SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 10
LA EDUCACIÓN VIRTUAL.
                 DESAFÍO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE CULTURAS
                               E IDENTIDADES*


Ramón Benítez García
rbenitez@ilce.edu.mx


Globalización, tecnología y diversidad ¿pavimentación de la cultura?

"Los hombres trabajan juntos. Entran a miles en las fábricas y oficinas, y llegan en coches particu-
lares, en trenes subterráneos, en autobuses, en tranvías; trabajan juntos a un ritmo que señalan
los expertos, con métodos que formulan los expertos, ni con demasiada rapidez, ni con demasia-
da lentitud, pero juntos: cada uno forma parte del todo. Por la tarde la corriente fluye en sentido
inverso: todos leen los mismos periódicos, escuchan la radio, ven películas, las mismas para los
que están en la cumbre que para los que están en el primer peldaño de la escala, para el inteli-
gente que para el estúpido, para el educado que para el ineducado. Producen, consumen, gozan
juntos, acordes, sin suscitar problemas. Ese es el ritmo de su vida"1.

Este diagnóstico, que Fromm realizara de la sociedad "contemporánea" hace medio siglo teniendo
como telón de fondo la sociedad norteamericana, no parece muy lejano de las realidades que ca-
da vez más observamos cotidianamente en las urbes de nuestras naciones latinoamericanas.

Cuando releemos el análisis de Marcuse sobre la ideología de la sociedad "industrial avanzada",
que destaca como uno de sus rasgos centrales a la unidimensionalidad en tanto reducción del in-
dividuo a engranaje y represión de lo lúdico, de lo crítico y de lo erótico en favor de lo instrumen-
tal, nos dice que "quizás la más clara evidencia pueda obtenerse mirando simplemente la televi-
sión o escuchando la radio durante una hora consecutiva un par de días sin apagarlos durante los
comerciales y cambiando de vez en cuando de estación"2, podemos encontrar mucha correspon-
dencia con los actuales contextos socioculturales de nuestros países.

Hoy estamos ante un referente inevitable para ponderar y comprender los fenómenos sociales que
en todos los planos vivimos: la globalización3. La referencia obedece no a una elección teórica, si-
no a la presencia indiscutible de acciones y consecuencias relacionadas con múltiples aspectos en
lo social y lo cotidiano.

Algunas voces auguran el triunfo del orden global en todos los terrenos y en todos los rincones;
en tenor de desaliento, anuncian la pavimentación de la cultura por la avalancha de las industrias
culturales y la homogeneización de formas de vida, suponiendo que habrá de penetrar todos los
aspectos y resquicios de lo social y de lo cotidiano.

Para esos discursos apologistas de la globalización, la añorada integración latinoamericana pare-
ce quedar atrás y haberse concretado en la integración económica. En tales discursos destaca la
estrechez de miras con que se asoman al complejo ámbito de lo cultural y las implicaciones que
en él tiene la globalización.

En realidad, y por fortuna, las cosas no son así de sencillas, la vida y la sociedad son mucho más
ricas y complejas. La globalización desata respuestas, implica rupturas, choques y genera recons-
trucciones de las formas de concebir, imaginar y actuar (concepciones, afectividades, costumbres,
imágenes, valores y prácticas concretas). . Ahí se reivindica y expresa la diversidad de imaginarios
simbólicos de los muchos individuos y grupos sociales, sus particulares identidades (por razones
étnicas, de género, etarias, de clase social, de raigambre local y regional, etc.) Y todo ello, además
de trabajo, política, organización social es cultura...culturas.

En la globalización se activan al mismo tiempo fuerzas centrípetas que tienden a homogeneizar
como fuerzas centrífugas que ponen en acción energías sociales e imaginarios simbólicos (cultu-
ras) localizados y hasta cierto punto omitidos por los discursos teóricos y políticos predominantes
hasta hace algunas décadas, pero latentes.

Sin embargo, las culturas, como expresiones auténticas y no decorados plásticos mercantiles, no
se preservan de forma automática o por enclaustramiento en reductos sociales y geográficos. Co-
mo culturas vivas han de construirse y reconstruirse en el marco de la globalización y la tecnolo-
gización; aún más insertándose, no subsumiéndose, en una y apropiándose de la otra, pues son
procesos ya en curso a los que no es posible dar la espalda y que encuentran en esta construcción
y reconstrucción de culturas la antítesis concreta de su supuesta universalidad y dominio absolu-
to: el reino de la razón mercantil.

No debemos perder de vista que antes que tratarse de un real parteaguas social, la globalización
es una prolongación de la lógica de la sociedad de mercado, del capital a nivel mundial, donde
ciertamente asistimos a un proceso de integración, "diferenciado, desigual, pero de integración y
en ese proceso las identidades se afirman en contraposición a ese movimiento integrador. ..Pero
esas identidades se discuten en el contexto de una matriz"4, la de la Modernidad, la sociedad ur-
bana, racional, industrializada.

En tal sentido, no hay inocencia en la acción de las industrias culturales bajo la lógica del capital
global, no debemos minimizar sus efectos en la construcción de los imaginarios simbólicos de in-
dividuos y sociedades. Con todo lo cierto que hay en las tesis sobre "recepción activa" respecto a
los medios masivos y sus mensajes, indiscutiblemente contribuyen en gran medida a la configura-
ción de los esquemas culturales contemporáneos.

A medios como la televisión, el cine, la radio a través de los que han venido actuando las indus-
trias culturales desde hace tiempo, hoy se suman las nuevas tecnologías de información (compu-
tación, multimedia y redes telemáticas). Estos nuevos medios tienen múltiples aplicaciones son
tan vastas, al punto de que es difícil hoy pensar las más diversas actividades, individuales y colec-
tivas, sin su concurso: las transacciones económicas en las bolsas de valores y en el cajero auto-
mático, la producción de bienes y servicios, el control del tráfico citadino, y mil y un aspectos más
del acontecer de todos los días.

Por su creciente presencia en actividades cotidianas, en la vida social, por las características con
que presentan sus contenidos (integración de lenguajes escrito, gráfico, sonoro, imagen, ensam-
blaje de movimientos veloces en sucesiones de segundos), por velocidad en la comunicación y su
capacidad para almacenar y transportar información, no hay duda que inciden también en la re-
configuración de las culturas e identidades.

Como vemos, la identidad no puede referirse a una identidad esencial, que antecede y subyace al
sujeto y a los grupos sociales, sino al sentido de mismidad, de pertenencia y diferenciación que se
construye y recrea permanentemente en el marco de los procesos de cambio. La pregunta por la
identidad latinoamericana implica interrogarse sobre qué se cimienta, ¿sobre un pasado prehispá-
nico común a la vez que heterogéneo, sobre una amarga experiencia colonial compartida, sobre
las embestidas imperialistas experimentadas?

Se requiere concebir a la identidad "por relación a un otro con el que nos parecemos o nos dife-
renciamos… hablar de reconocimiento y de pertenencia a un universo simbólico por el cual nos
reconocemos y somos conocidos…de una relación social, esto es de aquello que establece el vín-
culo y el reconocimiento con el otro pero también de aquello que nos diferencia de él. En este sen-
tido, toda identidad es construida históricamente y por lo tanto puede transformarse, sin que ello
signifique que los pueblos hacen una selección definitiva de los rasgos distintivos que prefieren
para darse una identidad, como si fuera un acto consciente o una decisión consensual y volunta-
ria"5.

Hoy más que nunca, la preocupación por la identidad debe desprenderse de sus referencias geo-
gráficas, lingüísticas y étnicas, pues ni una ni otra son suficientes para dar fundamento y conteni-
do al sentido de diferenciación y mismidad que es la identidad.

Hoy que la globalización desencadena grandes oleadas migratorias de trabajadores de región a re-
gión y de un país a otro, que se crean nuevos empleos y profesiones, que se generan masas de de-
sempleados y desarraigados, que se da paso a una mayor circulación de información, ideas y va-
lores, y que se experimentan cambios en hábitos y formas de consumo, la pregunta por identidad,
más si latinoamericana, no puede ser sino plural (identidades) y estar relacionada estrechamente
con la historia, pero la historia como proceso vivo lleno de desafíos y posibilidades a futuro, no
simple registro del pasado.

Más que aspirar a una identidad latinoamericana que diluya las diferencias realmente existentes
y hasta necesarias como parte de la riqueza de nuestras sociedades (diferencias de clase, diferen-
cias de género y muchas más), debemos interrogarnos por los contextos y circunstancias actuales,
a nivel nacional, regional y local donde se construyen las muchas diferencias e identidades den-
tro de América Latina y en "diálogo" con la globalización.
Las identidades, entonces, no como algo dado ni como algo perdido, sino como proyectos que re-
conozcan y trabajen con la heterogeneidad de actores, con la apropiación de tecnologías y que en-
cuentra en lo cultural uno de sus bastiones y uno de sus remates. Las identidades como la contra-
partida de las tendencias globales homogeneizadoras que por pujantes que sean no son absolu-
tas y dan paso también a lo fragmentario, pues "lo fragmentario es un rasgo estructural de los pro-
cesos globalizadores ... la globalización es tanto un conjunto de procesos de homogeneización co-
mo de fraccionamiento del mundo, que reordenan las diferencias y las desigualdades sin suprimir-
las"6.

