Año IV, n.° 4, vol. 2. Lima, diciembre de 2011.
Publicación anual dedicada a la difusión exclusiva de la minificción mediante la investigación académica y textos de creación. Asimismo, rescata textos u obras minificcionales de autores peruanos consagrados en otros géneros.
Se edita en Lima y está dirigida por Rony Vásquez Guevara y Dany Doria Rodas.
9. En este número…
Editorial
Merecidoshomenajes 9
Los nutrientes líquidos
David Lagmanovich 11
Emilio Adolfo von Westphalen 15
Carlos Eduardo Zavaleta 19
David Baizabal 23
Ingrid Basto Szklo 27
Alberto Benza González 31
Paulina Bermúdez Valdebenito 35
Raúl Brasca 39
Dorian Rodas 43
Lilian Elphick 47
Pedro Espinoza Pajuelo 51
10. Juan Carlos Gaspar 55
Marisol Herrera 59
César Klauer 63
Ybrahim Luna 67
Víctor Lorenzo Cinca 71
Sarko Medina Hinojosa 75
David Moreno Sanz 79
Diego Muñoz Valenzuela 83
Rubén Darío Otálvaro Sepúlveda 87
Alfonso Pedraza 91
Javier Perucho 95
Jorge Ramos Cabezas 99
David Roas 103
Juan Romagnoli 107
Fabián Vique 111
PLESIOSAURIO8
El bolo alimenticio
11. Merecidos homenajes
Este año, PLESIOSAURIO sí demoró en retornar a la
superficie. Como presentamos en el volumen 1,
estuvo ocupado en su presentación por
diferentes lugares y en la organización de la
PrimeraJornada Peruana deMinificción.
Sin embargo, el camino también contó con
sentidas pérdidas. Primeramente, una mañana
del 26 de octubre de 2010, nos deja Josué David
Lajmanovich (Córdoba, 1927 - Tucumán,
2010), maestro de la minificción, no podemos
olvidar su La hormiga escritora (2004), y como
autor de libros de teoría de la minificción, El
microrrelato.Teoríaehistoria(2006).
Seis meses después, un 26 de abril, también a
los 83 años y por la mañana, nos abandona el
escritor de la Generación del 50 y catedrático
sanmarquino Carlos Eduardo Zavaleta (Caraz,
1928 - Lima, 2011), introductor de las técnicas
de vanguardia en el Perú y autor de un libro de
minificcióntituladoCuentosbrevísimos(2007).
Al lado de estos dos personajes, no nos
podemos olvidar de unos de los poetas que
12. consolidó la lírica peruana moderna: Emilio
Adolfo von Westphalen (Lima, 1911 - Lima,
2001), cuyo centenario de nacimiento nos
motiva a recuperarlo como autor de ficciones
breves en libros como Máximas y mínimas de
sapiencia pedestre(1982)yNueva serie(1984).
De esta manera, el presente volumen de
Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana
les rinde un merecido homenaje a estos autores
que han contribuido con sus trabajos en la
difusión de la ficción breve, sea en la creación o
enla crítica.
Ahora, los invitamos a servirse de este
suntuoso banquete. Pero cuidado: no los
prueben todos en un día, puede producir
indigestión.VALE.
Dorian Rodas
PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
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14. David Lagmanovich (Córdoba, 1927
Tucumán, 2010). Escritor argentino, cultivó
simultáneamente la crítica literaria, la poesía y el
microrrelato. En este último género fue autor de
La hormiga escritora (2004), Casi el silencio (2005) y
Menos de cien (2007). Los cuatro elementos (2007) fue
el primer libro de ficción que publica en España,
tras haber editado también, en Menoscuarto,
otros dos libros importantes: La otra mirada.
Antología del microrrelato hispánico (2005) y El
microrrelato.Teoría ehistoria(2006).
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15. La poda
NUNCA me ha parecido mal que mi autor
reduzca la hojarasca a través de la cual me
comunico con el mundo. Al contrario: me gusta
ser más esbelto y eficiente. Pero a veces se
extralimita y, en la ambición de expresarme con
menos palabras, corta una rama que yo amaba
en mi pequeña arquitectura. Entonces ya no
sufro una poda, sino una mutilación que me
hace sangrar y me causa dolor. Lo peor de todo
es que ni siquiera con ese sacrificio se me
entiendemejor.
De: Memorias de un microrrelato. Buenos Aires:
MacedoniaEdiciones,2010.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 13
16. Discusión
UN TEMA frecuente de discusión entre los
sabihondos (ahora llamamos especialistas) es si
represento un género moderno o si se me ha de
contar entre las manifestaciones,
necesariamente antigenéricas, de la
posmodernidad. Esta disputa llegó a quitarme
el sueño cuando me enteré de ella, pero ya no.
Ahora, mecontentocon existir.
De: Memorias de un microrrelato. Buenos Aires:
MacedoniaEdiciones,2010.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO14
18. Emilio Adolfo von Westphalen (Lima, 1911 -
Lima, 2001). Poeta, ensayista y promotor
cultural, fue también autor de ficciones breves.
Estudió en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, donde también ejerció la docencia.
Su prestigio como escritor se debió a Las ínsulas
extrañas (1933) y Abolición de la muerte (1935). Fue
agregado cultural del Perú en el extranjero y
dirigió las revistas Las moradas (1947-1949) y
Amaru (1967-1971). En 1995, el Estado
peruano le otorgó las Palmas Magisteriales y la
OrdendelSol.
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19. Ídolo
SE ARREMOLINARON de repente las palabras
para formar un bloque compacto e indisoluble
al cualno quedabasino someterse.
De: Máximas y mínimas de sapiencia pedestre. En: Poesía
completa y ensayos escogidos. Edición, prólogo y
cronología de Marco Martos. Lima Pontificia
UniversidadCatólica delPerú,2004.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 17
20. Errordecálculo
EL MAR se ha deslizado en el poema como en su
cueva y refugio natural sin tener en cuenta la
diferencia de proporciones. Cuando cedan las
costuras bajo el peso, ¿adónde irá a desaguar
todo eazulverdeacumulado?
