Capítulo i origen y la trascendencia del liberalismo en méxico en el siglo xix
1. ANÁLISIS DEL SEM, EN EL PERÍODO DEL “ESTADO LIBERAL”
Capítulo I Origen y la trascendencia del Liberalismo en México en el
siglo XIX
1.1 Ideas liberales y de la ilustración final del siglo XVIII y principios
del XIX.
La Ilustración: características generales:
La época de la Ilustración se desarrolla en la segunda mitad del siglo XVIII y
se puede considerar como el precedente del liberalismo y puente hacia la época
moderna. Se puede decir, por tanto, que la Ilustración se va a plasmar a partir del
siglo XVIII y en torno a un sector social elitista. Surge de personas vinculadas a los
estratos más altos de la sociedad, pensadores como Rousseau, Montesquieu o
Voltaire. Los filósofos, atendiendo a la filosofía del momento, tendían a acercarse
a cualquier tema o situación con un espíritu crítico. La Ilustración no alcanzó por
igual a todos los estados. En España se desarrolló con los reinados de Fernando
VI y Carlos III, considerándose a la Ilustración como “todo para el pueblo pero sin
el pueblo”. En Rusia, con el reinado de Catalina la Grande, casi no se percibe la
Ilustración; parecida situación se produce en Prusia. Es en Francia donde más
notoriamente se desarrolla la Ilustración.
Características generales que postula la Ilustración:
1. Los ilustrados identifican la felicidad del ser humano con el bienestar
material, con la riqueza.
2. Utilitarismo: El hombre se rige por un fin utilitarista y para ello los filósofos
postulan acabar con la sociedad teocéntrica para que el hombre pase a dominar
las circunstancias. Esta finalidad se busca para el pueblo pero sin contar con el
pueblo.
2. 3. Se considera a la razón como el elemento fundamental. Todo lo que se haga
ha de ser producto de un razonamiento (esto supondrá una profunda reforma
del derecho, sociedad, etc.).
4. Se hace una crítica bastante serena a la religión. Se acepta la religión pero
alejándose de ella. Surge un alejamiento entre el poder político y el religioso. En
España, durante el reinado de Carlos III, son expulsados los Jesuitas, situación
que también se produce en otros países.
5. Se afirma en esta época la autonomía del hombre. Para ello, se establecen
unos nuevos principios morales que parten del Estado, antes partían de Dios
(de los principios religiosos). El Estado es quien se garantiza a si mismo el
poder y quien tiene que marcar las pautas a sus súbditos.
6. Los ilustrados creen en el progreso. Tienen una confianza ilimitada en sus
posibilidades y en el progreso.
7. Los ilustrados defienden el igualitarismo. Se busca la igualdad ante la Ley
pero no la igualdad social porqué había desigualdad por estamentos.
8. Se fomenta la idea del individualismo frente al corporativismo del Antigua
Régimen (antes de las revoluciones liberales), es decir, que no exista el
sometimiento a un gremio.
1.2 Diferencias entre conservadores y liberales especialmente en la
educación.
Al final del imperio de Iturbide, se permitió el desarrollo de dos formas de percibir
la parte política, incubadas a lo largo de la colonia: Por parte de la logia yorkina: el
Partido Liberal y por parte de la logia escocesa: el Partido Conservador.
Partido Liberal: Llamado también partido del Progreso y dividido en puros y
radicales, fue fundado por José María Luis Mora a principios del siglo XIX.
Quienes lo apoyaban son gente de modestos recursos, profesión abogadil, clero
bajo, juventud y larga cabellera, entre ellos están: José María Luis Mora, Santos
3. Degollado, Epitacio Huerta, Guillermo Prieto, Juárez, Ocampo, Parrodi, Payno,
Silíceo, Comonfort, Manuel Doblado y Ponciano.
El proyecto político era introducir cambios profundos en la sociedad para quitar el
despotismo y poner libertades políticas y civiles. Se pensaba en una República
Federal, Democrática, Representativa, Burguesa y Popular, estableciendo los tres
poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Querían que hubiese igualdad ante la ley
manteniendo la constitución de 1824. Otorgar libertades individuales para
consagrarse al trabajo, industria, comercio etc., de cada uno. Habiendo tolerancia
de religiones.
La iglesia tenía un gran monopolio sobre muchas cosas y los liberales quieren que
primeramente se separe la iglesia del estado, suprimir la campaña de Jesús y
quitarle los bienes de la iglesia para que sean usados así como los tributos, los
registros civiles, los fueros, los votos y la educación.
En el ejército los liberales quieren que sea disminuido, suprimir los fueros, que
estén aparte de los asuntos civiles y que sea una milicia civil.
La educación es lo primero, entonces se tiene que separar de la iglesia para que
así todos pudiesen tomar educación. La escuela debe ser Laica, Obligatoria y
Gratuita. Estará en manos del estado y siguiendo las líneas de la ciencia.
De manera general buscaba apoyarse del Estado para así poder proteger las
libertades públicas e individuales pero no debía intervenir en la economía, de esta
forma intentara conseguir su aspiración a través de las libertades personales,
división de poderes y derechos de ciudadanos.
Se buscaba la libertad de enseñanza como principal objetivo de la educación en
México pero para lograr esto se tenía que abolir el monopolio que las instituciones
eclesiásticas habían ejercido durante mucho tiempo. Esta era en parte la intención
que se tenía por parte de los liberales; pero principalmente era la del
representante del liberalismo el señor Valentín Gómez Farías, ya que él no
concebía la organización de una nueva sociedad y de un nuevo orden político sin
una educación y entre lo que quería emprender se encontraba ofrecer una buena
educación al pueblo, que esta les permitiera comprender y participar en el
establecimiento de la instituciones políticas liberales, con base en esto fue que
con sus ideas liberales logro llevar al educación hacia una nueva etapa. A lo largo
de la historia, los órganos públicos que ejercieron el poder político mantuvieron
cambiantes relaciones con las doctrinas religiosas vigentes en la sociedad civil.
En cambio, existen regímenes políticos en donde el gobierno se mantiene alejado
de las doctrinas religiosas vigentes en la sociedad civil, lo cual implica una
4. separación entre el poder político y las instituciones clericales; este es el caso de
la Reforma que a continuación abordaremos, la Reforma Educativa de Gómez
Farías que junto con Don José María Luis Mora en 1833 intentaron acabar con los
privilegios del clero y de la iglesia, esto se pudo notar en la abolición de la
Universidad en México y responsabilizando al Estado por la educación; en mi
parecer fue algo significativo para el país ya que a ellos les interesaba mucho la
instrucción de los jóvenes ( educación ) y que está ya no estuviera más bajo el
poder del clero, ya que la educación que se impartía antes era más bien monacal
que civil para esos tiempos considero que era algo realmente bueno; y uno de sus
ramos favoritos fue la instrucción primaria ya que este gen ero de instrucción
debía extenderse a los que sin ella se encontraban y este arreglo fue de la
aprobación de todas las clases sociales con eso es posible apreciar la enorme
importancia que tenía la educación para el gobierno del Vicepresidente Valentín
Gómez Farías ,no como en la actualidad que debido a las difíciles y complicadas
circunstancias en las cuales nos encontramos no se ha permitido al Gobierno dar
ese importante paso, esto es con el fin de crear y una mejor sociedad; pero con
esto no se justifica a los presidentes actuales ya que ellos solo ven y buscan su
propio beneficio acosta de los demás y gracias a esto la educación sigue
estancada y sin progreso alguno; aunque r si con una gran diferencia en mi
perecer es el cambio en los métodos de enseñanza ya que esos eran muy
criticados y la supresión de los castigos en las escuelas, que es algo que se
encontraba presente en los antiguos colegios y gracias a las reformas
establecidas y algunos presidentes esto quedo erradicado; sin antes mencionar
que durante este periodo se crearon nuevas instituciones de educación superior
con la idea de reunir aquí la mejor enseñanza y los medios esenciales para
aprender.
