1. Tema 8: El Sexenio Democrático (1868-1874)
1.- La Revolución de 1868
La Revolución de septiembre de 1868 recibió la denominación de “Gloriosa” porque fue
liquidada la monarquía isabelina sin apenas derramamiento de sangre. El Almirante Topete se
pronunció en Cádiz contra la reina, secundado por Prim, los generales Serrano y Dulce. Todos
firmaron un manifiesto que terminaba con la frase: “España con honra”. En este documento se
criticaban las costumbres sexuales de Isabel II aunque sin mencionar que el propio Serrano
(“El general Bonito”) había sido su amante oficial durante muchos años. Se formaron
inmediatamente juntas revolucionarias integradas por demócratas y republicanos, según el
modelo de 1808. Estas juntas organizarán milicias armadas a las que se llamó “Voluntarios por
la Libertad”. Cuando las tropas isabelinas fueron derrotadas en la Batalla de Alcolea
(septiembre, 1868), Isabel II que estaba veraneando en San Sebastián, se marchó a Francia sin
renunciar a sus derechos dinásticos.
La Revolución de 1868 condujo a un caos notable que supuso en seis años varios cambios de
régimen: la regencia de Serrano, la monarquía democrática de Amadeo de Saboya y la Primera
República con dos fases: la federal y la unitaria.
1.2.- El gobierno provisional del General Serrano (octubre, 1868-1869)
Los firmantes del Pacto de Ostende deseaban abrir la participación política pero sin darle un
excesivo protagonismo a los revolucionarios. Por eso la primera medida del Gobierno
Provisional, presidido por el unionista Serrano y apoyado por el progresista Prim como
ministro de guerra, fue la de disolver las Juntas revolucionarias que se habían convertido en un
poder paralelo y armado (la Milicia Nacional). Ambos dirigentes representaban a los intereses
de la burguesía y de las clases medias, a las que les preocupaba la defensa de principios como
la propiedad privada, el orden público y la unidad nacional, frente a los excesos
revolucionarios de los republicanos que recibían básicamente el apoyo de las clases populares.
Finalmente, este gobierno se declaró partidario de un régimen monárquico, lo que supuso la
fractura del Partido Demócrata en dos:
Los Cimbrios, que aceptaban el sistema monárquico, liderados por Nicolás María
Rivero quien recibió la alcaldía de Madrid y la promesa de ser presidente de las Cortes
romper oficialmente con los republicanos.
Los republicanos que se dividieron en dos: la corriente federalista de Pi y Margall y la
unitaria, dirigida por Emilio Castelar.
Así que tenemos a progresistas, unionistas, demócratas y republicanos que se pusieron de
acuerdo para liquidar un modelo de monarquía liberal, constitucional y censitaria que
restringía enormemente la participación política. Ahora tienen una tarea más difícil por
delante: el diseño de un nuevo régimen político y aquí vendrán las divergencias porque
carecen de un programa político común:
Unos querían la monarquía y otros una república.
Los monárquicos no tenían acordado ningún aspirante serio a la Jefatura del Estado.
2. Entre los republicanos, los unitarios eran partidarios que un poder político central
fuerte y los federalistas que proponían simplemente el descoyuntamiento del país.
Esta falta de acuerdo explica el fracaso ulterior de la efímera experiencia de la monarquía
liberal, constitucional y democrática. Aunque, en medio de este caos, Prim tenía un
proyecto político muy claro:
Aprobación de una constitución que definiera un régimen de monarquía
constitucional, liberal y democrática.
Encontrar un rey adecuado.
Establecer una base de partidos alternantes sobre una base pacífica y legal.
El gobierno convoca elecciones a Cortes constituyentes (se llaman así las encargadas de
redactar una nueva constitución) por primera vez mediante elecciones por sufragio uni
versal masculino (mayores de 25 años). Votó el 60% del censo. La composición política del
parlamento era mayoritariamente progresista, unionista y demócrata (74% de diputados);
el resto eran republicanos, carlistas e isabelinos.