De: Máximas y mínimas de sapiencia pedestre. En: Poesía
completa y ensayos escogidos. Edición, prólogo y
cronología de Marco Martos. Lima Pontificia
UniversidadCatólica delPerú,2004.
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22. Carlos Eduardo Zavaleta (Caraz, 1928 -
Lima, 2011). Escritor de la Generación del 50,
cultivó el cuento, la novela y el ensayo. La crítica
ha señalado su condición de pionero, por
introducir las técnicas literarias aprendidas de
James Joyce y William Faulkner en el Perú. Entre
sus obras destacan Los Ingar (1955), El Cristo
Villenas (1956), Unas manos violentas (1968),
Vestido de luto (1961), Muchas caras del amor (1966),
Los aprendices (1977), Pálido pero sereno (1997). En
el ámbito de la minificción publicó sus Cuentos
brevísimos(2007).
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23. Elprovinciano
LA CAPITAL de su país lo deslumbró por el tamaño
de la ciudad y por las nuevas costumbres. La gente
no andaba sino montaba en automóviles,
motocicletas y aviones, no comía sino en
comedores públicos y pintorescos, y soñaba sin
dormir, sentada en vastos cines penumbrosos
donde el sueño común transcurría al fondo, entre
imágenesmusicalesylucesdecolores.
Al anochecer, paseando por las calles, vio que
la gente abría por turno las puertas de sus
pequeños e idénticos departamentos y que un
miembro de cada familia salía, muy cumplido, a
depositar en los umbrales un paquete bien
envuelto y aun, a veces, brillante y llamativo. Tuvo
tiempo de elegir el paquete más pulcro y mejor
hecho. Sólo faltaban unas cintas para convertirlo
en un presente. Lo llevó a su casa para averiguar
qué contendría esa muestra de las nuevas y bellas
costumbres de la gran ciudad. Lo abrió y debajo
del pulcro envoltorio halló la basura más
pestilente y nauseabunda que un hombre podía
imaginar.
De: Cuentos brevísimos.. Lima: Informática Brasa Eds.,
2007.
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24. ¡Sálveme,porfavor!
UN HOMBRE pobre y hambriento ve desde lejos
a una posible suicida prepararse a saltar de un
puentedeMiraflores.
Corre a disuadirla, pero es en vano, ella
gesticula y avanza en sus deseos, tanto, que él
diceuna fraseextraña,talvezdictadapor otro:
—¡No lo haga! —dice, forcejeando con la
mujer— ¡No lo haga por usted, sino por mí, por
favor,sálvemea mí!
De: Cuentos brevísimos.. Lima: Informática Brasa Eds.,
2007.
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26. David Baizabal (Puebla, México, 1989).
Actualmente es estudiante de Lingüística y
Literatura Hispánica en la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla. Algunos de
sus microrrelatos han sido publicados en los
sitios y revistas electrónicas como Químicamente
impuro, Ráfagas, parpadeos, Des-Borde Magazine y en
la Antología virtual de minificción mexicana, de la cual
es coautor. Su cuento «Tu estado actual es No
conectado» se publicó en el N° 142 de la revista
Crítica editadapor la BUAP.
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27. Erópteros
LOS ERÓPTEROS son criaturas quisquillosas más
que interesantes, hacen un rito de apareamiento
siempre distinto cuando encuentran a un nuevo
individuo, sea de su misma especie, de otro
género o de otra clase. Basta con un leve
resplandor de verdad para que encuentren en su
pareja en turno a un temible depredador y
vuelan empecinados buscando refugio, emigran
hacia cualquier dirección y se instalan en un
rincón igualmente árido o cubierto de musgo.
Los erópteros, confiados en la comodidad
aparente de su nuevo hábitat, ríen cantan besan
y emiten sonidos inauditos que reflejan una
suerte de felicidad instantánea. El instante, sea
dicho de paso, eselmomento más largo delciclo
vitaldeloserópteros.
El bolo alimenticio
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28. Breveyrápida estampadeun caracol
EL CARACOL se refugia en una pregunta que
carga sobre sí; el peso es tan grande que lo
obliga a arrastrarse dejando un llanto
inconsolable a modo debaba.
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30. Ingrid Foelkel Basto Szklo (Río de Janeiro,
1972). Se graduó en Comunicación Social en
1995 por la Universidad Católica de Río de
Janeiro (PUC-RIO). Trabaja en la Televisión
desde 1997, cuando ingresó a TV Globo, y
desde 2004 forma parte de Globo TV
International. En 2001, su cuento corto
«Múltipla Escolha» fue publicado en el
Suplemento Literario de Minas Gerais Nº 71. En
2010 volvió a PUC-RIO para un curso de
extensión llamado «Un paseo por la literatura
latino-americana», en el que descubrió el
universodelasmicroficciones.
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31. Sin disfraz(91+2=93palabras)
VIERNES, paré anoche en un semáforo. A mi
lado, una camioneta negra. El conductor y yo
nos miramos al mismo tiempo. Me vio con
naturalidad, mientras yo intentaba disfrazar el
desconcierto; ante el símbolo estampado en su
pañuelo rojo amarrado en la cabeza, el parche
negro inconfundible en el ojo, desvié
mecánicamente la mirada hacia el frente. Recé
para que se pusiera la luz verde antes de que él
abriera la puerta y me mostrara su pierna de
palo. No porque temiera el saqueo, sino porque
eracarnaval, despuésdetodo.
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32. Predestinados(73+01=74palabras)
¡JULIETA! ¡Romeo! Se reconocieron de la misma
historia, bastó un intercambio de miradas
maquilladas, medio desdibujadas. Entre confeti,
serpentinas y sudor, driblaron a la multitud para
abrazarse y salir bailando en un giro que avanzó
por el salón. La alegría del encuentro duró el
tiempo de una samba, pues cuando él le plantó
un beso borracho, al final, ella lo empujó para
siempre y lo cambió inmediatamente por el
primerShrekquepasó.