Pero no solo los liberales estaban interesados por la educación había un
conservador en especial que estaba interesado por esta al igual que Gómez
Farías este es el señor Lucas Alemán ya que este admitía que: “sin instrucción no
puede haber libertad y que mediante esta se pueden destruir las desigualdades
sociales”. Como podemos notar tenían intereses particulares a pesar de
pertenecer a partidos diferentes pero que a pesar de todo ambos estaban
interesados por la educación, claro sin antes olvidar la gran rivalidad que existía
entre ambos grupos; y gracias a estas rivalidades los conservadores hicieron
estallar una guerra de contrarreforma, se llamaba así porque su propósito principal
era invalidar la Constitución antes mencionada y como consecuencia impedir la
Aplicación de las reformas; este conflicto fue conocido con el nombre de Guerra
de los Tres Años.
5. Con la aplicación de la Reformas promovidas por Gómez Farías en 1833 hubo un
descontento por parte de los conservadores ya que decían que afectaba a sus
intereses y reaccionaron en forma violenta para impedir esto; a través de un
movimiento militar el cual llevo a Santa Anna a asumir nuevamente la presidencia
y con esto eliminar del gobierno a los Liberales y así poder tener ellos el control
político del país.
A diferencia de los Liberales, la política educativa del los Conservadores consistía
en proteger los intereses de la iglesia y con esto a su vez permitió prolongar su
influencia sobre la educación; aunque esto no fue del todo malo ya que también
ellos emprendieron importantes acciones a reorganizar la enseñanza a través de
la Dirección General de Instrucción Primaria, y esta fue expedida por Santa
Anna el 26 de octubre de 1842.
A pesar de todos estos descontentos entre ambos grupos, en diciembre de 1842
hubo una junta legislativa en la cual hubo tanto conservadores como liberales y lo
que ambos buscaban es elaborar un documento constitucional; un año después
como resultado de esta junta promulgaron las “Bases Orgánicas de la República
Mexicana”, en la cual se dan a conocer las inquietudes compartidas por liberales y
conservadores con el fin de elevar el nivel de la educación.
Con esta breve pero importante explicación, espero y hayan podido notar las
diferencias y por supuesto algunas de las similitudes que existían entre ambos
partidos encaminados hacia la educación en México.
A pesar de que como sabemos en algunos Estados los gobiernos realizaron
acciones por la educación, sin embargo el caso más destacado fue el del
gobernador de Oaxaca, Benito Juárez él decía que el número de escuelas y
maestros era aun insuficiente y que mientras fuera gobernador incrementaría esto
aunque él sabía que esto no sería nada fácil, debido a la miseria en que se
encontraban ya que esta obligaba a los padres a descuidar la educación de sus
hijos y ellos tenían que recurrir al campo o al cuidado de la casa , debido a que en
Oaxaca solo se dedican a la agricultura y el comercio, con esto el intentara dar
soluciones a la miseria publica principalmente ya que esta es la principal causa del
rezago educativo. Juárez tenia presente que esto nos sería tan fácil pero lo que se
tenía que hacer es mejorar la comunicación con los demás pises y estados,
tendríamos que ser más abiertos para así poder tener mejores relaciones, es
decir, que se exporten los productos, como podemos notar esta es una clara idea
de cómo se terminaría con la miseria.
Así es como Benito Juárez aparte de procurar el uso de la libertad hacia los
mexicanos quiso garantizar el bienestar a todo su pueblo, particularmente a los
6. que más lo necesitaban; por que como ya sabemos él fue un gran hombre de
buenas ideas que siempre lucho por una mejor sociedad.
Con todas estas breves pero claras explicaciones espero que me haya podido
explicar y a su vez hayan comprendido acerca de lo que son los elementos
esenciales de: la educación, estado liberal, liberalismo y sus representantes, así
como las diferencias entre conservadores, liberales respecto a la educación y la
preocupación de Juárez ante esta.
El pasado histórico es la economía como idea política, tienen ideas de la
ilustración, niegan su tradición hispana, creen en el antagonismo (indios V.S.
españoles). En su época prehispánica era gloriosa.
Sus héroes son Hidalgo, Cuauhtémoc, etc.
Sus TRAIDORES son Cortés, Iturbide, etc.
sus aliados son Estados Unidos de América.
Partido Conservador: quienes lo apoyaban, son gente rica, del ejército,
terratenientes, etc. Como por ejemplo Lucas Alamán (fundador), Airangoiz,
Zuluaga, Juan Nepomuceno, Antonio Haro, Miramón, Osollo, Márquez, etc.
su proyecto político es continuar con el antiguo régimen y orden social español,
basado en privilegios en perjuicio de otros. Son sin elecciones. Monarquía
centralista con estados convertidos a departamentos, que son 100%
independientes del monarca. Son anti-federalistas.
La iglesia lo es todo para ellos. La única religión permitida es la católica con una
unidad eclesiástica. Tienen una fuerza económica debido al monopolio de muchas
cosas. Tienen la fuerza pública para "moralizar". Se dejan los privilegios y la
iglesia coordina la educación para que así no haya ideas liberales.
El ejército es 100% apoyado ya que una monarquía sin un buen ejército no
serviría para mucho. Se dejan los fueros y es un ejército bastante competente.
La educación es solamente para los ricos. El clero la controla para que no haya
derrames de ideas liberalitas.
1.3 Valentín Gómez Farías y su aportación a la educación para el país.
7. En las elecciones de 1832 resultó electo presidente de la nación Antonio López de
Santa Anna y vicepresidente Valentín Gómez Farías. Este último asumía la
responsabilidad de la presidencia cuando Santa Anna se retiraba a su hacienda de
Veracruz y se alejaba de la responsabilidad de gobernar al país.
La presencia de Gómez Farías fue determinante para que los más distinguidos
liberales de la época entre los que se contaron José María Luis Mora, Lorenzo de
Zavala, Crescencio Rejón y Andrés Quintana Roo propusieran una serie de
medidas encaminadas a organizar las instituciones políticas de México, muchas
veces bajo mediante proyectos de ley cursados al Congreso, algunos de los
cuales al ser aprobados formaron parte de los decretos y disposiciones que se
conocen con el nombre de Reforma Liberal de 1833.
En esta reforma preocupó tanto a los liberales la educación, que fue precisamente
entonces cuando se fijaron las tesis fundamentales a las que aspiraba el México
nuevo en materia educativa. Se partía de un principio esencial para nuestra
integración nacional; decía Gómez Farías: “La instrucción del niño es la base de la
ciudadanía y de la moral nacional”. Para hacer realidad este principio se legisló
ampliamente y se establecieron rumbos definitivos a la educación.
Los aspectos de la Reforma de 1833 son:
1) Se determinó el control del Estado sobre la educación, para lo cual se
ordenó la creación de la Dirección General de Instrucción Pública para el Distrito y
territorios federales.
2) Se estatuyó que la enseñanza sería libre, pero que debía responder a
disposiciones y reglamentos que al efecto diera a conocer el gobierno nacional.
3) Se sustrajo la enseñanza de las manos del clero, como recurso para
encontrar una sólida formación ciudadana y para fundamentar la extensión de los
mexicanos en los conocimientos científicos más avanzados.
4) Se fomentó la instrucción elemental para hombres y mujeres, para niños y
adultos.
5) Se promulgó la fundación de escuelas normales con el propósito de
preparar un profesorado consciente de su función social y debidamente
capacitado para instruir a nuestros niños.
