La teoría del realismo en las relaciones internacionales se basa en la naturaleza humana de desear poder y dominación. Ve el sistema internacional como anárquico sin autoridad superior a los estados soberanos, que son actores racionales que buscan maximizar su poder a través de recursos militares y económicos. Esto genera desconfianza y una carrera armamentista continua debido al dilema latente de seguridad entre los estados.