2. Oyentes
Conoceremos a los tipos de oyentes que podemos encontrarnos a
la hora de predicar, lo cual es de suma importancia para que a la
hora de exponer la palabra del Señor, podamos primeramente
conocer a que nos enfrentamos.
Es necesario tener la dirección del Espíritu Santo, para ello;
debemos orar por los oyentes para quebrantar toda actitud
contraria ante la palabra de Dios en aquellos que tengan un
espíritu incorrecto, también para pedir que su presencia se
derrame sobre los que tengan la actitud correcta para recibir el
Mensaje de Dios.
4. OYENTES ENDUCRECIDOS
Son los que permiten que sus corazones sean "pavimentados" por todos los sucesos
y actividades de esta vida.
Su vida ha sido fuertemente afectada e influenciada por los asuntos de la vida diaria:
el empleo, la familia, los planes, las bodas, los funerales, los crímenes y docenas de
otras cosas.
Estos tienen corazones desatentos, insensibles, preocupados e indiferentes en cuanto
a los asuntos espirituales.
Su intelecto está lleno de prejuicio, la conciencia cauterizada y la voluntad perversa.
No pone atención a la palabra de Cristo. La palabra es Arrebatada con miles de
distracciones. Presenta el error como tan bueno o mejor que la verdad.
Filipenses 4:7 (NTV) Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
5. OYENTES SUPERFICIALES
Son duros e impermeables, por lo cual son secos y no permiten el crecimiento.
Ya que no son útiles para la productividad, siendo muy resistentes a la compresión, y en
caso de no presentar fisuras, son los más adecuados para la cimentación y edificación.
Este tipo de creyentes representan un tipo de tierra donde el agua (la palabra) no tiene
penetración por la dureza ya que tienen estructuras o principios de vida que requieren ser
quebrantados por la palabra.
Vienen persecuciones, tribulaciones, críticas, burlas, pruebas, las cuales deben fortalecerle y
acercarlo a Dios, pero más bien le alejan de Dios y le hacen tropezar.
Marcos 4:16-17 (NTV) Las semillas sobre la tierra rocosa representan a los que oyen el
mensaje y de inmediato lo reciben con alegría; pero como no tienen raíces profundas, no
duran mucho. En cuanto tienen problemas o son perseguidos por creer la palabra de
Dios, caen.
6. OYENTES SEDUCIDOS
Este tipo de creyente es uno de que invierte tiempo en aquellas cosas que lo seducen más
que tener tiempos de intimidad con Dios por ello cuando el engaño llega no puede
reconocer lo verdadero de lo falso.
La ansiedad indica falta de fe en Dios. Indica una preocupación excesiva por los asuntos de
esta vida, y una falta de interés en cosas espirituales.
El afán de este siglo no quiere decir vicios, sino una preocupación excesiva por tales
asuntos como el empleo, el negocio, la educación, y los problemas ordinarios de la vida
Marcos 5:18-19 (NTV) Las semillas que cayeron entre los espinos representan a los que
oyen la palabra de Dios, pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las
preocupaciones de esta vida, el atractivo de la riqueza y el deseo por otras cosas, así
que no se produce ningún fruto. Los espinos absorben toda la humedad y fertilidad
para sí, y excluyen de la planta la luz y el aire. Por eso, el crecimiento es retardado e
impedido.
7. OYENTES COMPROMETIDOS
Estos son los que se comparan con la tierra fértil, limpia (preparada), húmeda,
buena. Oyen la palabra, la entiende, la obedece y lleva fruto. Escuchan la palabra
atentamente, la estudian, la entienden y la obedecen; no importa quién la predique,
ni con qué motivos la predique, ni quién más la obedezca, ni cuántas ofensas vengan.
Ejemplo de oyentes comprometidos:
Samaria (Jn. 4:35-37; Hch. 8:5-12)
los 3000 en el día de Pentecostés (Hch. 2:41)
el eunuco (Hch. 8:35-39);
Saulo de Tarso (Hch. 9:18; 22:16; 26:19)
Cornelio (Hch. 10:33,48);
Lidia (Hch. 16:13-15)
el carcelero (Hch. 16:30-34)
Lc. 8:15, "Son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan
fruto con perseverancia". Es el corazón bueno que puede ser conmovido por las
grandes verdades del evangelio, y que celosamente las guarda.
8. Referencia Bíblica Mt. 13: 18-21
18 »Escuchen ahora lo que significa la parábola del sembrador: 19 Cuando
alguien oye la palabra del reino, y no la entiende, viene el maligno y le
arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Ésta es la semilla sembrada
junto al camino. 20 El que oye la palabra es la semilla sembrada entre las
piedras, que en ese momento la recibe con gozo, 21 pero su gozo dura
poco por tener poca raíz; al venir la aflicción o la persecución por causa de
la palabra, se malogra. 22 La semilla sembrada entre espinos es el que oye
la palabra, pero las preocupaciones de este mundo y el engaño de las
riquezas ahogan la palabra, por lo que ésta no llega a dar fruto. 23 Pero la
semilla sembrada en buena tierra es el que oye la palabra y la entiende, y
da fruto, y produce cien, sesenta, y treinta semillas por cada semilla
sembrada.»
Versión Reina Valera Contemporánea (RVC)