¡Descubre el Poder del Masaje Holístico en nuestra Primera Sesión del Seminar...
Lejos de-todo.
1. Instintos en
un mundo
Ella se movió, por primera vez percibía..
Encontrándose arriba de una colina redonda, céntrica y despoblada en la que
alrededor yacía una ciudad entera de relieve montañezco, y ésta justamente una
cima fantástica de vista y perspectiva mágica.
Una bella expresión de las mujeres, Nanda era su nombre, ahora debía empezar
de nuevo.
Al apreciar el sentir ella tenía confusión, entre su nuevo palpar aparecía cierta
noción de una mezcolanza de algo tan exótico, en el hecho de observar y tener
al mismo tiempo la capacidad de ver más allá de lo que estaba impuesto.
Comenzó a descender casi al ritmo de sus análisis tan profundos y sin esfuerzos.
Al bajar por los pisos de césped y de árboles sutilmente florecidos, tocaba sus
manos y las veía de vez en cuando aún explorando el tacto.
2. Observaba el horizonte y sentía el viento rozar sus heladas mejillas, mientras
sonreía: en sus mejillas se dibujaban dos hoyitos, que la hacían resplandecer ante
el pronto crepúsculo que buscaba tomar lugar en la localidad de Morfis.
Dándose paso entre las habitadas colinas que daban a una ancha calle principal
de negra brea, se imaginaba fantasías de diversión con seres similares a ella.
-Hola, fue la primera palabra que captó.
Sonrió tan sólo, frente a ella se hallaba una chica atractiva de mirada penetrante
y ojos azulosos con un toque de morado.
-Hola—respondió.
-¿qué te trae x mi barrio?
- No sé tanto...(Sonreía ásperamente). Desperté en aquella cima. ¡Sabiendo lo
que veo y menos quien soy!
-Tan dulce es tú mirar, que te invito a mi lugar favorito para charlar. ¡Por cierto
soy Svena!
-¿Dulce¿, eso es bueno supongo. Soy yo! dijo Nanda (y estrecharon sus manos),
luego soltó una carcajada que ambas compartieron.
Caminaron pocas cuadras por grisáceas veredas siguiendo y también evitando las
líneas como un acto juguetón.
-Hola Má! Ella es Roberta una amiga.
-Un gusto señora, dijo al mismo instante que tendió su mano amablemente y
dándole un beso raudamente en el cachete, casi como una ráfaga.
La casa por fuera se veía genial y nada pequeña, sus colores eran el naranja y rosa
por doquier. Al entrar Nanda se sintió acogida por colores de todo tipo, fríos y
cálidos. Sonaba un delicioso jazz que hacía mover toda la nuca.
Svena sólo tenía hermanos por parte de Didier, su padre, quien se encontraba de
viaje, así que normalmente la residencia se encontraba en soledad. Gisella la
3. madre de sus hermanos, es decir, la progenitora de la chica de ojos azules, de
ojos tirando a un raro, pero apreciable morado.
Claro está que las voces y ruidos en aquella casa no era de soledad, corrían
disparatados una pareja de niños mellizos, Paula y Justin, primos de Svena que
viven a una cuántas casas, ¡Qué energía poseían!
-Antes de mostrarte mi sitio favorito, voy por la medicina a mi habitación.
-¡Hey! Roberta hmm jajaja, eres buena inventando nombres, claro, te sigo.
-Al ingresar, Roberta se notaba impresionada, es un cuarto en la esquina
posterior de la segunda planta, con dos gigantescos ventanales, los cuales se iban
rozando y tomando una multiforma que al fin era una sola, se disipaban entre
líneas de dibujos de lápices y pinceles y materia incrustada en la pared, a la
medida de lo más recóndito de la imaginación, como árboles, mariposas,
duendes, hadas, burbujas espaciales, animales únicos y extraños.
-Roberta! Dijo Nanda.(Sabía que ese no era su nombre. Duda al mismo tiempo
que s ele hacía jocosa la situación.
