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PLESIOSAURIO
Primera revista de ficción breve peruana
PLESIOSAURIO
Primerarevistadeficciónbreveperuana
EL BOLO ALIMENTICIO
Lima - Perú
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PLESIOSAURIO
Primerarevistadeficciónbreveperuana
Año IV, Nº 4, Vol. 2. Lima, diciembre de 2011.
Dirección: Rony Vásquez Guevara
Comité Editor: Diana Cribilleros Ramos, Dany Doria Rodas,
Carolina Rodríguez Alzza, Rubén Roque Aroni
Carátula: Carlos Lavida
Diseño y diagramación interior: Dany Doria Rodas
Ilustraciones: Diana Cribilleros
© Plesiosaurio
Av. Santa Elvira, Urb. San Elías, Mz. «A», Lote 3, Lima 39
Teléfono: 51-1-5289229
Celular: 997254851 / 996308452
Web: http://revistaplesiosaurio.blogspot.com
E-mail: plesiosaurio.peru@gmail.com
Facebook: www.facebook.com/RevistaPlesiosaurio
© abismoeditores, 2011
Jr. Pablo Risso 351, Lima 30
Web: http://abismoeditores.blogspot.com
E-mail: abismoeditores@gmail.com
Facebook: www.facebook.com/abismoeditores
ISSN 2071-4114 (impresa)
ISSN 2218-4112 (en línea)
Hecho el depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú
Nº 2008-13407
Incluye Vol. 2: El bolo alimenticio
Impreso en Perú - Piru llaqtapi qillqasqa - Printed in Peru
Todos los textos son de pertenencia exclusiva de sus autores.
En este número…
Editorial
Merecidoshomenajes 9
Los nutrientes líquidos
David Lagmanovich 11
Emilio Adolfo von Westphalen 15
Carlos Eduardo Zavaleta 19
David Baizabal 23
Ingrid Basto Szklo 27
Alberto Benza González 31
Paulina Bermúdez Valdebenito 35
Raúl Brasca 39
Dorian Rodas 43
Lilian Elphick 47
Pedro Espinoza Pajuelo 51
Juan Carlos Gaspar 55
Marisol Herrera 59
César Klauer 63
Ybrahim Luna 67
Víctor Lorenzo Cinca 71
Sarko Medina Hinojosa 75
David Moreno Sanz 79
Diego Muñoz Valenzuela 83
Rubén Darío Otálvaro Sepúlveda 87
Alfonso Pedraza 91
Javier Perucho 95
Jorge Ramos Cabezas 99
David Roas 103
Juan Romagnoli 107
Fabián Vique 111
PLESIOSAURIO8
El bolo alimenticio
Merecidos homenajes
Este año, PLESIOSAURIO sí demoró en retornar a la
superficie. Como presentamos en el volumen 1,
estuvo ocupado en su presentación por
diferentes lugares y en la organización de la
PrimeraJornada Peruana deMinificción.
Sin embargo, el camino también contó con
sentidas pérdidas. Primeramente, una mañana
del 26 de octubre de 2010, nos deja Josué David
Lajmanovich (Córdoba, 1927 - Tucumán,
2010), maestro de la minificción, no podemos
olvidar su La hormiga escritora (2004), y como
autor de libros de teoría de la minificción, El
microrrelato.Teoríaehistoria(2006).
Seis meses después, un 26 de abril, también a
los 83 años y por la mañana, nos abandona el
escritor de la Generación del 50 y catedrático
sanmarquino Carlos Eduardo Zavaleta (Caraz,
1928 - Lima, 2011), introductor de las técnicas
de vanguardia en el Perú y autor de un libro de
minificcióntituladoCuentosbrevísimos(2007).
Al lado de estos dos personajes, no nos
podemos olvidar de unos de los poetas que
consolidó la lírica peruana moderna: Emilio
Adolfo von Westphalen (Lima, 1911 - Lima,
2001), cuyo centenario de nacimiento nos
motiva a recuperarlo como autor de ficciones
breves en libros como Máximas y mínimas de
sapiencia pedestre(1982)yNueva serie(1984).
De esta manera, el presente volumen de
Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana
les rinde un merecido homenaje a estos autores
que han contribuido con sus trabajos en la
difusión de la ficción breve, sea en la creación o
enla crítica.
Ahora, los invitamos a servirse de este
suntuoso banquete. Pero cuidado: no los
prueben todos en un día, puede producir
indigestión.VALE.
Dorian Rodas
PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
10
DAVID LAGMANOVICH
David Lagmanovich (Córdoba, 1927
Tucumán, 2010). Escritor argentino, cultivó
simultáneamente la crítica literaria, la poesía y el
microrrelato. En este último género fue autor de
La hormiga escritora (2004), Casi el silencio (2005) y
Menos de cien (2007). Los cuatro elementos (2007) fue
el primer libro de ficción que publica en España,
tras haber editado también, en Menoscuarto,
otros dos libros importantes: La otra mirada.
Antología del microrrelato hispánico (2005) y El
microrrelato.Teoría ehistoria(2006).
PLESIOSAURIO12
La poda
NUNCA me ha parecido mal que mi autor
reduzca la hojarasca a través de la cual me
comunico con el mundo. Al contrario: me gusta
ser más esbelto y eficiente. Pero a veces se
extralimita y, en la ambición de expresarme con
menos palabras, corta una rama que yo amaba
en mi pequeña arquitectura. Entonces ya no
sufro una poda, sino una mutilación que me
hace sangrar y me causa dolor. Lo peor de todo
es que ni siquiera con ese sacrificio se me
entiendemejor.
De: Memorias de un microrrelato. Buenos Aires:
MacedoniaEdiciones,2010.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 13
Discusión
UN TEMA frecuente de discusión entre los
sabihondos (ahora llamamos especialistas) es si
represento un género moderno o si se me ha de
contar entre las manifestaciones,
necesariamente antigenéricas, de la
posmodernidad. Esta disputa llegó a quitarme
el sueño cuando me enteré de ella, pero ya no.
Ahora, mecontentocon existir.
De: Memorias de un microrrelato. Buenos Aires:
MacedoniaEdiciones,2010.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO14
EMILIO ADOLFO VON WESTPHALEN
Emilio Adolfo von Westphalen (Lima, 1911 -
Lima, 2001). Poeta, ensayista y promotor
cultural, fue también autor de ficciones breves.
Estudió en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, donde también ejerció la docencia.
Su prestigio como escritor se debió a Las ínsulas
extrañas (1933) y Abolición de la muerte (1935). Fue
agregado cultural del Perú en el extranjero y
dirigió las revistas Las moradas (1947-1949) y
Amaru (1967-1971). En 1995, el Estado
peruano le otorgó las Palmas Magisteriales y la
OrdendelSol.
PLESIOSAURIO16
Ídolo
SE ARREMOLINARON de repente las palabras
para formar un bloque compacto e indisoluble
al cualno quedabasino someterse.
De: Máximas y mínimas de sapiencia pedestre. En: Poesía
completa y ensayos escogidos. Edición, prólogo y
cronología de Marco Martos. Lima Pontificia
UniversidadCatólica delPerú,2004.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 17
Errordecálculo
EL MAR se ha deslizado en el poema como en su
cueva y refugio natural sin tener en cuenta la
diferencia de proporciones. Cuando cedan las
costuras bajo el peso, ¿adónde irá a desaguar
todo eazulverdeacumulado?
De: Máximas y mínimas de sapiencia pedestre. En: Poesía
completa y ensayos escogidos. Edición, prólogo y
cronología de Marco Martos. Lima Pontificia
UniversidadCatólica delPerú,2004.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO18
CARLOS EDUARDO ZAVALETA
Carlos Eduardo Zavaleta (Caraz, 1928 -
Lima, 2011). Escritor de la Generación del 50,
cultivó el cuento, la novela y el ensayo. La crítica
ha señalado su condición de pionero, por
introducir las técnicas literarias aprendidas de
James Joyce y William Faulkner en el Perú. Entre
sus obras destacan Los Ingar (1955), El Cristo
Villenas (1956), Unas manos violentas (1968),
Vestido de luto (1961), Muchas caras del amor (1966),
Los aprendices (1977), Pálido pero sereno (1997). En
el ámbito de la minificción publicó sus Cuentos
brevísimos(2007).
PLESIOSAURIO20
Elprovinciano
LA CAPITAL de su país lo deslumbró por el tamaño
de la ciudad y por las nuevas costumbres. La gente
no andaba sino montaba en automóviles,
motocicletas y aviones, no comía sino en
comedores públicos y pintorescos, y soñaba sin
dormir, sentada en vastos cines penumbrosos
donde el sueño común transcurría al fondo, entre
imágenesmusicalesylucesdecolores.
Al anochecer, paseando por las calles, vio que
la gente abría por turno las puertas de sus
pequeños e idénticos departamentos y que un
miembro de cada familia salía, muy cumplido, a
depositar en los umbrales un paquete bien
envuelto y aun, a veces, brillante y llamativo. Tuvo
tiempo de elegir el paquete más pulcro y mejor
hecho. Sólo faltaban unas cintas para convertirlo
en un presente. Lo llevó a su casa para averiguar
qué contendría esa muestra de las nuevas y bellas
costumbres de la gran ciudad. Lo abrió y debajo
del pulcro envoltorio halló la basura más
pestilente y nauseabunda que un hombre podía
imaginar.
De: Cuentos brevísimos.. Lima: Informática Brasa Eds.,
2007.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 21
¡Sálveme,porfavor!
UN HOMBRE pobre y hambriento ve desde lejos
a una posible suicida prepararse a saltar de un
puentedeMiraflores.
Corre a disuadirla, pero es en vano, ella
gesticula y avanza en sus deseos, tanto, que él
diceuna fraseextraña,talvezdictadapor otro:
—¡No lo haga! —dice, forcejeando con la
mujer— ¡No lo haga por usted, sino por mí, por
favor,sálvemea mí!
De: Cuentos brevísimos.. Lima: Informática Brasa Eds.,
2007.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO22
DAVID BAIZABAL
David Baizabal (Puebla, México, 1989).
Actualmente es estudiante de Lingüística y
Literatura Hispánica en la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla. Algunos de
sus microrrelatos han sido publicados en los
sitios y revistas electrónicas como Químicamente
impuro, Ráfagas, parpadeos, Des-Borde Magazine y en
la Antología virtual de minificción mexicana, de la cual
es coautor. Su cuento «Tu estado actual es No
conectado» se publicó en el N° 142 de la revista
Crítica editadapor la BUAP.
PLESIOSAURIO24
Erópteros
LOS ERÓPTEROS son criaturas quisquillosas más
que interesantes, hacen un rito de apareamiento
siempre distinto cuando encuentran a un nuevo
individuo, sea de su misma especie, de otro
género o de otra clase. Basta con un leve
resplandor de verdad para que encuentren en su
pareja en turno a un temible depredador y
vuelan empecinados buscando refugio, emigran
hacia cualquier dirección y se instalan en un
rincón igualmente árido o cubierto de musgo.
Los erópteros, confiados en la comodidad
aparente de su nuevo hábitat, ríen cantan besan
y emiten sonidos inauditos que reflejan una
suerte de felicidad instantánea. El instante, sea
dicho de paso, eselmomento más largo delciclo
vitaldeloserópteros.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 25
Breveyrápida estampadeun caracol
EL CARACOL se refugia en una pregunta que
carga sobre sí; el peso es tan grande que lo
obliga a arrastrarse dejando un llanto
inconsolable a modo debaba.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO26
INGRID BASTO SZKLO
Ingrid Foelkel Basto Szklo (Río de Janeiro,
1972). Se graduó en Comunicación Social en
1995 por la Universidad Católica de Río de
Janeiro (PUC-RIO). Trabaja en la Televisión
desde 1997, cuando ingresó a TV Globo, y
desde 2004 forma parte de Globo TV
International. En 2001, su cuento corto
«Múltipla Escolha» fue publicado en el
Suplemento Literario de Minas Gerais Nº 71. En
2010 volvió a PUC-RIO para un curso de
extensión llamado «Un paseo por la literatura
latino-americana», en el que descubrió el
universodelasmicroficciones.