Nativo de Guadalajara, Jalisco, nació el 14 de febrero de 1781. Fue cinco veces
presidente, en sustitución de Santa Ana, en su carácter de vicepresidente. El
8. primer periodo fue del 1 de abril al 15 de mayo de 1833, y sucesivamente del 2 al
17 de junio del mismo año; del 6 de julio al 27 de octubre de 1833; del 5 de
diciembre de ese año al 23 de abril de 1834, y del 24 de diciembre de 1846 al 20
de marzo de 1847. Falleció en la ciudad de México, el 5 de julio de 1858.
Gómez Farías tenía cierto fervor por su patria, pudo implantar una república
federal, libre, y democrática en el país como lo deseaba.
Nosotros creemos que luchar por una república federal y democrática fue su gran
obra; además que como vicepresidente durante el gobierno de Santa Anna,
aprovechó las retiradas estratégicas del presidente, en las que asumiendo la
presidencia, intentó cambios radicales en la estructura político-social de la nación.
Por mala suerte estos cambios daban marcha atrás, cada vez que Santa Anna
regresaba; a pesar de la inestabilidad política de la época, Gómez Farías sentó las
bases de la reforma con principios liberales, que actualmente forman parte de
nuestra constitución política.
Entre otros logros de Gómez Farías están:
*La libertad de opinión, supresión de las leyes de represión a la prensa, la
abolición de los privilegios de la iglesia y el ejército, la supresión de las ordenes
monásticas; así como establecer los medios que procuraran el mejoramiento de
los grupos indígenas y la educación de las clases populares, todos ellos, principios
liberales.
Valentín fue constituyente en los años de 1824-1857. Otras de sus hazañas fueron
la de suprimir la Universidad Pontifica de México, sustituyéndola por la Dirección
General de Instrucción Pública para el Distrito y territorios de la federación. Llevó a
cabo la instauración del Instituto de Ciencias Médicas, que más tarde se convirtió
en la Facultad de Medicina. También dictó una ley permitiendo la organización de
la Biblioteca Nacional.
El doctor José María Luis Mora fue uno de sus colaboradores más cercanos.
El documento que contiene plasmados los ideales de Valentín Gómez Farías se
conoce con el nombre de "Leyes de Reforma", la expedición de estas leyes, cubrió
casi un año, de abril de 1833 al mes de abril de 1834, en este lapso se dieron
nuevos levantamientos en contra de la obra reformista, pero que fracasaron en su
intento por impedir la tarea de Gómez Farías.
9. En el orden económico se dispuso que el gobierno se hiciera cargo de los bienes
del duque Monteleone, destinando sus rentas para el sostenimiento de la
educación pública (27 de mayo de 1833); se ordenaba la secularización de las
misiones de California, desde entonces sus productos pasaban a la renta nacional
(17 de agosto de 1833), y los bienes y capitales de las misiones de Filipinas
pasaran a la Federación (31 de agosto de 1833).
Las reformas a la iglesia prohibían al clero regular y secular, tratar asuntos
políticos (6 y 8 de junio de 1833); se suprimió la coacción civil para el pago del
diezmo y para el cumplimiento del voto monástico (27 de octubre y 6 de noviembre
respectivamente); supresión de sacristías mayores (17 de diciembre de 1833); los
edificios jesuitas fueron cedidos a los estados de la Federación (31 de enero de
1834), y se ordenaba la secularización de todas las misiones de la República (16
de abril de 1834).
En cuestiones del ejército se ordenaba la destitución de los jefes militares que se
pronunciaran en contra de las instituciones federales (5 de agosto de 1833); se
ordena la reducción del ejército, con el fin de mantener sólo a las tropas
indispensables para proteger el orden interno (11 de noviembre de 1833), se
ordena la disolución de los sublevados del ejército (15 de noviembre de 1833); se
ordena la formación de la milicia cívica en el D.F. y territorios (21 de marzo de
1834)
Gómez Farías trató de operar una profunda transformación en el campo de la
educación, por considerar que era al Estado a quien correspondía atender este
importante servicio social. Sus disposiciones en materia educativa, fueron de tal
importancia que se las considera inspiratorias de la organización nacional.
Establece la libertad de imprenta el 2 de abril de 1833; suprime colegios religiosos
y los destina a la educación pública (12 de octubre de 1833), suprime la
Universidad Pontificia y ordena la creación de la Instrucción Pública (23 de octubre
de 1833), se establece la creación de seis instituciones de estudios superiores, se
declara la libertad de enseñanza y se crea la Escuela Normal de Profesores.
Al morir Gómez Farías, y por decisión de algunos clérigos, se le niega el derecho
a ser sepultado en el camposanto, debido a su ferviente liberalismo, quedando
sepultado en la huerta de su propiedad.
En el Centenario de la Escuela de Medicina en 1933, los restos del prócer de la
reforma fueron trasladados a la Rotonda de los Hombres Ilustres. Así, por la labor
desarrollada en la estructuración de la Constitución, donde quedaron plasmados
sus ideales, el pueblo de México rinde homenaje a este ilustre mexicano
denominándole: "EL PADRE DE LA REFORMA"
10. A él debemos la fundación de la Biblioteca Nacional de la ciudad de México en
1833.
El personaje inspirador de los cambios del estado de la República muere en 1858,
sus actos quedaron en beneficio de los mexicanos.
1.4 Primera mitad del siglo XIX y sucesos de la educación en este
período.
CAPITULO II Movimiento de Reforma Encabezado por Benito Juárez.
2.1 Leyes por Juárez en 1867 y 1869.
En 1867 el gobierno de Juárez se propuso convertir la educación en una función
pública para lo cual encargo al ministro de Justicia e Instrucción Pública, Antonio
Martínez de Castro, que formulara el plan de educación que hiciera realidad ese
propósito. Martínez de castro integró una comisión para que estudiara el problema
educativo; en ella figura de manera providente Gabino Barreda.
A los dos meces de trabajo, la comisión entrego el documento que se publicó el 2
de diciembre de 1867 con el nombre de Ley Orgánica de Instrucción Pública para
distrito federal y territorios. Con esta ley se pretendía reorganizar la educación
nacional. En la ley de 1867 se proponía la unificación de la instrucción primaria, a
la vez que se consideraba esta obligatoria y gratuita. Así mismo este documento
contenía un plan de estudios para la educación secundaria que comprendía
diversas asignaturas; ordenaba además la creación de la escuela secundaria para
señoritas.
Unos de los aspectos más interesantes del ordenamiento fue la creación de la
Escuela Nacional Preparatoria, pues su inspirador, Gabino barrera, lo consideraba
el más sólido cimiento de la enseñanza superior. Por ello en esa escuela se
organizaron los planes de estudios con el propósito de atender las asignaturas de
cultura general que preparara sólidamente a los futuros profesionales para su
ingreso en las escuelas de enseñanza superior.Dos años después, el 15 de mayo
de 1969 el gobierno de Juárez expido otra ley de instrucción pública que, como la
anterior, solo era aplicable en el distrito y territorios federales. En ella se
mantuvieron la obligatoriedad y la gratuidad de la enseñanza primaria, pero
además se suprimió la enseñanza de la religión, con lo que la instrucción
11. elemental adquiría las características de obligatoria, gratuita y laica que conserva
hasta en nuestros días.
Se dispuso también que se crearan tantas escuelas primarias como fueran
necesarias para atender los requerimientos de la población infantil; que se
fundaran dos escuelas para adultos en las que se impartieran las mismas
asignaturas que en las escuelas para niños, y se ofrecieran lecciones sobre la
constitución federal y algunos rudimentos, las escuelas estarían sujetas a un
reglamento, y a las disposiciones que diera a conocer el ministerio de instrucción
pública.