-¡Qué esperabas! Dijo Svena riendo, fué lo primero que s eme ocurrió.
-No hay bronca. Qué es aquel objeto tubular¿ preguntó.
-Oh aquel! Un bong…ya tendrás oportunidad de ver para qué es.
-Y qué buscas ahora¿
-Cannabis! La usamos en casa desde que papá superó un cáncer de testículo.
-jaja, pues su olor es tentador y realmente dulce…y pegajosa.
-Así es! Me la obsequió un amigo venezolano se llama “orgasmo intergaláctico”
o Haktif.
-Qué rara es la vida! Y cómo uso ésta medicina…
-Para eso es el bong, ya estarás en una buena onda.
4. Sígueme, estamos “on” para mi sitio favorito.
Bajaron las escaleras, y por la parte de atrás; salieron a un parque-jardín lleno de
plantas de tonos naranjas y amarillos con rosado y purpúreos, sus columpios de
llanta, había tres muy rojizos, nacían allí mismo dos inmensos y exagerados
árboles selváticos, muy pocos yacían en esos sectores degollados con sierra de
enfermos humanos, tan comunes estos que era una prolongación de
desconexión.
Se oyeron gritos y Svena le indicó que era Pink Floyd una banda que según ella
motivaba sus instintos.
Preside Roberta después de un bello éxtasis visual y profunda respiración.
Viró la manija de aquella rústica pero natural construcción, como sacado de una
deliciosa mente ecológica y espontánea, que se montaba a la falda de un árbol
inmenso y cobijado por extensas hojas redondeadas que al mirar desde bajo y
entre ellas, la poca luz desde lo más alto, seproduce un efecto alucinante, sombra
de sonidos terciopelo que desatan armonía y todo ocurre alrededor de la
resistente casita.
-Adelante- dice Svena- disfruta.
Por dentro todo era de colores de neón, que se iban disipando al oír el ruido, era
el reggae favorito de Svena que ponía una vibra agusta.
Fluidez y paz denotan en el sentir de Roberta.
-Bello lugar éste…Me quedaría a dormir aquí –dijo Roberta mientras reía. Pues
algo me hace pensar en el futuro, y realmente nosé de nada, ni siquiera te podría
hablar de mí mismo.
-Algo me hizo creer en ti, entonces perdiste tú memoria ¿
-Pues eso creo, es una sensación tan rebuscada, aunque me duele algo la cabeza,
mas es extraña porque razono sin desearlo y sé algunas palabras extravagantes,
5. veo tantos libros que siento que la literatura movía mis sentidos, y esa mini combi
de por allí me hace apreciar tanto, como si penetro en un viaje apasionado de
amor y aventuras con disfrute épico. De paso tú me haces sentir en mi goce, sé
que eres única Svena.
- Pienso igual, maravilloso el destino junto a tú mirada-decía mientras le
entregaba una fosforera verde fosforescente junto con aquel bong turquesa con
azul, llena de la olorosa weed.
-Sólo enciendes aquí y succionas el humo.
Tosió muy fuerte a la segunda halada. Ambas se carcajearon.
-Es mi turno murmuró Svena… Hacía bolitas de humo, también en forma de
cascada mientras exhalaba. Así estuvieron escasos minutos.
- Es de efecto aligerador este kaktif, reía Roberta, ¿cómo se llama cuándo se está
bajo los efectos de éste peculiar musgo¿
-ja j aja, pues le dicen “grifo”.
-Pues estoy grifota!, en ese instante ambas se sentían sin ego, penetrando a las
arenas de la perspectiva. Estallaron sus risas al ritmo de la sinfónica psicótica que
destellaba en la habitación ecológica. Svena se acomodó en un poof mientras que
Roberta fué directo a la descomunal hamaca naranja, con cuadritos rojos por
todos sus telas que se hallaba justo al lado del poof marrón.
-Parece que en el ojo se puede ver todas las esencias, una suculenta ventana a
un todo, al parecer lo que refleja pocos lo ven, murmuró Roberta.
