3. PODEMOS HABLAR DE DOS TIPOS DE ESCRITORES:
Unos escriben directamente acerca del personaje y
piensan en él ante todo, desarrollan líneas
arguméntales a partir de las características de estos. El
personaje te inspira y tú simplemente te dejas llevar por
la historia que él quiere contar.
Los otros seleccionan un escenario y un periodo, su
historia se centra en la acción, el suspenso o la
aventura, por lo que después deciden que personajes
encajarán en cada caso determinado.
Precisamente lo bueno de la escritura es la posibilidad
que ofrece de elegir entre numerosas opciones. Pero
nunca debes olvidar que por muy dramática que sea tu
prosa, las emociones llegan al lector a través de tus
personajes. Tú eres quien trasmite tu historia, viéndola
a través de los ojos de tus personajes y contándola a
través de sus voces.
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5. PRINCIPALES
Son los protagonistas de la historia, en ellos se basa
la narración y aparecen desde el comienzo hasta el
desenlace o final. La narración carecería de sentido
sin ellos.
El o los personajes principales funcionan como
integradores de la organización de los
acontecimientos, por lo tanto, son parte estructurante
de la acción. Serán sus actos quienes marcarán el
desarrollo de la trama.
Su conducta debe resultar interesante al lector, ya sea
heroica o pusilánime, ya resulte vencedor o vencido
en el conflicto que presenta la trama. No olvides que
el personaje central del relato tiene que dominar las
páginas hasta el punto de que cualquier otro
personaje quede subordinado a él.
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6. Generalmente, la resolución de los conflictos presentes en
la historia, suelen representar un cambio para el personaje
principal, alterando significativamente las condiciones en
que se encontraba al comenzar la narración.
Debes tener en cuenta que cada personaje debe tener su
propia forma de hablar, de pensar y de comportarse. Cada
uno tiene sus propios sentimientos, miedos, traumas y
secretos. No importa cuantos personajes principales tenga
tu historia, siempre serán entes individuales, sus
motivaciones en la historia serán distintas, perseguirán sus
propias metas y reaccionarán totalmente diferente ante la
misma situación. Es un gran error darles a los personajes
una misma visión.
La caracterización de los personajes principales, tanto
psicológica como física, siempre será más completa que la
del resto de personajes.
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7. Demos un ejemplo de personajes principales
utilizando la Saga “Los instrumentos mortales” de
Cassandra Clare. En “Ciudad de hueso” uno puede
llegar a decir que Clary y Jace son los protagonistas,
pero a medida que avanza la saga, vemos que los
personajes han evolucionado y la autora toma como
principales a Clary, Jace, Izzy, Simon, Alex, Magnus y
se suman más…
Tarea: Crear una ficha de personaje (al estilo
Purple Rose). 7
8. LOS PERSONAJES SECUNDARIOS
Son personajes subordinados al personaje principal.
Su caracterización es siempre más escueta, sobre
todo en los relatos.
Su objetivo es tanto contribuir al color de la narración
como, a veces, generar los conflictos a los que se
debe enfrentar el personaje principal.
Son personajes más estáticos, menos sujetos a
cambios internos, aunque sí suelen intervenir
activamente en la construcción de los giros
argumentales necesarios en el desarrollo de la trama.
Suelen aparecer y desaparecer, raramente figuran a
lo largo de toda la historia.
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9. Una de las mayores dificultades es establecer la
verdadera frontera entre personajes principales y
secundarios, porque sino puedes encontrarte con
dos protagonistas luchando por el papel principal
en el relato, cuando uno de ellos había sido al
principio un secundario. Hay que tener cuidado con
eso y mantener a los personajes a raya. No hay
que permitir que los personajes secundarios se
superpongan a los principales.
Casi todos hemos dicho alguna vez «los personajes
cobran vida propia y es como si estuvieran actuando
por su cuenta», es bueno por un lado porque los
personajes han adquirido profundidad y personalidad,
pero la trama se nos ha ido de las manos y nos
cuesta mucho retomarla. 9
10. Siguiendo con el ejemplo de la saga “Los
instrumentos Mortales”, los personajes secundarios
son los padres de los protagonistas, los hombres
lobo, las hadas, etcetera…
Tarea: Elige un libro, puede ser tu favorito o
simplemente el que estás leyendo justo ahora.
Cuenta quienes son los personajes principales y
cuales son los secundarios.
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11. LOS FIGURANTES
Son los extras (meros elementos presenciales).
