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Lunes 4 de Abril de 2016
Informe de la Memoria Profesional del bachiller Carlos Gustavo Jáuregui Portilla titulada:
“Aprendizajes obtenidos tras una experiencia de formación de adultos y gestión de la
comunicación de una organización social en Haití”.
En mi condición de asesor para la elaboración de la Memoria Profesional y profesor de Carlos
Jáuregui en la Especialidad de Comunicación para el Desarrollo me complace respaldar este
trabajo de sistematización de la significativa experiencia que como voluntario desempeñó en el
Grupo de Apoyo a los Repatriados y Refugiados (GARR) entre setiembre de 2012 y agosto de 2013
en Haití. GARR es una organización socia de la Fundación Internacional América Solidaria.
La experiencia de voluntariados constituye en los últimos años una de las expresiones más
motivadoras de los que podemos llamar la reserva moral de nuestra sociedad contemporánea, en
particular comprometiendo a los jóvenes en causas sociales de diversa índole.
Inconformismo, afán de servicio, indignación ética frente a inhumanas condiciones de vida,
solidaridad con pueblos y comunidades concretos y una generosa entrega en favor de los otros,
pueden explicar la multiplicidad de servicio voluntarios a los que nos referimos.
Verdaderas movilizaciones masivas convocan a jóvenes de todo el mundo a comprometerse
temporalmente en proyectos institucionales que orientan sus conocimientos y capacidades en
favor de poblaciones carentes de recursos, limitadas en el ejercicio de sus derechos.
En nuestra Universidad somos testigos de ello de manera muy cercana con nuestros alumnos y la
presente Memoria Profesional nos invita a valorar y reflexionar sobre este tipo de experiencias de
servicio y apoyo como auténticos espacios de aprendizaje y aplicación de conocimientos
desarrollados en nuestra Facultad.
Uno de los sentidos fundamentales del concepto Comunicación para el Desarrollo es el de
Comunicación para el cambio social. Bien los saben nuestros alumnos, la Especialidad privilegia el
trabajo con personas, con colectivos, buscamos generar dinámicas sociales que implicando
activamente a los actores locales en la resolución de sus necesidades. No negamos la necesidad de
cambios estructurales, normativos y las grandes resistencias de poderes fácticos. Pero es
indudable que la capacidad movilizadora y de agencia de los colectivos humanos no podrán ser
marginados.
La Memoria del trabajo profesional voluntario de Carlos Jáuregui tal como le insistimos en las
asesorías que sostuvimos no debería ser sólo una sistematización de su actividad o un dar cuenta
ordenada de los encargos que recibió. La ocasión de una memoria es en el marco del trabajo
académico de nuestra Facultad, debe ser una reflexión crítica sobre su actuar y hacerlo en diálogo
con las grandes líneas formativas de la Especialidad de Comunicación para el Desarrollo.

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Por este motivo Carlos ha insistido en su Memoria en la importancia de la categoría de
aprendizaje. Un servicio profesional en colaboración horizontal y cercana con un sector muy
concreto de la población haitiana, desarrollado dentro de contextos institucionales, se convirtió
para él en prolongación de su formación como Comunicador para el Desarrollo.
Tres marcos conceptuales le permiten sustentar esta reflexión crítica sobre su experiencia de
voluntario: la comunicación estratégica puesta al servicio de una institución solidaria de carácter
internacional, la comunicación intercultural como instrumento para la necesaria inserción en el
mundo haitiano y la educación de adultos (andragogía) como metodología de trabajo.
Carlos ha sistematizado también las metodologías que aplicó para responder a los encargos
recibidos por la organización en la que sirvió. El tiempo y la distancia le demandaron revisar
documentos, recuperar memoria y respaldar el cómo de su trabajo.
Estamos seguros que la lectura de esta Memoria motivará a otros comunicadores para el
desarrollo a redescubrir y valorar su vocación y las posibilidades que nuestra carrera ofrece para
quienes desean comprometerse por la construcción de una sociedad más justa y equitativa, donde
el ejercicio pleno de los derechos y la dignidad de la persona constituyan reclamos éticos
fundamentales.
El servicio voluntario de Carlos le exigió capacidad de adaptación, desarrollo de habilidades
interculturales, creatividad y sentido pedagógico para comunicar y acompañar a los grupos de
adultos con los que trabajó.
Concluyo agradeciendo a Carlos su disponibilidad para compartir en clase con alumnos del curso
de Comunicación Intercultural esta experiencia tan motivadora como exigente, que sabemos lo ha
marcado como persona y profesional de las comunicaciones. Esta Memoria entonces cuenta con
nuestro respaldo para ser sustentada.
Pablo Espinoza