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Principales problemas de salud en adolescentes
1. ENFERMEDADES MAS FRECUENTE EN
ADOLESCENTES
`Los problemas más frecuentes entre los adolescentes se relacionan con el
crecimiento y el desarrollo, la escuela, las enfermedades de la infancia que
continúan en la adolescencia, los trastornos de salud mental y las
consecuencias de las conductas de riesgo o ilegales, que incluyen lesiones,
consecuencias legales, embarazo, las enfermedades infecciosas y los
trastornos por uso de sustancias. Las lesiones no intencionales resultantes
de accidentes de vehículos de motor y las lesiones derivadas de la violencia
interpersonal son las principales causas de muerte y discapacidad entre los
adolescentes.
La adaptación psicosocial es la característica distintiva de esta etapa del
desarrollo, porque aún los individuos normales luchan con problemas de
identidad, autonomía, sexualidad y relaciones. “¿Quién soy, adónde voy y
cómo me relaciono con todas estas personas en mi vida?” son
preocupaciones frecuentes para la mayoría de los adolescentes. Los
trastornos psicosociales son más comunes durante la adolescencia que
durante la infancia, y muchos comportamientos no saludables comienzan
durante la adolescencia. Tener un trastorno alimentario, una mala dieta,
obesidad, consumir drogas, y el comportamiento violento pueden conducir a
problemas agudos de salud, enfermedades crónicas, o morbilidad más
tarde en la vida.
Los niños que tienen edades comprendidas entre 11 y 14 años se
encuentran en la etapa conocida como adolescencia temprana. Esta
corresponde a la fase de mayor crecimiento del organismo, en la que
además ocurren varios cambios en el cuerpo que se conocen como
cambios puberales.
En general, los adolescentes son sanos y no tienen percepción de que sus
conductas de riesgo lo son, por lo que no suelen acudir a las consultas,
salvo que la necesiten verdaderamente; por ello, cualquier consulta en las
2. revisiones de pediatría debe ser aprovechada también como consulta
preventiva.
o Infecciones respiratorias. Son comunes los resfriados e
infecciones respiratorias tanto de vías altas como de vías bajas
(bronquitis y neumonías), algunas muy características del periodo
invernal como infección por virus influenza. En esta época
también es común la transmisión de enfermedades infecciosas
como la mononucleosis infecciosa o "enfermedad del beso".
o Infecciones gastrointestinales. El hábito de comer fuera de
casa aumenta el riesgo de consumir alimentos contaminados lo
que puede generar mayor riesgo desarrollar infecciones del tracto
digestivo como la gastroenteritis aguda.
o Patología digestiva, como colon irritable o enfermedad
inflamatoria intestinal, dispepsias ulcerosas o dolores
abdominales recurrentes.
o Enfermedades de la piel. Una de las manifestaciones más
comunes en la pubertad es la aparición de lesiones en el rostro y
en otras localizaciones como pecho y espalda, que se conocen
como acné. Son una causa muy frecuente de consulta médica en
esta etapa de la vida.
o Traumatismos. Los traumatismos son lesiones frecuentes en
esta época, aún más frecuentes entre los varones. Se relacionan
principalmente con lesiones deportivas, aunque pueden ser
producto de accidentes al adoptar conductas riesgosas como
deportes de contacto e inicio de conducción de motocicletas sin
las medidas preventivas adecuadas.
o Patología endocrinológica: diabetes mellitus, disfunciones
tiroideas o patología de talla alta o baja por alteraciones del
crecimiento. Cambios puberales tempranos o tardíos: La
aparición de los cambios físicos que caracterizan el cambio de la
niñez a la fase adulta ocurren en esta etapa. Cuando estos
cambios se inician antes de los 9 años se habla de pubertad
precoz, mientras que cuando ocurren después de los 14 a 15
3. años se habla de pubertad tardía. Ambas situaciones pueden
estar relacionadas con problemas físicos, por lo que es necesario
consultarlo con el médico pediatra.
o Sobrepeso y obesidad: Relacionado en esta época de la vida
con alteraciones en los hábitos alimentarios y en ocasione la
escasa práctica de ejercicio.
o Deficiencias nutricionales. El disbalance entre un aporte
insuficiente de nutrientes y el gasto energético aumentado de esta
época de la vida, puede llevar a que ocurran algunos déficits
nutricionales, otros factores que también pueden relacionarse con
las deficiencias nutricionales son la adopción de regímenes de
alimentación restrictivos de manera voluntaria, tanto en cantidad
de alimentos (idea de adelgazar), como en la calidad de dichos
alimentos, por ejemplo como es la dieta vegana, que pueden
generar que el aporte de calcio y hierro, así como de vitaminas
sea bajo. Las conductas alimentarias voluntariamente restrictivas
se conocen como anorexia nerviosa y son más frecuentes en las
chicas.