El bolo alimenticio
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34. Alberto Benza González (Lima, Perú, 1972).
Es encargado de la sección «El microcuento de
la semana» en el Suplemento Cultural Sólo 4 del
diario Correo de Huancayo. También ha sido
organizador del I Concurso Nacional de
Microcuento «Solo 4 2011» y de la Primera
Jornada Peruana de Minificción (setiembre de
2011). Ha realizado cursos de Escritura Creativa
en el Taller de Hiperbreves de la escritora
argentina Clara Obligado. Sus microrrelatos han
sido publicados en varios países. Es director
fundadordelGrupo LiterarioMicrópolis.
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35. Fotografía
OBSERVÓ la fotografía de su esposa (ella había
fallecido hace años). Siguió observándola
pausadamente hasta que la foto quedó
reposando en la mesa. Minutos después entró
su hijo y pudo ver, sorprendido, a sus padres
juntospor primeravez.
El bolo alimenticio
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36. Navidad
LUIS me contó un secreto: que su padre es papá
Noel.
—¿Cómo queestupadre?—repliqué.
—En vísperas de Navidad bajé
sigilosamente por las escaleras para ver mi
regalo ydiviséa mi madrehaciendo elamor en la
sala con un señor viejo y de barba blanca, era
canoso y llevaba gafas. Al rato escuché que él le
decía: «Aquí está el dinero, y también estoy
dejando unregalo para tuhijo».
El bolo alimenticio
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38. Paulina Bermúdez Valdebenito (Viña del
Mar, 1983). Egresa el 2007 de la carrera de
Pedagogía en Castellano (Universidad de Playa
Ancha) y se titula como Pedagoga Teatral en la
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso el
2011. Ha sido ponente en diversos encuentros y
congresos de minificción nacionales e
internacionales, y organizado seminarios de
literatura contemporánea. Es miembro activo
de la corporación Letras de Chile desde 2009,
donde ha contribuido a potenciar su área de
microcuento.
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39. Baila
DIJO que a sus 67 años jamás había tenido un
orgasmo.
Por eso cuando su compañero la atrajo hacia
sí, no supo explicar el calor que la recorrió.
Pensóquedebía serproductodeltango.
Sin título
CUANDO despertó, había sido devorado por un
hongo gigante. Dentro de él, tuvo maravillosas y
sicodélicasalucinaciones.
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40. Eldinosaurio
LO LLAMABAN así porque era un obeso, con una
dentadura feroz y olía a demonios. Aún así era el
más cotizado entre las chicas de la clase de
literaturamicroficcional.
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42. Raúl Brasca (Buenos Aires, 1948). Ha
publicado Las aguas madres (1994), Dos veces bueno.
Cuentos brevísimos latinoamericanos (1996), y
Antología del cuento breve y oculto (minificciones
tomadas de la literatura universal, en
colaboración con Luis Chitarroni, 2001). Sus
cuentos, microcuentos y ensayos han sido
publicados en revistas, suplementos literarios y
antologías de diversos países. Ganador dos
veces del Certamen internacional de cuento
brevísimo de la revista El Cuento (México, 1988 y
1997. Fue miembro fundador y codirector de la
revistaliterariaManiático textual.
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43. Hombreque espera
NUNCA hizo nada. Lo acusaban de indolente y
haragán, pero él sabía que no lo era. Sólo
esperaba la oportunidad de su vida. Y la intuía
tan grandiosa que rechazó, por pequeñas,
algunas que ningún hombre hubiese podido
rechazar. Cuando al fin la gran oportunidad
llegó, quiso aprovecharla. Pero había otros que
también la esperaban. Algunos mejor
entrenadosqueél.
El bolo alimenticio
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44. Superyo
IBA por la mitad de la cuadra cuando me vi venir
doblando la esquina. Sin duda yo venía por mí y
mi cara me acusaba. Como siempre que me pasa
esto, tuve miedo de mí mismo. También como
siempre, no logré pasarme de largo ni hacerme
rebotar. Irreparablemente, me metí en mí y me
declaréculpable.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO42
46. Dany Doria[n] Rodas (Lima, 1987).
Egresado de Literatura por la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos(2011). Ha sido
organizador del evento Narradores en San
Marcos. Un espacio para la prosa (2007).
Dirigió la revista de creación Bosque de latidos
(2007-2008) y actualmente es editor de
Plesiosaurio.Primera revistadeficciónperuana.
«
»
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47. Rechazo
LA NIÑA se encontró con palabras desconocidas
en su texto. ¿Buscar en el diccionario de la RAE
o en Wikipedia? De optar por lo primero,
probablemente no tendría la oportunidad de
hablar de las mismas cosas con sus compañeros
delcursoa distanciayseburlarían deella.
El bolo alimenticio
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48. Libertad
LE ENTREGARON su nuevo documento de
identificación al ciudadano Sólo, que ahora
deberíallamarseSolo.
No pudo reclamar,no ledejaron.
Esto le costó caro: ahora está detenido por
homonimia. Sin embargo, no es el único caso
registrado.
El bolo alimenticio
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50. Lilian Elphick (Santiago de Chile, 1959).
Escritora, directora de talleres literarios y
editora de la página web de la Corporación
Letras de Chile. Ha publicado La última canción de
Maggie Alcázar (1990), El otro afuera (2002), Ojo
Travieso (2007), Bellas de sangre contraria (2009). Su
último libro de microrrelatos es Diálogo de tigres
(2011). Ha sido publicada en numerosas
antologías de cuento y microrrelato, tanto en
Chile como el extranjero. Sus textos han sido
traducidosa variosidiomas.
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51. Monstrua III
ASPIRO pegamento echada en la última esquina
de esta ciudad amurallada. Una «M» cosida a la
espalda me identifica. No soy pordiosera, pero
la gente insiste en arrojar basura a la geografía de
mis cuatro faldas. Sé que el sol sale por ahí y que
los perros cuidan mis cosas: el canasto vacío, la
remendada capa roja. Mi abuela, antes de morir,
me dijo: lleva en tu tobillo este ramito de
romero. Y así lo hice. No me gruñen los malos
espíritus, aunque a cada rato siento que el
verdadero colmillo del lobo se entierra en mi
estómago y retuerce los sueños del bosque,
donde yo era una niña muy pequeña que estaba
enamorada desuhambre.