De esas Cortes constituyentes nace la Constitución de 1869, cuyas características son las
que siguen:
1. La soberanía reside exclusivamente en la nación española.
2. Derecho a un sufragio universal masculino para mayores de 25 años.
3. Bicameral: Los miembros del Congreso y del Senado son elegidos democráticamente.
4. Las Cortes poseen en exclusiva la facultad de aprobar las leyes. Las Cortes también
tienen capacidad de censura sobre el gobierno.
5. Amplia declaración de derechos individuales.
6. La Corona sólo controla el poder ejecutivo, a cuyo gobierno nombra y cesa
libremente.
7. El poder judicial, de manera análoga a lo que ocurrió con la Constitución de 1837,
recae en jueces y tribunales a los que se accede mediante oposición.
8. Los ayuntamientos son elegidos democráticamente.
9. Declara la libertad de culto aunque el Estado tiene la obligación de mantener al clero.
1.3.- La Regencia del General Serrano (1869-1871)
Mientras que Serrano asume la Regencia, Prim va a desempeñar el cargo de presidente del
gobierno. Una constitución que tiene la monarquía como forma de gobierno, requiere un
nuevo rey para España. Los candidatos son variados y la búsqueda provocará una guerra entre
Francia y Prusia (1870):
El viejo general Espartero fue el primer candidato, pero rechazó la corona porque le
parecía poco serio reinar como Baldomero I.
Fernando de Coburgo, partidario de la unión ibérica entre Francia y Portugal, se negó
prudentemente a ser rey cuando se opuso Napoleón III, emperador de Francia.
3. Leopoldo de Hohenzollern, cuya candidatura sólo sirvió para que Prusia y Francia se
enfrentaran en una guerra (1870) que acabó con el derrocamiento de Napoleón III y la
unificación alemana.
El candidato de los unionistas de Serrano, Antonio María de Orleans, esposo de María
Luisa de Borbón, segunda hermana de Isabel II. El Duque de Montpensier fue
rechazado por matar en duelo al infante Enrique de Borbón, primo de Isabel II.
Despechado, pagará a los sicarios que asesinen al presidente del gobierno quien había
apostado por otro candidato: Amadeo de Saboya. Juan Prim, gravemente herido, fue
estrangulado en su domicilio con el consentimiento del entonces regente, general
Serrano.
Amadeo de Saboya, hijo de Víctor Manuel I, rey de Italia, recibió el voto mayoritario de
las Cortes. Fue el caso único en la historia universal de un rey elegido
democráticamente.
2.- El reinado de Amadeo I (1871-1873)
El 30 de diciembre de 1870 desembarcó en Cartagena el flamante monarca para recibir la
noticia del asesinato de su principal valedor, el presidente de gobierno, Juan Prim. Durante dos
años tuvo que hacer frente a dificultades graves que lo condujeron a la abdicación en febrero
de 1873. Las dificultades pueden quedar enumeradas de la siguiente manera:
1. La Iglesia católica descontenta era reticente porque la Casa de Saboya había unificado
Italia a costa de la desaparición de los Estados Pontificios.
2. Los carlistas se oponían porque tenían su propio candidato, Carlos VII, y
protagonizaron la tercera guerra civil del siglo XIX.
3. Los monárquicos alfonsinos deseaban la restauración de la dinastía borbónica en la
figura de Alfonso, hijo de Isabel II.
4. Los republicanos se oponían a una forma de gobierno monárquica con independencia
de quien ocupase el trono.
El proyecto de gobierno de Amadeo de Saboya consistía en apoyarse en dos partidos que
sumaran una mayoría parlamentaria. Ambos se turnarían pacíficamente en el poder mediante
la celebración de elecciones democráticas. Los dos partidos eran:
El Partido Constitucional de Práxedes Mateo Sagasta, integrado por progresistas y
unionistas.
El Partido Radical de Manuel Ruiz Zorrilla, integrado por demócratas monárquicos y
también numerosos republicanos.