o Se recomienda que en cualquier momento de la infancia, pero
especialmente en la pubertad, estos estilos de alimentación sean
orientados por un experto en nutrición.
o Migraña o cefalea. El dolor de cabeza debido a migraña o a
cefaleas llamadas tensionales es un trastorno que puede iniciarse
en la adolescencia. Por lo que es especialmente importante la
valoración del pediatra para esclarecer sintomatología y llegar al
diágnostico y etiología del proceso, especialmente cuando los
síntomas no son muy claros.
o Problemas visuales. Algunos jóvenes pueden manifestar
trastornos de la visión, el más frecuente es la miopía. Este mayor
crecimiento ocular característico de esta patología, ocurre en
quienes tienen una tendencia genética para la miopía
precisamente en la fase de crecimiento acelerado como es la
pubertad. Los niños que iniciaron la miopía antes de la
adolescencia por lo general se agravan en la pubertad.
4. o Patología ginecológica: dismenorrea, enfermedad inflamatoria
pélvica, embarazo no deseado, que deben ser valorados
inicialmente por el pediatra y con valoración conjunta con
ginecología.
o Patología del aparato locomotor: escoliosis, cifosis,
condromalacias rotilianas o lesiones musculo esqueléticas
derivadas de la práctica de deportes o de accidentes.
o Patología relacionada con la adicción a las nuevas
tecnologías: Por primera vez los niños son nativos digitales y la
tecnología digital se ha convertido en una necesidad para todos.
Los niños la utilizan no sólo como entretenimiento y diversión,
sino también como comunicación y fuente de información,
formando parte de su vida cotidiana desde edades muy
tempranas. No se conoce la prevalencia real, pero se sabe que
más de un 15% de la población adolescente hace un uso
problemático del móvil, aunque la tendencia es progresivamente
al alza y cada vez más preocupante. Por ello es importante tomar
conciencia de la posibilidad de que exista un problema y debemos
controlar el tiempo que el niño está delante de las pantallas,
desaconsejándose cualquier tipo de pantalla electrónica en la
cama antes de conciliar el sueño nocturno, pues se sabe que la
luz y el tipo de ondas que emiten son estimulantes,
independientemente de cuál sea el contenido.
o En esta etapa, además, se mantienen los problemas de salud
crónicos adquiridos previamente (cardiopatías, nefropatías,
enfermedades digestivas, sobrepeso, diabetes mellitus…). Estos
problemas deben ser manejados de una forma distinta en esta
etapa de la vida, por ello los padres, junto con el apoyo del
pediatra, deben involucrar a su hijo en el cuidado de la salud lo
que significa tener un papel activo en su tratamiento tanto en la
toma de los medicamentos indicados, como en el cumplimiento
de las indicaciones no farmacológicas (restricciones de alimentos,
actividad física, necesidad de terapias, etc.).
5. PRINCIPALES PROBLEMAS SANITARIOS
Lesiones y traumatismos
Las lesiones y traumatismos no intencionados son una de las principales
causas de muerte o discapacidad entre los adolescentes. En 2019 murieron
más de 115 000 adolescentes a consecuencia de un accidente de tránsito.
Muchos de ellos eran «usuarios vulnerables de las vías de tránsito», esto es,
peatones, ciclistas o usuarios de vehículos de dos ruedas motorizados. En
muchos países hacen falta leyes más amplias de seguridad vial y hay que
reforzar la aplicación de esas leyes. Además, los conductores jóvenes deben
recibir asesoramiento sobre conducción segura, sin olvidar que las leyes que
prohíben conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas deben aplicarse con
rigor a todos los grupos de edad. Los niveles prescritos de alcoholemia deben
ser más bajos para un conductor joven que para un adulto. Se recomienda la
implantación de un permiso progresivo para conductores noveles, con
tolerancia cero para la conducción bajo los efectos del alcohol.
El ahogamiento es otra de las principales causas de muerte de adolescentes:
se calcula que en 2019 se ahogaron más de 30 000 adolescentes, que en más
de sus tres cuartas partes eran varones. Una intervención esencial para
prevenir estos fallecimientos es enseñar a nadar a los niños y adolescentes.
Violencia
La violencia interpersonal es la cuarta causa de mortalidad de adolescentes y
jóvenes en el mundo, aunque su peso varía sustancialmente de una región del
mundo a otra. En los países de ingresos bajos y medianos de la Región de las
Américas de la OMS es la causa de casi un tercio de todas las muertes de
varones adolescentes. Según los datos de la Encuesta Mundial de Salud
Escolar (EMSE), un 42% de los chicos adolescentes y un 37% de las chicas
estaban expuestos a intimidación. La violencia sexual también afecta a una
importante proporción de los jóvenes: 1 de cada 8 jóvenes da cuenta de
abusos sexuales.