Identidades que no dejen, en ningún momento, de asumir historias compartidas y diferenciales,
sin complacerse en la coincidencia pretérita o buscar sustento en la negación (lo que no hemos si-
do, lo que no nos dejaron ser o lo que tuvimos que ser), sino que construyéndose sobre las espe-
cificidades y diferencias en situaciones concretas, como son las de los tiempos presentes, sienten
las bases para proyecciones a futuro.


La virtualización educativa

La educación formal es una de las principales agencias culturales, sea en su función conservado-
ra y domesticadora, que sin duda tiene, o en el sentido emancipador y formador que recorre las
propuestas pedagógicas humanistas y se ha concretado en proyectos específicos.

Como par te de la "desterritorialización" y del "descentramiento" con que los especialistas de co-
municación y cultura aluden a la pérdida de localización clara de las fuentes del poder y la cultu-
ra, la escuela comienza a dejar de ser el espacio privilegiado y plenamente identificado de la edu-
cación formal, y las instituciones estatales sus principales centros de decisión.

No obstante, la educación en sus diferentes modalidades, presencial o a distancia, escolar o vir-
tual, sigue teniendo un papel crucial en la formación de profesionistas y trabajadores, pero tam-
bién de individuos y ciudadanos, que en calidad de sujetos son, finalmente, quienes experimen-
tan y expresan eso que es identidad. Formación que en tiempos marcados por fuertes signos de
disgregación y descomposición social, adquiere aún mayor importancia como contrapartida nece-
saria.

El proyecto educativo se ha concentrado en el esquema de la escuela tradicional que trata lo di-
verso, lo heterogéneo como realidad indiferenciada. De ahí que como proyecto cultural, al escue-
la antes que promotora de la creación y la identidad cultural se haya convertido en instancia de
normalización y homogeneización. "Una población heterogénea desde el punto de vista cultural,
histórico, lingüístico, con necesidades y demandas diversas, con antecedentes distintos respecto
de los aprendizajes realizados en su medio social que la divide. Heterogeneidad del sujeto de la
educación y uniformidad del discurso escolar se cruzan constituyendo rápidamente agrupamien-
tos distinguidos por el mayor o menor grado de identificación de los educandos con aquel discur-
so"7.

Por otra parte, en contraste con la oferta de las industrias culturales, especialmente atractivas pa-
ra las nuevas generaciones por el dinamismo en sus contenidos y formas de tratamiento, la escue-
la pierde gradualmente su credibilidad y capacidad de incidencia en la constitución de los imagi-
narios simbólicos de los grupos sociales.

¿Cuál es el papel, las posibilidades, las ventajas y dificultades que se le plantean a la educación
en este contexto? La creación de proyectos de innovación educativa preocupados por incorporar a
los medios masivos de comunicación y nuevas tecnologías a la educación, siendo la educación a
distancia o educación virtual una de sus principales formulaciones, es nota común en nuestras so-
ciedades.

Esto es plausible, en principio, por la expansión tecnológica que caracterizará a la sociedad, ante
lo cual los espacios educativos no deben quedar al margen, sino responder a ese desafío juiciosa,
activa y propositivamente, dejando atrás la idea de educación como cúmulo de conocimientos y
destrezas provistas de una vez por todas por la escuela en las primeras etapas de la vida o, a lo
sumo, en la formación profesional. Se necesita diversificar la oferta educativa con diferentes mo-
delos y modalidades en relación al trabajo, a la preparación científica y humanística, y a la vida
social en todos los aspectos (salud, arte, educación inicial, geriatría, alimentación, etc.), lo cual em-
pata con la creciente informatización de muchos procesos económicos y sociales que acelera la
obsolescencia de productos, conocimientos, estructuras de las instituciones, entre ellas las de edu-
cación8.

Incorporar nuevas tecnologías a la educación a través de modalidades como educación a distan-
cia o educación virtual es una alternativa útil y valiosa siempre y cuando el centro de la atención
se localice en el sustantivo y no en la adjetivación, en la educación antes que en la distancia. Es-
to nos lleva una vez más a la cuestión de los fines educativos y los modelos pedagógicos como
sustento de modalidades operativas congruentes con la heterogeneidad de los sujetos.

Heterogeneidad que va más allá de grupos de edad y niveles educativos, sino que refiere también
aquellas diversidades que están en la base de los resultados diferenciales de la educación actual,
como son, entre otras, las diferencias de género, socioeconómicas, étnicas, laborales, demográfi-
cas.

Se hace necesario el impulso de proyectos educativos heterogéneos en sus contenidos, en sus pro-
pósitos terminales y/o propedéuticos, aunque coincidentes en sus fundamentos pedagógicos, y
con el aprovechamiento atinado, pertinente, de los nuevos recursos tecnológicos, sin mistificacio-
nes ni deslumbramientos y también sin prejuicios.

La virtualización educativa se enmarca en las tendencias globalizadoras del mercado y ante ellas
debe tener capacidad de respuesta con fundamento además de pedagógico, social y cultural. Es
indispensable no incurrir en la perspectiva según la cual los sujetos de aprendizaje son simples
consumidores de una mercancía necesaria para su inserción en el mercado laboral bajo la lógica
mercantil y utilitaria.

Trasladadas al universo de la educación, esas tendencias buscan uniformar criterios curriculares,
profesionales y de acreditación destinados a universalizar la educación conforme a los requeri-
mientos del aparato económico global. En ciertas esferas del conocimiento y del desempeño labo-
ral esto puede ser necesario sin lugar a duda, pero también comporta el riesgo de diseñar e ins-
trumentar nuevas opciones educativas bajo criterios eficientistas y de rentabilidad, que no de efi-
ciencia y calidad educativas.

Así como es necesario cuestionarnos cómo pueden nuestras sociedades insertarse en los proce-
sos globalizadores y de tecnologización, en el terreno educativo es fundamental preguntarnos qué
de la virtualización resulta pertinente a nuestros contextos y necesidades, a fin de recuperar y afir-
mar el sentido formativo en todos los planos, consustancial a la educación y, al propio tiempo, to-
mar distancia de la fetichización con que la ideología mercantil magnifica las ventajas de las nue-
vas tecnologías.

Esto no significa, negar ni desechar los reales potenciales de las nuevas tecnologías para apoyar
los procesos educativos, sino de aunar a ellos el conocimiento de nuestras realidades latinoame-
ricanas, en las que la diversidad está tan presente, para fundamentar y diseñar políticas y proyec-
tos educativo-culturales que orienten la construcción de los latinoamericanos de las próximas dé-
cadas con conocimientos y habilidades prácticas que les permitan hacer frente a circunstancias al-
tamente tecnológicas, pero también destrezas intelectuales y cualidades éticas que le permitan ser
más que simios informatizados o alegres robots.

Los medios informáticos, al igual que todo tipo de medios son simplemente eso: medios, herra-
mientas. No aseguran por sí mismos aquello tantas veces proclamado: la emancipación y el bie-
nestar humanos. Esta es una tarea que compromete no sólo al conocimiento científico-tecnológi-
co y a las destrezas técnicas, sino también, y por encima de todo, a la racionalidad del ser huma-
no en toda su extensión: su pensamiento crítico, su juicio ético y su sensibilidad existencial.

Es indispensable que la innovación tecnológica se acompañe de innovación pedagógica para lo
cual es necesario incorporar los cambios estrictamente técnicos en el marco de proyectos diseña-
dos y fundamentados desde el campo de conocimientos de la educación y con el concurso de los
actores de los procesos, especialmente los cuerpos docentes.

Innovación tecnológica y pedagógica que no debe ser exclusiva de la educación virtual o a distan-
cia, tanto por razones psicopedagógicas (el desarrollo psicoevolutivo, los procedimientos para la
enseñanza y aprendizaje concomitantes, el tipo de contenidos, las mayores o menores posibilida-
des de virtualización en cuanto a conocimientos y destrezas prácticas, etc.) como por razones con-
textuales (económicas, técnicas y culturales relacionadas con el acceso y familiaridad con la in-
fraestructura informática).

Para contextualizar socioculturalmente la virtualización educativa sin mitificarla como un modelo
cerrado, acabado, monolítico y aplicable a toda circunstancia y nivel educativo, resulta útil una re-
flexión que invite a desmitificarla, por una parte, y a ponderar sus ventajas y pertinencia por otra.
La noción de "capital cultural" es clave para ello, pues hace referencia al conjunto de saberes, cos-
tumbres, actitudes y valores que manifiestos en el lenguaje e íntimamente vinculados al pensa-
miento hacen posible toda situación educativa.

