Los obispos del Paraguay critican fuertemente el programa radial "La Voz del Coloradismo" por incitar al odio y la violencia a través de insultos y acusaciones contra personas e instituciones. A pesar de varios intentos de corregir la situación, el programa continúa con su retórica dañina. Los obispos piden a los responsables del programa que cesen con su siembra de odios y división, y en su lugar promuevan la paz, la verdad y la justicia.
1. Mensaje sobre "La Voz del Coloradismo"
La pacífica convivencia de nuestro pueblo es objeto de los esfuerzos
de la Iglesia y de los Obispos. Cuanto favorece el desarrollo de la
comprensión, concordia y unidad de los paraguayos, será siempre
aprobado y bendecido por la Iglesia. Así también todo lo que impide
la fraternal y armónica vida de la comunidad nacional, no puede sino
preocupar a la Iglesia.
Desde hace mucho tiempo lamentamos que una audición radial,
difundida por una cadena de emisoras y con frecuencia diaria, atente
permanentemente contra los más importantes valores de la
convivencia ciudadana. Nos estamos refiriendo a La Voz del
Coloradismo, que bajo la responsabilidad de la Junta de Gobierno de
la A.N.R. (Partido Colorado) y con la conducción inmediata de
caracterizados dirigentes de esa nucleación (algunos de los cuales no
vacilan en participar en la misma audición), cotidianamente hace una
labor no solo lamentable sino reprobable.
En efecto, La Voz del Coloradismo, no respeta la verdad ni guarda la
justicia. Bajo el pretexto de un periodismo combativo, incurre en el
manoseo de personas e instituciones con un lenguaje muchas veces
grosero y siempre injurioso. La prédica cotidiana es una siembra de
agravios y un permanente llamado al rencor, a la venganza, al odio.
Quien haya escuchado algunas veces esta audición sabe que no
estamos exagerando o faltando a la verdad.
De distintas formas, la Iglesia y los Obispos han procurado que se
introdujeran los correctivos necesario. La palabra discreta, la
observación reservada, las gestiones personales, no han logrado el
resultado esperado. Y no nos sorprende que sean muchos los hombres
de este suelo que se pregunten cómo es posible que la Iglesia nada
diga. La Iglesia, a comienzos de este año, se dirigió adonde
correspondía y puntualizó su severo juicio. Inclusive recordó la
posibilidad de aplicación de penas canónicas, no a modo de amenaza
sino de pastoral amonestación.
Pero a lo largo de los meses transcurridos, nada ha cambiado. No se
justifican una calificación distinta y un juicio menos negativo. Ya es
habitual que simples ciudadanos, dirigentes políticos y hasta miembros
del Clero y de la Conferencia Episcopal, sean objetos de acusaciones
y de groseros insultos. El mismo Presidente de la CEP, en reiteradas
ocasiones, ha sido víctima de inauditos ataques. Sin respeto alguno a
las elementales normas del decoro y de la convivencia, honras y formas
son destrozadas. Nunca en nuestro país los Obispos han recibido
públicamente tales agravios de parte de nucleaciones políticas, ni
2. siquiera de las que pudieran responder a ideologías materialistas y ateas.
Duele decir que ese dudoso privilegio corresponde a esta audición,
auspiciada por la más alta dirigencia de un partido que se proclama
católico y se manifiesta respetuoso del cristianismo.
Por todo ello no podemos callar, y para evitar la confusión de nuestro
pueblo creyente y sencillo, los Obispos del Paraguay afirmamos:
1- La Iglesia tiene la misión de evangelizar. Para hacerlo debe decir
la verdad y señalar los peligros y los obstáculos que se oponen al
cumplimiento de la voluntad de Dios. Tampoco puede detenerse ante
amenazas, provengan de donde fuere.
2- La Iglesia reprueba con fuerza toda incitación al odio y a la
violencia, así como el atropello a las normas de justicia, verdad y
convivencia pacífica. La Voz del Coloradismo, con excesiva
frecuencia, incurre en tales extremos.
3- Toda persona, por su condición de hijo de Dios, tiene una dignidad
y unos derechos que a nadie es lícito desconocer o violar. Por eso los
insultos, los agravios, las ofensas, frecuentes en La Voz del
Coloradismo, no merecen sino el rechazo de toda conciencia honrada.
4- Los Obispos del Paraguay declaran su plena conformidad y su
adhesión al magisterio del Arzobispo de Asunción, Mons. Ismael
Rolón. En espíritu de fraternal unidad y de estrecha colaboración con
Sacerdotes, Religiosos y Agentes de Pastoral, ratifican su decisión
de perseverar en la tarea evangelizadora de nuestro pueblo.
5- En comunión plena con el Papa Juan Pablo II y con su magisterio,
los Obispos exhortamos a nuestros fieles a mantenerse unidos a los
legítimos pastores, evitando toda confusión y sin aceptar cualquier
incitación a la desunión y al enfrentamiento.
6- Hacemos un llamado muy especial a los responsables y a los
realizadores de la audición La Voz del Coloradismo. Les pedimos y
exigimos que depongan enconos irracionales para concluir una
siembra de odios que nada bueno presagia al país y que perjudica
gravemente al mismo partido en que militan. Nuestra patria necesita
del trabajo de todos sus hijos. Y necesita una paz que sea fruto del
esfuerzo de todos, en la verdad, en la justicia, en el amor fraterno.
Los Obispos del Paraguay hemos decidido hacer llegar este Mensaje
a todos los fieles y a todos los hombres que habitan el país. Sobre
todo invocamos la protección de la Virgen de los Milagros de Caacupé
cuya festividad nos disponemos a celebrar, y a todos bendecimos
con amor de Padres y Pastores.
Asunción, 17 de noviembre de 1986, en la festividad del Beato
3. Roque González de Santa Cruz y Compañeros Mártires.
Por Mandato de la Asamblea Plenaria de los Obispos del Paraguay.
+ Jorge Livieres Banks
Obispo Auxiliar de Asunción - Secretario General de la C.E.P.