Los figurantes tienen momentos esporádicos el relato.
En ciertos episodios pueden tener el rango de
secundarios, pero en realidad raramente tienen nombre.
Es que el lector no necesita saber su nombre ni sus
atributos ya que, básicamente, solo son extras.
No es difícil insertar situaciones en las que se necesite a
un figurante pero también debe ser posible hacerlo
desaparecer sin que afecte al argumento, ni a los
personajes principales, porque el papel de un figurante
consiste en pasar desapercibido.
Puede ser una tentación incluir personajes innecesarios
así como es una tentación incluir en el relato ciertos
detalles de cada participante que puedan ser
interesantes pero prescindibles.
Recuerda que las referencias triviales hacen que el
lector pierda de vista el verdadero objetivo.
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12. «Los personajes no
viven ni deberían vivir
aislados. Tienen toda una
historia personal antes de
que el relato empiece.
Tienen todos una serie de
relaciones con su entorno
que debe quedar claro
para el autor».
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13. Una de las cosas mas complicadas, es saber cuantos
personajes hay que incluir y que importancia hay que
otorgarles. Hay dos reglas:
1) Cuanto mas corta es la pieza de ficción,
menos personajes.
2) Cada personaje debe tener una función
insustituible.
Algunos autores presentan en la primera página la lista de
personajes y de la relación entre ellos, como si fuera el reparto de
una película o una obra teatral. Si bien presentarlo de esta forma
no es algo habitual, podrías usarlo en forma privada como método
previo a la escritura de una novela con muchos personajes para
poder ver el reparto de un vistazo y decidir con mas seguridad
como moverlos de capítulo en capítulo. 13
14. EL MUNDO DE UN
PERSONAJE
Extracto del libro “El guión” de Robert Mckee,
publicado por la editorial Alba.
14
15. El «centro» de un ser humano, esa irreducible
particularidad de su yo más interno es la conciencia que
nos acompaña durante las veinticuatro horas del día y
que nos observa hacer todo lo que hacemos, que nos
riñe si hacemos algo mal o nos alaba en aquellas raras
ocasiones en que hacemos las cosas bien. Se trata de
ese profundo observador que nos habla cuando
estamos viviendo la experiencia más dura de nuestra
vida, caído en el suelo, llorando a lágrima viva... esa
vocecita que nos dice: «Se te está corriendo el rímel».
Ese ojo interno somos nosotros: nuestra identidad,
nuestro ego, el centro consciente de nuestro ser. Todo
lo que se encuentra fuera de ese núcleo subjetivo es el
mundo objetivo de un personaje. Podemos imaginar el
mundo de un personaje como una serie de figuras
concéntricas que rodean a un núcleo de identidad pura
o de conciencia, figuras que marcan los niveles de
conflicto en la vida de un personaje.
15
16. El nivel más interno es su propio yo y los
conflictos que surjan de los elementos de su
naturaleza: la mente, el cuerpo, los sentimientos.
Cuando, por ejemplo, un personaje hace algo, tal
vez su mente no reaccione como había previsto.
Sus pensamientos quizá no sean tan rápidos, tan
anticipatorios, tan ingeniosos como esperaba. Su
cuerpo tal vez no reaccione como pensaba. Quizá
no sea lo suficientemente fuerte o hábil para una
tarea particular. Y todos sabemos cómo nos
traicionan los sentimientos. Por lo tanto, el nivel de
antagonismo más cercano en el mundo de un
personaje es su propio ser: sentimientos y
emociones, mente y cuerpo, todos o cada uno de
ellos podrían reaccionar o no de un momento a otro
como él espera. Con mucha frecuencia somos
nuestro peor enemigo.
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17. El segundo nivel incluye las relaciones personales, las
uniones de una intimidad superior a las desempeñadas
por la función social. Las convenciones sociales
asignan los papeles externos que asumimos. Por
ejemplo, en este momento estamos representando el
papel social de maestro/alumno. Sin embargo, algún día
nuestros caminos tal vez se crucen y decidamos
cambiar nuestra relación profesional y convertirla en
amistad. De la misma manera, la relación padre/hijo
comienza como dos papeles sociales que quizá vayan
más allá de eso, o quizá no. Muchos de nosotros
pasamos por la vida experimentando relaciones
padre/hijo que nunca llegan a alcanzar una profundidad
mayor que las definiciones sociales de autoridad y
rebeldía. Cuando dejamos a un lado, el papel
convencional es cuando encontramos la verdadera
intimidad de la familia, de los amigos y de los amantes,
quienes entonces no reaccionan como esperábamos y
nos llevan a penetrar en el segundo nivel de conflicto
personal.
