Santiago de Compostela fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1985 por la UNESCO debido a su conjunto extraordinario de monumentos alrededor de la tumba de Santiago el Mayor, y por ser el destino de las principales rutas de peregrinación cristiana entre los siglos XI y XVIII. Además de ser una Ciudad Patrimonio de la Humanidad y meta del Camino de Santiago, Santiago de Compostela también fue nombrada Capital Europea de la Cultura en 2000, lo que la convierte en un destino privilegiado para el turismo cultural.