1. ¿Creencia o negocio?
Miles de personas acuden diariamente a la santería para limpiarse el
aura, para que les lean las manos o para comprar productos que les
ayuden a resolver sus problemas. Sin embargo, lo más disparatado de
este asunto es la gran cantidad de dinero que invierten los creyentes; y
más aún en la época de crisis que estamos viviendo, en la cual cada vez
son más los que suman a este tipo de brujería. Esta situación nos lleva a
formular la siguiente pregunta: ¿La santería es una cuestión de creencia,
o simplemente es un negocio que se aprovecha de la ingenuidad de las
personas?
Ante todo, son muchas las personas que piensan que encendiendo una
vela con una imagen de San Lázaro podrán evitar cualquier enfermedad,
o que yendo a rituales ofrecidos por santeros podrán limpiar su alma, y
todas ellas deben de ser respetadas, pues cada una es libre de pensar lo
que crea conveniente. Sin embargo, hay que recordar que la santería no
es una práctica demostrable. Por lo tanto, como humanos que somos y
con la capacidad de razonamiento que la naturaleza nos hija otorgado,
deberíamos tener un punto de sensatez y reflexionar en cómo es posible
que un señor o señora, vestidos normalmente de forma extravagante,
puedan predecir el futuro de una persona leyendo sus manos o
interpretando cartas.
No obstante, no debemos olvidar a los que manejan este negocio,
personas entrenadas durante años, capaces de convencer y de engañar a
una gran parte de la población que desesperados, acuden a ellos con la
esperanza de “mejorar sus vidas y superar los baches que el destino les
ha puesto”. Y es entonces cuando estos se aprovechan económicamente
de los pobres inocentes, pues estos son capaces de pagar una importante
cantidad de dinero por los productos y los servicios de la santería,
confiando plenamente en la eficacia de estos que el santero les ha
prometido.
Por todo ello y para concluir, todos nosotros deberíamos conocer y tener
en cuenta toda la trama que se esconde detrás de la santería y no dejar
engañarnos por aquellos que nos dan falsas esperanzas, porque al fin y al
cabo es un negocio, concretamente un negocio que se aprovecha del
malestar y de la debilidad de las personas y que mueve mucho dinero.
Miren Navarro 1º B
2. Buenas, una limpieza de aura para llevar, por favor.
Desde hace miles de años, el ser humano ha tenido la necesidad de
aferrarse a algo para seguir teniendo esperanza, explicar fenómenos que
no era capaz de resolver o encontrar el sentido de la vida. Para eso, se
crearon los dioses, los mitos, la religión…
Todas esas invenciones han conseguido llegar hasta nosotros, y aunque
gracias a la ciencia y al avance de la sociedad, la gente tiene un
pensamiento más crítico sigue habiendo personas que necesitan alguno
de estos “inventos” para llenar un vacío en su interior, sentirse
realizadas...
Como resultado, el negocio de la santería mueve enormes cantidades de
dinero, pero ¿realmente sirven esas cosas es un simple negocio
engañoso?
Hay personas que creen que estos rituales funcionan y gastan grandes
cantidades de dinero poniendo como excusa que notan la diferencia entre
el antes y el después del proceso, pero no hay que ser muy inteligente
para darse cuenta de que estos ritos son un poco absurdos. Algunas
personas limpian el aura de los demás escupiéndoles agua, cosa que no
tiene ni pies ni cabeza, es más antihigiénico que espiritual y a fin de
cuentas lo que limpian es la cartera de los clientes.
Aun así, hay que tener en cuenta que la mayoría de personas que
recurren a estos servicios están pasando “una racha complicada” o no
tienen la cabeza debidamente “amueblada”, por lo tanto, es entendible
que recurran a cosas como estas.
En resumen, podemos decir que la santería es un negocio como muchos
otros, que se aprovecha de la inestabilidad e incultura de la gente para
ganar dinero y realmente no sirve para nada, aunque haya que respetar a
la gente que piensa lo contrario.
Gorka Gómez Martín 1º B