Ecologia ODS

ECOLOGÍA
Nombre y apellido: Daniel Oré Salazar
Profesor: Elizabeth Luz Segovia Aranibar de
Paredes
2023

Asegurar para 2030 que todos los hombres y mujeres, pobres y desfavorecidos,
tengan los mismos derechos a los recursos económicos y los servicios básicos,
la propiedad y el control de la tierra y otros bienes, el patrimonio, los recursos
naturales, las nuevas tecnologías apropiadas y los servicios financieros.
Para 2030, aumentar la resiliencia de las personas pobres y vulnerables y
reducir su exposición y vulnerabilidad a los eventos extremos relacionados con
el clima y otras crisis y desastres económicos, sociales y ambientales.

Contribuciones de la diversidad biológica al logro del Objetivo 1
La biodiversidad y los ecosistemas saludables brindan recursos esenciales y servicios ecosistémicos,
ya que respaldan directamente muchas actividades económicas como la agricultura, la silvicultura, la pesca y
el turismo. Los medios de subsistencia, la agricultura y la pesca en pequeña escala proporcionan medios de
subsistencia a muchos de los pobres de las zonas rurales del mundo. Se estima que los servicios de los
ecosistemas y otros bienes no comercializables representan entre el 50% y el 90% de todos los medios de
subsistencia de los hogares rurales y forestales pobres, el llamado "PIB de los pobres".
La conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica, incluso mediante la agricultura sostenible
basada en un enfoque ecosistémico, y la restauración y conservación de los ecosistemas y
los valiosos servicios que brindan, pueden ayudar a superar la pobreza. Y evitar la pobreza aumentando sus
ingresos y reduciendo su vulnerabilidad a los impactos económicos externos y los desastres ambientales.
Metas de Aichi para la Diversidad Biológica:

Poner fin al hambre para 2030 y garantizar alimentos seguros, nutritivos y suficientes
durante todo el año para todos, especialmente para los pobres
y vulnerables, incluidos los niños menores de 1 año.
Poner fin a todas las formas de desnutrición para 2030, incluidas las
metas acordadas internacionalmente para el retraso del crecimiento y el retraso del
crecimiento en niños menores de 5 años, así como en niñas adolescentes, mujeres
embarazadas y lactantes, y las necesidades nutricionales de los ancianos para 2025.
Para 2030, duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de
alimentos en pequeña escala, especialmente las mujeres, los pueblos indígenas, los
agricultores familiares, los pastores y los pescadores, incluso garantizando un acceso
seguro y equitativo a la tierra, otros recursos e insumos de producción y
conocimientos, servicios, mercados y oportunidades
para agregar valor económico y oportunidades de trabajo fuera de la granja

La biodiversidad es un factor clave para lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición. Todos los
sistemas alimentarios dependen de la biodiversidad y de una amplia gama de servicios ecosistémicos que
sustentan la productividad agrícola, la fertilidad del suelo y la calidad y disponibilidad del agua.
Además, al menos un tercio de los cultivos dependen de los polinizadores. Los enfoques de ecosistemas y
agricultura de bajos insumos son particularmente adecuados para apoyar la conservación y el uso sostenible
de la biodiversidad. La diversidad genética agrícola es un elemento clave de la seguridad alimentaria. Esto
ayuda a garantizar que las especies evolucionen para adaptarse a las condiciones ambientales cambiantes, así
como a la resistencia a enfermedades, plagas y parásitos específicos. Durante cientos de generaciones,
esta diversidad ha sido manejada o influenciada por agricultores, ganaderos, silvicultores y pescadores, lo
que refleja la diversidad de la actividad humana y los procesos naturales. También puede reducir la
vulnerabilidad de los agricultores al cambio climático. También puede proporcionar
diferentes alimentoscon diferente valor nutricional.
Además, muchas personas dependen de los alimentos recolectados de varios ecosistemas naturales, como
bosques, praderas, océanos y ríos. Los productos que obtienen de la naturaleza son una importante fuente
de nutrición y contribuyen así a la seguridad alimentaria de la familia. Para las comunidades locales, la caza
de animales salvajes puede ser una fuente importante de proteína animal. El uso de métodos sostenibles en
la agricultura brinda la oportunidad de satisfacer la creciente demanda de alimentos al tiempo que reduce el
impacto negativo sobre los recursos naturales que aseguran su supervivencia a largo plazo.
Los conocimientos y prácticas tradicionales transmitidos de generación en generación por los
pueblos indígenas y las comunidades locales a menudo pueden proporcionar medidas valiosas y eficaces para
la conservación y el uso sostenible de las especies de plantas y animales.

