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fILOSOFOS :
Anaxagoras.
Anaxágoras (en griego Αναξαγόρας) (500 - 428 a. C.) fue un filósofo presocrático que introdujo la
noción de nous (νοῦς, mente o pensamiento) como elemento fundamental de su concepción
física.
Nació en Clazómenes (en la actual Turquía) y se trasladó a Atenas (hacia 483 a. C.), debido a la
destrucción y reubicación de Clazómenes tras el fracaso de la revuelta jónica contra el dominio
de Persia. Fue el primer pensador extranjero en establecerse en Atenas.
Entre sus alumnos se encontraban el estadista griego Pericles, Arquelao, Protágoras de Abdera,
Tucídides, el dramaturgo griego Eurípides, y se dice que también Demócrito y Sócrates.
Anaxágoras dio también un gran impulso a la investigación de la naturaleza fundada en la
experiencia, la memoria y la técnica. A él se le atribuyen las explicaciones racionales de los
eclipses y de la respiración de los peces, como también investigaciones sobre la anatomía del
cerebro.1 Conocedor de las doctrinas de Anaxímenes, Parménides, Zenón y Empédocles,
Anaxágoras había enseñado en Atenas durante unos treinta años cuando se exilió tras ser
acusado de impiedad al sugerir que el Sol era una masa de hierro candente y que la Luna era
una roca que reflejaba la luz del Sol y procedía de la Tierra. Marchó a Jonia y se estableció en
Lámpsaco (una colonia de Mileto), donde, según dicen, se dejó morir de hambre (Diógenes
Laercio, II, 14). Es seguro, en todo caso, que en tal lugar fue venerado (Aristóteles, Rhet. 1398 b
16) e incluso debió de haber un grupo de seguidores suyos (Eusebio de Cesarea, Praeparatio Ev.,
10, 14).
Filosofía pluralista
Anaxágoras expuso su filosofía en su obra Peri physeos (Sobre la naturaleza), pero sólo algunos
fragmentos de sus libros han perdurado.
Para explicar la pluralidad de objetos en el mundo dotados de cualidades diferentes, recurre a la
suposición de que todas las cosas estarían formadas por partículas elementales, que llama con
el nombre de "semillas" (spermata, en griego). Más tarde Aristóteles llama a estas partículas con
el nombre de homeomerías (partes semejantes).
Según Aristóteles, Anaxágoras concibe el nous como origen del universo y causa de la existencia,
pero a la vez trata de explicarse y llama a encontrar las cosas cotidianas de lo que ocurre en el
mundo. Por otro lado, hizo formar parte de su explicación de la realidad al concepto de nous,
inteligencia, la cual, siendo un «fluido» extremadamente sutil, se filtra por entre los recovecos
de la materia, a la que anima con su movimiento. El nous penetra algunas cosas y otras no, con
lo que se explica, siguiendo a Anaxágoras, la existencia de objetos animados e inertes. Platón en
el Fedón se muestra de acuerdo con la afirmación según la cual el nous es la causa de todo y
conduce al orden y la armonía, pero discrepa con la búsqueda de las causas materiales
emprendida por Anaxágoras.
Su doctrina del nous fue más tarde adoptada críticamente por Aristóteles. Las diferencias entre
las concepciones de uno y otro pueden apreciarse con este ejemplo: Para Anaxágoras los
humanos pudieron hacerse inteligentes debido a que tenían manos, en cambio para Aristóteles
el hombre recibió manos debido a que tenía inteligencia.

Anaximandro
Anaximandro de Mileto (en griego antiguo Ἀναξίμανδρος) fue un filósofo jonio considerado el
primer científico, al usar la experimentación como método demostrativo. Nació hacia el año 610
a. C. en la ciudad jonia de Mileto (Asia Menor) y murió aproximadamente en el 546 a. C.1 2
Discípulo y continuador de Tales, compañero y maestro de Anaxímenes;se le atribuye sólo un
libro, que es sobre la naturaleza, pero su palabra llega a la actualidad mediante comentarios
doxográficos de otros autores. Se le atribuye también un mapa terrestre, la medición de los
solsticios y equinoccios por medio de un gnomon, trabajos para determinar la distancia y
tamaño de las estrellas y la afirmación de que la Tierra es cilíndrica y ocupa el centro del
Universo.
La respuesta dada por Anaximandro a la cuestión del arché puede considerarse un paso
adelante respecto a Tales (del que Anaximandro probablemente fue discípulo). El arché es ahora
lo ápeiron (de a: partícula privativa; y peras:, ‘límite, perímetro’), es decir, lo indeterminado, lo
ilimitado, que es precisamente, según hemos dicho, el concepto de lo que vamos buscando. Lo
que es principio de determinación de toda realidad ha de ser indeterminado, y precisamente
ápeiron designa de manera abstracta esta cualidad. Lo ápeiron es eterno, siempre activo y
semoviente. Esta sustancia, que Anaximandro concibe como algo material, es «lo divino» que da
origen a todo. De Anaximandro se conserva este texto, que es el primero de la filosofía y el
primer texto en prosa de la Historia:
El principio (arché) de todas las cosas es lo indeterminado ápeiron. Ahora bien, allí mismo donde
hay generación para las cosas, allí se produce también la destrucción, según la necesidad; en
efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia, según el orden del tiempo.
Anaximandro
¿A qué se refiere esta «injusticia"? Puede tener dos sentidos. Primero, que toda existencia
individual y todo devenir es una especie de usurpación contra el arché, en cuanto que nacer,
individuarse, es separarse de la unidad primitiva (algo parecido se encuentra en las doctrinas
budistas, que ven el mal en la individualidad). Y segundo, que los seres que se separan del arché
están condenados a oponerse entre sí, a cometer injusticia unos con otros: el calor comete
injusticia en verano y el frío en invierno. El devenir está animado por la unilateralidad de cada
parte, expresada ante las otras como una oposición (Esta idea se volverá a ver más tarde en
Heráclito). En Anaximandro se encuentra ya una cosmología que describe la formación del
cosmos por un proceso de rotación que separa lo caliente de lo frío. El fuego ocupa la periferia
del mundo y puede contemplarse por esos orificios que llamamos estrellas. La tierra, fría y
húmeda, ocupa el centro. Los primeros animales surgieron del agua o del limo calentado por el
sol; del agua pasaron a la tierra. Los hombres descienden de los peces, idea que es una
anticipación de la teoría moderna de la evolución.
Cosmogonía
Aspecto probable del perdido primer mapa del Mundo, ideado por Anaximandro.
Su pensamiento se centra en que el principio de todas las cosas es ápeiron (sin límites, sin
definición), es decir, lo indefinido, lo indeterminado. Este ápeiron es inmortal e indestructible,
ingénito e imperecedero, pero que de él se engendran todas las cosas. Todo sale y todo vuelve
al ápeiron según un ciclo necesario. De él se separan las sustancias opuestas entre sí en el
mundo y, cuando prevalece la una sobre la otra, se produce una reacción que restablece el
equilibrio según la necesidad, pues se pagan mutua pena y retribución por su injusticia según la
disposición del tiempo.

Anaximenes.
Anaxímenes de Mileto (en griego Αναξιμένης) (ca. 585 a. C. – 524 a. C.)1 fue un filósofo griego.
Nació en Mileto, hijo de la Eurístrato. Fue discípulo de Tales y de Anaximandro, coincidiendo con
él en que el principio de todas las cosas (y también el substrato que permanece invariable ante
todos los cambios y el fin, o "telos" al que todo vuelve) — arkhé/arjhé/arjé/arché— es infinito;
aunque, a diferencia del ápeiron de su mentor, nos habla de un elemento concreto: el aire. Esta
sustancia, afirmaba, se transforma en las demás cosas a través de la rarefacción y la
condensación. La rarefacción genera el fuego, mientras que la condensación el viento, las nubes,
el agua, la tierra y las piedras; a partir de estas sustancias se crea el resto de las cosas. Podría
explicarse el cambio de estado del aire mediante el flujo entre dos polos, lo frío y lo caliente;
pero varios fragmentos nos muestran que Anaxímenes pensaba de forma inversa, y creía que lo
caliente y lo frío eran consecuencia y no causa de la rarefacción y la condensación.
Pensamiento.
1. Se opone a Anaximandro y a Tales de Mileto en cuanto a la determinación del primer
principio o "arjé" que Anaxímenes considera ser el aire. Probablemente haya tomado esta
elección a partir de la experiencia, influyendo la observación de los seres vivos y la importancia
del fenómeno de la respiración; en cuanto toma como "arjé" un elemento particular, su
pensamiento supone un retroceso con respecto a Anaximandro; pero Anaxímenes nos ofrece un
mecanismo de explicación de la generación de las cosas a partir de otro elemento distinto de
ellas: ese mecanismo de generación se apoya en las nociones de "condensación" y "rarefacción".
Por condensación del aire, dice Anaxímenes, se forman las nubes; si las nubes se condensan se
forma el agua; la condensación del agua da lugar a la constitución del hielo de la tierra; y la
condensación de la tierra da lugar a la constitución de las piedras y los minerales; el proceso
inverso lo representa la rarefacción: piedra, tierra, agua, nubes, aire y, por último la rarefacción
del aire produciría el fuego.
2. En terminología moderna podemos decir que Anaxímenes estaba intentando basar la
explicación de lo cualitativo en lo cuantitativo; encontramos en él, por lo tanto, un intento de
explicar el mecanismo de transformación de unos elementos en otros, del que no disponían
Tales ni Anaximandro. Al igual que ellos insiste, sin embargo, en afirmar una causa material
como principio del mundo y, por lo tanto, en tratar de llevar a la unidad la diversidad de la
realidad observable.
Cosmología
Anaxímenes creía que la Tierra era plana "como una hoja", y que se formó por la condensación
del aire; los cuerpos celestes, también planos, nacieron a partir de la Tierra debido a una
rarefacción de su pneuma o exhalación. Estos astros son de fuego (aire rarificado) y cabalgan
sobre el aire, girando alrededor de la Tierra «como gira un gorro de fieltro en nuestra cabeza».
Además existen otros cuerpos, sólidos e invisibles, que servirían para explicar los meteoritos y
los eclipses. Anaxímenes vuelve a concebir el aire como un elemento determinado: el aire
(pneuma). Del aire cabe decir, como hemos dicho del agua en el caso de Tales, que es un
elemento indispensable para la vida. La diversidad de los seres se debe a dos procesos del aire:
rarefacción y condensación. El aire mismo es lo más dilatado, una piedra es aire muy
condensado. En asuntos meteorológicos, consideró que los terremotos ocurren en períodos de
sequía o de muchas lluvias, puesto que cuando la tierra está seca se resquebraja y con el exceso
de humedad se deshace. El rayo, el trueno y el relámpago se forman por el viento que corta las
nubes; la lluvia cuando las nubes se condensan, el granizo cuando la lluvia se solidifica y la nieve
cuando se le agrega una porción de viento. Un fragmento muy discutido de Anaxímenes dice
que "así como nuestra alma, que es aire, nos mantiene unidos, de la misma manera el pneuma o
aire envuelve al cosmos". Podría indicar una cierta correlación entre el ser humano y el mundo,
ya que ambos tienen una exhalación (pneuma) y están cubiertos por el aire protector. Esta idea
sería la base de la popular homología posterior entre el hombre y el mundo, muy usada por la
primera medicina.
Aristoteles
Aristóteles (en griego antiguo Ἀριστοτέλης, Aristotélēs) (384 a. C. – 322 a. C.)1 2 fue un
polímata: filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia cuyas ideas han ejercido una enorme
influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios.1 2 3
Aristóteles escribió cerca de 200 tratados (de los cuales sólo nos han llegado 31) sobre una
enorme variedad de temas, incluyendo lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía
política, estética, retórica, física, astronomía y biología.1 Aristóteles transformó muchas, si no
todas, las áreas del conocimiento que tocó. Es reconocido como el padre fundador de la lógica y
de la biología, pues si bien existen reflexiones y escritos previos sobre ambas materias, es en el
trabajo de Aristóteles donde se encuentran las primeras investigaciones sistemáticas al
respecto.4 5
Entre muchas otras contribuciones, Aristóteles formuló la teoría de la generación espontánea, el
principio de no contradicción, las nociones de categoría, sustancia, acto, potencia y primer
motor inmóvil. Algunas de sus ideas, que fueron novedosas para la filosofía de su tiempo, hoy
forman parte del sentido común de muchas personas.
Aristóteles fue discípulo de Platón y de otros pensadores (como Eudoxo) durante los veinte años
que estuvo en la Academia de Atenas.6 Fue maestro de Alejandro Magno en el Reino de
Macedonia.6 En la última etapa de su vida fundó el Liceo en Atenas, donde enseñó hasta un año
antes de su muerte.
Pensamiento.
Críticas a la teoría de las Ideas de Platón
Platón y Aristóteles, por Raffaello Sanzio (detalle de La escuela de Atenas, 1509).
En su juventud, Aristóteles fue discípulo de Platón en la Academia de Atenas. Aristóteles
construyó un sistema filosófico propio. Previo a ello, sometió a crítica la teoría de las Ideas de su
maestro. Para intentar solventar las diferencias entre Heráclito y Parménides, Platón había
propuesto la existencia de dos dimensiones en la realidad: el Mundo sensible y el Mundo
inteligible. Para Aristóteles, el mundo no tiene compartimentos.
Si bien Aristóteles admite, al igual que Sócrates y Platón, que la esencia es lo que define al ser,
concibe (a diferencia de sus antecesores) la esencia como la forma (μορφή) que está unida
inseparablemente a la materia, constituyendo juntas el ser, que es la sustancia. La afirmación de
la importancia del conocimiento sensible, y del conocimiento de lo singular para llegar a lo
universal, abrió posibilidades a la investigación científica.
Aristóteles rechazó fuertemente la teoría de Platón según la cual las ideas eran la auténtica
realidad (por ser subsistentes y autofundadas) y que el mundo sensible, captado por nuestros
sentidos, no era más que una copia de aquellas. Aristóteles, al contrario de Platón -que concebía
la «existencia» de dos mundos posibles o reales (algunos eruditos creen que la teoría platónica
es en realidad un realismo de las Ideas)-, poseía una teoría que discurría entre el mundo de las
nociones y el mundo sensible, si bien estaba abierto a admitir la existencia de sustancias
separadas e inmóviles (como se muestra en la Física y en la Metafísica).
Aristóteles hace cuatro críticas fundamentales a la teoría de las ideas de Platón:
Critica a los dos mundos: para Aristóteles es uno solo; admitir dos mundos complica la
explicación innecesariamente, reduplicando las realidades.
Platón no ofrece una explicación racional al hablar de los dos mundos. Se limita a utilizar mitos y
metáforas, en vez de aclarar conceptualmente sus propuestas.
No hay una relación clara de causalidad del mundo ideal respecto del mundo sensible. No
explica cómo las ideas son causa de las cosas sensibles y mutables. No infiere que de una idea se
derive un objeto.
Argumento del tercer hombre: según Platón, la semejanza entre dos cosas se explica porque
ambas participan de la misma idea. Según Aristóteles, se precisa un tercero para explicar la
semejanza entre dos cosas, y un cuarto para explicar las tres, y así sucesivamente. Es una
regresión al infinito, por lo tanto no se explica nada. Tal argumento ya había sido recogido por el
mismo Platón en el diálogo titulado Parménides.

Democrito De Abdera.
Demócrito nació en Abdera en el año 460 antes de Cristo. Se le atribuyen numerosos viajes, a
Egipto y a la India, entre otros, habiendo adquirido en el curso de ellos conocimientos de
teología , astrología, geometría, etcétera. También se le sitúa en Atenas escuchando las
lecciones de Sócrates o de Anaxágoras, según recoge Diógenes Laercio: "parece, dice Demetrio,
que también pasó a Atenas, y que por desestima de su propia gloria no se cuidó de ser conocido;
y aunque él conoció a Sócrates, Sócrates no le conoció él. Fui -dice- a Atenas, y nadie me
conoció." se dice también que fue discípulo de Leucipo, a quien se atribuye la creación del
atomismo, doctrina defendida por Demócrito. (Sobre la existencia misma de Leucipo hay
quienes han llegado a ponerla en duda apoyándose en el desconocimiento prácticamente total
que tenemos de él y en afirmaciones como las de Epicuro, quien negaba su existencia).
Pensamiento.
1.Respecto a su pensamiento parece que fue un hombre dedicado enteramente al estudio y que
tuvo una producción abundante. Al igual que Empédocles y Anaxágoras la filosofía de Demócrito
estará inspirada por la necesidad de conjugar la permanencia del ser con la explicación del
cambio, adoptando una solución estructuralmente idéntica: lo que llamamos generación y
corrupción no es más que mezcla y separación de los elementos originarios, que poseen las
características de inmutabilidad y eternidad del ser parmenídeo. Estos elementos originarios
serán concebidos como entidades materiales, infinitamente pequeñas y, por lo tanto,
imperceptibles para los sentidos, y de carácter estrictamente cuantitativo, a los que Demócrito
llamará átomos (término griego que significa "indivisibles" ) por su cualidad de ser partículas
indivisibles.
"Algunos filósofos antiguos creyeron que lo que es debe ser necesariamente uno e inmóvil, ya
que siendo el vacío no-ente no podría existir el movimiento sin un vacío separado (de la
materia) ni existir ni existir una pluralidad de cosas sin algo que las separe. [...] Pero Leucipo
creyó tener una teoría que concordando con la percepción de los sentidos no hacía desaparecer
el nacimiento, la corrupción, el movimiento ni la pluralidad de seres". (Aristóteles, "Sobre la
generación y la corrupción", I,8,325a)
Restos arqueológicos de Abdera 2. Estos átomos existen desde siempre en el vacío, sometidos a
un movimiento que les es consustancial. Por lo tanto, todo lo que existe son los átomos y el
vacío. La introducción de la existencia del vacío es una novedad con respecto a Empédocles y
Anaxágoras y que choca frontalmente con la negación del vacío (no ser) que exigía Parménides.
Ahora bien, sin la existencia del vacío resulta imposible explicar el movimiento, por lo que
necesariamente tiene que existir. Los átomos se mueven en ese vacío en línea recta en un
principio, pero, por causas estrictamente mecánicas, algunos de ellos salen de su trayectoria y
chocan contra otros, a los que desvían, chocando el conjunto contra otros átomos, provocando
la agregación en conjuntos de átomos cada vez mayores, y que darán lugar a la constitución de
los objetos tal como nosotros los conocemos.
3. Aunque los átomos no poseen diferencias cualitativas sí poseen diferencias en cuanto a su
forma y configuración: la forma, el orden y la posición. Los átomos pueden diferir entre ellos por
su forma, del mismo modo que la A difiere de la N; o pueden diferir por por el orden que
ocupan, no siendo lo mismo AN que NA; o por la posición, de modo que, aun poseyendo la
misma forma, la Z se diferencia de la N (si giramos la Z noventa grados a la derecha tenemos la
N).
"Leucipo y su compañero Demócrito sostuvieron que los elementos son "lo lleno" y lo "vacío", a
los cuales llamaron "ser" y " no ser", respectivamente.El ser es lleno y sólido; el no-ser vacío y
sutil. Como el vacío existe no menos que el cuerpo, se sigue que el no-ser existe no menos que
el ser. Juntos los dos constituyen las causas materiales de las cosas existentes." (Aristóteles,
Metafísica,I,4, 985b).
4. Demócrito no apela en su sistema a la existencia de ninguna causa que no sea estrictamente
material y mecánica, de modo que nos ofrece una primera interpretación mecanicista del
universo; existen, por lo demás, innumerables mundos, sometidos a las mismas leyes de
agregación y separación de los átomos. Su pensamiento ejercerá una gran influencia en la
antigüedad, a través de la escuela de Epicuro, entre otros; pero sobre todo en el Renacimiento,
estando en la base de la constitución de la ciencia moderna.

