2. HABIA UNA VEZ….
Otro cuento, te cuento, le dijo un sapo a un conejo
¡No!, le dijo el conejo, tus cuentos son muy fomes y aburridos
¡No! Le dijo el sapo, este será entretenido
¿No!, le dijo el conejo, no te quiero escuchar, por que siempre
empiezas con que “había una vez”.
No seas latoso le dice el sapo, todos los cuentos empiezan así y yo
debo empezar también así.
Claro, le dice el conejo, lo malo es que siempre empiezas desde ahí, pero
no pasas de ahí, nunca me cuentas el cuento.
¡Oh! Le dice el sapo, es que cuando me enseñaron a leer, el que me
enseño, solo me enseño eso “había una vez”, el resto te lo tienes que
imaginar tú.
Sí, le dice el conejo, eso te dijo tu profesor, pero no cuentas tu
imaginación.
¡Va!, le dice el sapo y tú no tienes la ¿tuya?
Sí, le dice el conejo, yo tengo la mía
Entonces, le dice el sapo, ¿por qué no la usas?
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3. Ah, le dice el conejo, es que no quiero gastar la mía
¡Que fresco!, le dice el sapo muy enojado, de ahora en adelante tu serás
quien me cuente el cuento y yo escuchare.
Muy bien, le dice el conejo, pero deberás usar tú imaginación.
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