Se hizo presente el gozo.
-Es un mundo tan constante –respondió Svena-.
-En realidad impacta, dijo con un ligero tono que ejecutaba Roberta, y ocurre
tanto en tan poco.
Ambas sonrieron al instante en que Roberta se fijó en una magnífica pintura en
marco de madera con forma de un óvalo que seanchaba justo al medio de ambos
6. lado y se interponían otros óvalos más ésta vez impuesto de manera horizontal y
más diminutos comparándolo con el principal, yacía de misterio sobresaliente
ligeros triángulos y cuadros que de la nada se encontraban con líneas de todas
formas y de colores similares al fuego, es una bella distorsión con toques de
alegría inesperada, luego Roberta le preguntó por aquello.
-¿Qué ves allí¿ le interrogó a Svena con un tono de gracia.
-Posee mucho humor positivo y psicodelia, detalles de riqueza abstracta. Sonrió.
-Creo en éste instante, pronunció Roberta, ¡podemos sentirnos en el momento
que sea tal y como queremos!
Rayos de sol penetraban en la chocita clandestina y ecológica, éste sitio se
convertiría en un antojo para los degustadores de la elocuencia natural.
-Pegamos onda! Dice Svena a la orilla de la cama mirando al techo.
-Ya lo creo! Conexión demasiado elevada.
- qué piensas de la hierba¿
-Sonrió al responder, meditación extrema para todo el mundo. Dijo Roberta en
tono sencillo. Sentirnos un ser racional pero místico y salvaje de vez en cuando.
- que harás ahora con tu vida ¿
- Rima lo que te diré.
Me dedicaré al arte y al viaje, sintiendo el viento y escuchando reggae. De pronto
hizo una mueca de una demente.
-Te podré acompañar en aquel viaje de inesperadas aventuras¿ He estado
esperando para esto.
-Supongo que me será un gusto enorme.
“Nunca se llega tan lejos, como cuando no se sabe hacia dónde se va.”
-A dónde vamos¿ ya sé sólo improvisemos -afirma Svena- no crees¿
7. - Sí, te tomo lo dicho! Vamos por momentos, selvas y mares. ¡Qué el viento nos
guíe! Será el amor nuestro mapa.
-Sabes hacer algo para sobrevivir¿
-Es raro, pero sé que sé malabares y de pintura.
-Estupendo, te mostraré el tejido y tú me entretienes con lo que haremos ante el
mundo. ¡Está dicho entonces Roberta! Emprenderemos un viaje de locura para
abrirnos a la novedad del máximo sentir.
Al rato como ya era algo tarde la mamá de Svena entró con una suculenta cena,
junto con té negro. Era carne de tiburón con una ensalada rusa y lentejas rojas. Y
de postre chucula, colada de plátano supermaduro. Luego de tanta charla
incontrolable, es decir era una verborrea tenían el desestrés a su alcance, tan sólo
compartiendo dulces y psicóticas ideas. Decidieron pernotar allí mismo con los
vientos de medianoche zumbando en su techo y oídos que atentos estaban a
sonidos bichos e insectos desconocidos afuera ante una perpetra oscuridad.
Antes ya estaban en un trance al ritmo de sus latidos, era el bongó que percutía
Roberta y el mismo que se hallaba bajo una mesita de matiz de un verde oscuro
que se disipaba ante la luz nocturna y artificial del foco de iris blanquecino.
Era como cocaína a su sentir porque se sumaba un espectáculo de luna llena y
era irresistible ante la frescura de la imperceptible llovizna cristalina de la serena
noche sumirse ante el esplendor de los astros, justamente tiradas con la piernas
levantadas en un árbol de tamaño medio mas de hojas con huecos a causa de las
hormigas.
-Qué el ritmo seamos nosotras, qué este sea nuestra búsqueda. Decía Svena sus
ideas del emocionante viaje en que poco caerán como al abismo o ascenderán a
los éxtasis de energías.
-Magnífico, que el ritmo quiera poseer nuestra vibración.