Por lo que se refiere a la segunda enseñanza, se ofreció para hombres y mujeres
y se preparó cuidadosa mente el plan de estudios que debería cubrirse y que
incluía todas las materias de cultura general. En cuanto a las mujeres que
quisieron desempeñar las funciones de profesoras deberían de estudiar en esas
escuelas los métodos de enseñanza comparados. Se revisó la organización de la
escuela nacional preparatoria y se introdujeron nuevas asignaturas: latín, griego,
física, química así como una asignatura sobre el método de enseñanza para
quienes quisieran dedicarse a la docencia.
La ley de 1869 dispuso que se establecieran las carreras de medicina, medicina
veterinaria, farmacéutica, ingenieros de minas, ingenieros mecánicos, topógrafo,
arquitectura y jurisprudencia, se sostuvieron además las escuelas de comercio y
administración, las de arte y oficios y las de bellas artes en la que se podía
estudiar pintura, escultura y grabado. Como institución máxima de la educación
superior, se ordenó la creación de la academia de ciencias y literatura que debían
de impulsar la investigación científica y formar profesores para los niveles
superiores para la educación.
2.2 Sebastián Lerdo de Tejada y su ley educativa.
2.3 Creación de la Escuela Normal Veracruzana.
En el último tercio del siglo XIX, finiquitado, al parecer, el período turbulento de las
cruentas luchas, encaminado el País hacia una nueva etapa de su historia, la de la
restauración política y económica, preocupó a gobernantes y pensadores el arduo
y nunca resuelto problema de la educación popular reconocida como premisa
imprescindible para el logro de aquellos fines.
Sentíase urgente necesidad de difundir amplia y extensamente la educación; mas
no sólo esto, sino que se sentía apremio de una íntegra reforma escolar, supuesto
12. que la escuela Lancasteriana, que hizo obra benemérita, por cuanto contribuyó de
manera admirable a propagar las luces del alfabeto, no respondía ya a la
desiderata de pedagogos y filósofos de la educación. Y una república democrática
no era concebible con una ciudadanía ignara. Y el afán de progreso requería,
asimismo, la modernización de la escuela. El cambio debería acomodarse,
también, con los nuevos postulados científicos de las disciplinas conexas con el
proceso educativo así como con los progresos de la Técnica de la Enseñanza.
Y surgieron en la capital de la República como en la Entidad Veracruzana y en
muchas otras, hombres de buena fe que enarbolaron la bandera de la divulgación
de la escuela y de la reforma escolar. Ministros de Justicia e Instrucción Pública
(Martínez de Castro, Díaz Covarrubias, Tagle), filósofos (Gabino Barreda, Ignacio
Ramírez), pedagogos (J. Manuel Guillé, Vicente Hugo Alcaraz) fueron algunos de
esos paladines. Brotaron a la luz pública periódicos y revistas pregoneros de las
nuevas ideas: “El Inspector de Instrucción Primaria” de Zacatecas, “La Escuela de
Primeras Letras” de Guanajuato, “La Esperanza” de Campeche, “La siempre viva”
de Yucatán; “La Enseñanza”que desde Nueva York editaba Nabor Chávez (1870).
Todo esto era reflejo y trasunto de un despertar intelectual en México. Y se
preparó el terreno para grandes transformaciones en la enseñanza.
EL CONGRESO PEDAGOGICO VERACRUZANO DE 1873. LA LEY NUMERO
123.
El Lic. Francisco Hernández impulsó la educación secundaria. Su sucesor, el Lic.
Francisco Landero y Cos, mejoró la educación primaria. Su vivo interés tuvo
expresión más diáfana en la convocatoria para un Congreso Pedagógico
auspiciándolo económica y moralmente. Este congreso que fue el primero de tal
índole en el Estado y en la República, inició sus labores en la ciudad de Veracruz,
el 9 de enero de 1873.
Concurrieron a la histórica Asamblea los más connotados hombres de ciencia y
pedagogos de la Entidad; el Lic. Silvestre Moreno Cora, el Lic. Manuel M. Alba,
don Esteban Morales, don José María Carbajal, don José Miguel Macías entre
otros.
Enjundiosas y fecundas fueron las deliberaciones; se enfocó el interés en todos
los aspectos del problema educativo. Cuando se analizó el tema relativo a la
preparación de los maestros, las voces convincentes de los profesores Cházaro y
Morales presentaron a la consideración la impostergable necesidad de fundar la
Escuela Normal Primaria en el Estado de Veracruz. La proposición fue aprobada
unánimemente. La ley adquirió la forma legal. Fue la famosa Ley número 123, Ley
Orgánica de Instrucción Pública.
13. En el artículo 100 de esa Ley se lee: “Para la formación de buenos Profesores de
instrucción primaria, se establecerá en el Estado una Escuela Normal, cuya
organización será objeto de una ley especial.
LA ESCUELA PRIMARIA “MODELO” DE ORIZABA
El gobernador Apolinar Castillo no pudo eludir esa fecunda corriente de progreso
cultural que ya se había hecho tradición entre sus preclaros antecesores. Y con él
tomó un carácter más positivo y práctico.
Laboraba a la sazón en la Escuela “Esperanza” de Veracruz el profesor alemán
don Enrique Laubscher quien ya había llamado la atención en Alvarado Ver., por
sus novedosos procedimientos de enseñanza.
Entusiasmado el Gobernador con los lisonjeros éxitos de los métodos
laubscherianos, llamó al profesor a la Capital del Estado (Orizaba) y le encomendó
el establecimiento de una escuela donde aplicase aquellos procedimientos. La
escuela sería subvencionada con fondos del estado. Puso a disposición del
maestro Laubscher el edificio con las modificaciones que el caso requería, que
había servido para la exposición artística, industrial y agrícola veracruzana. Y el 5
de febrero de 1883 fue solemnemente inaugurada la Escuela Primaria “Modelo”.
Con el profesor Laubscher vino a colaborar el distinguido pedagogo suizo don
Enrique C. Rébsamen que desempeñaría su papel en la reforma escolar
mexicana.
Nuevo era el programa de la escuela Modelo. Comprendía: moral, español,
aritmética, geometría, dibujo, geografía, historia, ciencias naturales, física, música
vocal, gimnasia, francés e inglés. Se introdujo la enseñanza de la escritura y la
lectura.
LA ACADEMIA NORMAL DE ORIZABA
El día primero de diciembre de 1884 se hizo cargo de la gubernatura del estado el
Gral. Juan Enríquez, quien aseguró crear la Escuela Normal del estado y optó por
intentar un ensayo experimental. Su plan consistió de 3 puntos esenciales:
A) Que los ameritados pedagogos Laubscher y Rébsamen impartiesen
temporalmente orientaciones prácticas y los fundamentos teóricos acerca de la
nueva Pedagogía a un grupo de profesores de la entidad.
B) Que cada jefe político de cantón, previa selección entre personal docente
adscrito a su autoridad, designase por lo menos uno, para que concurriese a
Orizaba a recibir las lecciones de aquellos pedagogos.
14. C) Que, concluidos los estudios, cada profesor retornaría al lugar de
procedencia y haría demostraciones prácticas de la nueva técnica y explicaría los
fundamentos científicos de la pedagogía a sus compañeros maestros residentes
en cada cantón.
Sobre estas bases se creó la Academia Normal. En la propia escuela Modelo se
iniciaron las labores académicas el 15 de agosto de 1885. El maestro Rébsamen
impartió las cátedras relativas a las ciencias pedagógicas. El profesor Laubscher
tomó bajo su cuidado la orientación técnica.
NACIMIENTO DE LA ESCUELA NORMAL VERACRUZANA
Mientras se iban conociendo los positivos éxitos de la Academia Normal de
Orizaba, más se asía en el ánimo del gobernador Enríquez la decisión de erigir la
Escuela Normal del Estado, sobre bases de la pedagogía moderna y con alcances
auténticamente populares y nacionales.