Para 2030, se debe reducir significativamente el número de muertes y
enfermedades causadas por productos químicos peligrosos y la contaminación
del aire, el agua y el suelo.
Para 2030, reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no
transmisibles mediante la prevención y el tratamiento, y promover la salud
mental y el bienestar
Para 2030, erradicar epidemias como el SIDA, la tuberculosis, la malaria y las
enfermedades tropicales desatendidas y prevenir enfermedades infecciosas
como la hepatitis y las enfermedades transmitidas por el agua.

Los factores de riesgo ambientales causan casi una cuarta parte de todas las muertes en
todo el mundo. La relación entre la biodiversidad y la salud humana es cada vez
más reconocida. Muchas plagas y enfermedades son el resultado de ecosistemas
disfuncionales. Los ecosistemas saludables ayudan a reducir la propagación y el impacto de
la contaminación al atrapar y eliminar ciertos tipos de contaminación del aire, el agua y el
suelo. Los bosques regulan el caudal y mejoran la calidad del agua. Además, muchos
medicamentos se derivan de productos biológicos y una proporción significativa de la
población mundial depende de los medicamentos tradicionales derivados de
la biodiversidad para sus necesidades de salud. Además de estos vínculos
directos, existen muchos otros vínculos indirectos entre la biodiversidad y la salud humana.
Por ejemplo, los agroecosistemas diversos ayudan a aumentar la producción sostenible
y reducen el uso de pesticidas y otros productos químicos, todo lo cual puede tener un
impacto positivo en la salud humana. Minimizar la perturbación innecesaria de los sistemas
naturales ayuda a prevenir o mitigar la posible aparición de nuevos patógenos y reduce el
riesgo y la incidencia de enfermedades infecciosas, incluidas las enfermedades zoonóticas y
transmitidas por vectores.

Para 2030, garantizar que todos los estudiantes adquieran los conocimientos teóricos
y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, incluso a través
del desarrollo sostenible y estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la
igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía
mundial y la apreciación cultural. diversidad y contribución cultural al
desarrollo sostenible
Para 2030, garantizar que todas las niñas y los niños reciban una educación primaria
y secundaria gratuita, justa y de alta calidad con resultados de aprendizaje pertinentes
y efectivos
Para 2030, garantizar la igualdad de acceso de todos los hombres y mujeres a la
educación técnica, profesional y superior de alta calidad, incluida la educación
universitaria

Para lograr este y otros ODS, es fundamental concienciar a través del sistema
educativo sobre la importancia de la biodiversidad para el desarrollo sostenible. Mejorar la
comprensión y el conocimiento sobre la biodiversidad y los ecosistemas es un
elemento esencial del desarrollo sostenible y los medios de vida sostenibles. El
conocimiento tradicional e indígena es importante para la conservación y el uso sostenible
de la biodiversidad, y estos sistemas de conocimiento deben aprovecharse a través de
iniciativas educativas, incluidos los servicios de extensión agrícola culturalmente sensibles.

Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y niñas en todo
el mundo
Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de
oportunidades de liderazgo en todos los niveles de toma de decisiones en la vida
política, económica y pública.
Eliminar todas las prácticas nocivas, incluidos el matrimonio infantil, el
matrimonio precoz y forzado y la circuncisión femenina.
Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y niñas en las esferas
pública y privada, incluidas la trata de personas y la explotación sexual y de otro tipo.