La violencia durante la adolescencia también acrecienta el riesgo de lesiones,
infección por el VIH y otras infecciones de transmisión sexual, problemas de
6. salud mental, mal rendimiento en la escuela y deserción escolar, embarazo
precoz, problemas de salud reproductiva y enfermedades transmisibles y no
transmisibles.
Entre las estrategias eficaces de prevención y respuesta están el fomento de la
parentalidad y del desarrollo en la primera infancia, la prevención de la
intimidación en el medio escolar, programas que fomenten las aptitudes
sociales y para la vida e intervenciones comunitarias para reducir el acceso al
alcohol y las armas de fuego. La prestación de una atención eficaz y empática
a los adolescentes sobrevivientes de la violencia, proporcionándoles un
respaldo continuo, puede ayudar a manejar las consecuencias físicas y
psicológicas.
Salud mental
La depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad
en los adolescentes y el suicidio es la tercera causa de defunción entre los 15 y
los 19 años. Los trastornos de salud mental explican un 16% de la carga
mundial de morbilidad y lesiones en las personas de entre 10 y 19 años. La
mitad de todos los trastornos de salud mental en la edad adulta comienzan
antes de los 14 años, pero en la mayoría de los casos no son detectados ni
tratados.
Muchos son los factores que inciden en el bienestar y la salud mental de los
adolescentes. La violencia, la pobreza, la estigmatización, la exclusión y la vida
en entornos frágiles o de crisis humanitaria pueden aumentar el riesgo de que
surjan problemas de salud mental. El hecho de no ocuparse de los trastornos
de salud mental de los adolescentes tiene consecuencias que se extienden a la
edad adulta, perjudican la salud física y mental de la persona y restringen sus
posibilidades de llevar una vida plena en la edad adulta.
El cultivo de las aptitudes socioemocionales de niños y adolescentes y el hecho
de proporcionarles apoyo psicosocial en la escuela y otros espacios
comunitarios puede ayudar a promover un buen estado de salud mental.
7. También son importantes los programas que ayudan a reforzar el vínculo entre
los adolescentes y su familia y a mejorar la calidad de su entorno doméstico.
En caso de que surjan problemas, estos deben ser detectados y manejados a
tiempo por profesionales sanitarios competentes y solícitos.
Salud mental del adolescente
Consumo de alcohol y drogas
En muchos países el consumo de alcohol en la adolescencia suscita gran
preocupación. Puede reducir el autocontrol y alimentar comportamientos
arriesgados, como las prácticas sexuales de riesgo o la conducción peligrosa, y
es una causa subyacente de lesiones (en particular a consecuencia de
accidentes de tránsito), violencia y muerte prematura. También puede
engendrar problemas de salud que aparezcan en una etapa posterior de la vida
y afecta a la esperanza de vida. Más de una cuarta parte de las personas de
entre 15 y 19 años del mundo, lo que supone 155 millones de adolescentes,
son consumidores actuales de alcohol. En 2016, la prevalencia de ingesta
episódica de grandes cantidades de alcohol en adolescentes de entre 15 y 19
años fue del 13,6%, estando los varones expuestos al mayor nivel de riesgo.
El cannabis es la droga psicoactiva que más utilizan los jóvenes: alrededor de
un 4,7% de las personas de 15 a 16 años lo consumieron al menos una vez en
2018. El consumo de alcohol y drogas por parte de niños y adolescentes viene
asociado a alteraciones neurocognitivas que más adelante pueden generar
problemas de comportamiento, emocionales, sociales o académicos.
La prevención del consumo de alcohol y drogas es un importante ámbito de
trabajo en materia de salud pública, labor que puede pasar por estrategias e
intervenciones dirigidas a la población y actividades en la escuela, la
comunidad, la familia o a nivel individual. Entre las principales fórmulas para
reducir el consumo de alcohol en la adolescencia están el establecimiento de
una edad mínima para comprar y consumir alcohol y la eliminación de la
mercadotecnia y la publicidad dirigidas a los menores.
8. Consumo de tabaco
La inmensa mayoría de las personas que hoy en día consumen tabaco
empezaron a hacerlo en la adolescencia. Es crucial prohibir la venta de
productos de tabaco a los menores (menos de 18 años) y aumentar el precio
de los productos del tabaco gravándolos con impuestos más elevados, prohibir
la publicidad del tabaco y garantizar espacios libres de humo. A escala
mundial, al menos 1 de cada 10 adolescentes de entre 13 y 15 años consume
tabaco, aunque hay zonas donde esta cifra es mucho más alta.
