El documento discute cómo el terrorismo afecta negativamente el turismo internacional y las economías de los países que dependen del turismo. Propone varias formas de frenar el terrorismo, incluyendo mayor seguridad en fronteras y aeropuertos, leyes más estrictas contra grupos terroristas, y un organismo internacional especializado para combatir estas organizaciones. También destaca las consecuencias del terrorismo como la pérdida de vidas humanas y el patrimonio histórico.