3. 3
Prólogo
Tras la invasión estadounidense a México, se evidenció el irreconciliable
antagonismo de los dos principales grupos políticos del país, de manera que; tanto
los liberales, como los conservadores, fueron incapaces de ejercer el poder de
manera hegemónica en sus respectivos intentos de imponer su propio modelo de
nación.
Para los conservadores la Forma de gobierno debía ser monarquíca o centralista.
Querían un gobierno fuerte, organizado y con disciplina, centralizado en la capital,
sin autonomía de las provincias, estados o departamentos, según el caso; para
ejercer mayor control y evitar el desorden y la desunión.
Optaban por la prevalencia de los privilegios de la Iglesia, el ejército, los
comerciantes y terratenientes, al tiempo que procuraban conservar algunas de las
instituciones coloniales. Aceptaban como única a la religión Católica Apostólica y
Romana. La propiedad podía ser privada, de la Iglesia o comunal. En el manejo de
las inversiones, optaban por el proteccionismo industrial y manufacturero, así como
por el cierre de las fronteras a la inversión, a fin de dar seguridad a los capitales
nacionales.
Por su parte, los liberales proponían como forma de gobierno: la república federal,
democrática, representativa y popular, gobernada por tres poderes: Ejecutivo,
Legislativo y Judicial. Querían un Estado fuerte y ser una federación de estados
soberanos y autónomos. Pugnaban por la suspensión de privilegios del clero y los
militares y por la igualdad de los ciudadanos ante la ley. Defendían la libertad de
credos y la separación efectiva de la Iglesia y el Estado.
En el liberalismo, con respeto a la propiedad; esta debía privada e individual y se
rechazaba a la propiedad comunal. Se Insistía en la afectación de los bienes de la
Iglesia y de las comunidades indígenas. Los liberales se declaraban a favor del libre
mercado, la libre empresa y la apertura de las fronteras a las inversiones
extranjeras.
4. 4
En México; como en otros países de América Latina, las primeras ideas liberales
fueron expresadas por los criollos que habían sido educados con dichas tendencias
y se manifestaron desde los albores del movimiento de Independencia. Los liberales
se tropezaron varias veces con la oposición de los conservadores. Incluso, cuando
a liberales y a conservadores los unió el mismo interés de independizarse de
España, los separó la antagónica visión que tenían ambos grupos acerca de cómo
debía gobernarse el nuevo país. De esta forma, México experimentó un proceso de
altibajos políticos y luchas por el poder, hasta que la defensa de la soberanía definió
la consolidación del Estado mexicano con tendencias liberales.
Los enfrentamientos entre mexicanos y las guerras con los invasores extranjeros
dejaron al país sumido en la pobreza; ante esta situación, los liberales vislumbraron
como una solución inmediata la desamortización de los bienes de la Iglesia y de
cualquier terreno de propiedad corporativa civil, con el propósito de alentar la
propiedad privada productiva. Esta idea liberal quedó plasmada en la Ley Lerdo, en
1856, y comenzó su aplicación cuando se restauró la República en 1867.
La base de esta ley fue la recuperación económica de la hacienda, por medio de la
expropiación y la venta de las tierras y bienes que el clero había acumulado por las
donaciones y testamentos, así como baldíos y tierras comunales que se
encontraban en la misma situación, cabe aclarar que algunas de éstas pertenecían
a grupos indígenas.
La desamortización benefició a caciques, hacendados y extranjeros que tenían
posibilidades económicas para comprar dichas tierras, creando así un precedente
de los futuros latifundios. Por otra parte, esto perjudicó gravemente a las
comunidades indígenas que fueron despojadas de sus tierras y pasaron a engrosar
las filas de los trabajadores en sistemas de explotación.
Otro de los ideales liberales era la igualdad jurídica de todos los hombres, lo cual
se plasmó en la Ley Juárez, elaborada bajo el gobierno de Juan Álvarez, y
redactada en 1855 por Benito Juárez, entonces ministro de Justicia e Instrucción
Pública, con la colaboración de Manuel Dublán e Ignacio Mariscal. En esta Ley se
eliminaban los privilegios del personal eclesiástico y militar al desaparecer los fueros
y los Tribunales Especiales, en los que; tanto unos como otros, aplicaban sus
5. 5
propias normas de justicia. Esta ley causó polémica e inconformidad tanto en la
Iglesia y la milicia como en otros sectores de la población que alzaron sus voces
desde la prensa escrita.
En 1853, durante el gobierno de Santa Anna, se promulgó una ley conservadora
que limitaba la libertad de expresión a tal grado que su cumplimiento significaba una
prohibición de prensa cuyos resultados fueron el cierre de varios periódicos. En
1855, durante la presidencia de Juan Álvarez, se expidió la Ley Lafragua, que
establecía que nadie podía ser molestado ni agredido por emitir sus opiniones de
manera oral ni escrita; en 1857 esta ley formó parte de la Constitución en los
Artículos 6 y 7 y se ratificó en la Ley Orgánica de la Libertad de Prensa en 1861.
Como parte del proceso de secularización, las ideas liberales también se fundan en
la disminución del poder de la Iglesia en cuanto al registro de nacimientos,
defunciones y matrimonios, por eso se creó la Ley Ocampo o Ley del Registro Civil
en enero de 1857, en la que no sólo se estipulan los compromisos que contrae la
pareja, sino que se establece que la facultad para celebrar los matrimonios es de la
autoridad civil y no de la Iglesia. Sin embargo, es hasta 1859, bajo el gobierno de
Benito Juárez, cuando esta ley se hace efectiva, así como la Ley Orgánica del
Registro Civil y el Decreto de secularización de cementerios.
Con el propósito de que a la sociedad le quedara clara la separación entre el Estado
y la Iglesia, también se modificaron las celebraciones de los calendarios oficiales:
las cuestiones religiosas ya no se festejaron oficialmente, y se establecieron sólo
fechas cívicas, la normatividad al respecto se encuentra en el Decreto de supresión
de festividades religiosas de 1859. En este decreto, en el texto original redactado
por Melchor Ocampo, se alude a todas las festividades religiosas, con excepción de
algunas cuantas para que se evite la suspensión de labores en los tribunales,
oficinas y comercios; sin embargo, el mismo presidente Juárez puntualiza al
respecto que no se trataba del cierre de tribunales, oficinas y comercios, sino de la
prohibición de que las autoridades o corporaciones, o la tropa formada concurran
con carácter oficial a actos de culto, o que con motivo de solemnidades religiosas
se hagan por el Estado algunas demostraciones.
6. 6
Desde la Conquista, la religión católica era la única reconocida oficialmente; sin
embargo, los liberales consideraron que todas las personas tenían el derecho a
elegir libremente el culto religioso de su preferencia, por eso, en 1860 se promulgó
la Ley sobre la libertad de cultos, que explica en su segundo artículo lo siguiente:
“Una Iglesia o sociedad religiosa se forma de los hombres que voluntariamente
hayan querido ser miembros de ella, manifestando esta resolución por sí mismos, o
por medio de sus padres o tutores de quienes dependan.”
En esta misma ley se puntualizó que los asuntos eclesiásticos no tendrán penas
civiles. Sin embargo, los que agravien cualquier ley civil tendrán que ser procesados
como cualquier ciudadano. Otro punto importante es que a la Iglesia o a cualquier
otro culto se le reconoce también la libertad de prensa, siempre que no se ataquen
el orden, la paz, la moral pública, la vida privada o los derechos de terceros, ni
provoque algún crimen o delito.
Otra de las ideas liberales la constituye la convicción de que sea el Estado el que
se encargue de cuidar, dirigir y sostener los hospitales y establecimientos de
beneficencia pública y no la Iglesia, como ocurría desde la Conquista. Para este
propósito, en 1861 se creó el Decreto de hospitales y establecimientos de
beneficencia que, junto con la Ley de desamortización de los bienes eclesiásticos,
se secularizaron.
El Benemérito de Las Américas
Benito Juárez comenzó su carrera política desde muy joven cuando fue gobernador
interino de su estado natal, Oaxaca, en 1847. En ese cargo mandó construir
caminos para que hubiera más comunicación y una mejor actividad comercial.
Consciente de la importancia de la educación, construyó escuelas formadoras de
maestros y escuelas primarias. En 1853 fue desterrado por órdenes de Antonio
López de Santa Anna; regresó cuando se enteró del Plan de Ayutla para derrocar a
Santa Anna y brindó su apoyo a los liberales, que finalmente triunfaron. El general
Juan Álvarez fue elegido como presidente interino y eligió a Juárez como ministro
de Justicia e Instrucción Pública.
7. 7
Desde entonces, por su formación como licenciado en derecho, y por ser un liberal
puro; es decir radical, Juárez comenzó a plasmar sus ideales de nación en diversas
leyes; la primera, como se señaló anteriormente, fue la Ley Juárez, promulgada el
23 de noviembre de 1855. Ese mismo año, Juan Álvarez renunció a la presidencia
y quedó como presidente interino Ignacio Comonfort, quien nombró a Juárez
ministro de Gobernación y presidente de la Suprema Corte de Justicia.
El 5 de febrero de 1857; sancionada por el Congreso General Constituyente, se
promulgó la La Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, de corte
liberal, e inmediatamente se desató una lucha con los conservadores que la
desconocían por afectar principalmente los intereses del clero. En diciembre de ese
mismo año, Ignacio omonfort juró como presidente electo y, para pacificar el
ambiente, conformó un gabinete mixto, es decir, incluyó a conservadores y a
liberales. Sin embargo, su idea pacificadora no funcionó.
Fue tanta la presión que sintió Comonfort, que le dio la espalda a los liberales y se
unió a los conservadores y a su Plan de Tacubaya, liderado por Félix María Zuloaga,
con el propósito de desconocer la Constitución de 1857. Esta decisión provocó que
tanto conservadores como liberales le retiraran su apoyo al presidente liberal electo.
Ante este panorama, Comonfort huyó a Estados Unidos; entonces, de acuerdo con
las leyes mexicanas de ese tiempo, quien debía asumir el cargo como presidente
de manera interina era Benito Juárez, pues era el presidente de la Suprema Corte
de Justicia.
En este contexto; entre el 17 de diciembre de 1857 y el 10 de enero de 1861, los
conservadores y los liberales pelearon en la llamada Guerra de Reforma o Guerra
de Tres Años, en la que los liberales resultaros triunfantes.
Juárez asumió la presidencia a partir del 15 de enero de 1858, conforme a la ley del
país; sin embargo, los conservadores nombraron a Zuloaga presidente. De esta
forma inició un periodo en el que México tuvo dos presidentes al mismo tiempo; uno
liberal y otro conservador. Juárez comenzó un gobierno itinerante, porque fue
perseguido por los conservadores, viajó a varios estados de la república
acompañado de su gabinete y de algunos miembros del Congreso, lo que no impidió
que siguiera redactando leyes y decretos para organizar al país. A Juárez le tocó
8. 8
defender a la patria de los invasores, cuya lucha terminó cuando Maximiliano fue
fusilado.
La Intervención francesa y el Segundo Imperio
Después de la invasión estadounidense y el despojo de más de la mitad del territorio
nacional; en 1862, la fracción adulta de los más de ocho millones de mexicanos que
entonces habitaban en México, tenía claro el concepto de territorio, sobre todo
porque la generación anterior lo había perdido, y recién se empezaba a comprender
el concepto de nacionalismo. Dividida en estados y regiones, en clases sociales,
grupos políticos y pueblos originarios. Una buena parte de la población del país no
se sentía del todo mexicana.
En el caso de muchos de los pueblos originarios, en tanto naciones o pueblos que
vivían geográfica y culturalmente aparte de la vida y el gobierno republicano, no se
sentían parte de la incipiente República mexicana. Si bien eran; la nación Tepehuán,
la nación Yaqui o la nación Maya, entre otras, que respondían a los intereses de
sus propios pueblos y que sufrían las agresiones de los gobiernos españoles, de los
criollos y de los mestizos, como sucedió con la guerra de exterminio del indio yaqui
(1876-1910) o la guerra de castas en Yucatán, que tuvo lugar entre 1847 y 1901.
Así, pocos eran sus puntos de identificación con los gobiernos y el pueblo
mexicanos.
En términos generales, una nación es una comunidad de personas, por lo general
asentada en un mismo territorio, que comparte etnia, lengua, historia y tradiciones.
En este sentido, como hasta finales del siglo XIX no existían ferrocarriles, ni
carreteras y los caminos de herradura eran poco confiables, el acceso a algunos
territorios del país era muy difícil.
Así, los puntos de coincidencia culturales y sociales entre los yucatecos y los
sonorenses, y los de ambos con los wixárikas; por ejemplo, eran casi inexistentes.
De esta manera, la recién creada República mexicana estaba integrada por un
mosaico de naciones, pueblos y formas de ser regionales, que no se podían
considerar como un todo nacional; sin embargo, paulatinamente, gracias a diversos
9. 9
acontecimientos, se configuró la entidad política, social y cultural que hoy
conocemos como Estados Unidos Mexicanos.