Y puso manos a la obra. Pensó primero en el edificio que habría de albergar a la
nueva institución. En la antigua calle de San Ignacio, hoy segunda de Manuel
Gutiérrez Zamora, existía el edificio que había sido casa de ejercicios de San
Ignacio de Loyola, de los religiosos de la compañía de Jesús y que, por la
aplicación de las leyes de reforma hallábase desocupado y era propiedad de la
nación. El Gral. Enríquez activó diligencias ante las autoridades de la federación a
fin de que la vetusta construcción fuese cedida al estado para aquel fin. La
petición fue resuelta favorablemente. Se le harían las adaptaciones convenientes
para instalar allí la Escuela Normal, la Practica Anexa y la Cantonal. Y el 12 de
abril iniciaron las obras de adaptación.
El 8 de noviembre de 1886 se inauguraron los primeros cuatro grados de la
primaria anexa y el 30 de noviembre se llevo a efecto el acto principal de
inauguración de la Escuela Normal asistiendo un representante del Presidente de
la República, General Porfirio Díaz. En él hicieron uso de la palabra, el licenciado
don Manuel Gutiérrez, a nombre de la junta popular que organizó los festejos; el
maestro don Benigno O. Nogueira, en representación del ayuntamiento xalapeño;
el maestro y licenciado Juan Manuel Betancourt, por parte del Gobierno del
Estado; el doctor Daniel Ruiz, a nombre del ayuntamiento del puerto de Veracruz;
Don Ramón Mantilla Ortiz y un niño de la escuela primaria anexa.
Al día siguiente, el primero de diciembre continuaron los festejos, que terminaron
con bailes en el casino y en la sociedad de artesanos.
La Escuela Normal inició sus clases el 22 del mismo mes de diciembre,
desarrollándose un nuevo acto, presidido por el gobernador, general Juan
15. Enríquez, quien declaró oficialmente inaugurado el primer curso normalista. Aquí
pronunciaron discursos el maestro don Carlos A. Carrillo -catedrático del Plantel- y
el director don Enrique C. Rébsamen.
La escuela Normal Veracruzana fue el centro fundamental de la reforma educativa
liberal en la República. De allí fueron maestros a los distintos rumbos de la nación
y Rébsamen era solicitado por diferentes gobiernos estatales, pudiendo asistir a
Oaxaca, Jalisco y Guanajuato.
La orientación abiertamente liberal de la escuela produjo que los conservadores, el
clero y otros grupos privilegiados, desataran una lucha abierta en su contra que
llegan prácticamente a encabezar el ayuntamiento de Xalapa, quien inclusive
amenazó con renunciar en masa si no se retiraba a Rébsamen como director. El
Gobernador dijo que estaba dispuesto a aceptar tales renuncias, las que, al fin,
nunca llegaron.
Ni Enríquez ni Rébsamen, se doblegaron. Continuaron en sus esfuerzos por
“implantar la reforma escolar a que aspiraba el Partido Liberal Mexicano”.
Y la Escuela Normal, que más tarde llevaría el nombre de su fundador, siguió
iluminando los rumbos educativos de México.
Para 1935, se inaugura un nuevo y amplio edificio en las afueras de la ciudad, sin
embargo, al paso de los años, resulta insuficiente debido a la extraordinaria fama
que en todo el país tenía esta institución, y así, el 13 de noviembre de 1964 se
inaugura el actual edificio que alberga a la Benemérita Escuela Normal
Veracruzana que lleva el nombre de su fundador, "Enrique C. Rébsamen", y que a
través de su historia ha sido reconocida a nivel internacional por su vanguardia y
excelencia en calidad educativa, lo cual queda manifiesto, como lo subrayó el Dr.
Víctor Arredondo, secretario de Educación de Veracruz, con Saraí Ávila
Rodríguez, egresada de la licenciatura en Educación Preescolar, quien obtuvo el
más alto puntaje en el Examen Nacional para Ingresar al Servicio Docente y para
Docentes en Servicio 2009 con sólo dos errores; y Rosalina Cabrera López, quien
tuvo el mayor puntaje a nivel nacional en la evaluación correspondiente para la
obtención de una plaza de Telesecundaria.
El Teatro del Estado, con dos Salas, una de ellas con capacidad para 1200
espectadores, que es sede de la "orquesta Sinfónica de Xalapa", una de las más
prestigiadas de Latinoamérica y la otra sala con capacidad para 300 personas
recinto donde se ha presentado espectáculos escénicos de primer nivel.
16. 2.4 Congreso Higiénico Pedagógico (1882) y los Congresos
Pedagógicos (1889-1890 y 1890-1891).
Congreso pedagógico (1882)
Médicos y maestros ante la higiene en las escuelas
La higiene escolar en México —en tanto tarea de la profesión médica vigilada por
el Estado— tiene su origen en el Congreso Higiénico Pedagógico, el cual se
reunió en la capital del país en 1882.
El Consejo Superior de Salubridad —en ese momento, la máxima autoridad en
materia de salud— convocó al congreso el 18 de enero de 1882, y el 21 de ese
mes, tuvo lugar la sesión inaugural del mismo, la cual estuvo presidida por Carlos
Diez Gutiérrez, titular de la Secretaría de Gobernación, de la cual dependía el
Consejo de
La reunión tenía como objetivo mejorar la salud de los escolares, aprovechando
tanto los avances de la pedagogía como los de la higiene; y se proponía resolver:
qué condiciones higiénicas debía llenar una casa destinada para establecimiento
de instrucción primaria; cuál era el modelo de mobiliario escolar que, siendo
económico, podía satisfacer mejor las exigencias de la higiene y que por lo tanto
debía preferirse; qué características debían tener los libros y demás útiles para la
instrucción, a fin de que no alteraran la salud de los niños; cuál era el método de
enseñanza que daba mejor instrucción a los niños sin comprometer su salud; cuál
debía ser la distribución diaria de los trabajos escolares de acuerdo con las
diferentes edades de los educandos, y qué ejercicios debían practicar éstos para
favorecer el desarrollo corporal; qué precauciones debían tomarse en estos
establecimientos para evitar entre los niños la trasmisión de las enfermedades;
qué requerimientos debía satisfacer una cartilla de higiene para las escuelas de
instrucción primaria, y qué medidas serían más a propósito para obtenerlas.
Para discutir cada uno de estos puntos se nombraron comisiones mixtas, es decir,
integradas por médicos y maestros. El Congreso tuvo una subvención estatal de
30 pesos mensuales, y sesionó de enero a diciembre del año 82. Su presidente
fue Ildefonso Velasco, también presidente del Consejo Superior de Salubridad.
Ya el Reglamento del Consejo, del 14 de julio de 1879, había dado a ese
organismo sanitario la autoridad para vigilar las condiciones higiénicas de las
escuelas.
17. Por otro lado, con el fin de uniformar la enseñanza elemental e introducir reformas
a los establecimientos de instrucción, se formó, también en 1882, una Academia
de Pedagogía, integrada por los profesores municipales de uno y otro sexo.
Sin embargo, las profesoras no tuvieron cabida en el Congreso Higiénico
Pedagógico, pues la mayoría de los médicos y maestros votaron contra su posible
participación.
Por entonces, gran número de escuelas se localizaban en vecindades, al lado de
caños abiertos o depósitos de basura; los escolares padecían afecciones que los
hacían débiles y raquíticos; y muchos alumnos asistían a clases cuando tenían
algún padecimiento, por lo que era frecuente que otros contrajeran ahí
tuberculosis, tifo, viruela u otras enfermedades infecto-contagiosas. En esa época,
las defunciones de menores de 15 años, representaban más del 50% de la
mortalidad general.
El último objetivo del Congreso era tener generaciones vigorosas, capaces de
trabajar y defender a la nación.
