1) Charles Darwin desarrolló la teoría de la evolución por selección natural basada en sus observaciones sobre la adaptación de los animales a su ambiente y la variación entre especies.
2) La teoría propone que las especies cambian gradualmente a lo largo de generaciones debido a la selección natural de variaciones genéticas ventajosas y la eliminación de las desventajosas.
3) Las observaciones de Darwin de las variaciones entre los pinzones de las Galápagos lo llevaron a formular su teoría de la evolución.
La teoría de la evolución darwin charles la selección natural
1. La teoría de la Evolución Darwin Charles La Selección Natural
Está generalmente reconocido que los seres vivos evolucionan y que las formas sencillas
dan lugar a formas cada vez más complejas. ¿Cómo sucede esto? He aquí la cuestión que
intrigó a Carlos Darwin, el gran naturalista, durante muchos años. Darwin creía
firmemente en la evolución, pero por largo tiempo fue incapaz de explicarla. Al cabo de
muchos años desarrolló su famosa Teoría de la evolución por selección natural, basada
en el modo prodigioso en que los animales se adaptan a su ambiente. La evolución es el
proceso por el que una especie cambia con el de las generaciones. Dado que se lleva a
cabo de manera muy lenta han de sucederse muchas generaciones antes de que empiece
a hacerse evidente alguna variación.
UN POCO DE HISTORIA…Desde la antigüedad, el modo de originarse la vida y la aparición
de la gran variedad de organismos conocidos, constituyó un misterio que, en menor o
mayor medida, despertó curiosidad de los científicos.
Sin embargo, las supersticiones, los prejuicios, los dogmas religiosos y las teorías que se
aventuraban debido a la imposibilidad de probarlas con el nivel de conocimiento de
aquellas épocas, hicieron que la cuestión quedara a menudo en el olvido o que,
simplemente, se aceptara la imposibilidad de averiguar los orígenes.
No fue hasta épocas relativamente recientes cuando el hombre pudo finalmente abordar
esta cuestión con unos criterios fiables y unos conocimientos científicos suficientes para
demostrar sus hipótesis.
Es así como podemos afirmar, que antes del siglo XIX existieron diversas hipótesis que
intentaban explicar justamente esta cuestión, “el origen de la vida sobre la Tierra”. Las
teorías creacionistas que hacían referencia a un hecho puntual de la creación divina; y por
otra parte, las teorías de la generación espontánea que defendían que la aparición de los
vivos se producía de manera natural, a partir de la materia inerte.
Una primera aportación científica sobre el tema es el trabajo de Oparin (1924), El origen
de la vida sobre la Tierra, donde el bioquímico y biólogo ruso propone una explicación,
vigente aún hoy, de la manera natural en que de la materia surgieron las primeras formas
pre-biológicas y, posteriormente el resto de los seres vivos. En segundo aspecto de la
generación espontánea de la vida tiene una respuesta convincente desde mediados del
siglo XIX.
Esto es así, gracias a Pasteur y fundamentalmente a Darwin quienes realizaron
experimentos al respecto. Este último, naturalista británico realizó una obra de vital
trascendencia (1859): El origen de las especies. La cual tiene por objetivo aportar una
explicación científica sobre la evolución o denominada “descendencia con modificación”
(término utilizado para explicar estos fenómenos).
2. Los pinzones de Darwin son un grupo de pájaros que se encuentran en las islas Galápagos
y que contribuyeran grandemente a ¡a formación de la teoría de la evolución. En esas islas
existen pocas aves de otra de otra clase y los pinzones han evolucionado en varias
direcciones, de modo que ahora los hay granívoros, frugívoros, insectívoros, etc. Sus picos
varían de forma, de acuerdo con le función. Se distinguen varias especies y subespecies. La
semejanza general entre ellos sugiere que han evolucionado recientemente, a partir de un
antepasado común.
Evolución de los pinzones de Darwin
Sin lugar a dudas que existieron importantes antecedentes del tema, aunque siempre se
manifiesta el honor de haber realizado esta teoría de manera científica e inexorable, a
Charles Darwin. No muy lejos, fue su abuelo –Erasmo Darwin- quien aportó las primeras
muestras de interés científico por estos temas. No obstante, quien fue precursor de una
corriente de pensamiento sobre el estudio de la evolución de los seres vivos, es Jean
Baptiste de Monet, caballero de Lamarck (1744-1829).
Su tesis fundamental es la transmisión de los caracteres adquiridos como origen de la
evolución (es decir, que las características que un individuo adquiere en su interacción con
el medio se transmiten después a su descendencia); denominada este principio como
Lamarckismo.