La educación formal vive una tensión entre una función reproductora y un papel transformador. En
cualquier caso, la educación no es una esfera separada del contexto social, ajena a las coordena-
das sociales, económicas, políticas y culturales; su acción y su sentido se entrelazan íntimamente
con lo que la sociedad es y con lo que sus actores proyectan ser.

Así, el capital cultural, construido fuera de los espacios educativos formales, la escuela por anto-
nomasia, es elemento fundamental para el desempeño, mejor o peor, de los estudiantes en la me-
dida que se asemeja o diferencia a la cultura propia de esos espacios y procesos educativos. Aquí
radica una de las principales razones para fundamentar conforme a criterios de factibilidad, viabi-
lidad y pertinencia pedagógicas los proyectos de educación a distancia o virtual.

Es decir, no en todos los casos, los estudiantes a distancia, clientes se les llama en el lenguaje tec-
no-mercantil que comienza a poblar el discurso educativo, cuentan con capital cultural acorde a
ese mundo de lo virtual para su actuación académica. Con ello queda en entredicho el supuesto
efecto democratizador de la educación a distancia y se destaca el riesgo de convertirse en nuevo
factor ideológico que legitime y oculte las razones sociales y globales de nuevas formas de desi-
gualdad y exclusión.

En contraparte, si de impulsar proyectos pedagógicos reales se trata, donde el compromiso sea
formar sujetos constructores de conocimientos y cultura, de aprendizajes significativos, sabemos
bien que un proyecto educativo debe articularse con las preconcepciones del sujeto9, preconcep-
ciones que construye el sujeto pero no sólo ni principalmente en la escuela, sino en mayor medi-
da en los contextos familiares y cotidianos, que son contextos sociales y culturales; "esos conoci-
mientos son construcciones personales de los alumnos, es decir, han sido elaborados de modo
más o menos espontáneo en su interacción cotidiana con el mundo…muchos de ellos son previos
a la instrucción"10.

Las transformaciones culturales en marcha ligadas a los usos laborales y cotidianos de las nuevas
tecnologías de información y comunicación, inciden en el capital cultural de segmentos conside-
rables de la población, incorporando lenguajes y formas narrativas usualmente extrañas a los pro-
cesos educativos tradicionales, anclados al lenguaje escrito, al medio impreso bajo procedimien-
tos transmisionistas de información.

La educación virtual, al igual que la educación presencial y cualquier otra forma de proceso edu-
cativo deliberado, comporta una dimensión técnica pero es mucho más que técnica. Las posibili-
dades de las nuevas tecnologías sólo serán activadas en las propuestas de virtualización a condi-
ción de que se enmarquen en proyectos pedagógicos caracterizados por promover la construcción
del conocimiento, lo que exige planes didácticos concretos apoyados en los soportes tecnológicos
que más allá del discurso promuevan el despliegue de la reflexión, el análisis, la proposición y la
ejecución como procesos para la significatividad del aprendizaje.

Significatividad que no se refiere exclusiva ni primordialmente al contenido por sí mismo, sino a
las actividades de aprendizaje planeadas a partir de la claridad de propósitos formativos en todo
momento y no sólo informativos, centrados no en la enseñanza y los contenidos sino en la pro-
moción del aprendizaje.

Por ello, sin dejar de insistir sobre la prudencia para evitar que virtualización educativa sea sinó-
nimo de homogeneización, cabe apuntar consideraciones básicas comunes para su diseño peda-
gógico como son la necesidad de atender a:

Propósitos. Estos deben ser congruentes con la complejidad del aprendizaje, por lo que se requie-
re orientarlos en tres sentidos: conceptual (dominio de contenidos temáticos), actitudinal (valores
y comportamientos) y práctico (desarrollo de habilidades concretas).

Experiencias de aprendizaje. La experiencia de aprendizaje resulta de la planeación y ejecución de
actividades concretas (manipulación de objetos, ejecución de procedimientos, representación grá-
fica, plástica) y simbólicas (de reflexión, de pensamiento hipotético, de construcción de argumen-
tos, etc.) que conjugan pensamiento, lenguaje y acción. No se trata, pues, sólo de saber, sino tam-
bién saber hacer, de saber-se y de saber ser.

El conocimiento como construcción. Es indispensable que las experiencias de aprendizaje transi-
ten de lo reflexivo (la recuperación de la "experiencia de sí" y de la propia subjetividad11) a lo ana-
lítico (comprender factores de hechos y situaciones), a lo propositivo (diseñar, planear rumbos de
acción) y a lo aplicativo (ejecución en situaciones específicas de lo propuesto donde se concreten
conceptos y habilidades)12.

Interacción pedagógica. Una educación virtual cimentada en la construcción del conocimiento, de-
be poseer un sentido efectivamente comunicacional en la medida que el aprendizaje es también
proceso social, debe ser entendida como relación activa y expresiva de los sujetos (los objetos no
actúan, lo sabemos, pero solemos olvidarlo y muchas veces cosificamos las relaciones humanas)
utilizando para ellos los medios a su alcance, no sólo las nuevas tecnologías. Comunicación que
no se limita a la transmitir información entre polos técnicos, sino al despliegue de habilidades co-
municacionales que implican observación, expresión, escucha, tolerancia, alteridad a través de ac-
tividades de expresión y argumentación13 no sólo escrita, sino con el uso de diversos lenguajes,
para lo cual también las nuevas tecnologías son muy útiles.

Estas consideraciones devienen como criterios generales comunes que se deben considerar en to-
do proyecto de virtualización educativa que se reclame consistente en lo pedagógico, para hacer
del uso de nuevas tecnologías un potencial creativo y formativo, evitando incurrir en deslumbra-
mientos e inversiones cuantiosas sin solidez educativa. Esto es parte importante del reto necesa-
rio para hacer de la educación a distancia o virtual una alternativa pedagógica y no aquello que
Kaplún expresa con la metáfora del cajero automático, la terminal electrónica a la que el estudian-
te acuda, teclee opciones de respuestas a preguntas preelaboradas y obtenga a cambio el resulta-
do de créditos que se sumen a su cuenta en línea14.

Sin embargo, hay que insistir, las posibilidades técnicas de las nuevas herramientas no garantizan
por sí mismas la activación de su potencial pedagógico y comunicacional, sin el juicio crítico en la
toma de decisiones, en el diseño de proyectos y en el desarrollo de programas bien puede suce-
der que la innovación tecnológica sólo sea un costoso y llamativo ropaje para viejas prácticas. En
tal caso, el interés por la incidencia de la educación en las identidades culturales derivará en prác-
ticas dislocadas, ajenas a circunstancias y procesos vivos, a la construcción histórica de identida-
des.

Precisamente por encontrarnos en procesos de descentramiento y globalización, el curso de las ac-
ciones en el terreno educativo no compete, ahora menos que nunca, sólo a instancias guberna-
mentales y tomadores de decisión investidos desde las altas esferas. En educación participan múl-
tiples actores individuales y colectivos y al igual que con la formulación de políticas culturales "no
puede ser atribución exclusiva de los Estados, ni materia de negociación excluyente entre Estado
e iniciativa privada. Lo público no es sinónimo de lo estatal. Las políticas culturales deben ser pro-
ducto de una imaginativa concertación social que, además de los Estados y la iniciativa privada in-
cluya a educadores, profesionales, trabajadores de la cultura y movimientos sociales. Sólo desde
esta diversidad y pluralidad arribaremos al diseño de políticas democráticas que afiancen y expan-
dan las libertades de creación y expresión"15.

Noviembre, 2000
------------------------------------------------------------------------

* Ponencia presentada en el Congreso Proyección de la Integración Latinoamericana en el siglo XXI.
Mesa IV Políticas culturales e identidad latinoamericana.