El bolo alimenticio
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52. Monstrua IV
NO TENGO piernas; un accidente, ya saben.
Pero, me movilizo en un carro. «Cortadita» me
llaman los amigos, los quemesubenal colectivo.
A veces me lleva el bueno de Jonás y no fustiga
al caballo para que yo no de tumbos entre
lechugas desarmadas y tallos de zanahorias. Los
que no me quieren me tiran piedras y aquí en el
descampado hay muchas. Yo sé asustar; me
defiendo. Lo que más me cabrea es el silencio.
Viene a susurrarme tonteras: monstrua fea,
remedo de hembra; mátate, lánzate cerro abajo.
Por mientras, aceito las ruedas y afilo el cuchillo
para trozarlo en dos cuando lo pille
desprevenido.
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54. Pedro Espinoza Pajuelo (Perú). Arqueólogo
y gestor cultural. Sus narraciones han sido
llevadas al cómic por Miguel Det, en la revista
Inocente Hecatombe. También han sido publicadas
en las revistas Tinta Expresa 4 y en diversos
números de Magenta (Piura), la misma que le
otorgó el I Premio «Escarabajo de Oro» 2009 a
MejorColaborador Novel.
PLESIOSAURIO52
55. Losdibujantes ysuscreaturas
VEO un dibujo al carboncillo de un hombre
sentado en el umbral de una puerta. Sobre su
rodilla doblada descansa su brazo derecho
extendido. Su palma izquierda hacia arriba,
como si pidiera limosna, está abandonada en su
regazo. Tiene la cabeza inclinada sobre el pecho
y unas guedejas desordenadas le cubren el
rostro. Pero, en realidad, no estoy viendo nada.
Los sentidos y el cansancio de sentarme en
umbralesa carboncillomeengañan.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 53
56. Nico
MIRO a Paola fumando distraídamente del otro
lado de la mesa y entonces evoco una fotografía
que Cartier-Bresson tomó a unas prostitutas en
México. De inmediato le sucede en mi mente el
rostro seco y duro de Nico. Poco a poco, mis
ojos, a través de la ventana de la cafetería, van a
perderse en la avenida. Paola se vuelve
lentamente hacia mí y siento cómo su mirada
secayduramemuerdeelrostro.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO54
58. Juan Carlos Gaspar Huauya (Lima).
Estudiante de la Universidad Nacional Federico
Villarreal. Ha participado en el CAELIT 2009
(UNFV) y en el VIII Encuentro Nacional de
Escritores «Manuel Jesús Baquerizo»
(Huamachuco,2009).
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59. Elcoleccionador
ESTOY dedicado a la docencia, a coleccionar
pequeñas mujercitas. Estoy dedicado a subir los
micros diariamente y sin un rumbo fijo, la
misión es encontrar a mi pequeña doncella
quinceañera. El promedio de posibles víctimas
va aumentando al acercarse la hora pactada. Me
gusta observarlas mientras leen; mientras
juegan; mientras corren. La nostalgia de María
me invade al saber quien será la próxima. Antes
de bajar a su lado, observo detenidamente
alrededores. Sé que no debo preocuparme, pero
esunpaso más quetengo quecumplir.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 57
60. La sombradeun conde
HACE algunos años nos conocimos. Tú me
dijiste que me amarías para siempre. Yo te creí,
por un instante. Un eterno instante. El tiempo
no pasa en vano, y aunque nosotros nunca
envejecemos, el amor sí. Tuve que matarte con
lo único que me mataría, con lo que mataría
cualquiera de nuestra especie: la soledad. No
pude soportarlo tuve que llevar tu cadáver a
miles de millas de esta ciudad. He vuelto a tu
tumba, he notado que tu aposento no necesita
de mis cuidados, ni de mis afectos. Algunos
ilusos —a esos que cazábamos a mitad de
camino, en esas épocas, te acuerdas— te
veneran, te ponen velas y se juran amor eterno
ante ti. Y hasta te han puesto un nombre: Sara
Hellen.
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62. Marisol Herrera Rodríguez (Sevilla). Inició
estudios de Sociología en Granada y se licenció
en Humanidades, en el itinerario de Patrimonio
Cultural. Hizo un Curso de Adaptación
Pedagógica en la rama de Lengua y Literatura.
Desde entonces ha participado en diferentes
talleres literarios, como en el de Fuentetaja en
Madrid. Ha asistido a seminarios y cursos,
también sobre literatura iberoamericana.
Actualmente vive en Sevilla y se dedica a la
aventuradelmicrorrelato.
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63. Privilegio
RECONOZCO que desde niño soy un
privilegiado. Mi padre era enterrador y viudo.
Por las noches, íbamos con un farol buscando
los huecos libres que había en el cementerio,
con sus lápidas preparadas para recibir al nuevo
huésped. Recorríamos las calles de esa ciudad
silenciosa, con sus portales de mármol, sus
rascacielos de nichos, sus adosados rutilantes,
sus evocadoras o concisas inscripciones.
Entonces mi padre me daba a escoger:
—¿Dónde quieres dormir hoy?— Y yo, según
mi ánimo o el atractivo del cubículo, le señalaba.
En verano, dormía en agujeros excavados,
abiertos a las estrellas. En invierno, cerraba la
puerta de mi nicho, olor a caoba, a pino, a
barniz, según el poder adquisitivo del encargo.
Y toda la noche la pasaba soñando la vida que yo
imaginaba para el muerto que vendría. Cuando
yo muera, espero que alguien se entierre para
soñar cómo podría habersidomivida.