La importancia del periodo histórico de la Intervención francesa y el Segundo
Imperio, que abarca de 1862 a 1867, en el contexto de la creación de los Estados
nacionales y la independencia de los países de América Latina, así como de la
definición del mapa transnacional que dividía al mundo en los bloques coloniales
europeo y americano, radica en el sentido de delimitar las formas de vivir de la
población americana y mexicana; ya no como personas colonizadas por España; en
tanto novohispanos, ni tampoco como súbditos de los fallidos intentos de instaurar
gobiernos imperiales, sino del establecimiento del sistema en el que los nuevos
ciudadanos de una nueva República podían ser los protagonistas de un proyecto de
vida diferente, en medio de los cambios provocados por el colonialismo europeo en
el mundo.
El más violento y complicado conflicto en el que lidiaron los liberales y los
conservadores del siglo XIX fue el de la guerra de Intervención que el Imperio
Francés, a partir de 1862, con el apoyo de los conservadores mexicanos, inició para
transformar a los ciudadanos mexicanos en súbditos, al imponer un gobierno
imperial en la persona de Maximiliano de Habsburgo, miembro de una familia real
europea, a quien los conservadores monárquicos nacionales le ofrecieron el trabajo
de emperador de México, mismo que; sin ceremonia de corionación, ejerció a partir
del 10 de abril de 1864.
A la instauración del imperio, como forma de gobierno, hubo una constante
oposición y resistencia del grupo de los liberales mexicanos, liderados por el
presidente de México, Benito Juárez, que, a la larga, consiguió el triunfo contra los
invasores franceses y los monarquistas nacionales.
Las fuerzas francesas de ocupación estuvieron integradas por soldados de
nacionalidad belga; mamelucos, que fueron tropas musulmanas de Egipto y Sudán,
adscritos a las filas imperiales; zuavos, soldados de un cuerpo de infantería francesa
creado en Argelia; mercenarios multinacionales de la Legión Extranjera; tropas
francesas y soldados imperialistas mexicanos, quienes, en su gran mayoría, fueron
miembros de la facción conservadora.
10. 10
La violencia de las acciones de guerra de las tropas imperialistas contra la población
mexicana provocó la resistencia armada de partisanos en toda la república y un
sentimiento nacionalista que, a la larga y de manera paulatina, conformaron el
nacionalismo mexicano.
La batalla del 5 de mayo de 1862, librada en Puebla, en la que las tropas mexicanas,
entre las que había elementos del pueblo zacapoaxtla, derrotaron a los invasores
franceses; la Batalla de Camarón en la que los soldados republicanos vencieron a
las tropas de la Legión Extranjera, el 30 de abril de 1863; el sacrificio de los
republicanos en el Sitio de Puebla, de 1863; la derrota de la Legión Belga, en
Tacámbaro, por el pueblo organizado, el 11 de abril de 1865; la custodia del Archivo
de la Nación, en la Cueva del Tabaco, por ciudadanos de Matamoros, Coahuila;
entre muchas otras acciones de los soldados republicanos regulares y guerrilleros
irregulares, hicieron efectiva la nueva conciencia nacionalista de los mexicanos que
lucharon contra el invasor y sus aliados, tanto que anímicamente contrarrestaron la
gran cantidad de reveses sufridos por los republicanos.
En los momentos más difíciles de la guerra contra Francia, el presidente Juárez y
su gabinete se vieron obligados a huir hacia el norte del país, con el fin de mantener
en sus personas la integridad del Gobierno Republicano. Durante ese periodo,
algunos episodios pusieron de manifiesto elementos como soberanía,
independencia, integridad territorial, así como el gobierno y las leyes emanadas del
pueblo, como parte del nuevo concepto de patriotismo nacionalista mexicano.
Los intereses y las ideologías de muchos mexicanos no siempre fueron de índole
republicana, como sucedió con el grupo de los conservadores imperialistas
nacionales y el guerrillero indígena Manuel Lozada, quien, desde 1858, actuaba en
contra de los liberales y se unió al Imperio en 1863; además de que luchaba por
dotar de tierras a los pueblosa; cora, huichol, tepehuán y mexicanero, de los estados
de: Nayarit, Jalisco, Zacatecas, Durango y Sinaloa.
No obstante, a la caída del Imperio, Lozada se declaró neutral y; en 1867, reconoció
al gobierno de Benito Juárez. De esta manera, paulatinamente, se integraba el
gobierno nacional republicano.
11. 11
En este sentido, se llamó generación de la Reforma al grupo de intelectuales,
juristas, escritores, periodistas, historiadores, pedagogos, políticos y militares, entre
otros personajes, que bajo el liderazgo de Benito Juárez y con base en la ideología
liberal, enfrentaron a la Intervención francesa y al Segundo Imperio. La obra de
estos intelectuales, con ideas liberales de la tradición de la Revolución francesa,
como el federalismo, el constitucionalismo y la separación de la Iglesia y el Estado,
fue expresada en leyes, crónicas, novelas, cuentos, relatos históricos, textos de
pedagogía, poesías, canciones y demás, que se ubicaban en el ámbito nacional.
Dada su naturaleza, estas producciones impactaron de manera decisiva en la forma
de ser y de pensar de los mexicanos, además de que ayudaron a conformar el
espíritu y la identidad nacional mexicana durante la segunda mitad del siglo XIX, la
cual perdura hasta nuestros días.
La lírica narrativa republicana
La mayoría de las civilizaciones del mundo han contado con un acervo de lírica
narrativa que; llámese a ésta: poema épico, saga, cantar de gesta, romance,
huehuetlatolli, itoloca, balada, o corrido, entre otros, relata en versos, la historia, las
ficciones y la mitología, como parte del imaginario colectivo de la cultura que la
genera.
En el caso específico de las civilizaciones que han habitado el territorio que hoy
ocupa la República Mexicana, la producción de lírica narrativa ha sido práctica
común desde la época de los pueblos prehispánicos, pasando por los tiempos de
los peninsulares, criollos y castas coloniales y hasta llegar a los días de los
habitantes multirraciales, multiétnicos y pluriculturales del México independiente.
Si bien, se ha generado una interminable polémica por determinar la paternidad
indígena prehispánica o europea de la lírica narrativa mexicana, lo cierto es que
cada periodo de la historia del país, incluyendo el prehispánico, tuvo y tiene sus
formas diversas de expresiones de relatos históricos poéticos; musicalizados o sin
música.
En este trabajo se pueden notar las diferencias culturales en cuanto a formas y
contenidos, ya sea en métricas, rimas, construcción poética, sonidos musicales al
12. 12
cantar, a la vez que una importante diversidad en vocablos, formas dialectales y
regionalismos. Esta situación obedece, en la mayoría de los casos, a la preferencia
de formas específicas de composición poética, en las diversas regiones del país.
Sin el afán de entrar en la polémica sobre la paternidad de la lírica narrativa
producida en el territorio nacional y anteponiendo la finalidad de análisis histórico y
narrativo de las composiciones, los documentos sonoros que representan los
romances, décimas, corridos, guarachas, rapes y rolas de rock, entre otras,
conforman en sí, un acervo poético que, en su ordenamiento cronológico, su
interpretación hermenéutica y su cotejo y confrontación con otras fuentes de la
Historia, nos cuentan la secuencia del dramático y violento sobrevivir de los
habitantes del país en el periodo que nos ocupa.
La lírica narrativa, en su evolución, se difundió en la voz de los trovadores de boleras
y décimas, y en las notas de los compositores e intérpretes de: tragedias, mañanas,
bolas surianas, corridos, canciones y de una gran diversidad de formas y estilos de
interpretación, todos ellos historiadores cantantes, con un sentido muy concreto y
lúcido, aunque casi nunca académico, de la divulgación del relato histórico.
En Cancionero histórico republicano se hace la compilación, el análisis
hermeneútico, la ubicación cronológica y la confrontación documental de las
composiciones correspondientes al periodo histórico mexicano de La Reforma, La
Intervención Francesa y El Segundo Imperio.
El primer capítulo; La lira de La Reforma, abarca desde 1854, con la Revolución de
Ayutla, contra la dictadura de Antonio López de Santa Anna y hasta el triunfo de los
liberales sobre los conservadores, al finalizar la Guerra de Tres Años o Guerra de
Reforma, en 1861.
El segundo apartado; Las tonadas de La Intervención Francesa y El Segundo
Imperio, cubre desde 1862, con el inicio de las hostilidades; por parte del Ejército
Francés, en territirio nacional, la imposición del Segundo Imperio Mexicano y hasta
la restauración del Gobierno Republicano y el fallecimiento de Benito Juárez, en
1872.
La tercera parte; El paréntesis de los actores históricos transversales, trata sobre
las piezas que dan fe de los grupos guerreros y las mitologías, que no tienen fácil
13. 13
acomodo y que permean en la periodicidad del discurso histórico oficial; como los
movimientos agraristas de Manuel Lozada y el bandidaje de Los Plateados.
En el cuarto capítulo; Composiciones similares y conexas, se incluyen poemas y
canciones folklóricas y tradicionales que; con relación directa o indirecta con el
periodo en cuestión, han trascendido al mismo y han impactado en otros, incluso
muy recientes.
15. 15
I. La lira de La Reforma
El primero de marzo de 1854, el coronel Florencio Villarreal proclamó el Plan de
Ayutla, en la población del mismo nombre, en el estado de Guerrero. En el
mencionado Plan se desconocía al gobierno del general Antonio López de Santa
Anna y, con algunas modificaciones de corte liberal, el plan fue secundado por la
guarnición de Acapulco y por el coronel Ignacio Comonfort, el 11 de marzo. Más
tarde, se invitó a don Juan Álvarez a dirigir el movimiento, levantándose así todo el
sur del país en contra del dictador Antonio López de Santa Anna.
La guacamaya, canción tradicional afromestiza de la Costa Chica del estado de
Guerrero, fue adoptada como canto de guerra por los rebeldes del sur y en ella se
menciona a Santa Anna y a Comonfort.
Sobre La guacamaya Higinio Vázquez Santa Ana escribió: “Esta canción estuvo
muy en boga en el Estado de Guerrero en ios días que se luchaba bizarramente
para derrocar al gobierno de Santa Ana. Se cree que fue compuesta por alguno de
los combatientes en el mismo pueblo de Ayutla, en donde se promulgara el famoso
Plan que dio origen a esta lucha. Fue un canto guerrero, pues refirióme un hijo de
uno de los caudillos que pelearon en aquella época, que antes de marchar al
combate se entonaba a La guacamaya, para enardecer a los combatientes. Se
cantó en 1854, y fue tan popular que aún se cantaba en 1905 en Chilpancingo,
Guerrero.”1
La guacamaya2
Anónimo
Qué bonita guacamaya
1
HIGINIO VÁZQUEZ SANTA ANA. Cantares mexicanos, México, Ediciones León Sánchez, s / f, pp.
21 a 22.
2
TEHUA. La canción se hace Historia, CD sin número, México, FONARTE / Discos Pueblo, s /f. V
er también: La guacamaya. A. Anónimo. I. Tehua. Estado de Guerrero, en Y la canción se hizo
historia, México, disco sin número, Sistema Nacional de Distribuidoras Diconsa, 1986.
16. 16
tan olorosa a alcanfor,
que peleó contra Santa Anna, Chatita,
para traer a Comonfort.
¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay!
¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay!
¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay!
¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay!
que peleó contra Santa Anna, Chatita,
para traer a Comonfort...
Una guacamaya pinta
le dijo a una colorada:
“Vámonos para la costa, Chatita,
y a pasar la temporada”.
¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay!
¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay!
¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay!
¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay!
“Vámonos para la costa, Chatita,
y a pasar la temporada.
Una guacamaya pinta
le dijo a una azul turquí:
“Si al cabo me has de querer, Chatita,
porqué no dices que sí.”
¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay!
¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay!
¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay!
¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay!
“Si al cabo me has de querer, Chatita,
porqué no dices que sí.”
Qué bonita guacamaya,
azul, amarilla y verde,
que peleó contra Santa Anna, Chatita,
mi gallito nunca pierde...
TEHUA. La guacamaya, en:
https://www.youtube.com/watch?v=i22YEhRTojo&ab_channel=Tehua-Topic
17. 17
General Antonio López de Santa Anna, fue presidente dictador de México en 11
ocasiones, entre 1829 y 1854
Juan Álvarez e Ignacio Comonfort lideraron la Revolución de Ayutla que derrocó al
dictador Santa Anna
18. 18
Las coplas de la canción Su Alteza Serenísma si bien; tratan sobre algunas acciones
de la Revolución de Ayutla, no obedecen a un orden cronológico. Así las acciones
tuvieron lugar en el siguiente alterado orden: el 5 de mayo de 1855. Santa Anna y
su ministro de Guerra, Santiago Blanco, entran en la ciudad de Morelia, Michoacán.
15 de mayo de 1855, Antonio López de Santa Anna ocupó Zamora, Michoacán,
ciudad abandonada por Miguel Negrete sin presentar batalla. Si bien los
revolucionarios abandonaban sus posiciones, no se rendían por lo que la campaña
en su contra no puede juzgarse exitosa.
