Este poema describe la fascinación del poeta con los ojos de una persona que vio brevemente. Aunque solo vio sus ojos por un momento, la imagen se quedó grabada en su mente y continúa viéndolos dondequiera que mire. A medida que pasa el tiempo, la fijación del poeta con esos ojos crece, sintiendo que lo arrastran a un destino desconocido, de manera similar a como los fuegos fatuos conducen a la perdición. El poema utiliza imágenes de la luz y la oscuridad para