La leyenda de la esfinge egipcia narra que este monstruo femenino con cuerpo de león, rostro humano y alas fue enviado a Tebas para castigar a la ciudad por la relación homosexual entre Layo y Crisipo. La esfinge se estableció en una montaña y devoraba a los viajeros, pero les daba la oportunidad de salvarse resolviendo acertijos imposibles.