8 Se debatió en el Congreso y se llegó a acuerdos sobre la orientación que debían
tener las escuelas (este, noroeste), los materiales de la construcción (sólidos,
ligeros, refractarios a la humedad y malos conductores del calor), las condiciones
de los salones de clase (bañados por la luz natural directa a la que se consideraba
agente poderoso para conservar y aun para restablecer la salud de los niños, bien
ventilados y dotados de agua), el espacio que debía estar destinado a cada
alumno (1.50 m2 de superficie y de 4.50 a 5 m de altura). También, sobre la
existencia de gimnasios, la construcción de inodoros, los ejercicios corporales que
podrían realizar, y los libros en que deberían estudiar. En las discusiones en torno
a la orientación de las escuelas, se cuestionaba que las decisiones no eran
objetivas, pues la orientación propuesta no era compatible con el trazo y dirección
de las calles de la capital. Algunos decían que había que pensar en las
condiciones reales del país; pero otros, que se trataba de plantear cómo sería una
escuela modelo de acuerdo con los criterios científicos.
Fundamental para la higiene fueron las medidas sugeridas para evitar la
trasmisión de las enfermedades contagiosas, fueran éstas febriles, como tifo,
varicela, viruela, sarampión, escarlatina, angina diftérica y croup; o no febriles,
como estomatitis ulcerosa, cremosa o algodoncillo, tosferina, oftalmías purulenta y
catarral, sarna, tiñas, sífilis, epilepsia y corea. Se acordó, en las primeras, impedir
la asistencia de los niños a la escuela; en las segundas, poner a los alumnos
enfermos retirados del resto de los compañeros y a su espalda para que no fueran
vistos. Cuando un alumno sufriera un ataque convulsivo —de epilepsia, de histeria
18. o cualquier otro—, se le retiraría inmediatamente de la clase y se le conduciría a
otra pieza, donde no se permitiría la entrada a los demás niños.
Se buscaba ampliar la intervención de los médicos en el ámbito de la escuela: el
Congreso pidió al gobierno que nombrara el número suficiente de médicos
inspectores de la higiene escolar, quienes vigilarían que se cumpliese todo lo
aprobado por la asamblea.
También se pretendía ampliar la influencia del médico fuera de la escuela: todo
niño, al ingresar a un establecimiento de instrucción, debería presentar un
certificado médico donde constara que estaba vacunado, que no padecía
enfermedad contagiosa alguna y que era apto para los estudios. Se sugirió que los
niños fuesen auscultados por el oculista antes de entrar a la escuela. Por otro
lado, a todo niño enfermo se le exigiría el certificado de un médico, en el que se
estipulara que estaba sujeto al tratamiento conveniente. Todas estas propuestas
se llevarían a cabo más tarde.
Aunque se aclaraba que no era tarea del Congreso dictar los programas de
estudio sino únicamente fijar las condiciones higiénicas de la enseñanza, los
delegados opinaron que la salud de los niños resultaría perjudicada si se les
abrumaba con conocimientos. Proponían como materias que los niños debían
estudiar: lecto-escritura, aritmé- tica y lecciones sobre objetos comunes, conocida
como miscelánea. Luego se incluyeron: nociones de lenguaje y de ciencias, moral
y ejercicios musculares; también la higiene. Para algunos miembros del Congreso,
con la higiene del cuerpo y del alma, se desarrollarían las facultades físicas,
intelectuales y morales de los educandos.
En las actas no queda clara la argumentación, pero algunos delegados proponían
que para evitar ciertos males se atrofiaran determinados órganos. Decían que en
el alma había tendencias buenas y malas, y que si cada una de ellas correspondía
a ciertos órganos, había que desarrollar los que albergaran a las primeras, y
atrofiar los que fueran residencia de las últimas.
Al abordar los métodos de enseñanza, el Congreso discutió acerca de la disciplina
en los centros educativos; este tema dio lugar a fuertes debates. Para algunos
delegados, el castigo corporal —medio más generalizado entonces de procurar
dirigir la conducta de los educandos— era tanto irracional como inmoral, y
proponían en su lugar la disciplina de las consecuencias, que consistía en hacer
comprender al niño que su acción tenía una consecuencia, que sería su castigo.
Pero, para otros, abandonar el castigo físico era equivalente a minar la escuela, el
hogar, y las bases del orden y de la moralidad en que descansaba la sociedad;
19. proponían reglamentar el castigo, más no eliminarlo. Finalmente, se llegó a una
propuesta conciliatoria de ambas posiciones.
La profesión médica logra ingresar al ámbito escolar Cuando Flores escribió su
historia de la medicina (1886), aún no se habían construido edificios ad hoc para
escuelas o colegios, sino que, en el caso de los establecimientos nacionales, se
seguían aprovechando los conventos, iglesias u otros edificios de la época
virreinal; y los colegios municipales y particulares estaban acomodados en casas
ordinarias alquiladas. Por ello, si bien el gobierno federal y los municipios
destinaban fuertes sumas a las dotaciones de las escuelas, no había en los
salones de clase ni suficiente aire ni adecuada luz.
Pero el Congreso del año 82 había sembrado una simiente.
En 1889, 1890 y 1891, se reunieron en la ciudad de
México los Congresos Nacionales de Instrucción Pública, donde se trataron
nuevamente las cuestiones de higiene escolar, y quedaron definitivamente
aceptadas treinta y dos resoluciones relativas a ubicación, orientación,
construcción, iluminación, ventilación, capacidad, mobiliario y anexos (patios e
instalaciones sanitarias, entre otros).
Más tarde, se construirían expresamente, en diferentes zonas del país, algunas de
las llamadas «escuelas modelo», que iban a tomar en cuenta las sugerencias del
Congreso Higiénico Pedagógico y de los Congresos Nacionales de Instrucción
Pública.
La Dirección General de Instrucción Primaria se creó en 1896. La propuesta de los
médicos del Congreso Higiénico Pedagógico de establecer una Inspección Médica
e Higiénica de las Escuelas, se hizo realidad el 3 de julio de ese año. A partir de
ese día, hubo inspectores médicos en las escuelas primarias del Distrito Federal y
en los territorios sobre los que el Consejo Superior de
Salubridad tenía jurisdicción (Tepic y Baja California).
Se estipularon como obligaciones de los médicos inspectores: cuidar, en las
escuelas, la salud de los niños y las condiciones higiénicas del edificio, mueblajes
y útiles; e informar a la Dirección General mensualmente, y en caso de urgencia
en el acto, acerca de los resultados de las visitas que hicieren a las escuelas.
Como había sugerido el Congreso Higiénico-Pedagógico, la Academia Nacional
de Medicina convocó a principios del siglo XX, a un concurso para elegir la mejor
cartilla sobre enfermedades infecciosas para la enseñanza primaria. Querían que
el niño conociera las afecciones para huir de ellas. Ganó la titulada: «La limpieza
20. es hija del honor y madre de la salud», que contenía un texto y un atlas de
ilustraciones, y que había escrito Luis E. Ruiz.
PRIMER CONGRESO NACIONAL DE INSTRUCCIÓN PUBLICA, 1889-1890.
Es indudable que con la creación de la escuela normal para profesores de México
y con la actividad que numerosos educadores realizaban en toda la nación, el nivel
de la instrucción pública se había elevado notablemente por lo que era más
necesario y urgente la unificación de los sistemas educativos para todo el país. En
cumplimiento de tal propósito, Baranda gestiono ante la cámara de diputados la
elaboración y promulgación de una ley que garantizara el derecho del estado para
conducir la educación nacional; con el fin se organizo una comisión integrada por
los maestros Justo Sierra, Julio Zarate y Leonardo Fortuño quienes formularon un
proyecto que se convirtió en ley en mayo de 1888.