Un año antes, el 20 de abril de 1854, tuvo lugar la última acción que se menciona
en las coplas, cuando Antonio López de Santa Anna atacó sin éxito, en dos
ocasiones, el Fuerte de San Diego, ubicado en el puerto de Acapulco, Guerrero,
defendido por Ignacio Comonfort. En la ocasión, un representante de Santa Anna
intentó sobornar a Comonfort con una libranza de 100 mil pesos, pero la oferta fue
rechazada.
Su Alteza Serenísma 3
Anónimo
Andando viene Su Alteza
con clarines y atabales
se va para Costa Chica
a colgar los federales.
Mañana es muy bueno estar
de Morelia, en la calzada,
para ver a las hermosas
y de Su Alteza la entrada.
No quisiera que Su Alteza
marchara para su tierra
hasta que finalizaran
los rigores de la guerra.
3
EVERARDO GÁMIZ, Historia del estado de Durango, edición del autor, México, 1953, pp. 196 a
197.
19. 19
Ya viene andando Su Alteza
con lucidos batallones;
solo pretende acabar
las gavillas de ladrones.
Entró Su Alteza a Zamora
como valiente soldado,
con un cuchillo en la mano
rindiendo a los pronunciados.
Al trueno del cañón
tiembla de miedo Pinzón,
marchemos con valor
acabemos la chusma
de la Federación
y tomemos El Castillo
que manda Comonfort.
20. 20
Tal vez la canción más famosa de ese periodo sea Los cangrejos, compuesta por
el liberal Guillermo Prieto y en cuyo texto se satirizó al bando conservador.
A pesar de que el lenguaje empleado en la letra de la canción no era de uso común,
Los cangrejos fue el canto de guerra liberal en los últimos días de la dictadura de
Santa Anna.
Los cangrejos
Guillermo Prieto
Cangrejos, al combate,
cangrejos, a compás;
un paso pa' delante,
doscientos para atrás.
Casacas y sotanas
dominan dondequiera,
los sabios de montera
felices nos harán.
¡Zuz, ziz, zaz!
¡Viva la libertad!
¿Quieres inquisición?
¡Ja-ja-ja-ja-ja-ja!
Vendrá "Pancho membrillo"
y los azotará.
Maldita federata
qué oprobios nos recuerda,
hoy los pueblos en cuerda
se miran desfilar.
¿A dónde vais, arrieros?
Dejad esos costales:
Aquí hay cien oficiales
que habéis de transportar.
Cangrejos, al combate,
cangrejos, a compás;
un paso pa' delante,
doscientos para atrás.
21. 21
Orden, ¡gobierno fuerte!
y en holgorio el jesuita,
y el guardia de garita,
y el fuero militar.
Heroicos vencedores
de juegos y portales,
ya aplacan nuestros males
la espada y el cirial.
Cangrejos, al combate,
cangrejos, a compás;
un paso pa' delante,
doscientos para atrás.
En ocio el artesano
se oculta por la leva,
ya ni al mercado lleva
el indio su huacal.
Horrible el contrabando
cual plaga lo denunció,
pero entre tanto el nuncio
repite sin cesar:
Cangrejos, al combate,
cangrejos, a compás;
un paso pa' delante,
doscientos para atrás.
Los cangrejos. A. Anónimo. I. Grupo Macuilxóchitl en: Benito Juárez en Chihuahua
(1864-1866), Chih., disco sin número, Conaculta / Instituto Chihuahuense de
Cultura / pacmyc Chihuahua / Gobierno del Estado de Chihuahua / Chihuahua, tierra
de encuentros, 2007, integrantes del Grupo Macuilxóchitl:Chihuahua, voz: Micaela
Solís; voz, guitarra y acordeón: Heraclio Herrera Soto; flauta, clarinete y saxofón:
Jesús Díaz, Ramos; violín: Bertha Alicia de la Hoya Mercado; voz y requinto: Javier
Leopoldo García Trejo; tarola, vihuela y jarana: Luis Carlos Delgado Montes; bajo y
jarana: Roberto Francisco Pérez Galindo. En:
https://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/disco%3A49
22. 22
Con el triunfo de la Revolución de Ayutla, llegó al poder una nueva generación de
liberales, casi todos civiles. Entre ellos, Benito Juárez, Melchor Ocampo, Ignacio
Ramírez, Miguel Lerdo de Tejada y Guillermo Prieto. Una junta nombró presidente
interino al general Juan N. Álvarez, quien gobernó del 4 de octubre al 11 de
diciembre de 1855. Después, el presidente de México, en calidad de interino, del 11
de diciembre de 1855 al 30 de noviembre de 1857, y constitucional, del 1 de
diciembre de 1857 al 21 de enero de 1858, fue Ignacio Comonfort, quien convocó a
un Congreso que trabajaría en una nueva constitución.
El equipo de Comonfort preparó algunas leyes que promovieron cambios
importantes. La Ley Juárez; llamada así porque su redactor fue Benito Juárez, de
1855, por la que quedaron suprimidos los tribunales especiales, respetándose los
eclesiásticos y militares, y se declaró a todos los ciudadanos iguales ante la ley. La
Ley Lerdo; por Miguel Lerdo de Tejada, de 1856, que obligó a las corporaciones
civiles y eclesiásticas a vender las casas y terrenos que no estuvieran ocupando a
quienes los arrendaban, para que esos bienes produjeran mayores riquezas, en
beneficio de más personas. La Ley Iglesias; por José María Iglesias, de 1857, que
reguló el cobro de derechos parroquiales.
Sobre las coplas de: Ya el águila real se voló. Higinio Vázquez Santa Ana refiere lo
siguiente: “Este cantrar se hizo popularísimo en la Ciudad de México, un ejemplar
del mismo amaneció pegado en las esquinas, al día siguiente que el general Santa
Anna, abandonara la Capital, después del triunfo del Plan de Ayutla, según me lo
refirió el veterano Nemesio Icaza”
El 9 de agosto de 1855, escoltado por un regimiento de lanceros, Santa Anna
abandonó la cviudad de México, con rumbo a Veracruz. La dictadura habia sido
derrocada.
Ya el águila real se voló4
Anónimo
Ya el águila real se voló,
ya el nopal, quedó solito,
4
HIGINIO VÁZQUEZ SANTA ANA. Op. Cit., p. 22.
23. 23
ya Santa Anna pegó el grito,
ya el Congreso se acabó.
Dicen que los federales,
tienen la vida vendida;
ténganla o nunca la tengan,
federales de mi vida.
24. 24
Poco después del triunfo de la Revolución de Ayutla; en diciembre de 1855, se
levantó en armas Francisco Ortega, cura de Zacapoaxtla, proclamando “Religión y
Fueros”, en contra de las medidas gubernamentales que habían suprimido los
fueros. Se unieron a este movimiento los generales Luis G. Osollo y Miguel
Miramón, entre otros que habían sido enviados por el Gobierno central para reprimir
el movimiento. Los rebeldes tomaron la Capital del Estado de Puebla, en marzo de
1856 y, el día 26 del mismo mes fue recuperada por el general Ignacio Comonfort;
entonces presidente de la República, después de combatir en Ocotlán y en la propía
ciudad de Puebla.
José María Pérez de León compuso su marcha titulada La Batalla de Puebla,5
cuyas
marciales y graves notas conmemoran las acciones guerreras entre conservadores
y liberales, que tuvieron lugar en la ciudad de Puebla y que terminaron con la
rendición de los conservadores el 23 de marzo de 1856.
La Batalla de Puebla (1856), A. José María Pérez de León, I. Silvia Navarrete, en:
http://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/musica%3A955
Imagen de la Batalla de Ocotlán6
del 8 de marzo de 1856, combate entre los
rebeldes de “Religión y Fueros” y el Gobierno Liberal
5
La batalla de Puebla, A. José María Pérez de León, I. Silvia Navarrete en “Música de la
Independencia a la Revolución”, Artes de México número 97, Revista libro bimestral, México, Artes
de México y del Mundo, marzo de 2007, con disco adicional, pp. 48 a 49.
6
Ocotlán, lugar situado en las Lomas de Ocotlán Entre los estados de Puebla y Tlaxcala,
25. 25
Portada de las partituras de la Marcha La Batalla de Puebla, de José María Pérez
de León
26. 26
La instalación del Congreso Constituyente, a partir del 18 de febrero de 1856,
produjo la promulgación de diversas leyes liberales que afectaban el poder de la
Iglesia Católica y de los grupos conservadores, como la Ley para Desamortizar los
Bienes de las Corporaciones Civiles y Eclesiásticas, también conocida como Ley
Lerdo, del 25 de junio de 1856. Sobre las aplicaciones de la Ley Lerdo se escribió
el Corrido de Juan José Baz, de autor anónimo, pero conservador, describe los
excesos jacobinos7
y anticlericales de Juan José Baz en su papel de gobernador de
la Ciudad de México, al introducirse con todo y su caballo a la Catedral
metropolitana de la Ciudad de México, para establecer contacto con las autoridades
eclesiásticas católicas, haciendo evidente el poder de los liberales y la puesta en
marcha de los programas de afectación de los bienes del clero católico.
Corrido de Juan José Baz8
Anónimo
Juan Baz entró a Catedral
como si fuese un potrero,
pues el chinaco9
altanero,
como buen gobernador,
a todos quería mandar.
Era un alazán trotón,
el caballo que llevaba,
y dicen que lo arredraba
en el atrio el día de Corpus,
La gente decía al villano,
del uno al otro confín:
“Te irás como buen delfín,
a decir a Comonfort,
que eres apenas marrano”.
7
Jacobino. Republicano liberal, intransigente, recalcitrante y anticlerical.
8
VÁZQUEZ SANTA ANA, Higinio, CANTARES MEXICANOS, MÉXICO, EDICIONES DE LEÓN
SÁNCHEZ, S / F, PP. 154 A 155.
9
Chinaco. Denominación que se dio a los guerrilleros mexicanos republicanos que combatieron
durante la Guerra de Reforma, la Intervención Francesa y el Segundo Imperio. Fueron hombres de
a caballo, audaces y valientes, muy expertos en el manejo de la lanza y la reata.
27. 27
“Abusas de tu poder,
gobernador silabario,
ya te pondrás tú el rosario
y doblarás la rodilla,
y eso lo vamos a ver”.
“Dices que tú en el huacal
crees que eres de buen talento,
y con cuchillo cortante
te repartes la tajada,
como que ya no hay rival”.
“Dicen que odias a los beatos
montado en tu buen andante,
y como mal gobernante
y pagas hasta el barato”.
“¡Vete, vete, mal cristiano!,
aborto de Satanás,
en el infierno verás,
gobernador mequetrefe,
que apenas eres enano”.
“Del uno al otro confín
y como mal gobernante
montando en el brioso andante,
Juan Baz entró a Catedral,
más no has de tener buen fin”.
Juan José Baz, gobernador liberal de la Ciudad de México; del 5 de enero de 1856
al 4 de octubre de 1857, renunció a su cargo, por desavenencias con el presidente
Comonfort
28. 28
El filibusterismo, práctica desarrollada por delincuentes con intenciones de
ocupación y apropiación de territorios; de diversas naciones, en su propio beneficio
y que; en ocasiones eran apoyados por los gobiernos de sus países de origen u
otros, se suscitó de manera frecuente en las zonas fronterizas con México y en
especial en el estado de Sonora, durante el siglo XIX, aprovechando que las
irreconciliables pugnas políticas internas; entre liberales y conservadores, no
garantizaban la seguridad ni el gobierno en el México de las décadas de 1820 a
1870.
Entre las incursiones filibusteras más sobresalientes se cuentan las de:
Tomás Ape Jones, quien, en 1843 desembarcó tropas estadounidenses en
Monterrey, Alta California.
La de William Walker, quien, a bordo del buque La Carolina invadió el puerto de La
Paz, Baja California Sur, en 1853.
Entre 1852 y 1853, el conde Gastón Raousset de Boulbón hizo dos incursiones
filibusteras al puerto de Guaymas, apoyado por el Imperio Francés. Este filibustero
murió fusilado en su segundo intento.10
Por su parte, el estadounidense Henry A. Crabb, en 1857, organizó una partida de
104 hombres que, el 24 de marzo, se introdujeron a territorio mexicano por Sonoíta,
pretendiendo apoderarse de una parte del estado de Sonora. La Guardia Nacional;
cuerpo de ciudadanos voluntarios, transformados en soldados auxiliares irregulares,
10
El 1 de julio de 1854, el francés Gastón Raousset Conde de Boulbon, desembarcó en las costas
del Estado de Sonora al mando de 400 filibusteros europeos, entre los que predominaban los
franceses. El objetivo de su invasión a territorio nacional era formar una república independiente en
los territorios de Sonora, Chihuahua y Durango.
El General José María Yáñez, Comandante Militar de Sonora y Sinaloa, al conocer de las intenciones
de los filibusteros, organizó la defensa mexicana, con militares y voluntarios que se le presentaron,
siendo aproximadamente 300 hombres procedentes en su mayoría de Guaymas, Son.