PLESIOSAURIO28
Sin disfraz(91+2=93palabras)
VIERNES, paré anoche en un semáforo. A mi
lado, una camioneta negra. El conductor y yo
nos miramos al mismo tiempo. Me vio con
naturalidad, mientras yo intentaba disfrazar el
desconcierto; ante el símbolo estampado en su
pañuelo rojo amarrado en la cabeza, el parche
negro inconfundible en el ojo, desvié
mecánicamente la mirada hacia el frente. Recé
para que se pusiera la luz verde antes de que él
abriera la puerta y me mostrara su pierna de
palo. No porque temiera el saqueo, sino porque
eracarnaval, despuésdetodo.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 29
Predestinados(73+01=74palabras)
¡JULIETA! ¡Romeo! Se reconocieron de la misma
historia, bastó un intercambio de miradas
maquilladas, medio desdibujadas. Entre confeti,
serpentinas y sudor, driblaron a la multitud para
abrazarse y salir bailando en un giro que avanzó
por el salón. La alegría del encuentro duró el
tiempo de una samba, pues cuando él le plantó
un beso borracho, al final, ella lo empujó para
siempre y lo cambió inmediatamente por el
primerShrekquepasó.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO30
ALBERTO BENZA GONZÁLEZ
Alberto Benza González (Lima, Perú, 1972).
Es encargado de la sección «El microcuento de
la semana» en el Suplemento Cultural Sólo 4 del
diario Correo de Huancayo. También ha sido
organizador del I Concurso Nacional de
Microcuento «Solo 4 2011» y de la Primera
Jornada Peruana de Minificción (setiembre de
2011). Ha realizado cursos de Escritura Creativa
en el Taller de Hiperbreves de la escritora
argentina Clara Obligado. Sus microrrelatos han
sido publicados en varios países. Es director
fundadordelGrupo LiterarioMicrópolis.
PLESIOSAURIO32
Fotografía
OBSERVÓ la fotografía de su esposa (ella había
fallecido hace años). Siguió observándola
pausadamente hasta que la foto quedó
reposando en la mesa. Minutos después entró
su hijo y pudo ver, sorprendido, a sus padres
juntospor primeravez.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 33
Navidad
LUIS me contó un secreto: que su padre es papá
Noel.
—¿Cómo queestupadre?—repliqué.
—En vísperas de Navidad bajé
sigilosamente por las escaleras para ver mi
regalo ydiviséa mi madrehaciendo elamor en la
sala con un señor viejo y de barba blanca, era
canoso y llevaba gafas. Al rato escuché que él le
decía: «Aquí está el dinero, y también estoy
dejando unregalo para tuhijo».
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO34
PAULINA BERMÚDEZ VALDEBENITO
Paulina Bermúdez Valdebenito (Viña del
Mar, 1983). Egresa el 2007 de la carrera de
Pedagogía en Castellano (Universidad de Playa
Ancha) y se titula como Pedagoga Teatral en la
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso el
2011. Ha sido ponente en diversos encuentros y
congresos de minificción nacionales e
internacionales, y organizado seminarios de
literatura contemporánea. Es miembro activo
de la corporación Letras de Chile desde 2009,
donde ha contribuido a potenciar su área de
microcuento.
PLESIOSAURIO36
Baila
DIJO que a sus 67 años jamás había tenido un
orgasmo.
Por eso cuando su compañero la atrajo hacia
sí, no supo explicar el calor que la recorrió.
Pensóquedebía serproductodeltango.
Sin título
CUANDO despertó, había sido devorado por un
hongo gigante. Dentro de él, tuvo maravillosas y
sicodélicasalucinaciones.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 37
Eldinosaurio
LO LLAMABAN así porque era un obeso, con una
dentadura feroz y olía a demonios. Aún así era el
más cotizado entre las chicas de la clase de
literaturamicroficcional.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO38
RAÚL BRASCA
Raúl Brasca (Buenos Aires, 1948). Ha
publicado Las aguas madres (1994), Dos veces bueno.
Cuentos brevísimos latinoamericanos (1996), y
Antología del cuento breve y oculto (minificciones
tomadas de la literatura universal, en
colaboración con Luis Chitarroni, 2001). Sus
cuentos, microcuentos y ensayos han sido
publicados en revistas, suplementos literarios y
antologías de diversos países. Ganador dos
veces del Certamen internacional de cuento
brevísimo de la revista El Cuento (México, 1988 y
1997. Fue miembro fundador y codirector de la
revistaliterariaManiático textual.
PLESIOSAURIO40
Hombreque espera
NUNCA hizo nada. Lo acusaban de indolente y
haragán, pero él sabía que no lo era. Sólo
esperaba la oportunidad de su vida. Y la intuía
tan grandiosa que rechazó, por pequeñas,
algunas que ningún hombre hubiese podido
rechazar. Cuando al fin la gran oportunidad
llegó, quiso aprovecharla. Pero había otros que
también la esperaban. Algunos mejor
entrenadosqueél.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 41
Superyo
IBA por la mitad de la cuadra cuando me vi venir
doblando la esquina. Sin duda yo venía por mí y
mi cara me acusaba. Como siempre que me pasa
esto, tuve miedo de mí mismo. También como
siempre, no logré pasarme de largo ni hacerme
rebotar. Irreparablemente, me metí en mí y me
declaréculpable.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO42
DORIAN RODAS
Dany Doria[n] Rodas (Lima, 1987).
Egresado de Literatura por la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos(2011). Ha sido
organizador del evento Narradores en San
Marcos. Un espacio para la prosa (2007).
Dirigió la revista de creación Bosque de latidos
(2007-2008) y actualmente es editor de
Plesiosaurio.Primera revistadeficciónperuana.
«
»
PLESIOSAURIO44
Rechazo
LA NIÑA se encontró con palabras desconocidas
en su texto. ¿Buscar en el diccionario de la RAE
o en Wikipedia? De optar por lo primero,
probablemente no tendría la oportunidad de
hablar de las mismas cosas con sus compañeros
delcursoa distanciayseburlarían deella.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 45
Libertad
LE ENTREGARON su nuevo documento de
identificación al ciudadano Sólo, que ahora
deberíallamarseSolo.
No pudo reclamar,no ledejaron.
Esto le costó caro: ahora está detenido por
homonimia. Sin embargo, no es el único caso
registrado.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO46
LILIAN ELPHICK
Lilian Elphick (Santiago de Chile, 1959).
Escritora, directora de talleres literarios y
editora de la página web de la Corporación
Letras de Chile. Ha publicado La última canción de
Maggie Alcázar (1990), El otro afuera (2002), Ojo
Travieso (2007), Bellas de sangre contraria (2009). Su
último libro de microrrelatos es Diálogo de tigres
(2011). Ha sido publicada en numerosas
antologías de cuento y microrrelato, tanto en
Chile como el extranjero. Sus textos han sido
traducidosa variosidiomas.
PLESIOSAURIO48
Monstrua III
ASPIRO pegamento echada en la última esquina
de esta ciudad amurallada. Una «M» cosida a la
espalda me identifica. No soy pordiosera, pero
la gente insiste en arrojar basura a la geografía de
mis cuatro faldas. Sé que el sol sale por ahí y que
los perros cuidan mis cosas: el canasto vacío, la
remendada capa roja. Mi abuela, antes de morir,
me dijo: lleva en tu tobillo este ramito de
romero. Y así lo hice. No me gruñen los malos
espíritus, aunque a cada rato siento que el
verdadero colmillo del lobo se entierra en mi
estómago y retuerce los sueños del bosque,
donde yo era una niña muy pequeña que estaba
enamorada desuhambre.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 49
Monstrua IV
NO TENGO piernas; un accidente, ya saben.
Pero, me movilizo en un carro. «Cortadita» me
llaman los amigos, los quemesubenal colectivo.
A veces me lleva el bueno de Jonás y no fustiga
al caballo para que yo no de tumbos entre
lechugas desarmadas y tallos de zanahorias. Los
que no me quieren me tiran piedras y aquí en el
descampado hay muchas. Yo sé asustar; me
defiendo. Lo que más me cabrea es el silencio.
Viene a susurrarme tonteras: monstrua fea,
remedo de hembra; mátate, lánzate cerro abajo.
Por mientras, aceito las ruedas y afilo el cuchillo
para trozarlo en dos cuando lo pille
desprevenido.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO50
PEDRO ESPINOZA PAJUELO
Pedro Espinoza Pajuelo (Perú). Arqueólogo
y gestor cultural. Sus narraciones han sido
llevadas al cómic por Miguel Det, en la revista
Inocente Hecatombe. También han sido publicadas
en las revistas Tinta Expresa 4 y en diversos
números de Magenta (Piura), la misma que le
otorgó el I Premio «Escarabajo de Oro» 2009 a
MejorColaborador Novel.
PLESIOSAURIO52
Losdibujantes ysuscreaturas
VEO un dibujo al carboncillo de un hombre
sentado en el umbral de una puerta. Sobre su
rodilla doblada descansa su brazo derecho
extendido. Su palma izquierda hacia arriba,
como si pidiera limosna, está abandonada en su
regazo. Tiene la cabeza inclinada sobre el pecho
y unas guedejas desordenadas le cubren el
rostro. Pero, en realidad, no estoy viendo nada.
Los sentidos y el cansancio de sentarme en
umbralesa carboncillomeengañan.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 53
Nico
MIRO a Paola fumando distraídamente del otro
lado de la mesa y entonces evoco una fotografía
que Cartier-Bresson tomó a unas prostitutas en
México. De inmediato le sucede en mi mente el
rostro seco y duro de Nico. Poco a poco, mis
ojos, a través de la ventana de la cafetería, van a
perderse en la avenida. Paola se vuelve
lentamente hacia mí y siento cómo su mirada
secayduramemuerdeelrostro.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO54
JUAN CARLOS GASPAR
Juan Carlos Gaspar Huauya (Lima).
Estudiante de la Universidad Nacional Federico
Villarreal. Ha participado en el CAELIT 2009
(UNFV) y en el VIII Encuentro Nacional de
Escritores «Manuel Jesús Baquerizo»
(Huamachuco,2009).
PLESIOSAURIO56
Elcoleccionador
ESTOY dedicado a la docencia, a coleccionar
pequeñas mujercitas. Estoy dedicado a subir los
micros diariamente y sin un rumbo fijo, la
misión es encontrar a mi pequeña doncella
quinceañera. El promedio de posibles víctimas
va aumentando al acercarse la hora pactada. Me
gusta observarlas mientras leen; mientras
juegan; mientras corren. La nostalgia de María
me invade al saber quien será la próxima. Antes
de bajar a su lado, observo detenidamente
alrededores. Sé que no debo preocuparme, pero
esunpaso más quetengo quecumplir.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 57
La sombradeun conde
HACE algunos años nos conocimos. Tú me
dijiste que me amarías para siempre. Yo te creí,
por un instante. Un eterno instante. El tiempo
no pasa en vano, y aunque nosotros nunca
envejecemos, el amor sí. Tuve que matarte con
lo único que me mataría, con lo que mataría
cualquiera de nuestra especie: la soledad. No
pude soportarlo tuve que llevar tu cadáver a
miles de millas de esta ciudad. He vuelto a tu
tumba, he notado que tu aposento no necesita
de mis cuidados, ni de mis afectos. Algunos
ilusos —a esos que cazábamos a mitad de
camino, en esas épocas, te acuerdas— te
veneran, te ponen velas y se juran amor eterno
ante ti. Y hasta te han puesto un nombre: Sara
Hellen.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO58
MARISOL HERRERA
Marisol Herrera Rodríguez (Sevilla). Inició
estudios de Sociología en Granada y se licenció
en Humanidades, en el itinerario de Patrimonio
Cultural. Hizo un Curso de Adaptación
Pedagógica en la rama de Lengua y Literatura.
Desde entonces ha participado en diferentes
talleres literarios, como en el de Fuentetaja en
Madrid. Ha asistido a seminarios y cursos,
también sobre literatura iberoamericana.
Actualmente vive en Sevilla y se dedica a la
aventuradelmicrorrelato.
PLESIOSAURIO60
Privilegio
RECONOZCO que desde niño soy un
privilegiado. Mi padre era enterrador y viudo.
Por las noches, íbamos con un farol buscando
los huecos libres que había en el cementerio,
con sus lápidas preparadas para recibir al nuevo
huésped. Recorríamos las calles de esa ciudad
silenciosa, con sus portales de mármol, sus
rascacielos de nichos, sus adosados rutilantes,
sus evocadoras o concisas inscripciones.