1 Fromm, Erich. Psicoanálisis de la sociedad contemporánea. FCE, 10ª. reimpresión, México, 1974.
p. 96

2 Marcuse, Herbert. El hombre unidimensional. Ed. Joaquín Mortiz. 4ª. edición, México, 1969. p. 19

3 Por globalización asumo ese racimo de procesos con dimensiones económicas (integración,
apertura de fronteras comerciales, acuerdos regionales, libre flujo de capitales, transformaciones
laborales, etc.), dimensiones políticas (creación de estructuras jurídico-políticas supranacionales)
y dimensiones tecnológicas de que acompañan e impulsan los cambios económico-productivos,
jurídico-políticos y, algo no menos trascendente: los procesos culturales

4 "Identidades culturales no contexto globalização" (Entrevista a Renato Ortiz) en Comunicação &
educação.No. 18, maio-agos, 2000. São Paulo. P. 69
5 Ulloa, Alejandro. "Cultura, identidad y comunicación" en Diálogos de la comunicación. No. 38 FE-
LAFACS. Lima, enero 1994

6 García, Canclini, N. "La globalización en pedazos: integración y rupturas en la comunicación" en
Diálogos de la comunicación. No. 51 FELAFACS, Lima, mayo 1998. p. 10

7 Puiggrós, A. "América Latina y la crisis de la educación" en Puiggrós, A. y Gómez, MAlternativas
pedagógicas, sujetos y prospectiva de la educación en América Latina. Fac. de Filosofía y Letras-
UNAM. México 1992. p. 41

8 Cfr. Vizer, Eduardo. "Ante el desafío de la cultura tecnológica. El camino de los `países subdesa-
rrollados" en Telos.Cuadernos de Comunicación, Tecnología y Sociedad. No. 37. Madrid, 1994

9 Cfr. Ausubel, David. et al. Psicología educativa. Ed. Trillas, México 1983

10 Varios. "Conocimientos previos y aprendizaje escolar" en Cuadernos de Pedagogía. No. 188. Edit.
Fontalba, Barcelona, enero 1991

11 "Experiencia de sí" que se dinamiza mediante procedimientos expresivos: narrar-se, juzgar-se,
dominar-se, que además de potencial creativo tiene un necesario sentido autoevaluativo, siempre
indispensable para que el sujeto repiense sus prenociones, recupere sus cualidades favorables e
identifique sus desaciertos e insuficiencias. (Cfr. Larrosa, Jorge. "Tecnologías del yo y educación"
en Genealogía y sociología. Ed. El cielo por asalto. Buenos Aires, 1997)
Cuestión nodal para la significatividad del aprendizaje al vincularlo y anclarlo con los conocimien-
tos previos (Ausubel. Op. Cit) como para hacer de la educación no sólo especialistas en tal o cual
campo de conocimientos sino para también formar sujetos y transformar su manera de concebir y
hacer como profesionistas y como personas.

12 Es fundamental para la significatividad del aprendizaje vincularlo y anclarlo con los conoci-
mientos previos y contextuales, así como promoverlo con acciones prácticas que involucren per-
sonalmente al sujeto (Cfr. Ausubel. Op. Cit). Esto contribuye a hacer de la educación no sólo pre-
paración de especialistas en tal o cual campo de conocimientos, sino también formación de suje-
tos al transformar su manera de concebirse y de hacer como profesionistas y como personas.

13 Los planteamientos y experiencias que nos aportan Daniel Prieto Castillo, Francisco Gutiérrez y
Mario Kaplún entre otros son por demás ilustrativos y ejemplificadores (Cfr. Kaplún, M. Una peda-
gogía de la comunicación. Ed. La Torre, Madrid, 1998 y otras obras; Prieto C. y Gutiérrez, Fco. La
mediación pedagógica. Radio Nederland Training Center. San José, Costa Rica.

14 Cfr. Kaplún, M. "Del educando oyente al educando hablante" en Diálogos de la comunicación.
No. 37. FELAFACS, Lima 1993
15 Cfr.. La integración cultural latinoamericana. vol III. FELAFACS, México 1992

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Unidad 4 4.1. hibridacion cultural 1
Unidad 4 4.1. hibridacion cultural 1Unidad 4 4.1. hibridacion cultural 1
Unidad 4 4.1. hibridacion cultural 1
ap100910
 
Redes de Cultura en las sociedades híbridas
Redes de Cultura en las sociedades híbridasRedes de Cultura en las sociedades híbridas
Redes de Cultura en las sociedades híbridas
guest18a42e
 
Cultura y globalizacion prog y tema i
Cultura y globalizacion prog y tema iCultura y globalizacion prog y tema i
Cultura y globalizacion prog y tema i
scuderia_51
 
Industrias culturales Final
Industrias culturales FinalIndustrias culturales Final
Industrias culturales Final
marthagarzag
 
Interculturalitat
InterculturalitatInterculturalitat
Interculturalitat
nuriamar1
 

La actualidad más candente (20)

Sociedad multicultural - Alain Touraine
Sociedad multicultural - Alain TouraineSociedad multicultural - Alain Touraine
Sociedad multicultural - Alain Touraine
 
El Reto De Las Identidades Y La Multiculturalidad Hopenhayn
El Reto De Las Identidades Y La Multiculturalidad HopenhaynEl Reto De Las Identidades Y La Multiculturalidad Hopenhayn
El Reto De Las Identidades Y La Multiculturalidad Hopenhayn
 
Unidad 4 4.1. hibridacion cultural 1
Unidad 4 4.1. hibridacion cultural 1Unidad 4 4.1. hibridacion cultural 1
Unidad 4 4.1. hibridacion cultural 1
 
Redes de Cultura en las sociedades híbridas
Redes de Cultura en las sociedades híbridasRedes de Cultura en las sociedades híbridas
Redes de Cultura en las sociedades híbridas
 
Comunicación que no discrimina - Guía para comunicadores
Comunicación que no discrimina - Guía para comunicadoresComunicación que no discrimina - Guía para comunicadores
Comunicación que no discrimina - Guía para comunicadores
 
REFLEXIÓN SOCIAL SOBRE LA COMUNICACIÓN ELABORADO POR: DIANA ELIZABETH RODRIGU...
REFLEXIÓN SOCIAL SOBRE LA COMUNICACIÓN ELABORADO POR: DIANA ELIZABETH RODRIGU...REFLEXIÓN SOCIAL SOBRE LA COMUNICACIÓN ELABORADO POR: DIANA ELIZABETH RODRIGU...
REFLEXIÓN SOCIAL SOBRE LA COMUNICACIÓN ELABORADO POR: DIANA ELIZABETH RODRIGU...
 
Derechos humanos globalizacion interculturalidad
Derechos humanos globalizacion interculturalidadDerechos humanos globalizacion interculturalidad
Derechos humanos globalizacion interculturalidad
 
Dignidad, cultura y libertad
Dignidad, cultura y libertad Dignidad, cultura y libertad
Dignidad, cultura y libertad
 
Cultura y globalizacion prog y tema i
Cultura y globalizacion prog y tema iCultura y globalizacion prog y tema i
Cultura y globalizacion prog y tema i
 
culturas hibridas
culturas hibridasculturas hibridas
culturas hibridas
 
Cultura Elite, Cultura de Masas, Cultura Urbana.
Cultura Elite, Cultura de Masas, Cultura Urbana.Cultura Elite, Cultura de Masas, Cultura Urbana.
Cultura Elite, Cultura de Masas, Cultura Urbana.
 
Cuestionario cultura general
Cuestionario cultura generalCuestionario cultura general
Cuestionario cultura general
 
1.2 nuevo concepto de cultura
1.2 nuevo concepto de cultura1.2 nuevo concepto de cultura
1.2 nuevo concepto de cultura
 
Industrias culturales Final
Industrias culturales FinalIndustrias culturales Final
Industrias culturales Final
 
BLOG SOCIAL SOBRE LA COMUNICACIÓN. DIANA ELIZABETH RODRIGUEZ CASTELLANOS
BLOG SOCIAL SOBRE LA COMUNICACIÓN. DIANA ELIZABETH RODRIGUEZ CASTELLANOS BLOG SOCIAL SOBRE LA COMUNICACIÓN. DIANA ELIZABETH RODRIGUEZ CASTELLANOS
BLOG SOCIAL SOBRE LA COMUNICACIÓN. DIANA ELIZABETH RODRIGUEZ CASTELLANOS
 
los derechos humanos un contexto intercultural
los derechos humanos un contexto  interculturallos derechos humanos un contexto  intercultural
los derechos humanos un contexto intercultural
 
Globalizacion cultura e_identidad.samour
Globalizacion cultura e_identidad.samourGlobalizacion cultura e_identidad.samour
Globalizacion cultura e_identidad.samour
 
3 educ intercultura_mex
3 educ intercultura_mex3 educ intercultura_mex
3 educ intercultura_mex
 
Interculturalitat 4
Interculturalitat 4Interculturalitat 4
Interculturalitat 4
 
Interculturalitat
InterculturalitatInterculturalitat
Interculturalitat
 

Destacado

Connection 2013 strategy november 2012
Connection 2013 strategy november 2012Connection 2013 strategy november 2012
Connection 2013 strategy november 2012
DGMT
 
инструкция перехода
инструкция переходаинструкция перехода
инструкция перехода
schepkin
 
Bankia es el futuro....¡ni de coñaaaaaaa
Bankia es el futuro....¡ni de coñaaaaaaaBankia es el futuro....¡ni de coñaaaaaaa
Bankia es el futuro....¡ni de coñaaaaaaa
MISAMU
 
