplonti
Imagen cortesía de Mario
Pagano
El equipo identificó los elementos presentes tanto
en las muestras bien conservadas (rojas) como en
las alteradas (gris-negras). Además de azufre y
mercurio, originados por el pigmento y de calcio,
presente en la calcita del mortero, se detectaron
bajos niveles de otros elementos como aluminio,
sílice y potasio. Sin embargo, el elemento más
interesante que se encontró fue el cloro, el cual
puede proporcionar respuestas al misterioso
proceso de ennegrecimiento.
Gracias al mapeo de señales de micro
fluorescencia de rayos X (ver cuadro) sobre
superficies rojas, grises o negras, los científicos
pudieron correlacionar la distribución de
elementos con la apariencia visible de las
pinturas. Esta es una técnica que se usa
frecuentemente en pinturas, aunque empleando
microscopía electrónica en lugar del más sensible
análisis con luz sincrotrón. El mapeado de
elementos con luz sincrotrón de una de las
muestras mostró como la distribución de cloro
encajaba perfectamente con un área gris
degradada.
Se encontró cloro asociado con sodio y mercurio, demostrando que el cloro
había reaccionado con el pigmento y que la sal común (NaCl) estaba
involucrada en el proceso de degradación.
Es conocido que el cloro provoca el oscurecimiento del cinabrio en presencia
de luz. Los científicos pensaron que el cloro de las pinturas podría estar
originado a partir de dos fuentes de sal . Al estar Pompeya y Torre del Greco
junto al mar, se pensó que las pinturas podían absorber sal del aire.
Irónicamente, la segunda fuente de sal podría ser la cera púnica “protectora”, la
cual, según Plinio el Viejo se hacía usando agua de mar.
¿Qué significa todo esto?
4. De momento, los descubrimientos del ESRF han servido para confirmar la
explicación tradicional de que el cinabrio rojo se transforma en metacinabrio
negro. Sin embargo los análisis de otra parte más oscura de la pintura
revelaron una alta acumulación de azufre en áreas donde el cloro no estaba
presente. Se investigó la especiación, o ambiente químico, del azufre para
descubrir cuáles son los átomos que lo rodean. Esto es importante ya que
aunque cinabrio y metacinabrio tengan la misma composición (Hg y S) se
pueden distinguir por sus diferentes distribuciones atómicas. Este análisis
desveló la ausencia de metacinabrio, refutando así la hipótesis de que el
cinabrio había sufrido una transformación de fase en metacinabrio.
Imagen de microsopio de luz visible (VL) y distribución atómica del cloro
de una de las muestras con alteraciones visibles moderadas (obtenida
por microfluorescencia de rayos X con una haz de excitación de 3.9 keV)
Reimpreso con permiso de Cotte et al., 2006. Copyright 2007 American
Chemical Society
Imágenes normalizadas de la distribución de los azufres reducidos
(intactos) y oxidados (alterados) de la muestra más degradada (8 × 7 mm2)
Reimpreso con el permiso de Cotte et al., 2006. Copyright 2007 American
Chemical Society
5. Para sorpresa de los científicos incluso apareció otro compuesto: sulfato de
calcio, también conocido como yeso. Este constituía el compuesto de azufre
encontrado en las áreas negras donde no había cloro. Así que, en lugar de una
simple transición de fase el azufre había sufrido un oxidación real,
transformándose desde azufre en estado reducido (S(-II)) hasta azufre en
estado oxidado (S(+IV)). Lo más probable es que el yeso (CaSO4.2H2O) haya
resultado de la reacción entre el dióxido de azufre (SO2) en el aire con la calcita
(CaCO3) en el mortero:
SO2(g) + CaCO3(s) + 2H20(g) + ½ O2 → CaSO4.2H20(s) + CO2
Esta explicación está avalada por el hecho de que el cloro puede catalizar la
reacción de rotura
HgS → Hg + S
en la cual el cinabrio se disocia en mercurio y azufre en presencia de luz,
proporcionando una fuente de azufre para posteriores reacciones con el
oxígeno del aire y la subsiguiente formación de SO2. Así pues, aunque el
segundo trozo más oscuro contenía azufre sin cloro, el cloro de otras áreas
(como el primer trozo gris) fue suficiente para generar dióxido de azufre que
degradó el pigmento en otras áreas.