En tanto dicha ley se reglamentada y ponía en vigor, Baranda concibió la idea de
organizar un magno congreso de instrucción en el que se pudieran discutir los
problemas más importantes que México tenía en materia educativa y encontrar las
soluciones más adecuadas. Invito a los gobernantes de los estados para que
enviaran delegados representantes del magisterio de cada entidad y así lograron
reunirse en la capital del país los más connotados maestros mexicanos de la
época.
Fue tan grande importancia del primer congreso nacional de instrucción pública
que con justicia fue llamado por el propio Baranda, “congreso constituyente de la
enseñanza”.
La inauguración del congreso tuvo lugar el primero de diciembre de 1889 y los
trabajos se continuaron hasta el 31 de marzo del año siguiente en que se declaro
su clausura. La mesa directiva quedo integrada por el propio secretario de justicia
e instrucción pública en calidad de presidente honorario, por justo Sierra como
presidente de trabajos; Enrique C. Rébsamen como vicepresidente; Luis E. Ruiz
como secretario, y Manuel Cervantes Imaz como prosecretario.
En la ceremonia inaugural, Baranda pronuncio un histórico discurso en el que hizo
patentes la trascendencia de tan importante asamblea para mejorar nuestra
educación, el espíritu liberal y progresiva que animaba al estado para dirigirla y la
necesidad de hacer uso de los medios legales para vigilar su correcto desarrollo
21. El discurso de Barrada definió con toda claridad la posición del estado ante la
grave responsabilidad de atender la educación pública nacional.
Con el propósito de atender los numerosos problemas que se planteaban y de
acuerdo con el reglamento que se elaboro para tal efecto, la mesa directiva del
congreso nombro diecinueve comisiones dictaminadoras, de acuerdo con el
cuestionario inicial de los debates; posteriormente, a petición de algunos
delegados se formaron siete comisiones mas de modo que los veintiséis grupos
de trabajo resultantes tuvieron que resolver las sesentas y siete preguntas que se
sometieron a su estudio.
Destacaron por su actividad y por las resoluciones alcanzadas, las comisiones de
“enseñanza elemental obligatoria”, Escuelas rurales, maestros ambulantes y
colonias infantiles”, “escuelas de párvulos”, “escuelas de adultos”, “escuelas de
instrucción primaria superior”, “medios de sanción de la enseñanza primaria laica”,
y los “Emolumentos de los maestros”
En particular resulto interesante el trabajo con la comisión encargada de
dictaminar sobre los “Medios de sanción de la enseñanza primaria laica” de dos
de sus integrantes, los profesores Miguel Serrano y Ramón Manterola, sostuvieron
el criterio liberal clásico de hacer del estado un simple vigilante de la sociedad,
amparados en el precepto constitucional que consignaba la libertad de enseñanza,
se pronunciaban por un laicismo neutral.
Para Cisneros el laicismo debería ser ejercido por el estado, como el medio para
poner las instituciones liberales.
Cada una de las partes presento el congreso sus respectivas conclusiones; de
manera provisional fueron aceptadas las provenientes de la comisión y al
discutirse las que planteo Cisneros, la mayoría las rechazo, por lo cual, de hecho
el congreso entendió por enseñanza laica la que fuera ajena a la religión; no
óbstate, la minoría derrotada logro que su punto de vista fuera consignado en
la memoria del congreso.
Sierra resumía los planteamientos que en materia de política educativa ya había
definido Baranda; por el momento se aceptaba la existencia de un laicismo
neutral, aunque se apuntaba la necesidad de que el estado debería asumir la
responsabilidad de aplicarlo en toda su plenitud para conducir adecuadamente la
educación pública. Fue preciso que transcurriera mucho tiempo para que el
congreso constituyente de Querétaro, a finales de 1916, se ventilara nuevamente
el dedicado asunto de la interpretación oficial acerca de la “enseñanza laica”
22. El informe final sobre los trabajos de las comisiones fue elaborado y presentado
por el profesor Luis E. Ruiz, en su carácter de secretario de la Mes: Directiva del
congreso. En este documento se consideraron las 124 resoluciones aprobadas y
las proposiciones respectivas para hacerlas cumplir, considero conveniente
presentar y comentar las resoluciones más significativas para valorar la
trascendencia de llamado congreso constituyente de la enseñanza. En relación
con el tema “enseñanza elemental obligatoria”
Uno de los acuerdos fundamentales del congreso. Expresa las realizaciones que
en materia educativa habían producido los esfuerzos de liberales y positivistas
desde la época de Juárez, al señalar los principios de la obligatoriedad y gratuita.
En cuanto a la enseñanza laica, se manifestaba ya su carácter oficial, a pesar de
que no quedaba claro que en términos generales debería interpretarse.
Era la intención del estado ofrecer la enseñanza primaria elemental, en la mediad
de lo posible, a la población infantil del país, aunque el punto de partida
obligadamente seria la atención a los habitantes de los centros urbanos. Se
considera factible que en los cuatro años de la enseñanza obligatoria, los niños
adquirieron las naciones básicas científicas y el conocimiento de aquellos
elementos culturales de aplicación práctica, útiles para resolver sus problemas
vitales, así como la posibilidad de poner en juego sus aptitudes y habilidades
innatas.
De acuerdo con los criterios pedagógicos de aquella época, se recomendaba que
la enseñanza de los niños y de las niñas se impartiera por separado y la carga de
actividades en las clases de gimnasia y de las labores manuales fuera también
diferente según el sexo de los alumnos.
La creación de las escuelas en las zonas rurales tropezó con serias dificultades
debido a la oposición de los caciques locales que durante el Porfirito dominaba la
vida económica y social de las comunidades y a quienes de ninguna manera
convenía que los habitantes de aquellas regiones adquirieran ningún género
cultura; por otra parte, existían problemas insuperables como la ineficacia de las
autoridades locales o su complicidad con los hacendados, las pésimas vías de
comunicación, las deficiencias presupuestarias y la necesidad de los humildes
peones de ocupar a sus hijos en las tareas agrícolas.
Las resoluciones del congreso consideraron el establecimiento de las escuelas
rurales, aun cuando fueran mixtas y de organización posiblemente incompleta. De
acuerdo con la pretensión de facilitar los medios para que los niños ayudaran a
sus padres en las faenas agrícolas y recibieran una preparación aceptable, la
comisión recomendó una sola asistencia diaria en las escuelas rurales y la
23. combinación del aprendizaje de nociones científicas con la práctica de actividades
manuales orientadas hacia aplicaciones directas en la agricultura y en las
pequeñas manufacturas.
La creación y el buen funcionamiento de las escuelas rurales llegarían a ser una
de las metas fundamentales del movimiento revolucionario, cuando este se inicio
en 1910.
De acuerdo a la edad de los niños eran destinadas solo cuatro horas y media a la
a la actividad escolar; las asignaturas se atendían en forma clínica y no se
autorizaba el aprendizaje de la escritura ni de la lectura.
Fue grande la importancia que el congreso dio a la educación de los adultos,
debido al considerable número de mexicanos que no alfabetizados o a quienes
tenía una preparación insuficiente que no cubriera siquiera el mínimo de la escuela
elemental.
Se pretendía la realización de conferencias, la organización de sociedades de
orientación y la creación de agrupaciones artistitas, las cuales aunadas a los
servicios bibliotecarios, podrían constituir la base de solida educación
extraescolar. No cabe duda que en el seno del congreso había una idea clara de
las formas en que se podía atenderse a este sector olvidado de la sociedad: el
adulto sin formación educativa; desafortunadamente, a pesar de tan buenas
intensiones, las condiciones económicas y sociales de México durante el porfiriano
no permitieron que fueran llevadas a la práctica, salvo en contadas excepciones.
