La guerra de trincheras- la vida en las trincheras- desarrollo de la guerra- las armas que utilizaban para esta guerra- la dificultad de comunicarse en esta guerra.
La guerra de trincheras: fortificaciones y brutalidad en la I Guerra Mundial
1. La guerra de trincheras
Fue una forma de hacer la guerra, en la cual los ejércitos combatientes mantienen líneas estáticas de
fortificaciones cavadas en el suelo y denominadas trincheras. La guerra de trincheras surgió a partir
de una revolución en las armas de fuego. Hubo períodos de guerra de trincheras en la guerra de
Secesión (1861-1865) y en la guerra ruso-japonesa de 1904-1905, pero llegó a su punto máximo de
brutalidad y mortalidad en el Frente Occidental de la Primera Guerra Mundial. Estos huecos eran
cavados de 1 a 2 metros de profundidad y se conectaban con otros para mayor movilidad de los
bloques de combate.
La vida en las trincheras
El tiempo que pasaba un soldado concreto en el frente era normalmente breve; desde un día hasta
dos semanas antes de ser relevado. El Batallón 31 de las tropas australianas pasó una vez 53 días en el
frente en Villers Bretonneux, aunque eso era una rara excepción.
Desarrollo
El primer desarrollo crítico para la aparición de la guerra de trincheras fue la introducción de los
ejércitos de reclutamiento masivo, que aparecieron en la Revolución francesa y en las Guerras
Napoleónicas. Antes de esto, los ejércitos consistían en un pequeño número de tropas que eran
incapaces de defender un amplio territorio durante mucho tiempo. Las batallas eran breves, o
degeneraban en guerras de asedio. La aparición de los grandes ejércitos hizo mucho más difícil que
uno pudiese sobrepasar el flanco del otro, aunque todavía podía conseguirse, mediante cargas de
caballería e infantería, que uno de ellos acabase rompiendo la formación del otro a través de un
asalto directo. Lo que hizo que esta táctica fuese cada vez más suicida fue el desarrollo de armas de
fuego cada vez de mayor poder a mediados del siglo XIX. Cuando comenzó la Guerra de Secesión, en
1861, se luchó con las mismas tácticas utilizadas en la era de Napoleón y durante siglos antes. Cuando
la guerra llegaba a su sangriento final en 1865, se había convertido en un previo de la Primera Guerra
Mundial, con trincheras, ametralladoras, fortificaciones de campo y bajas masivas.
Las armas de la guerra de trincheras
Armas de infantería: El soldado de infantería común tenía cuatro armas a su disposición en las
trincheras: el fusil, la bayoneta, la escopeta y la granada.
Morteros, eran armas que lanzaban proyectiles a una distancia relativamente corta y con trayectoria
parabólica.
2. Artillería, dominaba el campo de batalla en la guerra de trincheras, del mismo modo que la fuerza
aérea domina la guerra moderna.
Gas lacrimógeno o venenoso, lo emplearon los franceses por primera vez en agosto de 1914, pero
sólo servía para dejar al enemigo momentáneamente fuera de combate. En abril de 1915 los
alemanes utilizaron por primera vez el cloro en la segunda batalla de Ypres. Una dosis lo
suficientemente grande podía matar.
Comunicaciones
La mayor dificultad a la que se enfrentaba una fuerza de ataque en una batalla de trincheras eran las
comunicaciones. La tecnología inalámbrica estaba todavía en sus comienzos, por lo que los métodos
existentes eran el teléfono de campaña, el telégrafo óptico, las lámparas de señalización, las palomas
mensajeras y los corredores, y ninguno de ellos era del todo fiable. El teléfono de campaña era el más
efectivo, pero las líneas eran extremadamente vulnerables a los bombardeos, por lo que solían
cortarse pronto en la batalla. Como forma de luchar ante esto, las líneas de teléfono se montaban en
una figura en escalera, de forma que tuviesen muchos caminos redundantes. Las bengalas y los
cohetes se usaban para señalizar que se había alcanzado un objetivo, o para solicitar un apoyo de
artillería que ya había sido previsto de antemano.