Hombre ¿corrupto por naturaleza o por conveniencia?
1. ¿EL HOMBRE ES CORRUPTO POR NATURALEZA O POR CONVENIENCIA?
CAMILO ANDRES ROMERO TORO
GIMNASIO CAMPESTRE ‘NUEVA GRANADA’
GRADO DECIMO
TENJO, CUNDINAMARCA
2011
2. Últimamente en los titulares de las noticias, han acaparado la atención los
escándalos por corrupción acerca del erario colombiano. Se han comenzado a
destapar ollas podridas que hace años funcionan en las entidades estatales,
acerca de las contrataciones que hacen. Por ello es que decidí desarrollar mi
ponencia y poder llegar al punto en el cual el hombre es corrompido, o si es que
en su naturaleza esta adherido ya el hecho que seamos corruptos.
Primero que todo definiré el termino corrupción: “Corrupción es la conducta de
quién ejerce una cierta función social que implica determinadas obligación activa o
pasiva destinada a satisfacer cierto fin, pero cuya conservación fue designado en
esa función, y no cumple con aquella obligación o no la cumple en forma de
satisfacer ciertos fines, de modo de obtener un cierto beneficio para él o para un
tercero, así como también la conducta del tercero que lo induce, o se beneficia
con tal incumplimiento”
Dicho esto se concluye que la corrupción tiene una directa implicación social, pero
qué pasa cuando el corazón o esencia del ser es corrompida, dando como
ejemplo el caso de la corrupción del juicio de uno de los más grandes líderes de la
historia, Napoleón Bonaparte, que se dejó corromper por el poder, cegado tuvo
una serie de malas decisiones que lo llevaron al exilio y a la pérdida de todo lo que
había conseguido, después de haber convertido a Francía en el más grande
imperio en su momento.
El hombre desde su infancia es corrompido por todo tipo de influencias externas,
desde sus propios padres, hasta lo que ve, todo, absolutamente todo se podría
tomar como una corrupción del espíritu original. Nuestra influenciabilidad es tan
grande que cualquier cambio de nuestra esencia a causa de una influencia
externa puede ser tomado como corrupción, ya que en el futuro representara las
actitudes ante la sociedad que en conclusión terminara afectando al todo de una u
otra forma.
De ahí lo dicho por Rousseau ‘El hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe’
porque aunque la corrupción implique una afectación de la sociedad, la misma
sociedad corrompe a sus nuevos miembros, es una gran paradoja tanto de fondo
como de forma. He ahí el problema fundamental, porque aunque la corrupción
implica la afectación de la sociedad, la misma sociedad es corrupta bajo todo
concepto, de esta forma ella misma se afecta. Es totalmente sincretante con el
sistema.
Siempre a lo largo de la historia todo sistema creado por el hombre para mantener
al hombre y en si para conservar cierto orden en nuestra naturaleza social, se ha
3. visto que ha sido corrompido por la naturaleza humana. Para ejemplificar lo
anteriormente dicho citare parte de la obra de Montesquieu; ‘La Corrupción de la
Democracia’.
“El principio de la democracia se corrompe, no sólo cuando se pierde el sentido de
la igualdad, sino también cuando se radicaliza el sentido de la igualdad extrema.
El pueblo, al querer ejercer las funciones de los magistrados, deja de respetarlos.
A todos les gustará esta licencia; no tendrán sumisión ante nadie. Y las buenas
costumbres, el amor al orden y la virtud, desaparecerán. El pueblo cae en esta
desgracia, cuando aquellos en quienes confía tratan de corromperlo para ocultar
de este modo su propia corrupción. Para que el pueblo no vea su ambición, no le
hablan más que de su grandeza; para que no se dé cuenta de su avaricia, halagan
sin cesar la del pueblo. La corrupción aumentará en los corruptores, pero también
en los que ya están corrompidos. El pueblo se repartirá los fondos públicos, y, del
mismo modo que ha unido a su pereza la gestión de los asuntos, querrá unir a su
pobreza las diversiones del lujo. Pero con su pobreza y su lujo, no habrá para él
más que un objetivo: el tesoro público. No habremos de asombrarnos de que los
votos se den por dinero. No se puede dar mucho al pueblo sin sacar aún más de
él, pero de hacerlo hay que derribar el Estado. Cuanto más parezca beneficiarse
de su libertad, más próximo está el momento en que habrá de perderla. Surgen
entonces pequeños tiranos que tienen los vicios de uno solo, y pronto se hace
insoportable lo que resta de libertad: surge un único tirano, y el pueblo lo pierde
todo, hasta las ventajas de su corrupción.”