El 13 de julio, ambas fuerzas se enfrentaron en el Puerto de Guaymas, Son.; desde el inicio los
mexicanos causaron cuantiosas bajas a sus enemigos, quienes después de varias horas de intenso
combate huyeron y se refugiaron en la casa del Vicecónsul de Francia, a quien solicitaron su amparo
manifestando su rendición.
Las tropas mexicanas resultaron con 19 muertos y 55 heridos, mientras que los invasores sufrieron
las bajas de 48 muertos, 68 heridos y 314 prisioneros, entre los que se encontraba el Conde de
Boulbon, quien fue fusilado por intentar obtener parte del territorio mexicano.
En aquella ocasión, los soldados y ciudadanos que tomaron parte en hecho de armas, demostraron
gran valentía y patriotismo al defender la soberanía mexicana, como una muestra del sentir
nacional.En: 13 de julio de 1854, derrota de los filibusteros en Guaymas, Son.
https://www.gob.mx/sedena/documentos/13-de-julio-de-1854-derrota-de-los-filibusteros-en-
guaymas-son?state=published.
29. 29
que atendían a la defensa de la Patria y la soberanía nacional, al mando del capitán
Lorenzo Gutiérrez, marchó a su encuentro, y desde Ures se movilizó el coronel José
María Girón con otra columna.
El 6 de abril se rindieron 59 filibusteros y al siguiente día fueron pasados por las
armas.
El corrido de los filibusteros tiene relación con otro grupo que, dirigiéndose a
Pitiquito, fue dispersado y perseguido, ganando la línea fronteriza internacional.
Crabb continuó su intento y quiso tomar Hermosillo pero, luego de ser derrotado,
fue fusilado el día 9 de abril.
Otro grupo de 16 filibusteros que arribó a Caborca recibió el mismo trato que sus
antecesores.
Según Vicente S. Acosta; Juan José Osuna, el minero que comunicó el corrido a
su informante Guadalupe Armenta, no pudo terminar de cantarlo: “porque estaba
malo de la mina”.
El corrido de los filibusteros11
Anónimo
De la Baja California
se desprendió un batallón,
lo traiba Claudio Zapata,
y Manuel Márquez de León.
Llegaron a Pitiquito,
con nueva Constitución,
midiéndole caravana
a Manuel Márquez de León.
Luego bajaron al río,
y agarraron tierra valla,
y Aguirre les marcó el alto,
11
Comunicado por Guadalupe Armenia, en Tucson, Arizona, recogido por Vicente S. Acosta en 1947.
Armenta lo escuchó en 1895 a Juan José Ozuna. minero sonorense, en: VICENTE S. ACOSTA.
Some surviving elements of spanish folklore in Arizona, Thesis for degree of Master of Arts.
Departament of Spanish and Portuguese, University of Arizona, Tucson, Arizona, pp. 47 y 48.
30. 30
y los formaba en batalla.
Del presidente Moreno
nada se había platicado,
traía un rifle muy bueno,
y no lo había estrenado.
Contesta Moreno al punto,
“Tío Florencio ha hecho un muerto”.
Contesta la tropa: “Es cierto,
Tío Lencho mató un difunto.”
El filibustero Henry A. Crabb
31. 31
La Constitución Política de la República Mexicana de 1857 fue una Carta Magna;
de ideología liberal, redactada por el Congreso Constituyente de 1857, durante la
presidencia de Ignacio Comonfort. Fue jurada el 5 de febrero de 1857. Estableció
las garantías individuales a los ciudadanos mexicanos, la libertad de expresión, la
libertad de asamblea, la libertad de portar armas. Reafirmó la abolición de la
esclavitud, eliminó la prisión por deudas civiles, las formas de castigo por tormento
incluyendo la pena de muerte, las alcabalas y aduanas internas.
Algunos artículos afectaron los intereses de la Iglesia Católica, como la enseñanza
laica, la supresión de fueros institucionales, y la enajenación de bienes raíces por
parte de la misma. El Partido Conservador se opuso a la promulgación de la nueva
Carta Magna por el Partido Liberal.
El 17 de diciembre de 1857, el Partido Conservador proclamó el Plan de Tacubaya,
en el que se desconoció la Constitución de 1857, las guarniciones militares de la
capital de la República se adhirieron al Plan y el Gobierno Liberal tuvo que salir de
la Ciudad de México, situación que dio origen a la Guerra de Reforma o Guerra de
Tres años; con la existencia de dos gobiernos, con dos presidencias antagónicas,
en la que se enfrentaron de nuevo los liberales contra conservadores.
Félix María Zuloaga fue nombrado presidente de la República por el Partido
Conservador, mientras que el depuesto presidente Ignacio Comonfort se exilió y don
Benito Juárez; atendiendo a su función como Presidente de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, reestablecíó los poderes de la República Liberal, en la ciudad
de Guanajuato.
En la Canción de Zuloaga se celebra el golpe de estado conservador y la asunción
de Féix María Zuloaga como presidente consaervador de México.
Canción de Zuloaga12
Anónimo
12
MENDOZA, Vicente T., La música de la época de la Reforma, la Intervención y el Imperio,
mecanoescrito inédito, Fondo Vicente T. Mendoza, Biblioteca Nacional de México, unam, caja 13,
p.17.
32. 32
¡Viva el señor Presidente
don Félix María Zuloaga!
¡Viva el Plan de Tacubaya
y su mando permanente!...
¡Viva el señor Miramón!,
¡Viva el señor Miramón!,
azote de liberales...
ya Comonfort se embarcó
por Veracruz esa gata...
Murió la Constitución
que nos causó tantos males.
Félix María Zuloaga, presidente de México, por el Partido Conservador, del 23 de
enero al 24 de diciembre de 1858
33. 33
El Plan de Tacubaya desconoció a la Carta Magna de 1857
34. 34
A principios de 1858, el estado de Durango se hallaba en posesión de los
conservadores, bajo el mando del general José Antonio Heredia. El mando liberal
envió a las tropas del general Esteban Coronado, quien se hallaba en Chihuahua,
a recuperar la plaza de Durango para los liberales.
Los liberales tomaron la ciudad de Durango el 7 de julio de 1858, luego de cinco
días de combate. En el corrido ¿A dónde vas Coronado?, se menciona al general
Esteban Coronado y a los generales conservadores: José Antonio Heredia y Manuel
Arteaga así como al alférez liberal don Jorge Tarango (Tagarno en el corrido), este
último se distinguió al cortar la retirada de los conservadores con una mínima fuerza
de 26 hombres.
¿A dónde vas Coronado?13
Anónimo
¿A dónde vas Coronado,
dejas ahí a tu mujer?:
“A tomar a Durango,
a morir o vencer”.
Por la calle del Moro
no se puede pasar
porque dice el Tagarno:
“Arrincónemelo ahí”,
Si es Heredia, es lo mismo,
Si es Arteaga, es igual;
a cualquiera que pase:
“Arrincónemelo ahí”
13
JOSÉ IGNACIO GALLEGOS. Historia de Durango (1563-1910), Durango, Gobierno del Estado de
Durango, 1972, pp. 666 a 667.
35. 35
Monumento y placa; en honor al general liberal Esteban Coronado, ubicados en la
Avenida Paseo de La Reforma de la Ciudad de México
36. 36
El 23 de septiembre de 1858, el general Epitacio Huerta, miembro de la facción de
los puros o radicales; quienes optaban por sostener la Constltución de 1857 tal
como se había aprobado, en contraposición de los moderados; que querían aplicarr
reformas a la misma, ordenó al coronel Porfirio García de León que ocupara la
Catedral de la ciudad de Morelia, Michoacán.
Luego de la ocupación de la Catedral, Huerta incautó las alhajas de la misma, la
incautación excedió la suma de medio millón de pesos de aquellos tiempos.
En el corrido de La Guerra de los Cristeros, además de a Porfirio García de León,
se menciona a los jefes cristeros; conservadores michoacanos: Florencio Gálvez y
Narciso Valeriano.
La incautación de los bienes de la Catedral moreliana sirvió como justificación de la
lucha cristera; conservadora decimonónica, en el estado de Michoacán.
Corrido de la Guerra de los Cristeros14
Anónimo
Ese tuerto de Salcedo
con su infantería lucida,
iba flanqueando la izquierda,
para quitarnos la vida.
Con entusiasmo y ardor
deben los hombres pelear,
y no dejar que chinacos
nos vengan pronto a raspar.
Ya hubo saqueo en Catedral,
ya hasta el altar se llevaron
García de León con sus garras;
Las reliquias acabaron.
¡Viva! don Florencio Gálvez,
y Narciso Valeriano,
en la Cuesta del Moral,
le tumbaron una mano.
14
HIGINIO VÁZQUEZ SANTA ANA. Op. Cit., pp.225 a 226.
37. 37
De Pátzcuaro y de Zamora
han venido a combatir,
y peleando sin cejar,
de fijo sabrán morir.
Laguna de San Jacinto,
donde hay muchos caracoles,
donde se juntan los hombres,
a pelear la religión.
Al subprefecto Jiménez,
ya no le cabe el dinero:
“Dolores, traite el vacín,
Que ya viene El Molinero”.
Madre mía Guadalupana,
que gane la religión,
que protestantes tenemos
y corrompen la razón.
Epitacio Huerta, general liberal, miembro de la facción de Los puros
38. 38
En medio del ambiente nacional de ingobernabilidad, por la constante guerra de
liberales contra conservadores, las incursiones de los comanches y los apaches,
así como las múltiples invasiones extranjeras, durante los primeros años de la
naciente República Mexicana, los Tulises fueron un grupo de bandoleros que
operaron en la década de los años cincuentas del siglo XIX, en los estados de
Durango y Zacatecas. Se supone que recibieron el nombre de Tulises por ser
evadidos de la cárcel de San Andrés de Teúl, Zacatecas. En su momento, los
bandidos fueron sacados de la prisión por una guerrilla del Partido Conservador,
con la intención de que actuaran a favor de su bando aunque, de inmediato, los
delincuentes se separaron de los conservadores para delinquir por su propia cuenta.
La pandilla de los Tulises se incrementó con la anexión de tres cuadrillas de
salteadores de caminos que merodeaban la región sur de Durango, bajo las órdenes
de Eutimio Serrato, Mucio Aquino y Francisco Valdéz, mejor conocido como El
Cucaracho. Reunidos en el poblado de Súchil, Durango, los Tulises reconocieron
como su jefe a Manuel Fernández y bajo su dirección saquearon El Mezquital, entre
otras poblaciones del sur del estado.
Fortalecidos y sin detenerse, el 11 de septiembre de 1859, los Tulises ocuparon la
ciudad de Durango. Como dueños de la ciudad, los Tulises fueron convocados por
los conservadores a una junta en el Palacio de Gobierno del Estado. En la reunión,
los bandoleros recibieron el apoyo y las bendiciones del cura del Sagrario, del
guardián del Convento de San Francisco y de diversas personas conservadoras
notables del comercio durangueño.
A la sazón, el Gobierno Liberal comisionó al capitán Tomás Borrego para combatir
a los Tulises y este, con sus tropas, logró expulsar a los bandidos de la capital del
estado. Los Tulises continuaron sus correrías y saquearon las poblaciones de
Santiago Papasquiaro y San Juan del Río, Durango y, posteriormente, se adhirieron
a los conservadores bajo la bandera del Plan de Tacubaya, obedeciendo las
órdenes del general conservador Domingo Cajén. Derrotados en San Juan de
Guadalupe, Durango, los Tulises se dispersaron y paulatinamente fueron cayendo
en las manos de la justicia en diversos territorios durangueños y zacatecanos. Las
39. 39
acciones de los Tulises dieron lugar a la composición del siguiente corrido
testimonial.
Corrido de Los Tulises15
Anónimo
Allá por sesenta y dos
pastoreando unas carretas
Los Tulises se acercaron
hasta el rial de Zacatecas.
Cuando me volví Tulís
mi padre me lo evitó.
“¡Uno sabe dónde nace,
pero donde muere, no!”
Bajaron los tulisanes
bajaron de tierra fría,
que por no robar de noche
robaron al medio día.
¡Que sí, que no,
Santa Lucía!
Por estar contigo, mi alma,
ya mero me amanecía.
Yo tenía mi Tulisana
que me la quería robar
me dijo que la dejara
que ya se iba a presentar.
No llores Tulisanita,
no llores, ni hagas llorar,
quien te trajo de tu tierra
te ha de volver a llevar.
¿Qué dices, mi alma,
qué dices, pues?
echemos el pecho al agua,
lo echaremos de una vez. 105
15
CUAUHTÉMOC ESPARZA SÁNCHEZ. El corrido zacatecano, México, INAH, colección Científica
# 46, 1976, pp. 23 a 25.
40. 40
Bonitos los Tulisanes
cuando empiezan a robar,
se embozan hasta los ojos
y empiezan a disfrutar.
Decía Francisco Valdez
que nada lo acongojaba,
que estando en potrero doble
su caballo no brincaba.
¿Qué dices, mi alma,
qué dices, pues?