Las mujeres desempeñan un papel importante en la gestión de los recursos
biológicos y se ven afectadas de manera desproporcionada por la disminución de la
biodiversidad y los servicios de los ecosistemas. La pérdida de biodiversidad y la
degradación de los ecosistemas pueden perpetuar la desigualdad de género al
aumentar el tiempo que las mujeres y las niñas tienen para dedicar a ciertas tareas,
como la recolección de recursos valiosos como combustible, alimentos y agua, y al
reducir el tiempo dedicado a la educación y la generación de ingresos. actividad
Garantizar la igualdad de derechos a la tierra, el patrimonio y los recursos naturales
es una medida importante para que las mujeres promuevan prácticas agrícolas y de
gestión rural sostenibles, especialmente cuando en muchos casos las mujeres tienen
que asumir responsabilidades en la agricultura debido a la emigración de los
hombres. Los derechos de propiedad seguros pueden empoderar a las mujeres y
alentarlas a participar en los esfuerzos de conservación. A través de la propiedad de
la tierra, las mujeres obtienen acceso a servicios de apoyo que pueden mejorar su
capacidad para gestionar la tierra de manera sostenible que contribuya a la
conservación de la biodiversidad.

• Para 2030, aumentar significativamente el uso eficiente de los recursos
hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad del consumo y
suministro de agua dulce para resolver la escasez de agua y reducir
significativamente la cantidad de personas que sufren escasez de agua
• Mejorar la calidad del agua para 2030 reduciendo la contaminación,
eliminando la sumersión y minimizar las emisiones de productos químicos y
sustancias peligrosas, reducir a la mitad la proporción de aguas residuales sin
tratar y aumentar drásticamente el reciclaje y la reutilización segura en todo el
mundo

Los ecosistemas saludables mantienen el suministro y la calidad del agua y protegen contra
los peligros y desastres relacionados con el agua. Por ejemplo, los humedales juegan un
papel importante en el almacenamiento de aguas superficiales, subterráneas y
subterráneas, además de mantener los caudales de los ríos durante los períodos secos y
reducir el riesgo de inundaciones durante los períodos lluviosos. También ayudan a
almacenar, procesar y diluir desechos y otros contaminantes, ayudando a mantener la
calidad del agua. Los prados, bosques y otras formas de vegetación, por otro lado, son una
fuente importante de conservación de agua en las regiones montañosas. Proporcionan una
superficie de suelo que ayuda a reducir la escorrentía, protege contra la erosión, equilibra
los picos y valles estacionales en el flujo de agua y minimiza las cargas de sedimentos y
sedimentos río abajo. La aplicación de enfoques ecosistémicos a la agricultura reduce la
pérdida de nutrientes de las aguas superficiales y subterráneas y los efectos contaminantes
resultantes de la eutrofización, la proliferación de algas, las mareas rojas y la muerte de
peces, y la contaminación de las fuentes de agua potable. Estos enfoques también
promueven prácticas que son eficientes en el uso del agua, aumentan la capacidad de
retención de agua subterránea y valoran los cultivos adaptados localmente y menos
intensivos en agua.

• Para 2030 garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles,
fiables y modernos
• Para 2030, aumentar considerablemente la proporción de energía renovable
en el conjunto de fuentes energéticas
• De aquí a 2030, duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética

Tres mil millones de personas en el mundo dependen de la madera, el carbón, el carbón
vegetal, los desechos animales u otros recursos biológicos para cocinar o calentarse. La
bioenergía producida a partir de biomasa renovable (p. ej., subproductos forestales y
residuos agrícolas) y otras formas de energía renovable basadas en ecosistemas, como los
sistemas hidroeléctricos, pueden ofrecer importantes oportunidades para un suministro de
energía más limpio y asequible. Al optimizar el uso de recursos naturales, locales y
renovables, los enfoques basados en ecosistemas para la producción de alimentos reducen
la dependencia de los combustibles fósiles y los combustibles sintéticos externos.

