En relación con la ejecución técnica, quien desarrolle más rapidez en sus movimientos y se adapte más pronto a las necesidades complejas de una situación específica tendrá un instante de más con respecto a su adversario.

1. EL TIEMPO TÁCTICO EN EL FÚTBOL
Por A. Armando Anaya H.
Director Técnico Titulado desde 1992 y entrenador formativo desde 1985
Considerar el factor tiempo como componente técnico táctico nos lleva al abordaje de tres
aspectos (Pino Ortega, 2002) 1) el que mide la duración de una ejecución técnica, 2) el que
analiza las relaciones con éste y el espacio y 3) el que estudia los factores que intervienen
entre éste y el ritmo de juego. Ya desde los años ochenta, Vicente Agraz (1986) nos ofrecía una
descripción pormenorizada y un tanto adelantada a su época respecto al tiempo como factor
determinante en la ejecución táctica.
El tiempo y la ejecución técnica.
1. En relación con la ejecución técnica, quien desarrolle más rapidez en sus movimientos
y se adapte más pronto a las necesidades complejas de una situación específica tendrá
un instante de más con respecto a su adversario.
2. El jugador que aprende y desarrolla la capacidad de anticipación temporal ha logrado
dominar el sentido de juego, es decir la orientación (espacio – temporal) adaptación y
visión.
3. Si por ganar tiempo, el jugador realiza acciones recordando que su compañero
“estaba” ahí en la jugada anterior o en instantes anteriores, entonces dicho jugador
estará cayendo en el error de suponer, lo cual llevará su decisión al vacío. Pero si el
adversario es necio y predecible entonces será cuestión de tiempo que aparezca su
error y ventaja a nuestro favor.

2. 4. El fútbol de antaño se jugaba a otra velocidad y por lo tanto los jugadores tenían
tiempo para identificar al compañero muchas veces sin que este tuviera que crearse
un espacio. Recibía el balón, levantaba la cabeza, estudiaba las posibilidades, tomaba
la decisión y ejecutaba su pase. Hoy en día todo eso es un derroche de tiempo en
beneficio del contrario.
5. La solución eficaz que haga un jugador es la consecuencia de la velocidad con la que
encuentra solución a dicha situación y la capacidad de adecuación que tenga para
resolverla.

3. 6. Un pase enviado a una zona o a un terreno dominado por el adversario no es un pase.
Pero un pase a un compañero situado en una posición ventajosa permitirá mejor
visión para la progresión ofensiva, una toma de decisión más acertada y el
aprovechamiento del espacio que tanto se aspira.
7. Un pase que no viene ligeramente adelantado o con ventaja tampoco es un pase ya
que hace detener al receptor y por lo tanto rompe con el tiempo – sorpresa.
8. Cuando un pase frena o hace cambiar la dirección del receptor, este se ve obligado a
focalizar su mirada, a identificar la trayectoria del balón. Aspecto que lo hace segarse
del nuevo espacio que ocupa y el lugar donde se encuentran sus adversarios más
cercanos.
9. Si consideramos la intensidad y el ritmo vertiginoso con el que se juega actualmente,
nos daremos cuenta que una vez decidida cierta acción ya no hay vuelta atrás. Por eso
quien aprenda desde edades temprana a resolver en el menor tiempo tendrá que
estar preparado a que si falla de inmediato debe reponerse anímica y físicamente.

4. 10. Por lo contrario, cuanto más tiempo tenga un jugador para percibir, decidir y ejecutar
sus acciones, menores posibilidades tendrá para errar.
11. Los defensas también cuentan con recursos para neutralizar a los ofensores. No están
al desamparo ni están atenidos al error. Un sector defensivo bien posicionado hace
recorridos más cortos y lleva el ataque del adversario a zonas débiles o neutras pero lo
más importante es que puede aprovecharse del error que los delanteros puedan
cometer en la administración de su tiempo.
12. El uso del fuera de juego es la vacuna contra un equipo que nos supera en velocidad
de ejecución. Sin embargo puede convertirse en contra producente si no se está
perfectamente calibrada su realización.