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18. El tercer nivel corresponde a los conflictos
extrapersonales. Todas las fuentes de antagonismo que
se encuentran fuera de lo personal: los conflictos entre
las instituciones sociales y las personas
(gobierno/ciudadano, iglesia/creyente, empresa/cliente);
los conflictos con personas (policía/criminal/victima,
jefe/trabajador, cliente/camarero, médico/paciente); y los
conflictos con los entornos tanto artificiales como
naturales (el tiempo, el espacio, y cada uno de los
objetos que lo componen).
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19. En resumen: Como escritores debemos saber
diferenciar los tres niveles de conflicto de nuestros
personajes para poder insertarlos en nuestra
historia de forma coherente.
Para comprender mejor el mundo descripto por
Robert Mckee, apliquemos sus conceptos a
historias conocidas.
Podemos utilizar como ejemplo «Divergente» de Veronica Roth,
donde Tris, la protagonista, tiene que pelear contra los conflictos
internos que le crea tener inclinaciones a tres facciones
distintas. En el segundo nivel está su relación con Cuatro y sus
compañeros y enemigos de iniciación y en el tercer nivel debe
enfrentarse con la realidad de la guerra entre facciones.
Tarea: Utilizando el mismo libro que en el
ejercicio anterior, marca los tres niveles de
conflicto del protagonista principal.
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21. Para tener al lector pendiente de los sucesos que
les toca vivir a los personajes, estos tendrán que
enfrentarse a problemas y conflictos.
Una formula eficaz es ver a estos personajes
enfrentados. Si estos personajes no están metidos
en algún tipo de conflicto, serán como de cartón o
piedra, unidimensionales, carecerán del relieve
necesario para ofrecer interés.
Para ello los conflictos deben provenir de distintos
factores:
El mundo interno del personaje, su propia
conciencia.
El enfrentamiento con otros personajes.
La sociedad.
El conflicto con su entorno. 21
22. En la ficción, el conflicto verbal es evidentemente el
modo más fácil y efectivo de mostrar la tensión
entre los participantes del relato, especialmente
cuando se trata de algún tipo de enfrentamiento.
No hay nada como una discusión agresiva para
dotar de vida a los personajes.
Nunca te reprimas al desarrollar una discusión
importante en un relato. Escribe con la máxima
potencia, empleando el mayor numero de palabras
emotivas posibles a tu alcance.
Pero debes recordar que dicha discusión debe ser
relevante para el conjunto del relato, no debe estar
incluida porque sí.
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23. Los conflictos entre personajes deben surgir de la
naturaleza misma de los mismos y de las situaciones en
las que los haces participar.
Dichos componentes deben presentar marcadas
diferencias que habrás señalado previamente en su
ficha. De nada sirve tener dos personajes de
temperamento tan similar que nunca lleguen a discutir.
Decidas lo que decidas como autor acerca de tus
personajes, apréndete esto de memoria: Sin conflicto no
hay relato.
La motivación debería ser una prioridad al crear tus
personajes. Eso se resuelve preguntando ¿Por qué un
personaje hace lo que hace?
El autor de ficción nunca debe perder la curiosidad
infantil hacia la gente, sobre lo que les rodea, lo que les
gusta y el porque hacen lo que hacen. 23
24. Las razones por los que tus personajes actúan como lo hacen
deben estar claras en tu mente, porque ninguna acción de los
personajes debería quedar sin explicación.
El lector puede exasperarse y abandonar el libro si se
encuentra con que los personajes hacen cosas ajenas al
contexto que actuaban hasta ese momento.
Manipular a los personajes para que se comporten como
deseas, no significa que les hagas participar en escenas de
las que nunca participarían o hacerles pronunciar palabras
que no dirían.
Esto solo será fácil si has sido capaz de llegar a conocer a
cada personaje en profundidad antes de empezar a escribir y
has crecido mentalmente con ellos mientras escribías.
Las acciones principales del personaje dependen de una
motivación (justificación o causa).
Esta serie de motivaciones debe ser tan coherente como para
establecer naturalmente una cadena. La cadena que se
constituirá entre las motivaciones, será la base que sostenga
el desarrollo del argumento.
No es necesario que el personaje conozca claramente sus
motivaciones quien debe conocerlas eres tu como autor. 24