La causa de las modificaciones de dichos caracteres se encuentra en el uso o no de los
diversos órganos, tesis que se resume en la siguiente frase: «La función crea el órgano».
Lamarck resume sus ideas en Filosofía zoológica (1809), el primer trabajo científico donde
se expone de manera clara y razonada una teoría sobre la evolución.
Así, por ejemplo, los lamarckistas explicaban la aparición del cuello largo en las jirafas
como un proceso paulatino de adaptación de un animal a ir comiendo hojas situadas cada
vez más altas. Lo que supondría que sus hijos heredarían un cuello más largo aún.
Lemack suponía que el esfuerzo de las jirafas para alcazar la hojas mas altas, hacía que sus
cuellos se estirasen unos centímetros, y que luego ese estiramiento era transmitido a sus
descendientes.Las ideas de Lamarck fueron criticadas por Weissman, quien posteriormente
demostró que los caracteres adquiridos no pueden heredarse. Las células del cuerpo (o
somáticas) están completamente separadas de las reproductoras (gametos: óvulos y
3. espermatozoides) y solamente estas últimas transmiten rasgos hereditarios a la
generación siguiente.
En realidad según la teoría de Darwin las que tenían el cuello y las patas algo más largos
que las otras, podrían alimentarse de hojas de acacia, (las otras se desnutrían) lo que les
ayudaría a sobrevivir mejor en las épocas de sequía. Actuó de esta manera la selección
natural, que permitió a los mejor adaptados, los más altos, reproducirse.
Lamarck, que vivió de 1744 a 1829. De acuerdo con ella, si un hombre hace gimnasia
intensamente y desarrolla sus músculos, sus hijos tendrán también músculos potentes. En
otras palabras, los caracteres adquiridos durante la vida de un individuo pueden ser
heredados. Esta teoría recibe, por ello, el nombre de teoría de la herencia de los
caracteres adquiridos. Evidentemente, es cierto que los músculos pueden ser
desarrollados mediante ciertos ejercicios, pero lo que no está demostrado en absoluto es
que estas modificaciones puedan heredarse.
En lo que respecta al científico británico, Charles Darwin, viajando a bordo del Beagle,
durante largos años (1831- 1836) recogió datos botánicos, zoológicos y geológicos que le
permitieron establecer un conjunto de hipótesis que cuestionaban las ideas precedentes
sobre la generación espontánea de la vida.
La diversidad observada durante esos veinte años siguientes se intentó explicar de manera
coherente mediante la formulación de los datos obtenidos. Una de las etapas que más
influyó en el fue su paso por las islas Galápagos, donde encontró 14 subespecies distintas
de pinzones, que se diferencian únicamente en la forma del pico. Es decir, que cada una
de ellas, estaba adaptada a un tipo de alimentación y vivía en un hábitat diferente en las
diversas islas.
Sin embargo, en 1858, Darwin se vio obligado a presentar sus trabajos, cuando recibió el
manuscrito de un joven naturalista, Alfred Russel Wallace (1823/1913), que había llegado
de manera independiente a las mismas conclusiones que él, es decir, a la idea de la
evolución por medio de la selección natural.
La obra de Malthus sobre el crecimiento de la población, fue la base que habría tomado
para sus estudios, tanto Darwin como Wallace. La misma establece que este factor
(crecimiento de la población) tiende a ser muy elevado, la cual al disponibilidad de
alimento y espacio son limitados lo mantendrá constantes, de aquí surge esta proposición
de la idea de competencia. Ambos científicos de acuerdo a esta base argumental
sustentan sus teorías estableciendo dos aspectos relevantes, dando por sentado que los
seres vivos pueden presentar clones.
Justamente la noción de competencia establecida anteriormente por Malthus y
finalmente esta última idea, es lo que los lleva a establecer que estas variaciones pueden
ser ventajosas o no en el marco de dicha competencia. Entonces la conquista por los
4. recursos necesarios para la vida, dará como resultado una lucha que determinará una
selección natural la cual favorecerá a los individuos con variaciones ventajosas y eliminará
a los menos eficaces. Pese a ello, no todo es compartido por ambos, ya que existe un
punto discordante entre ellos. Y es que esta idea de Darwin de selección natural
expresada en su obra El origen del hombre (1871), nunca fue compartida por Wallace.
Al respeto, Darwin argumenta que algunos caracteres son preservados sólo porque
permiten a los machos mayor eficacia en relación con las hembras. Pero cabe decir, que
ciento cincuenta años después, hay quienes aún lo veneran y quienes lo deploran, pero El
Origen de las especies sigue aún ejerciendo una influencia extraordinaria.
