La energía es fundamental para la sangre y los líquidos corporales de varias maneras: 1) la energía genera la sangre a través de la digestión y permite la circulación de la sangre; 2) controla el movimiento y circulación de la sangre y los líquidos dentro de los vasos sanguíneos; 3) tanto la sangre como los líquidos transportan energía por el cuerpo para nutrirlo.