Rousseau analiza el estado natural del hombre y su evolución hacia el estado civilizado. En el estado natural, el hombre es bueno y vive en armonía con la naturaleza. Sin embargo, en la sociedad, el hombre se ha vuelto egoísta y depende de las apariencias para ocultar su maldad. El contrato social representa el acuerdo donde los hombres ceden su libertad natural a cambio de protección por una voluntad general. Esta busca el bien común sobre los intereses individuales. El estado resultante debe garantizar la libertad a través de las le
1. UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
VICERRECTORADO ACADEMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS
ESCUELA DE DERECHO
EL CONTRATO SOCIAL
PROFESORA:
SONIA FIGUEROA.
ALUMNA:
LILIANA VILLARROEL RAMOS
C.I 20.955.884
JUNIO 2016
2. EL CONTRATO SOCIAL
OBRA DE JEAN JACQUES ROUSSEAU
Jean Jacques Rousseau fue filósofo y escritor. Su legado de pensador
radical y revolucionario está probablemente mejor expresado en sus dos
célebres obras, El contrato social y Emilio.
Rousseau habla de un estado natural del hombre en el que es un ser
bueno y feliz, sin preocupaciones y sin industria, sin lenguaje y sin hogar,
ajeno a toda guerra y toda atadura. Este ser se movía por dos impulsos
básicos: el amor a sí mismo y la compasión. Es un ser inocente, como un
niño pequeño. No hay separación entre lo que es y lo que parece. Define
al hombre como un buen salvaje, un hombre primitivo que vive en paz y en
armonía con la naturaleza.
Por otra parte cita a el hombre contemporáneo que es distinto, Ya
que es un hombre histórico, un hombre que ha perdido la bondad original,
Es un ser vil, egoísta, depravado, lleno de odio, Es un ser degenerado.
Pero este hombre histórico no puede mostrar públicamente su
degeneración y tiene que enmascarar y de ocultar, su vileza, su egoísmo y
sus pasiones. Por ello adopta un comportamiento social: la cortesía, la
retórica, la técnica de las apariencias, todo aquello de que se preocupan
las ciencias y las artes, todo lo que nos sirve para enmascarar temores,
odios, traiciones, todo esto que adoptamos para esconder nuestra maldad
es la educación.
En el contrato social los hombres se asocian y ponen su persona y
todo su poder bajo la dirección de la voluntad general, a cambio, cada
miembro es acogido como parte indivisible del todo, así el pacto social
representa el reconocimiento de que lo universal es más importante que lo
particular, se antepone la justicia al instinto, lo social sobre lo natural.
Obedecer la voluntad general es ser libre, es obedecernos a
nosotros mismos, con esto se pasa al tercer estado en la evolución
humana: el hombre civil. Este hombre, aunque no puede volver al estado
ideal de naturaleza original, puede recuperar y regenerar parte del bien,
de la felicidad y de las libertades pasadas.
3. Las diferencias entre estos dos estados son las siguientes: la libertad
natural sólo es limitada por la fuerza de cada hombre, la libertad civil es
limitada por la voluntad general, en el estado natural se tiene derecho a
tener lo que se pueda y quiera tener mientras que en el estado civilizado
sólo se garantiza el derecho a la propiedad de lo que se usa, en el estado
natural se obedece al instinto y al deseo y en el estado civilizado se
obedece a la ley prescrita por la voluntad general, es decir, por el grupo.
Ahora bien, la voluntad general debe ser la voluntad del pueblo,
debe ser la soberana, su objetivo es el bien común de la sociedad, la
voluntad general no es, ni mucho menos, la suma de las voluntades
individuales, esta suma sería la voluntad de todos, la voluntad de todos
atiende al interés particular y derriba los cimientos del contrato social. La
voluntad general es la de los ciudadanos reunidos en asamblea; una
democracia directa, no una democracia representativa como la que
tenemos ahora.
El estado nacido del pacto inicial entre los hombres tiene la
obligación de garantizar la libertad a través de las leyes, promover la
equidad distributiva de la riqueza y alentar un sistema educativo basado
en inculcar en los niños un fuerte sentimiento de amor por la colectividad.
Sobre estos beneficios se basa el difícil equilibrio propuesto por Rousseau
en "El contrato social", una obra fundamental entre los grandes clásicos del
pensamiento político.
El Contrato social, como el propio Rousseau nos indica en las
"Confesiones", constituye la primera parte doctrinal de una obra sobre
Instituciones políticas en la que el autor comenzó a trabajar hacia 1750 y
que, probablemente por razones teóricas, nunca llegó a acabar.
Rousseau narra y teoriza la construcción de un sujeto humano, a la
vez individual y genérico, que ejemplifica la construcción de una identidad
racional, en la que cultura y naturaleza se entrelazan de forma no
opresiva, el Contrato social construye un sujeto colectivo, la voluntad
general, que permite pensar el tipo de vínculo social legitimo en el que no
habría contradicción entre individuo y colectividad.
Más allá de los debates específicos a que la propuesta de Rousseau
ha conducido, su actualidad es considerable en una sociedad como la
nuestra que, al hablar de "muerte de lo político" y hasta de "sociedad sin
hombres", se está quedando sin categorías filosóficas desde las que pensar
el espacio político indispensable para dirimir los nuevos conflictos.
4. Expone solamente las razones por las cuales los pueblos modernos,
que se creen libres, tienen representantes y por qué los pueblos antiguos no
los tenían. De cualquier modo, en el instante en que un pueblo nombra
representantes, ya no es libre, ya no existe.
En esta obra, a pesar de su reducida extensión, se encuentran
expuestos los principios de su ideal político, adquirió importancia por sí
mismo, y ha desempeñado un papel crucial en el pensamiento político
occidental de los últimos doscientos años.
Cabe destacar que sin embargo, fue un libro Prohibido en Francia, y
condenado a ser quemado por «temerario, escandaloso, impío y
destructor de todos los gobiernos», a raíz de la Revolución francesa su
suerte cambió radicalmente. Los ciudadanos franceses lo aprendieron de
memoria y Rousseau se convirtió en un mito, utilizado indistintamente por
derechas e izquierdas.
En mi opinión, en esta obra literaria de “El Contrato Social” destaca
que el hombre ha nacido libre, y sin embargo, vive en todas partes entre
cadenas. El mismo que se considera amo, no deja por eso de ser menos
esclavo que los demás.
Lo importante es comprender cómo se ha operado esta
transformación Y cómo podemos generar las condiciones sociales Qué
puedan imprimirle un sello de legitimidad a los estados de gobierno
actuales.
Si nos enfocamos únicamente al empleo de la fuerza y a los efectos
que de ella se derivan, podríamos establecer que un pueblo está obligado
a obedecer y que su bienestar colectivo esta cimentado en esta
obediencia; no obstante este régimen es contrario a su naturaleza humana
y de manera inconsciente siempre buscara su libertad absoluta y en
cuanto puede intenta sacudir el yugo, generándose un conflicto interno, el
cual es regulado por las normas del estado las cuales sancionan las
conductas de aquellos que actúan en base a su naturaleza y contrario a
las normas colectivas no obstante estos individuos podría decirse que han
recobrando su libertad con el mismo derecho con que le fue arrebatada,
bajo la filosofía de que el ser humano fue creado para disfrutar de ella y
fue la normatividad social quien se la arrebato, Pero el orden social
constituye un derecho sagrado que sirve de base a todos los demás. Sin
embargo, este derecho no es un derecho natural: está fundado sobre
convenciones y conveniencias colectivas.