Empedocles De Agrigento
Biografía
Realmente se conoce muy poco de la vida de Empédocles; su personalidad está envuelta en la
leyenda, que lo hace aparecer como mago y profeta, autor de milagros y revelador de verdades
ocultas y misterios escondidos.
Se sabe, no obstante, que Empédocles nació en el seno de una familia ilustre, y llegó a ser jefe
de la facción democrática de su ciudad natal. Su fama como científico y médico-taumaturgo,
unida a su posición social, le permitió ocupar importantes cargos en la vida pública. El final de su
vida lo pasó exiliado en el Peloponeso. Se forjaron varias versiones en torno a su muerte, la más
conocida de todas es aquella según la cual se habría arrojado al volcán Etna para ser venerado
como un dios por sus conciudadanos.
De sus escritos se conservan únicamente Los Políticos, el tratado Sobre la medicina, el Proemio
a Apolo, Sobre la naturaleza (sólo se conservan unos 450 versos de los 5.000 de que constaba la
obra) y Las Purificaciones (de argumento místico e inspirado en el orfismo). Parece que hay que
considerar espurias las tragedias que se le atribuyen. Escribió sus obras en forma de poemas. Su
doctrina parece depender en muchos puntos de Parménides, a quien se supone que conoció en
un viaje a Elea.
Doctrina
En sus obras Empédocles comienza, como Parménides, estableciendo la necesidad y perennidad
del ser. Pero su originalidad consiste en conciliar dicha necesidad con el devenir, con el
transcurrir de todo. Intentando responder a esta cuestión, nos habla de cuatro "raíces"
(rhicómata) eternas, los cuatro elementos naturales.
Estas raíces corresponden a los principios (arché) de los pensadores jónicos, mas, a diferencia de
éstos, -que se transforman cualitativamente y se convierten en todas las cosas-, las raíces de
Empédocles permanecen cualitativamente inalteradas: son originarias e inmutables (se prepara
así la noción de "elementos"). Lo que provoca el cambio son dos fuerzas cósmicas que él llama
Amor y Odio. (También en esto Empédocles prepara el camino para la causa o fuerza natural).
Para Empédocles, el Amor tiende a unir los cuatro elementos, como atracción de lo diferente; el
Odio actúa como separación de lo semejante. Cuando predomina totalmente el Amor, se genera
una pura y perfecta esfera toda ella igual e infinita, que goza de su envolvente soledad. El Odio
comienza entonces su obra, deshaciendo toda la armonía hasta la separación completa del caos.
De nuevo el Amor interviene para volver a unir lo que el Odio ha separado, y así, las dos fuerzas,
en sus cíclicas contiendas, dan vida a las diversas manifestaciones del cosmos.
Los cuatro elementos y las dos fuerzas que lo mueven explican asimismo el conocimiento, según
el principio de que lo semejante se conoce con lo semejante. Las cosas emanan flujos que,
pasando a través de los poros de los elementos, determinan el contacto y el reconocimiento.
Sobre estas bases Empédocles dedicó gran interés a la observación de la naturaleza (botánica,
zoología y fisiología), y expuso originales concepciones sobre la evolución de los organismos
vivos, la circulación de la sangre, y la sede del pensamiento en el corazón, tesis acogida durante
mucho tiempo por la medicina.
Esta doctrina de la evolución y transformación de todos los seres le da pie para la teoría de la
metempsícosis: por ley necesaria los seres expían sus delitos a través de una serie de
reencarnaciones. "Yo he sido ya, anteriormente, muchacho y muchacha, arbusto, pájaro y pez
habitante del mar". Solamente los hombres que logren purificarse podrán escapar por completo
del círculo de los nacimientos y volver a morar entre los dioses.

Epicuro
Epicuro (griego: Επίκουρος; Samos, aproximadamente 341 a. C. - Atenas, 270 a. C.) fue un
filósofo griego, fundador de la escuela que lleva su nombre (epicureísmo). Los aspectos más
destacados de su doctrina son el hedonismo racional y el atomismo.
Defendió una doctrina basada en la búsqueda del placer, la cual debería ser dirigida por la
prudencia. Se manifestó en contra del destino, de la necesidad y del recurrente sentido griego
de fatalidad. La naturaleza, según Epicuro, está regida por el azar, entendido como ausencia de
causalidad. Sólo así es posible la libertad, sin la cual el hedonismo no tiene motivo de ser. Criticó
los mitos religiosos, los cuales, según él, no hacían sino amargar la vida de los hombres. El fin de
la vida humana es procurar el placer y evadir el dolor, pero siempre de una manera racional,
evitando los excesos, pues estos provocan un posterior sufrimiento. Los placeres del espíritu son
superiores a los del cuerpo, y ambos deben satisfacerse con inteligencia, procurando llegar a un
estado de bienestar corporal y espiritual al que llamaba ataraxia. Criticaba tanto el desenfreno
como la renuncia a los placeres de la carne, arguyendo que debería buscarse un término medio,
y que los goces carnales deberían satisfacerse siempre y cuando no conllevaran un dolor en el
futuro. La filosofía epicureísta afirma que la filosofía debe ser un instrumento al servicio de la
vida de los hombres, y que el conocimiento por sí mismo no tiene ninguna utilidad si no se
emplea en la búsqueda de la felicidad.
Aunque la mayor parte de su obra se ha perdido, conocemos bien sus enseñanzas a través de la
obra De rerum natura del poeta latino Lucrecio (un homenaje a Epicuro y una exposición amplia
de sus ideas), así como a través de algunas cartas y fragmentos rescatados.
Filosofía
La filosofía de Epicuro consta de tres partes: la Gnoseología o Canónica, que se ocupa de los
criterios por los cuales llegamos a distinguir lo verdadero de lo falso; la Física, que estudia la
naturaleza; y la Ética, que supone la culminación del sistema y a la que se subordinan las dos
primeras partes.
Los cuatro miedos.
La lucha contra los miedos que atenazan al ser humano es parte fundamental de la filosofía de
Epicuro; no en vano, ésta ha sido designada como el "tetrafármaco" o medicina contra los
cuatro miedos más generales y significativos: el miedo a los dioses, el miedo a la muerte, el
miedo al dolor y el miedo al fracaso en la búsqueda del bien.
Si bien Epicuro no era ateo, entendía que los dioses eran seres demasiado alejados de nosotros,
los humanos, y no se preocupaban por nuestras vicisitudes, por lo que no tenía sentido
temerles. Por el contrario, los dioses deberían ser un modelo de virtud y de excelencia a imitar,
pues según el filósofo viven en armonía mutua, manteniendo entre ellos relaciones de amistad.
En cuanto al temor a la muerte, lo consideraba un sin sentido, puesto que “todo bien y todo mal
residen en la sensibilidad y la muerte no es otra cosa que la pérdida de sensibilidad”. La muerte
en nada nos pertenece pues mientras nosotros vivimos no ha llegado y cuando llegó ya no
vivimos.
Por último, carece también de sentido temer al futuro, puesto que: “el futuro ni depende
enteramente de nosotros, ni tampoco nos es totalmente ajeno, de modo que no debemos
esperarlo como si hubiera de venir infaliblemente ni tampoco desesperarnos como si no hubiera
de venir nunca”.
Georgias De Leontini
Biografía
Nació en la Magna Grecia (en Leontino, Sicilia) y si bien se establece su fecha en el 485, es un
estimativo entre el 500 y el 483. Allí supuestamente fue alumno del también siciliano
Empédocles. Se formó en retórica con Córax de Siracusa y Tisias, fundadores de la disciplina. Se
sabe que viajó mucho durante su larga vida, trabajando en varias ciudades griegas, enseñando y
practicando la retórica; finalmente se instalará en Atenas en el año 427 a. C., causando gran
sensación con su oratoria, como jefe de una embajada de su ciudad, por lo que fue llamado
Gorgias de Leontino, a la edad de 60 años. Gorgias profesó con gran maestría la retórica, a la
que consideraba como ciencia universal. Negaba ser maestro de virtud pero prometía hacer
hábiles en hablar a sus discípulos. Según se cuenta, una de sus actividades cotidianas consistía
en acudir a lugares públicos, donde defendía encarnizadamente una tesis relativa a una cuestión
cualquiera; una vez derrotados y convencidos sus interlocutores, comenzaba a defender la tesis
contraria, hasta doblegar nuevamente a quien interviniese en la disputa, y así sucesivamente se
contraargumentaba una y otra vez, haciendo gala de su retórica. Fue maestro de Tucídides,
Agatón, Isócrates, Critias y Alcibíades. Como retórico, Gorgias fue de los primeros en introducir
la cadencia en la prosa y en utilizar lugares comunes en los argumentos. Las obras de las que nos
han llegado fragmentos son: Sobre la naturaleza o Sobre el no ser, Elogio a Elena y Apología de
Palamedes. Murió en Tesalia, el año 380 a.C. con unos 105 años.
Filosofía
Según Platón en su Gorgias seu de Rethorica, Gorgias define su arte como arte oratorio y afirma
que está dispuesto a formar en tal arte a todos aquellos que quieran. Se vanagloriaba de haber
contestado a cuantas cuestiones se le habían propuesto, ofreciéndose después a verificar lo
argumentado. Cabe destacar que, a diferencia de lo que ocurre en el diálogo Protágoras (cuyo
protagonista es el también sofista Protágoras), donde sus argumentos son presentados como
notablemente hábiles afirmaciones, en el Gorgias de Platón, el sofista aparece sosteniendo unas
tesis muy débiles y fácilmente rebatibles que le llevan a ser ridiculizado por Sócrates. Por ello,
gran parte de las características de las posturas de Gorgias sigue en entredicho.
Forma parte de la primera generación de sofistas junto con Protágoras con quien compartió el
presupuesto básico de su filosofía: el relativismo y el escepticismo. Nos movemos en el mundo
de la mera opinión, siendo la verdad para cada uno de nosotros aquello que nos persuade como
tal. La retórica es la técnica de la persuasión, y el sofista, el maestro de la opinión.
Recogió la temática de la filosofía eleática concluyendo que nada existe. Se encuentran en una
obra que se le atribuye, Sobre la Naturaleza o el No Ser (título que alude a la postura de la
escuela eleática -por la cual se ve influido, pero a la que ataca- ya que el filósofo Meliso de
Samos había escrito la obra Sobre la naturaleza o el Ser), tres célebres tesis:
Nada existe.
Si algo existiera, no podría ser conocido por el hombre.
Si algo existente pudiese ser conocido, sería imposible expresarlo con el lenguaje a otro hombre.
El relativismo de Protágoras pasa a ser en Gorgias escepticismo, sosteniendo tesis nihilistas (del
latín nihil, nada) tesis que sostiene la ausencia de convicciones verdaderas así como de los
valores. En el caso de Gorgias, se niega la existencia de nada permanente en lo real al declarar
falsas todas las opiniones.

Heráclito de Éfeso
Biografía
Pocas son las cosas que sabemos de la vida de Heráclito de Éfeso. Nació hacia el 544 antes de
Cristo, aproximadamente, y vivió en Éfeso, ciudad enclavada en la costa Jonia, al norte de
Mileto, hasta su muerte, en el 484 antes de Cristo. Pertenecía a una familia aristocrática y, al
parecer, no se llevó muy bien con sus conciudadanos, si nos atenemos a alguno de los
fragmentos que se conservan de su libro, y a los testimonios de sus contemporáneos.
2.Escribió una obra a la que se le da el título común " Sobre la naturaleza" que se le había dado
también a los libros escritos por otros filósofos anteriores. No es seguro que se tratara
realmente de un libro en el que se desarrollaran sistemáticamente temas relacionados con el
conocimiento de la naturaleza, el alma o la cosmología. Es probable que se tratara de un
conjunto de sentencias recopiladas en forma de libro, hipótesis que se apoya en el carácter
enigmático y oracular de los fragmentos que conservamos, carácter que ya en su época le valió
el sobrenombre de "El oscuro".
Pensamiento
1.Respecto a los contenidos esenciales de su interpretación de la naturaleza, siguiendo la línea
abierta por los filósofos de Mileto, podemos destacar:
a) la afirmación del cambio, o devenir, de la realidad, ("Este cosmos [el mismo de todos] no lo
hizo ningún dios ni ningún hombre, sino que siempre fue, es y será fuego eterno, que se
enciende según medida y se extingue según medida.”) que se produce debido a:
b) la oposición de elementos contrarios, que es interpretada por Heráclito como tensión o
guerra entre los elementos. ("Conviene saber que la guerra es común a todas las cosas y que la
justicia es discordia y que todas las cosas sobrevienen por la discordia y la necesidad.") Ahora
bien, esa "guerra" está sometida a:
c) una ley universal, el Logos, (que podemos interpretar como razón, proporción...) que regula
todo el movimiento de la realidad conduciéndolo a la armonía, y unificando así los elementos
opuestos; de donde se sigue la afirmación de la unidad última de todo lo real. ("No comprenden
cómo esto, dada su variedad, puede concordar consigo mismo: hay una armonía tensa hacia
atrás, como en el arco y en la lira".)
2.La identificación del cosmos con un fuego eterno probablemente no deba ser interpretada en
el sentido de que el fuego sea una materia prima original, del mismo modo en que lo eran el
agua para Tales o el aire para Anaxímenes. El fuego sería la forma arquetípica de la materia,
debido a la regularidad de su combustión, que personifica de un modo claro la regla de la
medida en el cambio que experimenta el cosmos. Así, es comprensible que se le conciba como
constitutivo mismo de las cosas, por su misma estructura activa, lo que garantiza tanto la unidad
de los opuestos como su oposición, así como su estrecha relación con el Logos.
Restos arqueológicos del teatro de Éfeso3. La idea de que el mundo nos ofrece una realidad
sometida al cambio no es original de Heráclito: a todos los pensadores presocrácticos les
impresionó dicha observación. Las afirmaciones de que "todo fluye" y "no se puede bañar uno
dos veces en el mismo río" se las atribuye Platón libremente en sus diálogos, sugiriendo la
correspondiente consecuencia: "nada permanece". Es probable que Heráclito insistiera en la
universalidad del cambio más que sus predecesores pero, por los fragmentos que conservamos
de su obra, lo hacía aún más en la idea de la medida inherente al cambio, en la estabilidad
subsistente.
4.Probablemente Platón se dejara influir por las exageraciones sofísticas del siglo V, y por las de
los seguidores de Heráclito, como Cratilo, quien al parecer afirmaba que ni siquiera era posible
bañarse una vez en el mismo río; pero sus consideraciones transmitieron a la posteridad una
imagen deformada del pensamiento filosófico de Heráclito, en la que abundará posteriormente
Aristóteles, quien acusará a Heráclito de negar el principio de contradicción (“Una cosa no
puede ser ella misma y su contrario, en el mismo aspecto y al mismo tiempo.”) al afirmar que los
opuestos son "uno y lo mismo". Parece claro por los fragmentos conservados que con esa
expresión Heráclito quería significar no que eran "idénticos" sino que pertenecían a un único
complejo, o que no estaban esencialmente separados. (Kirk y Raven, "Los filósofos
presocráticos", Madrid, Gredos, 1970.)

Hipias De Elis
Biografía
Nació en un lugar llamado Élide (Atenas), hijo de Diopites. Fue un hombre de carácter agrio,
gran versatilidad y descomunal memoria, sobre la que investigó creando varios sistemas
mnemotécnicos. Se ganó el respeto de sus ciudadanos-discípulos de tal modo que fue enviado a
varias ciudadesdorias, sobre todo a Esparta y Sicilia, a importantes embajadas. En Atenas
conoció a Sócrates y otros grandes pensadores. Con la seguridad característica de los últimos
sofistas, él se atribuía ser una autoridad en todos los temas, y conferenció, en todos los eventos
con éxito económico, sobre filosofía, poesía, gramática, historia, política, arqueología,
matemáticas, geometría y astronomía.
Se jactaba de ser más popular que Protágoras, y estaba preparado en cualquier momento para
dar la dirección extemporánea de cualquier persona a la asamblea de Olimpia. De esta habilidad
no hay duda alguna, pero es igualmente cierto que era superficial. Su talento no era ofrecer
conocimientos, sino dar a sus alumnos las armas de la argumentación, para hacerlas fértiles en
la discusión sobre cualquier tipo de temas. Se dice que se ostentaba de no vestir nada que no
hubiese hecho con sus propias manos. Lo que si se sabe es que le atraían los hombres.
Dos diálogos de Platón, el Hipias mayor y el Hipias menor, contienen una exposición de sus
métodos, sin duda exagerados para propósitos de argumentación pero escritos con pleno
conocimiento de la persona y de la clase que
Friedrich Ast niega la autenticidad de los diálogos, pero debieron ser escritos por un escritor
contemporáneo (como que fueron mencionados en la literatura del Siglo IV a.c.), e
indudablemente representan la actitud de los pensadores serios a la creciente influencia de los
sofistas profesionales.
Obra
Sin embargo, no hay duda alguna que Hipias hizo un servicio real a la literatura griega (y a sin
dudar a toda la literatura, en general) al insistir en el significado de las palabras, el valor del
ritmo y del estilo literario. Está acreditado con un excelente trabajo sobre Homero, colecciones
de literatura griega y extranjera, y tratados arqueológicos, pero nada se ha conservado excepto
unas notas mínimas. Él forma parte del enlace que conecta los primeros grandes sofistas,
Protágoras y Pródico de Ceos, y los innumerables erísticos que eristico que hicieron caer su
prestigio.
Aceptó la distinción entre physis y nomos propia de la sofística, y defendió a la naturaleza frente
a los nomoi.