Mejorar progresivamente la producción y el consumo eficientes de los recursos
globales hasta 2030 y esforzarse por desvincular el crecimiento económico de la
degradación ambiental de conformidad con el marco de los programas de 10
años para el consumo y la producción sostenibles, a partir de los países
desarrollados.
Hasta 2030 e implementar políticas para promover el turismo sostenible que
genera empleo y promueve la cultura y los productos locales

La biodiversidad apoya la provisión de los servicios ecosistémicos necesarios para la actividad
económica. Muchos sectores económicos nacionales y mundiales, como la agricultura, la
silvicultura, la pesca, la energía, el turismo, el transporte y el comercio, se basan en ecosistemas
marinos y terrestres. Al mejorar las funciones y los servicios de los ecosistemas, la conservación y
restauración de la biodiversidad puede conducir a una mayor productividad y un uso más eficiente
de los recursos. Casi todos los servicios de suministro y algunos servicios de regulación contribuyen
a la economía y, por lo tanto, contribuyen a la creación de valor agregado para la producción y el
consumo. Estimaciones recientes muestran que los servicios ecosistémicos producidos por la
gestión de los recursos naturales (suelo, agua, minerales, bosques, vida silvestre) representan la
mayoría de los activos en casi todos los países subsaharianos. Por ejemplo, el capital natural
representó el 1% de la riqueza total en los países pobres en 1995 y el 30% en 2005. La diversidad
biológica también ofrece oportunidades para el desarrollo comercial. Por ejemplo, el turismo
representa alrededor del 10 por ciento del PIB mundial y crea 1 de cada 11 puestos de trabajo en
todo el mundo. Los destinos turísticos importantes están estrechamente relacionados con la
biodiversidad y los paisajes naturales, como las áreas protegidas, las montañas y las playas, la vida
silvestre y las culturas indígenas, y el ecoturismo y el agroturismo. El ecoturismo es uno de los
sectores de más rápido crecimiento que puede ser un factor clave en el desarrollo de los países
menos adelantados y los pequeños países insulares en desarrollo.

Para apoyar el desarrollo económico y el bienestar humano, se debe desarrollar
una infraestructura confiable, resiliente, sostenible y de alta calidad, incluida la
infraestructura regional y transfronteriza, con énfasis en el acceso asequible y
equitativo para todos.
Para 2030, modernizar la infraestructura sostenible mediante el uso más
eficiente de los recursos y fomentando la adopción de tecnologías y procesos
industriales limpios y respetuosos con el medio ambiente y haciendo que todos
los países trabajen dentro de sus posibilidades.

La diversidad biológica y los ecosistemas saludables pueden brindar
infraestructura natural confiable y eficaz en función de los costos. Por
ejemplo, los arrecifes de coral y los manglares protegen a las costas contra las
inundaciones, que según las previsiones aumentarán con el cambio climático.
La vegetación y los cinturones verdes urbanos pueden absorber escorrentías
de aguas superficiales y apoyar la resiliencia ante las tormentas y la erosión.
Esta infraestructura natural, que también se conoce como infraestructura
verde, ofrece múltiples beneficios comparada con la infraestructura gris
unifuncional, y suele ser más eficaz que esta en cuanto a costo, vida útil y
efectividad.

• Para 2030, lograr progresivamente y mantener el crecimiento de los
ingresos del 40% más pobre de la población a una tasa superior a la
media nacional
• Para 2030, potenciar y promover la inclusión social, económica y
política de todas las personas, independientemente de su edad,
sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica
u otra condición

Una mayor desigualdad de ingresos dentro de un país puede correlacionarse
con una mayor pérdida de biodiversidad, aunque se necesita más
investigación para establecer la causalidad. Ciertos aspectos sociopolíticos de
la desigualdad, como el género y el origen étnico, también están
inextricablemente vinculados a la conservación y el uso sostenible de la
biodiversidad. Esto se debe a que los pueblos indígenas, las comunidades
locales y las mujeres son importantes custodios de la biodiversidad y los
conocimientos tradicionales asociados, aunque a menudo se encuentran
marginados y en desventaja. El reconocimiento del derecho a la gestión
sostenible de los recursos naturales, el fortalecimiento de los valores de la
diversidad biológica y la información relacionada, y la creación de condiciones
que promuevan la distribución equitativa de los beneficios brindan una
oportunidad para mitigar la desigualdad socioeconómica y política entre los
grupos sociales.