De esta manera los análisis con luz sincrotron arrojan dudas sobre la teoría
tradicional de que el pigmento rojo cinabrio se degrada directamente en
metacinabrio en presencia de luz, y apoya la teoría más reciente de que el
cinabrio se disocia en presencia de cloro para producir azufre, el cual entonces
(en forma de dióxido de azufre) reacciona con la calcita del mortero para formar
sulfato de calcio. Esto explica por qué las áreas que no fueron pintadas con
pigmento rojo cinabrio no se decoloraron.
Estudios de sección transversal
Los científicos fueron más allá e investigaron la sección transversal de una de
las muestras para trazar la profundidad de la alteración en la pintura. Se
impregnó una muestra de resina y se pulió perpendicularmente a la capa de
pintura. De esta manera se pudo acceder a todas las capas de la pintura,
desde el mortero hasta la superficie. Los científicos descubrieron que la capa
degradada, conteniendo especies oxidadas de azufre y sulfatos, sólo tenía un
espesor de 5 µ y que por debajo de la superficie el cinabrio había permanecido
intacto.
6. Estas pinturas antiguas eran frescos en que la pintura era aplicada sobre la
escayola húmeda permitiendo al pigmento hundirse en ella, dejando una capa
de pigmento de unas 100 µ. De esta manera los estudios de sección
transversal proporcionan dos tipos de información. Primero, fue posible
distinguir entre los elementos presentes en la pintura original (calcio, mercurio y
azufre) y aquellos que procedían del ambiente (potasio, sílice, aluminio, cloro y
yeso). Esto era importante ya que como el yeso se detectó solamente en las
capas superficiales quedó claro que no había sido usado en el mortero de esas
pinturas. Segundo, las secciones transversales demostraron que la
degradación del color estaba limitada a las capas muy superficiales, ofreciendo
la esperanza de que las pinturas se puedan restaurar para volver a su completa
colorida gloria.
“La investigación llevada a cabo en el ESRF es de extraordinaria importancia,
no sólo para la conservación de las pinturas murales de Villa Sora sino para la
preservación de pinturas murales romanas descubiertas en los lugares
arqueológicos romanos más importantes (como Pompeya y Herculano)”,
explica Corrado Gratziu, miembro del equipo de investigación y profesor
emérito en geología en la universidad de Pisa, Italia, especializado en
petrología y rocas sedimentarias.
Investigación futura
A pesar de haber refutado la explicación clásica sobre el ennegrecimiento del
cinabrio, la investigación acerca del antiguo pigmento rojo está lejos de haber
finalizado. Las complejas rutas que implican la reacción del cloro y del dióxido
de azufre han planteado nuevas preguntas. “La distribución química de las
muestras no es uniforme, lo cual implica que las condiciones atmosféricas
probablemente influyen en los cambios de colores,” explica Marine Cotte, una
de las investigadoras. “Es seguro que el sol influye en el proceso, pero es
probable que la lluvia también lo haga,” añade. “La luz del sol acelera algunas
reacciones, mientras que la lluvia puede lavar las pinturas y disolver los
compuestos más solubles.” La contaminación atmosférica o actividades
bacterianas también pueden contribuir a mecanismos de captura de azufre.
El siguiente paso para el equipo es el de examinar más muestras, no sólo de
los frescos de los sitios arqueológicos sino también de lugares ya excavados y
expuestos en museos. “De esta manera tendremos más datos y podremos
7. comparar los resultados entre pinturas expuestas a diferentes condiciones
atmosféricas y así poder establecer mejor las causas de su degradación, “
explica Marine.
Rayos X como herramienta para el estudio de Pompeya
Los experimentos llevados a cabo en el ESRF necesitan un haz muy pequeño
(desde 100 μm a menos de 1 μm) e intenso de rayos X para detectar bajas
concentraciones de elementos y proporcionar información química detallada.
Se realizaron en la línea de microscopía de rayos X (ID21) combinando las
técnicas de mapeo de micro fluorescencia de rayos X y espectroscopia de
microabsorción de rayos X.