El bolo alimenticio
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64. Traición
PAGUÉ a un detective por seguirme. Le di
instrucciones precisas, debía hacerme fotos,
esperarme a la salida del trabajo, disimular que
era un conductor cualquiera en un coche,
seguirme por la calle a la distancia precisa: ni
muy lejos como para que no oyera sus pasos ni
muy cerca como para que lo descubriera. Desde
entonces, ya no me sentí sola. Incluso potenció
mis dotes de actriz. Pero un día encontré en mi
mesita de noche un sobre con unas fotos y una
nota en la que decía: me has traicionado. Mi
marido nos había espiado a los dos. En la foto
aparecía mi espía con unos prismáticos
observando desde la calle como yo me desvestía
con la luz encendida y la ventana abierta,
mientraslesonreíacomplacida.
El bolo alimenticio
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66. César Klauer (Lima). Licenciado en
Educación y profesor de la Universidad Peruana
de Ciencias Aplicadas (UPC). Es autor de un
libro de cuentos Pura suerte (2009). Además, sus
crónicas de la vida de los años 70 en su barrio de
Magdalena han aparecido en La Revista de
Magdalena. También ha publicado en la revista
digital Generación. Sus crónicas gastronómicas y
de viajes han sido traducidas al inglés y
publicadas en Living in Peru. Ha cultivado,
además, la literatura infantil: El perro Patitas, El
gigantedelVientoyEldelfíndearena.
PLESIOSAURIO64
67. ElArcadeNoé
NOÉ les había cerrado las puertas del arca en el
hocico. Preocupada, su esposa abogó por ellas,
pero recibió una respuesta definitiva: El mundo
se libraría de esas plagas. Sus hijos también
trataron de disuadirlo, pero el viejo se mantuvo
firme: No hay lugar para ellas en el nuevo
mundo. ¿Se lo había ordenado así Dios? No,
había que aprovechar la coyuntura para
deshacerse de la inmundicia. Por eso, su
corazón casi estalla cuando vio los boquetes
roídos en los sacos de grano de la bodega, el
alimento derramado enelpiso.
Aterradas por su bíblico enojo, las ratas
huyeron.
El bolo alimenticio
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68. Carrera
LA TORTUGA ve a la liebre durmiendo bajo la
sombra del árbol. Sonríe, el somnífero que le
puso enelagua había sidouna buena idea.
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70. Ybrahim Luna Rodríguez (Cajamarca,
1979). Estudió Lengua y Literatura en la
Facultad de Educación de la Universidad
Nacional de Cajamarca. Ha publicado el
poemario Criador de pilotos (2009) y el libro de
cuentos De corresponsal a cómplice (2010).
Actualmente colabora con la web del diario La
República,con sucolumna «Hoteldepaso».
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71. Juntas
PRESIONA el suelo polvoriento con toda la
fuerza de su taco nueve. Toma el puñal que lleva
en la cartera, y no le importa romperse algunas
uñas postizas. El vehículo de Serenazgo cruza
como una ilusión toda la avenida. Está segura de
dar el paso. Ese hombre la ha maltratado
durante años, y ya es hora de hacer justicia.
Además, hay que aprovechar que está ebrio.
Nunca más la humillará por su condición de
mujerrentada.
Mira a los costados, traga saliva y furiosa
hunde el puñal en el pecho del hombre. Éste
gruñe como un cerdo y se desangra sobre los
colchones sucios que hay bajo el puente. Pronto
deja de luchar. Está muerto. José se quita la
peluca de Josefina y vuelve a ser el tendero
masculino de siempre. Con la ayuda de sus
amigas regresa al asentamiento humano donde
vive. Busca el serrucho que tiene bajo la cama
para liberarsedesusiamésinerte.
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72. Abrazos
LA MADRE abraza a su hijo y le dice que el sol ya
va a venir. Que mire cómo se asoma por ese
techo de trapos y raíces. Unas manos ajenas los
sujetan por las sienes y las vértebras. La madre
alza a su hijo esqueleto para que salga primero, y
pueda ver el sol después de doce años. Los
peritos forenses sudan frío en las alturas de
Huanta. La fosa es amplia. Hay muchas
historias.
El bolo alimenticio
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74. Víctor Lorenzo (Lleida, 1980). Licenciado en
Filología Hispánica. Es director y redactor de
una revista local. Publica sus microrrelatos en
blogs y webs dedicados a la minificción y en
diversas publicaciones periódicas, tanto digitales
como en papel. Algunos de sus textos han sido
recogidos en antologías. Alimenta las Realidades
para Lelos.
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75. El bolo alimenticio
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Migraciones
CADA NOCHE, en los estantes de mi pequeña
biblioteca, los personajes salen de los libros que
protagonizan y se meten atropelladamente en
otros. Lo sé. En los últimos capítulos de la
Odisea, don Juan Tenorio y Casanova intentan
en vano seducir a Penélope, que se abstrae
tejiendo para no sucumbir al doble galanteo. En
el canto noveno, frente a la gruta, Don Quijote
da golpecitos con el codo a su compañero
gordinflón, a la vez que repite con sorna,
molinos, ¿no, Sancho? No es nada raro todo este
ajetreo nocturno, esta agitación migratoria de
personajes: es la única opción muy arriesgada,
claro está- que tienen para escapar del
determinismo de su existencia. En los primeros
capítulos del Génesis, en la edición de bolsillo
de la Biblia, Guillermo Tell tensa el arco para
afinar su puntería, y un poco más allá Gregor
Samsa, solo y aburrido, confía ciegamente en
Noé para que le encuentre una pareja. Sherlock
Holmes y el doctor Watson, hartos de los
mismos casos, se cuelan en El código da Vinci y
resuelven el misterio en la página doce. Muchos
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76. El bolo alimenticio
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prefieren cambiar a diario de libro, descubrir
cada noche uno nuevo. Otros en cambio, como
el enfermo imaginario de Moliére, se inclinan
por refugiarse siempre en el mismo, un enorme
vademécum editado en piel. Baterbly, el
escribiente, es el único que prefiere no salir de su
destinoyaescrito.
Cada mañana, recojo los libros que han
quedado tumbados en los anaqueles y antes de
colocarlos bien derechos, cada uno en su sitio,
les echo una hojeada, convencido de que algún
día encontraré al personaje que, atrapado en una
historiaajena, confirmemi hipótesis.