Project Management Introduction
Project Management IntroductionProject Management Introduction
Project Management Introduction
Allan Berry
 

Destacado (16)

Oriana
OrianaOriana
Oriana
 
Connection 2013 strategy november 2012
Connection 2013 strategy november 2012Connection 2013 strategy november 2012
Connection 2013 strategy november 2012
 
Prueba de Ensayo 2do bimestre
Prueba de Ensayo 2do bimestrePrueba de Ensayo 2do bimestre
Prueba de Ensayo 2do bimestre
 
Aporte para promocionar la lectura
Aporte para promocionar la lecturaAporte para promocionar la lectura
Aporte para promocionar la lectura
 
Doc1
Doc1Doc1
Doc1
 
Equipo 6
Equipo 6Equipo 6
Equipo 6
 
инструкция перехода
инструкция переходаинструкция перехода
инструкция перехода
 
Bankia es el futuro....¡ni de coñaaaaaaa
Bankia es el futuro....¡ni de coñaaaaaaaBankia es el futuro....¡ni de coñaaaaaaa
Bankia es el futuro....¡ni de coñaaaaaaa
 
ACCIÓN VOLUNTARIA: ELOGIO AL CEREBRO HUMANO
ACCIÓN VOLUNTARIA: ELOGIO AL CEREBRO HUMANOACCIÓN VOLUNTARIA: ELOGIO AL CEREBRO HUMANO
ACCIÓN VOLUNTARIA: ELOGIO AL CEREBRO HUMANO
 
Ppt
PptPpt
Ppt
 
Project Management Introduction
Project Management IntroductionProject Management Introduction
Project Management Introduction
 
Cp para el plebiscito
Cp  para el plebiscitoCp  para el plebiscito
Cp para el plebiscito
 
Combatientes
CombatientesCombatientes
Combatientes
 
2016.7.10 主恩典.馨香晚祭.雲上太陽
2016.7.10 主恩典.馨香晚祭.雲上太陽2016.7.10 主恩典.馨香晚祭.雲上太陽
2016.7.10 主恩典.馨香晚祭.雲上太陽
 
20141223 icd 10 code 교육 보충설명 정주
20141223 icd 10 code 교육 보충설명 정주20141223 icd 10 code 교육 보충설명 정주
20141223 icd 10 code 교육 보충설명 정주
 
AP 7 Lesson no. 25-F: Relihiyon sa Yemen
AP 7 Lesson no. 25-F: Relihiyon sa YemenAP 7 Lesson no. 25-F: Relihiyon sa Yemen
AP 7 Lesson no. 25-F: Relihiyon sa Yemen
 

Similar a C37laeducacionvirtualq

Oficio de cartógrafo part2
Oficio de cartógrafo part2Oficio de cartógrafo part2
Oficio de cartógrafo part2
uamcomunicacion
 
Auto etica.principio de civilidad
Auto etica.principio de civilidadAuto etica.principio de civilidad
Auto etica.principio de civilidad
Lucia Arbeláez
 
Ensayo, laberinto de la soledad
Ensayo, laberinto de la soledadEnsayo, laberinto de la soledad
Ensayo, laberinto de la soledad
Fernanda Tapiero
 
Interculturalitat 1
Interculturalitat 1Interculturalitat 1
Interculturalitat 1
ROPALO
 
Interculturalitat
InterculturalitatInterculturalitat
Interculturalitat
margasn
 

Similar a C37laeducacionvirtualq (20)

7 patrimonio cult y natural
7 patrimonio cult y natural7 patrimonio cult y natural
7 patrimonio cult y natural
 
Oficio de cartógrafo part2
Oficio de cartógrafo part2Oficio de cartógrafo part2
Oficio de cartógrafo part2
 
Auto etica.principio de civilidad
Auto etica.principio de civilidadAuto etica.principio de civilidad
Auto etica.principio de civilidad
 
Ensayo, laberinto de la soledad
Ensayo, laberinto de la soledadEnsayo, laberinto de la soledad
Ensayo, laberinto de la soledad
 
Interculturalitat
InterculturalitatInterculturalitat
Interculturalitat
 
Interculturalitat
InterculturalitatInterculturalitat
Interculturalitat
 
Interculturalitat
InterculturalitatInterculturalitat
Interculturalitat
 
Interculturalitat 1
Interculturalitat 1Interculturalitat 1
Interculturalitat 1
 
Interculturalitat
InterculturalitatInterculturalitat
Interculturalitat
 
Interculturalitat
InterculturalitatInterculturalitat
Interculturalitat
 
Interculturalitat 1
Interculturalitat 1Interculturalitat 1
Interculturalitat 1
 
Interculturalitat
InterculturalitatInterculturalitat
Interculturalitat
 
Encuentro 1 ppt
Encuentro 1 pptEncuentro 1 ppt
Encuentro 1 ppt
 
Un patio de dudas
Un patio de dudasUn patio de dudas
Un patio de dudas
 
Un patio de dudas TALLER DE ÉTICA E INTERCULTURALIDAD RED MUSEISTICA DE LUGO
Un patio de dudas TALLER DE ÉTICA E INTERCULTURALIDAD RED MUSEISTICA DE LUGOUn patio de dudas TALLER DE ÉTICA E INTERCULTURALIDAD RED MUSEISTICA DE LUGO
Un patio de dudas TALLER DE ÉTICA E INTERCULTURALIDAD RED MUSEISTICA DE LUGO
 
Un patio de dudas
Un patio de dudasUn patio de dudas
Un patio de dudas
 
Crítica al uso del adjetivo “intangible” en relación al patrimonio cultural y...
Crítica al uso del adjetivo “intangible” en relación al patrimonio cultural y...Crítica al uso del adjetivo “intangible” en relación al patrimonio cultural y...
Crítica al uso del adjetivo “intangible” en relación al patrimonio cultural y...
 
Memoria, comunicación y desarrollo cultural
Memoria, comunicación y desarrollo culturalMemoria, comunicación y desarrollo cultural
Memoria, comunicación y desarrollo cultural
 
Aporteequipo4
Aporteequipo4Aporteequipo4
Aporteequipo4
 
Mata - De la cultura masiva a la cultura mediática
Mata - De la cultura masiva a la cultura mediáticaMata - De la cultura masiva a la cultura mediática
Mata - De la cultura masiva a la cultura mediática
 