Entonces mi padre me daba a escoger:
—¿Dónde quieres dormir hoy?— Y yo, según
mi ánimo o el atractivo del cubículo, le señalaba.
En verano, dormía en agujeros excavados,
abiertos a las estrellas. En invierno, cerraba la
puerta de mi nicho, olor a caoba, a pino, a
barniz, según el poder adquisitivo del encargo.
Y toda la noche la pasaba soñando la vida que yo
imaginaba para el muerto que vendría. Cuando
yo muera, espero que alguien se entierre para
soñar cómo podría habersidomivida.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 61
Traición
PAGUÉ a un detective por seguirme. Le di
instrucciones precisas, debía hacerme fotos,
esperarme a la salida del trabajo, disimular que
era un conductor cualquiera en un coche,
seguirme por la calle a la distancia precisa: ni
muy lejos como para que no oyera sus pasos ni
muy cerca como para que lo descubriera. Desde
entonces, ya no me sentí sola. Incluso potenció
mis dotes de actriz. Pero un día encontré en mi
mesita de noche un sobre con unas fotos y una
nota en la que decía: me has traicionado. Mi
marido nos había espiado a los dos. En la foto
aparecía mi espía con unos prismáticos
observando desde la calle como yo me desvestía
con la luz encendida y la ventana abierta,
mientraslesonreíacomplacida.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO62
CÉSAR KLAUER
César Klauer (Lima). Licenciado en
Educación y profesor de la Universidad Peruana
de Ciencias Aplicadas (UPC). Es autor de un
libro de cuentos Pura suerte (2009). Además, sus
crónicas de la vida de los años 70 en su barrio de
Magdalena han aparecido en La Revista de
Magdalena. También ha publicado en la revista
digital Generación. Sus crónicas gastronómicas y
de viajes han sido traducidas al inglés y
publicadas en Living in Peru. Ha cultivado,
además, la literatura infantil: El perro Patitas, El
gigantedelVientoyEldelfíndearena.
PLESIOSAURIO64
ElArcadeNoé
NOÉ les había cerrado las puertas del arca en el
hocico. Preocupada, su esposa abogó por ellas,
pero recibió una respuesta definitiva: El mundo
se libraría de esas plagas. Sus hijos también
trataron de disuadirlo, pero el viejo se mantuvo
firme: No hay lugar para ellas en el nuevo
mundo. ¿Se lo había ordenado así Dios? No,
había que aprovechar la coyuntura para
deshacerse de la inmundicia. Por eso, su
corazón casi estalla cuando vio los boquetes
roídos en los sacos de grano de la bodega, el
alimento derramado enelpiso.
Aterradas por su bíblico enojo, las ratas
huyeron.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 65
Carrera
LA TORTUGA ve a la liebre durmiendo bajo la
sombra del árbol. Sonríe, el somnífero que le
puso enelagua había sidouna buena idea.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO66
YBRAHIM LUNA
Ybrahim Luna Rodríguez (Cajamarca,
1979). Estudió Lengua y Literatura en la
Facultad de Educación de la Universidad
Nacional de Cajamarca. Ha publicado el
poemario Criador de pilotos (2009) y el libro de
cuentos De corresponsal a cómplice (2010).
Actualmente colabora con la web del diario La
República,con sucolumna «Hoteldepaso».
PLESIOSAURIO68
Juntas
PRESIONA el suelo polvoriento con toda la
fuerza de su taco nueve. Toma el puñal que lleva
en la cartera, y no le importa romperse algunas
uñas postizas. El vehículo de Serenazgo cruza
como una ilusión toda la avenida. Está segura de
dar el paso. Ese hombre la ha maltratado
durante años, y ya es hora de hacer justicia.
Además, hay que aprovechar que está ebrio.
Nunca más la humillará por su condición de
mujerrentada.
Mira a los costados, traga saliva y furiosa
hunde el puñal en el pecho del hombre. Éste
gruñe como un cerdo y se desangra sobre los
colchones sucios que hay bajo el puente. Pronto
deja de luchar. Está muerto. José se quita la
peluca de Josefina y vuelve a ser el tendero
masculino de siempre. Con la ayuda de sus
amigas regresa al asentamiento humano donde
vive. Busca el serrucho que tiene bajo la cama
para liberarsedesusiamésinerte.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 69
Abrazos
LA MADRE abraza a su hijo y le dice que el sol ya
va a venir. Que mire cómo se asoma por ese
techo de trapos y raíces. Unas manos ajenas los
sujetan por las sienes y las vértebras. La madre
alza a su hijo esqueleto para que salga primero, y
pueda ver el sol después de doce años. Los
peritos forenses sudan frío en las alturas de
Huanta. La fosa es amplia. Hay muchas
historias.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO70
VÍCTOR LORENZO CINCA
Víctor Lorenzo (Lleida, 1980). Licenciado en
Filología Hispánica. Es director y redactor de
una revista local. Publica sus microrrelatos en
blogs y webs dedicados a la minificción y en
diversas publicaciones periódicas, tanto digitales
como en papel. Algunos de sus textos han sido
recogidos en antologías. Alimenta las Realidades
para Lelos.
PLESIOSAURIO72
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO
Migraciones
CADA NOCHE, en los estantes de mi pequeña
biblioteca, los personajes salen de los libros que
protagonizan y se meten atropelladamente en
otros. Lo sé. En los últimos capítulos de la
Odisea, don Juan Tenorio y Casanova intentan
en vano seducir a Penélope, que se abstrae
tejiendo para no sucumbir al doble galanteo. En
el canto noveno, frente a la gruta, Don Quijote
da golpecitos con el codo a su compañero
gordinflón, a la vez que repite con sorna,
molinos, ¿no, Sancho? No es nada raro todo este
ajetreo nocturno, esta agitación migratoria de
personajes: es la única opción muy arriesgada,
claro está- que tienen para escapar del
determinismo de su existencia. En los primeros
capítulos del Génesis, en la edición de bolsillo
de la Biblia, Guillermo Tell tensa el arco para
afinar su puntería, y un poco más allá Gregor
Samsa, solo y aburrido, confía ciegamente en
Noé para que le encuentre una pareja. Sherlock
Holmes y el doctor Watson, hartos de los
mismos casos, se cuelan en El código da Vinci y
resuelven el misterio en la página doce. Muchos
73
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO
prefieren cambiar a diario de libro, descubrir
cada noche uno nuevo. Otros en cambio, como
el enfermo imaginario de Moliére, se inclinan
por refugiarse siempre en el mismo, un enorme
vademécum editado en piel. Baterbly, el
escribiente, es el único que prefiere no salir de su
destinoyaescrito.
Cada mañana, recojo los libros que han
quedado tumbados en los anaqueles y antes de
colocarlos bien derechos, cada uno en su sitio,
les echo una hojeada, convencido de que algún
día encontraré al personaje que, atrapado en una
historiaajena, confirmemi hipótesis.
74
SARKO MEDINA HINOJOSA
Sarko Medina Hinojosa (Arequipa).
Periodista de profesión, es escritor de relatos
desde los 8 años. Cuentos suyos han aparecido
intermitentemente en revistas impresas y
digitales. Ganador del primer premio del
Concurso de Cuentos la revista Fantástico en el
año 2004, ha quedado mencionado o finalista en
varios otros. Actualmente está próximo a editar
su primer libro de cuentos: 10 cuentos urbanos.
Pertenece a la Asociación Cultural Minotauro y
escribe artículos para diversos medios de
comunicación escrita. Dirige el Programa Radial
«Usteddecide».
PLESIOSAURIO76
Búsqueda
QUERÍA ser un superhéroe y no sabía cómo
hacerlo. Buscó en las esquinas a quién salvar de
un atropello pero el atropellado fue él. En las
calles obscuras intentó salvar damiselas en
peligro, pero terminó en el hospital por hacerse
el vivo. Cambió de rubro y estudio abogacía y
medicina y ya con casi cuarenta años encima, no
encontró la justicia ni el heroísmo, sino tedio,
corrupción y desprecio por la vida... Hasta que
tuvo su primerhijo, en el momento de cambiarle
el pañal y ver la mirada impactante que el bebe le
regaló, descubrió que por fin era un superhéroe
para alguien, por lo menos hasta que el chico
entraraa secundaria…
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 77
Manitasdepuerco
LE HABÍAN enviado un mail donde le
advirtieron que de tanto entrar a páginas
pornográficas en Internet, acontecía el
síndrome de las «manitas de puerco».
Atormentado por la idea de despertar cual
Gregorio Samsa transformado en una alimaña
extraña, se cortó las manos. Cuando regresó del
hospital su madre le develó el secreto, él no tenía
necesidad de mutilarse, porque desde su
nacimiento ya estaba marcado con el signo
porcino: ella y su padre eran primos
consanguíneos y la colita que siempre le
molestabaal sentarseeradechancho.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO78
DAVID MORENO SANZ
David Moreno Sanz (España). Ha ganado
diversos premios: Primer premio en el 5º
Certamen Internacional de Relato Hiperbreve
Universidad Popular de Talarrubias (2011),
Primer Premio en el II Concurso de
Microrrelatos «Claves en Diagonal» (2010) y ha
sido finalista en otros como en el I Concurso
Búcaro (2009), I Concurso El Escritor Errante
(2009). Ha sido publicado en Más cuentos para
sonreír, Cuentos alígeros, revistas digitales (A
Contrapalabra, Atticus, Oblogo, Papirando) y en
prestigiosas páginas web dedicadas al mundo de
la minificción (Químicamente impuro, Breves no tan
breves,minificciones.com.ar).
PLESIOSAURIO80
Último viaje
EL TREN está a punto de ponerse en marcha.
Los últimos pasajeros en subir toman asiento.
El de mi lado sigue vacío. Aprovecho y miro a
través de la ventanilla del vagón. Como de
costumbre, ahí permanece ella, en el andén,
ondeando su melena negra azabache, dirigiendo
sus ojos verde esmeralda hacia mí,
susurrándomeadiós con suslabios esponjosos y
sujetando con su mano en alto una refulgente
guadaña.
Cuando la estación se pierde en el horizonte,
noto sorpresivamente, el tacto gélido de una
mano.Estavez,ha decididoacompañarnos.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 81
Rescatefortuito
NO SÉ cómo llegué hasta aquí. Al principio fue
complicado acostumbrarme a la soledad, pero
pronto me fui adaptando a la tranquilidad de esta
isla. Me empecé a aficionar al sol, al mar y a la
frescura que daban las sombras de las palmeras. La
comida no era un problema por la abundancia de
cocos, plátanos y otras frutas. Pescar era siempre
exitoso para un profano como yo. Y las noches,
¡oh! erantodasestrelladas.
Los días pasaban plácidamente, hasta que en
medio de una de mis rutinarias siestas, tumbado en
una hamaca, me despertó un movimiento brusco
de caída libre seguido de una ola gigantesca que
arrasaba con todo lo que a su paso encontraba. Un
segundo después, que pareció una eternidad, un
estruendoso crujido de cristales casi me revienta
los tímpanos. Mil fragmentos de cristal se
esparcieron por el suelo del salón. Y con la boca
abierta quedaron los miembros de mi familia,
cuando me vieron levantar del suelo, empapado,
un poco mareado y con barba de meses, tantos
como los que llevaba desaparecido en esta
maltrecha bola de cristal que ahora acababa de
tiraraccidentalmentemiperrocon surabo.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO82
DIEGO MUÑOZ VALENZUELA
Diego Muñoz Valenzuela (Constitución,
1956). Ha publicado los volúmenes de cuentos
Nada ha terminado, Lugares secretos, Ángeles y
verdugos, Déjalo ser y De monstruos y bellezas y las
novelas Todo el amor en sus ojos, Flores para un cyborg
y Las criaturas del cyborg. Ha sido incluido en
antologías y muestras literarias publicadas en
Chile y el extranjero. Cuentos suyos han sido
traducidos a diversos idiomas. Distinguido en
diversos certámenes literarios, entre ellos el
Premio Consejo Nacional del Libro en 1994 y
1996.
PLESIOSAURIO84
Elentomólogotorturador1
SE QUEDÓ mirando fijo los ojos de la mariposa.
