Los obispos expresan su solidaridad con los campesinos paraguayos que marchan para llamar la atención sobre sus problemas y necesidades básicas como tierra para vivienda y cultivo, educación y salud. La sociedad y el estado deben sensibilizarse y ayudar a mejorar el bienestar de los campesinos. Los obispos piden a los campesinos que busquen medios pacíficos para lograr sus ideales y exhortan a todos a evitar la violencia, respetando a las personas y la paz social.