VIH/sida
Según los cálculos, en 2019 había 1,7 millones de adolescentes (de entre 10 y
19 años) que vivían con el VIH, de los que alrededor del 90% estaban en la
Región de África de la OMS (2). Si bien las nuevas infecciones de
adolescentes han ido cayendo sustancialmente desde el pico máximo
registrado en 1994, este grupo de edad todavía representa alrededor de un
10% del total de nuevas infecciones de adultos por el VIH. Dentro de ese
porcentaje, tres cuartas partes corresponden a chicas .Además, aunque las
nuevas infecciones pueden haber disminuido en muchos de los países más
gravemente afectados, la cobertura de las pruebas realizadas últimamente
sigue siendo baja, lo que deja pensar que quizá muchos adolescentes y
jóvenes adultos vivan con el VIH sin saberlo
Los adolescentes que viven con el VIH tienen peor acceso a tratamiento
antirretroviral y en ellos se observan índices más bajos de cumplimiento del
tratamiento, permanencia en el proceso asistencial y supresión de la carga
vírica. Un factor básico que contribuye a ello es la escasa prestación de
servicios adaptados a los adolescentes, que incluyan apoyo e intervenciones
psicosociales.
Los adolescentes y los jóvenes adultos deben saber cómo protegerse de la
infección por el VIH y también deben tener los medios para hacerlo, lo que
significa en particular que puedan tener acceso a intervenciones de prevención
(como la circuncisión médica masculina voluntaria, preservativos y profilaxis
anterior a la exposición) y mejor acceso a servicios de prueba y asesoramiento
9. en relación con el VIH, y que además haya nexos más sólidos con los servicios
de tratamiento contra el VIH para aquellos que den resultado positivo.
Algunas personas infectadas por el VIH desarrollan una enfermedad parecida a
la gripe entre dos y cuatro semanas después de que el virus entra en el cuerpo.
Esta enfermedad, conocida como infección primaria (aguda) del VIH, puede
durar unas pocas semanas. Estos son algunos de los posibles signos y
síntomas:
Fiebre
Dolor de cabeza
Dolor muscular y articular
Erupción
Dolor de garganta y llagas dolorosas en la boca
Ganglios linfáticos inflamados, principalmente, en el cuello
Diarrea
Pérdida de peso
Tos
Sudores nocturnos
Estos síntomas pueden ser tan leves que es posible que ni siquiera los note.
Sin embargo, la cantidad de virus en el torrente sanguíneo (carga viral) es
bastante alta en este momento. Como resultado, la infección se propaga más
fácilmente durante la infección primaria que durante la siguiente etapa.
Infección clínica latente (VIH crónico)
En esta etapa de la infección, el VIH sigue presente en el cuerpo y en los
glóbulos blancos. Sin embargo, es posible que muchas personas no tengan
ningún síntoma o infección durante este tiempo.
Esta etapa puede durar muchos años si no recibes terapia antirretroviral.
Algunas personas desarrollan enfermedades más graves mucho antes.
Infección por el VIH sintomática
A medida que el virus continúa multiplicándose y destruyendo células
inmunológicas, las células del cuerpo que ayudan a combatir los gérmenes,
10. puedes desarrollar infecciones leves o signos y síntomas crónicos como los
siguientes:
Fiebre
Fatiga
Ganglios linfáticos inflamados: a menudo, uno de los primeros signos de
la infección por el VIH
Diarrea
Pérdida de peso
Candidosis vaginal oral (candidiasis)
Herpes (herpes zóster)
Neumonía
Evolución al sida
Gracias a los mejores tratamientos antivirales, la mayoría de las personas con
VIH en los EE. UU. no desarrollan SIDA hoy en día. Sin tratamiento,
generalmente, el VIH se convierte en SIDA en unos 8 a 10 años.
Causas
El VIH es causado por un virus. Puede propagarse a través del contacto sexual
o la sangre, o de la madre al niño durante el embarazo, la labor de parto o la
lactancia.
¿Cuándo el VIH se convierte en sida?
El VIH destruye los linfocitos T CD4, glóbulos blancos que juegan un papel
importante en la lucha contra las enfermedades. Cuantas menos linfocitos T
CD4 tengas, más débil será tu sistema inmunitario.
Puedes tener una infección por VIH, con pocos o ningún síntoma, durante años
antes de que se convierta en SIDA. El SIDA se diagnostica cuando el recuento
de linfocitos T CD4 cae por debajo de 200 o cuando se tiene una complicación
que define el SIDA, como una infección grave o un cáncer.
