Escipión ordenó a sus legiones romanas en una formación de columnas separadas por varios pasos, en lugar de la formación habitual, para dejar espacio para los elefantes de los cartagineses. Esta formación en columnas permitiría a las tropas romanas hacer frente a los elefantes y luego reagruparse de una mejor manera para atacar a los enemigos cartagineses, sorprendiéndolos con esta nueva táctica.