C37laeducacionvirtualq

  • 1. LA EDUCACIÓN VIRTUAL. DESAFÍO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE CULTURAS E IDENTIDADES* Ramón Benítez García rbenitez@ilce.edu.mx Globalización, tecnología y diversidad ¿pavimentación de la cultura? "Los hombres trabajan juntos. Entran a miles en las fábricas y oficinas, y llegan en coches particu- lares, en trenes subterráneos, en autobuses, en tranvías; trabajan juntos a un ritmo que señalan los expertos, con métodos que formulan los expertos, ni con demasiada rapidez, ni con demasia- da lentitud, pero juntos: cada uno forma parte del todo. Por la tarde la corriente fluye en sentido inverso: todos leen los mismos periódicos, escuchan la radio, ven películas, las mismas para los que están en la cumbre que para los que están en el primer peldaño de la escala, para el inteli- gente que para el estúpido, para el educado que para el ineducado. Producen, consumen, gozan juntos, acordes, sin suscitar problemas. Ese es el ritmo de su vida"1. Este diagnóstico, que Fromm realizara de la sociedad "contemporánea" hace medio siglo teniendo como telón de fondo la sociedad norteamericana, no parece muy lejano de las realidades que ca- da vez más observamos cotidianamente en las urbes de nuestras naciones latinoamericanas. Cuando releemos el análisis de Marcuse sobre la ideología de la sociedad "industrial avanzada", que destaca como uno de sus rasgos centrales a la unidimensionalidad en tanto reducción del in- dividuo a engranaje y represión de lo lúdico, de lo crítico y de lo erótico en favor de lo instrumen- tal, nos dice que "quizás la más clara evidencia pueda obtenerse mirando simplemente la televi- sión o escuchando la radio durante una hora consecutiva un par de días sin apagarlos durante los comerciales y cambiando de vez en cuando de estación"2, podemos encontrar mucha correspon- dencia con los actuales contextos socioculturales de nuestros países. Hoy estamos ante un referente inevitable para ponderar y comprender los fenómenos sociales que en todos los planos vivimos: la globalización3. La referencia obedece no a una elección teórica, si- no a la presencia indiscutible de acciones y consecuencias relacionadas con múltiples aspectos en lo social y lo cotidiano. Algunas voces auguran el triunfo del orden global en todos los terrenos y en todos los rincones; en tenor de desaliento, anuncian la pavimentación de la cultura por la avalancha de las industrias culturales y la homogeneización de formas de vida, suponiendo que habrá de penetrar todos los aspectos y resquicios de lo social y de lo cotidiano. Para esos discursos apologistas de la globalización, la añorada integración latinoamericana pare- ce quedar atrás y haberse concretado en la integración económica. En tales discursos destaca la
  • 2. estrechez de miras con que se asoman al complejo ámbito de lo cultural y las implicaciones que en él tiene la globalización. En realidad, y por fortuna, las cosas no son así de sencillas, la vida y la sociedad son mucho más ricas y complejas. La globalización desata respuestas, implica rupturas, choques y genera recons- trucciones de las formas de concebir, imaginar y actuar (concepciones, afectividades, costumbres, imágenes, valores y prácticas concretas). . Ahí se reivindica y expresa la diversidad de imaginarios simbólicos de los muchos individuos y grupos sociales, sus particulares identidades (por razones étnicas, de género, etarias, de clase social, de raigambre local y regional, etc.) Y todo ello, además de trabajo, política, organización social es cultura...culturas. En la globalización se activan al mismo tiempo fuerzas centrípetas que tienden a homogeneizar como fuerzas centrífugas que ponen en acción energías sociales e imaginarios simbólicos (cultu- ras) localizados y hasta cierto punto omitidos por los discursos teóricos y políticos predominantes hasta hace algunas décadas, pero latentes. Sin embargo, las culturas, como expresiones auténticas y no decorados plásticos mercantiles, no se preservan de forma automática o por enclaustramiento en reductos sociales y geográficos. Co- mo culturas vivas han de construirse y reconstruirse en el marco de la globalización y la tecnolo- gización; aún más insertándose, no subsumiéndose, en una y apropiándose de la otra, pues son procesos ya en curso a los que no es posible dar la espalda y que encuentran en esta construcción y reconstrucción de culturas la antítesis concreta de su supuesta universalidad y dominio absolu- to: el reino de la razón mercantil. No debemos perder de vista que antes que tratarse de un real parteaguas social, la globalización es una prolongación de la lógica de la sociedad de mercado, del capital a nivel mundial, donde ciertamente asistimos a un proceso de integración, "diferenciado, desigual, pero de integración y en ese proceso las identidades se afirman en contraposición a ese movimiento integrador. ..Pero esas identidades se discuten en el contexto de una matriz"4, la de la Modernidad, la sociedad ur- bana, racional, industrializada. En tal sentido, no hay inocencia en la acción de las industrias culturales bajo la lógica del capital global, no debemos minimizar sus efectos en la construcción de los imaginarios simbólicos de in- dividuos y sociedades. Con todo lo cierto que hay en las tesis sobre "recepción activa" respecto a los medios masivos y sus mensajes, indiscutiblemente contribuyen en gran medida a la configura- ción de los esquemas culturales contemporáneos. A medios como la televisión, el cine, la radio a través de los que han venido actuando las indus- trias culturales desde hace tiempo, hoy se suman las nuevas tecnologías de información (compu- tación, multimedia y redes telemáticas). Estos nuevos medios tienen múltiples aplicaciones son tan vastas, al punto de que es difícil hoy pensar las más diversas actividades, individuales y colec- tivas, sin su concurso: las transacciones económicas en las bolsas de valores y en el cajero auto- mático, la producción de bienes y servicios, el control del tráfico citadino, y mil y un aspectos más del acontecer de todos los días. Por su creciente presencia en actividades cotidianas, en la vida social, por las características con que presentan sus contenidos (integración de lenguajes escrito, gráfico, sonoro, imagen, ensam- blaje de movimientos veloces en sucesiones de segundos), por velocidad en la comunicación y su
  • 3. capacidad para almacenar y transportar información, no hay duda que inciden también en la re- configuración de las culturas e identidades. Como vemos, la identidad no puede referirse a una identidad esencial, que antecede y subyace al sujeto y a los grupos sociales, sino al sentido de mismidad, de pertenencia y diferenciación que se construye y recrea permanentemente en el marco de los procesos de cambio. La pregunta por la identidad latinoamericana implica interrogarse sobre qué se cimienta, ¿sobre un pasado prehispá- nico común a la vez que heterogéneo, sobre una amarga experiencia colonial compartida, sobre las embestidas imperialistas experimentadas? Se requiere concebir a la identidad "por relación a un otro con el que nos parecemos o nos dife- renciamos… hablar de reconocimiento y de pertenencia a un universo simbólico por el cual nos reconocemos y somos conocidos…de una relación social, esto es de aquello que establece el vín- culo y el reconocimiento con el otro pero también de aquello que nos diferencia de él. En este sen- tido, toda identidad es construida históricamente y por lo tanto puede transformarse, sin que ello signifique que los pueblos hacen una selección definitiva de los rasgos distintivos que prefieren para darse una identidad, como si fuera un acto consciente o una decisión consensual y volunta- ria"5. Hoy más que nunca, la preocupación por la identidad debe desprenderse de sus referencias geo- gráficas, lingüísticas y étnicas, pues ni una ni otra son suficientes para dar fundamento y conteni- do al sentido de diferenciación y mismidad que es la identidad. Hoy que la globalización desencadena grandes oleadas migratorias de trabajadores de región a re- gión y de un país a otro, que se crean nuevos empleos y profesiones, que se generan masas de de- sempleados y desarraigados, que se da paso a una mayor circulación de información, ideas y va- lores, y que se experimentan cambios en hábitos y formas de consumo, la pregunta por identidad, más si latinoamericana, no puede ser sino plural (identidades) y estar relacionada estrechamente con la historia, pero la historia como proceso vivo lleno de desafíos y posibilidades a futuro, no simple registro del pasado. Más que aspirar a una identidad latinoamericana que diluya las diferencias realmente existentes y hasta necesarias como parte de la riqueza de nuestras sociedades (diferencias de clase, diferen- cias de género y muchas más), debemos interrogarnos por los contextos y circunstancias actuales, a nivel nacional, regional y local donde se construyen las muchas diferencias e identidades den- tro de América Latina y en "diálogo" con la globalización. Las identidades, entonces, no como algo dado ni como algo perdido, sino como proyectos que re- conozcan y trabajen con la heterogeneidad de actores, con la apropiación de tecnologías y que en- cuentra en lo cultural uno de sus bastiones y uno de sus remates. Las identidades como la contra- partida de las tendencias globales homogeneizadoras que por pujantes que sean no son absolu- tas y dan paso también a lo fragmentario, pues "lo fragmentario es un rasgo estructural de los pro- cesos globalizadores ... la globalización es tanto un conjunto de procesos de homogeneización co- mo de fraccionamiento del mundo, que reordenan las diferencias y las desigualdades sin suprimir- las"6. Identidades que no dejen, en ningún momento, de asumir historias compartidas y diferenciales, sin complacerse en la coincidencia pretérita o buscar sustento en la negación (lo que no hemos si- do, lo que no nos dejaron ser o lo que tuvimos que ser), sino que construyéndose sobre las espe-