Cómo se transmite el VIH
11. Para contagiarte el VIH, la sangre infectada, el semen o las secreciones
vaginales deben ingresar en el cuerpo. Esto puede suceder de varias maneras:
Si tienes relaciones sexuales. Puedes infectarte si tienes relaciones sexuales
vaginales, anales u orales con una pareja infectada cuya sangre, semen o
secreciones vaginales ingresan en tu cuerpo. El virus puede ingresar en el
cuerpo a través de llagas en la boca o de pequeñas fisuras que, a veces, se
producen en el recto o en la vagina durante la actividad sexual.
Por compartir agujas. Compartir parafernalia de drogas intravenosas
contaminadas (agujas y jeringas) te pone en alto riesgo de contraer el VIH y
otras enfermedades infecciosas, como la hepatitis.
Por transfusiones sanguíneas. En algunos casos, el virus puede transmitirse
mediante transfusiones sanguíneas. Actualmente, los hospitales y los bancos
de sangre estadounidenses realizan análisis de sangre para detectar
anticuerpos del VIH, por lo que el riesgo es muy bajo.
Durante el embarazo o el parto, o por la lactancia materna. Las madres
infectadas pueden transmitir el virus a sus bebés. Las madres seropositivas
que reciben tratamiento para la infección durante el embarazo pueden reducir
significativamente el riesgo para sus bebés.
De qué formas no se transmite el VIH
No puedes infectarte con el VIH a través del contacto habitual. Eso significa
que no puedes contraer VIH o SIDA si abrazas, besas, bailas o le das la mano
a alguien que tiene la infección.
El VIH no se propaga a través del aire, del agua ni de las picaduras de
insectos.
Factores de riesgo
Cualquier persona de cualquier edad, raza, sexo u orientación sexual puede
estar infectada con el VIH/SIDA. Sin embargo, el mayor riesgo de contraer el
VIH/SIDA se da cuando:
12. Tienes relaciones sexuales sin protección. Usa un nuevo preservativo de látex
o poliuretano cada vez que tengas relaciones sexuales. El sexo anal es más
riesgoso que el sexo vaginal. El riesgo de contraer el VIH aumenta si se tienen
múltiples parejas sexuales.
Tienes una infección de transmisión sexual. Muchas infecciones de transmisión
sexual producen llagas abiertas en los genitales. Estas llagas actúan como
entradas del VIH al cuerpo.
Usas drogas intravenosas. Las personas que consumen drogas intravenosas
suelen compartir agujas y jeringas. Esto los expone al contacto con gotas de
sangre de otras personas.
Complicaciones
La infección por VIH debilita el sistema inmunitario, lo que hace que sea mucho
más probable que se desarrollen muchas infecciones y ciertos tipos de cáncer.
Infecciones frecuentes del VIH/sida
Neumonía por Pneumocystis carinii. Esta infección fúngica puede causar una
enfermedad grave. Aunque ha disminuido significativamente con los
tratamientos actuales para el VIH/SIDA, en los Estados Unidos la neumonía por
pneumocystis carinii sigue siendo la causa más común de neumonía en las
personas infectadas con el VIH.
Candidiasis (candidosis bucal). La candidiasis es una infección común
relacionada con el VIH. Causa inflamación y una gruesa capa blanca en la
boca, la lengua, el esófago o la vagina.
Tuberculosis. En las naciones de recursos limitados, la tuberculosis es la
infección oportunista más común asociada al VIH. Es una de las principales
causas de muerte entre las personas con SIDA.
Citomegalovirus. Este virus del herpes común se transmite en los líquidos del
cuerpo, como la saliva, la sangre, la orina, el semen y la leche materna. Un
sistema inmunitario sano desactiva el virus, por lo que permanece latente en el
cuerpo. Si el sistema inmunitario se debilita, el virus reaparece y causa daños
en los ojos, el tubo digestivo, los pulmones u otros órganos.
13. Meningitis criptocócica. La meningitis es una inflamación de las membranas y
del líquido que rodea el cerebro y la médula espinal (meninges). La meningitis
criptocócica es una infección común del sistema nervioso central asociada al
VIH y provocada por un hongo que se encuentra en la tierra.
Toxoplasmosis. Esta infección potencialmente mortal es provocada por el
Toxoplasma gondii, parásito que transmiten principalmente los gatos. Los gatos
infectados pasan los parásitos en sus heces, que luego pueden propagarse a
otros animales y a los humanos. La toxoplasmosis puede causar enfermedades
Prevención
No existe una vacuna para prevenir la infección por el VIH ni una cura para el
SIDA. Pero puedes protegerte a ti mismo y a los demás de la infección.
Para ayudar a prevenir la propagación del VIH:
Usa el tratamiento como prevención. Si tienes VIH, tomar los medicamentos
para el VIH puede evitar que tu pareja se infecte con el virus. Si te aseguras de
que tu carga viral se mantenga indetectable (un análisis de sangre no muestra
ningún virus) no transmitirás el virus a nadie más. El uso del tratamiento como
prevención significa tomar los medicamentos exactamente como se han
prescrito y hacerte controles regulares.