Después la abofeteó con rudeza antes de
preguntarlepor últimavez:
—Contesta, si aprecias tu vida. No sigas
protegiéndolo. ¿Dónde está el maldito Chuang
Tzu?
Elentomólogotorturador2
CLAVÓ nuevamente la cachiporra electrónica en
los genitales del vencido escarabajo. Sin dejar de
aplicársela,preguntópor últimavez.
—No repetiré la pregunta, monstruoso
insecto.¿Quélehicistea Gregorio Samsa?
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 85
Elentomólogotorturador3
OBSERVÓ con desprecio al díptero a través de la
enorme lupa, a sabiendas que estaba condenado
irremisiblemente. Disparó con precisión el láser
sobre uno de sus ojuelitos, desintegrándolo. El
insectovibródedolor.
—¿Cuántos pares son tres moscas? —aulló
elinterrogador.
Utilizó el rayo para seccionar una de sus
patas traseras. Una mínima voluta de humo
emanó delexoesqueletoylosélitrostemblaron.
—Un mosquito mata un león. No te hagas el
inocente y contesta. Antes he aniquilado a siete
de un golpe —le quemó una docena de
ojuelitos.
—En boca cerrada no entran moscas
—replicó eldíptero,sellando susuerte.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO86
RUBÉN DARÍO
OTÁLVARO SEPÚLVEDA
Rubén Darío Otálvaro Sepúlveda
(Montería, 1961). Escritor. Magíster en
Literatura por la Pontifica Universidad Javeriana
(Bogotá).Licenciado en Idiomas y Literatura
por la Universidad de Caldas. Profesor-
investigador de Literatura en la Universidad de
Córdoba. Director del Grupo de Investigación
en Literatura del Caribe (GILC). Director del
Diplomado enEscrituraCreativa: Minificción.
PLESIOSAURIO88
Suicida III
«LA BREVEDAD es el rostro de la muerte»
—reflexionó en voz alta el hacedor de versos. El
sepulturero continuó su arduo trabajo de
sembrar el silencio y no se sobresaltó cuando
escuchó el ruidoso sonido del disparo. No era la
primera vez que veía a un poeta parlotear al
bordedesutumba.
De:Tempusfugit.Bogotá:Río Ediciones,2010.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 89
Cerilla
¡SÓLO los grandes hombres están destinados a
hacer grandes cosas! —sentenció el Gran
Maestro, consagrado sabio por todos. Acto
seguido, su hijo, el idiota, que estaba entre la
multitud, destruyó la población entera con una
pequeñacerilla.
De:Tempusfugit.Bogotá, Río Ediciones,2010.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO90
ALFONSO PEDRAZA
Alfonso Pedraza. Médico Cirujano egresado
de la UNAM. Apasionado a la minificción desde
su juventud. Creador y coordinador del Taller de
Minicuento de www.ficticia.com. Coleccionó El
cuento, revista de imaginación durante muchos años.
Ahora publica las minificciones de esa
a n t o l ó g i c a p u b l i c a c i ó n e n
www.minisdelcuento.wordpress.com
PLESIOSAURIO92
CortesaníasII
DESDE SIEMPRE, dada su alcurnia, había sido de
extrema derecha. Ahora, sin miramientos y por
exigencias de gobierno, la cuchara permanece
estoica a la izquierda de la escudilla del nuevo
monarca zurdo.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 93
Euseique vou teamar
ELLA PARTIÓ del hogar la tarde en que la
jacaranda del patio trasero se negó a florecer y
hasta el follaje perdió. Nunca, en treinta años
había sucedido. Se llevó los gatos y mis
chancletas que tanto le gustaban. Enrolló mis
dibujos al carbón. Los echó a la basura. Salió de
casa, no sin antes dejarme una pequeña flor al
pie del enorme árbol corito. Justo donde sus
raícesciñenmishuesos.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO94
JAVIER PERUCHO
Javier Perucho (México). Doctor en Letras
por la UNAM. Editor, ensayista e historiador
literario. Ha escrito Dinosaurios de papel. El cuento
brevísimo en México (2009) y El cuento jíbaro.
Antología del microrrelato mexicano (2006), Estéticas
de los confines (2003), Hijos de la patria perdida
(2001) y Los hijos del desastre (2000). Destaca su
texto «Pedro F. Miret, un raro del otro siglo», a la
queseguiráuna teoríadelosraros.
PLESIOSAURIO96
Fueradelugar
NO ME DEJA escuchar la crónica del partido esta
niña llorona, ya le di su biberón, la arrullé en su
cama, le acerqué el muñeco de peluche que
abraza antes de dormir, y nada, sigue berreando.
La llevé a la recámara y mientras la recostaba, los
blanquiazules metieron otro gol a la marea
verde, gloria y ensueño de mi vida. Todo por
atenderla, apenas me descuido, meten gol a mi
equipo. Y en la repetición, clarito se ve que el
delantero estaba en fuera de lugar. Ese maldito
árbitro lo declaró bueno. Y la niña no para en su
llanto, ¿qué tendrá? Su madre dejó la leche tibia
en los biberones, la ropa preparada, pero no se
calla, aunque sigue envuelta en su cobertor. De
tardarse más, la llevaré con la vecina, pues en
otrodescuidoperderáelequipodemissueños.
Cuando metieron el primero, palpaba su
pañal que, aunque estaba seco, olía como a
vegetales podridos, ya ni tiempo me dio de
rabiar en la repetición de la jugada. Un gol ante
mi descuido. En el intermedio fui a buscar a la
vecina,toquéa supuerta,peronadie salió.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 97
El segundo tiempo arranca, la madre no
llega, pero la niña sigue en su llanto. Con otra
distracción mía, perderemos el partido. ¿Y si la
encierro en el cuarto de servicio, arropada, con
supelucheybiberón? Al fin la lechesiguetibia.
PLESIOSAURIO98
JORGE RAMOS CABEZAS
Jorge Ramos Cabezas (Lima, 1982).
Egresado de Derecho y estudiante de Literatura
en la UNMSM. Ha ganado una mención
honrosa en el Concurso de Cuentos «Horas de
Ágora» (UNMSM, 2006) y ha publicado en las
revistas Ónice y Letras, en la Antología del I
Encuentro de Agrupaciones Literarias (2010) y en las
Actas del Coloquio Internacional «Lo fantástico en la
literatura y el arte en Latinoamérica» (2010) Ha sido
ponente en diversos eventos académico-
literarios y actualmente es miembro de Ónice y
director de Clemente. Revista peruana de literatura
fantástica.
PLESIOSAURIO100
Ultraposapocalíptica
… SIN EMBARGO, la máquina, la única con vida
sobre el planeta, lamentablemente decidió
volver atrás, muy atrás. Cogió un puñado de
polvo y otro poco de aceites cósmicos, hizo un
amasijo, creo figurines con él y sopló. Luego,
decidióserDios.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 101
La mariposa
DESDE el día siguiente en que mi madre
desapareció, se evaporó, se fue —sin que nadie
sepa hasta ahora cómo ni adónde—, una
mariposa de alas verdes y bolitas rojas no deja de
visitarme por las noches en mi triste dormitorio,
a pesar de que siempre termino por cortarle las
alas, partirle la cabeza y destazarla en pedacitos,
antes de tirarla al río. Así, ya van cincuenta años,
estoy muy viejo, cansado y enfermo; sin
embargo, no ha pasado una sola noche en que el
insecto no aparezca por mis aposentos,
revolotee por mis libros y se pose sobre mis
cabellos. No ha pasado una sola noche tampoco
enqueyo vuelva a matarla.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO102
DAVID ROAS
David Roas (Barcelona, 1965). Doctor en
Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y
profesor de estas disciplinas en la Universidad
Autónoma de Barcelona. Especialista en
literatura fantástica, ha publicado diversos
ensayos, antologías y artículos sobre dicho
género. También ha publicado los libros de
microrrelatos Los dichos de un necio (1996), la
parodia de novela negra Celuloide sangriento
(1996) y la antología Ciempiés. Los microrrelatos de
Quimera(2005).
PLESIOSAURIO104
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO
Demasiadaliteratura
CUARTO día de vacaciones en Galicia y las cosas
han empezado a tomar un extraño cariz.
Algunos dirán que es una simple coincidencia,
pero no deja de ser sorprendente que en los tres
hoteles en los que hemos dormido (Ribadeo,
Lugo y Muxía) nos hayan dado la habitación
201. Como queriendo quitarle importancia,
Marta dice que parece una situación sacada de
una novela de Paul Auster. O de Vila-Matas,
apunto yo.Demasiado azar.
Decidimos pasar la cuarta noche en Santiago.
Tras varias llamadas infructuosas, conseguimos
una habitación en un hotel del centro.
Dedicamos el día a recorrer la Costa da Morte y
llegamos a nuestro destino a las diez de la noche.
Sé que parecerá imposible, pero nos dan la 201.
Si en las ocasionesanterioresla coincidencianos
hizo reír, ahora la casualidad resulta excesiva. E
inquietante. Inventamos una tonta excusa y
pedimos otra habitación. Pero no podía ser de
otra forma- ésa es la única que les queda libre.
Nos miramos en silencio. Ambos sabemos que
no hay otra opción: es tarde, estamos muy
105
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO
cansados y en estas fechas no va a ser tan fácil
encontrar otro hotel. Y dormir en el coche está
descartado. Aceptamos la 201. Subimos en
silencio. Meto la llave en la cerradura y abro la
puerta con un escalofrío. Marta aprieta mi
mano. Con un rápido movimiento enciendo la
luz y miro a ambos lados, esperando que suceda
lo inevitable. Pero no ocurre nada. Todo es
absolutamentenormal. Malditarealidad.
De:Distorsiones.Madrid:Páginas deespuma,2010.
106
JUAN ROMAGNOLI
PLESIOSAURIO
Juan Romagnoli (La Plata, 1982). Entusiasta
investigador e impulsor de la onirología. Lector
crónico, ha cultivado sobre todo el género del
cuento y del microrrelato. Colaboró en la revista
mexicana El cuento y ha sido incluido en
antologías como Dos veces bueno 3, De mil amores y
Antología de microrrelatos amorosos, Ciempiés. Los
microrrelatos de Quimera (2006), Microrrelatos en el
mundo hispanoparlante (2006) y en El límite de la
palabra. Antología del microrrelato argentino
contemporáneo(2007).
108
Jekyll yHydeII
EL DOCTOR JEKYLL, noche tras noche, se
convierte en el maligno Hyde. El experimento
va bien, se asegura; pero sabe que no será un
rotundo éxito hasta tanto no consiga
perfeccionar la fórmula y mantener, tras la
transformación, un aspecto exterior menos
obvio, más suave, un rostro confiable, una
sonrisa seductora que le permita dedicarse a los
negocios sin despertar sospechas y, acaso con el
tiempo,postularsea uncargo público.
De: Universos ínfimos. Murcia: Tres Fronteras
ediciones,2009.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 109
Retorno
EL HOMBRE había estado jugando con el escote
de la dama sin saber cuál sería su reacción. Ella
había permanecido pasiva, casi indiferente. Sin
embargo, cuando él, decidido, buscó su boca,
ella respondió con avidez. En acelerado trámite,
fueron quitándose mutuamente ropa y traje,
hasta que ya en interiores, él le separó las piernas
con delicadeza. Entonces, con todo su sexo a
disposición, introdujo primero un dedo casi
obstétrico, luego la mano (ella, como entregada
en éxtasis), luego el brazo y, poco a poco, con
gran esfuerzo, todo él fue ingresando por el
conducto hasta contenerse, acurrucado, en el
úterohúmedoytibio deella.
Sólo lerestabaesperarnuevemeses.
(Inédito)
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO110
FABIÁN VIQUE
PLESIOSAURIO
Fabián Vique (Buenos Aires, 1966). Profesor
de Literatura. Ha publicado La tierra de los
desorientados (2008), Variaciones sobre el sueño de
Chuang Tzu (2009) y La vida misma y otras
microficciones(2010).
112
Duda que sobrevuela
CUANDO uno mata por la mañana los
mosquitos que por la noche bebieron nuestra
sangre, ¿es un homicidio o una especie de
suicidio?
