La doctrina sacramental luterana difiere de la católica romana reconociendo solo dos sacramentos: el bautismo y la Santa Cena o Eucaristía, en la que creen en la consubstanciación donde Cristo está presente realmente en el pan y el vino que coexisten. Los luteranos permiten el uso de imágenes religiosas con fines educativos y su liturgia es similar a la católica aunque con diferencias. Sus ministros pueden casarse, tener trabajos seculares y cada iglesia es autónoma.