Usa profilaxis posexposición si has estado expuesto al VIH. Si crees que has
estado expuesto a través del sexo, las agujas o en el lugar de trabajo, ponte en
contacto con tu médico o dirígete al departamento de emergencia. Usar
profilaxis posexposición tan pronto como sea posible dentro de las primeras 72
horas puede reducir enormemente el riesgo de infectarse con el VIH.
Necesitarás tomar el medicamento durante 28 días.
Usa un preservativo nuevo cada vez que tengas relaciones sexuales. Usa un
preservativo nuevo cada vez que tengas sexo anal o vaginal. Las mujeres
pueden usar un preservativo femenino. Si utilizas un lubricante, asegúrate de
que sea a base de agua. Los lubricantes a base de aceite pueden debilitar los
14. preservativos y hacer que se rompan. Durante el sexo oral, usa un preservativo
abierto y sin lubricar o un protector dental, una pieza de látex de grado médico.
Ten en cuenta la profilaxis previa a la exposición. Los fármacos combinados
emtricitabina y tenofovir (Truvada) y emtricitabina y tenofovir alafenamida
(Descovy) pueden reducir el riesgo de infección por VIH de transmisión sexual
en personas de muy alto riesgo. La profilaxis previa a la exposición puede
reducir el riesgo de contraer el VIH a través del sexo en más del 90 % y a
través del uso de drogas inyectables en más del 70 %, según los Centros para
el Control y la Prevención de Enfermedades. Descovy no se ha estudiado en
personas que tienen relaciones sexuales vaginales receptivas.
Tu médico te recetará estos medicamentos para la prevención del VIH solo si
no tienes ya la infección por VIH. Necesitarás una prueba de VIH antes de
comenzar a recibir profilaxis previa a la exposición y luego cada tres meses,
siempre y cuando la estés tomando. El médico también examinará tu función
renal antes de recetarte Truvada y continuará haciéndolo cada seis meses.
Debes tomar los medicamentos todos los días. No previenen otras infecciones
de transmisión sexual, por lo que igualmente deberás practicar sexo seguro. Si
tienes hepatitis B, debe evaluarte un especialista en enfermedades infecciosas
o hepáticas antes de comenzar la terapia.
Diles a tus parejas sexuales si tienes VIH. Es importante que les digas a todas
tus parejas sexuales actuales y pasadas que eres VIH positivo. Deberán
realizarse la prueba.
Usa una aguja limpia. Si usas una aguja para inyectarte drogas, asegúrate de
que sea estéril y no la compartas. Aprovecha los programas de intercambio de
agujas en su comunidad. Ten en cuenta la posibilidad de buscar ayuda para tu
consumo de drogas.
Si estás embarazada, busca atención médica de inmediato. Si eres VIH
positivo, puedes transmitir la infección a tu bebé. Pero si recibes tratamiento
durante el embarazo, puedes reducir significativamente el riesgo de tu bebé.
15. Ten en cuenta la circuncisión masculina. Existe evidencia de que la circuncisión
masculina puede ayudar a reducir el riesgo de contraer la infección por VIH.
Otras enfermedades infecciosas
Gracias a la mejora de la vacunación infantil, se ha registrado una marcada
disminución de la mortalidad y la discapacidad de adolescentes debidas al
sarampión. Entre 2000 y 2012, por ejemplo, la mortalidad de adolescentes por
sarampión cayó en un 90% en la Región de África.
Según las estimaciones, la diarrea y las infecciones de las vías respiratorias
inferiores (neumonía) se encuentran entre las 10 principales causas de
mortalidad de adolescentes de entre 10 y 14 años. Estas dos enfermedades,
junto con la meningitis, figuran entre las cinco principales causas de mortalidad
de adolescentes en los países africanos de ingresos bajos y medianos.
Ciertas infecciones, como la causada por el virus del papiloma humano (VPH),
que suele darse una vez que la persona empieza a tener relaciones sexuales,
pueden provocar enfermedades a corto plazo (verrugas genitales) durante la
adolescencia, pero lo más importante es que también dan lugar a cánceres
cervicales y otros cánceres varios decenios después. La primera adolescencia
(de 9 a 14 años) es el momento óptimo para vacunar contra la infección por el
VPH. Se calcula que, si el 90% de las niñas del mundo recibiera la vacuna
contra el VPH, se podrían salvar más de 40 millones de vidas en el curso del
próximo siglo. Según las estimaciones, sin embargo, en 2019 solo recibieron la
vacuna un 15% de las niñas del mundo.