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO 113
Aprendizaje
YO NO SABÍA qué cosa era la amistad y ella me
enseñó. Me dijo que debíamos ser amigos
porque la amistad, a diferencia de cualquier otro
tipo de relación, era eterna. Y fuimos amigos
durantemuchos años.
Pero yo no sabía qué cosa era el amor, y
entonces ella me enseñó. Me dijo que debíamos
ser amantes porque el amor, a diferencia de
cualquier otro sentimiento, era eterno. Y fuimos
amantesdurantemuchos ymuyfelicesaños.
Pero yo no sabía qué cosa era el sufrimiento
y entonces ella me abandonó. Me dijo que
debíamos alejarnos porque el sufrimiento, a
diferencia de cualquier otra sensación, era
eterno.Y sufrimospor toda la eternidad.
De: La vida misma y otras microficciones. Buenos Aires:
MacedoniaEdiciones,2010.
El bolo alimenticio
PLESIOSAURIO114
PLESIOSAURIO
Primerarevistadeficciónbreveperuana
se terminó de imprimir
en los talleres gráficos
de abismoeditores
el 25 de diciembre de 2011,
día de la Natividad.
Jr. Pablo Risso 351, Lima 30.
Tiraje: 150 ejemplares
Plesiosaurio n.° 4, vol. 2
Plesiosaurio n.° 4, vol. 2
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  • 1.
  • 2.
  • 3.
  • 4.
  • 5. PLESIOSAURIO Primera revista de ficción breve peruana
  • 6.
  • 8. PLESIOSAURIO Primerarevistadeficciónbreveperuana Año IV, Nº 4, Vol. 2. Lima, diciembre de 2011. Dirección: Rony Vásquez Guevara Comité Editor: Diana Cribilleros Ramos, Dany Doria Rodas, Carolina Rodríguez Alzza, Rubén Roque Aroni Carátula: Carlos Lavida Diseño y diagramación interior: Dany Doria Rodas Ilustraciones: Diana Cribilleros © Plesiosaurio Av. Santa Elvira, Urb. San Elías, Mz. «A», Lote 3, Lima 39 Teléfono: 51-1-5289229 Celular: 997254851 / 996308452 Web: http://revistaplesiosaurio.blogspot.com E-mail: plesiosaurio.peru@gmail.com Facebook: www.facebook.com/RevistaPlesiosaurio © abismoeditores, 2011 Jr. Pablo Risso 351, Lima 30 Web: http://abismoeditores.blogspot.com E-mail: abismoeditores@gmail.com Facebook: www.facebook.com/abismoeditores ISSN 2071-4114 (impresa) ISSN 2218-4112 (en línea) Hecho el depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2008-13407 Incluye Vol. 2: El bolo alimenticio Impreso en Perú - Piru llaqtapi qillqasqa - Printed in Peru Todos los textos son de pertenencia exclusiva de sus autores.
  • 9. En este número… Editorial Merecidoshomenajes 9 Los nutrientes líquidos David Lagmanovich 11 Emilio Adolfo von Westphalen 15 Carlos Eduardo Zavaleta 19 David Baizabal 23 Ingrid Basto Szklo 27 Alberto Benza González 31 Paulina Bermúdez Valdebenito 35 Raúl Brasca 39 Dorian Rodas 43 Lilian Elphick 47 Pedro Espinoza Pajuelo 51
  • 10. Juan Carlos Gaspar 55 Marisol Herrera 59 César Klauer 63 Ybrahim Luna 67 Víctor Lorenzo Cinca 71 Sarko Medina Hinojosa 75 David Moreno Sanz 79 Diego Muñoz Valenzuela 83 Rubén Darío Otálvaro Sepúlveda 87 Alfonso Pedraza 91 Javier Perucho 95 Jorge Ramos Cabezas 99 David Roas 103 Juan Romagnoli 107 Fabián Vique 111 PLESIOSAURIO8 El bolo alimenticio
  • 11. Merecidos homenajes Este año, PLESIOSAURIO sí demoró en retornar a la superficie. Como presentamos en el volumen 1, estuvo ocupado en su presentación por diferentes lugares y en la organización de la PrimeraJornada Peruana deMinificción. Sin embargo, el camino también contó con sentidas pérdidas. Primeramente, una mañana del 26 de octubre de 2010, nos deja Josué David Lajmanovich (Córdoba, 1927 - Tucumán, 2010), maestro de la minificción, no podemos olvidar su La hormiga escritora (2004), y como autor de libros de teoría de la minificción, El microrrelato.Teoríaehistoria(2006). Seis meses después, un 26 de abril, también a los 83 años y por la mañana, nos abandona el escritor de la Generación del 50 y catedrático sanmarquino Carlos Eduardo Zavaleta (Caraz, 1928 - Lima, 2011), introductor de las técnicas de vanguardia en el Perú y autor de un libro de minificcióntituladoCuentosbrevísimos(2007). Al lado de estos dos personajes, no nos podemos olvidar de unos de los poetas que
  • 12. consolidó la lírica peruana moderna: Emilio Adolfo von Westphalen (Lima, 1911 - Lima, 2001), cuyo centenario de nacimiento nos motiva a recuperarlo como autor de ficciones breves en libros como Máximas y mínimas de sapiencia pedestre(1982)yNueva serie(1984). De esta manera, el presente volumen de Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana les rinde un merecido homenaje a estos autores que han contribuido con sus trabajos en la difusión de la ficción breve, sea en la creación o enla crítica. Ahora, los invitamos a servirse de este suntuoso banquete. Pero cuidado: no los prueben todos en un día, puede producir indigestión.VALE. Dorian Rodas PLESIOSAURIO El bolo alimenticio 10
  • 14. David Lagmanovich (Córdoba, 1927 Tucumán, 2010). Escritor argentino, cultivó simultáneamente la crítica literaria, la poesía y el microrrelato. En este último género fue autor de La hormiga escritora (2004), Casi el silencio (2005) y Menos de cien (2007). Los cuatro elementos (2007) fue el primer libro de ficción que publica en España, tras haber editado también, en Menoscuarto, otros dos libros importantes: La otra mirada. Antología del microrrelato hispánico (2005) y El microrrelato.Teoría ehistoria(2006). PLESIOSAURIO12
  • 15. La poda NUNCA me ha parecido mal que mi autor reduzca la hojarasca a través de la cual me comunico con el mundo. Al contrario: me gusta ser más esbelto y eficiente. Pero a veces se extralimita y, en la ambición de expresarme con menos palabras, corta una rama que yo amaba en mi pequeña arquitectura. Entonces ya no sufro una poda, sino una mutilación que me hace sangrar y me causa dolor. Lo peor de todo es que ni siquiera con ese sacrificio se me entiendemejor. De: Memorias de un microrrelato. Buenos Aires: MacedoniaEdiciones,2010. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 13
  • 16. Discusión UN TEMA frecuente de discusión entre los sabihondos (ahora llamamos especialistas) es si represento un género moderno o si se me ha de contar entre las manifestaciones, necesariamente antigenéricas, de la posmodernidad. Esta disputa llegó a quitarme el sueño cuando me enteré de ella, pero ya no. Ahora, mecontentocon existir. De: Memorias de un microrrelato. Buenos Aires: MacedoniaEdiciones,2010. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO14
  • 17. EMILIO ADOLFO VON WESTPHALEN
  • 18. Emilio Adolfo von Westphalen (Lima, 1911 - Lima, 2001). Poeta, ensayista y promotor cultural, fue también autor de ficciones breves. Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde también ejerció la docencia. Su prestigio como escritor se debió a Las ínsulas extrañas (1933) y Abolición de la muerte (1935). Fue agregado cultural del Perú en el extranjero y dirigió las revistas Las moradas (1947-1949) y Amaru (1967-1971). En 1995, el Estado peruano le otorgó las Palmas Magisteriales y la OrdendelSol. PLESIOSAURIO16
  • 19. Ídolo SE ARREMOLINARON de repente las palabras para formar un bloque compacto e indisoluble al cualno quedabasino someterse. De: Máximas y mínimas de sapiencia pedestre. En: Poesía completa y ensayos escogidos. Edición, prólogo y cronología de Marco Martos. Lima Pontificia UniversidadCatólica delPerú,2004. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 17
  • 20. Errordecálculo EL MAR se ha deslizado en el poema como en su cueva y refugio natural sin tener en cuenta la diferencia de proporciones. Cuando cedan las costuras bajo el peso, ¿adónde irá a desaguar todo eazulverdeacumulado? De: Máximas y mínimas de sapiencia pedestre. En: Poesía completa y ensayos escogidos. Edición, prólogo y cronología de Marco Martos. Lima Pontificia UniversidadCatólica delPerú,2004. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO18
  • 22. Carlos Eduardo Zavaleta (Caraz, 1928 - Lima, 2011). Escritor de la Generación del 50, cultivó el cuento, la novela y el ensayo. La crítica ha señalado su condición de pionero, por introducir las técnicas literarias aprendidas de James Joyce y William Faulkner en el Perú. Entre sus obras destacan Los Ingar (1955), El Cristo Villenas (1956), Unas manos violentas (1968), Vestido de luto (1961), Muchas caras del amor (1966), Los aprendices (1977), Pálido pero sereno (1997). En el ámbito de la minificción publicó sus Cuentos brevísimos(2007). PLESIOSAURIO20
  • 23. Elprovinciano LA CAPITAL de su país lo deslumbró por el tamaño de la ciudad y por las nuevas costumbres. La gente no andaba sino montaba en automóviles, motocicletas y aviones, no comía sino en comedores públicos y pintorescos, y soñaba sin dormir, sentada en vastos cines penumbrosos donde el sueño común transcurría al fondo, entre imágenesmusicalesylucesdecolores. Al anochecer, paseando por las calles, vio que la gente abría por turno las puertas de sus pequeños e idénticos departamentos y que un miembro de cada familia salía, muy cumplido, a depositar en los umbrales un paquete bien envuelto y aun, a veces, brillante y llamativo. Tuvo tiempo de elegir el paquete más pulcro y mejor hecho. Sólo faltaban unas cintas para convertirlo en un presente. Lo llevó a su casa para averiguar qué contendría esa muestra de las nuevas y bellas costumbres de la gran ciudad. Lo abrió y debajo del pulcro envoltorio halló la basura más pestilente y nauseabunda que un hombre podía imaginar. De: Cuentos brevísimos.. Lima: Informática Brasa Eds., 2007. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 21
  • 24. ¡Sálveme,porfavor! UN HOMBRE pobre y hambriento ve desde lejos a una posible suicida prepararse a saltar de un puentedeMiraflores. Corre a disuadirla, pero es en vano, ella gesticula y avanza en sus deseos, tanto, que él diceuna fraseextraña,talvezdictadapor otro: —¡No lo haga! —dice, forcejeando con la mujer— ¡No lo haga por usted, sino por mí, por favor,sálvemea mí! De: Cuentos brevísimos.. Lima: Informática Brasa Eds., 2007. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO22
  • 26. David Baizabal (Puebla, México, 1989). Actualmente es estudiante de Lingüística y Literatura Hispánica en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Algunos de sus microrrelatos han sido publicados en los sitios y revistas electrónicas como Químicamente impuro, Ráfagas, parpadeos, Des-Borde Magazine y en la Antología virtual de minificción mexicana, de la cual es coautor. Su cuento «Tu estado actual es No conectado» se publicó en el N° 142 de la revista Crítica editadapor la BUAP. PLESIOSAURIO24
  • 27. Erópteros LOS ERÓPTEROS son criaturas quisquillosas más que interesantes, hacen un rito de apareamiento siempre distinto cuando encuentran a un nuevo individuo, sea de su misma especie, de otro género o de otra clase. Basta con un leve resplandor de verdad para que encuentren en su pareja en turno a un temible depredador y vuelan empecinados buscando refugio, emigran hacia cualquier dirección y se instalan en un rincón igualmente árido o cubierto de musgo. Los erópteros, confiados en la comodidad aparente de su nuevo hábitat, ríen cantan besan y emiten sonidos inauditos que reflejan una suerte de felicidad instantánea. El instante, sea dicho de paso, eselmomento más largo delciclo vitaldeloserópteros. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 25
  • 28. Breveyrápida estampadeun caracol EL CARACOL se refugia en una pregunta que carga sobre sí; el peso es tan grande que lo obliga a arrastrarse dejando un llanto inconsolable a modo debaba. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO26
  • 30. Ingrid Foelkel Basto Szklo (Río de Janeiro, 1972). Se graduó en Comunicación Social en 1995 por la Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-RIO). Trabaja en la Televisión desde 1997, cuando ingresó a TV Globo, y desde 2004 forma parte de Globo TV International. En 2001, su cuento corto «Múltipla Escolha» fue publicado en el Suplemento Literario de Minas Gerais Nº 71. En 2010 volvió a PUC-RIO para un curso de extensión llamado «Un paseo por la literatura latino-americana», en el que descubrió el universodelasmicroficciones. PLESIOSAURIO28