8. Parecía que después de varias rondas de tacitas de café molido, no se daba por
culminada la madrugada inquieta ante el divagar de palabras entre éstas tersas
y sexys chicas.
A la mañana siguiente ya habían quedado antes en una idea éste dúo es una
mañana con neblina de nivel medio pero distorsionándose ferozmente hacia los
lados, porque un gigante sol con reflejos tirando a un naranja y éste resplandor
de energía, hacía que se marchasen en bombas de gas nubístico, pero entonces
su belleza favorece al asunto que la casa poseía una vista que hace incesante
provocación en uno de que extienda los brazos en su terraza y respire tan hondo
para estallar los pulmones, porque ante un ser, lo dejaba mostrarse diminuto
ante la grandeza de ésta magia, la casa está situada en la cima de otra colina
céntrica, aparte como para enamorarse, visión 360 . También su acuerdo es
preparar el desayuno para Mrs. Gisella
-Toma aquí está. Svena le prestó un ipad y parecía que aquellos endemoniados
auriculares le hacía torser la quijada, con el estrépito del movimiento del bailar
improvisado, pero así era el disfrute de Roberta como hacer algo la vez primera
por mucho estaba muy elevada por un tierno infinito de un tipo de inocencia.
Svena le pasó los limones, se hallaron después de salir del refri éstos con un
exquisito verde fosforescente con tono imponente y fué cuando Roberta apreció
esta escena y se dijo y entendió por primera vez que toda la intensidad del
cosmos, se medía en dulces momentos alegremente indefinido tirando a inmortal
en un trance que con perspectiva se transforma cotidiano.
Sería una limonada licuada con un apenas perceptible agregado en cuanto a
cantidad de colada de almendras y naranja silvestre y como la cereza del pastel
sería para este mañanero jugo el adorno de una rebanada de limón y un toque
de fresa incrustado en el vaso con forma una chica de hombros varoniles con
piernas de raquítica.
Ambas poseían una inmensa dicha aquella mañana como si fuesed un poeta loco
el dueño de esa circunstancia que deja una espiritualidad notable que sería genial
para ojos nuevos a esta distancia de esa percusión .
9. El líquido fue solo el acopañamiento a un ceviche de concha con camaron,
patacones, aparte longaniza y una salsa sesalami conqueso licuado con toque de
especias olorosas, un sabor que incitaría a tragar con humor y como cerdo a los
críticos de la culinaria. Y fue el postre una partidora a las mentes de las papilas,
helado de durazno en un platito redondo de vidrio el cual alrededor poseía uvas
en forma de cuadro, melón, banano y kiwi y por encima rocío de chocolate
derretido tibio.
Entraron a la habitación de Gisella con su combinado banquete y celebraron
deleitándose este cumpleaños de la madre se Svena, quién afectivamente
agradeció con un abrazo de sensación a espiral porque dejaba una huella de amor
que se anchaba.
-Ma ¡ en tú día te diré que ha llegado un día importante para mí por mi decisión
de mochilear en tierras diversas con mi amiga Roberta. Tengo unos ahorros y
venderé arte o lo trataré o menos. No necesito más . Te miento y hacer música.
-Entiendo, Si es así, estilo diversión. jaja como una travesía muy pura, siempre
quise un viaje de esos que penetran tus poros convirtiéndole en galerías de
disfrute, deseo que toques el piano como un regalo para mí, nunca mostraste
interés en él más que en ocasiones, y me harás feliz porque soy pianista, que me
regales una nota que salga de los instintos de mi hija y de tú agradable e inusual
amiga.
-Gracias señora Gisella. Es fácilmente amable.
-Tranquilas, ante esto sólo les deseo suerte.
-Partimos mañana, me harás full falta oye. Y todas se unieron en un abrazo como
sello de nuevos caminos.
-Le dices a papá en una semana cuando vuelva de su visita a la abuela Olivia,
quiero sorprenderlo.