Hipocrates De Cos
Hipócrates de Cos (en griego: Ἱπποκράτης, Cos, c. 460 a. C. - Tesalia c. 370 a. C.) fue un médico
de la Antigua Grecia que ejerció durante el llamado siglo de Pericles. Es considerado una de las
figuras más destacadas de la historia de la medicina y muchos autores se refieren a él como el
«padre de la medicina»1 2 3 en reconocimiento a sus importantes y duraderas contribuciones a
esta ciencia como fundador de la escuela que lleva su nombre. Esta escuela intelectual
revolucionó la medicina de la Antigua Grecia, estableciéndola como una disciplina separada de
otros campos con los cuales se la había asociado tradicionalmente (notablemente la teúrgia y la
filosofía), convirtiendo el ejercicio de la medicina en una auténtica profesión.4 5
Sin embargo, suelen entremezclarse los descubrimientos médicos de los escritores del Corpus
hippocraticum, los practicantes de la medicina hipocrática y las acciones del mismo Hipócrates,
por lo que se sabe muy poco sobre lo que el propio Hipócrates pensó, escribió e hizo realmente.
A pesar de esta indefinición, Hipócrates es representado a menudo como paradigma del médico
antiguo. En concreto, se le atribuye un gran progreso en el estudio sistemático de la medicina
clínica, reuniendo el conocimiento médico de escuelas anteriores y prescribiendo prácticas
médicas de gran importancia histórica, como el juramento hipocrático y otras obras.4 6
No hay que confundirlo con Hipócrates de Quíos, matemático griego del siglo V a. C.,7 que nació
en la isla de Quíos, no muy lejos de la de Cos, cuyo hito más importante fue la cuadratura de la
lúnula.8
Teoría hipocrática
Hipócrates es considerado el primer médico que rechazó las supersticiones, leyendas y creencias
populares que señalaban como causantes de las enfermedades a las fuerzas sobrenaturales o
divinas.19 Los discípulos de Pitágoras lo consideraban el hombre que unió la filosofía y la
medicina.20 Separó la disciplina de la medicina de la religión, creyendo y argumentando que la
enfermedad no era un castigo infligido por los dioses, sino la consecuencia de factores
ambientales, la dieta y los hábitos de vida. De hecho, no hay ni una sola mención a una presunta
enfermedad mística en todo el Corpus hipocrático.21 22 Pese a estos avances, Hipócrates
trabajó con muchas convicciones basadas en lo que hoy en día se sabe que era una anatomía y
una fisiología incorrectas, como por ejemplo la creencia en los cuatro humores.
Las escuelas de medicina de la Grecia Clásica estaban divididas en dos tendencias
fundamentales respecto a cómo se tenían que tratar las enfermedades. Por una parte, la
escuela de Cnido se concentraba en el diagnóstico, mientras que la de Cos se centraba en el
cuidado del paciente y el pronóstico. En general, la medicina de la época de Hipócrates
desconocía muchos aspectos de la anatomía y la fisiología humanas, a causa del tabú griego que
prohibía la disección de cadáveres.19 Por lo tanto, las enseñanzas de la escuela cnidia, que
tenían una gran valía en el tratamiento de enfermedades comunes, no eran capaces de
determinar qué provocaba enfermedades con síntomas poco conocidos.26 Por su parte, la
escuela hipocrática o de Cos tuvo más éxito aplicando diagnósticos generales y tratamientos
pasivos y fue capaz de tratar enfermedades de manera eficaz, lo que permitió un gran desarrollo
en la práctica clínica.
La medicina hipocrática y su filosofía se alejan bastante de la medicina actual, en la que el
médico busca un diagnóstico específico y un tratamiento especializado, tal como lo promovía la
escuela de Cnido. Este cambio en el pensamiento médico desde el tiempo de Hipócrates ha
provocado que el médico de Cos recibiera duras críticas a lo largo de los últimos siglos, siendo la
pasividad del tratamiento hipocrático el objeto de algunas denuncias especialmente críticas; por
ejemplo, el médico francés M. S. Houdart se refirió al tratamiento hipocrático como «una
meditación sobre la muerte».

Jenofanes De Colofon.
1.Jenófanes nació en Colofón, una colonia jónica de Asia Menor próxima a la ciudad de Efeso y
también próxima a Mileto, en el año 570 a. C. Al parecer, aunque es un dato no confirmado, fue
discípulo de Anaximandro. A la edad de 25 años, según su propio testimonio, tuvo que
abandonar la ciudad al ser ésta conquistada por los medos. A partir de ese momento
comenzaría una vida errante y viajera en la que se ganaría la vida como rapsoda y poeta
cantando los versos homéricos o, más probablemente, sus propias composiciones.
2.Durante estos viajes Jenófanes tuvo contacto con otras culturas y gracias a ello desarrolló
como consecuencia un profundo espíritu crítico que más adelante veremos aplicado en su
filosofía. El propio Jenófanes nos da una descripción de todo lo dicho en un tono cálido y
humano en lo que supone uno de los primeros fragmentos, si no el primero, de tipo
autobiográfico de la cultura griega:
Hace ya sesenta y siete años desde que el peso de la vida
Arrastro aquí y allá por las regiones de Grecia.
Desde mi nacimiento habían pasado ya veinticinco años.
Si es que aún recuerdo bien.
Estas son las cosas de las que hay que conversar junto al fuego, en el invierno,
Confortablemente reclinado, bebiendo vino dulce y comiendo frutos secos:
"Dime quién eres, amigo, y de dónde vienes;
Qué edad tienes, compañero, y cuántos años tenías
Cuando la invasión de los medos."
3.Sus viajes concluir ían en Italia, más concretamente en Elea, ciudad que, según algunos de los
testimonios, él mismo ayudó a fundar. Parece bastante seguro afirmar que vivió una vida muy
longeva, superior a los 90 años de edad. Otras datos o anécdotas que se le atribuyen a
Jenófanes son de dudosa fiabilidad, bien porque los testimonios se contradicen entre sí o debido
a que se trata de anécdotas muy conocidas que se le atribuían a personajes distintos y por lo
tanto no se sabe a cuál de dichos personajes corresponde realmente.
4.Las fuentes que tenemos para la reconstrucción de la vida y la obra de Jenófanes son Diógenes
Laercio, quien le dedica un breve capítulo en su Vidas de los filósofos griegos más ilustres,
Aristóteles, Simplicio, que nos habla acerca de Jenófanes basándose en lo dicho por Teofrasto,
así como otros autores que le mencionan aunque no le dedican una atención especial, como
Platón o Heráclito.
La filosofía de Jenófanes
Los temas de los que se ocupa la filosofía de Jenófanes son principalmente tres: 1) cuestiones
teológicas, 2) la naturaleza y el mundo físico 3) el conocimiento humano y sus límites.
Cuestiones teológicas
1.Con respecto a la teología Jenófanes comienza por realizar una crítica a los dioses homéricos
de la tradición griega. Estos dioses, afirma Jenófanes, no son más que una invención humana,
creada a imagen y semejanza del ser humano. Dotados no solamente de cuerpos, brazos y
piernas similares a las del hombre, los dioses tienen además todos los vicios imaginables. Son
corruptos, mienten, engañan, traicionan, etc. por lo que en ningún momento deberían ser
usados con fines educativos. En este aspecto Jenófanes es claramente un moralista preocupado
por las posibles influencias que las creencias tradicionales podían tener en los modelos de
conducta de la juventud. No olvidemos que los textos de Homero eran parte fundamental de la
educación, no sólo de los jóvenes, sino de todo el pueblo. La crítica al antropomorfismo es uno
de los frutos de los viajes realizados por Jenófanes y del espíritu crítico adquirido en ellos, pues
no se limita a señalar una mera semejanza general entre dioses y humanos, sino que en cada
región del mundo los dioses tienen las características de los habitantes de la zona:
"Los etíopes dicen que sus dioses son chatos y negros,
Mientras que los tracios dicen que los suyos tienen ojos azules y son pelirrojos"
2.Frente a estas divinidades Jenófanes propone la existencia de un único Dios que no guardaría
ningún parecido con los seres humanos. Este Dios es un precursor del Ser de Parménides,
aunque, de nuevo, a la hora de precisar las características del Dios de Jenófanes las
interpretaciones difieren. Hay común acuerdo en atribuirle la inmovilidad, probablemente
debido a que todo cambio, ya sea espacial o de otro tipo, es visto como una imperfección,
mientras que el Dios de Jenófanes se nos presenta como un ser supremo y perfecto:
"Sin esfuerzo sobre el Todo reina con el simple pensamiento e intención.
Todo él ve, todo él conoce y todo él oye".
3.Por el contrario falta el acuerdo en lo que se refiere a su corporalidad. Algunos interpretes han
considerado, basándose precisamente en que el Dios de Jenófanes "ve" y "oye", que debía
tratarse de un ser corpóreo, aunque distinto a los humanos, mientras que otros han
interpretado tales términos como meras concesiones lingüísticas para explicar de forma sencilla
y accesible al Dios sin que hayan de ser tomadas literalmente. En caso de aceptar la corporeidad
cabría discutir si la forma que adopta es esférica, como hará Parménides al hablar del Ser o si
cabe alguna otra posibilidad.
4.Otro punto controvertido es la identificación que algunos interpretes, como Aristóteles y
Teofrasto, han realizado de Dios con el mundo, que harían de Jenófanes un panteísta o un
hilozoísta, en la medida en la que el hilozoísmo acepta la penetración divina en la materia. Esta
postura, sin embargo, probablemente es errónea: si, como hemos afirmados, el Dios de
Jenófanes está inmóvil y el mundo se encuentra en movimiento ¿cómo pueden identificarse el
uno con el otro?
5.Finalmente, por lo que al ámbito de la teología respecta, cabe considerar si Jenófanes concibió
su Dios a partir de reflexiones lógicas, como hizo Parménides después de él, o si meramente se
limitó a postular un Dios cuyas características fuesen las opuestas a las de los dioses homéricos
que repudiaba.

Leucipo De Mileto
Biografía
Se sabe muy poco de su vida e incluso Epicuro consideró la posibilidad de que Leucipo no
hubiera existido, lo cual dio lugar a numerosos debates. Se considera lo más probable que
naciera en Mileto, Asia menor, aunque también se han propuesto las posibilidades de Abdera,
Melos, Elea o Clazomenes. Posteriormente se trasladó a Elea, donde habría sido discípulo de
Parménides y de Zenón de Elea y maestro de Demócrito. Se le atribuyen las obras La ordenación
del cosmos y Sobre la mente aunque este segundo libro pudo ser un capítulo de la obra anterior.
Lo que se sabe de su pensamiento se encuentra en fragmentos de obras de otros autores como
Aristóteles, Simplicio o Sexto Empírico. Se dice que Demócrito inventó a Leucipo como su
maestro para ganar prestigio y para que respaldasen su teoría, ya que se suponía que Leucipo
era un gran físico, discípulo de Parménides, de Zenón de Elea o de Pitágoras.
Fue maestro de Demócrito y a ellos dos se les atribuye la fundación del atomismo mecanicista,
según el cual la realidad está formada tanto por partículas infinitas, indivisibles, de formas
variadas y siempre en movimiento, los átomos (ἄτομοι, s. lo que no puede ser dividido), como
por el vacío. Así, tal vez en respuesta a Parménides, afirma que existe tanto el ser como el noser: el primero está representado por los átomos y el segundo por el vacío, «que existe no
menos que el ser» (Simpl., Fís. 28, 4), siendo imprescindible para que exista movimiento.
Particularmente, postula, al igual que Demócrito, que el alma está formada por átomos más
esféricos que los componentes de las demás cosas. Niega la génesis y la corrupción, formas de
cambio que eran aceptadas casi por unanimidad entre los filósofos presocráticos.
Pensamiento.
demócrito Leucipo y Demócrito filósofos de Mileto, desarrollaron una nueva teoría en contra del
pensamiento de Parménides y Zenón, esta teoría fue la atomista, en la cual expresaban que el
principio de todas las cosas son los átomos y el vació, sólo existen ellos.
Estos filósofos postulaban que “no habría movimiento sin vacío, y que el vacío es no ser, puesto
que ninguna parte de lo que es, es no ser, porque lo que es en sentido estricto está
completamente lleno”[1], afirmaban también que todas las cosas están conformadas por
partículas de número infinito, invisibles e indivisibles a causa de su pequeñez, a estas partículas
las denominaron átomos, las cuales se mueven constantemente en el vacío. Estos átomos
cuando se juntan originan la llegada del ser, en cambio cuando se separan causan la
destrucción. Los átomos al igual que son infinitos en número, también son infinitos en
estructura, es decir, son diferentes entre sí en orden, forma y posición, lo cual provoca que al
juntarse den origen a cosas tan diversas y con ello a todo lo existente, “ya que simplemente son
suficientes pocas letras del alfabeto para que se puedan formar, combinándolas, infinitas
palabras”.
Parmenides De Elea
Parménides de Elea (en griego Παρμενίδης ὁ Ἐλεάτης) fue un filósofo griego. Nació entre el 530
a. C. y el 515 a. C.* 1 en la ciudad de Elea, colonia griega del sur de Magna Grecia (Italia).
Parménides escribió una sola obra: un poema filosófico en verso épico del cual nos han llegado
únicamente algunos fragmentos conservados en citas de otros autores. Los especialistas
consideran que la integridad de lo que conservamos es notablemente mayor en comparación
con lo que nos ha llegado de las obras de casi todos los restantes filósofos presocráticos, y por
ello su doctrina puede ser reconstruida con mayor precisión.
Por lo que podemos deducir a partir de los testimonios conservados, el poema de Parménides
representa una revelación divina dividida en dos partes:
La vía de la verdad, donde se ocupa de «lo que es» o «ente», y expone varios argumentos que
demuestran sus atributos: es ajeno a la generación y la corrupción y por lo tanto es
inengendrado e indestructible, es lo único que verdaderamente existe —con lo que niega la
existencia de la nada— es homogéneo, inmóvil y perfecto.
La vía de las opiniones de los mortales, donde trata de asuntos como la constitución y ubicación
de los astros, diversos fenómenos meteorológicos y geográficos, y el origen del hombre,
construyendo una doctrina cosmológica completa.
Mientras que el contenido de la vía de la opinión se asemeja a las especulaciones físicas de los
pensadores anteriores, como los jonios y los pitagóricos, la vía de la verdad contiene una
reflexión completamente nueva que modifica radicalmente el curso de la filosofía antigua: se
considera que Zenón de Elea y Meliso de Samos aceptaron sus premisas y continuaron su
pensamiento. Los físicos posteriores, como Empédocles, Anaxágoras y los atomistas, buscaron
alternativas para superar la crisis en la que había sido arrojado el conocimiento de lo sensible.
Incluso la sofística de Gorgias acusa una enorme influencia de Parménides en su forma
argumentativa.
Tanto la doctrina platónica de las formas como la metafísica aristotélica guardan una deuda
incalculable con vía de la verdad de Parménides. Por esto es por lo que muchos filósofos y
filólogos consideran que Parménides es el fundador de la metafísica occidental.
Cosmología.
Simplicio, en su Comentario a la Física 30, 14, señalaba que en este pasaje Parménides «transita
de los objetos de la razón a los objetos sensibles». La diosa llama al contenido de esta segunda
parte βροτῶν δόξας (brotôn dóxas, «opiniones de los mortales», v. 51). Hay que tener en cuenta
que δόξα significa lo que parece real o se presenta a los sentidos; lo que parece verdadero
constituyendo las creencias de todos los hombres; y lo que parece correcto para el hombre.181
El discurso no pretende ser «cierto», puesto que ya se ha dicho todo lo que se podía decir de
manera fidedigna. Por el contrario, lo que presentará será un κόσμος ἀπατηλός (kósmos
apatēlós, «orden engañoso»), puesto que presenta creencias como si estuvieran presididas por
un orden.182 No cabe duda de que, con esto, la diosa va a dar cumplimiento al programa que
figura en el fragmento 1, versos 28–32.* 8
Los mortales han distinguido dos formas, πῦρ (pŷr, «fuego», v. 56) y ν ῦξ (nŷx, «noche», v. 59).
En relación con estos opuestos, la diosa dice que «los mortales han errado», sin embargo el
verso 54, que contiene el porqué del error, presenta tres posibilidades de traducción.
Textualmente dice τῶν μίαν οὐ χρεών ἐστιv. Estas tres interpretaciones agotan las posibilidades
del texto, y todas han sido apoyadas por especialistas.
La primera interpretación consiste en indicar que el error es nombrar las dos formas, siendo que
solo una debe nombrarse.
Aristóteles entendió que, una vez que Parménides consideró que fuera de lo que es nada hay, se
vio obligado a tener en cuenta los fenómenos, y para explicarlos postuló opuestos: lo frío y lo
caliente, o fuego y tierra, y que lo caliente es «lo que es» y lo frío «lo que no es» (Met I 5,
986b30 = A 24).
Zeller tradujo el pasaje como «una de las cuales no debería nombrarse». Esto significa que la
otra existe y puede nombrarse.183
Burnet siguió esta interpretación, y añadió que estas formas pueden ser identificadas con los
principios pitagóricos del límite y lo ilimitado.184
Schofield refleja esta interpretación al traducir el pasaje «de las que necesariamente no deben
nombrar más que una».185
Frente a esta, otra interpretación indica que no se debe nombrar ninguna de las formas.
Cornford, aun de acuerdo con Burnet en que los opuestos se refieren a la cosmología pitagórica,
tradujo: «de las cuales no es adecuado nombrar (ni siquiera) una». Una razón para impugnar la
traducción de Zeller es la de que toma a μίαν (mían, acusativo femenino «una») con el valor de
τῆν ἑτέρην (tēn hetérēn, acusativo femenino «una de los dos»).186
La interpretación más aceptada indica que el error es no considerar estas dos formas a la vez,
sino nombrar una sola.
Simplicio, quien transmite la cita, pensó que el error consiste en no nombrar ambos contrarios
en la descripción del mundo físico. La oración diría entonces «de las cuales no es adecuado
nombrar una sola». La filología moderna ha seguido esta interpretación en alguno de sus
exponentes, tales como Coxon y Raven.
El primero indica que Parménides sabe que partir de una única forma lo conduce
necesariamente a la uniformidad, puesto que de un elemento solamente puede originarse él
mismo. Comienza por dos formas, de manera deliberada, para poder explicar no solo la
multiplicidad, sino la contradicción en el mundo.187
El segundo sostiene que, mientras que la aceptación de un opuesto, en los objetos de la razón,
nos conduce al rechazo del otro, en los objetos de los sentidos la aceptación de un opuesto
implica la aceptación del otro.188
La traducción de Eggers Lan sigue esta línea interpretativa: «de las cuales no se puede nombrar
a una sola». Hay que tener en cuenta, sin embargo, que este especialista considera como
idénticos al elemento «luz» de esta segunda parte y al ente de la primera.