  • 31. Sin disfraz(91+2=93palabras) VIERNES, paré anoche en un semáforo. A mi lado, una camioneta negra. El conductor y yo nos miramos al mismo tiempo. Me vio con naturalidad, mientras yo intentaba disfrazar el desconcierto; ante el símbolo estampado en su pañuelo rojo amarrado en la cabeza, el parche negro inconfundible en el ojo, desvié mecánicamente la mirada hacia el frente. Recé para que se pusiera la luz verde antes de que él abriera la puerta y me mostrara su pierna de palo. No porque temiera el saqueo, sino porque eracarnaval, despuésdetodo. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 29
  • 32. Predestinados(73+01=74palabras) ¡JULIETA! ¡Romeo! Se reconocieron de la misma historia, bastó un intercambio de miradas maquilladas, medio desdibujadas. Entre confeti, serpentinas y sudor, driblaron a la multitud para abrazarse y salir bailando en un giro que avanzó por el salón. La alegría del encuentro duró el tiempo de una samba, pues cuando él le plantó un beso borracho, al final, ella lo empujó para siempre y lo cambió inmediatamente por el primerShrekquepasó. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO30
  • 34. Alberto Benza González (Lima, Perú, 1972). Es encargado de la sección «El microcuento de la semana» en el Suplemento Cultural Sólo 4 del diario Correo de Huancayo. También ha sido organizador del I Concurso Nacional de Microcuento «Solo 4 2011» y de la Primera Jornada Peruana de Minificción (setiembre de 2011). Ha realizado cursos de Escritura Creativa en el Taller de Hiperbreves de la escritora argentina Clara Obligado. Sus microrrelatos han sido publicados en varios países. Es director fundadordelGrupo LiterarioMicrópolis. PLESIOSAURIO32
  • 35. Fotografía OBSERVÓ la fotografía de su esposa (ella había fallecido hace años). Siguió observándola pausadamente hasta que la foto quedó reposando en la mesa. Minutos después entró su hijo y pudo ver, sorprendido, a sus padres juntospor primeravez. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 33
  • 36. Navidad LUIS me contó un secreto: que su padre es papá Noel. —¿Cómo queestupadre?—repliqué. —En vísperas de Navidad bajé sigilosamente por las escaleras para ver mi regalo ydiviséa mi madrehaciendo elamor en la sala con un señor viejo y de barba blanca, era canoso y llevaba gafas. Al rato escuché que él le decía: «Aquí está el dinero, y también estoy dejando unregalo para tuhijo». El bolo alimenticio PLESIOSAURIO34
  • 38. Paulina Bermúdez Valdebenito (Viña del Mar, 1983). Egresa el 2007 de la carrera de Pedagogía en Castellano (Universidad de Playa Ancha) y se titula como Pedagoga Teatral en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso el 2011. Ha sido ponente en diversos encuentros y congresos de minificción nacionales e internacionales, y organizado seminarios de literatura contemporánea. Es miembro activo de la corporación Letras de Chile desde 2009, donde ha contribuido a potenciar su área de microcuento. PLESIOSAURIO36
  • 39. Baila DIJO que a sus 67 años jamás había tenido un orgasmo. Por eso cuando su compañero la atrajo hacia sí, no supo explicar el calor que la recorrió. Pensóquedebía serproductodeltango. Sin título CUANDO despertó, había sido devorado por un hongo gigante. Dentro de él, tuvo maravillosas y sicodélicasalucinaciones. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 37
  • 40. Eldinosaurio LO LLAMABAN así porque era un obeso, con una dentadura feroz y olía a demonios. Aún así era el más cotizado entre las chicas de la clase de literaturamicroficcional. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO38
  • 42. Raúl Brasca (Buenos Aires, 1948). Ha publicado Las aguas madres (1994), Dos veces bueno. Cuentos brevísimos latinoamericanos (1996), y Antología del cuento breve y oculto (minificciones tomadas de la literatura universal, en colaboración con Luis Chitarroni, 2001). Sus cuentos, microcuentos y ensayos han sido publicados en revistas, suplementos literarios y antologías de diversos países. Ganador dos veces del Certamen internacional de cuento brevísimo de la revista El Cuento (México, 1988 y 1997. Fue miembro fundador y codirector de la revistaliterariaManiático textual. PLESIOSAURIO40
  • 43. Hombreque espera NUNCA hizo nada. Lo acusaban de indolente y haragán, pero él sabía que no lo era. Sólo esperaba la oportunidad de su vida. Y la intuía tan grandiosa que rechazó, por pequeñas, algunas que ningún hombre hubiese podido rechazar. Cuando al fin la gran oportunidad llegó, quiso aprovecharla. Pero había otros que también la esperaban. Algunos mejor entrenadosqueél. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 41
  • 44. Superyo IBA por la mitad de la cuadra cuando me vi venir doblando la esquina. Sin duda yo venía por mí y mi cara me acusaba. Como siempre que me pasa esto, tuve miedo de mí mismo. También como siempre, no logré pasarme de largo ni hacerme rebotar. Irreparablemente, me metí en mí y me declaréculpable. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO42
  • 46. Dany Doria[n] Rodas (Lima, 1987). Egresado de Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos(2011). Ha sido organizador del evento Narradores en San Marcos. Un espacio para la prosa (2007). Dirigió la revista de creación Bosque de latidos (2007-2008) y actualmente es editor de Plesiosaurio.Primera revistadeficciónperuana. « » PLESIOSAURIO44
  • 47. Rechazo LA NIÑA se encontró con palabras desconocidas en su texto. ¿Buscar en el diccionario de la RAE o en Wikipedia? De optar por lo primero, probablemente no tendría la oportunidad de hablar de las mismas cosas con sus compañeros delcursoa distanciayseburlarían deella. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 45
  • 48. Libertad LE ENTREGARON su nuevo documento de identificación al ciudadano Sólo, que ahora deberíallamarseSolo. No pudo reclamar,no ledejaron. Esto le costó caro: ahora está detenido por homonimia. Sin embargo, no es el único caso registrado. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO46
  • 50. Lilian Elphick (Santiago de Chile, 1959). Escritora, directora de talleres literarios y editora de la página web de la Corporación Letras de Chile. Ha publicado La última canción de Maggie Alcázar (1990), El otro afuera (2002), Ojo Travieso (2007), Bellas de sangre contraria (2009). Su último libro de microrrelatos es Diálogo de tigres (2011). Ha sido publicada en numerosas antologías de cuento y microrrelato, tanto en Chile como el extranjero. Sus textos han sido traducidosa variosidiomas. PLESIOSAURIO48
  • 51. Monstrua III ASPIRO pegamento echada en la última esquina de esta ciudad amurallada. Una «M» cosida a la espalda me identifica. No soy pordiosera, pero la gente insiste en arrojar basura a la geografía de mis cuatro faldas. Sé que el sol sale por ahí y que los perros cuidan mis cosas: el canasto vacío, la remendada capa roja. Mi abuela, antes de morir, me dijo: lleva en tu tobillo este ramito de romero. Y así lo hice. No me gruñen los malos espíritus, aunque a cada rato siento que el verdadero colmillo del lobo se entierra en mi estómago y retuerce los sueños del bosque, donde yo era una niña muy pequeña que estaba enamorada desuhambre. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 49
  • 52. Monstrua IV NO TENGO piernas; un accidente, ya saben. Pero, me movilizo en un carro. «Cortadita» me llaman los amigos, los quemesubenal colectivo. A veces me lleva el bueno de Jonás y no fustiga al caballo para que yo no de tumbos entre lechugas desarmadas y tallos de zanahorias. Los que no me quieren me tiran piedras y aquí en el descampado hay muchas. Yo sé asustar; me defiendo. Lo que más me cabrea es el silencio. Viene a susurrarme tonteras: monstrua fea, remedo de hembra; mátate, lánzate cerro abajo. Por mientras, aceito las ruedas y afilo el cuchillo para trozarlo en dos cuando lo pille desprevenido. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO50
  • 54. Pedro Espinoza Pajuelo (Perú). Arqueólogo y gestor cultural. Sus narraciones han sido llevadas al cómic por Miguel Det, en la revista Inocente Hecatombe. También han sido publicadas en las revistas Tinta Expresa 4 y en diversos números de Magenta (Piura), la misma que le otorgó el I Premio «Escarabajo de Oro» 2009 a MejorColaborador Novel. PLESIOSAURIO52
  • 55. Losdibujantes ysuscreaturas VEO un dibujo al carboncillo de un hombre sentado en el umbral de una puerta. Sobre su rodilla doblada descansa su brazo derecho extendido. Su palma izquierda hacia arriba, como si pidiera limosna, está abandonada en su regazo. Tiene la cabeza inclinada sobre el pecho y unas guedejas desordenadas le cubren el rostro. Pero, en realidad, no estoy viendo nada. Los sentidos y el cansancio de sentarme en umbralesa carboncillomeengañan. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 53
  • 56. Nico MIRO a Paola fumando distraídamente del otro lado de la mesa y entonces evoco una fotografía que Cartier-Bresson tomó a unas prostitutas en México. De inmediato le sucede en mi mente el rostro seco y duro de Nico. Poco a poco, mis ojos, a través de la ventana de la cafetería, van a perderse en la avenida. Paola se vuelve lentamente hacia mí y siento cómo su mirada secayduramemuerdeelrostro. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO54
  • 58. Juan Carlos Gaspar Huauya (Lima). Estudiante de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Ha participado en el CAELIT 2009 (UNFV) y en el VIII Encuentro Nacional de Escritores «Manuel Jesús Baquerizo» (Huamachuco,2009). PLESIOSAURIO56
  • 59. Elcoleccionador ESTOY dedicado a la docencia, a coleccionar pequeñas mujercitas. Estoy dedicado a subir los micros diariamente y sin un rumbo fijo, la misión es encontrar a mi pequeña doncella quinceañera. El promedio de posibles víctimas va aumentando al acercarse la hora pactada. Me gusta observarlas mientras leen; mientras juegan; mientras corren. La nostalgia de María me invade al saber quien será la próxima. Antes de bajar a su lado, observo detenidamente alrededores. Sé que no debo preocuparme, pero esunpaso más quetengo quecumplir. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 57
  • 60. La sombradeun conde HACE algunos años nos conocimos. Tú me dijiste que me amarías para siempre. Yo te creí, por un instante. Un eterno instante. El tiempo no pasa en vano, y aunque nosotros nunca envejecemos, el amor sí. Tuve que matarte con lo único que me mataría, con lo que mataría cualquiera de nuestra especie: la soledad. No pude soportarlo tuve que llevar tu cadáver a miles de millas de esta ciudad. He vuelto a tu tumba, he notado que tu aposento no necesita de mis cuidados, ni de mis afectos. Algunos ilusos —a esos que cazábamos a mitad de camino, en esas épocas, te acuerdas— te veneran, te ponen velas y se juran amor eterno ante ti. Y hasta te han puesto un nombre: Sara Hellen. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO58
  • 62. Marisol Herrera Rodríguez (Sevilla). Inició estudios de Sociología en Granada y se licenció en Humanidades, en el itinerario de Patrimonio Cultural. Hizo un Curso de Adaptación Pedagógica en la rama de Lengua y Literatura. Desde entonces ha participado en diferentes talleres literarios, como en el de Fuentetaja en Madrid. Ha asistido a seminarios y cursos, también sobre literatura iberoamericana. Actualmente vive en Sevilla y se dedica a la aventuradelmicrorrelato. PLESIOSAURIO60
