La administración financiera se basa en adquirir, financiar y administrar activos para tomar decisiones de inversión sobre cuántos activos necesita una empresa y para qué se destinan. Al igual que una empresa, las familias generan y gastan recursos para lograr objetivos financieros, buscando maximizar la utilidad de los ingresos y obtener resultados financieros positivos como el crecimiento y mayor bienestar.