Pitagoras
Pitágoras de Samos (en griego antiguo Πυθαγόρας) (ca. 580 a. C. – ca. 495 a. C.) fue un filósofo y
matemático griego considerado el primer matemático puro. Contribuyó de manera significativa
en el avance de la matemática helénica, la geometría y la aritmética, derivadas particularmente
de las relaciones numéricas, y aplicadas por ejemplo a la teoría de pesos y medidas, a la teoría
de la música o a la astronomía. Es el fundador de la Hermandad Pitagórica, una sociedad que, si
bien era de naturaleza predominantemente religiosa, se interesaba también en medicina,
cosmología, filosofía, ética y política, entre otras disciplinas. El pitagorismo formuló principios
que influyeron tanto en Platón como en Aristóteles y, de manera más general, en el posterior
desarrollo de la matemática y en la filosofía racional en Occidente.
No se conserva ningún escrito original de Pitágoras. Sus discípulos -los pitagóricosinvariablemente justificaban sus doctrinas citando la autoridad del maestro de forma
indiscriminada, por lo que resulta difícil distinguir entre los hallazgos de Pitágoras y los de sus
seguidores. Se le atribuye a Pitágoras la teoría de la significación funcional de los números en el
mundo objetivo y en la música; otros descubrimientos, como la inconmensurabilidad del lado y
la diagonal del cuadrado o el teorema de Pitágoras para los triángulos rectángulos, fueron
probablemente desarrollados por la escuela pitagórica.
Cosmovisión
La filosofía de Pitágoras guarda estrecha relación con la Escuela jónica, en cuanto a que busca
resolver por medio de un principio primordial el origen y la constitución del universo visto como
un todo. Pero al igual que Anaximandro, abandona la hipótesis de Tales y Anaxímenes,
suplantando el terreno de lo físico por el de la metafísica.2
El sistema filosófico post-aristotélico suele atribuirle a Pitágoras (o los pitagóricos) la adopción
del monismo, principios incorpóreos de los que surgen primero «el número», después «el
plano» y las «figuras sólidas» y finalmente los «cuerpos del mundo sensible».7 Esta es la
tradición que se encuentra por ejemplo en Sexto Empírico (siglo II d.C.) o en Aecio. Aristóteles
deja en claro, sin embargo, que este era el sistema pitagórico que Platón había desarrollado, y
que el principio de la «díada indefinida» pertenece a Platón.8
En lo que tanto Platón como Heródoto llaman: «el modo de vida de los pitagóricos», Pitágoras
es visto como el formador de un grupo selecto y privado, que abraza ideas religiosas, cuestiones
éticas y gérmenes de ideas científicas. Las evidencias más tempranas dejan claro que, sobre
todas las cosas, Pitágoras tuvo éxito promulgando una nueva y optimista mirada sobre el
destino del alma después de la muerte y un modo de vida atractiva por su rigor y disciplina que
le valió numerosos seguidores.4 Dicearco (siglo IV a.C.) confirma enfáticamente la evidencia a
favor de un pensamiento cercano a la metempsicosis o a la reencarnación, según el cual las
almas humanas renacían en otros cuerpos después de la muerte, en primer lugar al señalar las
dificultades de determinar con exactitud el pensamiento de Pitágoras, y después al aseverar que
la más reconocida de sus doctrinas era "que el alma es inmortal y que transmigra en otros
animales".

Platon.
Platón (en griego antiguo: Πλάτων) (Atenas o Egina,2 ca. 427-347 a. C.)2 fue un filósofo griego
seguidor de Sócrates3 y maestro de Aristóteles.4 En 387 fundó la Academia,5 institución que
continuaría su marcha a lo largo de más de novecientos años6 y a la que Aristóteles acudiría
desde Estagira a estudiar filosofía alrededor del 367, compartiendo, de este modo, unos veinte
años de amistad y trabajo con su maestro.7 Platón participó activamente en la enseñanza de la
Academia y escribió, siempre en forma de diálogo, sobre los más diversos temas, tales como
filosofía política, ética, psicología, antropología filosófica, epistemología, gnoseología,
metafísica, cosmogonía, cosmología, filosofía del lenguaje y filosofía de la educación; intentó
también plasmar en un Estado real su original teoría política, razón por la cual viajó dos veces a
Siracusa, Sicilia, con intenciones de poner en práctica allí su proyecto, pero fracasó en ambas
ocasiones y logró escapar penosamente y corriendo peligro su vida debido a las persecuciones
que sufrió por parte de sus opositores.
Filosofia.
Es posible que el pensamiento platónico tuviese una amplia gama de elementos teológicos o
religiosos. Estos elementos podrían ser la base de sus planteamientos ontológicos,
gnoseológicos, políticos y epistemológicos. Incluso, en el diálogo Timeo Platón presenta una
teoría cosmogónica y religiosa.
Esta religión fue seguramente adoptada de Sócrates y debe tener relación con el juicio (debido a
que en la exposición de motivos al castigo se encuentran el corromper a la juventud y la asebeia:
traer nuevos dioses y negar los ya existentes). Probablemente contenía elementos monoteistas
(presentes en la "Verdad" máxima o el "Bien" máximo que se encuentra en sus teorías
ontológicas y políticas) y órficos (debido a la reencarnación del alma).
Las teorías teológicas de Platón posiblemente eran esotéricas (secretas). Incluso en la Carta VII
Platón afirma:
«No hay ni habrá nunca una obra mía que trate estos temas [...] Cualquier persona seria se
guardaría mucho de confiar por escrito cuestiones serias, exponiéndolas a la malevolencia de la
gente» (341c). Estos comentarios de Platón hacen pensar que aquello que dejó en escrito no es,
para él, suficientemente "serio". Según confesiones de Aristóteles en Sobre el bien, el estarigita
no tenía acceso a estas doctrinas, a diferencia de Epeusipo y Jenócrates -lo cual daría una idea
de porqué Aristóteles no adoptó la Academia.

Protagoras De Abderas.
Protágoras de Abdera (en griego Πρωταγόρας) (Abdera 485 a. C.-411 a. C. aproximadamente),
sofista griego. Admirado experto en retórica que recorría el mundo griego cobrando elevadas
tarifas por sus conocimientos acerca del correcto uso de las palabras u ortoepeia. Platón le
acredita como el inventor del papel del sofista profesional o profesor de "virtud" (entendida no
como "bondad" sino como conocimiento y habilidad para tener éxito mundano).
Protágoras fue un pensador viajero, celebrado y necesitado allí donde fuera. Vivió durante
largas temporadas en Atenas, donde fue conocido de Sócrates y amigo de Pericles, quien le
encargó la constitución para la nueva colonia de Turios, que redactó hacia 444 o 443 a. C. y en
donde por primera vez en la historia, se estableció la educación pública y obligatoria. También
viajó a Sicilia y a otras ciudades de Asia Menor en funciones de maestro de retórica y conducta,
recibiendo a cambio cantidades notables de dinero, como el resto de sofistas. El magisterio que
llegó a ejercer en el área de influencia griega se extendió en el tiempo durante cuarenta años,
según nos cuenta Platón.
Platón le dedicó uno de sus diálogos, el Protágoras, que aún hoy puede leerse como un cuadro
vivo, animado y colorido, aunque con escaso rigor histórico, sobre los distintos tipos de sofistas
que habitaban en la mansión de Calias –rico ateniense, una especie de mecenas, rodeado de
intereses comerciales, políticos, artísticos y militares-. Junto a Gorgias, fueron los únicos sofistas
en ser considerados en calidad de filósofos por Platón y Aristóteles. Sócrates guardaba gran
estima de ellos por sus cualidades retóricas y la profundidad de sus predicados, a pesar del uso
que podían hacer de ellos.
La teoría de los juicios contrarios
El dominio de esta técnica ofrecerían al poseedor -el dialéctico- la disposición, por medio de su
arte, de convertir en más fuerte el argumento más débil. Sin embargo, es importante señalar
que Protágoras no contemplaba el uso de esta técnica de forma meramente instrumental, por
mero afán oportunista, sino que la apoyaba en un complejo discurso en el que se debatía la
virtud.
Escepticismo y agnosticismo
También hizo una proposición de agnosticismo: respecto a los dioses, no tengo medios de saber
si existen o no, ni cuál es su forma. Me lo impiden muchas cosas: la oscuridad de la cuestión y la
brevedad de la vida humana.

Socrates.
Nació en la Antigua Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a. C.,1 2 3 la
época más espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia. Fue hijo de
Sofronisco —motivo por el que en su juventud lo llamaban Σωκράτης Σωφρονίσκου (Sōkrátēs
Sōfronískou, ‘Sócrates hijo de Sofronisco’)—, de profesión cantero, y de Fainarate, comadrona,
emparentados con Arístides el Justo.
Según Plutarco, cuando Sócrates nació su padre recibió del oráculo el consejo de dejar crecer a
su hijo a su aire, sin oponerse a su voluntad ni reprimirle sus impulsos.4 5 No obstante, ni
Jenofonte ni Platón mencionan esta intervención del oráculo, lo que hace pensar que pueda ser
una tradición popular muy posterior.
Desde muy joven, llamó la atención de los que lo rodeaban por la agudeza de sus razonamientos
y su facilidad de palabra, además de la fina ironía con la que salpicaba sus tertulias con los
ciudadanos jóvenes aristocráticos de Atenas, a quienes les preguntaba sobre su confianza en
opiniones populares, aunque muy a menudo él no les ofrecía ninguna enseñanza. Tuvo por
maestro al filósofo Arquelao quien lo introdujo en las reflexiones sobre la física y la moral.
Se casó con Xantipa (o Jantipa), que era de familia noble. Según una tradición antigua, trataba
muy mal al filósofo, aunque en realidad Platón muestra, al narrar la muerte de Sócrates en el
Fedón, una relación normal e incluso buena entre los dos.
Pensamiento
1.Sócrates no escribió nada y, a pesar de haber tenido numerosos seguidores, nunca creó una
escuela filosófica. Las llamadas escuelas socráticas fueron iniciativa de sus seguidores. Acerca de
su actividad filosófica nos han llegado diversos testimonios, contradictorios entre ellos, como los
de Jenofonte, Aristófanes o Platón, que suscitan el llamado problema socrático, es decir la
fijación de la auténtica personalidad de Sócrates y del contenido de sus enseñanzas. Si creemos
a Jenofonte, a Sócrates le interesaba fundamentalmente la formación de hombres de bien, con
lo que su actividad filosófica quedaría reducida a la de un moralista práctico: el interés por las
cuestiones lógicas o metafísicas sería algo completamente ajeno a Sócrates. Poco riguroso se
considera el retrato que hace Aristófanes de Sócrates en "Las nubes", donde aparece como un
sofista jocoso y burlesco, y que no merece mayor consideración.
2.Más problemas plantea la interpretación del Sócrates platónico: ¿Responden las teorías
puestas en boca de Sócrates en los diálogos platónicos al personaje histórico, o al pensamiento
de Platón? La posición tradicional es que Platón puso en boca de Sócrates sus propias teorías en
buena parte de los diálogos llamados de transición y en los de madurez, aceptándose que los
diálogos de juventud reproducen el pensamiento socrático. Esta posición se vería apoyada por
los comentarios de Aristóteles sobre la relación entre Sócrates y Platón, quien afirma
claramente que Sócrates no "separó" las Formas, lo que nos ofrece bastante credibilidad, dado
que Aristóteles permaneció veinte años en la Academia.
3.El rechazo del relativismo de los sofistas llevó a Sócrates a la búsqueda de la definición
universal, que pretendía alcanzar mediante un método inductivo; probablemente la búsqueda
de dicha definición universal no tenía una intención puramente teórica, sino más bien práctica.
Tenemos aquí los elementos fundamentales del pensamiento socrático..
4.Los sofistas habían afirmado el relativismo gnoseológico y moral. Sócrates criticará ese
relativismo, convencido de que los ejemplos concretos encierran un elemento común respecto
al cual esos ejemplos tienen un significado. Si decimos de un acto que es "bueno" será porque
tenemos alguna noción de "lo que es" bueno; si no tuviéramos esa noción, ni siquiera
podríamos decir que es bueno para nosotros pues, ¿cómo lo sabríamos? Lo mismo ocurre en el
caso de la virtud, de la justicia o de cualquier otro concepto moral. Para el relativismo estos
conceptos no son susceptibles de una definición universal: son el resultado de una convención,
lo que hace que lo justo en una ciudad pueda no serlo en otra. Sócrates, por el contrario, está
convencido de que lo justo ha de ser lo mismo en todas las ciudades, y que su definición ha de
valer universalmente. La búsqueda de la definición universal se presenta, pues, como la solución
del problema moral y la superación del relativismo.