El informe del congreso trato lo referente a las “Escuelas de instrucción primaria
superior”, las cuales surgían como necesaria consecuencia del impulso que la
educación había alcanzado en las décadas precedentes. Fue una de las mayores
innovaciones producidas por el congreso y represento en su tiempo el papel que
hoy se destina a la escuela secundaria como elemento de obligado enlace entre la
enseñanza elemental y la preparatoria.
Los contenidos pragmáticos siguieron la forma cíclica ya acostumbrada en la
instrucción elemental, así como la diferenciación de actividades en las
asignaturas, según el texto de los alumnos. Conviene hacer notar que el plan de
estudios y los programas detallados de cada materia contempla con extraordinario
cuidado los conceptos de las ciencias, y exigían el cumplimiento de una buena
cantidad de actividades tendientes a cubrir aspectos de índole informativa, y,
fundamentalmente, a formar en los alumnos conciencia cívica, hábitos de trabajo y
criterios de responsabilidad.
24. 2.5 Relación entre ideal liberal y positivista.
El triunfo del bando liberal, tanto en la guerra de los Tres Años como ante la
intervención francesa permitió, al momento de la restauración de la Republica, la
posibilidad de organizar bajo fórmulas modernas al Estado mexicano. Para
conseguir este objetivo fueron determinantes las acciones realizadas durante los
diversos periodos presidenciales de Benito Juárez, quien a través de una
administración pública eficaz inició el establecimiento de servicios importantes
para la población nacional.
En estos tiempos tan difíciles era urgente la atención de una de las necesidades
sociales más trascendentes: la educación. A través de la intervención del
secretario de Justicia e Instrucción Pública, Antonio Martínez de Castro, Juárez
decidió encargar la solución de los problemas educativos a Gabino Barreda.
Esta obra culmino con las leyes de 1867 y 1869, las cuales, si bien es cierto que
contribuyeron a organizar la educación nacional, también permitieron que en ésta
se manifestara la influencia del positivismo.
A la muerte de Juárez y al sucederle don Sebastián Lerdo de Tejada, José Díaz
Covarrubias, secretario del ramo, organizó la instrucción con base en la
introducción de la enseñanza objetiva y de la educación integral.
La gestión de Lerdo de Tejada fue de grandes conmociones políticas y dentro del
partido liberal se produjo una escisión, provocada en buena medida por las
ambiciones del sector militar que, después de haber desempeñado un papel
decisivo en el triunfo del régimen republicano frente al Imperio, buscaba ocupar
niveles de mayor poder en la política nacional.
Al triunfo de la revuelta de Tuxtepec y como consecuencia de la llegada del
general Porfirio Díaz al poder, la educación, a la que ya se le puede llamar pública,
presentó en nuestro país características bien definidas. En el nuevo gobierno
colaboraron algunos intelectuales que trataban de imponer los principios básicos
del liberalismo, aunque se puede afirmar que la mayoría de los funcionarios
sustentaban las ideas positivistas introducidas por Barreda y procuraban que éstas
prevalecieran de modo oficial.
La confrontación de estas dos posiciones afectó al conjunto de las acciones
políticas del gobierno de Porfirio Díaz, de manera particular en el campo de la
educación nacional; su dominio fue alternativo y con cierta frecuencia se
produjeron situaciones de conciliación. Ambas, por fortuna, aceptaron la
introducción y el desarrollo de nuevas y avanzadas técnicas metodologías,
necesarias para la reforma educativa que la sociedad mexicana requería.
25. Ahora bien, antes de referirnos a los grandes rumbos que los positivistas trataron
de imponer a la educación, creemos pertinente la revisión de algunos aspectos
básicos de esta escuela filosófica.
El positivismo comprende, de manera simultánea, una teoría de la ciencia y una
reforma de la sociedad, es decir, la ciencia y sus aplicaciones constituyen en la
realidad, el medio para organizar la vida social.
El positivismo es eminentemente naturalista en su base, y considerando el éxito
de los métodos empleados en las ciencias naturales, sobre todo el de la
experimentación, plantea que las demás ciencias deben utilizar esos métodos.
Apoya su teoría en un intelectualismo rígido, en el cual la razón es el instrumento
para comprender las verdades científicas. En el positivismo clásico se destacan
como objetivos principales: el amor como principio, el orden como base y el
progreso como fin. Barreda los enmendó de tal manera que pudieran ajustarse a
la ideología liberal: libertad orden y progreso, lo cual permitiría considerar algunos
aspectos de la vida emotiva del hombre.
Desde la época del doctor Mora, los liberales pretendían la consecución de la
libertad y el progreso, pero no habían considerado conscientemente la necesidad
del orden; en cambio, los positivistas fundaban precisamente en el orden la
posibilidad de aplicación de su doctrina; orden en el manejo de la ciencia, orden
en la educación, orden Social en la vida del Estado; en fin, la libertad y el progreso
serían posibles sólo como consecuencia de la existencia del orden y no podrían
prescindir de éste.
El sistema positivista plantea tres premisas principales: la ley de los tres estados,
la clasificación de la ciencia, y la religión de la humanidad. Con respecto a la
primera, considera que una vez superados los pensamientos teológicos y
metafísicos, serán solamente las verdades científicas, es decir, lo probado y lo
real, los elementos que puedan aceptarse en la explicación de las leyes que
producen y definen el acontecer.
En la segunda, las ciencias deben seguir un orden lógico a partir de las
matemáticas; prosiguen la astronomía, la física, la química, la biología, hasta
llegar finalmente a la ciencia más compleja, la sociología.
En la tercera, se excluye la necesidad de culto hacia deidades metafísicas y se
considera que es la humanidad misma quien merece respeto y veneración.
Estos mensajes fueron introducidos en nuestro país por los positivistas, con la
finalidad de organizar la educación pública; consideraban que el empleo del
26. conocimiento científico y una formación completa lograrían el orden social
necesario para permitir el progreso de México.
De igual manera que hemos esbozado las ideas básicas del positivismo, nos
parece útil recordar los principios fundamentales de la doctrina liberal. “El
liberalismo político es la doctrina que proclama los derechos del hombre y la
soberanía del pueblo. En contra de la forma de gobierno absolutista, enseña que
todos los hombres son libre e iguales; que la libertad de cada persona se extiende
hasta el punto en que no daña a los demás; que nadie impunemente puede
atentar contra la persona o propiedad de otro; que todos los ciudadanos pueden
desempeñar cargos públicos; que, en fin, todo hombre es libre para pensar y
escribir.”
Los intelectuales liberales se preocuparon por fundamentar una educación que
correspondiera a la ideología que por tanto tiempo su partido había defendido y
siempre plantearon la necesidad de combatir la marcada intervención que el clero
tenía sobre la educación. El liberalismo se apoyó en los elementos del positivismo
para formar un nuevo tipo de hombre, consciente de su capacidad para
transformar las condiciones de su existencia. Numerosos liberales se
transformaron en positivistas.
Al ser el medio para el conocimiento científico de la naturaleza, el positivismo no
fue neutral, sino el instrumento que hizo posible la consolidación del Estado como
institución conductora de la educación pública. “El positivismo por un lado ponía
en duda todo principio de autoridad que no tuviese su base en la experiencia de la
realidad y por el otro, negaba, en nombre de esta experiencia, la vigencia de
cualquier principio abstracto no apoyado en la misma.” De esta manera, la
educación pública, mediante el empleo de la verdad científica, sustituyó a la
educación religiosa.
El liberalismo y el positivismo se complementaban en muchos aspectos, aunque
permaneció latente el problema de si un seguimiento literal y preciso de lo
científico, de lo absolutamente demostrado, relegaba como algo indefinido el
concepto de libertad. Llego el momento en que los liberales puristas se opusieron
al positivismo, en tanto la mayoría de los intelectuales lo adoptaron como el
respaldo necesario para el Estado emanado del movimiento de la reforma.