Papilomavirus humanos y cáncer cervicouterino
EMBARAZOS Y PARTOS PRECOCES
Cada año, aproximadamente 12 millones de adolescentes y jóvenes de entre
15 y 19 años, y al menos 777 000 niñas menores de 15 años, dan a luz en
regiones en desarrollo. Las complicaciones relacionadas con el embarazo y el
parto son la principal causa de mortalidad entre las jóvenes de 15 a 19 años en
todo el mundo.
La División de Población de las Naciones Unidas muestra que, en 2020, la
tasa mundial de natalidad entre las adolescentes asciende a 43 nacimientos
16. por 1000 habitantes de esa edad y, en función de los países, oscila entre 1 y
más de 200 por 1000 (5). Esas cifras indican un marcado descenso desde
1990, que se refleja asimismo en la disminución de las tasas de mortalidad
materna de las jóvenes de 15 a 19 años.
Una de las metas específicas del Objetivo de Desarrollo Sostenible relacionado
con la salud (ODS 3) consiste en garantizar, de aquí a 2030, el acceso
universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de
planificación familiar, información y educación y la integración de la salud
reproductiva en las estrategias y los programas nacionales.
Las adolescentes necesitan una educación sexual completa, es decir, un
proceso didáctico basado en un currículo sobre los aspectos cognitivos,
emocionales, físicos y sociales de la sexualidad. Es algo a lo que tienen
derecho. Mejorar el acceso a la información y los servicios de anticoncepción
puede hacer que disminuya el número de jóvenes que quedan embarazadas y
dan a luz a una edad demasiado temprana. También puede ser útiles leyes por
las que se prohíba contraer matrimonio antes de los 18 años.
Las jóvenes que quedan embarazadas deben poder recibir una atención
prenatal de calidad. Cuando la ley lo permita, las embarazadas que decidan
poner término a su embarazo han de tener acceso a un aborto seguro.
EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA
Nutrición y carencia de micronutrientes
En 2006, la anemia por carencia de hierro fue la segunda causa principal de
años perdidos por fallecimiento o discapacidad entre los adolescentes. Los
suplementos de hierro y ácido fólico son una solución que también ayuda a
mejorar la salud antes de que los adolescentes se conviertan en padres. Se
recomienda administrar regularmente a los adolescentes un tratamiento
vermífugo en aquellas zonas con presencia frecuente de helmintos intestinales,
como los anquilostomas, a fin de prevenir deficiencias de micronutrientes
(como el hierro).
17. Desarrollar en la adolescencia unos buenos hábitos de alimentación sana es
fundamental para gozar de una buena salud en la edad adulta. Asimismo,
reducir la comercialización de alimentos ricos en grasas saturadas, ácidos
grasos trans, azúcares libres o sal, y ofrecer acceso a alimentos sanos son
medidas importantes para todos, pero en particular para los niños y los
adolescentes.
Malnutrición y obesidad
Muchos niños y niñas de países en desarrollo padecen desnutrición cuando
llegan a la adolescencia, lo que los hace más propensos a contraer
enfermedades y morir a una edad temprana. En el lado opuesto, el número de
adolescentes con exceso de peso u obesidad está aumentando en los países
de ingresos bajos, medios y altos.
A nivel mundial, en 2016, más de uno de cada seis adolescentes de 10 a 19
años tenía sobrepeso. La prevalencia variaba según las regiones de la OMS, y
oscilaba entre menos del 10% en la Región de Asia Sudoriental y más del 30%
en la Región de las Américas.
Actividad física
La actividad física aporta beneficios para la salud sumamente importantes en
los adolescentes, entre ellos la mejora de la capacidad cardiorrespiratoria y
muscular, de la salud ósea, el mantenimiento de un peso corporal saludable y
beneficios psicosociales. La OMS recomienda que los adolescentes hagan
como mínimo 60 minutos diarios de actividad física de moderada a intensa, por
ejemplo mediante juegos o deportes, actividades de desplazamiento (como el
ciclismo o caminar) o la educación física.
Se calcula que, a nivel mundial, solo 1 de cada 5 adolescentes cumplen estas
directrices. La prevalencia de la falta de actividad es elevada en todas las
regiones de la OMS, y es más alta entre las adolescentes en comparación con
los adolescentes varones.
Para aumentar los niveles de actividad, los países, las sociedades y las
comunidades deben crear entornos y oportunidades seguros y propicios para
que todos los adolescentes puedan realizar actividad física.
