3. Siendo una adolescente ingresó en una compañía de teatro
y recorrió diversas provincias actuando en algunas obras. Al
regresar reanudó sus estudios. Trabajó como maestra de
escuela y también dio clases de arte dramático. Al poco
tiempo del nacimiento de su hijo Alejandro, trabaja en el
comercio, hasta que el Consejo Nacional de Educación le
otorgó un nombramiento. Desde entonces se dividió entre la
enseñanza y las cátedras de declamación en el Teatro
Infantil Municipal Labardén y en el Conservatorio Nacional,
donde se desempeñó hasta sus últimos días.
Fue colaboradora en "Caras Y Caretas" de Buenos Aires y
fue premiado uno de sus cuentos. Realizó alguna incursión
en el teatro, aunque es famosa por sus libros de poemas.
Inicia su carrera literaria en 1916 cuando se edita La
inquietud del rosal, donde reúne sentimientos con un nuevo
romanticismo. Publicó El dulce daño (1918),
Irremediablemente (1919) y Languidez (1920). Viaja por
Europa, en 1930 y 1934, lo que produjo un cambio de estilo
poético, como aparece en sus libros más logrados: Mundo
de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1938).
4. En 1935 se le diagnostica un
tumor del que fue operada,
aunque el cáncer continuó y
pasó por períodos depresivos º
viaja a Mar del Plata. Le envió
dos cartas a su hijo y un Poema
de despedida al diario "La
Nación". Acabó con su vida
suicidándose en la playa de la
Perla en el mar de Plata el 25 de
octubre de 1938.
5. Frases de Alfonsina
Seré en tus manos una copa fina pronta a sonar cuando vibrarla quieras...
Destilarán en ella primaveras, reflejará la luz que te ilumina. Seré en tus
manos una copa fina.
Cómo decir este deseo de alma? Un deseo divino me devora;
pretendo hablar, pero se rompe y llora esto que llevo adentro y
no se calma.
Mariposa ebria, la tarde, giraba sobre nuestras cabezas estrechando sus
círculos de nubes blancas hacia el vértice áspero de tu boca que se abría frente
al mar alineando sus blancos lobeznos.
6. Frases de Alfonsina
Seré en tus manos una copa fina pronta a sonar cuando vibrarla quieras...
Destilarán en ella primaveras, reflejará la luz que te ilumina. Seré en tus
manos una copa fina.
Cómo decir este deseo de alma? Un deseo divino me devora;
pretendo hablar, pero se rompe y llora esto que llevo adentro y
no se calma.
Mariposa ebria, la tarde, giraba sobre nuestras cabezas estrechando sus
círculos de nubes blancas hacia el vértice áspero de tu boca que se abría frente
al mar alineando sus blancos lobeznos.