1. Santadeldíateresitadel niñoJesús
- ¡Niños, vamos a comer! ¿Dóndeestáis?
- Estamos aquí, mamá.
Y encontró a los dos pequeños en la habitación, disfrazadoscon unas
sábanas viejas.
- ¿Quéhacéis? - preguntó.
2. - Soy una heroína y he venido a salvar a Rodrigo de los señores malos -
dijo Teresa.
- Anda, dejad de jugar y venid a comer, que vuestros hermanosya están
a la mesa.
- ¡Protegeréa los indefensos! - gritaba Teresa poniéndose delantede
Rodrigo y alzando un palo a modo de espada.
- ¡Lucharécontra dragonesy serpientes!
Y, sonrientes, los dos salían siempre victoriososdeestas hazañas. Ya
habían traspasado la muralla de Ávila, cuando losdetuvo su tío.
- ¿Se puede saber dónde vais? - preguntó extrañado.
- Somos mártiresy vamos a las Alpujarras - contestó Teresa.
- ¡A casa inmediatamente! - dijo su tío señalando con el dedo la ciudad.
Días después se construyeron una cabaña en el jardín.
- Soy la ermitaña, Teresa de Cepeda y Ahumada - jugaba presentándose
a Rodrigo, también ermitaño.
La vida de Teresa cambió cuando su madreenfermó y falleció;ella solo
contaba 13 años.
3. - Virgencita, por favor. No me dejes sola. Quiero que ahora seas mi
madre - le pidió a la Virgen con todas sus fuerzas.
En su adolescencia, Teresa devoraba los libros, sobre todo de gestas, de
amoríosy galanes, y puso sus ojos en su primo.
Al verlo, su padrela llevó interna al colegio de Gracia regido por las
monjas agustinas. Aunquefue allí obligada empezó a encontrarsemuy a
gusto y empezó a pensar seriamente en la vida religiosa.
Su vocación fueaumentando con el tiempo.
- Padre, he hecho un nuevo amigo. Se llama Jesús.
Y a pesar de la oposición de su padre, ingresó en el convento de la
Encarnación. Su amor por Cristo se hizo tan fuerteque empezó a verlo en
sus sueños. Una mañana despertó llorando amargamenteal verlo
clavado en la cruz. Le pidió perdón, y le prometió llevar una vida
religiosa, dedicada a él y para él.
4. - No necesito cama para dormir;lo haré en el suelo. No necesito calzado
para andar; lo haré descalza.- dijo a sus compañerasde la orden, y a
partir deese día renunció a todosesos privilegios.
Con muchosproblemas burocráticos, grandescontratiemposy a pesar de
la oposición de algunos, fundó la rigurosa orden de Las Carmelitas
Descalzasy eso no hizo mucha gracia a su antigua orden.
Escribió muchas cartas, escribió y escribió sus pensamientos, dando
rienda suelta a sus sentimientos. Era tal la angustia y el desasosiego que
sentía en su interior, quela hizo enfermar y tener visiones. En su vida
contemplativa y dedicada a la oración, animada por sus hermanas,
escribió los libros:Camino a la perfección, Las moradaso Castillo interior,
Meditacionessobrelos cantares, Exclamaciones, Visita de descalzas,
Avisos, Ordenanzasde una cofradía, entreotras.
En 1580 llegó orden de Roma de separar las dos órdenes: Las calzadasy
Las descalzas. Hasta su muertefundó muchos más conventosen España,
como el de Ávila, Valladolid, Toledo, Salamanca, Segovia, Alba de
Tormes etc. Entreellos, fundó uno masculino, también en un pueblo de
Segovia, Duruelo, con la ayuda de San Juan de la Cruz, que era su amigo.
En todos sus conventospracticaban la oración en la celda, ayunaban y se
abstenían de comer carne, renunciaban a sus propiedadesy tenían que
estar en silencio todo el tiempo.
Murió en Alba de Tormes en el año 1582. Es la escritora mística española
más reconocida por su dedicación a Dios.
Fue beatificada y canonizada por el papa. 1515-1582
Bendiciones
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