El libro es producto de un trabajo de investigación dirigido por Brisa Varela, quien junto a Valeria Carluccio, Paola Diez y Gustavo Scatena analizan desde la Geografía Cultural tres casos en los que los jóvenes ocupan el espacio público para manifestar su malestar frente a la globalización neoliberal. Con matices, recurriendo a diferentes estrategias – muchas de ellas tradicionales del quehacer político pero resignificadas. Y nos permite apreciar cómo a través de esta resignificación, determinados lugares de las ciudades convertidos en marcas territoriales emblemáticas deriva en que su posesión simbólica los convierta en campos de batalla.