Había un científico muy famoso llamado Locotin que vivía en un país lejano y quien había investigado sobre los secretos del cerebro humano obteniendo importantes resultados.
Creó un robot con cerebro mecánico y tecnología sofisticada, pero con el tiempo se dio cuenta que tenía grandes limitaciones, por lo que decidió reutilizarlo incorporándole un cerebro humano dentro de una caja de metal herméticamente sellada que contenía sustancias para preservarlo y, que estaba conectado a una batería como fuente de energía y, a un potente computador incorporados en el humanoide que se encargaban de coordinar sus movimientos.
Lo llamó Robotim nombre tomado de las primeras letras de un campesino fallecido que se llamaba Timoleón
Al parecer Locotin había logrado la inmortalidad de la raza humana encarnada en un robot.
Sin embargo, el experimento genero problemas de carácter ético, ya que el androide una vez recobró la conciencia exigió sus derechos. Mientras su creador apoyado por inversionistas alegaba que tenía el dominio sobre él, porque tan pronto falleció la familia dono su cerebro a la ciencia.
Esa situación generó un revuelo en la población obligando a las dos partes a ir a los estrados judiciales para dirimir el caso.
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
David Camargo, escritor y economista colombiano
1. David Francisco Camargo Hernández. Nacionalidad Colombiano.
Escritor, humanista y economista con especialización, maestría y
doctorado. Artista plástico. Inventor. Guionista. Becario de
universidades europeas. Director Fundación Sueños de Escritor y
ediciones Dafra. Premios literarios y académicos en los años 2001-
2005-2008-2010-2016-2017 en eventos internacionales. Profesor de
posgrado. Investigador CVLAC Colciencias. Conferencista
internacional basando los temas en sus propios libros. Propende por
una economía «más humana, más igualitaria, capaz de contribuir a
mejorar la calidad de vida de la comunidad». En 2010 algunas de sus
publicaciones fueron traducidas a varios idiomas. Una de las más
destacadas se titula: “cómo regionalizar el país”. Y por «su
sobresaliente trayectoria literaria y pensamiento comprometido
con los problemas de la cotidianidad».
Así como en el desarrollo de políticas dirigidas a la
formación académica, las Universidades tienen el
compromiso de centrar su atención en los estudiantes
como los ejes transformadores de la sociedad, de igual
manera por ser éstos los protagonistas principales tienen
la responsabilidad y el reto de aportar herramientas que
les permitan interactuar armónicamente con las
instituciones educativas.
Es por ello que desde las aulas de clase se debe gestar la
investigación dirigida hacia la construcción de valores
fundamentales que tengan como resultado la formación
de profesionales íntegros. Por tal razón este Código de
Ética va dirigido a los estudiantes de educación superior,
su finalidad es contribuir a la orientación de los
comportamientos individuales y colectivos, enfatizar en
los derechos, el cumplimiento de los deberes
procurando entregar un contenido crítico que permita
adoptar posiciones que impulsen la toma de decisiones
que beneficien al grueso de la población estudiantil.
David Francisco Camargo Hernández. Nacionalidad Colombiano.
Escritor, humanista y economista con especialización, maestría y
doctorado. Artista plástico. Inventor. Guionista. Becario de
universidades europeas. Director Fundación Sueños de Escritor y
ediciones Dafra. Premios literarios y académicos en los años 2001-
2005-2008-2010-2016-2017 en eventos internacionales. Profesor de
posgrado. Investigador CVLAC Colciencias. Conferencista
internacional basando los temas en sus propios libros. Propende
por una economía «más humana, más igualitaria, capaz de
contribuir a mejorar la calidad de vida de la comunidad». En 2010
algunas de sus publicaciones fueron traducidas a varios idiomas.
Una de las más destacadas se titula: “cómo regionalizar el país”. Y
por «su sobresaliente trayectoria literaria y pensamiento
comprometido con los problemas de la cotidianidad».
Había un científico muy famoso llamado Locotin que vivía en un país
lejano y quien había investigado sobre los secretos del cerebro humano
obteniendo importantes resultados.
Creó un robot con cerebro mecánico y tecnología sofisticada, pero con el
tiempo se dio cuenta que tenía grandes limitaciones, por lo que decidió
reutilizarlo incorporándole un cerebro humano dentro de una caja de
metal herméticamente sellada que contenía sustancias para preservarlo
y, que estaba conectado a una batería como fuente de energía y, a un
potente computador incorporados en el humanoide que se encargaban
de coordinar sus movimientos.
Lo llamó Robotim nombre tomado de las primeras letras de un
campesino fallecido que se llamaba Timoleón
Al parecer Locotin había logrado la inmortalidad de la raza humana
encarnada en un robot.
Sin embargo, el experimento genero problemas de carácter ético, ya que
el androide una vez recobró la conciencia exigió sus derechos. Mientras
su creador apoyado por inversionistas alegaba que tenía el dominio sobre
él, porque tan pronto falleció la familia dono su cerebro a la ciencia.
Esa situación generó un revuelo en la población obligando a las dos
partes a ir a los estrados judiciales para dirimir el caso.