Esa misma tarde de invierno éste nueva mescolanza de amplia visión intelectual
por parte de éste dúo recorrió el centro del comercio en la ciudad de Morfis.
Hallaron impermeables y mochilas de muchos bolsillos y Svena le hizo probar
10. prendas de toda textura a Roberta y hallaron unos sombreros para el sol
enrojecedor de alguna encantadora playa. Y un parlantito móvil de buen sonido.
Un par de mínimas cosas y se sintieron a gusto, con la máxima simpleza en que
deseaban emprender y que iban a triunfar practicando el adelgazador
nomadismo.
Ya tenían la música de las olas por las noches haciendo el ritmo transparente del
frío disperso por fuertes vientos aromáticos a sal oceánica y también hacía eco
en sus oídos desde ya la música electrónica de las fiestas playeras con su fricción
que se da en forma de risa y distorsión para tu cerebro por medio, en ocasiones
con sonidos paniquiantes para nuestra psicosis oculta que hará bailar a cualquiera
al son de un toque de elocuencia en la danza con cabeceo de divina locura sagaz.
Esa misma noche sus mentes relativamente jóvenes despegaron en un pulso de
tranquilidad. Lo dejaron todo listo éste última día en que también hay
oportunidad para darle una ojeada a la bella vista de la villa de energía de color
fríos y cálidos, empacaron variables objetos desde todos los hilos y lanas de la
casa hasta unos cogollos de Haktif. Se durmieron por el agotamiento, mañancia
saldrán a flote.
Amaneció temprano en Morfis, el movimiento de las volquetas que pasaban
dándose paso a una cercana construcción hizó tintiliar los tínpanos y las vistas en
la habitación de las chicas sumado el sol saliente que de forma celestial y que
traspasaba la ventana y daba directo a los ojos, las mismas partículas de luz en la
que se refleja millones fragmentos de polvo, basuritas y diminutas limaduras del
roce del accionar cotidiano que a simple vista se observa como cantidad
indefinida, compactos y fuertes rayos solares que dan directo a los ojos despertó
a este dúo que sonrió al ver nuevamente la espléndida luz que agigantaba sus
pupilas.
Se despidieron con ansiedad ya cargando su equipaje de sobrevivencia y buena
música para acompañar. A Svena le tomó tiempo en asimilar el tiempo que no va
a estar con ´candy´ suahora gigante tortuga que rescató hace muchas lunas llenas
atrás y bastante singular porque sus movimientos son lentos sí, pero bastante
11. normal para poseer tres patas. Y por último a esos inquietos y estresantes
mellizos que causan alegrías oportunas.
Menearon por última vez susmanos a una considerable distancia replicándole los
gestos que Gisella aún hacía. Amaneceres así llenan de espíritu el corazón.
En la tarde se hallan en la rivera de un pacífico ambiente de río con arenas blancas
bordeándolo. Sintiéndose atadas a nada y amando el momento justo en que
danzan las vocecillas sinfónicas de aves pasajeras.
La verdad en instantes como éste, es siempre la naturaleza. Siguieron su ruta que
siempre hasta ahora las acoge, y al instante están haciendo dedo en la autopista,
casi de inmediato una camioneta azul de una cabina se paró de pronto haciendo
señas de que subieran, ellas no prestaron ni atención de a dónde iba el señor de
bigote canoso y una adolescente de unos 16 años . Pero el hecho de avanzar no
tiene precio ni comparación, es como la lluvia para esa especie de rana de méxico
que vive en trance y cuando llega la lluvia es su paraíso y sale de su agujero en el
lodo para comer lo que pueda hasta que se ceque su entorno en el desierto aquel,
su cara en especial sus ojos son muy perezosos. Eso es avanzar, escuchar
campanas y de todo atrás pero la empatía por tu sendero te hace sonreír yendo
hacia adelante.
-Pensar más en el alma desconfigura el miedo Dijo Roberta sonriendo a Svena
justo cuando el viento discurre y sopla sus castaños cabellos ondulados y y sus
ojos se achinaron de emoción se le dibujan dos hoyitos en sus mejillas.