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78. Sarko Medina Hinojosa (Arequipa).
Periodista de profesión, es escritor de relatos
desde los 8 años. Cuentos suyos han aparecido
intermitentemente en revistas impresas y
digitales. Ganador del primer premio del
Concurso de Cuentos la revista Fantástico en el
año 2004, ha quedado mencionado o finalista en
varios otros. Actualmente está próximo a editar
su primer libro de cuentos: 10 cuentos urbanos.
Pertenece a la Asociación Cultural Minotauro y
escribe artículos para diversos medios de
comunicación escrita. Dirige el Programa Radial
«Usteddecide».
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79. Búsqueda
QUERÍA ser un superhéroe y no sabía cómo
hacerlo. Buscó en las esquinas a quién salvar de
un atropello pero el atropellado fue él. En las
calles obscuras intentó salvar damiselas en
peligro, pero terminó en el hospital por hacerse
el vivo. Cambió de rubro y estudio abogacía y
medicina y ya con casi cuarenta años encima, no
encontró la justicia ni el heroísmo, sino tedio,
corrupción y desprecio por la vida... Hasta que
tuvo su primerhijo, en el momento de cambiarle
el pañal y ver la mirada impactante que el bebe le
regaló, descubrió que por fin era un superhéroe
para alguien, por lo menos hasta que el chico
entraraa secundaria…
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80. Manitasdepuerco
LE HABÍAN enviado un mail donde le
advirtieron que de tanto entrar a páginas
pornográficas en Internet, acontecía el
síndrome de las «manitas de puerco».
Atormentado por la idea de despertar cual
Gregorio Samsa transformado en una alimaña
extraña, se cortó las manos. Cuando regresó del
hospital su madre le develó el secreto, él no tenía
necesidad de mutilarse, porque desde su
nacimiento ya estaba marcado con el signo
porcino: ella y su padre eran primos
consanguíneos y la colita que siempre le
molestabaal sentarseeradechancho.
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82. David Moreno Sanz (España). Ha ganado
diversos premios: Primer premio en el 5º
Certamen Internacional de Relato Hiperbreve
Universidad Popular de Talarrubias (2011),
Primer Premio en el II Concurso de
Microrrelatos «Claves en Diagonal» (2010) y ha
sido finalista en otros como en el I Concurso
Búcaro (2009), I Concurso El Escritor Errante
(2009). Ha sido publicado en Más cuentos para
sonreír, Cuentos alígeros, revistas digitales (A
Contrapalabra, Atticus, Oblogo, Papirando) y en
prestigiosas páginas web dedicadas al mundo de
la minificción (Químicamente impuro, Breves no tan
breves,minificciones.com.ar).
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83. Último viaje
EL TREN está a punto de ponerse en marcha.
Los últimos pasajeros en subir toman asiento.
El de mi lado sigue vacío. Aprovecho y miro a
través de la ventanilla del vagón. Como de
costumbre, ahí permanece ella, en el andén,
ondeando su melena negra azabache, dirigiendo
sus ojos verde esmeralda hacia mí,
susurrándomeadiós con suslabios esponjosos y
sujetando con su mano en alto una refulgente
guadaña.
Cuando la estación se pierde en el horizonte,
noto sorpresivamente, el tacto gélido de una
mano.Estavez,ha decididoacompañarnos.
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84. Rescatefortuito
NO SÉ cómo llegué hasta aquí. Al principio fue
complicado acostumbrarme a la soledad, pero
pronto me fui adaptando a la tranquilidad de esta
isla. Me empecé a aficionar al sol, al mar y a la
frescura que daban las sombras de las palmeras. La
comida no era un problema por la abundancia de
cocos, plátanos y otras frutas. Pescar era siempre
exitoso para un profano como yo. Y las noches,
¡oh! erantodasestrelladas.
Los días pasaban plácidamente, hasta que en
medio de una de mis rutinarias siestas, tumbado en
una hamaca, me despertó un movimiento brusco
de caída libre seguido de una ola gigantesca que
arrasaba con todo lo que a su paso encontraba. Un
segundo después, que pareció una eternidad, un
estruendoso crujido de cristales casi me revienta
los tímpanos. Mil fragmentos de cristal se
esparcieron por el suelo del salón. Y con la boca
abierta quedaron los miembros de mi familia,
cuando me vieron levantar del suelo, empapado,
un poco mareado y con barba de meses, tantos
como los que llevaba desaparecido en esta
maltrecha bola de cristal que ahora acababa de
tiraraccidentalmentemiperrocon surabo.
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86. Diego Muñoz Valenzuela (Constitución,
1956). Ha publicado los volúmenes de cuentos
Nada ha terminado, Lugares secretos, Ángeles y
verdugos, Déjalo ser y De monstruos y bellezas y las
novelas Todo el amor en sus ojos, Flores para un cyborg
y Las criaturas del cyborg. Ha sido incluido en
antologías y muestras literarias publicadas en
Chile y el extranjero. Cuentos suyos han sido
traducidos a diversos idiomas. Distinguido en
diversos certámenes literarios, entre ellos el
Premio Consejo Nacional del Libro en 1994 y
1996.
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87. Elentomólogotorturador1
SE QUEDÓ mirando fijo los ojos de la mariposa.
Después la abofeteó con rudeza antes de
preguntarlepor últimavez:
—Contesta, si aprecias tu vida. No sigas
protegiéndolo. ¿Dónde está el maldito Chuang
Tzu?
Elentomólogotorturador2
CLAVÓ nuevamente la cachiporra electrónica en
los genitales del vencido escarabajo. Sin dejar de
aplicársela,preguntópor últimavez.
—No repetiré la pregunta, monstruoso
insecto.¿Quélehicistea Gregorio Samsa?
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88. Elentomólogotorturador3
OBSERVÓ con desprecio al díptero a través de la
enorme lupa, a sabiendas que estaba condenado
irremisiblemente. Disparó con precisión el láser
sobre uno de sus ojuelitos, desintegrándolo. El
insectovibródedolor.