Tales De Mileto.
Tales de Mileto (en griego, Θαλῆς ὁ Μιλήσιος) (c. 624 a. C. - c. 546 a. C.)1 es considerado por la
tradición historiográfica occidental (desde Aristóteles2 en el siglo IV a. C. hasta historiadores
como W. K. C. Guthrie3 o pensadores como B. Russell4 en el XX) como el iniciador de la
indagación filosófico-científica acerca del cosmos (como un todo y también en aspectos
particulares del mismo), distinguiéndose por ofrecer las primeras explicaciones registradas
respecto de eventos naturales que no apelan a entidades divinas sino que se sustentan en
observaciones e inferencias pasibles de ser constatadas y discutidas. Es señalado, entonces,
como el primer gran impulsor en Grecia de la investigación científica (en disciplinas como las
matemáticas y la astronomía) y como el primer filósofo de la historia de la filosofía occidental,
estando a él relacionados Anaximandro -quien habría sido su discípulo- y Anaxímenes -quien
habría sido discípulo de este último-, denominándose tradicionalmente al conjunto de los tres
como la "escuela jónica" o "de Mileto".
Nacido en la próspera ciudad de Mileto, en la Grecia jónica del Asia Menor, durante la década
del 620 a. C, fue uno de los Siete Sabios de Grecia, reconocidos por su sabiduría práctica y por
sus intervenciones políticas. Pero Tales también se destacó, a diferencia de ellos, por sus
habilidades y conocimientos teóricos. Se interesó -y realizó importantes aportes- en cuestiones
matemáticas, astronómicas, geográficas, físicas, metafísicas y de ingeniería, además de haber
aconsejado exitosamente en varias ocasiones respecto de decisiones políticas no poco
relevantes.
Pensamiento.
La explicación universal y racional que sostuvo Tales, tenía el agua como elemento principal. Es
para él el agua, origen de todas las cosas que existen, el elemento primero. Aristóteles, se
refiere a esto en la metafísica:
«La mayoría de los primeros filósofos consideró que los principios de todas las cosas eran sólo,
los que tienen aspecto material [...] En cuanto al número y a la forma de tal principio, no todos
dicen lo mismo, si no que Tales, el iniciador de este tipo de filosofía, afirma que es el agua, por
lo que también declaró que la tierra esta sobre el agua. Concibió tal vez esta suposición por ver
que el alimento de todas las cosas es húmedo y porque de lo húmedo nace del propio calor y
por él vive. Y es que aquello de lo que nacen es el principio de todas las cosas. Por eso concibió
tal suposición, además de porque las semillas de todas las cosas tienen naturaleza húmeda y el
agua es el principio de la naturaleza para las cosas húmedas.
Por tanto, sabemos que para Tales, en el agua reside el origen de todas las cosas.
En cuanto al alma, la considera como dadora de vida, movimiento y divina. Como en la época en
la que vive, todavía no se diferenciaba entre seres vivientes y no vivientes. Tales atribuye vida al
agua, porque como el agua se mueve sola (véanse los mares o los ríos), esta debe tener alma,
puesto que el alma es lo que hace moverse las cosas. Y también es divina (esta llena de dioses)
porque el alma es divina para él. Así por lo tanto, el agua para Tales es, el origen de todo, esta
llena de dioses y tiene vida propia. Y de forma parecida, que con el agua, razona para con las
piedras imán. Como estas se mueven solas, piensa que están vivas, o que "hay algo vivo en
ellas". Y a esto Aristóteles, también hace referencia, pero esta vez en otro escrito, en Acerca del
alma:
"«Algunos afirman que el alma se haya entreverada en el todo. Posiblemente por este motivo es
por el que Tales pensó que todo estaba lleno de Dioses»9 "
«Parece que también Tales, según cuentan, supuso que el alma era algo capaz de producir
movimiento, si es que afirmó que la piedra imán tiene alma porque mueve al hierro.10 »
Y por último, de nuevo Aristóteles en Acerca del cielo y Séneca en Cuestiones naturales afirman
que Tales sostenía que la tierra sobre la que pisamos es una especie de isla que "flota" sobre el
agua de forma parecida a un leño y por ello la tierra a veces tiembla. Al no estar sostenida sobre
unas bases fijas si no que como está flotando sobre el agua, esta la hace tambalearse.
Zenon De Citio.
Zenón de Citio (en griego Ζήνων ο Κιτιεύς, Zēnōn ho Kitiéŭs) (el Estoico) (333 - 264 a. C.), filósofo
de Citio, Chipre, en aquel tiempo colonia griega. Fue un pensador que desarrolló su vida
intelectual en Atenas y que tenía, con probabilidad, un origen fenicio. Fue el fundador de la
escuela filosófica estoica, que inició hacia el 300 a.C. Su base fue la moral de los filósofos cínicos,
y daba un gran énfasis en el bien racional que se obtenía a través de una vida virtuosa, es decir,
acorde a la Naturaleza. Su filosofía fue muy exitosa ya desde su época y floreció aún más
durante el periodo del Helenismo y durante el periodo imperial de Roma; de los siglos II a.C. al II
d.C.
La lógica
La lógica de Zenón —contra la canónica de Epicuro y su escuela— admite que todo el
conocimiento viene a partir de los sentidos —no hay ideas innatas—, pero cuando el hombre
adquiere sus conocimientos llega a percibir los conceptos comunes, es decir, los conceptos
morales universales. Para los estoicos, los conocimientos lógicos no son innatos, sino
sencillamente comunes a todos los hombres. El hombre percibe los conocimientos universales a
través de los sentidos —una intuición nos hace verlos a través de un hecho particular y no de
una intuición divina como en Sócrates y Platón—.
La física
La física de Zenón es bastante parecida a la de Heráclito e incorpora elementos de Platón. Un
principio rector (el logos), en forma de fuego, conforma todas las cosas del universo, hasta las
no materiales —dios es inherente al universo, no está fuera de él—. Así pues, nada escapa al
destino universal y todo obedece inevitablemente a leyes divinas. Al final, el elemento divino del
fuego se separará y se volverá a unir de forma cíclica eternamente.
La ética
La ética de Zenón es, según los mismos estoicos, «la recompensa de la doctrina del pórtico». De
acuerdo con la física, el ser humano es una parte sin libertad del ser de fuego, pero los estoicos
pretenden dar un sentido a la libertad individual. Por este motivo, ellos prefieren la libertad que
comprende y acepta la voluntad del ser divino en cada momento, combatiendo las pasiones.
Razón, divinidad, libertad, naturaleza y felicidad son —para los estoicos— elementos comunes e
inseparables. La razón, así, depara unas conductas individuales —dominio de los instintos y
pasiones, obediencia a la razón—, sociales —justicia y acatamiento de las leyes de la sociedad
en que se vive— y políticas —los últimos estoicos llegaron a ver parcialmente realizado el ideal
estoico en las costumbres del imperio romano del siglo I d. C.—.
La ética del estoicismo es una ética racionalista o intelectualista: la lógica nos hace comprender
las normas intrínsecas, la física describe la divinidad que forma parte de la materia y la ética nos
hace acordes a la divinidad, oponiendo una resistencia constante a las pasiones o sentimientos
dañinos. Pero para eso hacen falta armas, técnicas, una forma concreta de luchar con ellas. Sus
enseñanzas se centraban en dotar a las personas de recursos y herramientas para enfrentarse a
sus conflictos y problemas.
Zenón solía explicar que la vida es una escuela y los seres humanos hemos venido a ella a
aprender: de ahí que compartiera una serie de directrices muy prácticas para que sus seguidores
mejoraran su competencia en el arte de vivir y superaran sus angustias. Por ejemplo, huir del
inútil y peligroso victimismo oponiendo resiliencia: los seres humanos debemos comportarnos
con entereza y responsabilidad y agradecer los infortunios, pues sólo así podemos desarrollar la
virtud.
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  • 1. fILOSOFOS : Anaxagoras. Anaxágoras (en griego Αναξαγόρας) (500 - 428 a. C.) fue un filósofo presocrático que introdujo la noción de nous (νοῦς, mente o pensamiento) como elemento fundamental de su concepción física. Nació en Clazómenes (en la actual Turquía) y se trasladó a Atenas (hacia 483 a. C.), debido a la destrucción y reubicación de Clazómenes tras el fracaso de la revuelta jónica contra el dominio de Persia. Fue el primer pensador extranjero en establecerse en Atenas. Entre sus alumnos se encontraban el estadista griego Pericles, Arquelao, Protágoras de Abdera, Tucídides, el dramaturgo griego Eurípides, y se dice que también Demócrito y Sócrates. Anaxágoras dio también un gran impulso a la investigación de la naturaleza fundada en la experiencia, la memoria y la técnica. A él se le atribuyen las explicaciones racionales de los eclipses y de la respiración de los peces, como también investigaciones sobre la anatomía del cerebro.1 Conocedor de las doctrinas de Anaxímenes, Parménides, Zenón y Empédocles, Anaxágoras había enseñado en Atenas durante unos treinta años cuando se exilió tras ser acusado de impiedad al sugerir que el Sol era una masa de hierro candente y que la Luna era una roca que reflejaba la luz del Sol y procedía de la Tierra. Marchó a Jonia y se estableció en Lámpsaco (una colonia de Mileto), donde, según dicen, se dejó morir de hambre (Diógenes Laercio, II, 14). Es seguro, en todo caso, que en tal lugar fue venerado (Aristóteles, Rhet. 1398 b 16) e incluso debió de haber un grupo de seguidores suyos (Eusebio de Cesarea, Praeparatio Ev., 10, 14). Filosofía pluralista Anaxágoras expuso su filosofía en su obra Peri physeos (Sobre la naturaleza), pero sólo algunos fragmentos de sus libros han perdurado. Para explicar la pluralidad de objetos en el mundo dotados de cualidades diferentes, recurre a la suposición de que todas las cosas estarían formadas por partículas elementales, que llama con el nombre de "semillas" (spermata, en griego). Más tarde Aristóteles llama a estas partículas con el nombre de homeomerías (partes semejantes). Según Aristóteles, Anaxágoras concibe el nous como origen del universo y causa de la existencia, pero a la vez trata de explicarse y llama a encontrar las cosas cotidianas de lo que ocurre en el mundo. Por otro lado, hizo formar parte de su explicación de la realidad al concepto de nous, inteligencia, la cual, siendo un «fluido» extremadamente sutil, se filtra por entre los recovecos de la materia, a la que anima con su movimiento. El nous penetra algunas cosas y otras no, con lo que se explica, siguiendo a Anaxágoras, la existencia de objetos animados e inertes. Platón en el Fedón se muestra de acuerdo con la afirmación según la cual el nous es la causa de todo y conduce al orden y la armonía, pero discrepa con la búsqueda de las causas materiales emprendida por Anaxágoras.
  • 2. Su doctrina del nous fue más tarde adoptada críticamente por Aristóteles. Las diferencias entre las concepciones de uno y otro pueden apreciarse con este ejemplo: Para Anaxágoras los humanos pudieron hacerse inteligentes debido a que tenían manos, en cambio para Aristóteles el hombre recibió manos debido a que tenía inteligencia. Anaximandro Anaximandro de Mileto (en griego antiguo Ἀναξίμανδρος) fue un filósofo jonio considerado el primer científico, al usar la experimentación como método demostrativo. Nació hacia el año 610 a. C. en la ciudad jonia de Mileto (Asia Menor) y murió aproximadamente en el 546 a. C.1 2 Discípulo y continuador de Tales, compañero y maestro de Anaxímenes;se le atribuye sólo un libro, que es sobre la naturaleza, pero su palabra llega a la actualidad mediante comentarios doxográficos de otros autores. Se le atribuye también un mapa terrestre, la medición de los solsticios y equinoccios por medio de un gnomon, trabajos para determinar la distancia y tamaño de las estrellas y la afirmación de que la Tierra es cilíndrica y ocupa el centro del Universo. La respuesta dada por Anaximandro a la cuestión del arché puede considerarse un paso adelante respecto a Tales (del que Anaximandro probablemente fue discípulo). El arché es ahora lo ápeiron (de a: partícula privativa; y peras:, ‘límite, perímetro’), es decir, lo indeterminado, lo ilimitado, que es precisamente, según hemos dicho, el concepto de lo que vamos buscando. Lo que es principio de determinación de toda realidad ha de ser indeterminado, y precisamente ápeiron designa de manera abstracta esta cualidad. Lo ápeiron es eterno, siempre activo y semoviente. Esta sustancia, que Anaximandro concibe como algo material, es «lo divino» que da origen a todo. De Anaximandro se conserva este texto, que es el primero de la filosofía y el primer texto en prosa de la Historia: El principio (arché) de todas las cosas es lo indeterminado ápeiron. Ahora bien, allí mismo donde hay generación para las cosas, allí se produce también la destrucción, según la necesidad; en efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia, según el orden del tiempo. Anaximandro ¿A qué se refiere esta «injusticia"? Puede tener dos sentidos. Primero, que toda existencia
  • 3. individual y todo devenir es una especie de usurpación contra el arché, en cuanto que nacer, individuarse, es separarse de la unidad primitiva (algo parecido se encuentra en las doctrinas budistas, que ven el mal en la individualidad). Y segundo, que los seres que se separan del arché están condenados a oponerse entre sí, a cometer injusticia unos con otros: el calor comete injusticia en verano y el frío en invierno. El devenir está animado por la unilateralidad de cada parte, expresada ante las otras como una oposición (Esta idea se volverá a ver más tarde en Heráclito). En Anaximandro se encuentra ya una cosmología que describe la formación del cosmos por un proceso de rotación que separa lo caliente de lo frío. El fuego ocupa la periferia del mundo y puede contemplarse por esos orificios que llamamos estrellas. La tierra, fría y húmeda, ocupa el centro. Los primeros animales surgieron del agua o del limo calentado por el sol; del agua pasaron a la tierra. Los hombres descienden de los peces, idea que es una anticipación de la teoría moderna de la evolución. Cosmogonía Aspecto probable del perdido primer mapa del Mundo, ideado por Anaximandro. Su pensamiento se centra en que el principio de todas las cosas es ápeiron (sin límites, sin definición), es decir, lo indefinido, lo indeterminado. Este ápeiron es inmortal e indestructible, ingénito e imperecedero, pero que de él se engendran todas las cosas. Todo sale y todo vuelve al ápeiron según un ciclo necesario. De él se separan las sustancias opuestas entre sí en el mundo y, cuando prevalece la una sobre la otra, se produce una reacción que restablece el equilibrio según la necesidad, pues se pagan mutua pena y retribución por su injusticia según la disposición del tiempo. Anaximenes. Anaxímenes de Mileto (en griego Αναξιμένης) (ca. 585 a. C. – 524 a. C.)1 fue un filósofo griego. Nació en Mileto, hijo de la Eurístrato. Fue discípulo de Tales y de Anaximandro, coincidiendo con él en que el principio de todas las cosas (y también el substrato que permanece invariable ante todos los cambios y el fin, o "telos" al que todo vuelve) — arkhé/arjhé/arjé/arché— es infinito; aunque, a diferencia del ápeiron de su mentor, nos habla de un elemento concreto: el aire. Esta sustancia, afirmaba, se transforma en las demás cosas a través de la rarefacción y la condensación. La rarefacción genera el fuego, mientras que la condensación el viento, las nubes, el agua, la tierra y las piedras; a partir de estas sustancias se crea el resto de las cosas. Podría explicarse el cambio de estado del aire mediante el flujo entre dos polos, lo frío y lo caliente; pero varios fragmentos nos muestran que Anaxímenes pensaba de forma inversa, y creía que lo
  • 4. caliente y lo frío eran consecuencia y no causa de la rarefacción y la condensación. Pensamiento. 1. Se opone a Anaximandro y a Tales de Mileto en cuanto a la determinación del primer principio o "arjé" que Anaxímenes considera ser el aire. Probablemente haya tomado esta elección a partir de la experiencia, influyendo la observación de los seres vivos y la importancia del fenómeno de la respiración; en cuanto toma como "arjé" un elemento particular, su pensamiento supone un retroceso con respecto a Anaximandro; pero Anaxímenes nos ofrece un mecanismo de explicación de la generación de las cosas a partir de otro elemento distinto de ellas: ese mecanismo de generación se apoya en las nociones de "condensación" y "rarefacción". Por condensación del aire, dice Anaxímenes, se forman las nubes; si las nubes se condensan se forma el agua; la condensación del agua da lugar a la constitución del hielo de la tierra; y la condensación de la tierra da lugar a la constitución de las piedras y los minerales; el proceso inverso lo representa la rarefacción: piedra, tierra, agua, nubes, aire y, por último la rarefacción del aire produciría el fuego. 2. En terminología moderna podemos decir que Anaxímenes estaba intentando basar la explicación de lo cualitativo en lo cuantitativo; encontramos en él, por lo tanto, un intento de explicar el mecanismo de transformación de unos elementos en otros, del que no disponían Tales ni Anaximandro. Al igual que ellos insiste, sin embargo, en afirmar una causa material como principio del mundo y, por lo tanto, en tratar de llevar a la unidad la diversidad de la realidad observable. Cosmología Anaxímenes creía que la Tierra era plana "como una hoja", y que se formó por la condensación del aire; los cuerpos celestes, también planos, nacieron a partir de la Tierra debido a una rarefacción de su pneuma o exhalación. Estos astros son de fuego (aire rarificado) y cabalgan sobre el aire, girando alrededor de la Tierra «como gira un gorro de fieltro en nuestra cabeza». Además existen otros cuerpos, sólidos e invisibles, que servirían para explicar los meteoritos y los eclipses. Anaxímenes vuelve a concebir el aire como un elemento determinado: el aire (pneuma). Del aire cabe decir, como hemos dicho del agua en el caso de Tales, que es un elemento indispensable para la vida. La diversidad de los seres se debe a dos procesos del aire: rarefacción y condensación. El aire mismo es lo más dilatado, una piedra es aire muy condensado. En asuntos meteorológicos, consideró que los terremotos ocurren en períodos de sequía o de muchas lluvias, puesto que cuando la tierra está seca se resquebraja y con el exceso de humedad se deshace. El rayo, el trueno y el relámpago se forman por el viento que corta las nubes; la lluvia cuando las nubes se condensan, el granizo cuando la lluvia se solidifica y la nieve cuando se le agrega una porción de viento. Un fragmento muy discutido de Anaxímenes dice que "así como nuestra alma, que es aire, nos mantiene unidos, de la misma manera el pneuma o aire envuelve al cosmos". Podría indicar una cierta correlación entre el ser humano y el mundo, ya que ambos tienen una exhalación (pneuma) y están cubiertos por el aire protector. Esta idea sería la base de la popular homología posterior entre el hombre y el mundo, muy usada por la primera medicina.
  • 5. Aristoteles Aristóteles (en griego antiguo Ἀριστοτέλης, Aristotélēs) (384 a. C. – 322 a. C.)1 2 fue un polímata: filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia cuyas ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios.1 2 3 Aristóteles escribió cerca de 200 tratados (de los cuales sólo nos han llegado 31) sobre una enorme variedad de temas, incluyendo lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología.1 Aristóteles transformó muchas, si no todas, las áreas del conocimiento que tocó. Es reconocido como el padre fundador de la lógica y de la biología, pues si bien existen reflexiones y escritos previos sobre ambas materias, es en el trabajo de Aristóteles donde se encuentran las primeras investigaciones sistemáticas al respecto.4 5 Entre muchas otras contribuciones, Aristóteles formuló la teoría de la generación espontánea, el principio de no contradicción, las nociones de categoría, sustancia, acto, potencia y primer motor inmóvil. Algunas de sus ideas, que fueron novedosas para la filosofía de su tiempo, hoy forman parte del sentido común de muchas personas. Aristóteles fue discípulo de Platón y de otros pensadores (como Eudoxo) durante los veinte años que estuvo en la Academia de Atenas.6 Fue maestro de Alejandro Magno en el Reino de Macedonia.6 En la última etapa de su vida fundó el Liceo en Atenas, donde enseñó hasta un año antes de su muerte. Pensamiento. Críticas a la teoría de las Ideas de Platón Platón y Aristóteles, por Raffaello Sanzio (detalle de La escuela de Atenas, 1509). En su juventud, Aristóteles fue discípulo de Platón en la Academia de Atenas. Aristóteles construyó un sistema filosófico propio. Previo a ello, sometió a crítica la teoría de las Ideas de su maestro. Para intentar solventar las diferencias entre Heráclito y Parménides, Platón había propuesto la existencia de dos dimensiones en la realidad: el Mundo sensible y el Mundo inteligible. Para Aristóteles, el mundo no tiene compartimentos. Si bien Aristóteles admite, al igual que Sócrates y Platón, que la esencia es lo que define al ser,