A partir de lo anteriormente dicho se puede deducir que la corrupción no es
necesariamente negativa. Obviamente si es directamente negativa para sistema,
pero no para el particular o para ciertos particulares, lo cual permite la entrada de
la subjetividad dentro del concepto.
Para abrir paso a la visión de la corrupción desde otro ángulo, hablaremos un
poco de Rousseau, su vida y obra para contextualizarlos en su entorno y así poder
tratar su obra magna ‘El Contrato Social’.
Pese a que fue uno de los grandes ideólogos de la revolución francesa, el
pensamiento de Jean Jacques Rousseau (1712-1778) se separa en muchos
puntos esenciales de los ideales mantenidos por otros ilustrados franceses, como
Voltaire, Diderot, D’Alambert o Montesquieu.
4. Por su aguda crítica a la civilización y la cultura, y su audaz desprecio a la idea de
un progreso o mejora de la humanidad fundamentado en el uso de la razón,
Rousseau se convirtió en uno de los pensadores más atípicos de la ilustración,
anticipándose a las tesis que mantuvo posteriormente el Romanticismo. Frente a
la fría racionalidad heredera del racionalismo, defenderá el sentimiento y la pasión
como valores intrínsecos y esenciales al ser humano; valores que habían sufrido
un enorme menoscabo y en cuyo desdén arraigaban los pilares de la cultura
occidental.
Nacido en Ginebra el 28 de Junio de 1712, Rousseau pertenecía a una familia
económicamente modesta y de religión protestante de la que recibió una
deficiente educación. Huérfano de madre desde niño, su padre, relojero,
aficionado a la música y bailarín, tuvo que huir de Ginebra por una disputa con un
militar de buena familia, confiando su hijo al cuidado del pastor Lambercier hasta
1724, fecha en la que Rousseau comienza a trabajar en diferentes oficios. Siendo
ayudante de un grabador, huyó de éste debido a sus violentos modales, dejando
Ginebra y vagabundeando por distintas ciudades hasta llegar a Annency, donde
fue acogido por Mme. De Warens, una conversa al catolicismo que pretendía que
Rousseau abjurase del protestantismo, por lo que le envió a Turín para ser
bautizado y convertido. Allí nuestro filósofo se ganó la vida temporalmente
contratado por la esposa de un tendero, pasando al servicio de Mme. De Vercelli
en 1728 y un año después sirviendo en casa del conde de Gouvon.
Ahora entraremos en una forma de corrupción descrita por causa totalmente
plausible cómo causa de la corrupción del hombre nombrada en la obra de
Rousseau. Pero no incluiré la obviamente dicha en este escrito, sino la que se
puede intuir leyéndolo, La fuerza como mecanismo de corrupción del ser.
‘La corrupción de una cosa corresponde necesariamente a la generación de otra’
Sócrates. Esta frase dicha por Sócrates claramente demuestra la subjetividad que
puede ser dada del concepto ‘corrupción’, ya que no necesariamente la
generación de esa otra cosa es negativa, infiere directamente desde que punto de
vista sea visto, puesto que para unos puede ser libertario, para otros innecesarios,
para otros netamente malos, para otros sin importancia, etc.