18. En esta etapa, además, se mantienen los problemas de salud crónicos
adquiridos previamente (cardiopatías, nefropatías, enfermedades digestivas,
sobrepeso, diabetes mellitus…). Estos problemas deben ser manejados de una
forma distinta en esta etapa de la vida, por ello los padres, junto con el apoyo
del pediatra, deben involucrar a su hijo en el cuidado de la salud lo que significa
tener un papel activo en su tratamiento tanto en la toma de los medicamentos
indicados, como en el cumplimiento de las indicaciones no farmacológicas
(restricciones de alimentos, actividad física, necesidad de terapias, etc.).
MEDIDAS PARA PREVENIR LOS PROBLEMAS DE SALUD EN LA
PUBERTAD
Inculcar un estilo de vida saludable con buenos hábitos de alimentación,
actividad física regular y sueño en una cantidad suficiente.
Prevención de los comportamientos de riesgo para la salud, incluidos el
consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias, y las prácticas sexuales
de riesgo y prevención de accidentes.
Acceso a consultas de salud apropiadas y diseñadas para los
adolescentes, relativos a la salud sexual y reproductiva: planificación
familiar, prevención de embarazos no deseados y nacimientos, la
prevención y atención de las ITS y el VIH.
Prevención de carencias nutricionales, sobrepeso y obesidad.
Prevención y protección específica para las TIC (tecnologías de la
información y la comunicación) y nuevas tecnologías.
Prevención de Enfermedades No Transmisibles en Adolescentes y
Jóvenes
Las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, las enfermedades
cardíacas y crónicas respiratorias, y el cáncer, representan el 75% de las
muertes en la región de las Américas. Los factores de riesgo de estas
enfermedades están asociados con comportamientos que se suelen establecer
durante la adolescencia, como el uso nocivo del alcohol, el uso del tabaco, la
vida sedentaria y una dieta no saludable. El análisis de cómo esto puede
revertirse desde una edad temprana es lo que discutirá el panel "Sentar las
bases para una vida saludable y productiva: Prevención de las Enfermedades
19. No Transmisibles en Adolescentes y Jóvenes", organizado por la Organización
Panamericana de la Salud, este 24 de abril, en Nueva York, durante la Sesión
45 de la Comisión sobre Población y Desarrollo del Consejo Social y
Económico de las Naciones Unidas.
Lo que la OPS hace
En los últimos años, nuestra Región ha logrado importantes avances en la
mejora de la salud de las mujeres, los niños y los adolescentes. La mortalidad
neonatal, infantil y materna han disminuido. Sin embargo, no todos los grupos
de la población se han beneficiado por igual: subsisten grandes diferencias
entre los países y dentro de ellos. Las mujeres y los niños de los estratos
socioeconómicos más bajos, así como los habitantes de las zonas rurales, los
indígenas, las personas afrodescendientes y las personas con menos
escolaridad presentan sistemáticamente una mayor carga de morbilidad y
mortalidad. La mortalidad en la adolescencia, debida en su mayor parte a
causas prevenibles, ha permanecido estacionaria o ha aumentado, y el
embarazo en adolescentes sigue siendo inadmisiblemente alto.
En septiembre del 2018 se registró otro avance en la mejora de la salud de
todas las mujeres, los niños y los adolescentes de la Región de las Américas
cuando los Estados Miembros de la Organización Panamericana de la Salud
(OPS) adoptaron el Plan de acción para la salud de la mujer, el niño, la niña y
adolescentes 2018-2030. El plan de acción se basa en cuatro líneas
estratégicas de acción que son complementarias y se refuerzan mutuamente.
Fortalecer un entorno normativo transformador a fin de reducir las inequidades
en materia de salud que afectan a las mujeres, los niños, las niñas y
adolescentes.
Promover la salud y el bienestar universales, efectivos y equitativos para todas
las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes en sus familias, escuelas y
comunidades a lo largo del curso de la vida.
Ampliar el acceso equitativo de las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes
a servicios de salud integrales, integrados y de buena calidad que se centren
en las personas, las familias y las comunidades.
20. Fortalecer los sistemas de información para la recolección, disponibilidad,
accesibilidad, calidad y difusión de información estratégica, incluidos datos y
estadísticas sobre la salud de las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes,
en el marco de los principios propuestos en el presente plan.
El Plan de Acción requiere que la OPS:
Brindar cooperación técnica a los Estados Miembros para la elaboración
de planes nacionales de acción actualizados y difunda herramientas que
faciliten los enfoques integrados, basados en la equidad e innovadores
en favor de la salud de las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes;
Fortalezca la coordinación del plan de acción con iniciativas similares
diseñadas por otros organismos internacionales técnicos y financieros e
iniciativas mundiales en pro de la salud y el bienestar de las mujeres, los
niños, las niñas y adolescentes;
Rinda cuentas periódicamente a los Cuerpos Directivos sobre los
progresos realizados y los retos enfrentados en la ejecución del plan de
acción.