• Para 2030, ampliar la urbanización inclusiva y sostenible y la capacidad para la
planificación y gestión de asentamientos inclusivos, integrados y sostenibles
en todos los países y otra gestión de desechos Garantizar áreas verdes y
espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles para todos para 2030,
especialmente para mujeres y niños, ancianos y discapacitados.

Se prevé que la población urbana mundial alcance los 5.000 millones de personas para 2030, y más
del 60 % de la tierra que se prevé que se urbanizará para 2030 aún no se ha urbanizado. Los
ecosistemas y la diversidad biológica sustentan las actividades diarias de las ciudades y los
asentamientos al proporcionar las condiciones y los servicios básicos que permiten la producción, el
consumo y la vida humana, y sustentan y protegen estas actividades. Los ecosistemas saludables
pueden proporcionar protección y resiliencia frente a desastres y fenómenos meteorológicos
extremos. La planificación urbana que tiene en cuenta la biodiversidad no solo favorece la
biodiversidad, sino que también contribuye a la creación de un lugar más sostenible para vivir. Por
ejemplo, la ubicación estratégica de árboles en áreas urbanas puede reducir la temperatura del aire
entre 2 °C y 8 °C. Una buena disposición de los árboles alrededor de los edificios también puede
reducir la necesidad de aire acondicionado en un 30 % y ahorrar entre un 20 % y un 50 % de la
energía utilizada para la calefacción. Muchos de los sitios del patrimonio natural del mundo son
áreas de diversidad biológica y, por lo tanto, la conservación de la biodiversidad apoya la
conservación de estos importantes lugares. La aplicación de soluciones basadas en la naturaleza a
los problemas de bienestar urbano, como la adaptación al cambio climático (EbA) y la reducción del
riesgo de desastres (Eco-DRR), permite un asentamiento seguro.

•Para 2030, lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de
los recursos naturales
•Para 2030, asegurar que las personas de todo el mundo
tengan la información y los conocimientos pertinentes para el
desarrollo sostenible y los estilos de vida en armonía con la
naturaleza

El consumo y la producción de todos los bienes y servicios requiere la
transformación de muchos recursos naturales, lo que a su vez afecta la
biodiversidad. Los patrones actuales de consumo y producción no sostenibles
pueden socavar la capacidad de los ecosistemas para brindar servicios a las
industrias y comunidades que dependen de ellos. La adopción de recursos
más limpios y eficientes que minimicen las huellas materiales, los desechos y
la contaminación pueden crear oportunidades económicas y mejorar la
calidad de vida tanto de los consumidores como de los productores, al mismo
tiempo que respaldan la biodiversidad. A medida que más y más países y
poblaciones adoptan los hábitos de consumo de las sociedades con
economías desarrolladas, se necesita la participación activa del público para
cambiar los hábitos de consumo. Crear conciencia y obtener información
sobre las diversas dimensiones del desarrollo sostenible, incluidos la
biodiversidad y los ecosistemas, es un requisito previo para cambiar las
opciones de consumo y los estilos de vida.

•Fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptarse a los
riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales en
todos los países.
•Se incorporar medidas relativas al cambio climático en las
políticas, estrategias y planes locales.