  • 6. concibe (a diferencia de sus antecesores) la esencia como la forma (μορφή) que está unida inseparablemente a la materia, constituyendo juntas el ser, que es la sustancia. La afirmación de la importancia del conocimiento sensible, y del conocimiento de lo singular para llegar a lo universal, abrió posibilidades a la investigación científica. Aristóteles rechazó fuertemente la teoría de Platón según la cual las ideas eran la auténtica realidad (por ser subsistentes y autofundadas) y que el mundo sensible, captado por nuestros sentidos, no era más que una copia de aquellas. Aristóteles, al contrario de Platón -que concebía la «existencia» de dos mundos posibles o reales (algunos eruditos creen que la teoría platónica es en realidad un realismo de las Ideas)-, poseía una teoría que discurría entre el mundo de las nociones y el mundo sensible, si bien estaba abierto a admitir la existencia de sustancias separadas e inmóviles (como se muestra en la Física y en la Metafísica). Aristóteles hace cuatro críticas fundamentales a la teoría de las ideas de Platón: Critica a los dos mundos: para Aristóteles es uno solo; admitir dos mundos complica la explicación innecesariamente, reduplicando las realidades. Platón no ofrece una explicación racional al hablar de los dos mundos. Se limita a utilizar mitos y metáforas, en vez de aclarar conceptualmente sus propuestas. No hay una relación clara de causalidad del mundo ideal respecto del mundo sensible. No explica cómo las ideas son causa de las cosas sensibles y mutables. No infiere que de una idea se derive un objeto. Argumento del tercer hombre: según Platón, la semejanza entre dos cosas se explica porque ambas participan de la misma idea. Según Aristóteles, se precisa un tercero para explicar la semejanza entre dos cosas, y un cuarto para explicar las tres, y así sucesivamente. Es una regresión al infinito, por lo tanto no se explica nada. Tal argumento ya había sido recogido por el mismo Platón en el diálogo titulado Parménides. Democrito De Abdera. Demócrito nació en Abdera en el año 460 antes de Cristo. Se le atribuyen numerosos viajes, a Egipto y a la India, entre otros, habiendo adquirido en el curso de ellos conocimientos de
  • 7. teología , astrología, geometría, etcétera. También se le sitúa en Atenas escuchando las lecciones de Sócrates o de Anaxágoras, según recoge Diógenes Laercio: "parece, dice Demetrio, que también pasó a Atenas, y que por desestima de su propia gloria no se cuidó de ser conocido; y aunque él conoció a Sócrates, Sócrates no le conoció él. Fui -dice- a Atenas, y nadie me conoció." se dice también que fue discípulo de Leucipo, a quien se atribuye la creación del atomismo, doctrina defendida por Demócrito. (Sobre la existencia misma de Leucipo hay quienes han llegado a ponerla en duda apoyándose en el desconocimiento prácticamente total que tenemos de él y en afirmaciones como las de Epicuro, quien negaba su existencia). Pensamiento. 1.Respecto a su pensamiento parece que fue un hombre dedicado enteramente al estudio y que tuvo una producción abundante. Al igual que Empédocles y Anaxágoras la filosofía de Demócrito estará inspirada por la necesidad de conjugar la permanencia del ser con la explicación del cambio, adoptando una solución estructuralmente idéntica: lo que llamamos generación y corrupción no es más que mezcla y separación de los elementos originarios, que poseen las características de inmutabilidad y eternidad del ser parmenídeo. Estos elementos originarios serán concebidos como entidades materiales, infinitamente pequeñas y, por lo tanto, imperceptibles para los sentidos, y de carácter estrictamente cuantitativo, a los que Demócrito llamará átomos (término griego que significa "indivisibles" ) por su cualidad de ser partículas indivisibles. "Algunos filósofos antiguos creyeron que lo que es debe ser necesariamente uno e inmóvil, ya que siendo el vacío no-ente no podría existir el movimiento sin un vacío separado (de la materia) ni existir ni existir una pluralidad de cosas sin algo que las separe. [...] Pero Leucipo creyó tener una teoría que concordando con la percepción de los sentidos no hacía desaparecer el nacimiento, la corrupción, el movimiento ni la pluralidad de seres". (Aristóteles, "Sobre la generación y la corrupción", I,8,325a) Restos arqueológicos de Abdera 2. Estos átomos existen desde siempre en el vacío, sometidos a un movimiento que les es consustancial. Por lo tanto, todo lo que existe son los átomos y el vacío. La introducción de la existencia del vacío es una novedad con respecto a Empédocles y Anaxágoras y que choca frontalmente con la negación del vacío (no ser) que exigía Parménides. Ahora bien, sin la existencia del vacío resulta imposible explicar el movimiento, por lo que necesariamente tiene que existir. Los átomos se mueven en ese vacío en línea recta en un principio, pero, por causas estrictamente mecánicas, algunos de ellos salen de su trayectoria y chocan contra otros, a los que desvían, chocando el conjunto contra otros átomos, provocando la agregación en conjuntos de átomos cada vez mayores, y que darán lugar a la constitución de los objetos tal como nosotros los conocemos. 3. Aunque los átomos no poseen diferencias cualitativas sí poseen diferencias en cuanto a su forma y configuración: la forma, el orden y la posición. Los átomos pueden diferir entre ellos por su forma, del mismo modo que la A difiere de la N; o pueden diferir por por el orden que ocupan, no siendo lo mismo AN que NA; o por la posición, de modo que, aun poseyendo la misma forma, la Z se diferencia de la N (si giramos la Z noventa grados a la derecha tenemos la N). "Leucipo y su compañero Demócrito sostuvieron que los elementos son "lo lleno" y lo "vacío", a los cuales llamaron "ser" y " no ser", respectivamente.El ser es lleno y sólido; el no-ser vacío y
  • 8. sutil. Como el vacío existe no menos que el cuerpo, se sigue que el no-ser existe no menos que el ser. Juntos los dos constituyen las causas materiales de las cosas existentes." (Aristóteles, Metafísica,I,4, 985b). 4. Demócrito no apela en su sistema a la existencia de ninguna causa que no sea estrictamente material y mecánica, de modo que nos ofrece una primera interpretación mecanicista del universo; existen, por lo demás, innumerables mundos, sometidos a las mismas leyes de agregación y separación de los átomos. Su pensamiento ejercerá una gran influencia en la antigüedad, a través de la escuela de Epicuro, entre otros; pero sobre todo en el Renacimiento, estando en la base de la constitución de la ciencia moderna. Empedocles De Agrigento Biografía Realmente se conoce muy poco de la vida de Empédocles; su personalidad está envuelta en la leyenda, que lo hace aparecer como mago y profeta, autor de milagros y revelador de verdades ocultas y misterios escondidos. Se sabe, no obstante, que Empédocles nació en el seno de una familia ilustre, y llegó a ser jefe de la facción democrática de su ciudad natal. Su fama como científico y médico-taumaturgo, unida a su posición social, le permitió ocupar importantes cargos en la vida pública. El final de su vida lo pasó exiliado en el Peloponeso. Se forjaron varias versiones en torno a su muerte, la más conocida de todas es aquella según la cual se habría arrojado al volcán Etna para ser venerado como un dios por sus conciudadanos. De sus escritos se conservan únicamente Los Políticos, el tratado Sobre la medicina, el Proemio a Apolo, Sobre la naturaleza (sólo se conservan unos 450 versos de los 5.000 de que constaba la obra) y Las Purificaciones (de argumento místico e inspirado en el orfismo). Parece que hay que considerar espurias las tragedias que se le atribuyen. Escribió sus obras en forma de poemas. Su doctrina parece depender en muchos puntos de Parménides, a quien se supone que conoció en un viaje a Elea. Doctrina En sus obras Empédocles comienza, como Parménides, estableciendo la necesidad y perennidad del ser. Pero su originalidad consiste en conciliar dicha necesidad con el devenir, con el
  • 9. transcurrir de todo. Intentando responder a esta cuestión, nos habla de cuatro "raíces" (rhicómata) eternas, los cuatro elementos naturales. Estas raíces corresponden a los principios (arché) de los pensadores jónicos, mas, a diferencia de éstos, -que se transforman cualitativamente y se convierten en todas las cosas-, las raíces de Empédocles permanecen cualitativamente inalteradas: son originarias e inmutables (se prepara así la noción de "elementos"). Lo que provoca el cambio son dos fuerzas cósmicas que él llama Amor y Odio. (También en esto Empédocles prepara el camino para la causa o fuerza natural). Para Empédocles, el Amor tiende a unir los cuatro elementos, como atracción de lo diferente; el Odio actúa como separación de lo semejante. Cuando predomina totalmente el Amor, se genera una pura y perfecta esfera toda ella igual e infinita, que goza de su envolvente soledad. El Odio comienza entonces su obra, deshaciendo toda la armonía hasta la separación completa del caos. De nuevo el Amor interviene para volver a unir lo que el Odio ha separado, y así, las dos fuerzas, en sus cíclicas contiendas, dan vida a las diversas manifestaciones del cosmos. Los cuatro elementos y las dos fuerzas que lo mueven explican asimismo el conocimiento, según el principio de que lo semejante se conoce con lo semejante. Las cosas emanan flujos que, pasando a través de los poros de los elementos, determinan el contacto y el reconocimiento. Sobre estas bases Empédocles dedicó gran interés a la observación de la naturaleza (botánica, zoología y fisiología), y expuso originales concepciones sobre la evolución de los organismos vivos, la circulación de la sangre, y la sede del pensamiento en el corazón, tesis acogida durante mucho tiempo por la medicina. Esta doctrina de la evolución y transformación de todos los seres le da pie para la teoría de la metempsícosis: por ley necesaria los seres expían sus delitos a través de una serie de reencarnaciones. "Yo he sido ya, anteriormente, muchacho y muchacha, arbusto, pájaro y pez habitante del mar". Solamente los hombres que logren purificarse podrán escapar por completo del círculo de los nacimientos y volver a morar entre los dioses. Epicuro Epicuro (griego: Επίκουρος; Samos, aproximadamente 341 a. C. - Atenas, 270 a. C.) fue un
  • 10. filósofo griego, fundador de la escuela que lleva su nombre (epicureísmo). Los aspectos más destacados de su doctrina son el hedonismo racional y el atomismo. Defendió una doctrina basada en la búsqueda del placer, la cual debería ser dirigida por la prudencia. Se manifestó en contra del destino, de la necesidad y del recurrente sentido griego de fatalidad. La naturaleza, según Epicuro, está regida por el azar, entendido como ausencia de causalidad. Sólo así es posible la libertad, sin la cual el hedonismo no tiene motivo de ser. Criticó los mitos religiosos, los cuales, según él, no hacían sino amargar la vida de los hombres. El fin de la vida humana es procurar el placer y evadir el dolor, pero siempre de una manera racional, evitando los excesos, pues estos provocan un posterior sufrimiento. Los placeres del espíritu son superiores a los del cuerpo, y ambos deben satisfacerse con inteligencia, procurando llegar a un estado de bienestar corporal y espiritual al que llamaba ataraxia. Criticaba tanto el desenfreno como la renuncia a los placeres de la carne, arguyendo que debería buscarse un término medio, y que los goces carnales deberían satisfacerse siempre y cuando no conllevaran un dolor en el futuro. La filosofía epicureísta afirma que la filosofía debe ser un instrumento al servicio de la vida de los hombres, y que el conocimiento por sí mismo no tiene ninguna utilidad si no se emplea en la búsqueda de la felicidad. Aunque la mayor parte de su obra se ha perdido, conocemos bien sus enseñanzas a través de la obra De rerum natura del poeta latino Lucrecio (un homenaje a Epicuro y una exposición amplia de sus ideas), así como a través de algunas cartas y fragmentos rescatados. Filosofía La filosofía de Epicuro consta de tres partes: la Gnoseología o Canónica, que se ocupa de los criterios por los cuales llegamos a distinguir lo verdadero de lo falso; la Física, que estudia la naturaleza; y la Ética, que supone la culminación del sistema y a la que se subordinan las dos primeras partes. Los cuatro miedos. La lucha contra los miedos que atenazan al ser humano es parte fundamental de la filosofía de Epicuro; no en vano, ésta ha sido designada como el "tetrafármaco" o medicina contra los cuatro miedos más generales y significativos: el miedo a los dioses, el miedo a la muerte, el miedo al dolor y el miedo al fracaso en la búsqueda del bien. Si bien Epicuro no era ateo, entendía que los dioses eran seres demasiado alejados de nosotros, los humanos, y no se preocupaban por nuestras vicisitudes, por lo que no tenía sentido temerles. Por el contrario, los dioses deberían ser un modelo de virtud y de excelencia a imitar, pues según el filósofo viven en armonía mutua, manteniendo entre ellos relaciones de amistad. En cuanto al temor a la muerte, lo consideraba un sin sentido, puesto que “todo bien y todo mal residen en la sensibilidad y la muerte no es otra cosa que la pérdida de sensibilidad”. La muerte en nada nos pertenece pues mientras nosotros vivimos no ha llegado y cuando llegó ya no vivimos. Por último, carece también de sentido temer al futuro, puesto que: “el futuro ni depende enteramente de nosotros, ni tampoco nos es totalmente ajeno, de modo que no debemos esperarlo como si hubiera de venir infaliblemente ni tampoco desesperarnos como si no hubiera de venir nunca”.
  • 11. Georgias De Leontini Biografía Nació en la Magna Grecia (en Leontino, Sicilia) y si bien se establece su fecha en el 485, es un estimativo entre el 500 y el 483. Allí supuestamente fue alumno del también siciliano Empédocles. Se formó en retórica con Córax de Siracusa y Tisias, fundadores de la disciplina. Se sabe que viajó mucho durante su larga vida, trabajando en varias ciudades griegas, enseñando y practicando la retórica; finalmente se instalará en Atenas en el año 427 a. C., causando gran sensación con su oratoria, como jefe de una embajada de su ciudad, por lo que fue llamado Gorgias de Leontino, a la edad de 60 años. Gorgias profesó con gran maestría la retórica, a la que consideraba como ciencia universal. Negaba ser maestro de virtud pero prometía hacer hábiles en hablar a sus discípulos. Según se cuenta, una de sus actividades cotidianas consistía en acudir a lugares públicos, donde defendía encarnizadamente una tesis relativa a una cuestión cualquiera; una vez derrotados y convencidos sus interlocutores, comenzaba a defender la tesis contraria, hasta doblegar nuevamente a quien interviniese en la disputa, y así sucesivamente se contraargumentaba una y otra vez, haciendo gala de su retórica. Fue maestro de Tucídides, Agatón, Isócrates, Critias y Alcibíades. Como retórico, Gorgias fue de los primeros en introducir la cadencia en la prosa y en utilizar lugares comunes en los argumentos. Las obras de las que nos han llegado fragmentos son: Sobre la naturaleza o Sobre el no ser, Elogio a Elena y Apología de Palamedes. Murió en Tesalia, el año 380 a.C. con unos 105 años. Filosofía Según Platón en su Gorgias seu de Rethorica, Gorgias define su arte como arte oratorio y afirma que está dispuesto a formar en tal arte a todos aquellos que quieran. Se vanagloriaba de haber contestado a cuantas cuestiones se le habían propuesto, ofreciéndose después a verificar lo argumentado. Cabe destacar que, a diferencia de lo que ocurre en el diálogo Protágoras (cuyo protagonista es el también sofista Protágoras), donde sus argumentos son presentados como notablemente hábiles afirmaciones, en el Gorgias de Platón, el sofista aparece sosteniendo unas tesis muy débiles y fácilmente rebatibles que le llevan a ser ridiculizado por Sócrates. Por ello, gran parte de las características de las posturas de Gorgias sigue en entredicho.
  • 12. Forma parte de la primera generación de sofistas junto con Protágoras con quien compartió el presupuesto básico de su filosofía: el relativismo y el escepticismo. Nos movemos en el mundo de la mera opinión, siendo la verdad para cada uno de nosotros aquello que nos persuade como tal. La retórica es la técnica de la persuasión, y el sofista, el maestro de la opinión. Recogió la temática de la filosofía eleática concluyendo que nada existe. Se encuentran en una obra que se le atribuye, Sobre la Naturaleza o el No Ser (título que alude a la postura de la escuela eleática -por la cual se ve influido, pero a la que ataca- ya que el filósofo Meliso de Samos había escrito la obra Sobre la naturaleza o el Ser), tres célebres tesis: Nada existe. Si algo existiera, no podría ser conocido por el hombre. Si algo existente pudiese ser conocido, sería imposible expresarlo con el lenguaje a otro hombre. El relativismo de Protágoras pasa a ser en Gorgias escepticismo, sosteniendo tesis nihilistas (del latín nihil, nada) tesis que sostiene la ausencia de convicciones verdaderas así como de los valores. En el caso de Gorgias, se niega la existencia de nada permanente en lo real al declarar falsas todas las opiniones. Heráclito de Éfeso Biografía Pocas son las cosas que sabemos de la vida de Heráclito de Éfeso. Nació hacia el 544 antes de Cristo, aproximadamente, y vivió en Éfeso, ciudad enclavada en la costa Jonia, al norte de Mileto, hasta su muerte, en el 484 antes de Cristo. Pertenecía a una familia aristocrática y, al parecer, no se llevó muy bien con sus conciudadanos, si nos atenemos a alguno de los fragmentos que se conservan de su libro, y a los testimonios de sus contemporáneos. 2.Escribió una obra a la que se le da el título común " Sobre la naturaleza" que se le había dado también a los libros escritos por otros filósofos anteriores. No es seguro que se tratara realmente de un libro en el que se desarrollaran sistemáticamente temas relacionados con el conocimiento de la naturaleza, el alma o la cosmología. Es probable que se tratara de un
  • 13. conjunto de sentencias recopiladas en forma de libro, hipótesis que se apoya en el carácter enigmático y oracular de los fragmentos que conservamos, carácter que ya en su época le valió el sobrenombre de "El oscuro". Pensamiento 1.Respecto a los contenidos esenciales de su interpretación de la naturaleza, siguiendo la línea abierta por los filósofos de Mileto, podemos destacar: a) la afirmación del cambio, o devenir, de la realidad, ("Este cosmos [el mismo de todos] no lo hizo ningún dios ni ningún hombre, sino que siempre fue, es y será fuego eterno, que se enciende según medida y se extingue según medida.”) que se produce debido a: b) la oposición de elementos contrarios, que es interpretada por Heráclito como tensión o guerra entre los elementos. ("Conviene saber que la guerra es común a todas las cosas y que la justicia es discordia y que todas las cosas sobrevienen por la discordia y la necesidad.") Ahora bien, esa "guerra" está sometida a: c) una ley universal, el Logos, (que podemos interpretar como razón, proporción...) que regula todo el movimiento de la realidad conduciéndolo a la armonía, y unificando así los elementos opuestos; de donde se sigue la afirmación de la unidad última de todo lo real. ("No comprenden cómo esto, dada su variedad, puede concordar consigo mismo: hay una armonía tensa hacia atrás, como en el arco y en la lira".) 2.La identificación del cosmos con un fuego eterno probablemente no deba ser interpretada en el sentido de que el fuego sea una materia prima original, del mismo modo en que lo eran el agua para Tales o el aire para Anaxímenes. El fuego sería la forma arquetípica de la materia, debido a la regularidad de su combustión, que personifica de un modo claro la regla de la medida en el cambio que experimenta el cosmos. Así, es comprensible que se le conciba como constitutivo mismo de las cosas, por su misma estructura activa, lo que garantiza tanto la unidad de los opuestos como su oposición, así como su estrecha relación con el Logos. Restos arqueológicos del teatro de Éfeso3. La idea de que el mundo nos ofrece una realidad sometida al cambio no es original de Heráclito: a todos los pensadores presocrácticos les impresionó dicha observación. Las afirmaciones de que "todo fluye" y "no se puede bañar uno dos veces en el mismo río" se las atribuye Platón libremente en sus diálogos, sugiriendo la correspondiente consecuencia: "nada permanece". Es probable que Heráclito insistiera en la universalidad del cambio más que sus predecesores pero, por los fragmentos que conservamos de su obra, lo hacía aún más en la idea de la medida inherente al cambio, en la estabilidad subsistente. 4.Probablemente Platón se dejara influir por las exageraciones sofísticas del siglo V, y por las de los seguidores de Heráclito, como Cratilo, quien al parecer afirmaba que ni siquiera era posible bañarse una vez en el mismo río; pero sus consideraciones transmitieron a la posteridad una imagen deformada del pensamiento filosófico de Heráclito, en la que abundará posteriormente Aristóteles, quien acusará a Heráclito de negar el principio de contradicción (“Una cosa no puede ser ella misma y su contrario, en el mismo aspecto y al mismo tiempo.”) al afirmar que los opuestos son "uno y lo mismo". Parece claro por los fragmentos conservados que con esa expresión Heráclito quería significar no que eran "idénticos" sino que pertenecían a un único complejo, o que no estaban esencialmente separados. (Kirk y Raven, "Los filósofos
