1. Instituto de Educación Superior Pedagógico “José A. Encinas” Tumbes
Programa Académica de Educación Inicial
Lic. Nora Rojas Cruz de Cotera
La Emergencia del Lenguaje
Del gesto a la palabra: la emergencia del lenguaje
Dra. Irene Pinasco
En el último cuarto del pasado siglo, los que estamos en el área de la terapéutica lingüística en
niños, hemos asistido a cambios tendientes a considerar más enfáticamente la complejidad que
presenta. Siguiendo con esta tendencia no agotada, nuestra visión consiste en tomar en
consideración el campo terapéutico original de la reeducación y enfocarlo considerando los
aportes epistemológicos que los avances científicos con más intensidad enriquecen nuestro
campo disciplinar. De la visualización de los trastornos lingüísticos como efecto de una dificultad
particular, se comenzó a percibir los trastornos del lenguaje teniendo como objetivo la
comunicación en su globalidad y considerando los atravesamientos que la problemática
encierra.
Sabemos que el objeto de estudio de la Fonoaudiología es la Comunicación, por tanto, es el
enfocar los trastornos lenguaje desde este fenómeno es lo que siempre debe guiarnos como
terapeutas. Todos los aspectos de una cultura pueden ser estudiados como contenidos de la
comunicación. Toda cultura debe ser estudiada como un fenómeno de comunicación Umberto
Ecco). Por ello es que la estructuración del lenguaje plantea una problemática interdisciplinaria
que busca sustento tanto en las neurociencias como en la lingüística como en la pragmática, la
psicología y los contextos socioculturales de interacción. Para la mayor comprensión de este
enunciado nos basamos en el marco teórico-conceptual en la Epistemología Convergente que
planteara en nuestro país Enrique Pichón Rivière coincidente con el Paradigma de la
Complejidad. Al tener en cuenta un abordaje terapéutico no se puede dejar de visualizarlo
desde la complejidad que concibe al sujeto como un ser bio-psico-social. En sintonía con esta
concepción Eric Kandel -Nobel Medicina 2000 nos dice “La asociación de diversas disciplinas:
la psicología, las ciencias del cerebro, la neurobiología y las imágenes cerebrales se conjugan
para crear un nuevo punto de vista para mirar el cerebro y la mente. Es una nueva síntesis, una
nueva convergencia de corrientes científicas” si bien acordamos con esta postura insistimos en
la necesidad de preguntar ¿Cuál es la influencia tienen los contextos sociales y culturales en el
desarrollo lingüístico y cognitivo de los sujetos? El Dr. Quirós ya lo señalaba en los años 60 lo
que hoy se plantean las posturas post-piagetianas que se construyeron a partir de los
imprescindibles aportes de Vigozstky. Estas dan cuenta de la emergencia del lenguaje
subrayando la importancia de lo social y cultural en su aparición y desarrollo. Por una parte, las
estructuras neurobiológicas y las funciones psíquicas en un contexto social y cultural que
determina. Es por ello que coincidimos con la paradójica afirmación del etólogo y psiquiatra
francés que inspirara este título,
Boris Cyrulnik, que ¨en los comportamientos humanos el cien por cien es innato y el cien por
cien adquirido¨ y el lenguaje es uno de ellos. Aunque solemos observar en la actualidad alguna
línea que pregona con fuerza una sola mirada exclusivamente que consideramos opera desde
el reduccionismo.
1 .Vivimos bajo el imperio del paradigma de la simplificación, de la disyunción, reducción y
abstracción. Para evitar esta visión unilateral y limitada Morin (1994) propone tomar conciencia
de los paradigmas que mutilan el conocimiento y desfiguran lo real. Cuando Morin (1998) habla
de la complejidad se refiere a lo enredado, al desorden, a la ambigüedad, a la incertidumbre, lo
que implica la necesidad de un pensamiento múltiple y diverso que permita su abordaje. El no
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reconocimiento de esta dialógica orden/desorden nos sumerge en lo que él llama una
“inteligencia ciega”, que no ve más allá de sus propios límites y ni siquiera reconoce esos
límites. Morin(1999) La cabeza bien puesta. Buenos Aires: Nueva Visión.
Por tanto es fundamental desentrañar lo antes dicho, aquellos fenómenos que los aportes
científicos actuales desde distintas disciplinas nos acercan permitiéndonos conocer la
naturaleza de los procesos de emergencia, adquisición y desarrollo de los procesos
comunicacionales y lingüísticos para realizar un abordaje más operativo.
El abordaje terapéutico lingüístico del niño implica una profunda consideración de la naturaleza
de los fenómenos que se suscitan para su emergencia. El signo comunicativo que nace desde
la referencia conjunta implicaría, en su intencionalidad, la transmisión de aspectos individuales
dentro de un contexto intersubjetivo. A su vez requiere de una estructura común, que pueda
ser replicada y reproducida por los interactuantes. Esto último constituye lo fundamental de la
comunicación intencional humana. Toda conducta comunicativa que no se manifieste dentro
del marco referido consensualmente no será funcional, puesto que no puede ser interpretada o
predicha por los otros.
El proceso de adquisición del lenguaje comienza antes de que el niño exprese su primer habla
léxico gramatical, comienza cuando la madre y el niño crean una estructura de acción recíproca
que puede servir como un microcosmos para comunicarse y constituir una realidad compartida
Trevarthen; “Los datos más recientes del comportamiento de infantes comunicándose con sus
madres han demostrado la importancia de las emociones transmitidas para la regulación del
crecimiento cognitivo”. Es desde la Teoría de la Mente que encontramos interesantes aportes
que ponen en claro sobre la intersubjetividad humana innata como fundamento del desarrollo
del lenguaje. El desarrollo del lenguaje se superpone e interactúa con otros aspectos del
desarrollo del niño. El conocimiento surge de la interacción social con adultos y con pares.