Según la Evaluación de Ecosistemas del Milenio, es probable que el cambio climático se convierta
en una de las causas directas más importantes de la pérdida de biodiversidad para fines de este
siglo. El calentamiento global actual ya está afectando especies y ecosistemas en todo el mundo,
especialmente los ecosistemas más vulnerables como los arrecifes de coral, las montañas y los
ecosistemas polares. También afecta los servicios de los ecosistemas de los que dependen las
personas para su sustento, como las lluvias y la fertilidad del suelo, que son cruciales para la
producción agrícola. La creciente propagación de enfermedades transmitidas por vectores afecta a
la salud humana, animal y vegetal. Los esfuerzos para proteger y restaurar los hábitats no solo
benefician a la biodiversidad, sino que también brindan medios probados y rentables para mitigar y
adaptarse al cambio climático. Los ecosistemas como los bosques, los pastos, las tierras de cultivo,
los pantanos y los humedales son reservorios de carbono de importancia mundial. Su conservación,
restauración y uso sostenible se incluyen en muchas acciones planificadas decididas a nivel nacional
y, por tanto, es un factor decisivo en el cumplimiento del Acuerdo de París adoptado en el marco de
la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. mitigar los cambios
peligrosos en la temperatura atmosférica y el sistema climático de la Tierra. La biodiversidad y los
ecosistemas saludables también son recursos importantes que aumentan la sostenibilidad y
reducen los riesgos y daños asociados con los efectos negativos del cambio climático. Pueden
actuar como amortiguadores naturales contra fenómenos meteorológicos y climáticos extremos,
como precipitaciones variables, sequías, tormentas y otros desastres. Los sistemas versátiles e
integrados ofrecen más oportunidades para adaptarse a un clima cambiante. Los sistemas de
producción basados en ecosistemas reducen la dependencia de los insumos de producción
sintéticos y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas.

Para 2025, prevenir y reducir significativamente todos los tipos de
contaminación marina, especialmente la contaminación resultante de
actividades realizadas en tierra, incluida la contaminación por nutrientes y
basura marina.
Minimizar y abordar los efectos de la acidificación de los océanos, incluso
mediante una mayor cooperación científica a todos los niveles.
Aumentar para 2030 los beneficios económicos de los pequeños países
insulares en desarrollo y los países menos adelantados a partir del uso
sostenible de los recursos marinos, incluida la gestión sostenible de la pesca, la
acuicultura y el turismo.

La conservación y el uso sostenible de la biodiversidad de los ecosistemas
marinos y costeros es un aspecto clave de la sostenibilidad. La biodiversidad
sustenta todas las actividades pesqueras y acuícolas y el uso de otras especies
para alimentos y medicinas. Debido a que la acuicultura hasta ahora se ha
limitado a unas pocas especies, los peces silvestres siguen desempeñando un
papel importante en las poblaciones acuícolas. La conservación y el uso
sostenible de la biodiversidad marina y costera, incluido el uso de áreas
marinas protegidas, es esencial para garantizar que los océanos, los mares y
los recursos marinos del mundo sean vitales para las generaciones presentes y
futuras. Las actividades importantes son una gestión más eficaz de la pesca
alimentaria y la protección del medio ambiente marino contra la
contaminación, incluido el cultivo marino y las actividades destructivas. La
gestión eficaz de los ecosistemas terrestres, especialmente los
agroecosistemas, también es crucial para minimizar el daño a los sistemas
marinos y los impactos negativos en el medio ambiente marino y sus recursos
naturales.

Para 2030, luchar contra la desertificación, restaurar la tierra y el suelo
degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las
inundaciones, y luchar por un mundo neutral en la degradación de la tierra.
Para 2030, garantizar la conservación de los ecosistemas de montaña, incluida
su biodiversidad, para aumentar su capacidad de proporcionar beneficios
importantes para el desarrollo sostenible.
Promueve la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de la
utilización de los recursos genéticos y promueve la adecuada disponibilidad de
estos recursos de manera acordada internacionalmente.

La conservación, restauración y uso sostenible de los ecosistemas terrestres y de agua
dulce continentales es esencial para lograr el desarrollo sostenible y el 15º Objetivo de
Desarrollo Sostenible. El objetivo 15.9 de esta meta incluye un llamado a integrar los
valores de los ecosistemas y la biodiversidad en los planes de desarrollo, las estrategias de
reducción de la pobreza y la contabilidad nacional y local. Otros objetivos enfatizan la
importancia de ecosistemas específicos, incluidos los ecosistemas de agua dulce, los
bosques, los desiertos y las tierras degradadas, y los ecosistemas de montaña. Los bosques
cubren aproximadamente el 30 % de la tierra del planeta, contienen el 80 % de la biomasa
terrestre y proporcionan hábitat a más de la mitad de las especies de plantas y animales
terrestres conocidas en el mundo. Aunque la pérdida neta anual de bosques ha disminuido
en las últimas décadas, sigue siendo preocupante porque las pérdidas ocurren en áreas
ecológicamente particularmente valiosas. Aunque las áreas protegidas han aumentado
significativamente en el último siglo, muchas áreas clave de biodiversidad no cuentan con
suficientes áreas protegidas. Hay más de mil millones de hectáreas de bosques perdidos y
dañados en el mundo que podrían restaurarse. Esta es una escala enorme que puede
enriquecer potencialmente la biodiversidad y mejorar las funciones de los ecosistemas. El
ODS 15 también se aplica a la biodiversidad acuática continental, los ecosistemas de apoyo
y los servicios de los ecosistemas, como los flujos de agua y la calidad del agua, que son
importantes para muchas especies, especialmente los organismos acuáticos y las etapas
migratorias de la vida.