La monarquía de Amadeo I se encontró con un conjunto de problemas que terminaron por
agotarla:
Levantamientos republicanos en Andalucía y Cataluña con un doble objetivo: el de
acabar con el régimen monárquico; y el de conseguir tres reivindicaciones sociales
muy arraigadas entre las clases populares para obtener su apoyo: reparto de tierras,
abolición de las quintas y de los impuestos de consumos.
4. La guerra de Cuba, iniciada el 10 de octubre de 1868 con el grito de Yara. Un rico
hacendado, Carlos Manuel Céspedes, proclamó la República Cubana Independiente
aprovechando el desorden político que se vivía en España. Los criollos eran
desplazados de los cargos administrativos, no podía organizar partidos políticos,
debían soportar elevados impuestos y no podían comerciar libremente con EE.UU. a
donde iba la mayor parte de la producción azucarera; por último reivindicaban la
abolición de la esclavitud. Concluyó con la rendición de los rebeldes cubanos diez años
más tardes sin alcanzar ninguno de los objetivos, cuando ya reinaba Alfonso XII.
La tercera guerra carlista (1872-1876) iniciada por el pretendiente Carlos VII, quien se
hizo fuerte en algunas zonas rurales de Vascongadas, Navarra, Cataluña, Aragón y
Valencia con el viejo argumento político de que les reconocería los fueros anulados
por los Decretos de Nueva Planta en época de Felipe V.
Sin el apoyo popular ni político necesarios, Amadeo I abdicó en febrero de 1873 y se fue a
Italia. Inmediatamente, la Asamblea Nacional, de mayoría monárquica proclamó la Primera
República. En 1931, los monárquicos volverán a proclamar la Segunda República cuando otro
rey, Alfonso XIII abandone el país para residir también en Italia.
3.- La Primera República Española
3.1.- Bases políticas, económicas y sociales.
La Primera República supuso la quiebra de la legalidad institucional al ser proclamada por unas
Cortes no constituyentes y de mayoría monárquica.
Se caracterizó por una enorme inestabilidad política que significó tener cuatro presidentes en
un año y un grave deshilachamiento nacional con la cuestión del cantonalismo.
Los partidos republicanos que tuvieron responsabilidades de gobierno eran muy minoritarios y
con una concepción de España complemente opuesta entre unitarios y federalistas.
Desde el punto de vista social, tampoco tuvo apoyos:
Las clases populares bascularon del republicanismo al incipiente obrerismo
(anarquismo y en menor medida, socialismo)
La burguesía de los negocios estaba descontenta con la inestabilidad política y social
que impedía la generación de prosperidad.
La jerarquía eclesiástica rechazaba el republicanismo por su anticlericalismo que llevó
a la quema de conventos y al asesinato de religiosos.
La oficialía del ejército veía muy preocupada el problema cantonalista.
El único apoyo de esos partidos minoritarios se encontraba entre miembros de las
profesiones liberales y algunos círculos intelectuales (profesores universitarios y
estudiantes)
3.2.- La Evolución de la Primera República
3.2.1.- La instauración de la República federal
5. a) El primer Jefe de Estado y Presidente de Gobierno fue un abogado catalán (11 de febrero-
11 de junio de 1873), Estanislao Figueras, quien solía decir: “yo no mando ni en mi casa”. Su
gobierno tuvo que hacer frente a varios problemas graves:
Los carlistas habían proclamado rey al pretendiente Carlos VII (quien había fijado su
corte en la localidad navarra de Estella) y circulaban varias partidas por Vascongadas.
La Diputación proclamó el Estado Catalán, eso sí, dentro de la República Federal
Española.
Los republicanos más intransigentes apoyados por componentes de la Primera
Internacional, levantaron a los campesinos en Andalucía reivindicando el reparto de
tierras que eran propiedad de la burguesía rural y de la antigua nobleza.
El inicio del movimiento independista cubano.