Los he de seguir robando
y aunque me afusile el juez.
Donde andan las aguilillas
no rifan los gavilanes,
ni las naguas amarillas,
aunque les pongan olanes.
El jefe don Mucio Aquino
no era ningún gallina,
pues él entró a Sombrerete
y a Fresnillo, rial de minas.
Estando por Zacatecas,
una mañana de invierno,
los agarraron a todos
las cordadas del gobierno.
El meco Francisco era otro
de los que echaban pirata
quedó, cerca de Las Pilas,
suspendido de una reata.
Decía José María:
“¡El Santo Niño nos valga!
¡Que el caballo Cantarito
ya va herido de una nalga!”
¿Qué dices, mi alma?
Te lo decía
que andando por los caminos
se había de llegar el día.
Desde allá de Sierra Fría
41. 41
vienen a robar los riales, 106
y al amparo de la noche
entran hasta los portales.
En todo el camino real
ya se acabó la alegría;
mataron al negro Utimio
y al curro José María.
Doña Teodora Bañuelos
cuando supo la razón
luego ensilló se caballo
se lo echó a la comisión.
La cordada de Fresnillo,
también la zacatecana,
mataron cuatro Tulises,
el jueves por la mañana.
Vuela, vuela palomita,
paloma zacatecana,
anda llévale la nueva
a mi amada tulisana.
Vuela, vuela palomita,
y aunque se me enoje el juez,
si este corrido les gusta
se los cantaré otra vez.
42. 42
Corrido de Los Tulises, cantado por Liliana Biuneder, acomapañada por Pablo
Romero Gil, en la guitarra. En:
http://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/musica%3A956
El capitán Tomás Borrego, con sus tropas liberales, logró expulsar a los bandidos
Tulises; conservadores, de la ciudad de Durango
Historieta sobre Los Tulises de Durango
43. 43
Durante la Guerra de Reforma, la fuerza militar conservadora se esmeró en la
persecución del gabinete liberal y éste se vio en la necesidad de iniciar la
trashumancia, de la ciudad de Guanajuato a la de Guadalajara, Jalisco; donde
Benito Juárez estuvo a punto de ser asesinado, luego a la ciudad de Colima, y de
allí a Manzanillo, Colima. En este puerto, el gabinete liberal se embarcó a Panamá
y, siguiendo la vía a Estados Unidos, terminó su complicado itinerario en el puertro
de Veracruz, donde el Gobierno Liberal se instaló a partir del 5 de mayo de 1858.
Como consecuencia de una escisión al seno del Partido Conservador, el general
Miguel María Echegaray lanzó, el 25 de diciembre de 1858, el Plan de Navidad en
Ayotla, Estado de México. El plan, al desconocer a los liberales y a los líderes
conservadores por ineptitud; fue secundado por la mayoría de los conservadores y
llevó a Miguel Miramón a la presidencia conservadora en febrero de 1859.
El objetivo militar principal de Miramón se centró en la ocupación de la capital del
Gobierno Liberal, acción que fue impedida por las maniobras defensivas de los
generales y tropas liberales, por mar y tierra. En medio de la guerra, en Veracruz,
entre el 12 de julio y el 11 de agosto de 1859, el gobierno juarista publicó por primera
vez las Leyes de Reforma.
Los gastos de la Guerra de Reforma obligaron a los bandos contendientes a
contratar créditos y a establecer tratados, en condiciones muy desventajosas, con
diversos gobiernos extranjeros que reconocían la legitimidad de cada grupo.
Los conservadores diseñaron el Tratado Mon-Almonte, entre México y España, que
comprometía grandes indemnizaciones de México al Gobierno Español, mientras
que los liberales redactaron el Tratado MacLane-Ocampo; entre México y Estados
Unidos, en el que se estipulaba el libre tránsito estadounidense a perpetuidad, por
el istmo de Tehuantepec, y la ayuda mutua en casos de guerra o peligro. Sin
embargo, por diversas y afortunadas circunstancias, ninguno de los dos tratados se
llevó a la práctica.
Después de múltiples reveses, los liberales triunfaron en el terreno armado y, al
concluir la Guerra de Tres Años, en enero de 1861 el gabinete del gobierno liberal
logró instalarse en la ciudad de México.
44. 44
Sobre la Guerra de Tres Años, se compusieron las ya mencionadas Canción de
Zuloaga, ¿A dónde vas, Coronado? el Corrido de los tulises y el Corrido de la Guerra
de los Cristeros.
Otras dos canciones sobre el periodo fueron: Los cangrejos de Papachín y No estés
triste, Miramón.
Tomás Marín, alias Papachín; 1805-1873, luchó al lado de los conservadores en la
Guerra de Reforma. En 1859 fue enviado por Miramón a La Habana, Cuba, para
adquirir buques, con el objeto de sitiar, con una escuadrilla, al puerto de Veracruz
donde se encontraba establecido el Gobierno Liberal. Marín llevó los buques, sin
bandera, con los que se dispuso a atacar el puerto de Veracruz, mientras Miramón
atacaba por tierra. La maniobra fracasó por la intervención de buques de guerra
estadounidenses.
Marín fue llevado a Nueva Orleans, junto con los barcos conservadores capturados
por los navíos estadounidenses; al considerarlos como píratas, por no enseñar los
colores de su pertenencia,
En Nueva Orleans, el Tribunal de Presas absolvió a Marín, en virtud de que la
captura se llevó a cabo en aguas jurisdiccionales mexicanas.
Entre las maniobras de guerra marítima, lideradas por el conservador Tomás Marín,
“Papachín”, en el Golfo de México, calificadas como de piratería, sobresale la acción
de Antón Lizardo, Veracruz.
La canción de Los cangrejos fue adaptada a la situación, por el hecho de que su
música era ya muy conocida.
Los cangrejos de Papachín16
Anónimo
¿Porqué veniste al Golfo
Pirata, Papachín
tan sucio y tan tiznado
y en forma de violín?.
señor San Miramón.
16
VICENTE T. MENDOZA. Op. cit., p. 22.
45. 45
¿Qué haremos, ay, qué haremos?
nos van a bombardear,
el Miramón por tierra
y el Papachín por mar.
¿Porqué veniste al ferro
tan tonto y tan simplón?,
patriarca de los mochos
señor San Miramón.
Cangrejos, al compás,
marchemos para atrás,
Si, si, zas,
viva la libertad.
El Saratoga y el Sabana. Buques de guerra estadounidenses que capturaron a las
naves conservadoras en el Golfo de México
47. 47
El día 21 de marzo de 1860, luego de múltiples esfuerzos por mantener el sitio al
puerto de Veracruz, capital de los liberales; ante la falta de virtuallas, de guerra y
boca, los conservadores del general Miramón levantaron el campo, no sin antes
bombardear el puerto ccn las municiones que les restaban, poco a poco las fuerzas
liberales del país iban acomodándose para retornar a la Ciudad de México.
Sobre No estés triste Miramón, Higinio Vázquez Santa Ana, escribio: Parece que
este estribillo servía como salutación jocosa al encontrarse amigos de confianza,
incrédulos de los llamados éxitos de los partidos políticos. Se cantó en los días en
que Miramón creía ser el “non plus ultra”.
Fue usado después en estilo familiar, sobre todo entre el gremio estudiantil.
Estos datos los debo a la gentileza del señor ingeniero Luis Híjar y Haro.
En la estrofa se nombra a Concha y se refiere a Concepción Lombardo y
Partearroyo, la consorte de Miguel Miramón.
No estés triste Miramón17
Anónimo
“¿Qué deveras Miramón?”
“¡Como te lo dijo Concha,
que en Veracruz hay un mosco
que cuando pica hace roncha!”.
17
HIGINIO VAZQUEZ SANTA ANA. Op. Cit., p.26
49. 49
Domingo Cajén fue un militar de origen español que se afilió al Partido Conservador
y, durante la Guerra de Reforma, Miguel Miramón, el presidente de los
conservadores, lo comisionó para desarrollar las operaciones militares contra los
liberales en el estado de Durango. Así, en el año de 1859, Domingo Cajén, al mando
de 400 soldados conservadores, atacó la población de San Juan de Guadalupe y
fue rechazado y derrotado por las tropas liberales del capitán Tomás Borrego, en El
Alamillo. Posteriormente Cajén incorporó a sus fuerzas a los bandidos Tulises.
Sin dejar de combatir, después de derrotar a los liberales del coronel José María
Patoni en Santa Bárbara, para el 17 de febrero de 1860, Domingo Cajén entró a la
ciudad de Durango y de inmediato, los conservadores le dieron el cargo de
gobernador del estado. En la ceremonia de festejo por el arribo de Cajén y sus
tropas a la Perla del Guadiana, se pronunciaron unos versos lisonjeros que han
llegado hasta esta colección.
Versos en honor a Domingo Cajén18
Antonio G. del Palacio
De mi niñez las horas más floridas
en la feliz España, se volaron:
y allí de religión y patria unidas
los nombres en mi pecho se grabaron.
En tí, Cajén, las miro revividas,
pues Méjico y España en tí triunfaron.
Religión, libertad, justicia sean,
lo que en nosotros los contrarios vean.
Como brilla tras hórrida tormenta
esplendoroso el Sol en la montaña,
así el noble guerrero se presenta
indulgente después de la campaña.
¿Por qué no cesa ya la lid cruenta
que de la patria el horizonte empaña?
Aún no es llegado de la unión el día;
mas sí el de la clemencia e hidalguía.
18
JOSÉ IGNACIO GALLEGOS. Compendio de Historia de Durango. 1821-1910, México, Editorial
Jus, 1955, p. 127.
50. 50
Ya en su papel de gobernador conservador del estado de Durango, Domingo Cajén
se aprestó a combatir a las fuerzas liberales. Derrotó a los hombres del coronel José
María Patoni en Avilez, a los de Eulogio Núñez en Cilla Allende, Chihuahua, y a
otros jefes liberales en territorio durangueño.
En el Corrido de Domingo Cajén se hace mención a la expedición que organizó
Cajén hacia el estado de Sinaloa, con el objeto de ocupar el puerto de Mazatlán,
partiendo de la ciudad de Durango. En el sinuoso camino a Mazatlán, por la Sierra
Madre Occidental, Cajén fue emboscado por los liberales, quienes lo derrotaron en
el Espinazo del Diablo; El Espinal en el corrido, el 27 de octubre de 1860. Después
de la derrota, el jefe conservador español fue perseguido y fusilado en la Laguna
del Tanque.
Corrido de Domingo Cajén19
Anónimo
Cajén partió de Durango
en su caballo alazán,
diciendo que entraba al puerto
bebiendo leche con pan.
La conserva de Durango,
para Mazatlán marchó
mas como era de membrillo
en El Espinal se agrió.
Domingo Cajén, gobernador conservador del estado de Durango
19
Ibid. p.130
51. 51
Fueron muy famosas coplas satíricas sobre el supuesto diálogo entre Concepción
Lombardo y su esposo Miguel Miramón, líder militar y político de los conservadores.
En los parlamentos; adjudicados a Luis M. Rivera, Miramón relata a su esposa
Concepción Lombardo, algunos detalles de la Batalla de Calpulalpan, en la que las
tropas conservadoras fueron derrotadas por los liberales. Esta batalla marcó el fin
de la Guerra de Reforma y el triunfo de los republicanos.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional:
El hecho de armas que puso fin a la Guerra de Reforma, se desarrolló en
1860 en San Miguel Calpulalpan, Estado de México. Las tropas liberales se
componían de 11, 000 hombres y 14 piezas de artillería, al mando del
General Jesús González Ortega, quien tenía bajo sus órdenes a los
generales Ignacio Zaragoza, Leandro Valle, Nicolás de Régules y Francisco
Alatorre. Por su parte el ejército conservador del General Miguel Miramón se
componía de los generales Leonardo Márquez, Francisco A. Vélez, Miguel
Negrete y Marcelino Cobos, con 8,000 hombres y 30 cañones.
A las ocho de la mañana Miramón lanzo un ataque contra el ala izquierda de
los liberales, contraatacando Zaragoza por el flanco derecho y Régules por
el centro; entre tanto González Ortega, Leandro Valle y Alatorre
emprendieron un movimiento para atacar al enemigo por la retaguardia. El
propio González Ortega encabezó la carga final, con la que fue derrotado el
Ejército Conservador.
Miramón regresó a la Ciudad de México en busca de ayuda, y salió al frente
de unos mil quinientos hombres que no tardaron en desertar. Volvió a la
capital y huyó días después rumbo a La Habana, Cuba, de donde partió con
rumbo a Francia. El triunfo de esa batalla dio origen a que el General
González Ortega expidiera un decreto donde daba se licenciaba al Ejército
Conservador, siendo éste sustituido por el Ejército Liberal del Licenciado
Benito Juárez.
El 1 de enero de 1861 el General González Ortega hizo su entrada triunfal a
la Ciudad de México al frente de 30,000 soldados liberales, concluyendo la
Guerra de Reforma con el triunfo de la causa liberal, que proclamaba la
52. 52
libertad de cultos, la libre tenencia de tierras y el sistema republicano,
instituyendo a Juárez en la Presidencia de la República.20
¿Qué deveras Miramón?21
(Sobre la Batalla de San Miguel Calpulalpan)
Adjudicado a Luis M. Rivera
CONCHA.-
¿Qué deveras Miramón?