Los datos más recientes del comportamiento de infantes comunicándose consus madres han
demostrado la importancia de las emociones transmitidas para la regulación del crecimiento
cognitivo correspondencias transmodales, la idea de la intersubjetividad del infante no es nada
menos que una teoría de cómo las mentes humanas, en los cuerpos humanos, pueden
reconocer los impulsos de otro de forma intuitiva, con elaboraciones cognitivas o simbólicas o
sin ellas.
Por ello el abordar la Comunicación Humana es considerar el llanto, el arrullo, la sonrisa, el
tono corporal, la mirada como asimismo el ser escuchado, el ser atendido. .(Pinasco,2007). El
placer de dialogar en una primera comunicación no verbal donde se percibe un vínculo de
mentes mutuamente sensibles. Hoy sabemos que los infantes poseen un cerebro emocional y
comunicativo en el momento del nacimiento. El signo comunicativo, referencia conjunta con
intencionalidad, la transmisión de aspectos individuales dentro de un contexto intersubjetivo.
Es a partir de los ocho meses, que el bebé ya da muestras claras de conducta intencional.
Comprende que el adulto es un agente y que puede poner en marcha medios para conseguir
ciertos fines. El señalar con el índice el objeto de designación mirando al otro significativo. Emite
“protopalabra” En este gesto estarían los comienzos del simbolismo, los orígenes de la
capacidad de evocar los objetos ausentes (Cyrulnik, 2004).
El infante demuestra una conciencia crucial de los sentimientos y propósitos del compañero
previa a las palabras y al lenguaje el núcleo de la conciencia humana es el potencial para una
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relación comunicativa con la mente de otro “Una conciencia delicada e inmediata ‘con el otro’”
(Trevarthen, 1993).
Esto ha sido corroborado por el reciente descubrimiento de las “neuronas espejo”
(Rizolatti,2006) (2) que pueden funcionar a nivel neuronal, son un aporte riquísimo al
conocimiento de cómo se va conformando la competencia comunicativa enunciada por
Trevarthen. Es a partir de ellas que podemos decir que la capacidad de un infante pequeño
para reproducir movimientos de la boca y la cara de los adultos, sugiere la existencia de redes
neuronales compartidas de un mecanismo neuronal sensorio motor presente desde el momento
del nacimiento. También sugiere una base neuronal para un proceso intersubjetivo que
comienza al principio de la vida y se expresa en actividades mutuamente coordinadas durante
las cuales los movimientos, las expresiones faciales y las interacciones de la voz del infante y
de la madre se sincronizan (Reddy y col., 1997).
Estas particularidades pueden suscitarnos una ampliación de la mirada sobre el origen de la
construcción psíquica, cognitiva y de la comunicación, que es fundamental en nuestra actividad
terapéutica.
La comunicación verbal por todo lo mencionado no puede ser entendida únicamente como una
aplicación de competencia lingüística debemos considerar que la estructura de intersubjetividad
posibilita dicha aplicación.
El proyecto terapéutico consiste en facilitar, en acompañar la construcción de las estructuras
cognitivas, lingüísticas y afectivas y no en síntomas que hay que mejorar, corregir o menos aún
curar. Es precisamente en este punto de unión emergencia del lenguaje/construcción del
lenguaje donde se inscribe la especificidad del terapeuta del lenguaje, nuestro accionar. Esta
modalidad terapéutica se apoya en un modelo interaccionista que demuestra que el desarrollo
del lenguaje se superpone e interactúa con otros aspectos del desarrollo del niño y que el
conocimiento surge de la interacción social con adultos y con pares. La intersubjetividad entre
hablantes capaces de comprensión mutua se hace posible Habermas lo denomina “universales
componentes del diálogo”.
Por tanto el el mediador semiótico (padres, educadores, terapeutas) ayudan a lograr un sentido
del universo, es la mediación intersubjetiva que ayuda a otro a reconocer los rasgos
significativos de su entorno a través del vínculo.
2- Se trata de un subgrupo nuevo de neuronas que se activan tanto al ejecutar como al observar
una acción, Su implicación en acciones motoras de la boca y rostro podría llevarnos al
reconocimiento de su importancia en el entendimiento de estados emocionales que tan
frecuentemente se transmiten a través de expresiones faciales tendría así, su soporte biológico
en el SNE (sistema de NE).Podrían ser las responsables de la capacidad de imitar, de aprender
y de la empatía al conectarnos emocionalmente con el exterior.
Abordar los trastornos del lenguaje teniendo como objetivo la comunicación, considerar los
atravesamientos que la problemática encierra, estudiar y concebir al sujeto desde la
complejidad, percibiéndolo como ya mencionara una totalidad y abordándolo considerándolo
una unidad bio-psico-social, es entonces una realidad insoslayable. Es preciso para ello
conocer la naturaleza explícitamente lingüística de los universales del diálogo propios de la
intersubjetividad que en la infancia que es inicialmente preverbal.
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Solemos observar que persiste una modalidad de impulsar a un lenguaje cognitivo vacío de
entonamiento afectivo relacionado con actuación o performance. Considero que el acelerarlo
impide un desarrollo armonioso del proceso de la comunicación empobreciendo en los niños
su competencia comunicativa.
Bibliografía
- Morin, E. (1998). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Gedisa.
- Morin, E. (1999). La cabeza bien puesta. Buenos Aires: Nueva Visión.
- Schnitman, D. F. (1998) Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad.
Buenos Aires: Paidós.
- Trevarthen, C. (1980), The foundations of intersubjectivity. In: The
Social Foundations of Language and Thought, ed. D. R. Olson. New
York: Norton, pp. 216-242.