El autor critica un artículo reciente de Denisse Dresser que caracteriza al presidente como un "publirrelacionista" en lugar de un buen gobernante. El autor argumenta que las relaciones públicas son una profesión seria que construye reputación y comunidad, no propaganda, y que Dresser confunde las responsabilidades de un político con las de un profesional de relaciones públicas.
1. De publirrelacionistas, políticos y
comadres
Por Carlos Bonilla -
10-12-2019
En una colaboración publicada
recientemente por el diario @Reforma,
@Denise Dresser se refiere a la forma de
comunicar del Presidente de la
República, en quien reconoce “su
extraordinaria habilidad para
comunicar”, pero al mismo tiempo dice
que “el saldo más trascendente de los últimos 365 días es el triunfo del estilo
sobre la sustancia” y agrega que “en Palacio Nacional hoy no hay alguien que
encabece un proceso racional y deliberativo de toma de decisiones. Hay un
publirrelacionista”, con lo cual implícitamente arremete en contra de una
profesión seria, que tiene más de un siglo de existencia y muchos comunicadores
ejerciéndola con profesionalismo, contribuyendo para el acercamiento de
personas públicas, empresas e instituciones con sus audiencias clave y con ello a
la construcción de relaciones provechosas para ambos y para la sociedad en
general.
Denisse pasa por alto que la aceptación pública y la solidaridad de quienes
rodean a empresas e instituciones, tarea de los publirrelacionistas, son ahora
aspectos fundamentales no sólo para el desarrollo sino también para la
subsistencia de las mismas. Ambas se consiguen mediante el trabajo de dichos
profesionales, enfocados a construir la reputación corporativa y la integración de
empresas e instituciones a la comunidad en la que están inmersas.
El ejercicio de la profesión de Relaciones Públicas se basa en una óptica
diferente de la vinculación cotidiana con los interlocutores de las empresas e
instituciones, llámense estos clientes, proveedores, vecinos de la zona,
autoridades gubernamentales, accionistas, etc.
Para construir y preservar buenas relaciones con los diferentes públicos de las
empresas o instituciones, deben detectarse y satisfacerse las expectativas y
necesidades de cada una de las audiencias o stakeholders. El el caso de los
gobernantes, sus principales audiencias son los gobernados. La difusión
unilateral y reiterada de mensajes que hacen los políticos se llama propaganda,
2. no Relaciones Públicas. Lo que Denisse llama “victoria de la narrativa
comunicada sobre la realidad evaluada” y la “devaluación de los datos”, las
“palabras pronunciadas desde el poder (que) se vuelven más relevantes que las
políticas públicas llevadas a cabo, porque se usan para vindicar o tapar o
inventar” corresponden a un político y no a un publirrelacionista.
El ejercicio profesional de las Relaciones Públicas se basa en el Acuerdo de
México, firmado en 1978 por representantes de asociaciones y confederaciones
profesionales de 33países del orbe, el cual dice que “exige una acción planeada,
con apoyo en la investigación, en la comunicación sistemática y en la
participación programada, para elevar el nivel de entendimiento, solidaridad y
colaboración entre una entidad pública o privada y los grupos sociales a ella
vinculados, en un proceso de integración de intereses legítimos, para promover
su desarrollo recíproco y el de la comunidad a la que pertenecen”.
Finaliza Denisse su artículo diciendo: “Pero ser un gran publirrelacionista no
significa ser un gran gobernante. Después de un año, AMLO ha demostrado que
es un genio comunicacional. Pero también ha probado que todavía no sabe cómo
ser un buen Presidente”.
Desde luego que se refiere a dos actividades completamente diferentes. En algún
tiempo los publirrelacionistas padecimos la pesada carga de que nos
confundieran con “caballeros de la mano fría” u organizadores de cócteles.
Superado aquello, no queremos que nos confundan con políticos populistas. Te lo
dice un comunicador de profesión con 40 años en el ejercicio de las Relaciones
Públicas y en la docencia de la especialidad, autor de textos sobre la materia y
actualmente consultor y directivo de una agrupación de publirrelacionistas. Había
que hacer la precisión. Aquí es aplicable el dicho “no nos ayudes, comadre”….
https://www.merca20.com/de-publirrelacionistas-politicos-y-comadres/