Una laucha entró a una despensa durante la noche y se encontró con una variedad de alimentos apetitosos como manteca, tocino, queso y chocolate. La laucha no podía decidir qué comer primero debido a los múltiples aromas atractivos y cambiaba constantemente de un alimento al otro. Finalmente, la gente encendió la luz y espantó a la laucha fuera de la despensa antes de que pudiera probar bocado. La laucha luego les contó a las otras lauchas que nunca más entraría a una despensa