2. Érase una vez un oso que vivía en un lejano bosque. Un día
fue a coger miel y se encontró con una pequeña abeja. El
oso le preguntó a la abeja:
- Abejita, ¿qué haces tú aquí?
- Pues he venido a coger miel, -contestó la abejita.
- ¡No, no…! La miel es para mí, -dijo el oso.
- ¡No, no! Es para mí y “san sacabó”, -dijo la abejita.
Los pequeños animales se pelearon y se
pelearon, y no pararon hasta que la miel se cayó al
suelo y se quedaron sin ella. Ambos se fueron muy
enfadados a sus casas. Ellos no tenían amigos ni
amigas y se sentían muy solos.
Al siguiente día fueron al campo a coger flores y
se encontraron muchísima miel y los dos empezaron a
recordar el día que se pelearon. Se miraron cara a
cara, con los ojos muy raros. Estaban hartos de
pelearse y de no tener amigos ni amigas. Entonces el
oso le dijo a la abejita:
- Abejita, ¿por qué no somos amigos? Es que quiero
jugar contigo porque no tengo a nadie.
- ¡Pues vale! –contestó alegremente la abejita–.
Seremos amigos y a partir de ahora nada nos
separará.
Jugaron a la pelota, al escondite y se hicieron
muy amigos.
3. Ya sabéis, chicos y chicas: algún amigo tendréis
que tener, sino os sentiréis muy solos. No os peleéis con
nadie y os irá mejor en la vida.
Y colorín colorado, este cuento de animales se ha acabado.
Autora: María Salinas Ruiz.
CEIP Atenea-Torremolinos, junio de 2012.