—¿Cuántos pares son tres moscas? —aulló
elinterrogador.
Utilizó el rayo para seccionar una de sus
patas traseras. Una mínima voluta de humo
emanó delexoesqueletoylosélitrostemblaron.
—Un mosquito mata un león. No te hagas el
inocente y contesta. Antes he aniquilado a siete
de un golpe —le quemó una docena de
ojuelitos.
—En boca cerrada no entran moscas
—replicó eldíptero,sellando susuerte.
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90. Rubén Darío Otálvaro Sepúlveda
(Montería, 1961). Escritor. Magíster en
Literatura por la Pontifica Universidad Javeriana
(Bogotá).Licenciado en Idiomas y Literatura
por la Universidad de Caldas. Profesor-
investigador de Literatura en la Universidad de
Córdoba. Director del Grupo de Investigación
en Literatura del Caribe (GILC). Director del
Diplomado enEscrituraCreativa: Minificción.
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91. Suicida III
«LA BREVEDAD es el rostro de la muerte»
—reflexionó en voz alta el hacedor de versos. El
sepulturero continuó su arduo trabajo de
sembrar el silencio y no se sobresaltó cuando
escuchó el ruidoso sonido del disparo. No era la
primera vez que veía a un poeta parlotear al
bordedesutumba.
De:Tempusfugit.Bogotá:Río Ediciones,2010.
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92. Cerilla
¡SÓLO los grandes hombres están destinados a
hacer grandes cosas! —sentenció el Gran
Maestro, consagrado sabio por todos. Acto
seguido, su hijo, el idiota, que estaba entre la
multitud, destruyó la población entera con una
pequeñacerilla.
De:Tempusfugit.Bogotá, Río Ediciones,2010.
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94. Alfonso Pedraza. Médico Cirujano egresado
de la UNAM. Apasionado a la minificción desde
su juventud. Creador y coordinador del Taller de
Minicuento de www.ficticia.com. Coleccionó El
cuento, revista de imaginación durante muchos años.
Ahora publica las minificciones de esa
a n t o l ó g i c a p u b l i c a c i ó n e n
www.minisdelcuento.wordpress.com
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95. CortesaníasII
DESDE SIEMPRE, dada su alcurnia, había sido de
extrema derecha. Ahora, sin miramientos y por
exigencias de gobierno, la cuchara permanece
estoica a la izquierda de la escudilla del nuevo
monarca zurdo.
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96. Euseique vou teamar
ELLA PARTIÓ del hogar la tarde en que la
jacaranda del patio trasero se negó a florecer y
hasta el follaje perdió. Nunca, en treinta años
había sucedido. Se llevó los gatos y mis
chancletas que tanto le gustaban. Enrolló mis
dibujos al carbón. Los echó a la basura. Salió de
casa, no sin antes dejarme una pequeña flor al
pie del enorme árbol corito. Justo donde sus
raícesciñenmishuesos.
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98. Javier Perucho (México). Doctor en Letras
por la UNAM. Editor, ensayista e historiador
literario. Ha escrito Dinosaurios de papel. El cuento
brevísimo en México (2009) y El cuento jíbaro.
Antología del microrrelato mexicano (2006), Estéticas
de los confines (2003), Hijos de la patria perdida
(2001) y Los hijos del desastre (2000). Destaca su
texto «Pedro F. Miret, un raro del otro siglo», a la
queseguiráuna teoríadelosraros.
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99. Fueradelugar
NO ME DEJA escuchar la crónica del partido esta
niña llorona, ya le di su biberón, la arrullé en su
cama, le acerqué el muñeco de peluche que
abraza antes de dormir, y nada, sigue berreando.
La llevé a la recámara y mientras la recostaba, los
blanquiazules metieron otro gol a la marea
verde, gloria y ensueño de mi vida. Todo por
atenderla, apenas me descuido, meten gol a mi
equipo. Y en la repetición, clarito se ve que el
delantero estaba en fuera de lugar. Ese maldito
árbitro lo declaró bueno. Y la niña no para en su
llanto, ¿qué tendrá? Su madre dejó la leche tibia
en los biberones, la ropa preparada, pero no se
calla, aunque sigue envuelta en su cobertor. De
tardarse más, la llevaré con la vecina, pues en
otrodescuidoperderáelequipodemissueños.
Cuando metieron el primero, palpaba su
pañal que, aunque estaba seco, olía como a
vegetales podridos, ya ni tiempo me dio de
rabiar en la repetición de la jugada. Un gol ante
mi descuido. En el intermedio fui a buscar a la
vecina,toquéa supuerta,peronadie salió.
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100. El segundo tiempo arranca, la madre no
llega, pero la niña sigue en su llanto. Con otra
distracción mía, perderemos el partido. ¿Y si la
encierro en el cuarto de servicio, arropada, con
supelucheybiberón? Al fin la lechesiguetibia.
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102. Jorge Ramos Cabezas (Lima, 1982).
Egresado de Derecho y estudiante de Literatura
en la UNMSM. Ha ganado una mención
honrosa en el Concurso de Cuentos «Horas de
Ágora» (UNMSM, 2006) y ha publicado en las
revistas Ónice y Letras, en la Antología del I
Encuentro de Agrupaciones Literarias (2010) y en las
Actas del Coloquio Internacional «Lo fantástico en la
literatura y el arte en Latinoamérica» (2010) Ha sido
ponente en diversos eventos académico-
literarios y actualmente es miembro de Ónice y
director de Clemente. Revista peruana de literatura
fantástica.
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103. Ultraposapocalíptica
… SIN EMBARGO, la máquina, la única con vida
sobre el planeta, lamentablemente decidió
volver atrás, muy atrás. Cogió un puñado de
polvo y otro poco de aceites cósmicos, hizo un
amasijo, creo figurines con él y sopló. Luego,
decidióserDios.