Cuando Darwin regresó de su viaje por América del Sur y el Pacífico, era capaz de empezar
a responder una pregunta muy sencilla que no parecía tener una respuesta fácil: ¿por qué
las plantas y los animales cambian? El problema se le presentó al advertir que en América
del Sur encontraba muchas especies que conocía, pero con algunas diferencias. Asimismo,
en las Galápagos pudo clasificar dieciséis especies de pinzones y se preguntó por qué un
pájaro, que conocía de Europa, presentaba tal grado de variación.
Uno de los hechos que impresionó a Darwin, durante su largo viaje fue la variedad de
formas y de especies análogas que pueden agruparse alrededor de un mismo prototipo.
Esta variación morfológica es fácil de observar también, por ejemplo, en los animales
domésticos.
En las palomas caseras existen innumerables razas que se diferencian por la forma de la
cola, por el tipo de rizado o lisura del plumaje, por el color, por la existencia de moños o
carnosidades (carúnculas) en la cabeza, además de otras características.
Mediante una serie de cruzamientos, es posible convencerse de que estas formas
descienden todas de la forma silvestre: la paloma saxícola o paloma de las rocas (Columba
livia). El autor de la perpetuación de estas variaciones es el hombre, que las dirige y
conserva, según su voluntad y sus intereses; y lo mismo actúa sobre otros animales
domésticos o sobre las plantas cultivadas. Darwin buscó, durante mucho tiempo, la fuerza
que en la naturaleza podría reemplazar la acción selectiva del hombre, evidente en las
plantas cultivadas y en los animales domésticos.
LA TEORÍA DE DARWIN
Darwin parte de las ideas, del economista Thomas Malthus. Malthus postulaba que la
población crece en forma geométrica y se preguntaba qué sucedería con el crecimiento de
la población humana en un habitat cerrado, como por ejemplo una isla. La conclusión era
que el crecimiento estaría limitado por la cantidad de alimento, que crece en proporción
aritmética. Si la cantidad de alimento es restringida, debemos suponer que llegará un
momento en que existirán más animales con necesidad de alimentarse que alimento
disponible.
5. Entonces, se producirá una competencia entre los individuos por el alimento, y algunos
individuos resultarán vencedores y los otros morirán de hambre. De esta idea, Darwin
concluye que sobrevivirán aquellos individuos con características más favorables, idea
conocida como la “supervivencia del más apto”. Sin embargo, hay que tener en cuenta
que, a menudo, se registran variaciones, hecho que Darwin había observado en las
Galápagos.
Conectando este hecho con la idea de la supervivencia del más apto, se deduce que
aquellos individuos que poseen las características más favorables compiten en mejores
condiciones y, al cabo del tiempo, se produce la selección natural; es decir, los más aptos
ocupan todo el habitat y los menos “adaptados” desaparecen.
Un Ejemplo de la Selección Natural: Entre las perdices se observa, ocasionalmente, la
aparición de individuos completamente blancos o albinos, o cuyo plumaje tiende a ser
blanco. Estos casos se presentan, por lo demás, en muchos otros animales. Sin embargo, el
porcentaje de perdices blancas es siempre muy pequeño. Se puede comprender fácilmente
que, en caso de ataque por un ave de rapiña, cuando las perdices se ven obligadas a
buscar refugio entre la maleza y los accidentes del terreno, las de color blanco están
mucho menos favorecidas y tienen muchas más probabilidades que las otras de ser el
punto de mira y la presa inmediata del halcón atacante.
Sin embargo, la variación blanca sigue apareciendo de vez en cuando entre las perdices,
aunque la selección natural, que trabaja en contra de ella, le impida “fijarse” o convertirse
en una característica importante. Si se tratase, sin embargo, de animales que por habitar
en altas latitudes (tierras circumpolares) o altas montañas se vieran obligados a pasar una
época de su vida en la nieve, el color blanco podría ser una característica favorable que los
ayudaría a pasar inadvertidos.
De hecho, la coloración blanca se presenta frecuentemente en esa clase de animales, ya
sea de modo estacional o fijo. Se puede suponer que la selección natural ha favorecido su
fijación. Las variaciones que tienen lugar en todos los animales hacen, por tanto, que se
adapten más o menos al ambiente que los rodea. Los que están bien adaptados tienen
más probabilidades de vivir y reproducirse, y pueden transmitir estas variaciones
favorables a su descendencia. De esta manera, una especie cambia gradualmente y acaba
por estar muy bien adaptada al medioa ambiente.