Para 2030, se deben reducir significativamente los flujos de
dinero y de armas ilícitos, se debe fortalecer la recuperación y
restitución de activos robados y se deben combatir todas las
formas de delincuencia organizada.
Vela por que se tomen decisiones inclusivas, participativas y
representativas en todos los niveles que satisfagan las
necesidades.

Los delitos ambientales como el tráfico de vida silvestre, la pesca ilegal y el comercio ilegal de
madera socavan el desarrollo sostenible y amenazan la seguridad mundial al beneficiar al crimen
organizado y a los grupos armados no estatales. Los delincuentes roban entre 91.000 y 258.000
millones de dólares de recursos naturales cada año, privando a los países de ingresos y
oportunidades de desarrollo. Los conflictos por los recursos naturales, la degradación ambiental y la
contaminación también pueden ser un factor generador de inseguridad social y violencia, que
tienden a afectar de manera desproporcionada a las poblaciones vulnerables. Fortalecer el papel
del derecho y la justicia en la gestión de la biodiversidad, los recursos naturales y los ecosistemas
puede promover el proceso fundamental de construcción de una sociedad inclusiva basada en la
justicia y la toma de decisiones democrática.

Obtenga más fondos para los países en desarrollo de múltiples fuentes. Mejorar
la coherencia de la política de sostenibilidad.
Promover el desarrollo de tecnologías amigables con el medio ambiente y su
transferencia, difusión y distribución a los países en desarrollo en términos
preferenciales, incluidos los términos preferenciales y preferenciales, de
conformidad con el acuerdo de mutuo acuerdo.
Aumentar el apoyo internacional para actividades de construcción efectivas y
específicas en los países en desarrollo para apoyar los programas nacionales de
implementación de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluida la
cooperación Norte-Sur, Sur-Sur y triangular.

El CDB y su Plan Estratégico para la Biodiversidad 2011-2020 brindan un marco global para
la colaboración en ciencia, tecnología e innovación en la conservación y el uso sostenible
de la biodiversidad. La estrategia de movilización de recursos de la convención tiene como
objetivo aumentar el apoyo financiero para la implementación del plan estratégico. Las
partes del acuerdo deben trabajar juntas para difundir conocimientos y tecnologías sobre
gestión ambiental, profundizar la cooperación Sur-Sur y fortalecer la capacidad nacional y
local en política y ciencia. Tales habilidades y conocimientos son indispensables para la
implementación y el seguimiento de la Estrategia para el Desarrollo Sostenible 2030. A
nivel nacional, las Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad (EPANB)
han sido aceptados como instrumentos políticos para la implementación del plan
estratégico para la biodiversidad y ya son un canal abierto para la implementación nacional
de los objetivos de desarrollo sostenible. Los esfuerzos para integrar la biodiversidad y los
ecosistemas en las políticas de desarrollo nacionales, regionales y sectoriales a través de las
EPANB y la contribución de las EPANB a la implementación de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible ayudarán a aumentar la coherencia de las políticas. La implementación de los
instrumentos del PNUMA y la FAO y las alianzas mundiales que promueven la gestión
sostenible de la biodiversidad y los recursos naturales contribuyen al logro del ODS 17.
Muchas organizaciones de las Naciones Unidas apoyan a los países en la recopilación de
datos y el seguimiento de los indicadores de los ODS.

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