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104. La mariposa
DESDE el día siguiente en que mi madre
desapareció, se evaporó, se fue —sin que nadie
sepa hasta ahora cómo ni adónde—, una
mariposa de alas verdes y bolitas rojas no deja de
visitarme por las noches en mi triste dormitorio,
a pesar de que siempre termino por cortarle las
alas, partirle la cabeza y destazarla en pedacitos,
antes de tirarla al río. Así, ya van cincuenta años,
estoy muy viejo, cansado y enfermo; sin
embargo, no ha pasado una sola noche en que el
insecto no aparezca por mis aposentos,
revolotee por mis libros y se pose sobre mis
cabellos. No ha pasado una sola noche tampoco
enqueyo vuelva a matarla.
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106. David Roas (Barcelona, 1965). Doctor en
Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y
profesor de estas disciplinas en la Universidad
Autónoma de Barcelona. Especialista en
literatura fantástica, ha publicado diversos
ensayos, antologías y artículos sobre dicho
género. También ha publicado los libros de
microrrelatos Los dichos de un necio (1996), la
parodia de novela negra Celuloide sangriento
(1996) y la antología Ciempiés. Los microrrelatos de
Quimera(2005).
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107. El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO
Demasiadaliteratura
CUARTO día de vacaciones en Galicia y las cosas
han empezado a tomar un extraño cariz.
Algunos dirán que es una simple coincidencia,
pero no deja de ser sorprendente que en los tres
hoteles en los que hemos dormido (Ribadeo,
Lugo y Muxía) nos hayan dado la habitación
201. Como queriendo quitarle importancia,
Marta dice que parece una situación sacada de
una novela de Paul Auster. O de Vila-Matas,
apunto yo.Demasiado azar.
Decidimos pasar la cuarta noche en Santiago.
Tras varias llamadas infructuosas, conseguimos
una habitación en un hotel del centro.
Dedicamos el día a recorrer la Costa da Morte y
llegamos a nuestro destino a las diez de la noche.
Sé que parecerá imposible, pero nos dan la 201.
Si en las ocasionesanterioresla coincidencianos
hizo reír, ahora la casualidad resulta excesiva. E
inquietante. Inventamos una tonta excusa y
pedimos otra habitación. Pero no podía ser de
otra forma- ésa es la única que les queda libre.
Nos miramos en silencio. Ambos sabemos que
no hay otra opción: es tarde, estamos muy
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108. El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO
cansados y en estas fechas no va a ser tan fácil
encontrar otro hotel. Y dormir en el coche está
descartado. Aceptamos la 201. Subimos en
silencio. Meto la llave en la cerradura y abro la
puerta con un escalofrío. Marta aprieta mi
mano. Con un rápido movimiento enciendo la
luz y miro a ambos lados, esperando que suceda
lo inevitable. Pero no ocurre nada. Todo es
absolutamentenormal. Malditarealidad.
De:Distorsiones.Madrid:Páginas deespuma,2010.
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110. PLESIOSAURIO
Juan Romagnoli (La Plata, 1982). Entusiasta
investigador e impulsor de la onirología. Lector
crónico, ha cultivado sobre todo el género del
cuento y del microrrelato. Colaboró en la revista
mexicana El cuento y ha sido incluido en
antologías como Dos veces bueno 3, De mil amores y
Antología de microrrelatos amorosos, Ciempiés. Los
microrrelatos de Quimera (2006), Microrrelatos en el
mundo hispanoparlante (2006) y en El límite de la
palabra. Antología del microrrelato argentino
contemporáneo(2007).
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111. Jekyll yHydeII
EL DOCTOR JEKYLL, noche tras noche, se
convierte en el maligno Hyde. El experimento
va bien, se asegura; pero sabe que no será un
rotundo éxito hasta tanto no consiga
perfeccionar la fórmula y mantener, tras la
transformación, un aspecto exterior menos
obvio, más suave, un rostro confiable, una
sonrisa seductora que le permita dedicarse a los
negocios sin despertar sospechas y, acaso con el
tiempo,postularsea uncargo público.
De: Universos ínfimos. Murcia: Tres Fronteras
ediciones,2009.
El bolo alimenticio
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112. Retorno
EL HOMBRE había estado jugando con el escote
de la dama sin saber cuál sería su reacción. Ella
había permanecido pasiva, casi indiferente. Sin
embargo, cuando él, decidido, buscó su boca,
ella respondió con avidez. En acelerado trámite,
fueron quitándose mutuamente ropa y traje,
hasta que ya en interiores, él le separó las piernas
con delicadeza. Entonces, con todo su sexo a
disposición, introdujo primero un dedo casi
obstétrico, luego la mano (ella, como entregada
en éxtasis), luego el brazo y, poco a poco, con
gran esfuerzo, todo él fue ingresando por el
conducto hasta contenerse, acurrucado, en el
úterohúmedoytibio deella.
Sólo lerestabaesperarnuevemeses.
(Inédito)
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114. PLESIOSAURIO
Fabián Vique (Buenos Aires, 1966). Profesor
de Literatura. Ha publicado La tierra de los
desorientados (2008), Variaciones sobre el sueño de
Chuang Tzu (2009) y La vida misma y otras
microficciones(2010).
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115. Duda que sobrevuela
CUANDO uno mata por la mañana los
mosquitos que por la noche bebieron nuestra
sangre, ¿es un homicidio o una especie de
suicidio?
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116. Aprendizaje
YO NO SABÍA qué cosa era la amistad y ella me
enseñó. Me dijo que debíamos ser amigos
porque la amistad, a diferencia de cualquier otro
tipo de relación, era eterna. Y fuimos amigos
durantemuchos años.
Pero yo no sabía qué cosa era el amor, y
entonces ella me enseñó. Me dijo que debíamos
ser amantes porque el amor, a diferencia de
cualquier otro sentimiento, era eterno. Y fuimos
amantesdurantemuchos ymuyfelicesaños.
Pero yo no sabía qué cosa era el sufrimiento
y entonces ella me abandonó. Me dijo que
debíamos alejarnos porque el sufrimiento, a
diferencia de cualquier otra sensación, era
eterno.Y sufrimospor toda la eternidad.
De: La vida misma y otras microficciones. Buenos Aires:
MacedoniaEdiciones,2010.
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