5. El tiempo y el espacio.
13. La prueba de fuego de cualquier jugador es sobresalir ante la presión la cual es la
combinación de poco tiempo y poco espacio. Si presionas a un jugador con el tiempo y
lo despojas de espacio sabrás de qué está hecho.
14. La ruptura deberá ser rápida y mediante acciones diversas que provoquen la
incertidumbre de los defensas. Se deberá descomponer a la última línea de defensa
aprovechando el espacio creado a través de los movimientos de ataque que realicen
nuestros atacantes. Si logramos que los defensas queden de frente a su portería (con
la espalda hacia afuera o hacia nuestro arco) el cometido se habrá logrado.
15. No son suficientes por ahora la creación, ocupación y aprovechamiento de espacios.
Tendríamos que considerar la posibilidad de una fase paralela a la creación
denominada “identificación del espacio” ya que la primera (la creación) la realiza el
receptor y estaría faltando la correspondiente con el emisor del pase.
16. Quien se apodera del mejor espacio, determina la velocidad con la que realizará la
jugada. Quien aprovecha mejor el espacio, tendrá el tiempo a su favor (ya sea
obteniendo más tiempo para actuar o haciendo que el rival se desplace a la velocidad
que se desee)
17. Todos los entrenadores deberían enseñar a sus jugadores a repartirse racionalmente
en el terreno de juego (a si sea muy ancho, largo, estrecho a grande) Aquel equipo que
se adapta al espacio generalmente tiene los momentos del juego a su favor.
18. En cuanto a los tiempos del balón vs los tiempos de los jugadores. Para la posesión,
debemos recordarle a nuestros jugadores que el balón es más veloz que cualquier
desplazamiento humano. Principalmente cuando esta se realiza mediante pases
cortos, diagonales y rápidos no así cuando se ejecuta con servicios muy largos y
elevados.
19. Para quedar libre, es necesario que varios jugadores produzcan dicha situación.
Quedar solo para rematar o para servir de apoyo, ha sido resultado de una intención
colectiva jamás individual ni esporádica. Pero…
20. Cualquier movimiento solamente con el propósito de “jalar marca” estaría auto
neutralizando a ese compañero. Se debe partir que si los movimientos de desmarque
no se hacen para recibir el pase entonces no tienen sentido.

6. 21. Un buen equipo sabe aprovechar el espacio de juego. Los integrantes de un buen
equipo no solo actúan en relación a lo que van viendo a lo largo y ancho del espacio,
sino a lo que van previendo que pueda (en defensa) o debería pasar (en ataque)
22. El momento culmen de una asistencia (acción previa a la finalización o remate) es
aquel en el que se encuentran simultáneamente un jugador y un espacio libre y que a
su vez lo termina con un remate por incorporación de otro jugador que no está, pero
llega.
23. Si el espacio está ocupado antes por el jugador, entonces ya no es un espacio libre y
por lo tanto sin sorpresa la marcación es más fácil de realizar. Se anula cualquier
ventaja y el factor sorpresa ya no aplicaría.
24. La ventaja que tiene el equipo que ataca con respecto al tiempo es que cómo éste
tiene la posesión del balón, también tiene el control del tiempo. Sin embargo éste
control puede llegar a ser relativo si no se imprime un ritmo rápido ya que los defensas
vendrán a recuperar el balón tan rápido como sea posible.
25. La ventaja que tiene el equipo que defiende es que observa todo el panorama y los
movimientos 1) tanto de los compañeros 2) como de los adversarios, en cambio el
equipo que ataca si bien posee el balón, se encuentra en una posición ciega dado que
le tiene que dar la espalda a la meta donde tiene que anotar, sin embargo si los
jugadores aprenden a recibir un progresar la jugada siempre con una orientación
corporal adecuada que les permita un ángulo de visión cómodo y amplio, lo anterior se
nulifica.
26. Casi todos los goles de media y larga distancia requirieron de un tiempo previo el cual
se recibe por parte del jugador que hizo de poste, filtró el pase o puso el balón
diagonal retrasado. Sin embargo hay otra cantidad de goles de media o larga distancia
que no necesitaron de dicho tiempo previo, los que provienen de una jugada personal.
El tiempo y el ritmo de juego.
27. A pesar de que las transiciones ataque – defensa – ataque son instantáneas y fugaces,
no por ello significa que no tienen una duración determinada. La duración que
transcurre entre un rol (de atacante por ejemplo) y otro (de defensor por ejemplo) es
el que he llamado tiempo táctico.
28. El tiempo es un factor tan decisivo que modifica las intenciones de todas la
situaciones. Por ejemplo si el jugador que ataca, se percata que los defensas se
colocaron más pronto que sus compañeros en apoyo, entonces el propósito de atacar
por sorpresa se modifica y jamás forzar la ruptura.
29. Cuando ambos equipos se encuentran bien posicionados, se estaría hablando de un
tiempo equilibrado y por lo tanto apresurar un ataque en estas condiciones sería
dejarle al azar su destino. ¿Cómo se debería hacer la ruptura? “Si el tiempo es inferior,
debe renunciarse a la ruptura y disponer de un nuevo ataque”.
30. Un modelo de juego se puede identificar por la velocidad y la cantidad de acciones que
se realicen para llegar a la portería adversaria.
31. En un penalti el portero puede imponer su ritmo tan lento como lo desee mediante
acciones distractoras que hacen alargar el tiempo para su ejecución. Por ejemplo si el
portero abandona su arco y se limpia los guantes, se abrocha las agujetas o bebe un
poco de agua, estará añadiendo aún más presión y responsabilidad al ejecutor. Pero

7. por otro lado, el ofensivo que supera tales mañas tendrá a su favor la velocidad del tiro
y la incertidumbre que le genera al portero no saber si se debe lanzar a un costado,
esperar o adivinar.
32. Tener el balón no significa necesariamente tener el juego a su favor. Algunas veces
poseer el balón otorga seguridad cuando se está ganando por marcador estrecho. Por
eso algunos recomiendan “defender con la pelota” pero otras veces los rivales te
otorgan la iniciativa dándote el balón pero no cediendo espacios, lo cual se convierte
en “atacar el espacio” pero lo que es cierto es que el gol ha sido históricamente el
“táctico del partido”.