Buscando como ejemplo podríamos encontrar cientos en Latinoamérica, tal es el
caso del gobierno Fujimorista, el cual trajo grandes cambios en la sociedad
5. peruana, pero hay llegamos al punto debatible, para algunos positivos, para otros
negativos. O si se quisiese podríamos entrar más específicamente en Colombia
con el gobierno Uribista en el cual se encontraron visiblemente muchas
irregularidades, pero que al igual represento para el pueblo colombiano cambios
significativos, para algunos para bien, para otros para mal. Es por esto que esta
clase de cosas suscitan grandes debates interminables. Todo esto está sujeto a la
opinión del individuo. Es decir a la moral, a aquella que pudo opacar el sentido
puro de una Ética, si se ve la moral es la más básica y arraigada forma de
corrupción es esta sociedad, en el todo.
A partir de la anterior de la mención anteriormente dicha acerca de la ética, aquí
están algunas de las definiciones de la ética dadas por algunos de los más
grandes pensadores y filósofos bajo mi concepto:
• ETICA DE SOCRATES
El saber fundamental para Sócrates, es el saber acerca del hombre (de ahí su
máxima: “Conócete a ti mismo”) que se caracteriza por esto tres rasgos: 1) es un
conocimiento universal válido, contra lo que sostienen los sofistas; 2) es ante todo
un conocimiento moral, y 3) es un conocimiento práctico (conocer para obrar
correctamente).
La ética de Sócrates es racionalista. En el encontramos: a) una concepción del
bien (como felicidad del almas) y de lo bueno (como lo útil a la felicidad); b) la tesis
de la virtud como conocimiento, y del vicio como ignorancia (el que obra mal es
porque ignora el bien; por tanto, nadie hace el mal voluntariamente), y c) la tesis
de origen sofista de que la virtud puede ser transmitida o enseñada.
Para Sócrates, bondad, conocimiento y felicidad se enlazan estrechamente.
• ETICA DE DESCARTES
Descartes mantiene que el hombre posee una voluntad libre y por tanto es
responsable ante Dios de su forma de vida. El hombre debe encauzar las
pasiones (admiración, amor, odio, pena, alegría y deseo) y dirigirlos hacia una
vida recta.
Descartes se baso en unas normas provisionales con las cuales ha regido su
propia existencia: 1) seguir las leyes y costumbres de la nación, 2) ser firme en la
acción y mantener las propias opiniones una vez establecidas, 3) variar ante los
propios deseos que intentar alterar el orden universal, 4) perseverar en el cultivo
de la razón.
6. • ETICA DE KANT
La ética de Kant no parte del concepto de naturaleza humana, según una larga
tradición; pues considera, con Hume, que no es posible el paso del hecho a la
norma, del ser al deber ser. El estudio de la naturaleza humana es uno de tipo
empírico y de ahí no podemos concluir en normas y valores éticos. Tampoco
acepta Kant partir del concepto de felicidad, como se hace desde Aristóteles, para
la definición del bien moral. La felicidad es un concepto muy subjetivo para
servirnos de base a la construcción de la ética. Más tarde Kant nos dirá que si la
felicidad ha de tenerse en cuenta en la ética deberá ser la felicidad de los otros, en
cuyo caso incluso también la mía.
Maquiavelo intenta solucionar y erradicar el problema de la corrupción
proponiendo que en dado caso que la corrupción comienza a ser visible en el
sistema, el procedimiento a seguir se da a partir del restructuramiento de las
entidades estatales ya que atreves de ellas es que se suele sustraer y manipular
tanto el erario como los poderes del estado.
Si acogiésemos la definición dada por Nietzsche acerca de la corrupción
‘decadencia’, es o no este progreso paradójico una forma de involución, o bueno
sin ser tan caótico, no involución sino estancamiento acerca de la forma en la cual
esta concebida el todo en la cual coexistimos con el cosmos.
Así suene demasiado existencialista que a la larga lo es, la corrupción está
arraigada en lo que somos, es nuestra perdición, pero también es nuestro empuje,
lo cual nos permite avanzar. PARADOJICO ¿NO?