La pensión por vejez en Colombopolis consistía en un ingreso mensual vitalicio que obtenían los individuos al cumplir determinada edad, siempre y cuando hubieran cotizado durante su vida laboral.
Sin embargo, llegó un momento que se necesitó una reforma del sistema de pensiones por la inequidad existente en aquel país.
El sistema de pensiones en Colombopolis aunque estaba diseñado para dar cumplimiento a un contrato social que permitiera establecer derechos y obligaciones para que las personas se sintieran protegidas frente a riesgos de invalidez, vejez, o muerte, en la práctica no se cumplía.
Los expertos de Colombopolis definieron tres principios que debía respetar el sistema pensional como eran la cobertura, la equidad y la sostenibilidad.
La reforma pensional era urgente y tenía varios objetivos que dependían de factores como la capacidad institucional, la economía, la situación fiscal del país, la idiosincrasia, la política, el funcionamiento de la seguridad social, y las afugias sociales y financieras.
El sistema de pensiones en Colombopolis debía mejorar la capacidad de consumo de las familias en el mediano plazo, evitando que quienes estuvieran en situación de vejez se sumieran en la pobreza.
1. David Francisco Camargo Hernández. Nacionalidad Colombiano.
Escritor, humanista y economista con especialización, maestría y
doctorado. Artista plástico. Inventor. Guionista. Becario de
universidades europeas. Director Fundación Sueños de Escritor y
ediciones Dafra. Premios literarios y académicos en los años 2001-
2005-2008-2010-2016-2017 en eventos internacionales. Profesor de
posgrado. Investigador CVLAC Colciencias. Conferencista
internacional basando los temas en sus propios libros. Propende por
una economía «más humana, más igualitaria, capaz de contribuir a
mejorar la calidad de vida de la comunidad». En 2010 algunas de sus
publicaciones fueron traducidas a varios idiomas. Una de las más
destacadas se titula: “cómo regionalizar el país”. Y por «su
sobresaliente trayectoria literaria y pensamiento comprometido
con los problemas de la cotidianidad».
Así como en el desarrollo de políticas dirigidas a la
formación académica, las Universidades tienen el
compromiso de centrar su atención en los estudiantes
como los ejes transformadores de la sociedad, de igual
manera por ser éstos los protagonistas principales tienen
la responsabilidad y el reto de aportar herramientas que
les permitan interactuar armónicamente con las
instituciones educativas.
Es por ello que desde las aulas de clase se debe gestar la
investigación dirigida hacia la construcción de valores
fundamentales que tengan como resultado la formación
de profesionales íntegros. Por tal razón este Código de
Ética va dirigido a los estudiantes de educación superior,
su finalidad es contribuir a la orientación de los
comportamientos individuales y colectivos, enfatizar en
los derechos, el cumplimiento de los deberes
procurando entregar un contenido crítico que permita
adoptar posiciones que impulsen la toma de decisiones
que beneficien al grueso de la población estudiantil.
David Francisco Camargo Hernández. Nacionalidad Colombiano.
Escritor, humanista y economista con especialización, maestría y
doctorado. Artista plástico. Inventor. Guionista. Becario de
universidades europeas. Director Fundación Sueños de Escritor y
ediciones Dafra. Premios literarios y académicos en los años 2001-
2005-2008-2010-2016-2017 en eventos internacionales. Profesor de
posgrado. Investigador CVLAC Colciencias. Conferencista
internacional basando los temas en sus propios libros. Propende
por una economía «más humana, más igualitaria, capaz de
contribuir a mejorar la calidad de vida de la comunidad». En 2010
algunas de sus publicaciones fueron traducidas a varios idiomas.
Una de las más destacadas se titula: “cómo regionalizar el país”. Y
por «su sobresaliente trayectoria literaria y pensamiento
comprometido con los problemas de la cotidianidad».
La pensión por vejez en Colombopolis consistía en un ingreso mensual
vitalicio que obtenían los individuos al cumplir determinada edad,
siempre y cuando hubieran cotizado durante su vida laboral.
Sin embargo, llegó un momento que se necesitó una reforma del sistema
de pensiones por la inequidad existente en aquel país.
El sistema de pensiones en Colombopolis aunque estaba diseñado para
dar cumplimiento a un contrato social que permitiera establecer
derechos y obligaciones para que las personas se sintieran protegidas
frente a riesgos de invalidez, vejez, o muerte, en la práctica no se cumplía.
Los expertos de Colombopolis definieron tres principios que debía
respetar el sistema pensional como eran la cobertura, la equidad y la
sostenibilidad.
La reforma pensional era urgente y tenía varios objetivos que dependían
de factores como la capacidad institucional, la economía, la situación
fiscal del país, la idiosincrasia, la política, el funcionamiento de la
seguridad social, y las afugias sociales y financieras.
El sistema de pensiones en Colombopolis debía mejorar la capacidad de
consumo de las familias en el mediano plazo, evitando que quienes
estuvieran en situación de vejez se sumieran en la pobreza.