Vivimos es una sociedad de contradicciones y simulaciones, de acuerdo. Pero, lo más triste es que la noción de formar personas antes que jugadores ha tenido como consecuencia el descuido de los valores esenciales. El fútbol formativo antes de formar seres humanos de bien, debe llevar implícita una primera realización indispensable: contribuir y proporcionarle cultura deportiva a sus participantes.