Desarrollo de la teoría de la evolución
A finales del siglo XIX, el llamado neodarvinismo primitivo, que se basa en el principio de
la selección natural como base de la evolución, encuentra en el biólogo alemán A.
Weismann uno de sus principales exponentes. Esta hipótesis admite que las variaciones
sobre las que actúa la selección se transmiten según las teorías de la herencia enunciadas
por Mendel, elemento que no pudo ser resuelto Darwin, pues en su época aún no se
conocían las ideas del religioso austríaco.
6. Durante el siglo XX, desde 1930 a 1950, se desarrolla la teoría neodarwinista moderna o
teoría sintética,: denominada así porque surge a partir de la fusión de tres disciplinas
diferentes: la genética, la sistemática y la paleontología. La creación de esta corriente
viene marcada por la aparición de tres obra. La primera, relativa a los aspectos genéticos
de la herencia, es Genetics and the origin of species (1937). Su autor, T. H. Dobzhansky,
plantea que las variaciones genéticas implicadas en la evolución son esencialmente
mínimas y heredables, de acuerdo con las teorías de Mendel.
El cambio que se introduce, y que coincide posteriormente con las aportaciones de otras
disciplinas científicas, es a consideración de los seres vivos no como formas aisladas, sino
como partícipes de una población. Esto implica entender los cambios como frecuencia
génica de los alelos que determinan un carácter concreto. Si esta frecuencia es muy alta
en lo que se refiere a la población, esto puede suponer la creación de una nueva especie.
Más adelante, E. Mayr desarrollará en sus obras Systematics and the origin of the species
(1942) y Animal species evolution (1963) dos conceptos muy importantes: por un lado, el
concepto biológico de especie; por otra parte, Mayr plantea que la variación geográfica y
las condiciones ambientales pueden llevar a la formación de nuevas especies. De este
modo, se pueden originar dos especies distintas como consecuencia del aislamiento
geográfico, o lo que es lo mismo, dando lugar, cuando intentamos el cruzamiento de dos
individuos de cada una de estas poblaciones, a un descendiente no fértil.
Atendiendo a las condiciones ambientales, en consonancia con las ideas de Dobzhansky.,
la selección actuaría conservando los alelos mejor adaptados a estas condiciones y
eliminando los menos adaptados. En 1944 el paleontólogo G. G. Simpson publica la
tercera obra clave para poder comprender esta corriente de pensamiento: en Tempo and
mode in evolution establece la unión entre la paleontología y la genética de poblaciones.
Durante la segunda mitad del siglo XX se han planteado dos tendencias fundamentales, la
denominada innovadora y el darvinismo conservador. La primera de ellas, cuyo máximo
exponente es M. Kimura, propone una teoría llamada neutralista, que resta importancia al
papel de la selección natural en la evolución, dejando paso al azar.
Por su parte, el neodarvinismo conservador, representado por E. O. Wilson, R. Dawkins y
R. L Trivers, queda sustentada en el concepto de «gen egoísta»; según esta hipótesis, todo
ocurre en la evolución como si cada gen tuviera por finalidad propagarse en la población.
Por tanto, la competición no se produce entre individuos, sino entre los aletos rivales. Así,
los animales y las plantas serían simplemente estrategias de supervivencia para los genes.
GENÉTICA Y EVOLUCIÓN: A pesar de que la teoría de Darwin demostró claramente que la
variación natural era la base del cambio evolutivo no daba explicaciones acerca de cómo
ocurren estas variaciones, ni de la forma en que se heredan. Los trabajos posteriores en
genética han mostrado, sin embargo, cómo tiene lugar la variación y en qué forma estos
cambios repentinos pueden llevar a la aparición de nuevas características.
7. Cada célula del organismo contiene un cierto número de corpúsculos llamados
cromosomas. Cada especie tiene un número fijo de ellos y existen procesos especiales que
aseguran que cada nueva célula reciba la cantidad completa que le corresponde. Cada
cromosoma contiene numerosos genes, moléculas muy grandes que controlan las
características de todo el organismo. Por ejemplo, hay genes que controlan el color del
cabello, la forma de los dientes, etc. A veces, un solo gen es responsable de una
característica; en otras ocasiones, varios genes actúan conjuntamente.
Durante la reproducción se originan diferentes combinaciones de genes, que dan lugar a
ligeras variaciones (continuas) en la descendencia. A veces, sin embargo, un gen varía de
forma radical, e, incluso, puede ocurrir que un cromosoma entero cambie, se rompa o
desaparezca. Tales cambios repentinos se llaman mutaciones y son responsables de la
aparición de nuevas características (variación discontinua).