MIRAMÓN.-
Como te lo digo Concha
redoblaban los tambores
y se mecían las banderas
y las pobre soldaderas
sufrían del sol los ardores
suien del maguey al raspón
hasta la cara se ensancha.
CONCHA.-
¿Qué deveras Miramón?
MIRAMÓN.-
Como te lo digo Concha
el general que dirige
la batalla consabida
temiendo perder la vida
siente que el alma se aflige,
y en pos de resolución
con vino y coñac se emponcha.
CONCHA.-
¿Qué deveras Miramón?
MIRAMÓN.-
Como te lo digo Concha;
los chinacos, desde luego,
cargan con tal bizarría
que la pobre infantería
toma las de Villadiego.
20
22 de diciembre de 1860, batalla de Calpulalpan, en: https://www.gob.mx/sedena/documentos/22-
de-diciembre-de-1860-batalla-de-calpulalpan
21
BERTA FLORES SALINAS. “¿Qué deveras Miramón?... Como te lo digo Concha.- Sátira popular en el siglo
XIX”, en: Memorias de la Academia Mexicana de la Historia. Correspondiente de la Real de Madrid, Tomo
XXI, Abril-Junio de 1962, número 2, México, pp. 123.
53. 53
volamos porque el cañón
hasta las cabezas troncha
CONCHA.-
¿Qué deveras Miramón?
MIRAMÓN.-
¡Triste, verdad! ¡Pobre Concha!
¿Qué deveras Miramón?
Otros parlamentos del diálogo
MIRAMÓN.-
Veinte mil hombre vinieron
en el campo de batalla
y al escupir la metralla
de sangre el suelo tiñieron,
la falta allí; de un cañon,
me hizo en la mano una roncha.
CONCHA.-
¿Qué deveras Miramón?
MIRAMÓN.-
Como te lo digo Concha
los catorce mil caballos;
contando los oficiales,
saltaban los matorrales
sin lastimarse los callos:
aquí se agrupa un montón
que hasta los árboles troncha.
55. 55
María de la Concepción Josefa Severa Ignacia Ramona Lombardo. También
conocida como: Concepción Lombardo Gil de Partearroyo, o Concepción
Lombardo de Miramón
57. 57
II. Las tonadas de la Intervención Francesa y el Segundo Imperio
Las constantes guerras; internas y de invasión extranjera, de la primera mitad del
siglo XIX habían dejado al país en la ruina y con una deuda externa que
sobrepasaba las posibilidades de pago de las arcas nacionales. Ante la situación,
el gobierno de la República Mexicana optó por declarar la moratoria a la deuda ante
los países acreedores, principalmente: España, Inglaterra y Francia; países que
conformaron la llamada Alianza Tripartita, y que; con tropas apostadas en Orizaba
y Jalapa, Veracruz, amenazaban con invadir a la República. Sin embargo, el 19 de
febrero de 1862; entre el ministro de Relaciones Exteriores de México, Manuel
Doblado, y el representante de la Alianza Tripartita, Juan Prim, firmaron los Tratados
preliminares de La Soledad, en los que las tropas de la Alianza Tripartita se
comprometían a no ejercer acciones bélicas en México. Los tratados fueron
cumplidos puntualmente por Inglaterra y España; mas no así por Francia, cuyas
tropas iniciaron su avance al interior del territorio nacional. Se iniciaba la cruel
Intervención Francesa.
El peor asunto a resolver por los liberales republicanos no fue la Guerra de Tres
Años, sino las acciones de Intervención que el Imperio Francés de Napoleón III; a
partir de 1862, en vínculo directo con los conservadores mexicanos, inició para
transformar a los ciudadanos mexicanos en súbditos, al imponer un gobierno
imperial en la persona de Maximiliano de Habsburgo, miembro de una de las más
añejas familias reales europeas, a quien, por el único mérito de su inventada
nobleza y alcurnia, los conservadores monárquicos nacionales le ofrecieron el
extraño trabajo de emperador de México, labor que ejerció a partir del 10 de abril de
1864. A la sazón, la esposa de Maximiliano, Carlota de Weimar, jugó el papel de
emperatriz del inventado imperio.
A la instauración del imperio, como forma de gobierno, se presentó la constante y
sufrida resistencia de los liberales republicanos mexicanos, liderados por el
presidente legítimo de México, Benito Juárez, quienes, a la larga, lograron el triunfo
58. 58
al aprovechar la evolución internacional de la correlación de fuerzas; sobre todo por
el hecho de que, al finalizar la Guerra de Secesión estadounidense, para evitar un
enfrentamiento bélico directo con Estados Unidos, Francia retiró sus tropas de
apoyo al Imperio de Maximiliano del territorio mexicano.
Las fuerzas francesas de ocupación estuvieron integradas por soldados belgas,
mamelucos de Egipto, zuavos argelinos, mercenarios multinacionales de la Legión
Extranjera, tropas francesas y soldados imperialistas mexicanos, quienes; en su
gran mayoría, fueron miembros de la facción conservadora.
En 1867, el efímero imperio de Maximiliano se quedó únicamente con el apoyo de
los conservadores monárquicos, quienes paulatinamente fueron abatidos por las
tropas republicanas.
Finalmente, el imperio se terminó con el fusilamiento de sus dirigentes en el Cerro
de las Campanas, del estado de Querétaro, el 19 de junio de 1867. El periodo
histórico de la Intervención Francesa y el Segundo Imperio costó a México, además
del sufrimiento y la crueldad de los monárquicos, un total de 73 000 hombres y
enormes pérdidas materiales.
Como casi todo periodo histórico mexicano, el de la Intervención Francesa y el
Segundo Imperio tuvo su propia y abundante producción de música académica, con
complicadas partituras para piano, para orquesta y para banda, así como de lírica
narrativa folclórica popular musical. Los trovadores y cantantes de ópera, zarzuela
y opereta se dieron vuelo al interpretar las composiciones y paráfrasis de una gran
cantidad de canciones que narraron los hechos históricos desde los diversos puntos
de vista maniqueos de los bandos en pugna.
A principios de 1862 y rompiendo los Tratados de La Soledad, las tropas del Ejército
Francés de ocupación se internaron en territorio mexicano, tratando de llegar a la
Ciudad de México; sin embargo, el cinco de mayo, el Ejército Mexicano, fuerte con
cuatro mil hombres y dirigido por el general Ignacio Zaragoza; junto con sus
subalternos: Miguel Negrete, Felipe Berriozábal, Porfirio Díaz y Juan N. Méndez,
entre otros, logró vencer a las cuatro columnas de tropas de zuavos franceses del
general conde de Lorencez y los jefes Bernardo Mallat y L’Herillier.
59. 59
El triunfo de las arnas nacionales en la Batalla del Cinco de Mayo, dada en la ciudad
de Puebla, influyó en el ánimo de los republicanos liberales, durante toda la guerra
de Intervención y reafirmó la legitimidad del gobierno de don Benito Juárez.
La canción marcial Batalla del 5 de mayo22
celebra el mencionado triunfo de las
armas nacionales contra el ejército francés en 1862.
La Batalla del Cinco de Mayo23
Anónimo
Al estallido del cañón mortífero
corrían los zuavos en gran confusión
y les gritaban todos los chinacos:
“¡Vengan, traidores! ¡Tengan su Intervención!”
Con Tamaríz* y Márquez se entendieron,
les ayudo el traidor de Miramón,
y los chinacos, bravos, se batieron
inundando de gloria la Nación.
¡Alto al fuego! Ya corren los traidores,
ni vergüenza tuvieron ni pudor.
¡Toquen diana! clarines y tambores, 0
un día de gloria, la patria que triunfó.
¡Alto al fuego! ya corren los traidores,
que vinieron a darnos la lección.
¡Coronemos a México de flores!
¡Muera Francia! y ¡Muera Napoleón!
22
Batalla del 5 de mayo. A. Anónimo. Grupo Macuilxóchitl en: Benito Juárez en Chihuahua (1864-
1866)…op. cit.
23
IRENE VÁZQUEZ VALLE y MARÍA DEL CARMEN RUIZ CASTAÑEDA. Cancionero de la
Intervención Francesa, México, disco LP, INAH, M C-403, Colecció Testimonio Musical de México
13, # 6, 1973.
60. 60
Batalla del 5 de mayo, Autor: Anónimo, Intérpretes. Grupo Macuilxochitl, en:
http://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/musica%3A959
66. 66
Como un caso aislado; en 1974, el conjunto musical La Tropa Loca grabó la canción
La Batalla del 5 de mayo,24
la cual, por su amplia difusión radiofónica y en discos
de acetato, fue muy conocida en su momento y sigue siendo parte del cancionero
popular de culto del famoso grupo musical de la Ciudad de México. La música de
La Batalla del 5 de mayo es original del estadounidense Johnny Horton, quien la
compuso para una canción titulada The battle of New Orleans. A la canción de
Horton, La Tropa Loca le hizo el cover mexicano con la letra que celebra el triunfo
de los republicanos sobre las tropas de zuavos franceses.
La batalla del 5 de mayo
Letra: La Tropa Loca. Música: Johnny Horton
Recién firmado el Convenio Soledad,
llegaron los franceses y rompieron su amistad
traían la consigna de acabar con la Nación
y derrotar a Juárez por orden de Napoleón.
ESTRIBILLO:
Cayeron diez y ninguno mexicano,
hirieron otros seis y empezaron a matar,
y a ningun francés; en aquel cinco de mayo,
se le veian los pies y corrian sin parar.
Lorencez dijo; en su carta a Napoleón:
“Con los diez mil franceses, facil es nuestra mision
mejor es nuestra raza, tambien la organización”,
pero los mexicanos enseñaron la leccion
ESTRIBILLO:
Cayeron diez y ninguno mexicano
hirieron otros seis y empezaron a matar ,
y a ningun frances; en aquel cinco de mayo,
se le veian los pies y corrian sin parar
El General Zaragoza comprobó
24
La Batalla del 5 de Mayo. A. cover a la canción de Johnny Horton The Battle of New Orleans, I.
La Tropa Loca, 1974, en La Tropa Loca 30 éxitos, cd 1, México, cd emi Music, 5099951894023,
2008.
67. 67
que la lucha a bayoneta;cuerpo a cuerpo, fue mejor,
que los franceses invencibles ya no son,
restándole prestigio al famoso Napoleón.
ESTRIBILLO:
Cayeron diez y ninguno mexicano,
hirieron otros seis y empezaron a matar
y a ningun frances; en aquel cinco de mayo,
se le veían los pies y corrían sin parar.
Y corrían a pie y corrían como trenes.
brincaban los magueyes al disparo del cañón
brincaban nopales más alto que la liebre
y otros se arrastraban como herido camaleón.
ESTRIBILLO:
Cayeron diez y ninguno mexicano.
hirieron otros seis y empezaron a matar
y a ningun frances en aquel cinco de mayo
se le veian los pies y corrian sin parar.
Y corrían a pie y corrían como trenes
brincaban los magueyes al disparo del cañón
brincaban nopales más alto que la liebre
y otros se arrastraban como herido camaleón.
La batalla del 5 de mayo. Letra: La Tropa Loca. Música: Johnny Horton, en:
https://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/musica%3A960
68. 68
En el mismo año de 1862, Aniceto Ortega compuso la Marcha Zaragoza,25
en honor
al general texano Ignacio Zaragoza, héroe indiscutible de la Batalla del 5 de mayo
de 1862, en Puebla.
Marcha Zaragoza, Autor: Aniceto Ortega, en:
https://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/musica%3A951
General Ignacio Zaragoza Seguín
25
Marcha Zaragoza, Autor Aniceto Ortega. 150 años de la Batalla del 5 de mayo en Puebla, 1862-202,
Testimonio Musical de México, volumen 53 N°. 10, México, INAH, 2012.
70. 70
El canto de chinaca, El guajito y El telele26
son canciones que acoplan las burlas de
los liberales contra los invasores en términos coloquiales de la época de la
Intervención Francesa.
Canto de chinaca27
Anónimo
Yo soy libre como el viento,
pero tengo dignidad,
adoro la libertad
con todo mi corazón.
Y de orgullo el alma llena,
declaro de buena gana
que soy pura mexicana,
nada tengo de español.
-"Mocho poji" Mariquita.
-Yo cuando me hacen la guerra
¿quién lo llamó a nuestra tierra?
¿quién le ruega estar aquí?...
¿Yo quererte? con mirarte
sabe Dios que me condenas,
ve a que te saquen de penas
Pamuceno y Saligny.
Te quiere mi Mariquita,
e trovaremos un hico.
Quién le dio tan grande pico,
¡si soy chinaquita yo!
Y antes de que a un extranjero
darle mi mano resuelva,
le diré: ve a que te envuelva
la madre que te parió.