  • 63. Privilegio RECONOZCO que desde niño soy un privilegiado. Mi padre era enterrador y viudo. Por las noches, íbamos con un farol buscando los huecos libres que había en el cementerio, con sus lápidas preparadas para recibir al nuevo huésped. Recorríamos las calles de esa ciudad silenciosa, con sus portales de mármol, sus rascacielos de nichos, sus adosados rutilantes, sus evocadoras o concisas inscripciones. Entonces mi padre me daba a escoger: —¿Dónde quieres dormir hoy?— Y yo, según mi ánimo o el atractivo del cubículo, le señalaba. En verano, dormía en agujeros excavados, abiertos a las estrellas. En invierno, cerraba la puerta de mi nicho, olor a caoba, a pino, a barniz, según el poder adquisitivo del encargo. Y toda la noche la pasaba soñando la vida que yo imaginaba para el muerto que vendría. Cuando yo muera, espero que alguien se entierre para soñar cómo podría habersidomivida. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 61
  • 64. Traición PAGUÉ a un detective por seguirme. Le di instrucciones precisas, debía hacerme fotos, esperarme a la salida del trabajo, disimular que era un conductor cualquiera en un coche, seguirme por la calle a la distancia precisa: ni muy lejos como para que no oyera sus pasos ni muy cerca como para que lo descubriera. Desde entonces, ya no me sentí sola. Incluso potenció mis dotes de actriz. Pero un día encontré en mi mesita de noche un sobre con unas fotos y una nota en la que decía: me has traicionado. Mi marido nos había espiado a los dos. En la foto aparecía mi espía con unos prismáticos observando desde la calle como yo me desvestía con la luz encendida y la ventana abierta, mientraslesonreíacomplacida. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO62
  • 66. César Klauer (Lima). Licenciado en Educación y profesor de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Es autor de un libro de cuentos Pura suerte (2009). Además, sus crónicas de la vida de los años 70 en su barrio de Magdalena han aparecido en La Revista de Magdalena. También ha publicado en la revista digital Generación. Sus crónicas gastronómicas y de viajes han sido traducidas al inglés y publicadas en Living in Peru. Ha cultivado, además, la literatura infantil: El perro Patitas, El gigantedelVientoyEldelfíndearena. PLESIOSAURIO64
  • 67. ElArcadeNoé NOÉ les había cerrado las puertas del arca en el hocico. Preocupada, su esposa abogó por ellas, pero recibió una respuesta definitiva: El mundo se libraría de esas plagas. Sus hijos también trataron de disuadirlo, pero el viejo se mantuvo firme: No hay lugar para ellas en el nuevo mundo. ¿Se lo había ordenado así Dios? No, había que aprovechar la coyuntura para deshacerse de la inmundicia. Por eso, su corazón casi estalla cuando vio los boquetes roídos en los sacos de grano de la bodega, el alimento derramado enelpiso. Aterradas por su bíblico enojo, las ratas huyeron. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 65
  • 68. Carrera LA TORTUGA ve a la liebre durmiendo bajo la sombra del árbol. Sonríe, el somnífero que le puso enelagua había sidouna buena idea. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO66
  • 70. Ybrahim Luna Rodríguez (Cajamarca, 1979). Estudió Lengua y Literatura en la Facultad de Educación de la Universidad Nacional de Cajamarca. Ha publicado el poemario Criador de pilotos (2009) y el libro de cuentos De corresponsal a cómplice (2010). Actualmente colabora con la web del diario La República,con sucolumna «Hoteldepaso». PLESIOSAURIO68
  • 71. Juntas PRESIONA el suelo polvoriento con toda la fuerza de su taco nueve. Toma el puñal que lleva en la cartera, y no le importa romperse algunas uñas postizas. El vehículo de Serenazgo cruza como una ilusión toda la avenida. Está segura de dar el paso. Ese hombre la ha maltratado durante años, y ya es hora de hacer justicia. Además, hay que aprovechar que está ebrio. Nunca más la humillará por su condición de mujerrentada. Mira a los costados, traga saliva y furiosa hunde el puñal en el pecho del hombre. Éste gruñe como un cerdo y se desangra sobre los colchones sucios que hay bajo el puente. Pronto deja de luchar. Está muerto. José se quita la peluca de Josefina y vuelve a ser el tendero masculino de siempre. Con la ayuda de sus amigas regresa al asentamiento humano donde vive. Busca el serrucho que tiene bajo la cama para liberarsedesusiamésinerte. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 69
  • 72. Abrazos LA MADRE abraza a su hijo y le dice que el sol ya va a venir. Que mire cómo se asoma por ese techo de trapos y raíces. Unas manos ajenas los sujetan por las sienes y las vértebras. La madre alza a su hijo esqueleto para que salga primero, y pueda ver el sol después de doce años. Los peritos forenses sudan frío en las alturas de Huanta. La fosa es amplia. Hay muchas historias. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO70
  • 74. Víctor Lorenzo (Lleida, 1980). Licenciado en Filología Hispánica. Es director y redactor de una revista local. Publica sus microrrelatos en blogs y webs dedicados a la minificción y en diversas publicaciones periódicas, tanto digitales como en papel. Algunos de sus textos han sido recogidos en antologías. Alimenta las Realidades para Lelos. PLESIOSAURIO72
  • 75. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO Migraciones CADA NOCHE, en los estantes de mi pequeña biblioteca, los personajes salen de los libros que protagonizan y se meten atropelladamente en otros. Lo sé. En los últimos capítulos de la Odisea, don Juan Tenorio y Casanova intentan en vano seducir a Penélope, que se abstrae tejiendo para no sucumbir al doble galanteo. En el canto noveno, frente a la gruta, Don Quijote da golpecitos con el codo a su compañero gordinflón, a la vez que repite con sorna, molinos, ¿no, Sancho? No es nada raro todo este ajetreo nocturno, esta agitación migratoria de personajes: es la única opción muy arriesgada, claro está- que tienen para escapar del determinismo de su existencia. En los primeros capítulos del Génesis, en la edición de bolsillo de la Biblia, Guillermo Tell tensa el arco para afinar su puntería, y un poco más allá Gregor Samsa, solo y aburrido, confía ciegamente en Noé para que le encuentre una pareja. Sherlock Holmes y el doctor Watson, hartos de los mismos casos, se cuelan en El código da Vinci y resuelven el misterio en la página doce. Muchos 73
  • 76. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO prefieren cambiar a diario de libro, descubrir cada noche uno nuevo. Otros en cambio, como el enfermo imaginario de Moliére, se inclinan por refugiarse siempre en el mismo, un enorme vademécum editado en piel. Baterbly, el escribiente, es el único que prefiere no salir de su destinoyaescrito. Cada mañana, recojo los libros que han quedado tumbados en los anaqueles y antes de colocarlos bien derechos, cada uno en su sitio, les echo una hojeada, convencido de que algún día encontraré al personaje que, atrapado en una historiaajena, confirmemi hipótesis. 74
  • 78. Sarko Medina Hinojosa (Arequipa). Periodista de profesión, es escritor de relatos desde los 8 años. Cuentos suyos han aparecido intermitentemente en revistas impresas y digitales. Ganador del primer premio del Concurso de Cuentos la revista Fantástico en el año 2004, ha quedado mencionado o finalista en varios otros. Actualmente está próximo a editar su primer libro de cuentos: 10 cuentos urbanos. Pertenece a la Asociación Cultural Minotauro y escribe artículos para diversos medios de comunicación escrita. Dirige el Programa Radial «Usteddecide». PLESIOSAURIO76
  • 79. Búsqueda QUERÍA ser un superhéroe y no sabía cómo hacerlo. Buscó en las esquinas a quién salvar de un atropello pero el atropellado fue él. En las calles obscuras intentó salvar damiselas en peligro, pero terminó en el hospital por hacerse el vivo. Cambió de rubro y estudio abogacía y medicina y ya con casi cuarenta años encima, no encontró la justicia ni el heroísmo, sino tedio, corrupción y desprecio por la vida... Hasta que tuvo su primerhijo, en el momento de cambiarle el pañal y ver la mirada impactante que el bebe le regaló, descubrió que por fin era un superhéroe para alguien, por lo menos hasta que el chico entraraa secundaria… El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 77
  • 80. Manitasdepuerco LE HABÍAN enviado un mail donde le advirtieron que de tanto entrar a páginas pornográficas en Internet, acontecía el síndrome de las «manitas de puerco». Atormentado por la idea de despertar cual Gregorio Samsa transformado en una alimaña extraña, se cortó las manos. Cuando regresó del hospital su madre le develó el secreto, él no tenía necesidad de mutilarse, porque desde su nacimiento ya estaba marcado con el signo porcino: ella y su padre eran primos consanguíneos y la colita que siempre le molestabaal sentarseeradechancho. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO78
  • 82. David Moreno Sanz (España). Ha ganado diversos premios: Primer premio en el 5º Certamen Internacional de Relato Hiperbreve Universidad Popular de Talarrubias (2011), Primer Premio en el II Concurso de Microrrelatos «Claves en Diagonal» (2010) y ha sido finalista en otros como en el I Concurso Búcaro (2009), I Concurso El Escritor Errante (2009). Ha sido publicado en Más cuentos para sonreír, Cuentos alígeros, revistas digitales (A Contrapalabra, Atticus, Oblogo, Papirando) y en prestigiosas páginas web dedicadas al mundo de la minificción (Químicamente impuro, Breves no tan breves,minificciones.com.ar). PLESIOSAURIO80
  • 83. Último viaje EL TREN está a punto de ponerse en marcha. Los últimos pasajeros en subir toman asiento. El de mi lado sigue vacío. Aprovecho y miro a través de la ventanilla del vagón. Como de costumbre, ahí permanece ella, en el andén, ondeando su melena negra azabache, dirigiendo sus ojos verde esmeralda hacia mí, susurrándomeadiós con suslabios esponjosos y sujetando con su mano en alto una refulgente guadaña. Cuando la estación se pierde en el horizonte, noto sorpresivamente, el tacto gélido de una mano.Estavez,ha decididoacompañarnos. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 81
  • 84. Rescatefortuito NO SÉ cómo llegué hasta aquí. Al principio fue complicado acostumbrarme a la soledad, pero pronto me fui adaptando a la tranquilidad de esta isla. Me empecé a aficionar al sol, al mar y a la frescura que daban las sombras de las palmeras. La comida no era un problema por la abundancia de cocos, plátanos y otras frutas. Pescar era siempre exitoso para un profano como yo. Y las noches, ¡oh! erantodasestrelladas. Los días pasaban plácidamente, hasta que en medio de una de mis rutinarias siestas, tumbado en una hamaca, me despertó un movimiento brusco de caída libre seguido de una ola gigantesca que arrasaba con todo lo que a su paso encontraba. Un segundo después, que pareció una eternidad, un estruendoso crujido de cristales casi me revienta los tímpanos. Mil fragmentos de cristal se esparcieron por el suelo del salón. Y con la boca abierta quedaron los miembros de mi familia, cuando me vieron levantar del suelo, empapado, un poco mareado y con barba de meses, tantos como los que llevaba desaparecido en esta maltrecha bola de cristal que ahora acababa de tiraraccidentalmentemiperrocon surabo. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO82
  • 86. Diego Muñoz Valenzuela (Constitución, 1956). Ha publicado los volúmenes de cuentos Nada ha terminado, Lugares secretos, Ángeles y verdugos, Déjalo ser y De monstruos y bellezas y las novelas Todo el amor en sus ojos, Flores para un cyborg y Las criaturas del cyborg. Ha sido incluido en antologías y muestras literarias publicadas en Chile y el extranjero. Cuentos suyos han sido traducidos a diversos idiomas. Distinguido en diversos certámenes literarios, entre ellos el Premio Consejo Nacional del Libro en 1994 y 1996. PLESIOSAURIO84
  • 87. Elentomólogotorturador1 SE QUEDÓ mirando fijo los ojos de la mariposa. Después la abofeteó con rudeza antes de preguntarlepor últimavez: —Contesta, si aprecias tu vida. No sigas protegiéndolo. ¿Dónde está el maldito Chuang Tzu? Elentomólogotorturador2 CLAVÓ nuevamente la cachiporra electrónica en los genitales del vencido escarabajo. Sin dejar de aplicársela,preguntópor últimavez. —No repetiré la pregunta, monstruoso insecto.¿Quélehicistea Gregorio Samsa? El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 85