La mayoría de las mutaciones que aparecen en un organismo son desfavorables, incluso
letales, por interferir el funcionamiento del organismo. Sin embargo, de un modo
ocasional y raro aparece una mutación útil que resulta favorecida por la selección natural.
En ese caso, y con el transcurso del tiempo, puede llegar a incorporarse a la configuración
normal de la especie.
Pruebas de la evolución
Son pruebas basadas en criterios de morfología y anatomía comparada. Los conceptos de
homología y analogía adquieren especial relevancia para la comprensión de las pruebas
anatómicas. Se entiende por estructuras homólogas aquellas que tienen un origen común
pero no cumplen necesariamente una misma función; por el contrario, las estructuras que
pueden cumplir una misión similar pero poseen origen diferente, serían análogas. De esta
manera, las alas de los insectos y las aves serían estructuras análogas, mientras que las
extremidades anteriores de los mamíferos, que presentan un mismo origen pero que
llevan a cabo funciones diversas —locomotora, natatoria, etc.—, constituirían estructuras
homólogas.
En relación a las pruebas embriológicas, hay que distinguir entre ontogenia —las distintas
fases del desarrollo embrionario— y filogenia, concepto que hace referencia a las distintas
formas evolutivas por las que han pasado los antecesores de un individuo, es decir, su
desarrollo evolutivo. En los vertebrados, cuanto más cerca de la fase inicial se sitúan los
embriones, más parecidos son; posteriormente, se van diferenciando progresivamente
cuanto más cerca de la fase de adulto terminal se encuentran.
Otra de las pruebas clásicas es el estudio de los fósiles. El análisis de los distintos estratos
geológicos demuestra la presencia de fósiles de invertebrados en los más antiguos;
gradualmente, van apareciendo en los más recientes peces primitivos, y, finalmente, los
fósiles correspondientes a los mamíferos y las aves.
8. EVIDENCIAS SOBRE ESTA TEORÍA:
En El origen de las especies, Darwin decía: “No vemos ninguno de estos lentos cambios en
el momento en que ocurren sino hasta que el transcurso del tiempo los ha marcado”.
Muchas personas, tal como lo pensaba Darwin, suponen que todo ocurrió en un pasado
distante, Los biólogos actuales, por su parte, sostienen que la evolución no solo es un
fenómeno del pasado, sino que continúa hoy en día. Así, pueden citarse ejemplos del
proceso evolutivo llevado a cabo en tiempos coitos, como los originados por la fuerte
intervención producida por el hombre sobre el ambiente durante los siglos XIX y XX.
Uno de los ejemplos más conocidos es el de la polilla del abedul, cuyo nombre científico es
Biston betularía. Los bosques británicos, cuyos árboles en general están cubiertos de
líquenes de color claro, son el habitat natural de estas polillas de hábitos nocturnos. Antes
de la Revolución Industrial (mitad del siglo XIX), la mayor parte de la población de polillas
era de color claro, con algunas motas oscuras. Debido a que las polillas descansaban
durante el día sobre los troncos de los árboles, no eran vistas por las aves depredadoras.
Sin embargo, entre la población de polillas, se podían encontrar algunos individuos
mutantes de Color oscuro, que eran fácilmente detectados y devorados por las aves.
Durante la Revolución Industrial, la floreciente industria británica comenzó a quemar
grandes cantidades de carbón como combustible. Debido a la falta de control de la
contaminación, el hollín se diseminó por los bosques, lo que provocó la muerte de los
líquenes claros. De este modo, solo quedaron a la vista los troncos de los árboles, que se
ennegrecieron por la contaminación.
La polilla de color claro contrastaba con el color oscuro de los troncos y era fácilmente
detectada por los depredadores, pero no así la oscura: estas últimas, que hasta ese
momento habían sido escasas, sobrevivían y se reproducían, y pasaban esta característica
a sus descendientes. Hacia el final del siglo XIX, el 98 % de las polillas en los alrededores de
la ciudad de Manchester eran de color oscuro. Esta tendencia de las variedades de color
oscuro de reemplazar a las de color claro es conocida como melanismo industrial. Pero es
importante recordar que la coloración negra de las polillas no fue producida por la
contaminación: la selección natural “trabaja” sobre variaciones que ya existen en las
poblaciones. Las medidas adoptadas en la última mitad del siglo XX para el control de la
contaminación han revertido esta situación, y en las poblaciones de Biston betularía de las
islas británicas, los individuos de color claro han vuelto a ser mayoría.
Existen otros ejemplos que ponen de manifiesto en tiempos cortos el proceso evolutivo,
tales como la resistencia de algunos insectos a los insecticidas o la resistencia de las
bacterias a algunos antibióticos.