La escasez de maestros en Estados Unidos ha alcanzado niveles críticos, con más de 300,000 puestos vacantes actualmente. Los bajos salarios, la falta de apoyo y las malas condiciones de trabajo han hecho que la profesión sea menos atractiva, lo que dificulta el reclutamiento y la retención del personal docente. Se necesitan esfuerzos a nivel nacional, estatal y local para abordar esta crisis y garantizar que haya maestros capacitados en todas las aulas.