  • 88. Elentomólogotorturador3 OBSERVÓ con desprecio al díptero a través de la enorme lupa, a sabiendas que estaba condenado irremisiblemente. Disparó con precisión el láser sobre uno de sus ojuelitos, desintegrándolo. El insectovibródedolor. —¿Cuántos pares son tres moscas? —aulló elinterrogador. Utilizó el rayo para seccionar una de sus patas traseras. Una mínima voluta de humo emanó delexoesqueletoylosélitrostemblaron. —Un mosquito mata un león. No te hagas el inocente y contesta. Antes he aniquilado a siete de un golpe —le quemó una docena de ojuelitos. —En boca cerrada no entran moscas —replicó eldíptero,sellando susuerte. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO86
  • 90. Rubén Darío Otálvaro Sepúlveda (Montería, 1961). Escritor. Magíster en Literatura por la Pontifica Universidad Javeriana (Bogotá).Licenciado en Idiomas y Literatura por la Universidad de Caldas. Profesor- investigador de Literatura en la Universidad de Córdoba. Director del Grupo de Investigación en Literatura del Caribe (GILC). Director del Diplomado enEscrituraCreativa: Minificción. PLESIOSAURIO88
  • 91. Suicida III «LA BREVEDAD es el rostro de la muerte» —reflexionó en voz alta el hacedor de versos. El sepulturero continuó su arduo trabajo de sembrar el silencio y no se sobresaltó cuando escuchó el ruidoso sonido del disparo. No era la primera vez que veía a un poeta parlotear al bordedesutumba. De:Tempusfugit.Bogotá:Río Ediciones,2010. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 89
  • 92. Cerilla ¡SÓLO los grandes hombres están destinados a hacer grandes cosas! —sentenció el Gran Maestro, consagrado sabio por todos. Acto seguido, su hijo, el idiota, que estaba entre la multitud, destruyó la población entera con una pequeñacerilla. De:Tempusfugit.Bogotá, Río Ediciones,2010. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO90
  • 94. Alfonso Pedraza. Médico Cirujano egresado de la UNAM. Apasionado a la minificción desde su juventud. Creador y coordinador del Taller de Minicuento de www.ficticia.com. Coleccionó El cuento, revista de imaginación durante muchos años. Ahora publica las minificciones de esa a n t o l ó g i c a p u b l i c a c i ó n e n www.minisdelcuento.wordpress.com PLESIOSAURIO92
  • 95. CortesaníasII DESDE SIEMPRE, dada su alcurnia, había sido de extrema derecha. Ahora, sin miramientos y por exigencias de gobierno, la cuchara permanece estoica a la izquierda de la escudilla del nuevo monarca zurdo. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 93
  • 96. Euseique vou teamar ELLA PARTIÓ del hogar la tarde en que la jacaranda del patio trasero se negó a florecer y hasta el follaje perdió. Nunca, en treinta años había sucedido. Se llevó los gatos y mis chancletas que tanto le gustaban. Enrolló mis dibujos al carbón. Los echó a la basura. Salió de casa, no sin antes dejarme una pequeña flor al pie del enorme árbol corito. Justo donde sus raícesciñenmishuesos. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO94
  • 98. Javier Perucho (México). Doctor en Letras por la UNAM. Editor, ensayista e historiador literario. Ha escrito Dinosaurios de papel. El cuento brevísimo en México (2009) y El cuento jíbaro. Antología del microrrelato mexicano (2006), Estéticas de los confines (2003), Hijos de la patria perdida (2001) y Los hijos del desastre (2000). Destaca su texto «Pedro F. Miret, un raro del otro siglo», a la queseguiráuna teoríadelosraros. PLESIOSAURIO96
  • 99. Fueradelugar NO ME DEJA escuchar la crónica del partido esta niña llorona, ya le di su biberón, la arrullé en su cama, le acerqué el muñeco de peluche que abraza antes de dormir, y nada, sigue berreando. La llevé a la recámara y mientras la recostaba, los blanquiazules metieron otro gol a la marea verde, gloria y ensueño de mi vida. Todo por atenderla, apenas me descuido, meten gol a mi equipo. Y en la repetición, clarito se ve que el delantero estaba en fuera de lugar. Ese maldito árbitro lo declaró bueno. Y la niña no para en su llanto, ¿qué tendrá? Su madre dejó la leche tibia en los biberones, la ropa preparada, pero no se calla, aunque sigue envuelta en su cobertor. De tardarse más, la llevaré con la vecina, pues en otrodescuidoperderáelequipodemissueños. Cuando metieron el primero, palpaba su pañal que, aunque estaba seco, olía como a vegetales podridos, ya ni tiempo me dio de rabiar en la repetición de la jugada. Un gol ante mi descuido. En el intermedio fui a buscar a la vecina,toquéa supuerta,peronadie salió. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 97
  • 100. El segundo tiempo arranca, la madre no llega, pero la niña sigue en su llanto. Con otra distracción mía, perderemos el partido. ¿Y si la encierro en el cuarto de servicio, arropada, con supelucheybiberón? Al fin la lechesiguetibia. PLESIOSAURIO98
  • 102. Jorge Ramos Cabezas (Lima, 1982). Egresado de Derecho y estudiante de Literatura en la UNMSM. Ha ganado una mención honrosa en el Concurso de Cuentos «Horas de Ágora» (UNMSM, 2006) y ha publicado en las revistas Ónice y Letras, en la Antología del I Encuentro de Agrupaciones Literarias (2010) y en las Actas del Coloquio Internacional «Lo fantástico en la literatura y el arte en Latinoamérica» (2010) Ha sido ponente en diversos eventos académico- literarios y actualmente es miembro de Ónice y director de Clemente. Revista peruana de literatura fantástica. PLESIOSAURIO100
  • 103. Ultraposapocalíptica … SIN EMBARGO, la máquina, la única con vida sobre el planeta, lamentablemente decidió volver atrás, muy atrás. Cogió un puñado de polvo y otro poco de aceites cósmicos, hizo un amasijo, creo figurines con él y sopló. Luego, decidióserDios. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 101
  • 104. La mariposa DESDE el día siguiente en que mi madre desapareció, se evaporó, se fue —sin que nadie sepa hasta ahora cómo ni adónde—, una mariposa de alas verdes y bolitas rojas no deja de visitarme por las noches en mi triste dormitorio, a pesar de que siempre termino por cortarle las alas, partirle la cabeza y destazarla en pedacitos, antes de tirarla al río. Así, ya van cincuenta años, estoy muy viejo, cansado y enfermo; sin embargo, no ha pasado una sola noche en que el insecto no aparezca por mis aposentos, revolotee por mis libros y se pose sobre mis cabellos. No ha pasado una sola noche tampoco enqueyo vuelva a matarla. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO102
  • 106. David Roas (Barcelona, 1965). Doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y profesor de estas disciplinas en la Universidad Autónoma de Barcelona. Especialista en literatura fantástica, ha publicado diversos ensayos, antologías y artículos sobre dicho género. También ha publicado los libros de microrrelatos Los dichos de un necio (1996), la parodia de novela negra Celuloide sangriento (1996) y la antología Ciempiés. Los microrrelatos de Quimera(2005). PLESIOSAURIO104
  • 107. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO Demasiadaliteratura CUARTO día de vacaciones en Galicia y las cosas han empezado a tomar un extraño cariz. Algunos dirán que es una simple coincidencia, pero no deja de ser sorprendente que en los tres hoteles en los que hemos dormido (Ribadeo, Lugo y Muxía) nos hayan dado la habitación 201. Como queriendo quitarle importancia, Marta dice que parece una situación sacada de una novela de Paul Auster. O de Vila-Matas, apunto yo.Demasiado azar. Decidimos pasar la cuarta noche en Santiago. Tras varias llamadas infructuosas, conseguimos una habitación en un hotel del centro. Dedicamos el día a recorrer la Costa da Morte y llegamos a nuestro destino a las diez de la noche. Sé que parecerá imposible, pero nos dan la 201. Si en las ocasionesanterioresla coincidencianos hizo reír, ahora la casualidad resulta excesiva. E inquietante. Inventamos una tonta excusa y pedimos otra habitación. Pero no podía ser de otra forma- ésa es la única que les queda libre. Nos miramos en silencio. Ambos sabemos que no hay otra opción: es tarde, estamos muy 105
  • 108. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO cansados y en estas fechas no va a ser tan fácil encontrar otro hotel. Y dormir en el coche está descartado. Aceptamos la 201. Subimos en silencio. Meto la llave en la cerradura y abro la puerta con un escalofrío. Marta aprieta mi mano. Con un rápido movimiento enciendo la luz y miro a ambos lados, esperando que suceda lo inevitable. Pero no ocurre nada. Todo es absolutamentenormal. Malditarealidad. De:Distorsiones.Madrid:Páginas deespuma,2010. 106
  • 110. PLESIOSAURIO Juan Romagnoli (La Plata, 1982). Entusiasta investigador e impulsor de la onirología. Lector crónico, ha cultivado sobre todo el género del cuento y del microrrelato. Colaboró en la revista mexicana El cuento y ha sido incluido en antologías como Dos veces bueno 3, De mil amores y Antología de microrrelatos amorosos, Ciempiés. Los microrrelatos de Quimera (2006), Microrrelatos en el mundo hispanoparlante (2006) y en El límite de la palabra. Antología del microrrelato argentino contemporáneo(2007). 108
  • 111. Jekyll yHydeII EL DOCTOR JEKYLL, noche tras noche, se convierte en el maligno Hyde. El experimento va bien, se asegura; pero sabe que no será un rotundo éxito hasta tanto no consiga perfeccionar la fórmula y mantener, tras la transformación, un aspecto exterior menos obvio, más suave, un rostro confiable, una sonrisa seductora que le permita dedicarse a los negocios sin despertar sospechas y, acaso con el tiempo,postularsea uncargo público. De: Universos ínfimos. Murcia: Tres Fronteras ediciones,2009. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 109
  • 112. Retorno EL HOMBRE había estado jugando con el escote de la dama sin saber cuál sería su reacción. Ella había permanecido pasiva, casi indiferente. Sin embargo, cuando él, decidido, buscó su boca, ella respondió con avidez. En acelerado trámite, fueron quitándose mutuamente ropa y traje, hasta que ya en interiores, él le separó las piernas con delicadeza. Entonces, con todo su sexo a disposición, introdujo primero un dedo casi obstétrico, luego la mano (ella, como entregada en éxtasis), luego el brazo y, poco a poco, con gran esfuerzo, todo él fue ingresando por el conducto hasta contenerse, acurrucado, en el úterohúmedoytibio deella. Sólo lerestabaesperarnuevemeses. (Inédito) El bolo alimenticio PLESIOSAURIO110
  • 114. PLESIOSAURIO Fabián Vique (Buenos Aires, 1966). Profesor de Literatura. Ha publicado La tierra de los desorientados (2008), Variaciones sobre el sueño de Chuang Tzu (2009) y La vida misma y otras microficciones(2010). 112
  • 115. Duda que sobrevuela CUANDO uno mata por la mañana los mosquitos que por la noche bebieron nuestra sangre, ¿es un homicidio o una especie de suicidio? El bolo alimenticio PLESIOSAURIO 113
  • 116. Aprendizaje YO NO SABÍA qué cosa era la amistad y ella me enseñó. Me dijo que debíamos ser amigos porque la amistad, a diferencia de cualquier otro tipo de relación, era eterna. Y fuimos amigos durantemuchos años. Pero yo no sabía qué cosa era el amor, y entonces ella me enseñó. Me dijo que debíamos ser amantes porque el amor, a diferencia de cualquier otro sentimiento, era eterno. Y fuimos amantesdurantemuchos ymuyfelicesaños. Pero yo no sabía qué cosa era el sufrimiento y entonces ella me abandonó. Me dijo que debíamos alejarnos porque el sufrimiento, a diferencia de cualquier otra sensación, era eterno.Y sufrimospor toda la eternidad. De: La vida misma y otras microficciones. Buenos Aires: MacedoniaEdiciones,2010. El bolo alimenticio PLESIOSAURIO114
  • 117. PLESIOSAURIO Primerarevistadeficciónbreveperuana se terminó de imprimir en los talleres gráficos de abismoeditores el 25 de diciembre de 2011, día de la Natividad. Jr. Pablo Risso 351, Lima 30. Tiraje: 150 ejemplares