  • 14. presocráticos", Madrid, Gredos, 1970.) Hipias De Elis Biografía Nació en un lugar llamado Élide (Atenas), hijo de Diopites. Fue un hombre de carácter agrio, gran versatilidad y descomunal memoria, sobre la que investigó creando varios sistemas mnemotécnicos. Se ganó el respeto de sus ciudadanos-discípulos de tal modo que fue enviado a varias ciudadesdorias, sobre todo a Esparta y Sicilia, a importantes embajadas. En Atenas conoció a Sócrates y otros grandes pensadores. Con la seguridad característica de los últimos sofistas, él se atribuía ser una autoridad en todos los temas, y conferenció, en todos los eventos con éxito económico, sobre filosofía, poesía, gramática, historia, política, arqueología, matemáticas, geometría y astronomía. Se jactaba de ser más popular que Protágoras, y estaba preparado en cualquier momento para dar la dirección extemporánea de cualquier persona a la asamblea de Olimpia. De esta habilidad no hay duda alguna, pero es igualmente cierto que era superficial. Su talento no era ofrecer conocimientos, sino dar a sus alumnos las armas de la argumentación, para hacerlas fértiles en la discusión sobre cualquier tipo de temas. Se dice que se ostentaba de no vestir nada que no hubiese hecho con sus propias manos. Lo que si se sabe es que le atraían los hombres. Dos diálogos de Platón, el Hipias mayor y el Hipias menor, contienen una exposición de sus métodos, sin duda exagerados para propósitos de argumentación pero escritos con pleno conocimiento de la persona y de la clase que Friedrich Ast niega la autenticidad de los diálogos, pero debieron ser escritos por un escritor contemporáneo (como que fueron mencionados en la literatura del Siglo IV a.c.), e indudablemente representan la actitud de los pensadores serios a la creciente influencia de los sofistas profesionales. Obra Sin embargo, no hay duda alguna que Hipias hizo un servicio real a la literatura griega (y a sin dudar a toda la literatura, en general) al insistir en el significado de las palabras, el valor del ritmo y del estilo literario. Está acreditado con un excelente trabajo sobre Homero, colecciones de literatura griega y extranjera, y tratados arqueológicos, pero nada se ha conservado excepto unas notas mínimas. Él forma parte del enlace que conecta los primeros grandes sofistas,
  • 15. Protágoras y Pródico de Ceos, y los innumerables erísticos que eristico que hicieron caer su prestigio. Aceptó la distinción entre physis y nomos propia de la sofística, y defendió a la naturaleza frente a los nomoi. Hipocrates De Cos Hipócrates de Cos (en griego: Ἱπποκράτης, Cos, c. 460 a. C. - Tesalia c. 370 a. C.) fue un médico de la Antigua Grecia que ejerció durante el llamado siglo de Pericles. Es considerado una de las figuras más destacadas de la historia de la medicina y muchos autores se refieren a él como el «padre de la medicina»1 2 3 en reconocimiento a sus importantes y duraderas contribuciones a esta ciencia como fundador de la escuela que lleva su nombre. Esta escuela intelectual revolucionó la medicina de la Antigua Grecia, estableciéndola como una disciplina separada de otros campos con los cuales se la había asociado tradicionalmente (notablemente la teúrgia y la filosofía), convirtiendo el ejercicio de la medicina en una auténtica profesión.4 5 Sin embargo, suelen entremezclarse los descubrimientos médicos de los escritores del Corpus hippocraticum, los practicantes de la medicina hipocrática y las acciones del mismo Hipócrates, por lo que se sabe muy poco sobre lo que el propio Hipócrates pensó, escribió e hizo realmente. A pesar de esta indefinición, Hipócrates es representado a menudo como paradigma del médico antiguo. En concreto, se le atribuye un gran progreso en el estudio sistemático de la medicina clínica, reuniendo el conocimiento médico de escuelas anteriores y prescribiendo prácticas médicas de gran importancia histórica, como el juramento hipocrático y otras obras.4 6 No hay que confundirlo con Hipócrates de Quíos, matemático griego del siglo V a. C.,7 que nació en la isla de Quíos, no muy lejos de la de Cos, cuyo hito más importante fue la cuadratura de la lúnula.8 Teoría hipocrática Hipócrates es considerado el primer médico que rechazó las supersticiones, leyendas y creencias populares que señalaban como causantes de las enfermedades a las fuerzas sobrenaturales o divinas.19 Los discípulos de Pitágoras lo consideraban el hombre que unió la filosofía y la medicina.20 Separó la disciplina de la medicina de la religión, creyendo y argumentando que la enfermedad no era un castigo infligido por los dioses, sino la consecuencia de factores ambientales, la dieta y los hábitos de vida. De hecho, no hay ni una sola mención a una presunta enfermedad mística en todo el Corpus hipocrático.21 22 Pese a estos avances, Hipócrates
  • 16. trabajó con muchas convicciones basadas en lo que hoy en día se sabe que era una anatomía y una fisiología incorrectas, como por ejemplo la creencia en los cuatro humores. Las escuelas de medicina de la Grecia Clásica estaban divididas en dos tendencias fundamentales respecto a cómo se tenían que tratar las enfermedades. Por una parte, la escuela de Cnido se concentraba en el diagnóstico, mientras que la de Cos se centraba en el cuidado del paciente y el pronóstico. En general, la medicina de la época de Hipócrates desconocía muchos aspectos de la anatomía y la fisiología humanas, a causa del tabú griego que prohibía la disección de cadáveres.19 Por lo tanto, las enseñanzas de la escuela cnidia, que tenían una gran valía en el tratamiento de enfermedades comunes, no eran capaces de determinar qué provocaba enfermedades con síntomas poco conocidos.26 Por su parte, la escuela hipocrática o de Cos tuvo más éxito aplicando diagnósticos generales y tratamientos pasivos y fue capaz de tratar enfermedades de manera eficaz, lo que permitió un gran desarrollo en la práctica clínica. La medicina hipocrática y su filosofía se alejan bastante de la medicina actual, en la que el médico busca un diagnóstico específico y un tratamiento especializado, tal como lo promovía la escuela de Cnido. Este cambio en el pensamiento médico desde el tiempo de Hipócrates ha provocado que el médico de Cos recibiera duras críticas a lo largo de los últimos siglos, siendo la pasividad del tratamiento hipocrático el objeto de algunas denuncias especialmente críticas; por ejemplo, el médico francés M. S. Houdart se refirió al tratamiento hipocrático como «una meditación sobre la muerte». Jenofanes De Colofon. 1.Jenófanes nació en Colofón, una colonia jónica de Asia Menor próxima a la ciudad de Efeso y también próxima a Mileto, en el año 570 a. C. Al parecer, aunque es un dato no confirmado, fue discípulo de Anaximandro. A la edad de 25 años, según su propio testimonio, tuvo que abandonar la ciudad al ser ésta conquistada por los medos. A partir de ese momento comenzaría una vida errante y viajera en la que se ganaría la vida como rapsoda y poeta cantando los versos homéricos o, más probablemente, sus propias composiciones. 2.Durante estos viajes Jenófanes tuvo contacto con otras culturas y gracias a ello desarrolló como consecuencia un profundo espíritu crítico que más adelante veremos aplicado en su filosofía. El propio Jenófanes nos da una descripción de todo lo dicho en un tono cálido y
  • 17. humano en lo que supone uno de los primeros fragmentos, si no el primero, de tipo autobiográfico de la cultura griega: Hace ya sesenta y siete años desde que el peso de la vida Arrastro aquí y allá por las regiones de Grecia. Desde mi nacimiento habían pasado ya veinticinco años. Si es que aún recuerdo bien. Estas son las cosas de las que hay que conversar junto al fuego, en el invierno, Confortablemente reclinado, bebiendo vino dulce y comiendo frutos secos: "Dime quién eres, amigo, y de dónde vienes; Qué edad tienes, compañero, y cuántos años tenías Cuando la invasión de los medos." 3.Sus viajes concluir ían en Italia, más concretamente en Elea, ciudad que, según algunos de los testimonios, él mismo ayudó a fundar. Parece bastante seguro afirmar que vivió una vida muy longeva, superior a los 90 años de edad. Otras datos o anécdotas que se le atribuyen a Jenófanes son de dudosa fiabilidad, bien porque los testimonios se contradicen entre sí o debido a que se trata de anécdotas muy conocidas que se le atribuían a personajes distintos y por lo tanto no se sabe a cuál de dichos personajes corresponde realmente. 4.Las fuentes que tenemos para la reconstrucción de la vida y la obra de Jenófanes son Diógenes Laercio, quien le dedica un breve capítulo en su Vidas de los filósofos griegos más ilustres, Aristóteles, Simplicio, que nos habla acerca de Jenófanes basándose en lo dicho por Teofrasto, así como otros autores que le mencionan aunque no le dedican una atención especial, como Platón o Heráclito. La filosofía de Jenófanes Los temas de los que se ocupa la filosofía de Jenófanes son principalmente tres: 1) cuestiones teológicas, 2) la naturaleza y el mundo físico 3) el conocimiento humano y sus límites. Cuestiones teológicas 1.Con respecto a la teología Jenófanes comienza por realizar una crítica a los dioses homéricos de la tradición griega. Estos dioses, afirma Jenófanes, no son más que una invención humana, creada a imagen y semejanza del ser humano. Dotados no solamente de cuerpos, brazos y piernas similares a las del hombre, los dioses tienen además todos los vicios imaginables. Son corruptos, mienten, engañan, traicionan, etc. por lo que en ningún momento deberían ser usados con fines educativos. En este aspecto Jenófanes es claramente un moralista preocupado por las posibles influencias que las creencias tradicionales podían tener en los modelos de conducta de la juventud. No olvidemos que los textos de Homero eran parte fundamental de la educación, no sólo de los jóvenes, sino de todo el pueblo. La crítica al antropomorfismo es uno de los frutos de los viajes realizados por Jenófanes y del espíritu crítico adquirido en ellos, pues no se limita a señalar una mera semejanza general entre dioses y humanos, sino que en cada
  • 18. región del mundo los dioses tienen las características de los habitantes de la zona: "Los etíopes dicen que sus dioses son chatos y negros, Mientras que los tracios dicen que los suyos tienen ojos azules y son pelirrojos" 2.Frente a estas divinidades Jenófanes propone la existencia de un único Dios que no guardaría ningún parecido con los seres humanos. Este Dios es un precursor del Ser de Parménides, aunque, de nuevo, a la hora de precisar las características del Dios de Jenófanes las interpretaciones difieren. Hay común acuerdo en atribuirle la inmovilidad, probablemente debido a que todo cambio, ya sea espacial o de otro tipo, es visto como una imperfección, mientras que el Dios de Jenófanes se nos presenta como un ser supremo y perfecto: "Sin esfuerzo sobre el Todo reina con el simple pensamiento e intención. Todo él ve, todo él conoce y todo él oye". 3.Por el contrario falta el acuerdo en lo que se refiere a su corporalidad. Algunos interpretes han considerado, basándose precisamente en que el Dios de Jenófanes "ve" y "oye", que debía tratarse de un ser corpóreo, aunque distinto a los humanos, mientras que otros han interpretado tales términos como meras concesiones lingüísticas para explicar de forma sencilla y accesible al Dios sin que hayan de ser tomadas literalmente. En caso de aceptar la corporeidad cabría discutir si la forma que adopta es esférica, como hará Parménides al hablar del Ser o si cabe alguna otra posibilidad. 4.Otro punto controvertido es la identificación que algunos interpretes, como Aristóteles y Teofrasto, han realizado de Dios con el mundo, que harían de Jenófanes un panteísta o un hilozoísta, en la medida en la que el hilozoísmo acepta la penetración divina en la materia. Esta postura, sin embargo, probablemente es errónea: si, como hemos afirmados, el Dios de Jenófanes está inmóvil y el mundo se encuentra en movimiento ¿cómo pueden identificarse el uno con el otro? 5.Finalmente, por lo que al ámbito de la teología respecta, cabe considerar si Jenófanes concibió su Dios a partir de reflexiones lógicas, como hizo Parménides después de él, o si meramente se limitó a postular un Dios cuyas características fuesen las opuestas a las de los dioses homéricos que repudiaba. Leucipo De Mileto
  • 19. Biografía Se sabe muy poco de su vida e incluso Epicuro consideró la posibilidad de que Leucipo no hubiera existido, lo cual dio lugar a numerosos debates. Se considera lo más probable que naciera en Mileto, Asia menor, aunque también se han propuesto las posibilidades de Abdera, Melos, Elea o Clazomenes. Posteriormente se trasladó a Elea, donde habría sido discípulo de Parménides y de Zenón de Elea y maestro de Demócrito. Se le atribuyen las obras La ordenación del cosmos y Sobre la mente aunque este segundo libro pudo ser un capítulo de la obra anterior. Lo que se sabe de su pensamiento se encuentra en fragmentos de obras de otros autores como Aristóteles, Simplicio o Sexto Empírico. Se dice que Demócrito inventó a Leucipo como su maestro para ganar prestigio y para que respaldasen su teoría, ya que se suponía que Leucipo era un gran físico, discípulo de Parménides, de Zenón de Elea o de Pitágoras. Fue maestro de Demócrito y a ellos dos se les atribuye la fundación del atomismo mecanicista, según el cual la realidad está formada tanto por partículas infinitas, indivisibles, de formas variadas y siempre en movimiento, los átomos (ἄτομοι, s. lo que no puede ser dividido), como por el vacío. Así, tal vez en respuesta a Parménides, afirma que existe tanto el ser como el noser: el primero está representado por los átomos y el segundo por el vacío, «que existe no menos que el ser» (Simpl., Fís. 28, 4), siendo imprescindible para que exista movimiento. Particularmente, postula, al igual que Demócrito, que el alma está formada por átomos más esféricos que los componentes de las demás cosas. Niega la génesis y la corrupción, formas de cambio que eran aceptadas casi por unanimidad entre los filósofos presocráticos. Pensamiento. demócrito Leucipo y Demócrito filósofos de Mileto, desarrollaron una nueva teoría en contra del pensamiento de Parménides y Zenón, esta teoría fue la atomista, en la cual expresaban que el principio de todas las cosas son los átomos y el vació, sólo existen ellos. Estos filósofos postulaban que “no habría movimiento sin vacío, y que el vacío es no ser, puesto que ninguna parte de lo que es, es no ser, porque lo que es en sentido estricto está completamente lleno”[1], afirmaban también que todas las cosas están conformadas por partículas de número infinito, invisibles e indivisibles a causa de su pequeñez, a estas partículas las denominaron átomos, las cuales se mueven constantemente en el vacío. Estos átomos cuando se juntan originan la llegada del ser, en cambio cuando se separan causan la destrucción. Los átomos al igual que son infinitos en número, también son infinitos en estructura, es decir, son diferentes entre sí en orden, forma y posición, lo cual provoca que al juntarse den origen a cosas tan diversas y con ello a todo lo existente, “ya que simplemente son suficientes pocas letras del alfabeto para que se puedan formar, combinándolas, infinitas palabras”.
  • 20. Parmenides De Elea Parménides de Elea (en griego Παρμενίδης ὁ Ἐλεάτης) fue un filósofo griego. Nació entre el 530 a. C. y el 515 a. C.* 1 en la ciudad de Elea, colonia griega del sur de Magna Grecia (Italia). Parménides escribió una sola obra: un poema filosófico en verso épico del cual nos han llegado únicamente algunos fragmentos conservados en citas de otros autores. Los especialistas consideran que la integridad de lo que conservamos es notablemente mayor en comparación con lo que nos ha llegado de las obras de casi todos los restantes filósofos presocráticos, y por ello su doctrina puede ser reconstruida con mayor precisión. Por lo que podemos deducir a partir de los testimonios conservados, el poema de Parménides representa una revelación divina dividida en dos partes: La vía de la verdad, donde se ocupa de «lo que es» o «ente», y expone varios argumentos que demuestran sus atributos: es ajeno a la generación y la corrupción y por lo tanto es inengendrado e indestructible, es lo único que verdaderamente existe —con lo que niega la existencia de la nada— es homogéneo, inmóvil y perfecto. La vía de las opiniones de los mortales, donde trata de asuntos como la constitución y ubicación de los astros, diversos fenómenos meteorológicos y geográficos, y el origen del hombre, construyendo una doctrina cosmológica completa. Mientras que el contenido de la vía de la opinión se asemeja a las especulaciones físicas de los pensadores anteriores, como los jonios y los pitagóricos, la vía de la verdad contiene una reflexión completamente nueva que modifica radicalmente el curso de la filosofía antigua: se considera que Zenón de Elea y Meliso de Samos aceptaron sus premisas y continuaron su pensamiento. Los físicos posteriores, como Empédocles, Anaxágoras y los atomistas, buscaron alternativas para superar la crisis en la que había sido arrojado el conocimiento de lo sensible. Incluso la sofística de Gorgias acusa una enorme influencia de Parménides en su forma argumentativa. Tanto la doctrina platónica de las formas como la metafísica aristotélica guardan una deuda incalculable con vía de la verdad de Parménides. Por esto es por lo que muchos filósofos y filólogos consideran que Parménides es el fundador de la metafísica occidental.
  • 21. Cosmología. Simplicio, en su Comentario a la Física 30, 14, señalaba que en este pasaje Parménides «transita de los objetos de la razón a los objetos sensibles». La diosa llama al contenido de esta segunda parte βροτῶν δόξας (brotôn dóxas, «opiniones de los mortales», v. 51). Hay que tener en cuenta que δόξα significa lo que parece real o se presenta a los sentidos; lo que parece verdadero constituyendo las creencias de todos los hombres; y lo que parece correcto para el hombre.181 El discurso no pretende ser «cierto», puesto que ya se ha dicho todo lo que se podía decir de manera fidedigna. Por el contrario, lo que presentará será un κόσμος ἀπατηλός (kósmos apatēlós, «orden engañoso»), puesto que presenta creencias como si estuvieran presididas por un orden.182 No cabe duda de que, con esto, la diosa va a dar cumplimiento al programa que figura en el fragmento 1, versos 28–32.* 8 Los mortales han distinguido dos formas, πῦρ (pŷr, «fuego», v. 56) y ν ῦξ (nŷx, «noche», v. 59). En relación con estos opuestos, la diosa dice que «los mortales han errado», sin embargo el verso 54, que contiene el porqué del error, presenta tres posibilidades de traducción. Textualmente dice τῶν μίαν οὐ χρεών ἐστιv. Estas tres interpretaciones agotan las posibilidades del texto, y todas han sido apoyadas por especialistas. La primera interpretación consiste en indicar que el error es nombrar las dos formas, siendo que solo una debe nombrarse. Aristóteles entendió que, una vez que Parménides consideró que fuera de lo que es nada hay, se vio obligado a tener en cuenta los fenómenos, y para explicarlos postuló opuestos: lo frío y lo caliente, o fuego y tierra, y que lo caliente es «lo que es» y lo frío «lo que no es» (Met I 5, 986b30 = A 24). Zeller tradujo el pasaje como «una de las cuales no debería nombrarse». Esto significa que la otra existe y puede nombrarse.183 Burnet siguió esta interpretación, y añadió que estas formas pueden ser identificadas con los principios pitagóricos del límite y lo ilimitado.184 Schofield refleja esta interpretación al traducir el pasaje «de las que necesariamente no deben nombrar más que una».185 Frente a esta, otra interpretación indica que no se debe nombrar ninguna de las formas. Cornford, aun de acuerdo con Burnet en que los opuestos se refieren a la cosmología pitagórica, tradujo: «de las cuales no es adecuado nombrar (ni siquiera) una». Una razón para impugnar la traducción de Zeller es la de que toma a μίαν (mían, acusativo femenino «una») con el valor de τῆν ἑτέρην (tēn hetérēn, acusativo femenino «una de los dos»).186 La interpretación más aceptada indica que el error es no considerar estas dos formas a la vez, sino nombrar una sola. Simplicio, quien transmite la cita, pensó que el error consiste en no nombrar ambos contrarios en la descripción del mundo físico. La oración diría entonces «de las cuales no es adecuado nombrar una sola». La filología moderna ha seguido esta interpretación en alguno de sus exponentes, tales como Coxon y Raven.