¡Qué lindo es pasar la vida
26
El telele. A. Anónimo. I. Amparo Ochoa, Ricardo Pérez Montfort, Raúl Díaz y Mario Ardila en IRENE
VÁZQUEZ VALLE, Cancionero de la Intervención Francesa, disco LP inah núm. 13, México, INAH,
1986.
27
El canto de chinaca. A. Anónimo. I. Grupo Macuilxóchitl en: Benito Juárez en Chihuahua (1864-1866)… Op.
cit.
71. 71
junto a una blusa encarnada!,
viendo una frente tostada,
y hermosa con su altivez.
¡Mariquila! -El extranjero
es un plato desabrido...
ven chinacate querido,
a espantar a ese francés.
Canto de Chinaca. Autor: Anónimo. Intérpretes: Amparo Ochoa: Cantante
Arturo Alegro: Cantante, Mili Bermejo: Músico, Mario Ardila: Músico, en:
http://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/musica%3A49
72. 72
Jean Pierre Isidore Alphonse Dubois de Saligny. Diplomático francés cuyos
perniciosos oficios se relacionaron con la Intervención del Ejército Francés en
México
73. 73
El guajito28
Anónimo
Guajito
ay de mí,
dame un traguito
para Saligny.
Dizque piensan los franceses
que han venido a los infiernos,
aquí no tenemos cuernos,
los ponemos muchas veces.
Guajito
ay de mí,
dame un traguito
para Saligny.
Señora, déme un guajito,
con pico de filigrana
para un francés borrachito.
La verdá no tengo gana.. .
si me lo arrebata grito,
que al cabo soy mexicana.
Guajito
ay de mí,
dame un traguito
para Saligny.
Dizque unos guajitos vende
un francés en Orizaba,
y yo le digo, no entende,
que al cabo su amor se acaba;
quiero a un chinaco de Allende
y hasta se le cae la baba.
Guajito
ay de mí,
dame un traguito
para Saligny.
Quiso un francés currutaco
28
El guajito. A. Anónimo. I. Mili Bermejo, Amparo Ochoa, Raúl Díaz y Mario Ardila en IRENE VÁZQUEZ
VALLE, Cancionero de la Intervención Francesa, disco LP inah núm. 13, México, INAH, 1986.
74. 74
darme un guaje con diamantes,
y le dijo mi chinaco:
-Franchute, no la atarantes,
mi guajito vale tlaco...
pero ya tiene marchantes.
Guajito
ay de mí,
dame un traguito
para Saligny.
En la barriga de un guaje
han pintado a Napoleón,
y en el pico a Prim sentado
sirviéndole de tapón,
porque no es tan atontado
para engordar la reacción.
Guajito
ay de mí,
dame un traguito
para Saligny.
El guajito. Autor: Anónimo. Intérpretes: Mili Bermejo: Cantante. Amparo Ochoa:
Cantante. Raúl "El Mago" Díaz: Músico. Mario Ardila: Músico, en:
https://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/musica%3A52
Manuel Doblado, diplomático mexicano que negoció la firma de los Tratados de La
Soledad, que evitaron la invasión de tropas españolas e inglesas al territorio
mexicano
75. 75
El Telele29
Anónimo
Ya Pamuceno murió,
¡Ay, no, no, no, no, no!,
ya lo llevan a enterrar
entre cuatro reaccionarios,
Saligny de sacristán.
Cuando Almonte vino aquí,
¡ay, sí, sí, sí, sí, sí!,
pensé que se iba a comer
a la República entera,
¡caramba!,
como si fuera un pastel;
mas derrotado el gabacho,
¡ay, sí, sí, sí, sí, sí!,
al tomar a Guadalupe
al indito se le tupe
¡ay, sí, sí, sí, sí, sí!,
y se vuelve lelo y gacho.
Ya Pamuceno murió,
¡ay, no, no, no, no, no!,
ya lo llevan a enterrar
con la cruz alta Miranda,
Tamariz con el cirial.
Cuando Almonte vino aquí,
¡ay, sí, sí, sí, sí, sí!,
por el petit Napoleón,
soñaba ser presidente,
¡caramba!,
y mandar a la nación;
aceptó México el reto,
¡ay, sí, sí, sí, sí, sí!,
y el hábil de Pamuceno
se ha dado un frentazo bueno,
29
El telele. A. Anónimo. I. Amparo Ochoa, Ricardo Pérez Montfort, Raúl Díaz y Mario Ardila en IRENE
VÁZQUEZ VALLE, Cancionero de la Intervención Francesa, disco LP inah núm. 13, México, INAH,
1986.
76. 76
¡ay, sí, sí, sí, sí, sí!,
en el Cerro de Loreto.
Ya Pamuceno murió,
¡ay, no, no, no, no, no!,
ya lo llevan a enterrar;
Cobos le canta el responso,
Zuloaga se echa a llorar.
Cuando Almonte vino aquí,
¡ay, sí, sí, sí, sí, sí!,
a ponerse el Majestad
y a darnos en su gobierno,
¡caramba!,
palos y fiestas y pan,
llegó con sus once ovejas,
¡ay, sí, sí, sí, sí, sí!,
atontando viejos chochos,
dando esperanzas a mochos,
¡ay, sí, sí, sí, sí, sí!,
y consuelos a las viejas.
Ya Pamuceno murió
¡ay, no, no, no, no, no!,
ya lo llevan a enterrar;
los mochos se ponen luto,
las mochas van a rezar.
Cuando Almonte se murió
del telele que le dio,
dejó escrito en un papel
que le hicieran los honores
¡caramba!,
y un entierro de virrey.
Ya le alzan un mausoleo,
¡ay, sí, sí, sí, sí, sí!,
y un epitafio que dice:
"Aquí yace un infelice,
¡ay, sí, sí, sí, sí, sí!,
se le indigestó el empleo."
Que ya Almonte se murió,
¡ay, no, no, no, no, no!,
77. 77
ya lo llevan a enterrar,
si no con manto de rey
con banda de general.
El telele. Autor: Anónimo. Intérpretes: Mario Ardila: Cantante, Músico. Amparo
Ochoa: Músico. Ricardo Pérez Montfort: Músico. Raúl "El Mago" Díaz: Músico, en:
https://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/musica%3A48
Oficiales belgas de la Segunda Intervención Francesa en México
78. 78
Los propios invasores franceses también aportaron a la lírica de su invasión contra
México y compusieron Eugénie (Eugenia), canción de marineros en honor a
Eugenia, la emperatriz francesa, esposa de Napoleón III, en su aventura de la
conquista de Latinoamérica.
Eugenia de Palafox Portocarrero y Kirkpatrick o María Eugenia de Guzmán y
Portocarrero, mejor conocida como Eugenia de Montijo, última emperatriz de
Francia, fue la instigadora de la invasión francesa de México, en apoyo del
emperador Maximiliano I de México. La emperatriz veía en la intervención en México
la posibilidad de instaurar una potencia católica en Norteamérica, cortando el paso
a los Estados Unidos protestantes y facilitando; por un imaginado efecto dominó, la
aparición de otras monarquías conservadoras y católicas, regidas por príncipes
europeos en Centro y Sudamérica. Este episodio causó una gran angustia y pena
en la emperatriz, puesto que se le culpaba a ella directamente del fracasado y
antiimperialista desenlace.
En la actualidad, las canciones galas de la Intervención Francesa son interpretadas
por los coros de la Legión Extranjera, ese famoso cuerpo de mercenarios
multinacionales que participaron en las acciones bélicas en contra de los heroicos
guerrilleros de la resistencia de la República Mexicana.
Eugénie30
Anónimo
Eugénie les larmes aux yeux,
nous venons te dire adieu,
nous partons de bon matin,
par un ciel des plus sereins.
Estribillo:
Nous partons pour le Mexique,
nous partons la voile au vent,
adieu donc belle Eugénie,
30
Eugénie. Canción francesa de marineros y la Legión Extranjera de la Intervención. A. Anónimo I.
El 5oterve Hussards (les Hussards de Lauzunen) de la Legión Extranjera, a iniciativa del coronel
Jacques Gagniard, en: http://www.youtube.com/watch?v=oI4f60yTAes
79. 79
nous reviendrons dans un année.
Ça n'est pas commode du tout,
que de penser à l'amour,
surtout quand il fait grand vent,
par dessus l'gaillard d'avant.
Estribillo:
Nous partons pour le Mexique,
nous partons la voile au vent,
adieu donc belle Eugénie,
nous reviendrons dans un année.
TRADUCCIÓN:
Eugenia
Anónimo
Eugenia con lágrimas en los ojos,
venimos a despedirnos de tí,
salimos temprano en la mañana,
por un cielo de lo más sereno.
Estribillo:
Nos vamos a México,
navegamos en el viento,
adiós, por tanto hermosa Eugenia,
volveremos en un año.
No es nada fácil,
pensar en el amor,
especialmente cuando hace viento,
sobre el líder.
Estribillo:
Nos vamos a México,
navegamos en el viento,
adiós, por tanto hermosa Eugenia,
volveremos en un año.
Eugénie. Canción francesa de marineros y la Legión Extranjera de la Intervención.
A. Anónimo I. El 5oterve Hussards (les Hussards de Lauzunen) de la Legión
80. 80
Extranjera, a iniciativa del coronel Jacques Gagniard, en:
https://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/musica:963
Eugenia de Palafox Portocarrero y Kirkpatrick o María Eugenia de Guzmán y
Portocarrero, mejor conocida como Eugenia de Montijo, última emperatriz de
Francia
81. 81
A principios del siglo XXI, en el inútil y difícil intento de otorgar heroicidad a las tropas
invasoras de la Legión Extranjera, que sucumbieron ante las fuerzas de las
guerrillas republicanas, en la famosa batalla de Camarón; del 30 de abril de 1863,
el compositor francés Jean Pax Méfret compuso la canción Camérone (Camarón),
en la que, obviando el motivo colonialista de las acciones guerreras de la Legión
Extranjera, argumentó la supuesta valentía de los legionarios, por el hecho de
resistir hasta lo último, ante una fuerza bélica superior, marcando la muy conocida
línea de disciplina de esos cuerpos de mercenarios, multinacionales,
eufemísticamente llamados voluntarios, pagados por el Gobierno Francés, en sus
incursiones a los diversos países que han tenido la desafortunada visita de esos
cuerpos militares colonialistas de élite.
Sobre la Batalla de Camarón, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos,
CNDH, publicó lo siguiente:
“Eran menos de 60 contra todo un ejército al que batallaron hasta la
extenuación y que la vida, antes que el valor, abandonara a los soldados
franceses el 30 de abril de 1863 en Camarón.”
Inscripción en el monumento conmemorativo a los caídos en la batalla de
Camarón de Tejeda, Veracruz
El 30 de abril de 1863 se enfrentan, dentro del marco de la II Intervención
Francesa, soldados mexicanos contra los legionarios franceses. El lugar fue
la Hacienda de Camarón, cerca de Palo Verde, en Veracruz, y marcó una
victoria para México, y un ejemplo de valentía y resistencia por parte de los
militares franceses que tanto nuestro país como Francia supieron reconocer,
siendo aún recordado con todo honor.
Después de haber sido derrotados por el general Zaragoza el 5 de mayo en
Puebla, el Ejército Francés sitió la ciudad, estableciendo rutas de
abastecimiento desde el Golfo de México para poder robustecer a las tropas
para un posterior ataque.
Para proteger un convoy con dinero, víveres y armas destinado a reforzar a
las tropas francesas, el coronel francés al mando de las tropas en Veracruz,
Pierre Joseph Jeanningros envió a la 3ª Compañía de la célebre Legión
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Extranjera de Napoleón III. Este grupo militar estaba altamente entrenado, y
había mostrado su capacidad bélica en múltiples campañas. Bajo mando de
oficiales franceses, la formaban 62 voluntarios de diversas nacionalidades:
alemanes, suizos, belgas, daneses, italianos, españoles y franceses.
Así, la legión francesa salió del puerto de Veracruz en la madrugada del día
30. Sus jefes formales se encontraban indispuestos, por lo cual se había dado
el mando temporal al capitán y ayudante mayor Jean D'Anjou, el subteniente
y oficial pagador Napoleón Vilain y el subteniente Clemente Maudet. A las
6:30 horas de ese día, la tropa pasó por la ranchería hacendaria de Camarón;
cuyo nombre se debía a la existencia local del árbol cáscara de camarón, y
continuó hasta Palo Verde, en la región de Chiquihuite, donde se montó el
campamento para tomar un respiro.
El ejército liberal sabía de esta avanzada. Por ello, el gobernador de
Veracruz, Francisco de Paula Milán, al mando de los batallones de la guardia
nacional acantonada en Xalapa y Córdoba, y con el apoyo de la guerrilla de
Perote, se había adelantado para cortarles el avance, instalándose en La
Joya, a seis kilómetros al norte de Palo Verde. Ochocientos cincuenta
soldados mexicanos formaban la tropa oficial, repartidos en 650 de infantería
y 200 de a caballo. A las 7:30 horas, su vanguardia fue descubierta por los
vigías francos. D'Anjou dio órdenes de apagar las fogatas, y formarse en
cuadro para defenderse. Fueron atacados primero por la caballería. Al caer
los primeros legionarios, y ante la casi imposibilidad de mantener firme la
posición, el capitán franco decidió retirarse a la hacienda y protegerse en ella.
