Las impresoras 3D permiten crear objetos tridimensionales a partir de diseños digitales mediante la adición sucesiva de capas de material. Existen dos tipos principales: las de compactación de polvo, que compactan el polvo por capas; y las de adición, que inyectan polímeros capa a capa. Dentro de las de compactación se encuentran las de tinta, que usan tinta aglomerante, y las láser, que usan un láser para polimerizar el polvo. Las piezas resultantes pueden requerir tratamientos posteriores para
2. Una impresora 3D es una máquina capaz de
realizar "impresiones" de diseños en 3D, creando piezas
o maquetas volumétricas a partir de un diseño hecho por
ordenador. Surgen con la idea de convertir archivos de
2D en prototipos reales o 3D. Comúnmente se ha
utilizado en la matricería o la prefabricación de piezas o
componentes, en sectores como la arquitectura y
el diseño industrial. En la actualidad se está extendiendo
su uso en la fabricación de prótesis médicas, ya que la
impresión 3D permite adaptar cada pieza fabricada a las
características exactas de cada paciente.
3.
4. Los modelos comerciales son actualmente de dos tipos:
de compactación, con una masa de polvo que se
compacta por estratos.
de adición, o de inyección de polímeros, en las que
el propio material se añade por capas.
Según el método empleado para la compactación del
polvo, se pueden clasificar en:
Impresoras 3D de tinta: utilizan una tinta
aglomerante para compactar el polvo. El uso de una
tinta permite la impresión en diferentes colores.
Impresoras 3D láser: un láser transfiere energía al
polvo haciendo que se polimerice. Después se
sumerge en un líquido que hace que las zonas
polimerizadas se solidifiquen.
Una vez impresas todas las capas sólo hay que sacar
la pieza. Con ayuda de un aspirador se retira el polvo
sobrante, que se reutilizará en futuras impresiones.
5. En el caso de las impresoras de tinta, el polvo composite
utilizado puede ser a base de escayola o celulosa (el
más común es el de escayola). El resultado es bastante
frágil, por lo que conviene someter la pieza a una
infiltración a base de cianocrilato o epoxis para darle la
dureza necesaria. Las piezas hechas con polvo de
celulosa pueden infiltrarse con un elastómero para
conseguir piezas flexibles.
La ventaja es que es un método más rápido y
económico, aunque las piezas son más frágiles.
6. En el caso de las impresoras de láser, al acabar el
proceso de impresión, debe esperarse un tiempo para
que el material acabe de polimerizarse. Después ya se
puede manipular la pieza.
La ventaja es que las piezas son más resistentes,
aunque el proceso es más lento y más costoso.