  • 4. cificidades y diferencias en situaciones concretas, como son las de los tiempos presentes, sienten las bases para proyecciones a futuro. La virtualización educativa La educación formal es una de las principales agencias culturales, sea en su función conservado- ra y domesticadora, que sin duda tiene, o en el sentido emancipador y formador que recorre las propuestas pedagógicas humanistas y se ha concretado en proyectos específicos. Como par te de la "desterritorialización" y del "descentramiento" con que los especialistas de co- municación y cultura aluden a la pérdida de localización clara de las fuentes del poder y la cultu- ra, la escuela comienza a dejar de ser el espacio privilegiado y plenamente identificado de la edu- cación formal, y las instituciones estatales sus principales centros de decisión. No obstante, la educación en sus diferentes modalidades, presencial o a distancia, escolar o vir- tual, sigue teniendo un papel crucial en la formación de profesionistas y trabajadores, pero tam- bién de individuos y ciudadanos, que en calidad de sujetos son, finalmente, quienes experimen- tan y expresan eso que es identidad. Formación que en tiempos marcados por fuertes signos de disgregación y descomposición social, adquiere aún mayor importancia como contrapartida nece- saria. El proyecto educativo se ha concentrado en el esquema de la escuela tradicional que trata lo di- verso, lo heterogéneo como realidad indiferenciada. De ahí que como proyecto cultural, al escue- la antes que promotora de la creación y la identidad cultural se haya convertido en instancia de normalización y homogeneización. "Una población heterogénea desde el punto de vista cultural, histórico, lingüístico, con necesidades y demandas diversas, con antecedentes distintos respecto de los aprendizajes realizados en su medio social que la divide. Heterogeneidad del sujeto de la educación y uniformidad del discurso escolar se cruzan constituyendo rápidamente agrupamien- tos distinguidos por el mayor o menor grado de identificación de los educandos con aquel discur- so"7. Por otra parte, en contraste con la oferta de las industrias culturales, especialmente atractivas pa- ra las nuevas generaciones por el dinamismo en sus contenidos y formas de tratamiento, la escue- la pierde gradualmente su credibilidad y capacidad de incidencia en la constitución de los imagi- narios simbólicos de los grupos sociales. ¿Cuál es el papel, las posibilidades, las ventajas y dificultades que se le plantean a la educación en este contexto? La creación de proyectos de innovación educativa preocupados por incorporar a los medios masivos de comunicación y nuevas tecnologías a la educación, siendo la educación a distancia o educación virtual una de sus principales formulaciones, es nota común en nuestras so- ciedades. Esto es plausible, en principio, por la expansión tecnológica que caracterizará a la sociedad, ante lo cual los espacios educativos no deben quedar al margen, sino responder a ese desafío juiciosa, activa y propositivamente, dejando atrás la idea de educación como cúmulo de conocimientos y destrezas provistas de una vez por todas por la escuela en las primeras etapas de la vida o, a lo sumo, en la formación profesional. Se necesita diversificar la oferta educativa con diferentes mo-
  • 5. delos y modalidades en relación al trabajo, a la preparación científica y humanística, y a la vida social en todos los aspectos (salud, arte, educación inicial, geriatría, alimentación, etc.), lo cual em- pata con la creciente informatización de muchos procesos económicos y sociales que acelera la obsolescencia de productos, conocimientos, estructuras de las instituciones, entre ellas las de edu- cación8. Incorporar nuevas tecnologías a la educación a través de modalidades como educación a distan- cia o educación virtual es una alternativa útil y valiosa siempre y cuando el centro de la atención se localice en el sustantivo y no en la adjetivación, en la educación antes que en la distancia. Es- to nos lleva una vez más a la cuestión de los fines educativos y los modelos pedagógicos como sustento de modalidades operativas congruentes con la heterogeneidad de los sujetos. Heterogeneidad que va más allá de grupos de edad y niveles educativos, sino que refiere también aquellas diversidades que están en la base de los resultados diferenciales de la educación actual, como son, entre otras, las diferencias de género, socioeconómicas, étnicas, laborales, demográfi- cas. Se hace necesario el impulso de proyectos educativos heterogéneos en sus contenidos, en sus pro- pósitos terminales y/o propedéuticos, aunque coincidentes en sus fundamentos pedagógicos, y con el aprovechamiento atinado, pertinente, de los nuevos recursos tecnológicos, sin mistificacio- nes ni deslumbramientos y también sin prejuicios. La virtualización educativa se enmarca en las tendencias globalizadoras del mercado y ante ellas debe tener capacidad de respuesta con fundamento además de pedagógico, social y cultural. Es indispensable no incurrir en la perspectiva según la cual los sujetos de aprendizaje son simples consumidores de una mercancía necesaria para su inserción en el mercado laboral bajo la lógica mercantil y utilitaria. Trasladadas al universo de la educación, esas tendencias buscan uniformar criterios curriculares, profesionales y de acreditación destinados a universalizar la educación conforme a los requeri- mientos del aparato económico global. En ciertas esferas del conocimiento y del desempeño labo- ral esto puede ser necesario sin lugar a duda, pero también comporta el riesgo de diseñar e ins- trumentar nuevas opciones educativas bajo criterios eficientistas y de rentabilidad, que no de efi- ciencia y calidad educativas. Así como es necesario cuestionarnos cómo pueden nuestras sociedades insertarse en los proce- sos globalizadores y de tecnologización, en el terreno educativo es fundamental preguntarnos qué de la virtualización resulta pertinente a nuestros contextos y necesidades, a fin de recuperar y afir- mar el sentido formativo en todos los planos, consustancial a la educación y, al propio tiempo, to- mar distancia de la fetichización con que la ideología mercantil magnifica las ventajas de las nue- vas tecnologías. Esto no significa, negar ni desechar los reales potenciales de las nuevas tecnologías para apoyar los procesos educativos, sino de aunar a ellos el conocimiento de nuestras realidades latinoame- ricanas, en las que la diversidad está tan presente, para fundamentar y diseñar políticas y proyec- tos educativo-culturales que orienten la construcción de los latinoamericanos de las próximas dé- cadas con conocimientos y habilidades prácticas que les permitan hacer frente a circunstancias al- tamente tecnológicas, pero también destrezas intelectuales y cualidades éticas que le permitan ser
  • 6. más que simios informatizados o alegres robots. Los medios informáticos, al igual que todo tipo de medios son simplemente eso: medios, herra- mientas. No aseguran por sí mismos aquello tantas veces proclamado: la emancipación y el bie- nestar humanos. Esta es una tarea que compromete no sólo al conocimiento científico-tecnológi- co y a las destrezas técnicas, sino también, y por encima de todo, a la racionalidad del ser huma- no en toda su extensión: su pensamiento crítico, su juicio ético y su sensibilidad existencial. Es indispensable que la innovación tecnológica se acompañe de innovación pedagógica para lo cual es necesario incorporar los cambios estrictamente técnicos en el marco de proyectos diseña- dos y fundamentados desde el campo de conocimientos de la educación y con el concurso de los actores de los procesos, especialmente los cuerpos docentes. Innovación tecnológica y pedagógica que no debe ser exclusiva de la educación virtual o a distan- cia, tanto por razones psicopedagógicas (el desarrollo psicoevolutivo, los procedimientos para la enseñanza y aprendizaje concomitantes, el tipo de contenidos, las mayores o menores posibilida- des de virtualización en cuanto a conocimientos y destrezas prácticas, etc.) como por razones con- textuales (económicas, técnicas y culturales relacionadas con el acceso y familiaridad con la in- fraestructura informática). Para contextualizar socioculturalmente la virtualización educativa sin mitificarla como un modelo cerrado, acabado, monolítico y aplicable a toda circunstancia y nivel educativo, resulta útil una re- flexión que invite a desmitificarla, por una parte, y a ponderar sus ventajas y pertinencia por otra. La noción de "capital cultural" es clave para ello, pues hace referencia al conjunto de saberes, cos- tumbres, actitudes y valores que manifiestos en el lenguaje e íntimamente vinculados al pensa- miento hacen posible toda situación educativa. La educación formal vive una tensión entre una función reproductora y un papel transformador. En cualquier caso, la educación no es una esfera separada del contexto social, ajena a las coordena- das sociales, económicas, políticas y culturales; su acción y su sentido se entrelazan íntimamente con lo que la sociedad es y con lo que sus actores proyectan ser. Así, el capital cultural, construido fuera de los espacios educativos formales, la escuela por anto- nomasia, es elemento fundamental para el desempeño, mejor o peor, de los estudiantes en la me- dida que se asemeja o diferencia a la cultura propia de esos espacios y procesos educativos. Aquí radica una de las principales razones para fundamentar conforme a criterios de factibilidad, viabi- lidad y pertinencia pedagógicas los proyectos de educación a distancia o virtual. Es decir, no en todos los casos, los estudiantes a distancia, clientes se les llama en el lenguaje tec- no-mercantil que comienza a poblar el discurso educativo, cuentan con capital cultural acorde a ese mundo de lo virtual para su actuación académica. Con ello queda en entredicho el supuesto efecto democratizador de la educación a distancia y se destaca el riesgo de convertirse en nuevo factor ideológico que legitime y oculte las razones sociales y globales de nuevas formas de desi- gualdad y exclusión. En contraparte, si de impulsar proyectos pedagógicos reales se trata, donde el compromiso sea formar sujetos constructores de conocimientos y cultura, de aprendizajes significativos, sabemos bien que un proyecto educativo debe articularse con las preconcepciones del sujeto9, preconcep-