Principio de la fluorescencia de rayos X
Una manera simple de entender el principio de la fluorescencia de rayos X es
considerar que los átomos (los pequeños elementos que componen la materia)
son como casas cuyos habitantes se llaman electrones. Estos ocupantes son
bastante perezosos y no les gusta vivir en los pisos altos. Así que primero
ocupan la planta baja, cuando está llena ocupan el primer piso y así
sucesivamente. Como en la vida existen casas pequeñas (átomos pequeños
con pocos electrones) y casas grandes (grandes átomos con muchos
electrones).
El principio de la fluorescencia de rayos X es proyectar luz de rayos X sobre
esos átomos. La luz se comportará como el ascensor de la casa que transfiere
los electrones que viven en los pisos inferiores a pisos superiores; este proceso
se denomina ‘absorción’ ya que la luz es absorbida por el átomo (el electrón es
absorbido por el ascensor). A medida que los electrones se van yendo va
quedando espacio libre en los niveles bajos. Como consecuencia los electrones
que viven en lo alto están contentos de bajar. Durante esta transición van a
expresar su alegría emitiendo algo de luz, o fluorescencia. En una casa
pequeña la transición será pequeña, así que la expresión de alegría será poca,
mientras que en una casa grande algunas de las transiciones (y las
correspondientes expresiones de alegría) pueden ser grandes. Midiendo la
señal de fluorescencia (la energía de fluorescencia, que es la distancia entre
los pisos de partida y de llegada) se puede distinguir entre átomos pequeños y
grandes, y más precisamente, identificar cada átomo de acuerdo a su
característica expresión de alegría.
8. Los electrones absorben luz de rayos X y pasan a un nivel de energía
superior (izquierda). Cuando los electrones pasan a un nivel de energía
inferior liberan energía en forma de fluorescencia (derecha)
Imagen cortesía de Calvero; fuente de la imagen: Wikimedia Commons
Principio de la espectroscopía de rayos X
Este método se basa en la variación de la energía de rayos X en la luz
necesaria para excitar los átomos, la cual corresponde a la altura del ascensor.
Imaginemos que el átomo es iluminado con una energía baja, es decir, que la
casa tiene un ascensor pequeño que va sólo desde la planta baja a la planta
primera. Si ambos pisos están llenos ningún electrón de la planta baja tomará
el ascensor ya que no hay espacio en el primer piso. Así pues, hay una
condición que debe ser satisfecha antes de que un electrón tome el ascensor
(o que un átomo absorba luz): el ascensor debe ser lo suficientemente alto
como para permitir la transición desde pisos bajos vacíos a pisos vacíos
superiores. Por ejemplo, un ascensor cuya altura sea mayor que la de la casa
siempre conducirá a la absorción.
Hay un caso crítico en que la altura del ascensor es justo la suficiente para
llevar los electrones al ático o desván. De hecho los electrones prefieren ir al
desván antes que ser completamente expulsados de la casa. Así que la
probabilidad de que un electrón tome el ascensor al desván es mayor que la
probabilidad de que salga fuera. Midiendo la absorbancia medimos la
probabilidad de que un electrón tome el ascensor. Se mide la absorbancia para
cada altura de ascensor (energía de rayos X). La razón por la que los
científicos están interesados en los electrones viajando al desván (siendo
9. excitados al más alto nivel sin abandonar el átomo) es que la altura del desván
nos habla sobre el entorno químico del átomo.
En otras palabras, consideremos una casa aislada. Podemos identificar esta
casa usando fluorescencia. Ahora supongamos que esa casa está rodeada por
otras casas (átomos). Se crearán algunas conexiones entre ellas, como
pasarelas, en lo alto de las casas. Para acomodar de una forma segura la
pasarela, la casa será ligeramente reformada cambiando un poco el nivel del
desván en cada casa. El resultado es que la altura del desván depende de las
casas circundantes (qué casas hay en el área, cómo están de lejos, etcétera).
Midiendo la altura de la subida al desván podemos deducir la naturaleza del
puente y, en consecuencia, el entorno químico de la casa (qué otros átomos la
rodean, por ejemplo). Este proceso se llama especiación atómica.