Los primeros balazos también provocaron la huida de las mulas que; con su
valioso cargamento, cayeron en manos mexicanas.
La experiencia de ambos ejércitos quedó evidente en la batalla de la
Hacienda de Camarón, pues no era lo mismo atacar a campo abierto que
vencer a un comando de élite bien pertrechado y con armas de mejor calibre
y resistencia, como eran los fusiles rayados de pistón modelo 1856, de bala
ojivo-cilíndrica con mayor capacidad de penetración. Ante esta arma de los
legionarios, los atacantes mexicanos portaban, sobre todo, machetes,
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lanzas, escopetas y fusiles heredados de los tiempos de la Guerra de
Independencia. El combate fue tenaz. Duró desde las 8 hasta las 17 horas
de ese día. A medio día, un alto al fuego abrió paso a la bandera blanca
parlamentaria, enarbolada por un soldado mexicano de ascendencia
francesa; Román Lainé.
Se pidió la rendición a la Legión Extranjera. Al negarse ésta, el ataque
continuó. En un momento, la casona de la hacienda fue estratégicamente
asaltada por dos flancos a la vez: la infantería mexicana a la primera línea,
la caballería cubriendo brechas, huecos. Entre fogonazos, humo, gritos y
polvareda, los legionarios fueron diezmados una y otra vez. Al alcanzar las
balas a D'Anjou y Vilain, matándolos, quedó al mando Maudet. La defensa,
ejemplo de valentía, continuó, hasta que un infante xalapeño, de apellido
Barrientos, sacrificándose logró abrir espacio para entrar a la vivienda. Eran
casi las cinco de la tarde del 30 de abril de 1863, y comenzó entonces el
sangriento cuerpo a cuerpo, entre bayonetazos, culatazos, machetazos.
Maudet cae herido, y cuando está a punto de recibir un tiro más, dio su vida
por él un legionario de apellido Catteau.
En ese caos, con muy pocos valientes franceses en pie, el coronel liberal
Ángel Luciano Cambas ordenó el alto al fuego: la victoria mexicana era
evidente. Se promete atender a los heridos , dejar a los valientes sus armas
y tratarlos con dignidad. De inmediato, el coronel y médico Francisco
Talavera, comandante del 3er Batallón de la Guardia Nacional, de Córdoba,
comienza a curar a los supervivientes, que fueron enviados a los hospitales
de Huatusco y Xalapa. Tres meses después, el Gobierno Liberal cambiaría a
ocho de los supervivientes por doscientos cautivos mexicanos.
En reconocimiento a la entrega y valor que marcan la batalla de Camarón, un
mausoleo ampara hoy en el lugar los muertos de ambos contendientes. Tanto
Francia como México reconocieron entonces, y siguen haciéndolo, valores
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más allá de las armas: valentía, tenacidad, espíritu libertario, dignidad,
humanismo… Éstos, la gran lección de la batalla de Camarón.31
FRANCÉS
Camérone
Jean Pax Méfret
Garçon
Si par hasard sur ton livre d’histoire,
tu tombes sur ce nom: Camerone,
Garçon
Regarde bien cette page d’histoire,
et n’oublie pas ce nom: Camérone
Le ciel de feu du Mexique
a jamais se souviendra
de ce combat héroïque
dans les murs de l’Hacienda.
Dans ce décor gigantesque
la terre se désaltérait
du sang qui courait, dantesque,
sur la prairie qui brûlait.
a Camérone, a Camérone
Garçon,
Sur le chemin qui conduit à la gloire,
tu dois trouver ce nom: Camérone.
Garçon
Si ton destin exige une victoire,
n’oublie jamais ce nom: Camérone.
pour l’honneur de la Légion:
sachant qu’ils allaient mourir, e el líder.
Jusqu’au bout de leur mission,
31
Batalla de Camarón, Veracruz, durante la II Intervención,Francesa, en:
https://www.cndh.org.mx/noticia/batalla-de-camaron-veracruz-durante-la-ii-intervencion-
francesa#:~:text=Batalla%20de%20Camar%C3%B3n%2C%20Veracruz%2C%20durante%20la%20II%20Interve
nci%C3%B3n%20Francesa,Asunto&text=%E2%80%9CEran%20menos%20de%2060%20contra,abril%20de%2
01863%20en%20Camar%C3%B3n.%E2%80%9D
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fiers de tomber pour l’Empire
ils étaient soixante-deux,
face à deux mille cavaliers
le soleil baissa les yeux
lorsqu’ils furent exterminés.
A Camérone, a Camérone
ce nom qui sonne
et qui résonne, Ce nom qui tonne
et qui t’étonne
Camérone, Camérone, Camérone.
Camérone, Camérone, Camérone.
Camérone, Camérone, Camérone…
ESPAÑOL
Camarón
Jean Pax Méfret
Muchacho.
Si por casualidad en tu libro de historia,
te topas con ese nombre:
Camarón,
Muchacho.
Mira bien esta página de historia,
y no olvides ese nombre:
Camarón
El cielo de fuego de México
por siempre recordará
a ese combate heroico
en los muros de la hacienda
En ese escenario gigantesco
la tierra calmaba su sed
con la sangre que corría, dantesca,
sobre la pradera que ardía
En Camarón,
En Camarón
Muchacho,
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Sobre el camino que conduce a la
gloria,
Tú debes encontrar ese nombre:
Camarón.
Muchacho
Si tu destino exige una victoria,
No olvides jamás este nombre
Camarón.
Por el honor de la Legión:
Sabiendo que iban a morir,
Hasta el fin de su misión,
Orgullosos de caer por el imperio
Ellos eran sesentaidos,
Frente a dos mil jinetes
El sol baja los ojos
Cuando fueron exterminados
En Camarón, En Camarón
ese nombre que suena
y que resuena,
ese nombre que truena
y que te asombra
Camarón, Camarón, Camarón,
Camarón, Camarón, Camarón,
Camarón, Camarón, Camarón...
Camérone, Autor e intérprete: Jean Pax Méfret, en:
https://www.youtube.com/watch?v=wUScErZj1yQ&ab_channel=j12456
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En Las torres de Puebla32
se cantan las tristezas por la rendición de los patriotas
republicanos mexicanos, ante las tropas de invasión; durante el sitio de Puebla que
finalizó el 17 de mayo de 1863, lo que significó el gran peligro para la libertad del
país, por el hecho de tener en el suelo patrio a las fuerzas de ocupación del Imperio
Francés, unidas a los imperialistas conservadores mexicanos. Esta situación obligó
al Gobierno de la República a cambiar su sede e iniciar su penosa, pero digna,
trashumancia por el norte del país.
A la sazón, 532 oficiales y tropa defensores de Puebla fueron hechos prisioneros de
guerra y enviados; en condiciones muy precarias, a diversas prisiones de Francia y
solamente fueron liberados una vez terminada la Intervención.
Sobre el Sitio de Puebla, el 16 de marzo de 2023, el Gobierno de México publicó lo
siguiente:
El denominado “Sitio de Puebla” fue una acción militar que tuvo lugar del 16
de marzo al 17 de mayo de 1863. Por un lado, combatieron las fuerzas
francesas, dirigidas por Frédéric Forey, y por el otro bando el Ejército de
Oriente Mexicano, encabezado por Jesús González Ortega.
Posterior a su derrota en la batalla del 5 de mayo de 1862, las fuerzas
francesas se replegaron hacia Veracruz con la finalidad de prepararse para
una segunda incursión en el territorio mexicano, en tanto se mantenían a la
espera de refuerzos provenientes del continente europeo.
Días antes de iniciar el sitio de Puebla, se estableció la construcción de un
sistema de fortificaciones en cuatro zonas estratégicas del estado; mientras
que las tropas fueron dirigidas por los generales juaristas que contaban con
mayor prestigio como Felipe Berriozábal, Miguel Negrete, Porfirio Díaz,
Tomás O'Horán y Luis Ghilardi.
Tras 62 días de asedio, las fuerzas francesas entraron a la capital de Puebla
el 19 de mayo de 1863, continuando con su avance hasta la Ciudad de
32
Las torres de Puebla. A. Anónimo. I. Grupo Familiar Beanda en Música de dos siglos (1800-1900),
Chihuahua, Chihuahua, disco sin número, Conaculta, Dirección General de Culturas Populares,
Unidad Regional Chihuahua / Instituto Chihuahuense de Cultura / pacmyc Chihuahua / Gobierno del
Estado deChihuahua, sin fecha. Integrantes del Grupo Familiar Beanda: voz y flauta: Anaid Villalobos
Amador;
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México, a la cual llegaron el 10 de junio del mismo año. Benito Juárez, junto
con su comitiva de gobierno, tuvo que abandonar la capital hacia San Luis
Potosí, dando inicio a la huida del gobierno republicano hacia el norte de
México.33
Las torres de Puebla34
Anónimo
¿Dónde están esas torres de Puebla?
¿Dónde están esos templos dorados?
¿Dónde están esos vasos sagrados?
Con la guerra todo se acabó.
Entre escombros gemían los heridos
que lucharon con tanto valor,
y las madres decían a sus hijos:
“Vamos, pues, a morir con honor”.
ESTRIBILLO:
Pa’ los Fuertes de Loreto
comenzaron a tirar,
esas tropas de franceses
que gritaban sin cesar,
y a los nuestros les decían:
—¿Qué es de las piezas de pan?
—¡Aguárdenlas, que ahi les van!
—¿Dónde estás Zaragoza valiente?
¿Dónde está tu lucido escuadrón?
—A luchar por la patria ha marchado
a luchar y a morir con honor.
Entre escombros gemían los heridos
que lucharon con tanto valor,
y las madres decían a sus hijos:
“Vamos, pues, a morir con honor”.
ESTRIBILLO:
Pa’ los Fuertes de Loreto. . .
comenzaron a tirar,
33
https://www.gob.mx/siap/articulos/aniversario-del-sitio-de-puebla-de-1863
34
VICENTE T. MENDOZA. La canción meicana. Ensayo de clasificación y antología. México, FCE,
Colección Tezontle, 1982, pp. 275 y 276.
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esas tropas de franceses
que gritaban sin cesar,
y a los nuestros les decían:
—¿Qué es de las piezas de pan?
—¡Aguárdenlas, que ahi les van!
Si mi suerte es morir en campaña
defendiendo mi patria y mi honor,
mexicanos, adornen mi tumba
con la enseña de mi pabellón.
Entre escombros gemían los heridos
que lucharon con tanto valor,
y las madres decían a sus hijos:
“Vamos, pues, a morir con honor”.
ESTRIBILLO:
Pa’ los Fuertes de Loreto. . .
comenzaron a tirar,
esas tropas de franceses
que gritaban sin cesar,
y a los nuestros les decían:
—¿Qué es de las piezas de pan?
—¡Aguárdenlas, que ahi les van!
El soldado del norte es muy pobre,
su vestido, una tosca mezclilla,
su divisa, una blusa amarilla,
pero nunca a su patria vendió.
Entre escombros gemían los heridos
que lucharon con tanto valor,
y las madres decían a sus hijos:
“Vamos, pues, a morir con honor”.
ESTRIBILLO:
Pa’ los Fuertes de Loreto
comenzaron a tirar,
esas tropas de franceses
que gritaban sin cesar,
y a los nuestros les decían:
—¿Qué es de las piezas de pan?
—¡Aguárdenlas, que ahi les van!
¿Dónde están esas torres de Puebla?
¿Dónde están esos templos dorados,
donde hicimos correr a los zuavos
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al sonoro rugir del cañón?
Las torres de Puebla. Autor: Anónimo. Intérprete: Tehua, en:
https://www.youtube.com/watch?v=eWtLfJCRdkw&ab_channel=Tehua-Topic
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Óleo que muestra el asalto de las tropas francesas al fuerte San Xavier de Puebla,
mayo de 1863
Sitio de Puebla de mayo de 1863
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Unos Versos dedicados a Maximiliano de Habsburgo celebran el arribo de quien,
sin hacer exámenes ni entrevistas, había conseguido el extraño trabajo de rey en
México. La llegada de Maximiliano y Carlota a Veracruz, después de diversos
trámites; ante la inventada nobleza europea, y de recibir el apoyo de los
conservadores imperialistas mexicanos, tuvo lugar el 28 de mayo de 1864.
Versos dedicados a Maximiliano de Habsburgo35
Anónimo
Viva el emperador,
que es gobernante probo,
y a quien México quiere
con todo el corazón.
Viva la bella dama,
la Emperatriz Carlota,
que a todos alborota
y no tiene rival.
Imagen de la comisión de conservadores mexicanos que ofrecen el inexistente
Gobierno Imperial de México a Maximiliano de Habsburgo
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VÁZQUEZ SANTA ANNA, HIGINIO, Fiestas y costumbres mexicanas, tomo I, México, Ediciones
Botas, 1953, p. 9.