  • 7. ciones que construye el sujeto pero no sólo ni principalmente en la escuela, sino en mayor medi- da en los contextos familiares y cotidianos, que son contextos sociales y culturales; "esos conoci- mientos son construcciones personales de los alumnos, es decir, han sido elaborados de modo más o menos espontáneo en su interacción cotidiana con el mundo…muchos de ellos son previos a la instrucción"10. Las transformaciones culturales en marcha ligadas a los usos laborales y cotidianos de las nuevas tecnologías de información y comunicación, inciden en el capital cultural de segmentos conside- rables de la población, incorporando lenguajes y formas narrativas usualmente extrañas a los pro- cesos educativos tradicionales, anclados al lenguaje escrito, al medio impreso bajo procedimien- tos transmisionistas de información. La educación virtual, al igual que la educación presencial y cualquier otra forma de proceso edu- cativo deliberado, comporta una dimensión técnica pero es mucho más que técnica. Las posibili- dades de las nuevas tecnologías sólo serán activadas en las propuestas de virtualización a condi- ción de que se enmarquen en proyectos pedagógicos caracterizados por promover la construcción del conocimiento, lo que exige planes didácticos concretos apoyados en los soportes tecnológicos que más allá del discurso promuevan el despliegue de la reflexión, el análisis, la proposición y la ejecución como procesos para la significatividad del aprendizaje. Significatividad que no se refiere exclusiva ni primordialmente al contenido por sí mismo, sino a las actividades de aprendizaje planeadas a partir de la claridad de propósitos formativos en todo momento y no sólo informativos, centrados no en la enseñanza y los contenidos sino en la pro- moción del aprendizaje. Por ello, sin dejar de insistir sobre la prudencia para evitar que virtualización educativa sea sinó- nimo de homogeneización, cabe apuntar consideraciones básicas comunes para su diseño peda- gógico como son la necesidad de atender a: Propósitos. Estos deben ser congruentes con la complejidad del aprendizaje, por lo que se requie- re orientarlos en tres sentidos: conceptual (dominio de contenidos temáticos), actitudinal (valores y comportamientos) y práctico (desarrollo de habilidades concretas). Experiencias de aprendizaje. La experiencia de aprendizaje resulta de la planeación y ejecución de actividades concretas (manipulación de objetos, ejecución de procedimientos, representación grá- fica, plástica) y simbólicas (de reflexión, de pensamiento hipotético, de construcción de argumen- tos, etc.) que conjugan pensamiento, lenguaje y acción. No se trata, pues, sólo de saber, sino tam- bién saber hacer, de saber-se y de saber ser. El conocimiento como construcción. Es indispensable que las experiencias de aprendizaje transi- ten de lo reflexivo (la recuperación de la "experiencia de sí" y de la propia subjetividad11) a lo ana- lítico (comprender factores de hechos y situaciones), a lo propositivo (diseñar, planear rumbos de acción) y a lo aplicativo (ejecución en situaciones específicas de lo propuesto donde se concreten conceptos y habilidades)12. Interacción pedagógica. Una educación virtual cimentada en la construcción del conocimiento, de- be poseer un sentido efectivamente comunicacional en la medida que el aprendizaje es también proceso social, debe ser entendida como relación activa y expresiva de los sujetos (los objetos no
  • 8. actúan, lo sabemos, pero solemos olvidarlo y muchas veces cosificamos las relaciones humanas) utilizando para ellos los medios a su alcance, no sólo las nuevas tecnologías. Comunicación que no se limita a la transmitir información entre polos técnicos, sino al despliegue de habilidades co- municacionales que implican observación, expresión, escucha, tolerancia, alteridad a través de ac- tividades de expresión y argumentación13 no sólo escrita, sino con el uso de diversos lenguajes, para lo cual también las nuevas tecnologías son muy útiles. Estas consideraciones devienen como criterios generales comunes que se deben considerar en to- do proyecto de virtualización educativa que se reclame consistente en lo pedagógico, para hacer del uso de nuevas tecnologías un potencial creativo y formativo, evitando incurrir en deslumbra- mientos e inversiones cuantiosas sin solidez educativa. Esto es parte importante del reto necesa- rio para hacer de la educación a distancia o virtual una alternativa pedagógica y no aquello que Kaplún expresa con la metáfora del cajero automático, la terminal electrónica a la que el estudian- te acuda, teclee opciones de respuestas a preguntas preelaboradas y obtenga a cambio el resulta- do de créditos que se sumen a su cuenta en línea14. Sin embargo, hay que insistir, las posibilidades técnicas de las nuevas herramientas no garantizan por sí mismas la activación de su potencial pedagógico y comunicacional, sin el juicio crítico en la toma de decisiones, en el diseño de proyectos y en el desarrollo de programas bien puede suce- der que la innovación tecnológica sólo sea un costoso y llamativo ropaje para viejas prácticas. En tal caso, el interés por la incidencia de la educación en las identidades culturales derivará en prác- ticas dislocadas, ajenas a circunstancias y procesos vivos, a la construcción histórica de identida- des. Precisamente por encontrarnos en procesos de descentramiento y globalización, el curso de las ac- ciones en el terreno educativo no compete, ahora menos que nunca, sólo a instancias guberna- mentales y tomadores de decisión investidos desde las altas esferas. En educación participan múl- tiples actores individuales y colectivos y al igual que con la formulación de políticas culturales "no puede ser atribución exclusiva de los Estados, ni materia de negociación excluyente entre Estado e iniciativa privada. Lo público no es sinónimo de lo estatal. Las políticas culturales deben ser pro- ducto de una imaginativa concertación social que, además de los Estados y la iniciativa privada in- cluya a educadores, profesionales, trabajadores de la cultura y movimientos sociales. Sólo desde esta diversidad y pluralidad arribaremos al diseño de políticas democráticas que afiancen y expan- dan las libertades de creación y expresión"15. Noviembre, 2000 ------------------------------------------------------------------------ * Ponencia presentada en el Congreso Proyección de la Integración Latinoamericana en el siglo XXI. Mesa IV Políticas culturales e identidad latinoamericana. 1 Fromm, Erich. Psicoanálisis de la sociedad contemporánea. FCE, 10ª. reimpresión, México, 1974. p. 96 2 Marcuse, Herbert. El hombre unidimensional. Ed. Joaquín Mortiz. 4ª. edición, México, 1969. p. 19 3 Por globalización asumo ese racimo de procesos con dimensiones económicas (integración, apertura de fronteras comerciales, acuerdos regionales, libre flujo de capitales, transformaciones
  • 9. laborales, etc.), dimensiones políticas (creación de estructuras jurídico-políticas supranacionales) y dimensiones tecnológicas de que acompañan e impulsan los cambios económico-productivos, jurídico-políticos y, algo no menos trascendente: los procesos culturales 4 "Identidades culturales no contexto globalização" (Entrevista a Renato Ortiz) en Comunicação & educação.No. 18, maio-agos, 2000. São Paulo. P. 69 5 Ulloa, Alejandro. "Cultura, identidad y comunicación" en Diálogos de la comunicación. No. 38 FE- LAFACS. Lima, enero 1994 6 García, Canclini, N. "La globalización en pedazos: integración y rupturas en la comunicación" en Diálogos de la comunicación. No. 51 FELAFACS, Lima, mayo 1998. p. 10 7 Puiggrós, A. "América Latina y la crisis de la educación" en Puiggrós, A. y Gómez, MAlternativas pedagógicas, sujetos y prospectiva de la educación en América Latina. Fac. de Filosofía y Letras- UNAM. México 1992. p. 41 8 Cfr. Vizer, Eduardo. "Ante el desafío de la cultura tecnológica. El camino de los `países subdesa- rrollados" en Telos.Cuadernos de Comunicación, Tecnología y Sociedad. No. 37. Madrid, 1994 9 Cfr. Ausubel, David. et al. Psicología educativa. Ed. Trillas, México 1983 10 Varios. "Conocimientos previos y aprendizaje escolar" en Cuadernos de Pedagogía. No. 188. Edit. Fontalba, Barcelona, enero 1991 11 "Experiencia de sí" que se dinamiza mediante procedimientos expresivos: narrar-se, juzgar-se, dominar-se, que además de potencial creativo tiene un necesario sentido autoevaluativo, siempre indispensable para que el sujeto repiense sus prenociones, recupere sus cualidades favorables e identifique sus desaciertos e insuficiencias. (Cfr. Larrosa, Jorge. "Tecnologías del yo y educación" en Genealogía y sociología. Ed. El cielo por asalto. Buenos Aires, 1997) Cuestión nodal para la significatividad del aprendizaje al vincularlo y anclarlo con los conocimien- tos previos (Ausubel. Op. Cit) como para hacer de la educación no sólo especialistas en tal o cual campo de conocimientos sino para también formar sujetos y transformar su manera de concebir y hacer como profesionistas y como personas. 12 Es fundamental para la significatividad del aprendizaje vincularlo y anclarlo con los conoci- mientos previos y contextuales, así como promoverlo con acciones prácticas que involucren per- sonalmente al sujeto (Cfr. Ausubel. Op. Cit). Esto contribuye a hacer de la educación no sólo pre- paración de especialistas en tal o cual campo de conocimientos, sino también formación de suje- tos al transformar su manera de concebirse y de hacer como profesionistas y como personas. 13 Los planteamientos y experiencias que nos aportan Daniel Prieto Castillo, Francisco Gutiérrez y Mario Kaplún entre otros son por demás ilustrativos y ejemplificadores (Cfr. Kaplún, M. Una peda- gogía de la comunicación. Ed. La Torre, Madrid, 1998 y otras obras; Prieto C. y Gutiérrez, Fco. La mediación pedagógica. Radio Nederland Training Center. San José, Costa Rica. 14 Cfr. Kaplún, M. "Del educando oyente al educando hablante" en Diálogos de la comunicación. No. 37. FELAFACS, Lima 1993
  • 10. 15 Cfr.. La integración cultural latinoamericana. vol III. FELAFACS, México 1992