  • 22. El primero indica que Parménides sabe que partir de una única forma lo conduce necesariamente a la uniformidad, puesto que de un elemento solamente puede originarse él mismo. Comienza por dos formas, de manera deliberada, para poder explicar no solo la multiplicidad, sino la contradicción en el mundo.187 El segundo sostiene que, mientras que la aceptación de un opuesto, en los objetos de la razón, nos conduce al rechazo del otro, en los objetos de los sentidos la aceptación de un opuesto implica la aceptación del otro.188 La traducción de Eggers Lan sigue esta línea interpretativa: «de las cuales no se puede nombrar a una sola». Hay que tener en cuenta, sin embargo, que este especialista considera como idénticos al elemento «luz» de esta segunda parte y al ente de la primera. Pitagoras Pitágoras de Samos (en griego antiguo Πυθαγόρας) (ca. 580 a. C. – ca. 495 a. C.) fue un filósofo y matemático griego considerado el primer matemático puro. Contribuyó de manera significativa en el avance de la matemática helénica, la geometría y la aritmética, derivadas particularmente de las relaciones numéricas, y aplicadas por ejemplo a la teoría de pesos y medidas, a la teoría de la música o a la astronomía. Es el fundador de la Hermandad Pitagórica, una sociedad que, si bien era de naturaleza predominantemente religiosa, se interesaba también en medicina, cosmología, filosofía, ética y política, entre otras disciplinas. El pitagorismo formuló principios que influyeron tanto en Platón como en Aristóteles y, de manera más general, en el posterior desarrollo de la matemática y en la filosofía racional en Occidente. No se conserva ningún escrito original de Pitágoras. Sus discípulos -los pitagóricosinvariablemente justificaban sus doctrinas citando la autoridad del maestro de forma indiscriminada, por lo que resulta difícil distinguir entre los hallazgos de Pitágoras y los de sus seguidores. Se le atribuye a Pitágoras la teoría de la significación funcional de los números en el mundo objetivo y en la música; otros descubrimientos, como la inconmensurabilidad del lado y la diagonal del cuadrado o el teorema de Pitágoras para los triángulos rectángulos, fueron probablemente desarrollados por la escuela pitagórica. Cosmovisión
  • 23. La filosofía de Pitágoras guarda estrecha relación con la Escuela jónica, en cuanto a que busca resolver por medio de un principio primordial el origen y la constitución del universo visto como un todo. Pero al igual que Anaximandro, abandona la hipótesis de Tales y Anaxímenes, suplantando el terreno de lo físico por el de la metafísica.2 El sistema filosófico post-aristotélico suele atribuirle a Pitágoras (o los pitagóricos) la adopción del monismo, principios incorpóreos de los que surgen primero «el número», después «el plano» y las «figuras sólidas» y finalmente los «cuerpos del mundo sensible».7 Esta es la tradición que se encuentra por ejemplo en Sexto Empírico (siglo II d.C.) o en Aecio. Aristóteles deja en claro, sin embargo, que este era el sistema pitagórico que Platón había desarrollado, y que el principio de la «díada indefinida» pertenece a Platón.8 En lo que tanto Platón como Heródoto llaman: «el modo de vida de los pitagóricos», Pitágoras es visto como el formador de un grupo selecto y privado, que abraza ideas religiosas, cuestiones éticas y gérmenes de ideas científicas. Las evidencias más tempranas dejan claro que, sobre todas las cosas, Pitágoras tuvo éxito promulgando una nueva y optimista mirada sobre el destino del alma después de la muerte y un modo de vida atractiva por su rigor y disciplina que le valió numerosos seguidores.4 Dicearco (siglo IV a.C.) confirma enfáticamente la evidencia a favor de un pensamiento cercano a la metempsicosis o a la reencarnación, según el cual las almas humanas renacían en otros cuerpos después de la muerte, en primer lugar al señalar las dificultades de determinar con exactitud el pensamiento de Pitágoras, y después al aseverar que la más reconocida de sus doctrinas era "que el alma es inmortal y que transmigra en otros animales". Platon. Platón (en griego antiguo: Πλάτων) (Atenas o Egina,2 ca. 427-347 a. C.)2 fue un filósofo griego seguidor de Sócrates3 y maestro de Aristóteles.4 En 387 fundó la Academia,5 institución que continuaría su marcha a lo largo de más de novecientos años6 y a la que Aristóteles acudiría desde Estagira a estudiar filosofía alrededor del 367, compartiendo, de este modo, unos veinte años de amistad y trabajo con su maestro.7 Platón participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió, siempre en forma de diálogo, sobre los más diversos temas, tales como filosofía política, ética, psicología, antropología filosófica, epistemología, gnoseología, metafísica, cosmogonía, cosmología, filosofía del lenguaje y filosofía de la educación; intentó
  • 24. también plasmar en un Estado real su original teoría política, razón por la cual viajó dos veces a Siracusa, Sicilia, con intenciones de poner en práctica allí su proyecto, pero fracasó en ambas ocasiones y logró escapar penosamente y corriendo peligro su vida debido a las persecuciones que sufrió por parte de sus opositores. Filosofia. Es posible que el pensamiento platónico tuviese una amplia gama de elementos teológicos o religiosos. Estos elementos podrían ser la base de sus planteamientos ontológicos, gnoseológicos, políticos y epistemológicos. Incluso, en el diálogo Timeo Platón presenta una teoría cosmogónica y religiosa. Esta religión fue seguramente adoptada de Sócrates y debe tener relación con el juicio (debido a que en la exposición de motivos al castigo se encuentran el corromper a la juventud y la asebeia: traer nuevos dioses y negar los ya existentes). Probablemente contenía elementos monoteistas (presentes en la "Verdad" máxima o el "Bien" máximo que se encuentra en sus teorías ontológicas y políticas) y órficos (debido a la reencarnación del alma). Las teorías teológicas de Platón posiblemente eran esotéricas (secretas). Incluso en la Carta VII Platón afirma: «No hay ni habrá nunca una obra mía que trate estos temas [...] Cualquier persona seria se guardaría mucho de confiar por escrito cuestiones serias, exponiéndolas a la malevolencia de la gente» (341c). Estos comentarios de Platón hacen pensar que aquello que dejó en escrito no es, para él, suficientemente "serio". Según confesiones de Aristóteles en Sobre el bien, el estarigita no tenía acceso a estas doctrinas, a diferencia de Epeusipo y Jenócrates -lo cual daría una idea de porqué Aristóteles no adoptó la Academia. Protagoras De Abderas. Protágoras de Abdera (en griego Πρωταγόρας) (Abdera 485 a. C.-411 a. C. aproximadamente), sofista griego. Admirado experto en retórica que recorría el mundo griego cobrando elevadas tarifas por sus conocimientos acerca del correcto uso de las palabras u ortoepeia. Platón le
  • 25. acredita como el inventor del papel del sofista profesional o profesor de "virtud" (entendida no como "bondad" sino como conocimiento y habilidad para tener éxito mundano). Protágoras fue un pensador viajero, celebrado y necesitado allí donde fuera. Vivió durante largas temporadas en Atenas, donde fue conocido de Sócrates y amigo de Pericles, quien le encargó la constitución para la nueva colonia de Turios, que redactó hacia 444 o 443 a. C. y en donde por primera vez en la historia, se estableció la educación pública y obligatoria. También viajó a Sicilia y a otras ciudades de Asia Menor en funciones de maestro de retórica y conducta, recibiendo a cambio cantidades notables de dinero, como el resto de sofistas. El magisterio que llegó a ejercer en el área de influencia griega se extendió en el tiempo durante cuarenta años, según nos cuenta Platón. Platón le dedicó uno de sus diálogos, el Protágoras, que aún hoy puede leerse como un cuadro vivo, animado y colorido, aunque con escaso rigor histórico, sobre los distintos tipos de sofistas que habitaban en la mansión de Calias –rico ateniense, una especie de mecenas, rodeado de intereses comerciales, políticos, artísticos y militares-. Junto a Gorgias, fueron los únicos sofistas en ser considerados en calidad de filósofos por Platón y Aristóteles. Sócrates guardaba gran estima de ellos por sus cualidades retóricas y la profundidad de sus predicados, a pesar del uso que podían hacer de ellos. La teoría de los juicios contrarios El dominio de esta técnica ofrecerían al poseedor -el dialéctico- la disposición, por medio de su arte, de convertir en más fuerte el argumento más débil. Sin embargo, es importante señalar que Protágoras no contemplaba el uso de esta técnica de forma meramente instrumental, por mero afán oportunista, sino que la apoyaba en un complejo discurso en el que se debatía la virtud. Escepticismo y agnosticismo También hizo una proposición de agnosticismo: respecto a los dioses, no tengo medios de saber si existen o no, ni cuál es su forma. Me lo impiden muchas cosas: la oscuridad de la cuestión y la brevedad de la vida humana. Socrates.
  • 26. Nació en la Antigua Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a. C.,1 2 3 la época más espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia. Fue hijo de Sofronisco —motivo por el que en su juventud lo llamaban Σωκράτης Σωφρονίσκου (Sōkrátēs Sōfronískou, ‘Sócrates hijo de Sofronisco’)—, de profesión cantero, y de Fainarate, comadrona, emparentados con Arístides el Justo. Según Plutarco, cuando Sócrates nació su padre recibió del oráculo el consejo de dejar crecer a su hijo a su aire, sin oponerse a su voluntad ni reprimirle sus impulsos.4 5 No obstante, ni Jenofonte ni Platón mencionan esta intervención del oráculo, lo que hace pensar que pueda ser una tradición popular muy posterior. Desde muy joven, llamó la atención de los que lo rodeaban por la agudeza de sus razonamientos y su facilidad de palabra, además de la fina ironía con la que salpicaba sus tertulias con los ciudadanos jóvenes aristocráticos de Atenas, a quienes les preguntaba sobre su confianza en opiniones populares, aunque muy a menudo él no les ofrecía ninguna enseñanza. Tuvo por maestro al filósofo Arquelao quien lo introdujo en las reflexiones sobre la física y la moral. Se casó con Xantipa (o Jantipa), que era de familia noble. Según una tradición antigua, trataba muy mal al filósofo, aunque en realidad Platón muestra, al narrar la muerte de Sócrates en el Fedón, una relación normal e incluso buena entre los dos. Pensamiento 1.Sócrates no escribió nada y, a pesar de haber tenido numerosos seguidores, nunca creó una escuela filosófica. Las llamadas escuelas socráticas fueron iniciativa de sus seguidores. Acerca de su actividad filosófica nos han llegado diversos testimonios, contradictorios entre ellos, como los de Jenofonte, Aristófanes o Platón, que suscitan el llamado problema socrático, es decir la fijación de la auténtica personalidad de Sócrates y del contenido de sus enseñanzas. Si creemos a Jenofonte, a Sócrates le interesaba fundamentalmente la formación de hombres de bien, con lo que su actividad filosófica quedaría reducida a la de un moralista práctico: el interés por las cuestiones lógicas o metafísicas sería algo completamente ajeno a Sócrates. Poco riguroso se considera el retrato que hace Aristófanes de Sócrates en "Las nubes", donde aparece como un sofista jocoso y burlesco, y que no merece mayor consideración. 2.Más problemas plantea la interpretación del Sócrates platónico: ¿Responden las teorías puestas en boca de Sócrates en los diálogos platónicos al personaje histórico, o al pensamiento de Platón? La posición tradicional es que Platón puso en boca de Sócrates sus propias teorías en buena parte de los diálogos llamados de transición y en los de madurez, aceptándose que los diálogos de juventud reproducen el pensamiento socrático. Esta posición se vería apoyada por los comentarios de Aristóteles sobre la relación entre Sócrates y Platón, quien afirma claramente que Sócrates no "separó" las Formas, lo que nos ofrece bastante credibilidad, dado que Aristóteles permaneció veinte años en la Academia. 3.El rechazo del relativismo de los sofistas llevó a Sócrates a la búsqueda de la definición universal, que pretendía alcanzar mediante un método inductivo; probablemente la búsqueda de dicha definición universal no tenía una intención puramente teórica, sino más bien práctica. Tenemos aquí los elementos fundamentales del pensamiento socrático.. 4.Los sofistas habían afirmado el relativismo gnoseológico y moral. Sócrates criticará ese relativismo, convencido de que los ejemplos concretos encierran un elemento común respecto
  • 27. al cual esos ejemplos tienen un significado. Si decimos de un acto que es "bueno" será porque tenemos alguna noción de "lo que es" bueno; si no tuviéramos esa noción, ni siquiera podríamos decir que es bueno para nosotros pues, ¿cómo lo sabríamos? Lo mismo ocurre en el caso de la virtud, de la justicia o de cualquier otro concepto moral. Para el relativismo estos conceptos no son susceptibles de una definición universal: son el resultado de una convención, lo que hace que lo justo en una ciudad pueda no serlo en otra. Sócrates, por el contrario, está convencido de que lo justo ha de ser lo mismo en todas las ciudades, y que su definición ha de valer universalmente. La búsqueda de la definición universal se presenta, pues, como la solución del problema moral y la superación del relativismo. Tales De Mileto. Tales de Mileto (en griego, Θαλῆς ὁ Μιλήσιος) (c. 624 a. C. - c. 546 a. C.)1 es considerado por la tradición historiográfica occidental (desde Aristóteles2 en el siglo IV a. C. hasta historiadores como W. K. C. Guthrie3 o pensadores como B. Russell4 en el XX) como el iniciador de la indagación filosófico-científica acerca del cosmos (como un todo y también en aspectos particulares del mismo), distinguiéndose por ofrecer las primeras explicaciones registradas respecto de eventos naturales que no apelan a entidades divinas sino que se sustentan en observaciones e inferencias pasibles de ser constatadas y discutidas. Es señalado, entonces, como el primer gran impulsor en Grecia de la investigación científica (en disciplinas como las matemáticas y la astronomía) y como el primer filósofo de la historia de la filosofía occidental, estando a él relacionados Anaximandro -quien habría sido su discípulo- y Anaxímenes -quien habría sido discípulo de este último-, denominándose tradicionalmente al conjunto de los tres como la "escuela jónica" o "de Mileto". Nacido en la próspera ciudad de Mileto, en la Grecia jónica del Asia Menor, durante la década del 620 a. C, fue uno de los Siete Sabios de Grecia, reconocidos por su sabiduría práctica y por sus intervenciones políticas. Pero Tales también se destacó, a diferencia de ellos, por sus habilidades y conocimientos teóricos. Se interesó -y realizó importantes aportes- en cuestiones matemáticas, astronómicas, geográficas, físicas, metafísicas y de ingeniería, además de haber aconsejado exitosamente en varias ocasiones respecto de decisiones políticas no poco relevantes. Pensamiento. La explicación universal y racional que sostuvo Tales, tenía el agua como elemento principal. Es
  • 28. para él el agua, origen de todas las cosas que existen, el elemento primero. Aristóteles, se refiere a esto en la metafísica: «La mayoría de los primeros filósofos consideró que los principios de todas las cosas eran sólo, los que tienen aspecto material [...] En cuanto al número y a la forma de tal principio, no todos dicen lo mismo, si no que Tales, el iniciador de este tipo de filosofía, afirma que es el agua, por lo que también declaró que la tierra esta sobre el agua. Concibió tal vez esta suposición por ver que el alimento de todas las cosas es húmedo y porque de lo húmedo nace del propio calor y por él vive. Y es que aquello de lo que nacen es el principio de todas las cosas. Por eso concibió tal suposición, además de porque las semillas de todas las cosas tienen naturaleza húmeda y el agua es el principio de la naturaleza para las cosas húmedas. Por tanto, sabemos que para Tales, en el agua reside el origen de todas las cosas. En cuanto al alma, la considera como dadora de vida, movimiento y divina. Como en la época en la que vive, todavía no se diferenciaba entre seres vivientes y no vivientes. Tales atribuye vida al agua, porque como el agua se mueve sola (véanse los mares o los ríos), esta debe tener alma, puesto que el alma es lo que hace moverse las cosas. Y también es divina (esta llena de dioses) porque el alma es divina para él. Así por lo tanto, el agua para Tales es, el origen de todo, esta llena de dioses y tiene vida propia. Y de forma parecida, que con el agua, razona para con las piedras imán. Como estas se mueven solas, piensa que están vivas, o que "hay algo vivo en ellas". Y a esto Aristóteles, también hace referencia, pero esta vez en otro escrito, en Acerca del alma: "«Algunos afirman que el alma se haya entreverada en el todo. Posiblemente por este motivo es por el que Tales pensó que todo estaba lleno de Dioses»9 " «Parece que también Tales, según cuentan, supuso que el alma era algo capaz de producir movimiento, si es que afirmó que la piedra imán tiene alma porque mueve al hierro.10 » Y por último, de nuevo Aristóteles en Acerca del cielo y Séneca en Cuestiones naturales afirman que Tales sostenía que la tierra sobre la que pisamos es una especie de isla que "flota" sobre el agua de forma parecida a un leño y por ello la tierra a veces tiembla. Al no estar sostenida sobre unas bases fijas si no que como está flotando sobre el agua, esta la hace tambalearse.
  • 29. Zenon De Citio. Zenón de Citio (en griego Ζήνων ο Κιτιεύς, Zēnōn ho Kitiéŭs) (el Estoico) (333 - 264 a. C.), filósofo de Citio, Chipre, en aquel tiempo colonia griega. Fue un pensador que desarrolló su vida intelectual en Atenas y que tenía, con probabilidad, un origen fenicio. Fue el fundador de la escuela filosófica estoica, que inició hacia el 300 a.C. Su base fue la moral de los filósofos cínicos, y daba un gran énfasis en el bien racional que se obtenía a través de una vida virtuosa, es decir, acorde a la Naturaleza. Su filosofía fue muy exitosa ya desde su época y floreció aún más durante el periodo del Helenismo y durante el periodo imperial de Roma; de los siglos II a.C. al II d.C. La lógica La lógica de Zenón —contra la canónica de Epicuro y su escuela— admite que todo el conocimiento viene a partir de los sentidos —no hay ideas innatas—, pero cuando el hombre adquiere sus conocimientos llega a percibir los conceptos comunes, es decir, los conceptos morales universales. Para los estoicos, los conocimientos lógicos no son innatos, sino sencillamente comunes a todos los hombres. El hombre percibe los conocimientos universales a través de los sentidos —una intuición nos hace verlos a través de un hecho particular y no de una intuición divina como en Sócrates y Platón—. La física La física de Zenón es bastante parecida a la de Heráclito e incorpora elementos de Platón. Un principio rector (el logos), en forma de fuego, conforma todas las cosas del universo, hasta las no materiales —dios es inherente al universo, no está fuera de él—. Así pues, nada escapa al destino universal y todo obedece inevitablemente a leyes divinas. Al final, el elemento divino del fuego se separará y se volverá a unir de forma cíclica eternamente. La ética La ética de Zenón es, según los mismos estoicos, «la recompensa de la doctrina del pórtico». De acuerdo con la física, el ser humano es una parte sin libertad del ser de fuego, pero los estoicos
  • 30. pretenden dar un sentido a la libertad individual. Por este motivo, ellos prefieren la libertad que comprende y acepta la voluntad del ser divino en cada momento, combatiendo las pasiones. Razón, divinidad, libertad, naturaleza y felicidad son —para los estoicos— elementos comunes e inseparables. La razón, así, depara unas conductas individuales —dominio de los instintos y pasiones, obediencia a la razón—, sociales —justicia y acatamiento de las leyes de la sociedad en que se vive— y políticas —los últimos estoicos llegaron a ver parcialmente realizado el ideal estoico en las costumbres del imperio romano del siglo I d. C.—. La ética del estoicismo es una ética racionalista o intelectualista: la lógica nos hace comprender las normas intrínsecas, la física describe la divinidad que forma parte de la materia y la ética nos hace acordes a la divinidad, oponiendo una resistencia constante a las pasiones o sentimientos dañinos. Pero para eso hacen falta armas, técnicas, una forma concreta de luchar con ellas. Sus enseñanzas se centraban en dotar a las personas de recursos y herramientas para enfrentarse a sus conflictos y problemas. Zenón solía explicar que la vida es una escuela y los seres humanos hemos venido a ella a aprender: de ahí que compartiera una serie de directrices muy prácticas para que sus seguidores mejoraran su competencia en el arte de vivir y superaran sus angustias. Por ejemplo, huir del inútil y peligroso victimismo oponiendo resiliencia: los seres humanos debemos comportarnos con entereza y responsabilidad y agradecer los infortunios, pues sólo así podemos desarrollar la virtud.