-Ya lo creo, bien dicho. Aquí tengo aguardiente de mi tierra esbelta, para
desconfigurarnos el mate.
-hermosa realidad con vos, Svena condenada, le dijo Roberta.
Ahora el tiempo no era más que el cambio de colores en el horizonte y los cálidos
vientos que recibían a la velocidad misma del auto, un refresco para el interno
calor que provoca el aguardiente que tomaba parte de su realidad por medio de
sonrisas salidas de la nada. A pocos pasos se prolongaba de golpe la silueta de
una laguna de tonos turquesas que las dejó mudas antes del anochecer, en su
12. primer día la sorpresa existió como recompensa para Roberta al no tener
recuerdos. Golpearon la ventanilla del amable conductor para que se detuviese,
así lo hizo, le estrecharon las manos y también a su hija con mirada de sol,
agradecidas con el viaje Svena les obsequió un quarzo verde, recibido con
entusiasmo.
Sus mochilas pesaban algo, raro no es que en desquiciados momentos con
currincho la gravedad tome sitio en la inexistencia.
Sin cesar caminan hacia el espectáculo turquesa con profundo azul en fabulosa
distorsión.
Dirigen su atención rodean todo con su mirada y tocan con los dedos esa agua
tan montañezca y fría.
Seguían caminando a la rivera de aquella espectacular laguna, cuando se fijaron
cuán grande era y que en una parte de la orilla, por cierto bastante arenosa se
hallaba un fuego encendido, todo esto al mismo tiempo del percatamiento de un
pequeño bote madera al otro extremo desde donde ellas estaban, se alcanzaba
a divisar a tres seres. Al parecer ellos también las habían divisado porque se
acercaban aunque lento pero al ritmo de sus remos.
-Serán viajeros propuso Svena.
- ya lo creo, aquí está su carpa y cosas.
- YA sé dijo la chica de ojos azulados tirando a violeta, recibámoslos con un blond
de haktif.
-Será cool ¡¡ te ayudo. En poco estuvo terminado, justo cuando se aclaraba que
eran tres, una mujer de ojos café clarísimos, cual miel refinada y de mirada
pensativa. También dos hombres que venían riendo, quizá por la espera conocer
ante quien iban a tratar, uno era de cabellos castañosos y el otro un profundo
negro.
13. La chica de mirada silenciosa y de dispersos dreadlocks rojizos se acercó primero
que el resto al bajar del rústico botecito, y riendo como un ama libre las saludó
con un gesto mixto de manos y abrazo.
-Hola soy samanta, estamos de paso, él es Alex dijo señalando al de rostro fino y
cabellos castaños y el Rigoberto apuntando al otro de piel canela.
Todos se saludaron cordialmente.
-Soy Roberta - Y yo Nanda, un lujoso gusto.
-Así es –pronunció- Roberta, y les tenemos un obsequio para sellar nuestro
encuentro.
En aquel mismo instante, Nanda abre su mano que durante todos esos minutos
ocultaba el blond de blanco papel hecho del propio cannabis, que pronto hizo
recorrer por la mirada de todos, quienes veíanse satisfechos.
-Qué buen momento, dijo Alex de cara tan avispada como de multifacciones
veloces, casi como un tic en su ceja, que aparecía como mucho en este peculiar
de la nada.
Todos rieron, juntos se encaminaron a la pronta fogata en el arenoso terreno.
Fue justo cuando Rigoberto sin el aviso de nadie salió de la tienda y alzó hacia el
cielo una bella silueta de botella de vino y gritaba UHHH Fiestaaaa ¡
Ya en círculo alrededor de la crepitante fogata y de sonidos de aves que se
alistaban a sus pajizos nidos en rededor de la exuberante y rara vegetación que
yacía solamente de ese modo, en las cercanías de la sorprendente laguna de
tonos turquesas.
-Todo es muy tranquilo aquí jajaja –se le escapó a Samanta