Por último, los republicanos unitarios y los federalistas no se ponían de acuerdo para la
redacción de una nueva constitución. Tras cuatro meses de desencuentros y crisis,
aprovechó un permiso por la muerte de su esposa huyó a París. Escribió desde allí: “Soy
Figueras…”stop”…estoy en París… “stop”… llegué bien… “stop”… saludos.
b) Francisco Pi y Margall asumió la presidencia del Poder Ejecutivo entre el 11 de junio y el
18 de julio de 1873. Político, intelectual y asceta que era partidario del republicanismo
federal que trató de plasmarse en el borrador de la Constitución de 1873, por cuya virtud,
las regiones eran estados soberanos que tenían la potestad de formar parte o no de la
Federación Española (apréciese que no se refiere a “Nación” española).
Durante su presidencia, las oligarquías locales de algunos territorios, decidieron que no
querían formar parte de esa Federación. Se declararon repúblicas independientes
Cataluña, Málaga, Cádiz, Sevilla, Granada, Valencia, Castellón, Camuñas (pueblo situado
entre Ciudad Real y Toledo), Cartagena y Jumilla. La República independiente de Jumilla le
declaró la guerra a todas las “naciones” vecinas, incluida Murcia; por su parte, los
cantonalistas de Cartagena robaron cuatro barcos de guerra a la Armada para bombardear
Almería y Alicante. Su líder, Antonete Gálvez, un acomodado agricultor, que dirigió las
operaciones desde el puente del “Numancia” con una bandera turca, al grito de “¡a toa
máquina!”. También encabezó una marcha para conquistar Madrid, pero sólo llegó a
Chinchilla (Albacete).
A la cuestión cantonalista, había que añadir la sublevación carlista y la guerra de Cuba. Pi y
Margall, trató de negociar con los cantonalistas, pero se vio obligado a dimitir para dar
paso a los republicanos unitarios.
c) Nicolás Salmerón (18 de julio al 7 de septiembre de 1873) asume la presidencia de
gobierno para sofocar el cantonalismo inspirado por los republicanos federales y los
internacionalistas (de la Primera Internacional) y frenar el avance carlista. Este intelectual
(catedrático universitario) dimitió para no tener que firmar las sentencias de ejecución de
varios cantonalistas.
d) Emilio Castelar le sucedió como presidente (7 de septiembre de 1873 al 3 de enero de
1874). La tarea de gobierno de este catedrático de Historia se orientó a obtener el apoyo
6. de la burguesía y especialmente del ejército, única institución capaz de acabar con los
conflictos abiertos. Tuvo que adoptar medidas drásticas:
Recortó las libertades individuales.
Disolvió las milicias (grupos armados) de los republicanos federalistas.
Suspendió las garantías constitucionales.
Cuando los republicanos federales rechazaron estas medidas en las Cortes, el general
Pavía, que dirigía las operaciones militares contra los cantonalistas, entró en el
parlamento con la guardia civil para disolver las Cortes, aunque el régimen republicano
se mantuvo el resto del año.
e) El veterano general Serrano asumió la presidencia (3 de enero al 31 de diciembre de
1874) con mejores resultados:
Frenó a los carlistas.
Sofocó el movimiento cantonalista.
Ilegalizó la Internacional obrera.
La Primera República, en estado ya precario, fue liquidada por el pronunciamiento de
otro general que también había contribuido a acabar con el movimiento cantonalista,
Martínez Campos.
Don Antonio Cánovas del Castillo, escritor, historiador y liberal redactor en su
momento del Manifiesto de Manzanares (1854) que daba paso al Bienio Progresista
durante el reinado de Isabel II, redacta ahora el Manifiesto de Sandhurts, localidad
inglesa donde estaba la academia en la que cursaba estudios el príncipe Alfonso de
Borbón. En el documento, declara ser católico y liberal, es decir, mostraba su
disposición para convertirse en rey de una monarquía parlamentaria. De nuevo la
monarquía borbónica aparecía como la única salida posible aunque encarnada en la
figura del hijo de Isabel II.